Entrevista a Fernando Gómez: Pandemia, encierro y psicología: ¿Qué nos depara el futuro?

Por: Marina Artese Grillo 

Cuando el COVID-19 llegó en febrero del 2020, no sabíamos que íbamos a permanecer la mayor parte del año en nuestros hogares. La pandemia y su consecuente cuarentena han modificado nuestros hábitos. Cambió el trabajo, cómo estudiamos, nos relacionamos y hasta desarrollamos nuestros hobbys y momentos de ocio. Por lo tanto, en esta ocasión, entrevistamos a Fernando Gómez, psicólogo rosarino. Él nos cuenta de qué modo podemos superar las distintas situaciones que estamos atravesando en esta pandemia.

Fernando Gómez, una breve presentación

Fernando Javier Gómez es rosarino y psicólogo graduado de la Universidad Nacional de Rosario (2002). Es docente universitario, desde el año 2004, en la Facultad de Psicología (UNR). En el ámbito público, trabaja para la Dirección Provincial de Salud Mental en un Equipo de Salud Mental. Dicho equipo forma parte de un Programa de Protección a Testigos y Querellantes en Causas por Delitos de Lesa Humanidad en nuestra provincia. Por otro lado, en el ámbito privado, practica el psicoanálisis en su consultorio. Trabaja con grupos y, en algunos casos, supervisa la práctica de jóvenes colegas. Además, es miembro del Colegio Estudios Analíticos, con sede en Buenos Aires. Finalmente, en el último año, formó – junto a otros profesionales de la salud – un Equipo interdisciplinario que aborda el difícil tema de las Alergias Alimentarias Infantiles.

¿De qué modo impactó la pandemia y su consecuente cuarentena en tu trabajo?

“El mayor impacto, en el caso de mis pacientes, fue el pasaje del consultorio a las sesiones por videollamadas. De todos modos, rescato la posibilidad de incorporar algunas herramientas tecnológicas a nuestro campo. Antes, sólo las utilizaba con pacientes de otras provincias (o en el exterior del país) pero siempre por tiempo limitado”, explica Fernando. Por supuesto, también ha cambiado mucho y significó un gran esfuerzo continuar con la docencia a través de las distintas plataformas virtuales. Esto se observa en todos los niveles educativos.
Pero no todo es negativo. Fernando reconoce qué estrategias y herramientas continuará usando postpandemia: “la virtualidad me permitió crear o reforzar vínculos con colegas (u otros profesionales) de todo el continente. La virtualidad, paradójicamente, nos acercó bastante”.

Durante el último tiempo, ¿qué tipo de consultas son las que más recibís?

“En este tiempo y en relación con la pandemia, ha subido el nivel de angustia en general. El aislamiento ha sensibilizado a mucha gente. En estos casos, la preocupación por el futuro y cierta sensación de incertidumbre angustiosa han sido motivo de consulta. Por supuesto, las pérdidas y la difícil situación de no poder velar a familiares o seres queridos afectó a mucha gente. Con la cuarentena, se exacerbaron también muchos conflictos pre-existentes”. Durante este tiempo, Fernando – junto a un grupo de profesionales – ha estado trabajando en un Taller para Familias. “La virtualidad nos permitió sumar participantes de varias provincias. Sinceramente, no sé si esto hubiera sido posible fuera de este contexto”.

pandemia - Fernando Gomez
Fernando Gómez es un psicólogo rosarino. Autor: Fernando Gómez

¿De qué modo influyó la pandemia en el comportamiento y la psiquis humana?

“Es claro que ciertos comportamientos han cambiado abruptamente. Se ha transformado el lugar, el escenario de nuestra vida. No sólo por el aislamiento, sino que – al salir – ese mundo, que conocíamos, ya no es el mismo. Creo que hay razones para tener miedo pero no para paralizarse. El miedo al contacto con el otro no puede dejar a nadie indiferente. Todos necesitamos de la cercanía de nuestros afectos y eso se cortó de golpe. Al respecto, creo que hubo múltiples reacciones. He escuchado bastante negación al principio. Luego, se ha podido trabajar y cambió bastante, pero no deja de ser preocupante”.

“Preocupa la imagen del mundo que puedan hacerse los niños”

La situación de los niños no es menor. Muchos bebés han nacido en plena pandemia y no conocen más que las cuatro paredes de sus hogares. “Creo que se debería mirar más de cerca lo que pasó en casa, con los niños y niñas. Es decir, cómo vivieron y qué efectos podrían esperarse de la experiencia del confinamiento. Sobre la pandemia y el virus, cuenta no sólo lo que hayamos podido explicarles, sino de qué modo lo internalizaron. Preocupa, en principio, la imagen del mundo que puedan hacerse. A mí me impresiona que, en el inicio, si dos nenes se encontraban en la calle, era algo confuso para todos. Uno debía explicarles que no se toquen y que mantengan distancia. Me sorprende y me preocupa el tema de perder el contacto. Es algo así como una sobreadaptación”.

pandemia - Psicologo Fernando
En medio de la pandemia, Fernando – junto a un equipo de profesionales – brindó un Taller para Familias. Autor: Fernando Gómez

La educación también se vio afectada

Cuando en marzo, las escuelas debieron adaptar la modalidad presencial a la virtualidad, se modificó la relación de los niños y jóvenes con sus compañeros y docentes. “En ese momento, se cortó la posibilidad de encuentro con sus pares y maestros. Todo el trabajo de crear vínculos se complicó mucho. Esto es fácilmente racionalizado por los adultos. Pero no puede considerarse – sin caer en el error – que los niños tienen las mismas posibilidades elaborativas que los mayores. Esto se dificulta no solo para los gobiernos sino también para la sociedad en general. Quizá, la escuela debe orientarse a pensar los aspectos emocionales. El futuro de muchas instituciones estará gravemente afectado por problemáticas ligadas al confinamiento”.

¿Cómo puede ayudar la psicología en la “nueva normalidad” y/o “post pandemia”?

“Nosotros ya estamos ayudando, somos parte de esa ‘primera línea de batalla’ ya que estamos en el sistema de salud, tanto público como privado. Hay colegas trabajando en sesiones virtuales pero también acercando viandas o medicación a quienes se ven imposibilitados de movilizarse hasta los distintos efectores. La palabra es vehículo para la elaboración de estas situaciones que podemos llamar ‘catastróficas’. En el futuro inmediato, habrá muchas tareas para nuestro campo. Mucha de la angustia y el temor tiene que ver con cierta falta de ‘puesta en palabras’ de algunas situaciones traumáticas. Tenemos que aportar en el sentido de ayudar a transitar y a configurar ese futuro tan difícil que parece esperarnos en el post pandemia”.

Por último, Fernando, ¿qué consejos les darías a nuestros lectores?

“Les diría que por favor se sigan cuidando. Es importante que miren dentro de cada uno. Intenten encontrar aquello que más les preocupa y traten de hacer algo con eso. Les diría que también miren a su alrededor y traten de re vincularse con aquellos que tienen cerca. Muchos están sufriendo. Los podemos ayudar con una palabra de aliento o escuchándolos. Ayudar acompañar a otros, en estas circunstancias, puede ser reparador para uno mismo”.

Fuente: https://rosario.italiani.it/pandemia-encierro-y-psicologia-que-nos-depara-el-futuro/

Originalmente fue escrita esta nota para itRosario

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A flor de piel

Por: Carolina Vásquez Araya

Mirar hacia la calle desde la ventana, una parte de esta rutina recién adquirida.

6 de la mañana: Me despiertan la Pelusa y la Mimi algo impacientes y mirándome directo a los ojos, en espera de una señal de vida para comenzar a mover la cola y saltar de la cama. Sé muy bien que podría quedarme entre las sábanas porque no hay planes para hoy. De hecho, hace más de 6 semanas que no hay planes para el día; pero igual, con una persistencia encomiable, he insistido en darle un sentido positivo al encierro creando pequeños desafíos domésticos. Aunque agradecida por el privilegio de tener un techo y comida suficiente -mucho más que millones de personas cuyo día se inicia con el estómago vacío, en la incertidumbre y la necesidad- no puedo dejar de mirar con desconfianza al futuro inmediato.

Después de la invasión inicial de noticias y de sentirnos catapultados hacia una vorágine de información contradictoria cuyo efecto inmediato ha sido una profunda desconfianza hacia los medios y las fuentes oficiales, hemos pasado a la etapa del cedazo, en donde intentamos sin mucho éxito separar la paja del grano y darnos pequeños espacios de silencio mediático para no sentir, no saber y no ser absorbidos por la tensión y el temor natural al caos y a la desinformación. De todos modos, no siempre se puede ser tan racional cuando se trata de conservar la vida y el sentido común.

He pasado mi vida entera luchando por creer en conceptos tan elusivos como la justicia y el bien común y también he trabajado duro para tener la libertad de expresar mi pensamiento. A pesar de haber transitado por entornos de enorme incertidumbre política y de grandes fosos de inequidad social, todavía intento convencerme de la capacidad humana para experimentar algo parecido a la solidaridad, pese a las evidencias constantes de que en el fondo nuestra naturaleza nos hace egoístas y persistentemente impermeables al dolor ajeno.

Por esa necesidad de búsqueda de los motivos de tanta desigualdad, he llegado a conocer de cerca la miseria de quienes son considerados por las élites como un recurso indeseable pero necesario para acrecentar su riqueza. En el otro extremo del espectro, he tenido la oportunidad de constatar cuánto desprecio destilan esos núcleos privilegiados por quienes nunca han tenido las oportunidades ni los medios para superar su condición de pobreza, pero también cómo manipulan los conceptos para convencerse y convencer a otros de la inevitabilidad de las distancias sociales; como si estas nunca hubieran sido diseñadas y construidas a propósito.

Hace apenas unas semanas, creía que la pandemia nos equiparaba. Profundo error. Las nuevas condiciones comienzan a revelar hasta qué punto estamos distanciados frente a un enemigo común y cómo esta amenaza, supuestamente universal, se transforma en otro sistema de selección en donde los más pobres y los más vulnerables serán siempre los más castigados. Poco a poco, el mapa se define y las clases dominantes muestran la esencia de su codicia al aferrarse al poder y concentrar la toma de decisiones, afectando a millones de seres humanos alrededor del planeta. Ante ese poder prácticamente ilimitado, somos apenas un murmullo distante, una masa anónima con la impotencia y la rebeldía a flor de piel.

6 de la tarde: Termino el día con la sensación de no haber realizado ninguna tarea esencial. Me he empeñado en refugiarme en el no saber, como si esa barrera contra la especulación, la desinformación y la manipulación mediática pudiera, de algún modo, protegerme contra un enemigo ubicado al otro lado de la puerta de mi casa. Y vuelvo a mirar por la ventana, esperando que no llegue.

La amenaza sanitaria que nos rodea, también nos discrimina

Fuente e imagen: https://iberoamericasocial.com/a-flor-de-piel/

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Argentina: El Gobierno evalúa permitir salidas tipo exprés a los niños

América del Sur/Argentina/26-04-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Según cifras oficiales, en Argentina hay por lo menos 80 niños menores de 9 años con coronavirus. Pese a esta cifra, el Gobierno nacional evalúa flexibilizar algunas salidas recreativas o paseos para los niños para evitar el riesgo de depresión por el encierro u otras enfermedades.

Se trata de un tema que empezó a ser mencionado con mayor frecuencia por los especialistas ante la extensión del confinamiento, que ya se acerca a los 40 días en el caso de los chicos teniendo en cuenta que las clases se interrumpieron el 16 de marzo. El encierro empieza a traer algunos cambios en el comportamiento.

Sin dudas es un tema muy sensible que apoyan los epidemiólogos que asesoran al Presidente, pero que divide aguas entre los padres. Algunos prefieren que sus hijos continúen con una cuarentena total a pesar de las dificultades generadas en el humor y en la educación y aquellos que sostienen que los más chicos necesitan un poco de tiempo al aire libre y menos tecnología.

«Estamos pensando habilitar algún tipo de actividad para los niños, como una caminata en la manzana del domicilio. Pero no tenemos en claro cómo lo vamos a regular, aunque estamos viendo alternativas por horarios o por número de documento, pero no se decidió aún», afirmó ayer el ministro de Salud, Ginés González García.

En el mismo sentido, la médica infectóloga Carlota Russ, miembro del comité de expertos que asesora a Alberto Fernández, dijo que «es posible» admitir salidas cortas para los niños. «Creo que es posible que den una vuelta por el barrio, lo que es difícil es regularlo. No es imposible porque hay posibilidades, pero no es lo mismo un lugar con menos densidad de habitantes que barrios de la ciudad de Buenos Aires», explicó.

La especialista agregó que «en un lugar menos poblado, podés decir que salgan a tal hora, por una vereda, o por número de documento; pero en un barrio de CABA con edificios tendríamos que saber la cantidad de niños que hay». Las salidas van a tener que ser muy barriales o locales porque hay que evitar que «un paseo de 30 minutos con un niño no se transforme en uno de dos horas con cinco chicos», completó Russ.

¿Más feria judicial?

Los secretarios general y Gremial de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, Julio Piumato y Mara Fernández, solicitaron ayer al presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la prórroga de la feria extraordinaria sanitaria y la continuidad de las guardias mínimas, en el actual contexto de pandemia.

554  mil pesos donó el Sindicato de Empleados Provinciales de San Luis para la compra de insumos por la pandemia.

Para embarazadas

El hospital público Materno Infantil de Salta contará con un anexo destinado a internar exclusivamente a embarazadas con sospecha o diagnóstico de infección por coronavirus. Son seis habitaciones individuales con baños privados, y otras seis compartidas, que, en conjunto, tendrán capacidad para albergar a 24 pacientes.

Fuente: https://www.diariodecuyo.com.ar/seccion/argentina/

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Días de encierro

Por: Carlos Ornelas. 

 

La pandemia nos alcanzó. La tormenta de noticias sobre el coronavirus, el temor que sembró me obligó a guardar un encierro voluntario, desde una semana antes que el gobierno declarara la fase 2. Coincidió con el final del trimestre en la Universidad Autónoma Metropolitana.

Son días insólitos; el COVID-19 hizo lo que ningún gobierno desde 1980 había conseguido: que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación esté tranquila. En otras circunstancias sería ganancia, pues no habría alumnos perjudicados por una huelga. Hoy la bronca es el aislamiento. Además, no hay manifestaciones ni declaraciones de sus líderes que arrojen material para mi comentario.

La facción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que comanda Alfonso Cepeda Salas, también está sosegada y el presidente López Obrador no habla de educación. Ya examiné el programa Aprender en Casa de la Secretaría de Educación Pública; hoy no encuentro un tópico que me atraiga. Quizá pudiera platicar de mi encierro.

Ayer sábado temprano releí La política como vocación, de Max Weber, subrayé pasajes que tal vez me den pie para caminar en algún ensayo. Comparto tres que merecen atención si es que un día me aplico a caracterizar la personalidad política de Andrés Manuel López Obrador, claro con respecto a la política educativa:

1. Quien hace política aspira al poder; al poder como medio para la consecución de otros fines (idealistas o egoístas) o al poder por el poder, para gozar del sentimiento de prestigio que él confiere.

2. Quien vive para la política hace de ello su vida en un sentido íntimo o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio de algo.

3. El honor del caudillo político, es decir, del estadista dirigente, está, por el contrario, en asumir personalmente la responsabilidad de todo lo que hace, responsabilidad que no debe ni puede rechazar o arrojar sobre otro.

Una máxima de Maquiavelo también pudiera servirme para empezar un discurso sobre la aspiración de AMLO de entrar a los libros de historia como el mejor presidente que haya tenido México: “No obstante, el príncipe que se hace temer, sin al propio tiempo hacerse amar, debe evitar que le aborrezcan, ya que cabe inspirar un temor saludable y exento de odio, cosa que logrará con sólo abstenerse de poner mano en la hacienda de sus soldados y súbditos”.

Son jornadas de reclusión, anormales. Aunque por lo general escribo mis artículos en casa, no puedo trabajar igual que siempre: el encierro encierra mi mente.

Sin embargo, no estoy de holgazán, hojeo o releo textos y escribo notas que espero me sirvan en el futuro cercano. También converso con la familia, veo películas y series y leo novelas y cuentos. Compongo apuntes informales para mi registro de peripecias. Pero batallo para concentrarme en un tema.

Con todo y virus, habrá que trabajar; ¡superaré el encierro!

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/dias-de-encierro/1372776

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“Máquinas de jugar”, el documental que refleja el teatro en contextos de encierro

Redacción: Los Andes

El audiovisual muestra las vivencias de los talleres de actuación en cárceles y hospitales psiquiátricos de Mendoza.

El documental “Máquinas de Jugar”, un audiovisual basado en las experiencias de talleres de teatros en contextos de encierro y vulnerabilidad.

Laura Rodríguez fue la encargada de llevar adelante el proyecto con la ayuda del realizador audiovisual Alejandro Alonso.

La función estreno será el viernes a las 18 en el cine Universidad con entrada libre y gratuita. Después de la proyección se abrirá un espacio para el diálogo y el debate.

Laura explicó que el documental refleja distintas experiencias de teatro social. Las imágenes se filmaron entre febrero y septiembre del año pasado en distintos espacios como la unidad penitenciaria Boulogne Sur Mer y El Borbollón, el servicio de hospital de día del hospital escuela de salud mental Carlos Pereyra, Chacras para Todos proyecto artístico comunitario, teatro comunitario La Pueblerina, el Proyecto Elefante en Bicicleta del hospital Notti y el teatro comunitario Perdriel.

“El teatro restituye un derecho. El derecho que todos tenemos a producir y consumir cultura”, comentó la actriz de 35 años.

“En el documental se van a encontrar con grupos de personas haciendo teatro y no van a poder reconocer el lugar. Refleja como nos igualamos como personas ante la práctica de un derecho. Se corre de toda estigmatización y etiqueta”, agregó.

La idea es mostrar cómo las personas que participan en un taller -enfermos psiquiátricos, internos de un penal, niños de un comedor- ponen su cuerpo para actuar y de esa forma expresan lo que piensan y lo que sienten.

“El teatro se convierte en una forma de analizar la realidad a través del cuerpo, es un arte colectivo en el que se piensa en el otro. Por lo tanto, tiende a construir, a cuestionar las cosas que parecen dadas”, señaló Rodriguez.

En esta primera entrega de 47 minutos la historia es contado por sus protagonistas, no hay voz en off, ni referencias a los lugares físicos. “Se muestran los espacios en los que los talleristas se expresan y construyen y trasladan lo que practican a su vida cotidiana”, añadió.

El proyecto

Laura tuvo su primer contacto con las experiencias de teatro social hace varios años a través de un grupo de investigación de la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo. En ese momento, empezó a ir a la penitenciaría como observadora a un taller de teatro. Después empezó a dictar clases hasta el 2016. También es profesora en desde hace un año en el taller del hospital Carlos Pereyra con pacientes internados y con pacientes ambulatorios.

Una vez finalizada la investigación en 2016, surgió la idea de hacer el documental que se fue materializado con dinero del Fondo Nacional de las Artes y del Instituto Nacional del Teatro.

El plan es un proyecto en varias etapas. La primera entrega es el documental, después viene una serie de cortos de 8 minutos cada uno con los protagonistas y finalmente, un largometraje.

“Fue una tarea compleja en cuanto a los trámites de los permisos para el rodaje. Tuvimos que conseguir hasta autorizaciones de jueces”, comentó Rodríguez.

Los talleres

Sara Amores es actriz y profesora y trabaja con los internos de Boulonge Sur Mer desde hace 6 años.

“Ahora estoy con el pabellón de los ingresos dos horas por semana los días viernes. Tengo grupos de 10 personas de distintas edades, nacionalidades y que cumplen distintas condenas”, dijo la docente.

Aunque las condiciones de trabajo son muy difíciles -olor a gas, a cloacas, frío, suciedad, entre otras- Amores resalta que su labor le resulta muy gratificante y de un aprendizaje constante.

“Es un espacio en el que todos se pueden escuchar, encontrarse con ellos mismos, sentirse personas y no animales. Es un mugar donde pueden ejercer un derecho”, explicó Sara.

“Yo creo que en estos contextos el tejido social está muy roto y yo trabajando puedo dar una puntada ahí adentro y otra afuera para ir uniendo de a poco”, añadió.

La profesora destacó que las clases son muy diferentes a las que se planean en otras aulas porque el grupo cambia todo el tiempo porque los internos son trasladado, no pueden ir o los cambian de pabellón.

“Yo he aprendido como la magia del teatro y la educación generan un espacio para escuchar y aprender. Si como sociedad queremos reinsertar a una persona tenemos que darle el derecho a la educación. Y en los talleres de teatro se puede generar un cambio, no desde el morbo del delito sino desde el pensarse y reflexionar”, agregó.

Fuente: https://losandes.com.ar/article/view?slug=nota-teatro

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