España: Ser madre con enfermedad mental: “Me decían que lo mejor que me podían hacer era quitarme a los niños”

Europa/España/03 Octubre 2019/El país

Mujeres con trastornos psiquiátricos relatan las dificultades a las que se enfrentan y piden más apoyos

Gema Juanas, de 43 años, desprende y contagia energía. Vital y habladora, es la que rompe el hielo cuando se pide que alguna de las madres reunidas para este reportaje cuente su experiencia. Cuesta imaginarla hace ocho años, cuando estaba, como ella describe, “rota, deshecha, porque lo había perdido todo”. Diagnosticada de esquizofrenia paranoide, de celos delirantes y con dos niños, entonces de cinco y tres años, no tomaba la medicación. “Hacía la vida imposible a mi pareja”, reconoce. Así que cuando él pidió el divorcio, se quedó sin nada. “Me quitaron la custodia de mis hijos, estaba en la calle, sin ingresos, con una vida absolutamente desestructurada”, recuerda con absoluta naturalidad.

Juanas forma parte del 43% de padres y madres con algún trastorno mental de la Comunidad de Madrid que, según un estudio de la Universidad Complutense con la Fundación Manantial, acaba perdiendo la tutela de sus hijos. Las enfermedades psiquiátricas, sobre todo en el caso de las madres, no solo las aboca en muchos casos a ser separadas de sus niños, con el sufrimiento que conlleva para todos, sino que también afecta a la salud mental y al comportamiento de los pequeños. Para prevenir dicho riesgo y ayudar a estas mujeres, para las que ser madres es el mayor aliciente para cuidarse, la fundación puso en marcha en 2011 Casa Verde.

“Es un proyecto para huir de los centros psiquiátricos, que parezca una casa, donde se sientan como en una familia”, explica su directora, la psicóloga Raquel del Amo. En este pequeño piso del barrio madrileño de Vallecas reciben terapia embarazadas y madres con trastornos desde los más graves, como la esquizofrenia o el bipolar, hasta otros que pueden afectar al vínculo con el niño, como el trastorno de ansiedad o el obsesivo compulsivo. También sus hijos y otros familiares que puedan suponer un apoyo y a la vez necesitarlo, como padres y abuelos. La entrevista tiene lugar en el salón, con un café y unos bollos para desayunar. Las seis madres presentes están en confianza, y la reunión se convierte en una tertulia donde comparten experiencias por las que todas han pasado, como el miedo y el sentirse marcadas por los prejuicios sobre la enfermedad mental.

De pie, de izquierda a derecha, Mar Encinas, Chelo López, Rosa García y Silvia García. Sentadas, Joana Jiménez y Gema Juanas, en Casa Verde.
De pie, de izquierda a derecha, Mar Encinas, Chelo López, Rosa García y Silvia García. Sentadas, Joana Jiménez y Gema Juanas, en Casa Verde. ANDREA COMAS

“Lo mejor que te podían hacer es quitarte a los niños, porque no vas a poder”, le decían a Juanas sus propios familiares. “Nos hemos encontrado con ese tipo de obstáculos; tenemos que luchar 20 veces más que una madre normal”, dice. Al trastorno psiquiátrico y a la dificultad inherente de la maternidad, que incluso en las mejores condiciones desborda a muchas mujeres, estas madres añaden más impedimentos. Muchas cuidan de sus hijos solas. En algunos casos, han sufrido malos tratos antes de ser abandonadas por sus parejas. La mayoría está en paro o trabaja “de lo que va saliendo”.

Tras perder la tutela, Juanas estuvo varios meses sin ver a sus hijos. Fue de las primeras en entrar en Casa Verde, derivada desde servicios sociales y el centro de salud mental. Aquí, el equipo, formado por una psicóloga de adultos y otra infantil, un trabajador social, una terapeuta ocupacional y un educador social, intercedió para que pudiera ver a los niños varias horas a la semana, y la acompañó en las distintas citas con el juez para ir cambiando el régimen de visitas conforme mejoraba. “Me animaron a buscar trabajo, a recuperar la autoestima, a creer que podía salir adelante”. Y también le dieron herramientas para criar y relacionarse con sus hijos. “Te enseñan que no se les pega, a dialogar. Una madre ‘normal’, si el niño se porta mal en el parque, le da un par de azotes; si yo hago eso, el juez me los quita. Sientes que te están juzgando por algo que no puedes evitar, que está dentro de ti”, confía.

«La enfermedad mental da miedo»

“La enfermedad mental da miedo, y cuando hay niños pequeños implicados, saltan todas las alarmas”, reconoce Carlos Rodríguez, el trabajador social de Casa Verde. Pero no solo a los demás. “El terror que tenía antes de ser madre era que mis hijos tuvieran lo mismo que yo. Tenía miedo, sobre todo por mi dolor”, cuenta Silvia García, 45 años, con trastorno bipolar y dos niñas de 13 y 8 años. “Ves que la sociedad te dice que no puedes ser madre, y ese estigma se acaba convirtiendo en autoestigma y tú misma lo crees”, afirma. En su caso, el diagnóstico temprano, a los 20 años, y el trabajo con su psicoanalista le permitieron “construir un proyecto de maternidad saludable”. “Con el apoyo suficiente, una madre con un diagnóstico mental es capaz de cualquier cosa”, asegura.

Sin embargo, eso es lo difícil. Por eso, las mujeres reunidas piden que se extiendan recursos como Casa Verde, un proyecto piloto que ha atendido en estos ocho años a 114 familias, con 135 niños y 147 adultos en total. “Debería haber una en cada barrio”, dice Rosa, de 49 años, y con dos hijas de 13 y 9 años. “Nos orientan y dan pautas en situaciones en que no eres ni persona”. Auxiliar de geriatría, ahora cuida de su exmarido, que padece esquizofrenia. Aunque se encuentra “físicamente fuerte”, se nota “emocionalmente muy débil”.

Joana Jiménez, de 37 años, acude aquí casi desde que se creó. Llegó con un trastorno adaptativo de la conducta con muchas crisis de ansiedad. “Mi marido me abandonó cuando el niño tenía siete meses, venimos los dos a terapia semanal desde entonces”, cuenta. “Tenía la autoestima muy baja, mi ex me maltrataba, mi hijo me estorbaba, no sabía qué hacer con él”, relata. En aquel momento, Jiménez trabajaba de noche en discotecas, y la abuela se hacía cargo del niño. “Estábamos totalmente desconectados”, describe. “No sabía ni cómo jugar con él, sentía que me quitaba tiempo para estar con otras personas. Ahora me lo paso mejor con él que con nadie”, dice. En estos años, ha estudiado y cubre suplencias como auxiliar de enfermería.

«Me siento mala madre»

Las veteranas consuelan a Mar Encinas, de 46 años, madre del pequeño Jairo, de casi tres años, que corre, pinta y juega en este centro que no parece un centro como si estuviera en su casa. “Mi hijo es la razón para vivir”, dice entre lágrimas, “pero me siento mala madre”. “No me quiero, estoy siempre depresiva, con ganas de llorar”, describe Encinas, que sufre un trastorno de personalidad. También dan ánimos a Chelo López, de 44 años, que está muy agobiada porque desde servicios sociales proponen que su hija, de tres años, pase unos días a la semana en casa de una familiar para que la pequeña “se estabilice”. El caso viene de un año y medio atrás, cuando López, con trastorno bipolar, sufrió una crisis. Pero los propios expertos que la tratan creen que la medida, ahora, no tendría sentido. “Tengo pánico por si mi hija piensa que no la quiero”, dice sobre la posible separación.

Y es que la enfermedad mental no altera en absoluto, según Del Amo, la psicóloga, “la capacidad de amar ni de transmitir amor” de estas madres, fundamental en los primeros años de vida de los niños. Juanas lo corrobora. “Mis hijos han sido mi objetivo para luchar, si no qué sentido tendría mi vida. Lo que no pensaba es que de esa fuerza del amor madre-hijo fuera a salir algo tan bonito”, asegura. “Mi hija dice que soy admirable, porque aunque esté enferma ven que los quiero y me preocupo por ellos”, se enorgullece.

EL FANTASMA DE LA RETIRADA DE LA CUSTODIA

La proporción de mujeres con trastornos mentales graves con al menos un hijo está alrededor del 60%, duplicando al número de hombres, según un estudio de la Universidad Complutense. El 43% de los padres y madres con este tipo de diagnóstico en la Comunidad de Madrid acaba perdiendo la tutela de sus hijos menores.

La retirada de la custodia es uno de los principales fantasmas que persiguen a estas madres. La directora de Casa Verde explica que, pese a las palabras de agradecimiento que expresan, han tenido que vencer mucha desconfianza. “Cuando las mandan aquí no nos conocen, piensan que las vamos a juzgar y les vamos a quitar a los niños. Tenemos que hacerles entender que somos la mejor garantía de que podrán mantener la custodia”.

De los 135 niños que han pasado por el centro, solo ha habido un caso, de dos hermanos, en el que ha sido necesario retirarla. Por su experiencia, cree que los jueces de familia “suelen ser sensatos, saben de la importancia de mantener el vínculo”, y entienden que “la enfermedad mental no determina la calidad del cuidado de los niños cuando se tienen apoyos”.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2019/09/29/actualidad/1569766406_670479.html

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India despenalizó la homosexualidad y dio un paso histórico hacia la igualdad y diversidad de género

Asia/India/10.09.18/Fuente: tn.com.ar.

El combate por la igualdad de los derechos de la comunidad LGBTganó este jueves una histórica batalla con la despenalización de la homosexualidad por la Corte suprema de India, la segunda nación más poblada del planeta.

La mayor instancia judicial de este país del sur de Asia, de 1.250 millones de habitantes, consideró inconstitucional un viejo artículo que condenaba las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Esta disposición «se había convertido en un arma de acoso contra la comunidad LGTB», declaró el presidente de la Corte suprema, Dipak Misra.

Un activista de los derechos de los homosexuales espera fuera de la Corte Suprema de la India con un mensaje: "Love is love". (AP)
Un activista de los derechos de los homosexuales espera fuera de la Corte Suprema de la India con un mensaje: «Love is love». (AP)

Según el código penal indio, que data de la era colonial británica, la homosexualidad podía ser castigada hasta con cadena perpetua. Aunque ciertamente las condenas de este estilo por relación entre personas del mismo sexo fueron muy escasas.

El artículo 377 de código penal, objeto de una larga batalla judicial en los últimos 20 años, prohibía «cualquier relación carnal contra el orden de la naturaleza».

Un panel de cinco jueces de la Corte suprema escuchó en julio los argumentos de los demandantes homosexuales, entre ellos varias celebridades, quienes consideraban que este artículo era contrario a la Constitución india.

Un activista de los derechos de los homosexuales celebra después de la decisión del máximo tribunal de la India. (AP)
Un activista de los derechos de los homosexuales celebra después de la decisión del máximo tribunal de la India. (AP)

Durante los debates, el gobierno nacionalista indio de Narendra Modi, conservador en temas sociales, optó por no tomar una posición en este tema y dejó que la Justicia decidiera sobre la despenalización de la homosexualidad.

India se convierte así en el 124º Estado del mundo en el que los actos homosexuales no son criminalizados, según datos de la Asociación internacional de personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexos.

Enfermedad mental

Aunque existe un entorno homosexual discreto en grandes ciudades de India como Delhi o Bombay, las relaciones sexuales entre hombres o entre mujeres es aún muy mal vistas por la sociedad india.

La activista por los derechos de los homosexuales Chitra Palekar celebra con un miembro de la comunidad LGBT. (AP)
La activista por los derechos de los homosexuales Chitra Palekar celebra con un miembro de la comunidad LGBT. (AP)

Muchos indios, en especial en las zonas rurales donde reside el 70% de la población, consideran la homosexualidad como una enfermedad mental. Algunos la equiparan incluso con la zoofilia.

La despenalización de la homosexualidad fue pronunciada por primera vez en India en 2009 por la Alta Corte de Delhi, una decisión que fue saludada en todo el mundo. Sin embargo, en 2013, la situación se revierte: la Corte suprema invalidó esta decisión por cuestiones legalistas.

Esta vuelta atrás provocó gran desaliento entre los defensores de la despenalización, que lanzaron nuevos recursos judiciales.

Activistas por los derechos de los homosexuales celebran la decisión de la Justicia de la India. (AP)
Activistas por los derechos de los homosexuales celebran la decisión de la Justicia de la India. (AP)

La despenalización ordenada este jueves por esta misma Corte suprema era esperada por los observadores. En efecto, su jurisprudencia se inclinaba claramente en favor del reconocimiento de un tercer género para los transgénero y por el respeto a la vida privada.

«Es la primera etapa de la historia de muchos otros países que primero despenalizaron las relaciones homosexuales, y luego autorizaron las uniones civiles y después el matrimonio» homosexual, opinó en una reciente entrevista a la AFP Keshav Suri, propietario de una cadena de hoteles de lujo que figura entre los demandantes ante la Corte suprema.

«Es una larga batalla para llegar a la igualdad de los derechos, pero estoy seguro de que al final lo conseguiremos», agregó.

Fuente de la noticia: https://tn.com.ar/internacional/india-despenalizo-la-homosexualidad-y-dio-un-paso-historico-hacia-la-igualdad-y-diversidad-de-genero_895237

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Los servicios públicos no detectan el maltrato a mujeres con enfermedad mental

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Tres de cada cuatro mujeres con enfermedad mental grave han sufrido violencia en el ámbito familiar o en la pareja alguna vez en su vida; alrededor del 80% de las mujeres con trastorno mental que han estado emparejadas en algún momento de su vida han sufrido violencia procedente de la pareja; el 52% de las mujeres con enfermedad mental conviven con familiares han sido víctimas de malos tratos en el último……… A pesar de la gravedad de estas cifras, la problemática de la violencia contra las mujeres con enfermedad mental no “está suficientemente presente ni en las instituciones públicas que trabajan con mujeres que están sufriendo violencia, ni en los servicios públicos de salud –particularmente de salud mental-, ni en las asociaciones que trabajan con personas con enfermedad mental”. Eso es lo que asegura la Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Fedeafes), que ha editado  una guíadonde recoge las principales conclusiones de su investigación sobre violencia contra las mujeres con enfermedad mental y aporta una serie de sugerencias a las instituciones para descubrir este tipo de casos.

Según Fedeafes, la mayoría de los casos de violencia permanecen ocultos para los servicios públicos que atienden situaciones de violencia contra las mujeres, e incluso para los mismos equipos psiquiátricos y psicológicos. Por eso, su guía pretende proporcionar datos y pautas que puedan servir para sensibilizar a los profesionales que trabajan con mujeres con enfermedad mental de la elevada prevalencia de la violencia en este colectivo.

Además, quiere alertar sobre las conexiones existentes entre violencia y enfermedad mental. “La violencia está en muchas ocasiones en el origen de la enfermedad mental. Padecer una enfermedad mental, particularmente si es grave, incrementa el riesgo de sufrir violencia. El maltrato empeora la sintomatología de una enfermedad mental preexistente”, resumen desde Fedeafes.

La finalidad es identificar situaciones de violencia en mujeres con enfermedad mental -con o sin diagnosticar-  por parte de los servicios sociales, los servicios de salud (especialmente la Red de Salud Mental) y las asociaciones de personas con enfermedad mental. “Se trata de señalar algunas orientaciones que puedan guiar la actuación profesional tras la detección de un caso de maltrato. Está tan arraigado en nuestra sociedad el mito de que las personas con enfermedad mental son violentas, que cuesta trabajo visualizar la violencia que sufren. Sin embargo, los estudios cuantitativos que se han realizado en el ámbito estatal arrojan cifras escalofriantes”. Al igual que en resto de la población femenina, el tipo de violencia más frecuente en la pareja es la psicológica. Sin embargo, la violencia física y la sexual son también muy elevadas. Por ejemplo, más de la mitad de las mujeres enfermedad mental han estado en pareja han sufrido violencia física; algo más del 40% han sufrido violencia sexual.

“En la mitad de los casos”, apunta Fedeafes, “el profesional de referencia en la Red de Salud Mental de la mujer no conocía la existencia del maltrato ocurrido durante el último año”.

Incremento del riesgo

Existen factores personales y estructurales que incrementan el riesgo de victimización que tienen todas las mujeres en presencia de una enfermedad mental. Muchos de ellos tienen causas de origen social, por lo que “puede trabajarse en su minimización, fomentando el empoderamiento y la participación social de las mujeres con enfermedad mental”.

Los factores de riesgo más importantes son, entre otros, la carencia de autonomía y la dependencia de otras personas; la carencia de empleo y de recursos económicos; la baja participación social; el aislamiento social y la soledad; el estigma social que rodea la enfermedad mental y la falta de recursos propios para defenderse.

Para detectar situaciones de violencia cuando el profesional está con la víctima, Fedeafes subraya que la pauta principal es tener siempre en mente que la mayoría de las mujeres con enfermedad mental que se atienden en las consultas, en los servicios sociales o en las asociaciones están sufriendo o han sufrido en el pasado violencia psicológica, física y/o sexual en la pareja o en la familia. Por lo tanto, “debe abordarse sistemáticamente con las mujeres con enfermedad mental el tema de la violencia”.

La autora de la investigación, Alicia García Santos, asegura que estos datos son “la punta del iceberg” y apela a seguir profundizando con nuevos estudios para “tener una visión más completa” sobre la abrumadora tasa de abusos que sufren estas mujeres. García Santos ha explicado que entre los tipos de violencia que sufren las mujeres con enfermedades mentales cabe diferenciar la psicológica, la física, la sexual, la económica e incluso la institucional, que es la que se da entre personas que se encuentran internadas en una institución. Sobre este último punto, ha apuntado que es un nuevo campo en el que “queda todo por explorar”.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/servicios-publicos-detectan-maltratos-enfermedad_0_675782999.html

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