Page 1 of 4
1 2 3 4

¿Puedo acompañar a mi hijo hasta su clase en esta vuelta al cole?

Por: Laura Peraita

Muchos padres aún sienten incertidumbre sobre qué tienen que hacer el primer día que lleven a sus hijos al colegio.

Claves para una vuelta al cole de «10»

Los lloros de los niños agarrados a la pierna de su padres junto a una profesora que les tiende los brazos para darles una calurosa bienvenida al nuevo curso, parece que este año tampoco se repetirá, al menos, dentro del aula. El Covid-19 ha dado portazo a la posibilidad de que las familias arropen hasta el último minuto a sus pequeños en su primer día de clase y ahora las despedidas, aunque con lloros igualmente, son de otra manera.

Según el documento «Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente al Covid-19 para centros educativos 2021-2022» establecido por el Ministerio de Sanidad y Educación, la «entrada y salida se realizará de manera escalonada al centro educativo o, en su caso, se arbitrarán medidas organizativas como la entrada al recinto por puertas o espacios diferenciados u otras que permitan aglomeraciones en dichas entradas y salidas». En esta línea, cada comunidad autónoma ha perfilado la normativa y, en el caso de la Comunidad de Madrid, su protocolo indica, además, que «con carácter general, las familias no deben entrar en los centros a dejar a los alumnos, salvo que por motivos de seguridad, en función de la situación del centro, sea aconsejable, si así lo considera el equipo directivo, cumpliendo siempre las medidas de prevención e higiene y, en ningún caso, si presentan cualquier síntoma compatible con el Covid-19».

Según Marta Pérez, directora del Colegio Europeo de Madrid, una de las preguntas que más hacen los padres ante la vuelta al cole es precisamente «¿qué hago cuando llegue allí con mi hijo?», «¿puedo acompañarle hasta su clase?». La respuesta es clara, apunta Pérez: los padres no pueden entrar al colegio. «Sí que es verdad que para los bebés de cero a un año, sí les permiten acceder hasta una recepción para entregar a su pequeños. Pero para el resto de niños de Infantil, los padres deben dejarles en una puerta corredera que da acceso aun patio».

La directora de este centro reconoce que la medida es «más dura para las familias primerizas y que tienen hijos que nunca han estado escolarizados porque les gustaría poder acompañarles hasta su clase. Sin embargo, «aceptan que es una medida forzada por el covid y que es lo mejor para la seguridad de todos».

Las cosas han cambiado

En el Colegio Julián Marias, su director Antonio Adánez, reconoce que antes de la aparición del Covid-19 en nuestras vidas los padres podían acompañar a sus hijos hasta la puerta de su clase, «pero ahora las cosas han cambiado» porque intentan que la presencia de personas ajenas al centro sea la mínima posible. «Anteriormente todas las familias y alumnos entraban y salían por la misma puerta del colegio, pero desde el año pasado disponemos de dos puertas: una para la entrada y otra para la salida, de manera que el tránsito de personas se realiza de forma más ordenada».

Aún así, explica que en el caso de los niños de Infantil de 3 años, los padres sí pueden entrar en el colegio y acompañarles hasta la misma puerta de su clase. Para el resto de Infantil, sólo podrán llevarles hasta una valla de colores que han situado fuera de cada clase. «No obstante, en ambos casos, la llegada de alumnos se hace de manera escalonada: unos llegan a las nueve en punto de la mañana y otros a las 9.07, al igual que a la salida al final de la jornada, que disponen de media hora y, de este modo, coinciden menos personas en la puerta».

Desde el Colegio Logos aseguran a ABC que en ningún caso los progenitores pueden entrar dentro de las aulas. «Disponemos de una puerta por edades para cada curso de Infantil y Primaria. En el caso de los más pequeños, es una persona auxiliar del centro quien recoge a los alumnos en la misma puerta del colegio y lo traslada al aula, donde le está esperando la tutora. Disponemos de entrada y salida del colegio flexible entre las 9 y 9.30 h de la mañana y las 16.30 y 17.0 h por la tarde».

Aseguran que en el caso de los escolares de Primaria llegan también a diferentes horas para no juntarse todos en la puerta. Los padres se quedan fuera del Colegio porque antes del Covid-19 tampoco se les permitía el paso. «No hemos recibido ninguna queja por parte de las familias respecto a esta forma de proceder. Creemos que son conscientes de la nueva situación y comprenden que es la mejor fórmula para el bien de sus hijos y para evitar posibles contagios. Lo más seguro —reconocen a ABC— es que esta forma de actuar se quede implantada después de que pase el coronavirus porque tanto padres como niños parecen estar más tranquilos y las entradas y salidas son más rápidas y organizadas».

Desde el Colegio Retamar señalan que «nos ajustamos a los que dicta la Comunidad de Madrid a este respecto» y permiten que los padres puedan solicitar con una cita previa acompañar a sus hijos de manera extraordinaria durante los tres primeros días de clase. A este centro escolar llegan también muchos alumnos nuevos en algunas de las 16 rutas de autocar que tienen disponibles. «En estos casos, los alumnos son acompañados por el encargado de ruta hasta su clase o, en algunas ocasiones, es el profesor quien sale a recogerles al pie del autobús».

Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es

Comparte este contenido:

La música, elemento imprescindible en el desarrollo de los niños

Por: ABC

La maestra Pilu Hernández Dopico recuerda que la música, además de ayudar a ejercitar la mente, ayuda a los más pequeños a memorizar y a entender mejor las lecciones.

Con motivo del día de Santa Cecilia, patrona de los músicos este 22 de noviembre, y con el reciente debate de la aprobación de la LOMLOE, en la que todavía no ha habido ninguna mención a la asignatura de música, desde El Pupitre de Pilu quieren recordar su importancia. «La música es un elemento imprescindible en el desarrollo de los niños. A través de ella los pequeños se pueden expresar de diferentes maneras, les lleva a aprender diferentes estados de ánimo y gracias a ella pueden interpretar cómo se encuentran», explica Pilu Hernández Dopico, maestra y CEO de El Pupitre de Pilu.

La música, además de ayudar a ejercitar la mente, ayuda a los más pequeños a memorizar y a entender mejor las lecciones. Por ello, la experta en educación destaca: «La música nos gusta a todos y hace los contenidos mucho más amenos e interesantes. Para los alumnos sería más fácil aprender los contenidos, de historia por ejemplo, con una canción».

La experta lamenta que la educación en música para muchos niños no vaya más allá de tocar la flauta dulce en las aulas de Primaria, aunque ahora con la pandemia se ha dejado de hacer: «Puede ser que haya un problema de base. Si se les enseñara a los alumnos a leer partituras, ellos mismos podrían seguir perfeccionando en casa. Pero la realidad es que muchos niños no saben diferenciar una figura musical negra de una blanca. Considero interesante que en Primaria se introdujeran a los alumnos diferentes instrumentos, para que ellos eligieran entre ellos y pudieran profundizar su aprendizaje en los siguientes cursos».

La música representa una parte fundamental en el desarrollo y aprendizaje de los más pequeños, pero sus alcances y beneficios todavía son grandes desconocidos para muchos. «Es una pena que no se le dé la importancia que tiene, hay que dejar de verla como una ‘maría’. La música es esencial para el crecimiento de los niños, ya no solo por su riqueza propia, sino porque ayuda a mejorar muchos aspectos primordiales, como el aumento de la capacidad cognitiva», concluye la maestra.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/estas-son-las-claves-para-involucrar-a-las-familias-en-el-aula/

Comparte este contenido:

La mascarilla en Primaria, ¿deja de ser obligatoria?: Así es la normativa de Madrid que confunde a padres y colegios

Por: ABC

Los progenitores están acudiendo a los centros educativos con la orden que publicó este lunes la Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, que asegura que en Educación Primaria la mascarilla «no es obligatoria siempre que se esté con el grupo estable de convivencia»

La orden que publicó este lunes la Comunidad de Madrid está enfrentando a familias y colegios. Los centros educativos, desbordados ante las medidas que están teniendo que tomar por la pandemia, desde hace dos días tienen un nuevo frente abierto con padres y madres por lo que consideran un error de la administración.

La clave está en la orden 2162/2020, de 14 de septiembre que publicó este lunes la Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid por la que se establecen las medidas que han de adoptar los centros docentes para la organización del curso 2020-2021 en relación con la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Con este documento en mano están asistiendo algunos progenitores a los colegios de sus hijos para hablar con el centro e informar de que su pequeño no tiene por qué llevar mascarilla.

Según consta en la página 50 del documento, en Educación Primaria la mascarilla «no es obligatoria siempre que se esté con el grupo estable de convivencia». Sin embargo, especifica que sí hay que llevarla si se está «fuera del grupo estable de convivencia» y «si no se puede mantener una distancia interpersonal superior a 1,5 metros».

Fruto de esta situación, algunos progenitores se están quejando en el colegio de sus hijos y no entienden que los menores tenga que llevar mascarilla cuando la ordena recién publicada por la Comunidad de Madrid dice lo contrario.

Además, el documento también especifica que para los profesionales en contacto directo con el alumnado, el «uso de mascarilla (es) voluntario cuando esté con el grupo de convivencia» en los cursos de Infantil y Primaria «y uso obligatorio fuera del grupo cuando no se pueda mantener distancia interpersonal superior a 1,5 metros. Para el resto de profesionales, uso obligatorio de mascarilla si no se puede mantener distancia interpersonal superior a 1,5 metros».

Los más llamativo de todo, y que pasa desapercibido para muchos progenitores, es que en las páginas 38 y 49 de la orden se dice justamente lo contrario a lo anteriormente descrito: «El uso de mascarilla será obligatorio para todas las personas a partir de los seis años, independientemente de la observancia de la distancia de seguridad interpersonal». Todo ello está provocando un caos entre familias y centros escolares.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-coronavirus-madrid-mascarilla-primaria-deja-obligatoria-normativa-madrid-confunde-padres-y-colegios-202009231018_noticia.html

Comparte este contenido:

Vuelta al cole 2020: las familias exigen un regreso seguro a las aulas en septiembre

Por: ABC

CEAPA reclama «una vuelta 100% presencial y segura, así como instrucciones claras que contemplen los distintos escenarios posibles».

Asociaciones de padres y madres de alumnos han solicitado este martes la convocatoria del Consejo Estatal de Familias con el objetivo de trabajar en una vuelta «segura» a las aulas en el mes de septiembre.

Según ha indicado este martes la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), el colectivo de AMPA ha remitido un escrito al Ministerio de Sanidad, del que depende este órgano asesor y consultivo, para solicitar su reactivación.

«Lleva años sin reunirse y podría ser una herramienta de gran utilidad de cara a organizar una vuelta al cole con las máximas garantías posibles ante la incertidumbre que impera entre las familias y la comunidad educativa en general», ha argumentado la organización.

A juicio de Ceapa, la actual crisis sanitaria consecuencia de la pandemia del Covid-19 «avala la necesidad de volver a contar con este consejo», creado en mayo de 2007 e integrado por representantes de la Administración General del Estado y del movimiento asociativo estatal.

En este sentido, ha recordado que entre sus cometidos se hallan la «formulación de propuestas y recomendaciones sobre líneas estratégicas y prioridades de actuación» o el «seguimiento de las políticas públicas en el ámbito de la Administración General del Estado» que afecten a las familias.

La Confederación ha vuelto a exigir «una vuelta 100% presencial y segura a las aulas en septiembre, así como instrucciones claras que contemplen los distintos escenarios posibles».

Entre sus reivindicaciones se encuentra una mayor inversión para la escuela pública, bajada de ratios para posibilitar la distancia social y una enseñanza más personalizada, enfermería escolar, garantizar servicios esenciales como el comedor escolar, planes de conciliación laboral y familiar, flexibilización y adaptación del currículo, o caminos escolares seguros para evitar grandes aglomeraciones en las entradas y salidas de los centros.

«Es necesario asegurar las medidas higiénico sanitarias en septiembre, así como el derecho a la educación de todo el alumnado con clases presenciales que garanticen la igualdad de oportunidades frente a la brecha digital y social», ha manifestado la presidenta de Ceapa, Leticia Cardenal.

Por su parte, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) considera que la Conferencia de Presidentes para ultimar la ‘ vuelta al cole‘ que se celebrará a finales de agosto llega «tarde» y ha reclamado medidas sanitarias y de conciliación para que el regreso a la escuela se realice con todas las garantías de seguridad.

Así lo explica a Europa Press el presidente de la organización, Pedro Caballero, quien se muestra crítico por que «ya se dijo por activa y por pasiva», tanto al Ministerio de Educación como a las comunidades autónomas, que «se tenía que haber empezado a trabajar en el inicio del curso a mediados de junio», cuando había finalizado el anterior. «Visto ya lo que había pasado, teníamos que empezar a trabajar», ha subrayado.

De esta forma, Caballero rechaza la conferencia tenga lugar a, escasamente, una semana« de que se inicie el curso escolar, »con la incertidumbre que tienen ahora mismo las familias de si comprar libros o no, mandar a los niños al colegio, si se cumplen las normas de seguridad o no, si los centros están adaptados«.

«Todo eso es un batiburrillo que hay ahí que lo que crea es una verdadera incertidumbre en las familias y un malestar», ha afirmado Caballero, que sostiene que «se está legislando para y por» los niños y «totalmente al margen» de la comunidad educativa, incluidos, padres y profesores.

Por todo ello, las familias reclaman que se garanticen la seguridad y las medidas sanitarias «necesarias y obligatorias» para que los niños –cerca de 8,2 millones de alumnos– puedan incorporarse a las aulas, «un peligro inmenso con la cantidad de rebrotes y la evolución de la pandemia».

Además, el presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos solicita que se instrumenten «los mecanismos necesarios» y se inicie un diálogo con los empresarios a fin de garantizar la conciliación laboral y familiar.

Los 14 puntos del Gobierno y CC.AA.

El Gobierno publicó el pasado 24 de junio en el BOE una orden que contiene los 14 puntos que el Ministerio de Educación y Formación Profesional acordó con 15 comunidades autónomas el pasado 11 de junio en la Conferencia Sectorial de Educación para preparar la ‘vuelta al cole’ de septiembre con garantías sanitarias frente a la pandemia del coronavirus.

El acuerdo, que suscribieron todos los gobiernos autonómicos salvo País Vasco y Madrid, establece un regreso a las aulas presencial como «principio general durante el curso 2020-2021», que comenzará en septiembre y tendrá un mínimo de 175 jornadas lectivas.

«La experiencia de este curso ha confirmado la importancia de la presencialidad para el desarrollo habitual de las tareas educativas y formativas, por lo que las administraciones educativas realizarán todos los esfuerzos necesarios para asegurar la modalidad presencial en todas las enseñanzas, niveles y etapas educativas», indica la orden en alusión a la suspensión de las clases presenciales en marzo por el confinamiento, que provocó adaptar la enseñanza a una modalidad telemática y a distancia en toda España.

El Gobierno y las comunidades pactaron recuperar los aprendizajes que el alumnado se perdió durante el confinamiento, para lo que se harán adaptaciones de las programaciones didácticas del próximo curso, y se establecerán «planes de seguimiento y apoyo para el alumnado que experimente mayores dificultades en las circunstancias actuales».

Las comunidades autónomas se comprometieron a seguir «las indicaciones establecidas por las autoridades sanitarias estatales y autonómicas».

Además, los Ministerios de Educación y Sanidad remitieron una serie de recomendaciones para el próximo curso, como grupos de hasta 20 alumnos en las etapas de Infantil y Secundaria sin que tengan que mantener la distancia de seguridad de metro y medio, aunque se deja en mano de los gobiernos autonómicos poder ampliar ese número de escolares hasta 25, el máximo legal.

Con este acuerdo, las comunidades autónomas asumen la elaboración de protocolos para garantizar la higiene, la limpieza y el control sanitario en los centros.

Planes que prepararán junto a los servicios de prevención de riesgos laborales, y que incluirán medidas específicas para la atención de las personas incluidas en el grupo de riesgo.

Las comunidades también se encargarán de elaborar los planes de contingencia de los centros ante las «eventualidades» que pueda provocar la evolución de la pandemia en el desarrollo del curso escolar, y tendrán que tomar «las medidas necesarias» para que los centros mantengan sus servicios de transporte y comedor escolar «en condiciones de seguridad».

Del mismo modo, recae en las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias educativas, el objetivo de «reducir la brecha digital» y «limitar» sus consecuencias entre el alumnado, aunque el Ministerio colaborará en mejorar la «oferta de recursos para el refuerzo de la competencia digital» de profesores, familias y alumnos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-vuelta-cole-2020-familias-exigen-regreso-seguro-aulas-septiembre-202008181342_noticia.html

Comparte este contenido:

Un enfermero escolar alerta: «Con la apertura de colegios y la llegada de la gripe nos viene un tsunami»

Por: Carlota Fominaya

Estos profesinales están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19.

Niños con diabetes, alergias alimentarias graves que cursan con shock anafiláctico, casos graves de epilepsia, golpes, caídas, casos no diagnosticados de enfermedad cardiaca no diagnosticada… y ahora, por desgracia, coronavirus. A juicio de Borja Mediero, enfermero escolar en un instituto madrileño de Secundaria, la necesidad de estos profesionales en los colegios en tiempos de coronavirus queda fuera de toda duda, porque «están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19. Nuestra figura es clave -insiste-. En los colegios es necesaria la visión de un sanitario a la hora de organizar un protocolo de actuación frente al Covid, tanto en prevención, como en detección de casos en el aula».

Mediero teme la llegada la apertura de los colegios y la llegada del frío, donde augura que se van al mezclar los síntomas de la gripe con los del coronavirus, y va a ser muy difícil de diferenciar entre ambas enfermedades hasta que no haya un diagnóstico hecho con PCR: «nos viene un tsunami», augura. «Ahora mismo, por ejemplo, estamos viendo que no todos los adolescentes están concienciados con todo esto, y qué mejor que darles formación sanitaria, tanto sobre el Covid y sus consecuencias, como otras muchas cosas que les rodean, como el alcohol y el tabaco».

De hecho, «la ley de regulación de profesiones sanitarias establece que las enfermeras son las responsables de ejercer esta promoción de la salud en la ciudadanía», explica Mediero. «Esta labor de prevención y promoción de la salud es la que ocupa gran parte de nuestra jornada laboral: organización de charlas, clases para evitar el tabaquismo, talleres sobre alimentación y nutrición, consumo de alcohol, drogas, estilos de vida saludables, RCP para el manejo de situaciones de emergencia…». Es más, a este profesional no se le olvidará en la vida el día en que tuvo que atender a un menor que presentaba una parada cardiorrespiratoria por atragantamiento. «Volvió a la vida tras hacerle una resucitación cardiopulmonar», rememora.

Porque el abanico de problemas sanitarios que se puede dar en un colegio es infinito. «Podemos realizar una atención práctica, de urgencia como una PCR… pero prevenir hábitos malos es básico para la sociedad., pero también realizamos una labor importantísima de educación sanitaria y de prevención… Es decir, además de hablar de lavado de manos y correcta utilización de mascarillas, tenemos mucho que alertar sobre el consumo de sustancias perjudiciales, por ejemplo».

La presencia en la enseñanza pública

Sin embargo, denuncia, « la tónica general es que no haya enfermeras en los colegios públicos. La ley solo establece que haya un sanitario, enfermera o enfermero escolar en caso de que haya algún niño que cumpla ciertos requisitos médicos. En Primaria se suele establecer cuando hay menores diabéticos, que necesitan un control del azúcar antes y después de las comidas, del recreo, cuando toca el comedor…». En Secundaria, prosigue, «nuestra presencia está más orientada a niños con problemas motóricos, de desplazamiento, que necesitan alguna adaptación porque van en silla de ruedas… Es decir, por problemas funcionales».

La presencia en la enseñanza privada

En los colegios privados, explica este enfermero, «esto lo gestionan las ampas (Las asociaciones de padres y madres de los centros escolares). Ellos son quienes contratan una enfermera escolar para que haya un control de parte de un sanitario. El centro contrata este tipo de profesionales cuando hay una petición generalizada por parte de los padres para atender a niños con epilepsia, diabetes, alergias alimentarias graves, alguna ambiental, etc.».

Pese a todo, el debate, reconoce Mediero, está ahí. «Muchas veces se discute sobre si los centros educativos necesitan una enfermera escolar o si los profesionales de enfermería de atención primaria pueden ejercer la labor que hacen los enfermeros escolares. yendo ellos a realizar esa atención in situ al colegio, o realizando los talleres de forma puntual. Como defensa de la profesión de enfermería escolar creo que un profesional de Atención Primaria puede atender a un niño con una enfermedad crónica o ir a dar un taller, pero no puede hacer un análisis de esa población. Eso solo lo puede establecer un enfermero que va a convivir con ese grupo escolar. La evidencia así lo dice: a la hora de prevención y promoción de la salud hay que establecer las necesidades de esa comunidad en la que se va a actuar».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-enfermero-escolar-alerta-apertura-colegios-y-llegada-gripe-viene-tsunami-202008190119_noticia.html

Comparte este contenido:

Vuelta al cole postcovid: ¿Comedor en el aula, niños sin mascarilla, lecciones de pandemia?

Por: ABC

Para la directora técnica de Clínicas Origen es fundamental no hacer sentir a los niños responsables de lo que pueda sucederle a los mayores

Vamos integrándonos en la nueva normalidad con temor, esperanza, con alivio y también con mucha incertidumbre. Una vez, si todo va bien, que todas las comunidades autónomas completen su paso por las distintas fases de desconfinamiento, entraremos de lleno en una nueva rutina, a la que tendremos que adaptarnos, mascarilla incluida.

Uno de los aspectos que más preocupa, por la salud de los más pequeños y por sus repercusiones epidemiológicas, es el regreso a las aulas. El ministerio de educación ha comenzado, a tres meses vista, a preparar el retorno de los más pequeños y se han anunciado ya una serie de medidas que, como suele ocurrir, ya cuentan con partidarios y detractores.

A la espera de un protocolo final, hemos consultado con la psicóloga Pilar Conde no sólo sobre los detalles que podrían marcar la vuelta al cole postcovid, sino también sobre la influencia que la propia pandemia va a tener en el nuevo curso.

Para la directora técnica de Clínicas Origenlo importante es la sensación de calma, tranquilidad y seguridad que se logre transmitir a los niños ya desde el primer día que se reabran las aulas para todos. La prioridad debe ser evitar que desarrollen miedos que les pueda limitar en su desarrollo y que puedan manifestarse con ansiedad, síntomas físicos o indicios como que no quieran jugar en la calle o que eviten determinados lugares reiteradamente. Es importante, añade, que no les hagamos responsables de lo que puede sucederle a los mayores.

Para ello, es esencial, que las pautas estén claras, que la información sea precisa, ya que los cambios frecuentes, pueden generar incertidumbre e inseguridad en el alumnado. Para ello, los profesores y los colegios necesitan que las medidas sean directas y concretas por parte del gobierno y de que se expliquen muy bien en los centros. Si los niños notan nerviosismo o inseguridad en profesores o cuidadores, será factible que lo sientan como algo propio.

La terapeuta reconoce que, dada la situación excepcional de encierro prolongado por la que han pasado, pueden darse casos de niños que no sólo tengan miedo a volver, también pueden darse miedo al contacto con compañeros, miedo al contagio, y una vez en clase sean presa del nerviosismo al verse rodeados de nuevas normas.

Para evitar el primer supuesto, Pilar Conde recomienda que se empleen al máximo las vacaciones para que el menor comparta tiempo y juegos con otros niños en entornos abiertos, utilizando las medidas de seguridad, pero funcionando de la manera habitual. El objetivo es que ellos mismos vean que explorar el entorno y jugar acompañados por antiguos y nuevos amigos no les supone ningún daño; que comprueben que no les va a pasar nada.

Si los problemas apareciesen en septiembre cuando el alumno, al volver a clase, se encuentre con que tiene el movimiento restringido, que está rodeado por mamparas o que no puede relacionarse con otros grupos de niños del colegio, habría que analizar, aclara la experta, otros factores. Entre ellos, muy importante, si le han explicado bien los motivos por los que se han tomado estas medidas, si los comprende y, por supuesto, hablar con él sobre la manera en que ha vivido el todos los efectos de la pandemia. En el caso de los más pequeños, el juego y las actividades que conduzcan a aprendizajes significativos serán la manera idónea de aprender a normalizar los cambios.

Sobre las clases de pandemia, que, en principio, podrían darse cada mañana, Conde considera que el juego y las actividades que produzcan aprendizajes significativos serían la mejor manera de introducir este tipo de contenidos, puesto que la información per sé no genera un cambio de hábitos.

Otra medida que no gusta a todos es la de estudiar en el exterior, en patios, jardines o parques. Más allá de las inclemencias del clima, la psicóloga explica que estos entornos son adecuados para el aprendizaje y, por lo tanto, para ellos mismos.

No tanto lo sería, si se puede elegir, la posibilidad de comer también dentro del propio aula, ya que es positivo cambiar de ambiente para diferenciar el tiempo de estudio del de descanso. Si no es posible, entonces, habría que marcar muy bien la diferencia de rutinas, por su sabida importancia para la concentración, la atención, el aprendizaje y bienestar general de los estudiantes.

Y llegamos al final, a la mascarilla, uno de los asuntos más polémicos, aunque siempre hay que tener en cuenta que en el caso de los alumnos de preescolar resulta muy difícil evitar que se la quiten. Aunque nos de miedo a los padres, la psicóloga explica los beneficios de estudiar sin mascarilla. De un lado, la conducta no verbal en niños pequeños es clave para que nos entiendan y para entender al otro, por lo que las mascarillas también puede ser una dificultad para una buena comunicación entre y con los niños pequeños.

Otro beneficio, es que, al verse sin mascarilla, identificarán el aula con un entorno seguro podrán así jugar y aprender con mayor tranquilidad.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-vuelta-cole-postcovid-comedor-aula-ninos-sin-mascarilla-lecciones-pandemia-202006220205_noticia.html

Comparte este contenido:

Los pediatras apuestan por un sistema de «burbujas socializantes» en la vuelta de los menores de 6 años a las aulas

Por: ABC

Se propone también un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha actualizado sus recomendaciones para la reapertura de centros educativos de edad infantil (menos de 6 años) en la que se incluyen medidas específicas a considerar en relación con la vuelta a las aulas de los más pequeños. Esta actualización, que se redacta acorde a las nuevas evidencias científicas, así como a la evolución en nuestro medio de la pandemia y a la situación epidemiológica en el momento actual de la epidemia COVID-19 en nuestro país, pone el acento en la importancia de la socialización en la enseñanza en los más pequeños y en que también ellos puedan volver a su «nueva normalidad», lo que incluye la vuelta a las escuelas infantiles. Este documento complementa a la propuesta anteriormente elaborada por la AEP en el mes de mayo 2020, que incluía pautas para la vuelta al colegio en todos los niveles educativos.

La nueva sociedad en la que vivimos, con la incorporación muy temprana de las mujeres tras la maternidad al trabajo y los amplios horarios laborales, ha propiciado la necesidad de muchas familias de incorporar a los niños muy tempranamente a la Escuela Infantil. Por ello debe considerarse, como un entorno educativo prioritario que debe prevalecer al aspecto puramente de guardería o cuidado como se entendía clásicamente. Pero, además, la Escuela infantil, nos ofrece la oportunidad de detectar y compensar posibles carencias de las familias en relación con la estimulación de los aspectos del desarrollo del niño, así como otro tipo de necesidades de carácter nutricional, afectivas o sociales. «La edad comprendida entre los 0 y 6 años es extremadamente vulnerable y sensible a los cambios, además de ser una etapa fundamental para el desarrollo emocional, educativo y la implantación de hábitos de vida saludables. Muchas familias, por diversas circunstancias familiares, económicas, sociales o formativas, no pueden ofrecer a los pequeños los estímulos adecuados para este desarrollo», asegura la doctora María José Mellado, presidente de la AEP.

« La evidencia científica, más reciente, nos ha demostrado que los pequeños no son los “grandes contagiadores” como se pensaba al inicio de la pandemia y, como ya sabíamos, la COVID-19 representa en los niños alrededor de 1% de los casos globales y cursa en la inmensa mayoría de los casos de manera leve en la edad pediátrica. Otro aspecto determinante para esta nueva directriz, es el momento epidemiológico, en el que se propone la reapertura que es claramente favorable en cuanto a número de casos de nuevos diagnósticos», explica la doctora Mellado.

Desde la AEP se considera que las propuestas generales emitidas anteriormente se mantienen válidas, en los menores de 10 años. En este sentido, la AEP propone, que, si se mantiene en el aula la distancia entre alumnos al menos de entre 1,5 metros como recomienda la OMS, puede contemplarse la retirada durante la clase de las mascarillas, que en muchos casos serían desplazadas del lugar óptimo y manoseadas; perdiendo así su efecto preventivo y flexibilizar los horarios de entrada y de salida de forma que se permita una mejor distancia física entre alumnos y se eviten aglomeraciones en la puerta de la escuela.

Para las entradas y salidas, estancia en las aulas, y, sobre todo; para las pausas de recreo y de comidas, nos planteamos crear grupos fijos de compañeros de un número reducido de niños, una especie de «burbujas socializantes» con un mismo profesor que facilite el contacto mínimo con otros grupos. Estos grupos facilitarían también el aislamiento posterior y trazabilidad de la infección en caso de aparición de algún caso. La burbuja debe ser lo suficientemente pequeña para que puedan observarse una normas claras de comportamiento. Esta medida posiblemente sea más efectiva cuanto más se complemente con medidas de higiene. Es recomendable también la actualización del calendario vacunal antes de la reincorporación a las aulas.

No llevar al niño a la escuela con fiebre

Se propone un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad o que ha estado en contacto con algún familiar enfermo o personas posiblemente infectadas, en cuyo caso debe ser atendido por el pediatra para que valore el aislamiento. Es importante tener en cuenta que este grupo de edad es el que presenta una mayor frecuencia de procesos febriles, y una menor capacidad de comunicar sintomatología, por lo que el profesor debe estar atento a inicio de fiebre en la escuela y a cuadros compatibles con la enfermedad.

Para el personal que trabaja en la escuela debe seguirse el mismo protocolo de vigilancia de temperatura, síntomas y aislamiento si ha contactado con personas sospechosas de enfermedad, además de asegurar el uso de mascarillas y todas las medidas de prevención rigurosas entre el personal educativo. Debería habilitarse una zona de «aislamiento» por si la aparición de la fiebre ocurre una vez los niños o los profesores ya están en la escuela.

Otro aspecto clave es maximizar el tiempo en el exterior, al aire libre, dado que la transmisión del virus es claramente más frecuente en ambientes interiores o cerrados, y relativamente infrecuente en el exterior. Se recomienda, por tanto, que aquellos centros que dispongan de espacios al aire libre trasladen una parte o la totalidad de actividades docentes al exterior. En cuanto a la comida, lo ideal sería que cada grupo pudiera comer en la propia aula, minimizando así el contacto con otros niños y el de compartir superficies o material de comedor. Los comedores, si se utilizan, deberán ser muy rigurosos en cuanto a la higiene, uso individual de utensilios y mantener la distancia de seguridad (puesto que no se puede usar mascarilla comiendo). La alimentación debe ser sana, adecuada a la edad y con nutrientes de alto valor biológico. En los centros en los que sea jornada continua se podría recomendar que, en la medida de lo posible, coman en sus domicilios, al igual que en guarderías.

Se deberán articular protocolos para trabajar conjuntamente con los equipos de Pediatría de Atención Primaria y con los Servicios Sociales Comunitarios de referencia, para atender de forma integral y prioritaria a los niños con necesidades especiales y apoyar a sus familias. También habría que tener implantados canales de evaluación del funcionamiento adecuado del centro, la implantación en el inicio de tareas en casa mediante la tecnología digital (dibujos, letras etc.); así como valorar ayudas a las familias más vulnerables (maternidad reciente, monoparentales, extensos horarios laborales, cambios de horario en jornada de trabajo etc.) que precisen ayuda concreta en este periodo de reincorporación de los más pequeños a las escuelas infantiles.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-pediatras-apuestan-sistema-burbujas-socializantes-vuelta-menores-6-anos-aulas-202006161318_noticia.html

Comparte este contenido:
Page 1 of 4
1 2 3 4