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Un estudio realizado en 78 escuelas inglesas determinó que enseñar a los chicos a discutir tiene claras repercusiones en el aprendizaje escolar. Se observó un aumento de sus capacidades cognitivas en materias como inglés, matemáticas y ciencias.
Es muy común escuchar en discusiones entre padres e hijos la frase «no me discutas que soy tu padre». Esta frase debería ser desterrada ya que estudios científicos confirmaron que la discusión es uno de los ejes fundamentales para el desarrollo cognitivo de los más pequeños de la familia.
La investigación fue impulsada por la Universidad Sheffield Hallam y se realizó en 78 escuelas británicas. En el caso de 2.493 alumnos de entre 9 y 10 años, que recibieron una intervención escolar focalizada en aprender a razonar, discutir y argumentar, se observó un importante progreso en materias como matemática, inglés y ciencias. En solo dos meses, los avances de este primer grupo fueron mayores en comparación con los alumnos que no recibieron esta técnica de aprendizaje escolar.
«Los resultados arrojados por este estudio sugieren que este tipo de enfoque puede mejorar el pensamiento global de los niños y las habilidades de aprendizaje en lugar de fomentar su conocimiento cognitivo en un tema en particular», aseguró en su estudio Kevan Collins, director ejecutivo de la Fundación de Dotación Educativa (EEF).
Los maestros fueron capacitados para poder aplicar esta técnica que tiene como objetivo maximizar el poder de diálogo en el aula para aumentar el compromiso de los alumnos, el aprendizaje y logros personales. El programa utiliza material en video y papel, así como una tutoría en la escuela para apoyar la planificación, la enseñanza y la evaluación de los profesores en diferentes materias escolares.
«Hacer que los niños piensen y hablen sobre su propio aprendizaje de manera más explícita puede ser una de las herramientas más efectivas para mejorar los resultados académicos. Pero puede ser difícil poner esto en práctica en el aula. Aunque no hay estrategia o truco simple, el informe de evaluación de hoy sobre la enseñanza dialógica da a los directores de escuelas primarias y a los profesores pruebas prácticas sobre un enfoque que parece ser eficaz en diferentes materias», detalló Collins.
El programa desarrolla lo que se conoce como «rutinas de pensamientos» que ayudan a los alumnos a analizar y razonar sobre la temática a trabajar. Se trata de impulsar una pregunta inspiradora que invite a la discusión grupal; estas simples técnicas, si se practican de manera frecuente en el aula, se naturalizan y los sujetos podrán aplicarlas a la totalidad de sus mundos cognitivos.
Pero este modelo educacional ya fue expuesto hace años por uno de los más significativos pedagogos, Paulo Freire, quien aseguraba que el conocimiento no se transmite, sino que se «construye», y que el acto educativo no consiste en una transmisión de conocimientos, sino que es el goce de la construcción de un mundo común entre alumno y docente.
Su teoría ya se ha impulsado en varios países del mundo y evidencia su rotundo éxito en materia de conocimiento y desarrollo intelectual. La coparticipación de los más chicos tanto en las aulas como en el hogar es la puerta para que puedan comprender la fuerza transformadora de su interior.
Como lo señaló Freire: «La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados ‘ignorantes’ son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una ‘cultura del silencio’«.
Fuente: http://www.infobae.com/tendencias/2017/07/14/por-que-ensenar-a-discutir-ayuda-a-los-ninos-a-mejorar-en-la-escuela/