Suspensos en finanzas.

Por: Saturnino Acosta.

Corría 2012 cuando docentes, destacados miembros de la industria financiera, asociaciones de consumidores y supervisores financieros pidieron al Gobierno que, entre otras medidas, introdujera la Educación Financiera como asignatura en la (ESO).

No fue casualidad. En plena crisis económica, muchos ciudadanos y entidades financieras, padecieron los primeros su incultura financiera y se asombraron los segundos de la inconsciencia y desconocimiento de los primeros, aunque también alguno se avergonzó, o debería por aprovecharse de ello. Tal fue la sorpresa ante la falta de conocimientos financieros, que José María Lamamie, entonces director del Departamento de Instituciones Financieras del Banco de España, aseguró que: «El objetivo más importante y más difícil de lograr para la difusión de la educación financiera es conseguir que esta materia entre en el currículo escolar».

Pues bien, después del varapalo que supuso comprobar en las cuentas corrientes lo que significa competencia financiera en tiempo de crisis, en 2014, haciendo caso a las recomendaciones de 2012 se introdujo cultura financiera dentro del currículo, tanto en Primaria –Ciencias Sociales–, como en Secundaria –Economía–.

Aún así, los datos de PISA 2015 en competencia financiera han sido peores que los de 2012, con o sin currículo, aunque algunos lo achaquen a la metodología utilizada.

Según se desprende del estudio de 2015, el 50,5% de los que realizaron la prueba, con quince años, suspenden, y lo que es peor, casi el 26% no supera el uno sobre cinco.

Eso significa no entender un recibo, factura o planificar una compra a plazos. Además de otros datos de interés, llama la atención la brecha entre niveles socioculturales y económicos de las familias, con una diferencia de 78 puntos.

Los expertos advierten que es fundamental formar desde las escuelas a ciudadanos que en un futuro estarán obligados a mantener una obligada relación con entidades bancarias, servicios financieros y empresas, o simplemente como consumidores ante timos, estafas, productos tóxicos o basura, incluso la conciencia de las pensiones y su funcionamiento.

La escuela hoy, la educación hoy si lo prefieren, debe ser una escuela de vida para la vida, de herramientas para construir y crecer personal y socialmente, pero también para no destruir ni ser destruido, social y personalmente.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/suspensos-finanzas_1018553.html

Imagen: http://blogs.hoy.es/escuela-de-padres/wp-content/uploads/sites/67/2016/03/notas.jpg

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