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Argentina: El Sector Educativo con más presupuesto pero no hubo mejora en la calidad

Un trabajo determina que existen en el país notorias falencias en la gestión de los recursos para el área educativa. Otras opiniones consideran que no hay política de financiamiento orientada al sector.

América del Sur/Argentina/losandes.com.ar

Los últimos años se incrementó el presupuesto destinado a Educación, sin embargo esto no se tradujo en mejoras en los aprendizajes ni trayectorias académicas. Es lo que concluye un estudio realizado a nivel nacional por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de Fundación Mediterránea.

Con una serie de gráficos apunta a demostrar cómo el país ha incrementado la proporción de PBI que destina para este fin, pese a lo cual los resultados en las evaluaciones de aprendizaje no son buenos.

No hace falta ir muy lejos para tener datos al respeto: el operativo Aprender que se realizó en octubre arrojó resultados preocupantes. En escuelas secundarias  de la provincia  7 de cada 10 alumnos obtuvo un nivel básico o por debajo de éste en Matemática.

En Lengua, 6 de cada 10 estudiantes de secundaria evaluados obtuvieron nivel satisfactorio o avanzado, es decir que los 4 restantes quedaron con nivel básico o inferior.

El estudio muestra la progresión del gasto público consolidado en educación, ciencia y técnica de los últimos años en el país. En 2004 era de 3,7% del PBI y en una curva en permanente ascenso llegó a un pico de 5,9% en 2009. Aunque luego mostró oscilaciones fue de 6,6% en 2015 y se mantuvo en 6,5% en 2016.

Expresa que en términos comparativos esta proporción asignada al área supera a lo asignado por otros países. El promedio argentino entre 2010 y 2016 fue de 5,7% del PBI mientras que el promedio en países latinoamericanos fue de 5,1%; en tanto el de los países de la OCDE fue de 5,5%.

 

 

Luego de considerar la evolución de las prueba Pisa de los últimos años señala que “entre 36 países, Argentina presenta la peor evolución en pruebas de Lectura: la mitad de los adolescentes no comprende lo que lee”. Agrega que este panorama “se profundiza en la escuela pública, de cada 10 alumnos que comienzan el nivel inicial sólo 4 logran culminar la secundaria al día”.

El documento hace referencia a falencias en la gestión de los recursos educativos y lo poco de ellos que se destina a insumos y gastos de capital. Menciona la preferencia por las escuelas privadas y expresa: “en los últimos 12 años, la matrícula escolar se incrementó en 871 mil alumnos. Entre éstos, sólo 19% eligió escuelas de gestión pública”. En 2015, 28,9% de los alumnos del país iba a escuelas privadas.

El informe destaca la relación entre nivel de instrucción, pobreza y acceso a trabajo formal y subraya la importancia de mejorar  la formación para aliviar las inequidades sociales. “La educación pública dejó de actuar como instrumento de igualación de oportunidades”, subraya.

Según datos de la Dirección General de Escuelas (DGE) la variación de la matrícula en cuanto al sector de preferencia ha disminuido en el sector privado en el nivel medio. Pasó de ser 20,2% del total de alumnos en 2003 a 17,25% en 2016. En el nivel primario tuvo un leve incremento y pasó de 13,3% en 2003 a 18,48% en 2016.

Emma Cunnietti, directora de Planeamiento y Evaluación de la Calidad  Educativa relativizó los datos de Ieral y dijo que quienes se han trasladado al sector privado son quienes ya estaban escolarizados. Pero hizo hincapié en que el gran paso que se ha dado los últimos años en términos educativos ha sido incorporar al sistema a personas que antes estaban excluidas y es esa población la que ha hecho presión y ha corrido al resto al sector privado.

Señaló que el aumento de presupuesto se destinó a lograr mayor cobertura, no sólo en cuanto a los años de escolaridad obligatorios sino también a la proporción de población que accede. El cambio “ha sido importante en término de garantizar el derecho a la educación pero ese impacto no tiene la misma efectividad en términos de calidad de aprendizaje de los estudiantes”.

Sebastián Henríquez, titular del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación estuvo de acuerdo en que la inversión apuntó a ampliar la cobertura, lo que implicó más edificios y más docentes. Dijo que la lectura que se hace del mal desempeño de los alumnos “deriva en la conclusión de que la culpa es del docente. Donde no fue la inversión del sistema es a profundizar la formación del docente”.

El especialista en Educación, Gustavo Iaies, asegura: “Argentina no tiene una política de financiamiento orientada a la mejora, ponemos plata en cosas que no van a dar resultados. Los desafíos educativos de Argentina son de carácter estructural y no es suficiente con destinar mayores recursos al sector”.

 

Estrategias para avanzar

El estudio de Ieral enumera estrategias que han demostrado eficacia a nivel internacional en cuanto a lograr mejoras en el rendimiento académico. Entre ellas señala, la jornada completa, el relevamiento de información y contar con buena infraestructura. En cuanto al docente, la importancia de la formación y la experiencia así como de los incentivos por productividad y la satisfacción por la  tarea.

Respecto de los alumnos menciona el impacto positivo de la adquisición de habilidades blandas, las pruebas de evaluación educativa, la autoestima y el apoyo de los padres. Gustavo Iaies, especialista en Educación consideró importante el reconocimiento del docente que obtiene buenos resultados y las evaluaciones. Resaltó la relevancia de garantizar cuestiones de seguridad y que haya clases todos los días.

Por otra parte dijo se le atribuye un peso importante al nivel socioeconómico del alumno. Hizo referencia a un estudio de la Ciudad de Buenos Aires que concluyó que 95 % de los resultados los explica el hogar de origen.

Fuente:  http://losandes.com.ar/article/mayor-presupuesto-pero-no-hubo-mejoras-en-aprendizaje

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Cuba y la UNESCO aplican diagnóstico educativo nacional

Más de 6 500 estudiantes de 368 escuelas primarias participaron en un diagnóstico educativo nacional, actividad liderada por el Ministerio de Educación de Cuba y la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe. La evaluación tuvo lugar entre el 11 y el 12 de mayo de 2017 y se realizó con la asistencia técnica del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE).

Caribe Insular/Cuba/UnescoSantiago

Este esfuerzo conjunto constituye un importante paso en el proceso de reincorporación de Cuba como miembro del LLECE y es un aporte a los preparativos del Laboratorio para el cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) que será aplicado en 19 países de la región durante 2018 y 2019.

Cuba es miembro fundador del LLECE y su participación en esta actividad representa su compromiso con los procesos de evaluación que se desarrollan a nivel regional para la mejora educativa, así como también con las metas planteadas en la nueva Agenda Educativa 2030.

El diagnóstico realizado tuvo representatividad nacional y consistió en la evaluación de los aprendizajes de estudiantes de 3° y 6° grados de primaria, utilizando instrumentos desarrollados por el LLECE en estudios previos. Los resultados obtenidos entregarán insumos que contribuirán al desarrollo de los procesos pedagógicos de Cuba, con foco en la mejora de los aprendizajes. Asimismo, su análisis servirá para ofrecer un marco comprensivo de los alcances del sistema educativo cubano.

El estudio incluyó la evaluación de los factores asociados a los logros de los aprendizajes, mediante cuestionarios dirigidos a directores, docentes, familias y estudiantes, con el objetivo de establecer aquellos elementos que se vinculan a dichos logros.

En relación al proceso de implementación de este diagnóstico nacional, la ministra de Educación de Cuba, Ena Elsa Velázquez Cobiella, destaca: “El estudio de diagnóstico asumido es expresión del interés y del compromiso del Ministerio de Educación y de los educadores cubanos por continuar elevando la calidad de la educación en el país a tono con el modelo de hombre que el contexto actual y futuro del país necesita. Sus aportes enriquecerán el caudal pedagógico de nuestros maestros y directivos, en aras de ofrecer un servicio educativo de mayor calidad, como merece la familia cubana. A este estudio diagnóstico seguirán dos procesos evaluativos más, consecutivamente en los años 2018 y 2019; de este modo, muestras de estudiantes de todos los grados de la escuela cubana actual serán evaluados, proporcionándonos una información científica de incalculable valor pedagógico”.

Atilio Pizarro, coordinador general del LLECE, señaló a su vez que “esta colaboración entre Cuba y la UNESCO representa una oportunidad, dado que el uso de la evaluación en favor del mejoramiento educativo permitirá la elaboración de recomendaciones de política educativa y aportes para el trabajo pedagógico y docente en el aula. Queremos dar evidencia, no para simplificar las cosas, sino para ayudar a los que enseñan y toman decisiones con insumos clave para enfrentar una realidad socioeducativa cada vez más compleja”.

El diagnóstico nacional realizado por Cuba ha contado con importantes colaboraciones de otros países miembros del LLECE, como México, país que colaboró mediante técnicos de alto nivel del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), quienes participaron como observadores internacionales de este proceso y que también brindaron apoyo técnico crucial para la implementación de este diagnóstico.

Bajo esa perspectiva, Katherine Müller-Marín, directora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO, con sede en La Habana, indicó que “el trabajo que desarrolla el LLECE tiene un valor esencial para la mejora continua de la educación y para consolidar una cultura de toma de decisiones fundamentada en la investigación y la evaluación. La Oficina Regional apoya esta iniciativa de asistencia técnica a los países, en colaboración con las distintas oficinas de la UNESCO en la región, en sus esfuerzos por priorizar una educación de calidad para todos”.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/santiago/press-room/single-new/news/cuba_y_la_unesco_aplican_diagnostico_educativo_nacional/

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La importancia de evaluar la práctica docente

Por: Elena Martín

La evaluación del trabajo docente debe cumplir algunos pasos, como no tener consecuencias laborales o servir para la búsqueda e implementación de mejoras en la práctica.

La evaluación de la calidad de la educación ha aumentado su presencia en los últimos años de manera muy notable. Han proliferado diversos sistemas de calidad así como las pruebas externas de rendimiento del alumnado. Siguen siendo, sin embargo, poco frecuentes las experiencias de evaluación de la práctica docente, lo que no deja de sorprender ya que constituyen la pieza esencial del proceso. Los factores de calidad del centro -liderazgo, participación, comunicación, planificación de los proyectos pedagógicos- son fundamentales en la medida en que favorecen las condiciones necesarias para que los procesos de aula se desarrollen de la mejor forma posible. Pero la influencia directa sobre los alumnos y alumnas se produce en la interacción que tiene lugar durante las actividades de enseñanza y aprendizaje. Si no llegamos a desentrañar la actividad diaria de la clase, difícilmente podremos entender las causas de los resultados de aprendizaje de los estudiantes.

Es fácil, no obstante, comprender por qué se produce esta contradicción. El aula se vive, al menos en nuestro sistema educativo, como un espacio privado. Los docentes no estamos acostumbrados a que otras personas estén presentes en nuestras clases. Por otra parte, nos cuesta entender que la evaluación de la práctica que realizamos no es un cuestionamiento de nuestro trabajo sino una herramienta para su mejora. La falta de cultura de este tipo de evaluación lleva a vivirla como una amenaza personal. Hay que tener en cuenta, por último, que valorar la actividad docente es más difícil que evaluar otros procesos. No es de extrañar, por tanto, que sea una práctica poco frecuente, que, sin embargo, cuando se lleva a cabo resulta de gran valor.

Poner en marcha un proceso de este tipo implica ante todo aclarar cuál es su función: decir para qué queremos evaluar la actividad docente y qué se va a hacer con la información obtenida. El uso fundamental es, sin duda, la mejora de esta práctica. No se trataría por tanto de una vía para extraer consecuencias laborales de la evaluación. Ese uso, si bien es por supuesto legítimo, no tiene sin embargo por qué mezclarse con la función formativa. Los docentes que se implican en un proceso de esta naturaleza deben tener claro que no tendrá repercusiones laborales si queremos que confíen y colaboren en su desarrollo.

Esta confianza implica asimismo utilizar un procedimiento que garantice que la información recogida permite valorar la complejidad de la actividad que realizan los docentes. Ello supone partir de un modelo explícito de buena práctica y hacer converger distintas fuentes de información y técnicas de evaluación tanto cuantitativas como cualitativas. Al definir las dimensiones que van a ser objeto de análisis, se dibuja un modelo de buena práctica docente que los profesores tienen que compartir como una meta deseable, independientemente de que su tarea diaria se corresponda en mayor o menor medida con él. Las prioridades que se establecen en el conjunto de las dimensiones guiarán después el plan de mejora.

La evaluación debe recoger la perspectiva del conjunto de los colectivos implicados en los procesos de enseñanza y aprendizaje: alumnado, familias, responsables académicos y el propio docente. Por supuesto, no todos ellos pueden valorar las mismas dimensiones, pero cada uno aporta una visión específica y complementaria que contribuye a enriquecer la comprensión de la práctica analizada. La valoración de familias y estudiantes suele hacerse a través de cuestionarios, pero resulta muy valioso completarla, si es posible, con algún grupo de discusión. El autoinforme que realiza el docente cuya actividad se evalúa le ayuda a tomar conciencia y a sistematizar su propia visión, que puede luego contrastarse con la que ofrecen el resto de los instrumentos. La observación del trabajo en el aula, realizada por expertos externos al centro o por otros compañeros cuando la cultura de la evaluación se ha asentado en la institución- es una pieza esencial del proceso de evaluación. La observación requiere de una guía elaborada a partir de las dimensiones del modelo de buena práctica y resulta mucho más útil cuando se completa con el análisis de los materiales y pruebas de evaluación que utiliza el docente. Asimismo, es necesario recoger el punto de vista de las figuras que coordinan los equipos de los que forma parte el profesor o profesora cuya práctica se está valorando: director y/o jefe de estudios, coordinador de ciclo o director de departamento didáctico. En este caso, la técnica más adecuada sería la entrevista individual o colectiva.

Se trata, sin duda, de un enorme esfuerzo que sólo tiene sentido si la información que se obtiene de esta multiplicidad de procedimientos se pone al servicio de la elaboración de un Plan de Mejora. El apoyo a esta fase de planificación es tan importante como el de la recogida de datos. Es ingenuo pensar que un centro que no tiene tradición evaluativa y que está sometido a la presión de falta de tiempo que caracteriza a todos los colegios e institutos vaya a poder llevar a adelante la elaboración de un Plan de Mejora que aproveche al máximo la evaluación sin un protocolo claro de actuación. Junto con un cronograma realista, la clave está en combinar la reflexión individual con la colectiva. Cada docente debe analizar sus resultados a la luz del conjunto de los de su ciclo, etapa y/o departamento. Los datos personales basta con que sean conocidos por el propio docente y la dirección del centro. El resto puede presentarse en un informe con resultados globales. Todo docente debe identificar dos o tres mejoras en su práctica y estas han de analizarse con los compañeros de curso o etapa, configurando así un Plan de Mejora conjunto.

El curso pasado, en los tres centros de FUHEM se llevó a cabo una evaluación que reúne las características descritas, inserta en un marco más amplio en el que se ya se contaba con información de los procesos de centro y del rendimiento académico del alumnado. La valoración de los docentes del proceso ha sido muy positiva. Consideran adecuados los procedimientos y creen que la información recogida ofrece una imagen ajustada y les resulta útil para mejorar su práctica. En este momento se encuentran inmersos en la elaboración del Plan de Mejora con un apoyo constante y sólido de las figuras de liderazgo del centro. Cuando a su vez se vayan evaluando periódicamente su puesta en marcha, tendremos el indicador más valioso del grado en el que la evaluación haya cumplido su función.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/29/la-importancia-de-evaluar-la-practica-docente/

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Argentina Macri viene por todo: “Los docentes no hacen ninguna autocrítica…”

Argentina/Marzo de 2017/Fuente: Alternativa Docente

En la cena con Mirtha, Macri agregó más ataques a los docentes. ¡Y viene por todo! Por eso crítica los paros, machaca con la privatización educativa, apunta a reducir las licencias, miente sobre un ausentismo del 25% (¡?) y quiere imponer la diferenciación salarial. Con la lucha debemos derrotar este ajuste PRO.

Según Macri, hace años que hay paros y no tuvieron ningún resultado… Dice que que así los maestros “han destruido la educación”; que “los docentes no hacen ninguna autocrítica…” y que hemos “privatizado la educación pública”. Cómo si los problemas educativos y la creciente privatización tuvieran que ver con los reclamos docentes y no fueran responsabilidad de las políticas anti-educativas del PRO, los Kirchner y los distintos gobiernos.


Con cinismo Macri dice que “los maestros deberían ganar muchísimo más” y habla de sentarse en una mesa… Pero, como le recuerda Mirtha, se niega a convocar la paritaria nacional para discutir el salario docente porque no quiere aportar los fondos, a través de aumentar y blanquear el Incentivo y el Fondo Compensador que destinan a un tercio de las provincias que no llegan al mínimo nacional docente de $ 9.672 de miseria.


Enumera medidas que habría que tomar, pero lleva más de un tercio del mandato sin aplicarlas. La “primera dama” dice que lo más triste son los chicos que se perjudican, pero Macri es el responsable de garantizar las clases, junto a los gobernadores, a partir de un salario digno y mayor presupuesto.


Como denunciamos ante el Aprender, Macri insiste con la diferenciación salarial cuando habla de “premiar al docente que evoluciona y se forma”. Y agregar que “acá la única manera de ganar más como docente es ser más viejo y no si vos te esforzás, si te preocupas por capacitarte mejor”. Así critica una supuesta “negación de compromiso con los chicos…”. Y deja en claro que vienen por el escalafón y la carrera docente establecida en el Estatuto.


Los paros del 20, 21 y 22 deben sumar esta lucha contra el ajuste global macrista. Con una masiva Marcha Federal Educativa a la Plaza de Mayo el miércoles 22, junto a los trabajadores, estudiantes y la comunidad. #YoBancoLaLuchaDocente

Alternativa Docente
SUTEBA Multicolor
Minoría Lila-Multicolor de CTERA
Sec. Gremial de Ademys
Federación Nacional Docente

https://www.facebook.com/AlternativaDocente.listaLila/videos/1248312255287110/

Fuente: https://www.facebook.com/AlternativaDocente.listaLila

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¿Por qué los alumnos pobres repiten más que los ricos con el mismo nivel de competencias?

Por: Pau Rodríguez

España es el país de la OCDE donde los alumnos tienen más condicionamiento social a la hora de repetir curso incluso cuando, según PISA, tienen un nivel de competencias similares

En España más de la mitad (el 53,5%) de los alumnos de familias con nivel económico bajo ha repetido curso, según los datos del último informe PISA. Se trata de un porcentaje que escandaliza, pero quizás no sorprende: los escolares de entornos desfavorecidos suelen sacar peores notas que sus compañeros más privilegiados. Ahora bien, hay otro dato que costará mucho más de creer: un alumno de clase baja tiene 5,6 probabilidades más que repetir curso que uno de clase alta cuando ambos tienen exactamente el mismo nivel de competencias -en este caso de ciencias – que evalúa PISA. Este grado de condicionamiento social a la hora de repetir no tiene parangón en los países desarrollados: España tiene el dudoso honor de encabezar el ranking de los 70 países analizados por la OCDE en esta probabilidad.

Probabilidad de repetición según la clase social / Fuente: PISA 2015
Probabilidad de repetición según la clase social / Fuente: PISA 2015

Un interrogante sobrevuela el sistema educativo español: ¿Por qué un niño de entorno desfavorecido tiene muchos más números de repetir que uno de entorno acomodado incluso cuando uno y otro han alcanzado las mismas competencias? Consultados por El Diario de la Educación, varios expertos señalan algunas hipótesis que explicarían esta desigualdad: las diferentes expectativas del profesorado ante el tipo de alumnado, la capacidad de las familias de clase media de sintonizar con las demandas de los centros educativos o el hecho de que la escuela, a diferencia de PISA, evalúa no sólo las competencias y lo que los alumnos aprenden, sino que tiene en cuenta otros factores.

Resumiendo, antes de entrar en detalle, se podría decir que el alumno de clase baja suele ir a una escuela donde algunas veces el profesor ya espera menos de sus alumnos; cuando le va mal, no tiene una familia con capacidad para convencer a su tutor de que el próximo curso se pondrá más las pilas; por supuesto, tampoco puede pagar unas clases de refuerzo y, por último, en la escuela no tienen sólo en cuenta lo que ha aprendido de mates o de lengua, sino también si lleva el trabajo al día o muestra motivación por los estudios. Y estas dos últimas variables quizás no siempre se cumplen.

“Como PISA valora estrictamente las competencias, es posible que haya jóvenes que obtengan un buen rendimiento, aunque después en el instituto no tienen buenas notas no por cuestión de nivel, sino por elementos vinculados a la actitud, los hábitos o la motivación”, sostiene Alba Castejón, investigadora en el Departamento de Pedagogía Sistemática y Social de la UAB. Esto tendría que ver también con el llamado efecto pigmalión, según el profesor de Sociología de la Educación de la UB Xavier Martínez Celorrio: “Las bajas expectativas del profesorado más conservador sobre el alumnado que presenta más problemas o que viene de entornos más desfavorecidos acaba condicionando los resultados a pesar de su potencial”, apunta.

Pero ¿es el sistema educativo español una anomalía en este sentido? Según Lucas Gortázar, investigador en la Universidad del País Vasco y articulista en Politikon –colectivo de académicos que ha puesto el foco sobre esta problemática-, las desigualdades en la repetición son una lacra que se sufre con mayor o menor intensidad en la mayoría de países del sur de Europa -y, por influencia, en Latinoamérica-. Son, explica, sistemas educativos creados a imagen y semejanza del modelo francés, históricamente estructurado a base de obstáculos o pruebas -el máximo exponente serían las reválides- que el alumno debe ir superando y, si no, se ve abocado a repetir. En Portugal o Uruguay, los escolares vulnerables tienen 3,8 más probabilidades de no pasar de curso que el resto, un dato similar a la que ha ostentado España en ediciones anteriores (3,7 a PISA 2012), y siempre lejos de los países punteros en este informe como Finlandia o los asiáticos, que no llegan al 1.

“Hay una cultura de la reválida que tiene mucho que ver con cómo un funcionario obtiene su plaza”, ejemplifica Gortázar, “con exámenes muy extensos que requieren una preparación enorme y muchos conocimientos”. Esto perjudicaría a los alumnos de entornos más empobrecidos, que pueden no tener la capacidad de inhibición o el apoyo familiar para hacer frente a estas exigencias. “Es la misma cultura que asume que un 4,8 no es lo mismo que un 5,1, y que no importa aprender sino superar la reválida“, concluye.

“Podría haber aprobado, pero le pongo un 4,9 para que dé más de sí”. “Debería repetir curso, así madurará”. Frases como esta, escuchadas en muchos claustros y recogidas con ironía por la campaña de Twitter #frasedeevaluación, dan la medida del arraigo de esta creencia en algunos centros educativos.

Pensar que el año siguiente el alumno se esforzará más, o que aprenderá mejor, es una idea que perdura a pesar de que organismos del peso de la UNESCO o la OCDE han constatado en varias ocasiones que esto no acaba pasando en la mayoría de casos. Eso sin contar que la repetición es una medida muy costosa -20.000 euros por estudiante y año, según cálculos de PISA en España- para las arcas públicas.

Escuelas desfavorecidas y la capacidad de algunas familias

Entre los factores identificados por los expertos consultados está también la capacidad de las familias de ayudar a sus hijos a esquivar la repetición cuando obtienen malas notas. “Las familias de clase media comparten los códigos de la escuela, lo que les permite incidir en las decisiones que se toman, como por ejemplo en la reunión con los tutores”, expone Castejón. O lo que es lo mismo, en palabras de Gortázar: “Los profesores saben que estos padres [de clase media] serán más exigentes a la hora de pedirles que justifiquen por qué su hijo debe repetir si tiene un 4, 8 “.

Y entonces, por supuesto, están las clases particulares. “Este refuerzo es apreciable, ¿y quién no tiene acceso? Los sectores más desfavorecidos”, sostiene Celorrio, “que no pueden pagar 10 euros la hora para una clase de mates”. “Se trata de un mundo paralelo al sistema escolar que interviene en negativo sobre los alumnos de entornos más difíciles”, sentencia.

Estas horas de repaso, recuerda este sociólogo, no son sino una forma de “personalización del aprendizaje“, y esto conduce a otro de los elementos que destacan los analistas consultados: la repetición perjudica a los más pobres porque muchos centros no son capaces de motivarlos y atender en el aula sus necesidades, que seguro que son más complejas que las del resto. “Si la respuesta que das a las desigualdades es uniforme, estás discriminando”, expone Celorrio.

En este sentido, hay consenso en que donde más difícil es proveer de este aprendizaje personalizado es en los centros -sobre todo públicos- de los barrios más depauperados, donde muchos profesores se ven sobrepasados por la dura realidad de las diferentes dificultades que presenta su alumnado. En estos centros suele haber más movilidad y traslados de profesorado, lo que no ayuda a una evaluación más adaptada a cada alumno. También “la realidad de estos profesionales es muy compleja, sin instrumentos ni apoyos necesarios para hacer bien y con confianza su trabajo”, explica Gortázar, lo que puede provocar que se haga repetir el alumnado de una forma menos meditada.

Es por todo ello que el agravio va mucho más allá de la repetición, que es sólo la consecuencia de un sistema que en su forma de evaluar y de hacer progresar a los estudiantes a lo largo de los cursos reproduce las desigualdades de origen de los alumnos. Preguntados por El Diario de la Educación sobre si se debería eliminar con la repetición de curso, los analistas responden que es necesario, pero no suficiente. “Eliminar la repetición no garantiza la mejora de las dificultades académicas de algunos alumnos”, opina Castejón, convencida de que la repetición no se daría si no hubiera “todo un proceso de acumulación de dificultades académicas de algunos alumnos”. Las actuaciones, según esta investigadora, deberían ser de carácter preventivo, como reducir ratios, dotar de más personal de apoyo educativo o, en general, “dotar a los centros de recursos necesarios para atender a la diversidad”.

Gortázar va un poco más allá, y pone el foco de mejora en la transformación de un sistema que ha sido construido en unos cimientos que favorecen más la reproducción de conocimiento y la superación de exámenes que no evaluar los aprendizajes y las competencias. “No olvidemos que esto es un problema para todos; esta rigidez penaliza más a los hijos de entornos desfavorecidos que los de los acomodados, pero acaba frenando el potencial de todos”, concluye.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/12/22/por-que-los-alumnos-pobres-repiten-mas-que-los-ricos-con-el-mismo-nivel-de-competencias/

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Ghana: 2016 Rendimiento WASSCE una tendencia a mejorar

África/Ghana/27 de Agosto de 2016/Fuente: Ministerio de Educación

Los resultados de 2016 de la Declaración de la Escuela Superior de África Occidental (WASSCE) están fuera y generan discusión.

Este relato pretende poner el rendimiento de 2016 WASSCE en perspectiva y se hará una breve evaluación de los resultados en los últimos diez años.

El rendimiento global de candidatos (2006-2016)

Para calificar para perseguir un programa de grado en una institución de educación superior pública acreditada, se espera que un candidato para anotar A1 a C6 en seis materias: Inglés Lengua, Matemáticas, Ciencias Integradas y / o Ciencias Sociales, que se conoce popularmente como sujetos centrales y otros tres materias optativas.

Un resumen de los resultados WASSCE (2006 a 2016) que indica el porcentaje de candidatos que anotó A1 a C6 en los citados seis sujetos se presenta en el gráfico de barras de abajo.

El análisis de la tendencia indica que desde la WASSCE comenzó en 2006, los años 2006 y 2007 registraron el peor desempeño de 12,5% y 10,6%, respectivamente. Desde entonces, ha habido una mejora significativa en la tendencia con 2.012 grabación el más alto rendimiento de 31,2%. El WASSCE más reciente en 2016 registró un 24,7%.

Análisis de Rendimiento por tema en los últimos diez años

El análisis de la actuación de sujetos en los últimos diez años indica que el rendimiento más bajo en Inglés Lenguaje de candidatos que obtengan A1 a C6 se registró en 2006 y 2007, con un 35,5% y 29,0%, respectivamente. Por el contrario, 2011-2013 registró el más alto rendimiento en el 75,9%, 66,9% y 65,7%, respectivamente, mientras que 2016 registró 53,2%.

En Ciencias Integradas, el más alto rendimiento del 55,3% de los candidatos que alcanzaron A1 a C6 se registró en 2012, seguido de un 48,5% en 2016. En 2008, el 26,8% de los candidatos logra A1 a C6.

En matemáticas básicas, el más alto rendimiento del 49,4% de la proporción de los candidatos que hayan obtenido los grados entre A1 a C6 fue grabado en 2012 seguido por el 43,8% en 2011. El 2016 el rendimiento de 38,2% fue mayor que el rendimiento en 2006, 2007 y 2008 al 32,2%, 25,8% y 26,3%, respectivamente.

Proporción de estudiantes que obtienen F9 en tres temas básicos

Las tasas de fracaso (F9) siguen representando una tendencia preocupante para las autoridades educativas como se indica en la siguiente tabla. Esta tendencia es una clara señal de que se requiere más trabajo para asegurar que la tasa de fracaso se reduce al mínimo en estas materias básicas.

2008 2016
Las matemáticas básicas 44.5% 38.1%
Ciencia integrada 30.3% 18.1%
Inglés 14.2% 19.8%

Las intervenciones hechas hasta el momento

En los últimos cuatro años, el gobierno ha intensificado las medidas para mejorar la gestión y administración de la prestación de servicios de educación, el acceso, la equidad y la calidad, especialmente para aumentar el rendimiento en el nivel secundario. Estas medidas incluyen:

  • La formación continua de los profesores de matemáticas y ciencias, especialmente en bajo rendimiento SHS
  • el liderazgo de acoplamiento en 500 instituciones SHS
  • el liderazgo de la formación 125 de bajo rendimiento SHS en las prácticas de gestión
  • Los recursos para laboratorios de ciencias en 300 SHS con equipos modernos
  • Adquisición y distribución de 2,549,647 diccionarios a escuelas secundarias primarias y secundarias de todo el país para ayudar a enfrentar el desafío con el idioma Inglés
  • Adquisición de libros de texto en curso en el núcleo Matemáticas, Ciencias Integradas, Estudios Sociales e Inglés para estudiantes de SHS
  • La contratación de 2.400 profesores de Matemáticas, Ciencias, Inglés y Geografía
  • La introducción de artículos Differentia perfil (IDP), un software para detectar el engaño en pruebas objetivas para combatir malas prácticas de examen
  • Proporcionando hardware TIC, software y contenido para 565 SHS en el marco del aprendizaje electrónico, Proyecto de Mejora eTransform y Secundaria (SEIP)
  • Adquisición y distribución de 300 autobuses y 200 pick-up a las instituciones educativas, especialmente en el nivel de segundo ciclo
  • Rehabilitación y ampliación de las instalaciones en las escuelas secundarias
  • Provisión de más de 5.000 becas en el marco de la SEIP
  • Introducción de forma progresiva libre de humo de tabaco ajeno como una forma de reducir las barreras de costo a la educación
  • La construcción del Día de la Comunidad SHS

Resultados

El rendimiento de 2016 WASSCE es una indicación de que las inversiones realizadas y las medidas puestas en marcha por el Gobierno en la educación secundaria está empezando a dar resultados. Esto se indica por la proporción de los candidatos han alcanzado A1 a C6 en las cuatro materias básicas capturados en la tabla siguiente:

Ciencia integrada Las matemáticas básicas Inglés Ciencias Sociales
2014

23.6%

32.4%

45.2%

57.4%

2015

23.2%

25.0%

50.3%

51.8%

2016

48.5%

32.8%

53.2%

54.9%

Estos resultados no obstante, mucho más todavía queda mucho por hacer por parte del gobierno, maestros, estudiantes, y todos los interesados en la educación que trabajan juntos.

Fuente: http://www.moe.gov.gh/site/news/211

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Designado el Dr. Luis Bonilla- Molina, Director Nacional por Venezuela ante el LLECE – OREALC- UNESCO

Venezuela/17 de julio de 2016/Fuente: Presa OVE

El pasado viernes 15 de julio de 2016, el Ministro del Poder Popular para Educación, Dr. Rodulfo Pérez, designó al Dr. Luis Bonilla- Molina, Director Nacional por Venezuela ante el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC) de la UNESCO.

El LLECE, según la UNESCO, es una red de directores nacionales de evaluación educativa de América Latina y el Caribe para producir información y conocimiento que retroalimente la política educativa, por medio de sus reportes de estudios que reflejan el estado de la calidad de la educación en la región.

Es de resaltar, que Venezuela entró como país miembro al LLECE, el días jueves, 30 de julio de 2015, cuando hubo la presentación de los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), que tuvo como foco, levantar la información que permita la identificación de los factores que se asocian con los aprendizajes y, a partir de ello, generar insumos para alimentar la toma de decisiones, el diseño y el mejoramiento de políticas y prácticas en educación.

Actualmente, el LLECE está integrado por diecinueve (19) países, como: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y además del estado mexicano de Nuevo León, que han participado en las tres evaluaciones PERCE (1997), SERCE (2006) y TERCE (2013), exceptuando a Bolivia, Cuba, El Salvador y Venezuela por su reciente incorporación.

Sabemos que con el Dr. Bonilla al frente de ésta gran labor, Venezuela participará con criticidad, soberanía, independencia y sin desdibujarse de su proyecto de nación “Plan de la Patria”, pero sí, aprovechando los resultados pertinentes para pontenciar el sistema educativo venezolano y fortalecer la integración regional.

Felicidades Dr. Luis Bonilla- Molina, confiamos en su sabiduría para llevar con éxito esta designación.

Para mayor información sobre el LLECE:

http://www.unesco.org/new/es/santiago/education/education-assessment-llece/

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