Etiopía: Las bombas siguen cayendo sobre Tigray

Por: Angelo Nero

A pesar de la declaración, solo hace un par de días, del ejecutivo etíope de “la decisión del Gobierno de no entrar en Tigray tras el TPLF, busca dar a la población tigrayana una oportunidad de considerar su pérdida de tiempo y distanciarse del grupo terrorista”, y de efectuar un llamamiento la población de la región rebelde y la comunidad internacional a que “deben jugar su parte para llevar a la región de vuelta a una vida pacífica para resolver sus problemas socioeconómicos”, el premio Nobel de la Paz, y primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ha vuelto a lanzar una nueva ofensiva aérea sobre objetivos civiles en la castigada Tigray, donde los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgan a lomos de la conquista, la guerra, el hambre y la muerte.

En la noche del viernes, 7 de enero, decenas de tigriños perdieron la vida, entre ellos mujeres y niños, hasta ahora el balance es de 56 personas, y otras decenas más resultaron gravemente heridas, en el bombardeo aéreo de un campamento de refugiados, desplazados internos de la invasión terrestre que comenzó hace un año por parte de los ejércitos etíope y eritreo, con apoyo de las milicias amharas. El objetivo del ataque fue la escuela de la localidad de Dedebit, que se había convertido en un centro de acogida para desplazados por la guerra, llegados principalmente desde la ciudad fronteriza de Humera.

Getachew K Reda, portavoz del Tigray People’s Liberation Front (TPLF), condenó el ataque desde su cuenta de twitter: “Otro ataque de avión no tripulado insensible por AbiyAhmed en un campamento en Dedebit ha cobrado la vida de 56 civiles inocentes hasta ahora. La parte más triste de la historia es que las víctimas son personas desplazadas de Western Tigray por la campaña genocida del régimen. ¡Doble peligro en su peor momento!.”

Este ataque se suma a otros que, al menos, han dejado 146 muertos y 213 heridos, según un informe elaborado por los organismos no gubernamentales, que ha hecho público la agencia Reuters, contabilizando los ataques aéreos desde el 18 de octubre.

Esta nueva ofensiva se produce solo un día después del anuncio del indulto y de la liberación del ex presidente de Tigray, Abay Weldu, uno de los fundadores del TPLF, y otros dirigentes tigriños como Sebhat Nega o Kidusan Nega, y de otros dos líderes políticos de la Oromía: Bekele Gerba, líder del Oromo Federalist Congress (OFC) y Jawar Mohammed, fundador de Oromiya Media Network, que permanecían encarcelados desde septiembre de 2020 acusados de delitos de terrorismo, así como Eskeinder Nega, también miembro del OFC, detenido en relación al asesinato de Hachalu Hundesa, un famoso cantante oromo, en junio de 2020, que derivó en una ola de violencia que causó más de 250 muertos.

Los indultos llegaron en la celebración etíope de la Navidad, según el gobierno de Abiy con la intención de “allanar el camino para una solución duradera de los problemas de Etiopía de una forma pacífica y no violenta”, afirmando que “creen que los amnistiados han aprendido del pasado y se espera que hagan una mejor contribución a su país y al pueblo de Etiopía.” Una declaración de intenciones que ahora, tras este nuevo ataque aéreo del ejército etíope sobre la población civil tigriña, queda en entredicho, así como la apertura de una comisión de diálogo nacional, aprobada por el parlamento de Etiopía hace una semana.

Sobre este último punto también se ha pronunciado el portavoz internacional del Oromo Liberation Army (OLA), Odaa Tarbii, a través de la red social Twitter: “La organización de tales farsas ha sido una herramienta para que Abiy apacigüe las comunicaciones internacionales, establezca legitimidad y consolide su poder mal habido. La paz duradera solo puede resultar de garantizar la justicia y de mantener conversaciones legítimas e inclusivas mediadas por un tercero. El llamado «Diálogo Nacional» es la última repetición de muchas de esas farsas organizadas por el régimen de Abiy en los últimos 3 años. La mayoría de los participantes son afiliados al PP, el resto está invitado a aceptar los dictados del régimen. Este no es el diálogo inclusivo que muchos esperaban.”

La vía diplomática abierta por Addis Adeba responde, entre otros factores, a la decisión de Washington de excluir a Etiopía de un importante acuerdo comercial y a restringir sus relaciones comerciales, por las acusaciones de diversos organismos internacionales sobre las violaciones de derechos humanos por parte del gobierno etíope. Este mismo jueves, el enviado especial de EEUU para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, se ha reunido con Abiy Ahmed, para pedir unas conversaciones de paz con garantías, siguiendo las indicaciones del departamento de estado, cuyo portavoz, Ned Price, ha señalado: “Seguimos pidiendo el cese inmediato de las hostilidades y el fin de las atrocidades contra los Derechos Humanos, el acceso humanitario sin trabas y una resolución negociada del conflicto. Todos esos temas fueron planteados y discutidos durante las discusiones del enviado especial con el primer ministro el día de hoy.”

Fuente de la información e imagen:  https://nuevarevolucion.es

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Egipto: Volviendo la mirada sobre una carnicería.

Por: Rabha Attaf. La Pluma. 20/12/2017

Fue el ataque más mortífero que haya conocido Egipto en su historia reciente. El balance es pesado: 305 muertos, entre ellos 27 niños y 128 heridos, según las autoridades egipcias

En este viernes 24 de noviembre de 2017, mientras que los fieles estaban orando en la mezquita Al-Rawda de Bir Al-Abd, un pueblo de 2.500 habitantes situado en el Norte del Sinaí, una cuarentena de hombres enmascarados y vestidos de uniformes militares rodearon el lugar con cuatro vehículos todoterreno.

Después de haber hecho estallar una bomba en el interior del lugar de culto, dispararon  sus ametralladoras sobre las personas presentes dentro de la mezquita; pero también en el exterior, sobre todos aquellos que trataban de escaparse. A continuación, los atacantes incendiaron vehículos para bloquear las carreteras, y huyeron antes de la llegada del ejército. El asalto sólo duró 20 minutos. Según un testimonio difundido por el sitio web Mada Masr, la mayoría de las personas que frecuentan esta mezquita provienen de las localidades de Jeque Zuweid y Rafah.

El modus operandi del comando, meticulosamente planeado, deja muchas cuestiones pendientes. Especialmente debido que el atentando hasta la fecha no ha sido reivindicado. Mientras que las autoridades egipcias se apresuraron a designar un culpable: «el Estado Islámico en la provincia del Sinaí». Según la vulgata oficial, este grupo sería una rama de Ansar Baït al Maqdis (los Partidarios de Jerusalén) que habría jurado lealtad a Al Qaeda en agosto de 2013, luego al Estado Islámico desde 2014. Y aunque esta mutación no sea comprobable, la única fuente de información sigue siendo la de los Mukhabarat (servicios de inteligencia) egipcios.

Los egipcios  no se dejan engañar. En las redes sociales acusan a la Guardia Republicana, aunque los atacantes ondearon una bandera del Estado Islámico durante su asalto cronometrado, como para poner de relieve una firma y ocultar así las otras pistas. Lo que recuerda al temible «katiba Al-Khadra» (el regimiento verde) que había asolado a Argelia, perpetrando, entre otras cosas, las masacres de agosto y septiembre de 1997 a Bentalha, Ras y Béni-Messous cuyos supervivientes aterrorizados, se habían incorporado a los suburbios de Argel. Pasado el estupor, los testimonios de militares que huyeron de Argelia finalmente revelaron que este grupo terrorista era una fabricación del DRS (El departamento de inteligencia y de seguridad) argelino con el fin, según la doctrina militar francesa de guerra contrainsurreccional, «quitarle el agua al pez», es decir, aislar los grupos levantados del Frente Islámico de Salvación (brazo armado del FIS disuelto después del golpe de Estado militar de enero de 1992) del resto de la población.

En cualquier caso, la única certeza es que Ansar Beit Al-Maqdis apareció en el Sinaí justo después de la « revolución del 25 de enero de 2011». Sus primeras acciones armadas fueron el ataque simultáneo del puesto-frontera israelí egipto Kerem Shalom, cerca del extremo sur de Gaza, así como los sabotajes de los  gaseoductos que alimentan a  Israel y Jordania. Ansar Beit Al-Maqdis se limitó desde entonces, a reivindicar ataques mortíferos dirigidos a los retenes de la policía o del ejército egipcio, como también  los convoyes de reclutas. Decenas de policías y soldados fueron asesinados  en las emboscadas y atentados con coche bomba. Desde el golpe de Estado del Mariscal Al-Sissi, otros grupos armados han visto el día en el Norte del Sinaí, y sobre todo en un triángulo delimitado por las ciudades de El Arish, Rafah y Jeque Zuweid. Una zona desértica, de un perímetro reducido, donde se reprime  fuertemente a la población, en constante insurrección  contra el poder central, porque es considerada cómplice de los  «yihadistas», partidarios del ex presidente Morsi, quienes huyeron de las detenciones. Estos últimos llevan a cabo una verdadera «guerra de guerrillas» contra  el ejército,  desplegado con fuerza en la región. Desde octubre de 2014 fue decretado el Estado de emergencia en todo el Norte Sinaí, y  está  prohibida la entrada a los periodistas. Hay que precisar que la localidad de Bir Al-Abd, donde tuvo lugar la matanza de la mezquita, está situada apenas a 40 kilómetros de El Arish, cabecera de la provincia del Norte-Sinaí donde se encuentra un importante cuartel militar.

El 3° ejército egipcio de infantería efectivamente se encuentra acantonado permanentemente en el Sinaí, especialmente en el norte y a lo largo de la frontera con Gaza e Israel. El ejército egipcio, financiado por USA a razón de 3 mil millones de dólares al año, es considerado uno de los mejores entrenados del mundo. Cada dos años desde 1981, el Pentágono organiza una gran maniobra en Egipto, llamada Bright Star, con la participación de militares de USA y del ejército egipcio, incluidas las fuerzas especiales egipcias. La última tuvo lugar en septiembre de 2017. Para los USA, Egipto es efectivamente altamente estratégico y a este título está vinculado al CentCom (Comando Central) cuya área de responsabilidad cubre el Oriente Próximo petrolero. Egipto tiene especialmente como misión bloquear los convoyes de armas en dirección de Gaza.

¿Es una simple coincidencia? El ataque se produjo cuando el paso fronterizo de Rafah entre Egipto y Gaza debía abrir de nuevo durante tres días, tras un acuerdo de reconciliación  celebrado en El Cairo, el mes pasado, entre el Fatah y Hamas, bajo los auspicios de los servicios de inteligencia egipcios. Los rivales palestinos aceptaron, entre otras cosas, de transferir la responsabilidad del paso de Rafah a un gobierno de unidad. Esto significa que el vecino israelí no ve ciertamente de un buen ojo lo que podría resultar ser el primer hito del levantamiento del bloqueo de Gaza. En 2014, exigió sobre todo a Egipto que creara una zona tampón sobre su frontera. Lo que fue traducido por la destrucción  con buldóceres de los barrios de Rafah más próximos a Israel y el desplazamiento brutal de sus habitantes por el ejército egipcio, mientras que se creaba una barrera electrónica a lo largo de la frontera. Más recientemente, se procedió al desplazamiento de las  poblaciones de El Arish, en nombre de la lucha antiterrorista. ¡Lo que precipitó a los jóvenes furiosos o en fuga, en los brazos de los grupos armados!

Por lo tanto, la masacre de Bir Al-Abd es una afrenta seria para el mariscal Al Sissi que afirma ser el único garante de la seguridad en la región. « ¡Nuestra reacción será brutal! », machacó, herido en lo más vivo, en una reunión ad hoc celebrada desde el anuncio del atentado. Y como para acompañar los actos a la palabra del presidente, los drones destruyeron,  «los vehículos transportando terroristas» en una zona desértica llamada Al-Risha, según una fuente militar anónima retransmitida por la cadena Sky News Arabic. ¡Nunca se confirmó esta información oficialmente!

El hecho es que ahora, con el pretexto de la lucha contra el terrorismo, no hay que excluir un empeoramiento de la represión en la región, e incluso de otras masacres no reivindicadas, en otros lugares de Egipto. Los beduinos del Sinaí son designados habitualmente por los medios de comunicación gubernamentales como «traidores de la nación» y sus hijos «cómplices de los terroristas». Una manera de desviar la venganza popular después de cada ataque contra el ejército dejando muertos a jóvenes reclutas enviados sin ninguna experiencia en el Sinaí.

*Fuente: es.lapluma.net/index.php/articulos/opinion/10414-2017-12-09-21-23-27.html

Fotografía: La pluma

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