Educación solidaria para contrarrestar al bullying

Por: David Auris Villegas

Como Homo sapiens hemos transitado un largo camino, desde las frías cavernas hasta la luna y ahora con la inteligencia artificial como nuestro aliado, tenemos la posibilidad de disfrutar una vida más armoniosa y feliz, sin embargo, estas expectativas se ve oscurecida con la proliferación del bullying o acoso contra las personas que es un problema grave capaz de aniquilar la vida del acosado, por lo que es fundamental impulsar la educación solidaria en vez de fomentar la competencia entre estudiantes.

Según los psicólogos, el bullying es la agresión emocional, verbal, física y digital de manera constante que ejerce una o varias personas sobre otra persona y esta se da con fuerza en la educación básica, prueba de ello, el 2022, el Ministerio de Educación del Perú, reportó cerca de 2500 denuncias sobre estas tristes malas prácticas que, de no enfrentar este problema con las armas sicopedagógicas, será inviable nuestro futuro.

En ese sentido, para acometer esta pandemia social que asola a la comunidad estudiantil, como sociedad organizada, es el estado el encargado de liderar una política de educación solidaria, centrada en la pedagogía de la compasión, como clave para erradicar el bullying, avizorando que, si no controlamos esta situación, las víctimas de acoso padecerán efectos negativos y duraderos en su salud mental y emocional y puede ser un obstáculo para su éxito académico y personal.

Esta educación solidaria, se enfoca en enseñar a los estudiantes, docentes y personal administrativo sobre la importancia de la solidaridad, la empatía, la colaboración y el respeto mutuo que puede ser una forma poderosa de prevenir el acoso y promover un ambiente escolar saludable, acogedor y seguro, como la de impulsar en todas las escuelas la práctica del lenguaje del respeto en contraposición al lenguaje vejatorio que alimenta el acoso.

Por otro lado, para la Nobel de la Paz, Malala Yousafzai, la educación es todo y esto implica desarrollar en los estudiantes las habilidades emocionales y sociales para crear un futuro más justo y pacífico, y este conjunto de acciones pedagógicas debe plasmarse en el currículo solidario abocado a formar al homo solidarius capaz de convivir en paz con los demás y esa forma de vida respetuosa, se cultiva en principio desde el hogar.

En consecuencia, la educación solidaria es clave para contrarrestar el bullying, promoviendo una cultura de respeto y buen vivir en las escuelas y en las familias, como dijo Norah Borges, debemos dar alegría a las personas y, agregando una dosis de compasión al prójimo, seguro que lograremos instituir una sociedad más justa y armoniosa para todas y todos.

© David Auris Villegas. Escritor, columnista, pedagogo peruano y creador del ABDIV.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: Eres mamá

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Pedagogía del amor para una vida mejor

Por: David Auris Villegas                                             

El amor es el verbo de todo acto pedagógico. No existe educación sin ternura, cognición y creatividad. Toda colectividad educativa está obligada a aceptar cada individualidad, para erigir una sociedad solidaria, sin ganadores ni perdedores.

Nuestra sociedad posmoderna, sitiada por el Covid-19 y atrapado en la incertidumbre, violencia, exclusión e indiferencia, padece una vertiginosa metamorfosis a causa de la inteligencia artificial, forjando sociedades innovadoras y consumidoras. Ante este bipolar panorama, es ineludible construir una amistosa vecindad, desde la pedagogía del amor, para educar al homo solidarius, capaz de convivir en paz.

Esta pedagogía del amor, propone transformar la condición humana en felicidad como fin último, tatuando en la mente de las niñas y niños, el amor hacia el prójimo y demás seres vivos dentro del planeta, a cargo de la comunidad educadora, instituyendo como modelo a Cristo, en la ciudad de paz y ternura, llamada escuela.

La praxis del enfoque de la pedagogía del amor para la Unesco, como rector de la educación mundial, plantea desde las escuelas, instalar la paz en la mente de los hombres y mujeres, bajo marcos de tolerancia, libertad y justicia social, para la convivencia global entre personas de diversas culturas, etnias y condición social.

Naturalmente, la pedagogía del amor, llamada pedagogía de la felicidad, se concreta en la creación de un escenario de paz, nuclearizando como protagonista a niños y niñas, a través de estrategias sicosocioemocionales como el abrozoterapia y juegos lúdicos cognitivos en el proceso de aprendizaje colectivo y empático, liderado por docentes afectuosos.

La aplicación de este enfoque, se hace realidad en la Institución educativa gratuita 20955-27, Veritatis Splendor, ubicada en un suburbio de la capital peruana, dirigida por las hermanas misioneras de la Cruz, quienes ponen en práctica la pedagogía del amor, inspirado en Cristo. Con magníficos resultados en los aprendizajes: aprenden a vivir juntos con amor y ven al prójimo como a sí mismo.

En esta línea, la Dra. Juana Sánchez Gey, sostiene que toda educación debe transformar al mundo, invitándonos a ser cada día mejores personas, haciendo uso de un lenguaje del amor, para desarrollar la esfera socioemocional recomendado por la Unesco y el Proyecto Educativo Nacional del Perú al 2036, como salvavidas para los niños y niñas de la esperanza mundial, soñada por José Martí.

En este sentido, para desafiar los retos del mañana, urge plantear políticas educativas de Estado, desde el enfoque de la pedagogía del amor en el currículo de las instituciones formadores de docentes, para dotar de esta herramienta pedagógica a la nueva generación de educadoras y educadores quienes tendrán en sus manos, la educación de los nativos digitales.

Asimismo, este paradigma educativo como política de estado, es imprescindible insertar en los planes curriculares de la educación básica, como estrategia didáctica transversal, para educar a la persona integral, sembrando el amor al prójimo y la cultura de fraternidad en la mente de las niñas y niños, desde el espacio íntimo de la escuela como apunta Alejandro Cussianovich,

Como la educación surge desde el hogar, implementemos el discurso de la pedagogía del amor en nuestras familias, dando importancia a cada individuo que habita en nuestros hogares, escuchando con respeto sus ideas y críticas, para formar ciudadanas y ciudadanos tolerantes y afectuosos en un mundo que rinde culto a las redes sociales.

Pero, los llamados directos a poner en práctica, este enfoque pedagógico, son los operadores de la educación. Manejando esta poderosa paradigma de la felicidad, construirán aulas de paz y amor para educar a los niños y niñas, empoderándolos de amor hacia sí mismos y hacia los demás, como sugiere Johan Galtung,

Finalmente, como ingenieros sociales, estamos llamados a autoeducarnos e inocularnos esta herramienta pedagógica en nuestro know how para educar personas íntegras, capaces de vivir solidariamente. Fusionando cognición y compasión, eduquemos a las niñas y niños desde el paradigma de la pedagogía del amor y la ternura, para un mañana mejor.

Notas:

*David Auris Villegas. Escritor, pedagogo y columnista. Teórico de la educación para el desarrollo sostenible.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/pedagogia-del-amor-para-una-vida-mejor/

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