Francia: 42 días de huelga contra el proyecto Macron

Europa/Francia/16 enero 2020/periodistas-es.com

Se cumplen ya 42 días de huelga general ilimitada en Francia. El proyecto de reforma de “pensiones por puntos” del presidente Emmauel Macron ha provocado el mas poderoso movimiento social de huelga ilimitada en este país desde 1968, y la lucha continúa.

Paris manifestaciones anti Macron

Huelga general que fue precedida desde hace mas de un año por la rebelión de los “gilets jaunes” (iniciada en noviembre de 2018 y violentamente reprimida), provocada por la política liberal del gobierno al aumentar el precio de la gasolina y desmantelar numerosos servicios públicos en zonas rurales y urbanas. Pero también precedida por masivas manifestaciones sindicales contra la “ley trabajo” que Macron, como antes Manuel Valls, aprobó «por decreto” ignorando el legitimo poder del parlamento.

Desde que empezó la huelga el 5 de diciembre de 2019, los grandes medios informativos difunden el mentiroso e hipócrita mensaje gubernamental al anunciar para el día siguiente el fin de la huelga y la división sindical, negando la existencia de violencia policial , o minimizando el apoyo de la opinión publica a este movimiento social.

Nuevas categorías profesionales en lucha contra Macron

Si en la SNCF el numero de huelguistas se ha reducido en efecto al cabo de cuarenta días de huelga, por razones financieras, en la RATP el movimiento se ha radicalizado y el metro parisino sigue muy perturbado. La determinación sigue intacta, si bien los huelguistas se plantean hoy nuevas formas de lucha, para mantener la presión sobre el gobierno.

Los trabajadores portuarios fuertemente sindicados, han tomado ahora el relevo en la resistencia contra el proyecto Macron de pensiones. Una operación “Puertos muertos” bloquea actualmente el tráfico marítimo en Calais, Dunkerke, Rouen, Saint Nazaire, La Rochelle y Marsella. Movimiento que amenaza con extenderse hasta fin de mes.

Nuevas categorías profesionales se han unido recientemente a la huelga general contra la reforma de “pensiones por puntos”, como los abogados y personal judicial en los tribunales, que defienden su sistema de pensiones complementario, frente al empecinamiento de Macron, con su “pensión por puntos”. Histórica movilización de los abogados que en signo de protesta han arrojado sus togas al suelo durante un discurso de la ministra de justicia.

Histórica también la participación del cuerpo médico, que, al cabo de seis meses de huelgas y luchas en los hospitales en toda Francia, se han unido al movimiento de protesta. Mil cien médicos han presentado su dimisión de toda carga administrativa ante la desastrosa situación hospitalaria y se unen a la protesta contra el proyecto de destrucción del sistema de pensiones paritario.

También los profesores, estudiantes de secundaria y universitarios participan cada día en las huelgas contra la política gubernamental en la educación nacional y contra la mal llamada “reforma” de pensiones.

Lo que queda todavía hoy del movimiento de “gilets jaunes”, que sufrió diversas divisiones el pasado año, participa ahora regularmente en las manifestaciones sindicales, y su eslogan: “On vient te chercher Macron”, ha sido adoptado por todos los manifestantes.

Paris manifestantes de la CGT

Paris manifestantes CGT
Paris manifestantes sindicales y colectivos de trabajadores

Nueva jornada de movilización este 16 de enero

Una nueva jornada de movilización nacional con participación de decenas de miles de personas, huelguistas y no huelguistas, se celebra este 16 de enero de 2020 en  toda Francia, Paris, Ile de France, La Rochelle, Toulouse, Marsella, Rennes, Perigueux, Le Havre, Grenoble, Lille, Sain Etienne, Montpellier, etc.

Mientras, los huelguistas se organizan para mantener la huelga general aun de forma alternada, y la determinación permanece intacta no obstante los anuncios de supuesta negociación entre Macron y el patrón de la CFDT Laurent Berger, el único que ha aceptado el sistema de pensión “por puntos”.

Una cuestión se plantea sin embargo en los días venideros: ¿Aceptará la base de la CFDT, el sometimiento de Berger a la política liberal de Macron? En la RATP y SNCF la base sindical de la CFDT participa en la huelga.

Sordo y ciego ante este mayoritario movimiento social en todo el país, Macron y su gobierno se preparan a pasar una vez mas por la fuerza, como lo hicieron con la “ley trabajo”, ignorando también al parlamento y aprobando por “ordenanzas” su proyecto de ley, que será presentado en consejo de ministros el próximo 24 de enero.

El colmo de su hipocresía y demagogia es que mientras tanto afirman estar negociando con las organizaciones sindicales, se refieren claro al MEDEF sindicato patronal y a Laurent Berger de la CFDT.

El conjunto de las organizaciones sindicales de trabajadores, y los sindicatos de la educación nacional se oponen radicalmente al proyecto de “pensión por puntos”, y reclaman que el gobierno retire simple y llanamente su proyecto de ley.

Macron y Castaner descubren las inadmisibles violencias policiales

Julio Feo: cartel de denuncia de la violencia policial ejercida contra las protestas ciudadanas
Julio Feo: cartel de denuncia de la violencia policial ejercida contra las protestas ciudadanas

Desde noviembre 2018 a diciembre 2019, se han señalado 867 casos de violencia policial desproporcionada. Dos muertos, 318 heridos en la cabeza, 25 personas han perdido un ojo y cinco han perdido una mano por disparos de LB40 o de granadas ofensivas (armas utilizadas por la policía francesa y prohibidas en numerosos países democráticos).

Reporteros sin fronteras, el parlamento europeo y la ONU han señalado y condenado el desproporcionado uso de la violencia y el uso de dichas armas letales por la policía francesa. Macron, Philipe y Castaner, presidente, primer ministro y ministro del interior respectivamente han negado hasta hace 48 horas la existencia de esa violencia. Violencias contra manifestantes y ciudadanos pacíficos, pero también contra los periodistas.

La muerte de un joven asfixiado por la policía en un control policial, y las fotos que circulan en internet sobre la violencia gratuita de cierto numero de policías contra los manifestantes, han sido finalmente la gota que desborda el vaso lleno desde hace mas de un año.

Macron y su gobierno acaban de descubrir los hechos y han hecho una tímida llamada a “respetar la deontología de la policía republicana”. Deontología pisoteada por las fuerzas del orden, que no respetan la ley cuando esconden en sus uniformes el RIO, o numero de identificación. Recordemos que las denuncias sobre violencias policiales presentadas ante la justicia no han prosperado, ante la imposibilidad de identificar a los agentes incriminados.

Lo que esta en tela de juicio hoy es pues la responsabilidad de Macron y su gobierno al haber hecho intervenir en la represión de las manifestaciones, no solo a las tradicionales gendarmería y policía antidisturbios, sino a la Bac (brigada anticriminalidad) y a brigadas motorizadas cuya extrema violencia se esconde detrás de esa ausencia de posible identificación.

Fuente: https://periodistas-es.com/francia-42-dias-de-huelga-contra-el-proyecto-macron-138716

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Francia: Los sindicatos mantienen viva la huelga contra la reforma de Macron con manifestaciones masivas

Redacción: El Mundo

Cientos de miles de personas desfilan en París y en otras 216 marchas en Francia en la primera movilización del año. La huelga del ferrocarril ya es la más larga de la historia, 36 días.

Ni el paréntesis navideño, ni las concesiones del Gobierno, ni el cansancio tras 36 días de huelga, la más larga de la historia del ferrocarril. Los sindicatos franceses lograron ayer movilizar a cientos de miles de personas contra la reforma de las pensiones que propone Emmanuel Macron. Hubo 216 manifestaciones en todo el país. La de París reunió 370.000 personas según el sindicato CGT lo que sería el record de la protesta (según Interior, fueron 56.000 y según un gabinete especializado que contratan los medios franceses, 44.000). Los franceses justifican la protesta (61%) pero quieren que se acabe ya (57%) según un sondeo publicado este jueves.

Ha sido la cuarta jornada de movilizaciones. La más concurrida fue la primera, el 5 de diciembre, cuando salieron a la calle 806.000 manifestantes, según el Gobierno (1,5 millones según la CGT). Este jueves, la disparidad en el recuento se amplió. Los sindicatos pregonan 800.000 manifestantes fuera de París. Interior, menos de 400.000.

En Marsella hubo 22.000 manifestantes según la policía (220.000 según CGT). En Toulouse, el gobierno contó 14.000 personas (la central, 120.000). En Burdeos unos sumaron 10.000 manifestantes, otros 70.000. Pero, aún dando por buenas las cifras del Gobierno, la protesta ha demostrado que aún tiene cuerda.

El líder del la CGT, Philippe Martinez, denunció la «actitud provocadora» del ejecutivo y duda de la voluntad negociadora del ejecutivo que dirige Edouard Philippe. El sindicalista hizo esa declaración momentos antes del arranque del cortejo parisino. Junto con otros líderes sindicales sostenía la pancarta: «Jubilación por puntos, todos perdedores. Jubilación a los 60, todos ganadores. Macron retira tu plan».

Esta vez los sindicatos recorrieron el norte de la capital. Lo que irritó al Gobierno pues la plaza donde terminaba, San Agustín, está a menos de un kilómetro del palacio del Eliseo. La policía cerró todas las calles con barreras metálicas de dos metros de altura sujetas a bloques de hormigón. El despliegue de 5.500 policías y gendarmes no impidió los incidentes al anochecer. La caballería del prefecto que se desplaza en 120 motos de gran cilindrada con dos policías por moto se empleó a fondo. En las redes hay vídeos que demostrarían la gran dureza policial. A las 6 de la tarde había 24 detenidos.

El cortejo desfiló sin mayores incidentes hasta el final aunque los antidisturbios escoltaban a los grupos radicales que se se sitúan delante de la pancarta de los líderes. Un tenderete de un grupo que propone una república soberana y al que los manifestantes presumían de ultraderechista fue destruido de malas maneras.

ABOGADOS Y PROFESORES

En ese cruce se apostaron varios abogados que ayer secundaban la protesta. Embutidos en sus togas, recibieron aplausos y abrazos de los manifestantes, algunos de los cuales revestían chalecos amarillos.

Desde el principio de la protesta, la jornada de movilización está reforzada por paros en otros sectores. Así el 19% de los profesores de primaria y el 16% de los de secundaria hizo huelga según el ministerio de Educación (40% y 50% según los sindicatos).

Simbólicamente, la Torre Eiffel permaneció cerrada, no se imprimieron los diarios parisinos y la radio pública France Info sólo difundía boletines y música. El suministro eléctrico sufrió caídas por acción de los trabajadores de EDF que montaron un piquete a la entrada de una central nuclear. El bloqueo de refinerías cumple su segunda jornada de las tres previstas pero apenas se ha dejado sentir en las gasolineras. El Gobierno ha advertido que, si bien los trabajadores tienen derecho a la huelga, impedir la salida de camiones es «ilegal».

EL TRANSPORTE, CLAVE

El núcleo de la huelga está en el ferrocarril y el metro de París, dos de los 42 regímenes particulares de jubilación que Macron quiere fusionar con su proyecto de reforma universal y por puntos.

En la SNCF, la Renfe francesa, la huelga que ha cumplido 36 días, es ya la más larga desde la creación de la compañía pública en 1938. Ha superado los récords de 1995 y del invierno del 86-87 cuando sumaron 27 y 28 jornadas consecutivas, respectivamente. Y el de 2018 cuando los paros alcanzaron también los 36 días pero en jornadas alternas.

La movilización de los maquinistas hizo que sólo circularan un tercio de los Cercanías aunque ya funcionan el 40% de los trenes regionales y el 60% de los de alta velocidad. Aunque sólo un tercio de los trabajadores de la SNCF faltaron al trabajo, la protesta tiene sólidas raíces entre los maquinistas (67% de huelguistas) y revisores (58%) las dos categorías imprescindibles para que funcionen los trenes. Este jueves el seguimiento fue excepcional. Los días sin manifestaciones, los huelguistas de la SNCF no llegan al 7%.

Misma tendencia en el metro parisino: ya no hay líneas cerradas pero en la mayoría sólo circulan a las horas punta.

Los huelguistas tienen apoyo popular, según las encuestas, y … económico. La hucha del sindicato de comunicación de la CGT ha recaudado ya 2,1 millones de euros, donados por más de 30.000 personas. Es la más importante de estas iniciativas. Distribuye el dinero a los huelguistas (que hagan al menos dos jornadas seguidas) a través de los comités de empresa.

Con todo, el mejor combustible de la protesta es el apoyo popular. La última encuesta (Odoxa para Le Figaro) señala que el 61% de los franceses la encuentran justificada frente al 39% que no lo cree así. En un mes el respaldo ha bajado 5 puntos.

SIMPATÍA POR LA HUELGA

Este fenómeno de simpatía por la protesta es habitual en la sociología francesa. Se llama «huelga por procuración». Es decir: yo no hago huelga pero la apoyo moralmente aunque a mí me genere complicaciones.

Si el Gobierno debe tener en cuenta el respaldo a la protesta, los sindicatos deberían tomar nota de la respuesta a otra pregunta del sondeo: un 57% de la ciudadanía quiere que se acabe ya frente al 42% que prefiere que continúe. Los que más la sufren, habitantes en la aglomeración parisina, están hartos: el 70% desea que termine.

La encuesta suspende a todos los protagonistas del conflicto, sindicatos, partidos de oposición y Gobierno. El resultado menos malo es para la CFDT, el sindicato más moderado que siempre apoyó el fin de los regímenes particulares pero se opone a retrasar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.

La opinión pública le secunda: un 61% se opone a ella. El primer ministro justificó esta medida, que no estaba en el programa electoral de Macron, en la necesidad del equilibrio financiero del sistema. Esta semana ha aceptado la creación de una conferencia ad hoc, una propuesta de la CFDT. Edouard Philippe ha convocado para hoy la primera reunión.

Por ahí se atisba la salida del conflicto. El Gobierno, que quiere salvar su reforma pero ha hecho concesiones a numerosos sectores, va a tener que hacer algún juego de prestidigitación: su electorado sí apoya la medida (54%) y los votantes de la derecha, también (60%). Y esas son, precisamente, las bases electorales de Macron si quiere repetir mandato.

Fuente: https://www.elmundo.es/economia/2020/01/09/5e177e4cfc6c831e548b4696.html

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¿Sabes por qué trabajas 8 horas? Los 44 días que cambiaron la historia de España

Redacción: Jordi Corominas I Julián / El Confidencial

Entre febrero y marzo de 1919 una huelga paralizó Barcelona y provocó la instauración estatal de las ocho horas de jornada laboral, medida pionera en todo el orbe terráqueo

No desprecien la importancia del callejero. Nadie recordará la anécdota, pero en la primavera de 2012 Barcelona se levantó con la noticia de un cambio sutil. El alcalde Trías lo había perpetrado con premeditación, nocturnidad y alevosía, saltándose la ley con demasiada alegría. De la noche a la mañana, el conocido ‘pasaje de la Canadiense’ homenajeaba a Frederick Stark Pearson, fundador el 12 de septiembre de 1911 del holding Barcelona Traction, Light and Power. Starrk Pearson se dedicaba a la producción y distribución de electricidad y a la explotación de tranvías y ferrocarriles eléctricos. Formaban parte del grupo las empresas Riegos y Fuerzas del Ebro, Barcelonesa de Electricidad, Energía Eléctrica de Cataluña, Tranvías de Barcelona y Ferrocarriles de Cataluña. Llegó a controlar el 90% de la distribución comercial de electricidad en el Principado.

La alteración nominal resucitó un lejano recuerdo. Entre febrero y marzo de 1919 la empresa fue la gran protagonista de una huelga de cuarenta y cuatro jornadas que paralizó Barcelona y demostró la inmensa capacidad obrera, que mediante la acción de la CNT logró una gran victoria, hasta el punto de provocar la instauración estatal de las ocho horas de jornada laboral, medida pionera en todo el orbe terráqueo.

La efímera placa

La efímera placa

Al cabo de pocos días el pasaje recuperó su antigua denominación. Quizá el alcalde de Convergència i Unió tenía miedo, recordemos que el Procés aún no había dado su pistoletazo de salida, de ver cumplida la frase de Mark TwainLa historia no se repite, pero rima.

La rosa de Fuego

En su ensayo ‘Que sean fuego las estrellas’ (Crítica), Paco Ignacio Taibo II justifica su enfoque a partir de la especificidad barcelonesa. El escritor asturiano casi pide disculpas por su osadía, pero lo cierto es que atina en su diagnóstico. La capital catalana ha sido siempre un cuerpo propio, independiente a las dinámicas del país. La Primera Guerra Mundial había agitado el paisaje urbano hasta unas coordenadas previsibles en las que el empresariado aprovechó la neutralidad española para lucrarse mientras el proletariado apenas tocaba con la punta de los dedos todas esas disparatadas ganancias económicas.

La máquina industrial sirvió textiles, química, armamento y materias primas a las potencias enfrentadas. Mientras tanto la calle parecía distraerse con el cambio de rumbo de la ciudad, enfrascada en debates periodísticos sobre los bandos en contienda y noches bien regadas por la legal cocaína, el sorprendente jazz y una animación sin precedentes en todos los barrios, sobre todo en el Distrito V, que al cabo de poco tiempo recibiría su sobrenombre de Barrio Chino por el canallismo imperante entre drogas, homosexualidad, timbas de juego, sexo fácil y locales que nunca cerraban.

Sirva el párrafo anterior para contextualizar el instante en esa ciudad de setecientas mil almas. La gallina de los huevos de oro dejó de ponerlos con la entrada bélica de Estados Unidos y la situación social fue agriándose, produciéndose las primeras refriegas y atentados entre trabajadores y patrones. La marea subió a lo largo del olvidado verano de 1917, cuando el Parque de la Ciudadela fue protagonista de la asamblea de parlamentarios, protesta de sus señorías ante el cierre de las Cortes y su manifiesta inactividad.

La gallina de los huevos de oro dejó de ponerlos con la entrada bélica de los Estados Unidos de América y la situación social fue agriándose

En agosto llegó el turno de la clase obrera con una huelga general que paralizó la actividad durante casi una semana. Si tuvo tanto impacto fue por la extraña unión, rara era la vez en que conseguían ponerse de acuerdo, entre la UGT y la CNT, los dos sindicatos mayoritarios. Esta última había revolucionado por completo el modus operandi anarquista. Su nacimiento en 1910 supuso abandonar la acción directa y abogar por una vía organizada. El camino estuvo sembrado de minas en forma de múltiples ilegalizaciones, etapas en la clandestinidad y una inmensa dificultad para coordinar todo el caudal asociativo del mundo laboral.

La revolución inspira

1918 se abrió con una espectacular movilización femenina como consecuencia de la inflación en productos básicos como el carbón. Las mujeres marcaron una senda a seguir que sus compañeros masculinos apreciaron por su valentía, pero la clave llegó a finales de junio, con el Congreso de Sants de la Confederació Regional del Treball a Catalunya. Por aquel entonces el impacto en el imaginario de la Revolución Rusa ya era considerable. Acudieron ciento sesenta y cuatro delegados que representaban a más de setenta y tres mil asociados de ciento cincuenta y tres sociedades obreras y sindicatos esparcidos a lo largo y ancho de la geografía catalana.

Salvador Seguí

Salvador Seguí

Salvador Seguí, mucho más que un pintor de brocha gorda, comprendió que esa dispersión dificultaba moverse con eficacia. Propuso la supresión de las federaciones basadas en oficios y la creación de Sindicatos Únicos de industria para agrupar a todos los trabajadores de un único ramo productivo. La medida suscitó un entusiasmo contagioso y, en apenas cuatro meses, durante la celebración en Barcelona de una asamblea regional, pudieron apreciarse sus frutos. El número de adscritos se había incrementado hasta las trescientas cuarenta y cinco mil personas. Por primera vez el anarcosindicalismo se sabía dotado de un arma imparable para la consecución de sus objetivos.

Casi al mismo tiempo, porque cuando hablamos de Barcelona siempre debemos recordar sus dos caras, la Lliga Regionalista aprovechó la coyuntura internacional, o la tergiversación del punto wilsoniano sobre la autodeterminación de los pueblos, para lanzar la campaña para el Estatuto de Autonomía en un fuego breve pero intenso que llegó hasta Madrid, donde se instauró una comisión parlamentaria para abordar el asunto. La propuesta, que guarda ciertas similitudes con los mecanismos que nos han llevado a la situación actual, era una plataforma perfecta para disimular la conflictividad laboral y la crisis que se cernía en el horizonte. Febrero de 1919 supuso un antes y un después. Algunos, con mala sangre, dicen que Cambó prefirió la cartera a la bandera. Es posible. El clima se había enrarecido. Las trifulcas entre catalanistas y miembros de la Unión Monárquica Nacional coparon los titulares de todos los periódicos y no pasaba un día sin incidentes remarcables. Eran fuegos de artificio. Los protagonistas estaban agazapados, a la espera de la mecha que provocara el incendio.

Una ciudad a oscuras

Todo barcelonés reconoce las tres chimeneas del Paralelo. De pequeños las confundimos con las de San Adrià del Besós. Ambas fueron el skyline de los desfavorecidos desde distintas latitudes. Las de la avenida que llegó a considerarse el Montmartre del sur simbolizaban el potencial de la Canadiense, que daba empleo a más de mil doscientos obreros.

En enero de 1919 la situación en la Ciudad Condal estaba algo más que agitada. Se rumoreaba la presencia de Lenin e incluso una agencia de noticias norteamericana aseguraba su presencia. Todo era un bulo producto del pavor a un estallido pese a la represión padecida por la CNT durante todo el invierno. La fábrica de electricidad desencadenó la tormenta. En enero varios oficinistas fueron pasados de eventuales a fijos, reduciéndose su salario mientras en las tertulias de los bares se comentaba que Fraser Lawton, el gerente de la empresa, ganaba treinta mil pesetas oro al mes.

La Canadiense
La Canadiense

Los oficinistas se levantaron bajo el lema “a trabajo igual salario igual”.El 2 de febrero los ocho trabajadores que encabezaban la protesta, miembros del Sindicato Único, fueron despedidos. Cinco de ellos pertenecían a la sección de facturación. Sus compañeros se declararon en huelga solidaria tres días después. Salieron a calle, hablaron con el gobernador, quien les prometió interceder, y al volver a su puesto se encontraron la policía impidiéndoles acceder a las instalaciones.Estaban despedidos, sin explicaciones.

La CNT movió ficha con varias jugadas magistrales para escalonar la huelga. Su comité se sabía perseguido y hasta llegó a reunirse en un camión de mudanzas del Sindicato de Transportes que recorría la ciudad para recoger a los delegados. El 21 de febrero la huelga fue secundada por todas las empresas del grupo y saltó la alarma. El 27 se unieron los trabajadores de la Sociedad General de Aguas, del Gas Lebon, única empresa extranjera del ramo sita en plaza Universidad, y los de la Catalana de Gas y Electricidad. La ciudad quedó parcialmente a oscuras durante más de una semana, con toda la producción en el dique seco y una progresiva escasez de agua.

La solución pasaba por militarizar las fábricas para restablecer el suministro. Cuando se dio la orden ni uno de los obreros dio el paso para cumplirla

En Madrid el conde de Romanones, primer ministro del gobierno central, ya había anunciado su dimisión una vez se resolviera el desaguisado. La solución pasaba por militarizar las fábricas para restablecer el suministro. Cuando se dio la orden ni uno de los obreros y empleados militarizados dio el paso para cumplirla. Entre ochocientos y cinco mil fueron detenidos, ingresando en el castillo de Montjuic, de lúgubre fama tras los fusilamientos en 1893 del tipógrafo Paulí Pallàs y los acusados por la bomba del Corpus en 1896.

La situación era desesperada y las manecillas del reloj jugaban a favor de los intereses de la CNT que, en otra descarga de alto voltaje, instauró la censura roja para impedir la publicación en la prensa diaria toda noticia relacionada con el asunto de la Canadiense, finalmente desbloqueado gracias a la visión política de Romanones, quien al ver la cerrazón de los mandamases empresariales mandó a Barcelona a José Morote, subsecretario de Presidencia, para mediar. Llegó acompañado de Carlos Montañés y Gerardo Doval, quienes ocuparon respectivamente el cargo de gobernador civil el primero y jefe de policía el segundo. Era una última carta en una mesa ardiendo, con el estado de guerra declarado y un panorama abocado a un bucle de caos.

JORDI COROMINAS I JULIÁN

Este nuevo planteamiento confirió esperanzas entre los trabajadores, quienes no cejaron en su empeño de ir a por lo máximo posible, proponiendo como inamovibles los siete puntos que siguen a continuación: Readmisión de los despedidos, aumento de sueldos, garantías para evitar represalias, jornada de ocho horas, abono de jornal íntegro en caso de accidente, cincuenta mil pesetas por indemnización y salarios caídos durante la huelga. Lawton los aceptó el 17 de marzo de 1919 tras la exigencia de Romanones, quien presionó a Montañés para que resolviera el conflicto en veinticuatro horas, pues planeaba la amenaza de Largo Caballero, entonces dirigente de la UGT, de convocar una huelga general en todo el país sino se solucionaba el conflicto de Barcelona.

Victoria y tragedia

El comité de huelga aceptó levantarla una vez liberaran a todos los trabajadores encarcelados. El 19 de marzo se convocó un mitin con más de veinte mil personas en la plaza de toro de las Arenas de Barcelona para reafirmar el acuerdo. Salvador Seguí logró vencer la reticencia de muchos de los presentes con una grandísima arenga donde desgranó la situación. Lo conseguido era increíble. La revolución completa podía esperar. Se habían plantado los cimientos.

Sabotaje al tranvía en Barcelona en la huelga de 1919
Sabotaje al tranvía en Barcelona en la huelga de 1919

El triunfo fue tan grande que desencadenó la reacción de la patronal.Durante los siguiente cuatro años Barcelona fue la ciudad que se mataba por las calles, un episodio histórico siempre mal explicado y manipulado hasta la extenuación incluso por Eduardo Mendoza, quien tejió una gran novela con ‘La verdad sobre el caso Savolta’, pero sólo, que ya es bastante, recogió la atmósfera, no así la verdad de tan trágicos hechos. Lo mismo puede decirse de ‘La sombra de la ley’, última producción dirigida por Dani de la Torre. Quizá el único capaz de reproducir la intensidad de aquellos años fue Antonio Soler en ‘Apóstoles y Asesinos’ (Galaxia Gutenberg), cuyo único defecto es haber sido tan preciso que tiene más magma de ensayo que de novela.

Desde 1890, con la instauración de la jornada del primero de mayo, la clase trabajadora había reclamado los tres ochos. Ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio, ocho horas de sueño. El 3 de abril de 1919 el conde de Romanones firmaba el decreto que promulgaba a partir de octubre del mismo año la jornada de ocho horas para todos los trabajadores españoles. Dimitió tras estampar su rúbrica.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-01-19/jornada-ocho-horas-huelga-canadiense-centenario_1767114/

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