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“Nadie duda de que la escuela debe ser un espacio de igualdad”: dinámicas y materiales para una educación feminista

“Una manera sencilla de trabajar el feminismo en positivo es que el alumnado identifique las aportaciones de las mujeres en su día a día”, explica la maestra y responsable del área de Igualdad del STE en Albacete, Sara Marín

Por: Francisca Bravo Miranda

El día a día en las aulas es un lugar esencial para trabajar y promover una sociedad igualitaria. Y así lo tiene claro también el personal docente, que reconoce las dificultades, pero sobre todo los beneficios que puede aportar al día a día del alumnado una educación con perspectiva de género. “La nueva Ley de Educación (LOMLOE) hace referencia explícita a esto”, explica la maestra Sara Marín, que es también la responsable del área de Igualdad del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (STE) en Castilla-La Mancha.

La organización trabaja año a año en material educativo para fomentar la igualdad y la coeducación, que pone especial atención en fechas “clave”, como, pero no solo, el Día Internacional de Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (25 de noviembre) o el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).

“Estamos orgullosas de nuestro trabajo, porque incluso en los planes de igualdad se incluye el calendario de la mujer, porque tiene propuestas didácticas para trabajar desde educación infantil hasta personas adultas”, explica Marín. Este año, el calendario rinde homenaje a mujeres influyentes en el ámbito de la arquitectura y la ingeniería civil bajo el lema ‘Tiempo de Mujeres, mujeres en el tiempo’. Este año, la iniciativa ha cumplido además 20 años.

La docente reconoce que existe un creciente “rechazo al feminismo” entre los más jóvenes, y por eso, abogan por trabajar en el feminismo “en positivo”. “Solo se puede hacer con dinámicas y ejemplos reales y cercanos”, explica. Por ejemplo, con mujeres castellanomanchegas, cuyos aportes y vidas se ven más cercanos y que, además, ayuda a mejorar su visibilidad porque “no son conocidas y no están en la palestra”. “De este modo, apoyamos al profesorado para que puedan llevar a cabo dinámicas participativas para que el alumnado razone y vea que el feminismo se trabaja todos los días, no solo el 8M”, destaca.

Marín aboga por trabajar desde una perspectiva “global” y en reconocer que el problema “real” que existe es que no existe una manera sencilla de hablar de las desigualdades y que, por lo tanto, no es difícil que el alumnado se quede con el “comentario fácil” de internet, que es lo que hace “muchísimo daño”. Sin embargo, la maestra explica que se ha ido “notando el avance del feminismo”, y que cada vez hay más mujeres y hombres que quieren “poner a las mujeres en la palestra”. Es lo que ocurre en los calendarios promovidos por el STE, que vienen acompañados por variado material para trabajar en las clases.

La clave: enseñar la diferencia de roles y abogar por modelos “que no estén estereotipados” y que sean en igualdad. “Lo que queremos es que el alumnado vea que hay un patrimonio muy rico generado de la mano de las mujeres”, afirma. La maestra también apunta a que existe todavía mucho camino por recorrer, especialmente en la formación del profesorado, para que entiendan “el verdadero significado” del feminismo. “Es una lucha constante con el alumnado. Existe un problema real, el de los móviles y la formación que pueden recibir a través de redes sociales. El profesorado, como formadores, tiene que tenerlo en cuenta y desarrollar principios básicos de convivencia en igualdad entre el alumnado, ya que se trata de una demanda social”, explica.

Por eso, aboga por trabajar desde “lo antes posible”. “Cuanto antes se trabaje este problema, antes se va a poder atajar. Pero no podemos olvidar que es un problema de la sociedad, no solo de las aulas”.

Unidades didácticas

“Todas las unidades didácticas” promovidas desde el sindicato incluyen políticas antidiscriminatorias, explica Marta Arias, del STE Guadalajara. “Trabajamos desde varias perspectivas, apoyadas por la base que sienta LOMLOE. Al incluir la perspectiva de género, se puede trabajar de manera transversal en todas las materias, desde la educación primaria hasta las enseñanzas medias”, resalta Arias. La docente resalta que esto supone que el profesorado está amparado desde el punto de vista legal, a lo que une la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha.

Por eso, ahora señala que deben trabajar en “demoler” los roles de género. “De esta manera, el profesorado evitará asociar las emociones y los cuidados del hogar y las personas a las mujeres; o que los hombres son más racionales o preparados para la toma de decisiones”,

De este modo, afirma que el material educativo debe mostrar a las mujeres como personas decididas y competitivas, y a los hombres como personas que expresan sus emociones o se pueden dedicar a los cuidados. “Esta es clave para nuestro trabajo”, señala.

“A lo largo de los años, el alumnado ha ido aceptando estas ideas, por su juventud y porque tienen una mente muy abierta a todo lo que se refiere a la igualdad y las diversidades”, explica. Pero Arias advierte de que el trabajo no se puede quedar dentro de las aulas, sino que debe trabajarse también en el contexto familiar. “Por mucho que incidamos en las aulas, no se avanza todo lo que deberíamos. Es clave que las familias refuercen este trabajo, para conseguir una sociedad muy inclusiva y más justa”, concluye.

https://www.eldiario.es/castilla-la-mancha/social/nadie-duda-escuela-debe-espacio-igualdad-dinamicas-materiales-educacion-feminista_1_11001433.html

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«¿A esto le llamas igualdad?»: Islandia vive una jornada de huelga feminista histórica

Por: Òscar Gelis Pons

La protesta, que ha tenido un seguimiento masivo y a la que se ha sumado la primera ministra, Katrín Jakobsdóttir, denuncia la brecha salarial y la violencia de género en el país, considerado un referente en términos de igualdad.


Islandia se ha paralizado este martes en una huelga feminista histórica en el país nórdico, la más importante desde 1975, hace 48 años. Bajo el lema “¿A eso le llamas igualdad?”, las islandesas estaban convocadas a no acudir a sus trabajos ni realizar ninguna otra tarea doméstica no remunerada en protesta por la persistencia de la brecha salarial y la violencia de género en Islandia, a pesar de ser considerado un país referente en términos de igualdad.

La huelga, convocada por los principales sindicatos y 40 asociaciones feministas, ha tenido un seguimiento muy extendido. A la protesta estaban convocadas las mujeres y también las personas no binarias y, desde primera hora de la mañana, ha tenido impacto en escuelas, hospitales, comercios (donde mayoritariamente solo se vieron trabajar a hombres), y en los servicios municipales, que se han visto reducidos.

La huelga también se ha dejado notar en las emisiones de la cadena de radio y televisión públicas RÚV, y ha provocado varias cancelaciones de vuelos de la compañía aérea IcelandAir, en la que más de la mitad de sus trabajadores son mujeres. Según el periódico Morgunblaðið, el tráfico por la mañana en Reikiavik ha disminuido un 28% respecto a un martes normal, en una jornada que ha concluido con una manifestación con miles de personas recorriendo las calles de la capital.

La primera ministra del país, Katrín Jakobsdóttir, también se ha sumado a la protesta aplazando el Consejo de Gobierno para el día siguiente y pidiendo a las otras ministras del Ejecutivo que tampoco acudieran a trabajar. El día antes de la huelga, Jakobsdóttir señaló ante los medios de comunicación islandeses que se unía a la huelga con la voluntad de “mostrar solidaridad con las mujeres islandesas. Como saben, todavía no hemos alcanzado nuestros objetivos de plena igualdad de género y todavía estamos abordando la brecha salarial de género, que es inaceptable en 2023”.

Lejos del “paraíso de la igualdad de género”

Según el Foro Económico Mundial, Islandia ha encabezado durante 14 años seguidos la lista de países en el mundo con mayor igualdad de género. Sin embargo, los datos del gobierno islandés muestran que el hecho de liderar los ránquines de igualdad no significa que las diferencias no existan: “Se habla de Islandia como si fuera un paraíso de la igualdad”, afirmó Freyja Steingrímsdóttir, directora de comunicación de la Federación Islandesa de Trabajadores Públicos (BSRB), uno de los sindicatos convocantes de la huelga.

Pero para Steingrímsdóttir “un paraíso de la igualdad no debería tener una brecha salarial del 21% y un 40% de mujeres que sufran violencia sexual o de género a lo largo de su vida. Eso no es para lo que luchan las mujeres de todo el mundo”, sentenció la portavoz sindicalista. Steingrímsdóttir también quiso hacer referencia a que Islandia tiene una reputación mundial en igualdad de género, y, por lo tanto, “tiene la responsabilidad de asegurarse de que estamos a la altura de esas expectativas”.

Desde el año 2018, Islandia se convirtió en el primer país en exigir a las empresas que demuestren que pagan equitativamente a sus empleados por ejercer las mismas funciones. Sin embargo, los sindicatos denuncian que las empresas aún van a remolque de la legislación y de las reivindicaciones feministas.

Además, para Tatjana Latinovic, presidenta de la asociación islandesa de Derechos de las Mujeres, otro aspecto a tener en cuenta para entender la desigualdad salarial es que “los llamados empleos femeninos (limpiadoras, cuidadoras de ancianos, trabajadoras en guarderías) ahora son ocupados por mujeres extranjeras, porque es difícil encontrar personas que trabajen con los bajos salarios que ofrecen”. Actualmente, las mujeres inmigrantes representan el 22% del mercado laboral femenino islandés, pero, según los sindicatos, su contribución en la sociedad no se ve reflejada en los salarios que estas mujeres reciben.

De acuerdo con el Gobierno, se está estudiando cómo se valoran económicamente en promedio los trabajos que mayoritariamente son ejercidos por mujeres en comparación con los trabajos mayoritariamente ocupados por hombres, ya que cree que este factor contribuye de forma clara a la actual disparidad salarial.

La igualdad no avanza 

La otra gran reivindicación de la huelga ha sido acabar con la violencia de género, que la alcaldesa de Reikiavik, Ingibjörg Sólrún Gísladóttir, la calificó en televisión como una “auténtica epidemia que debemos hacer frente con la misma seriedad con que nos enfrentamos a la COVID”. En el programa emitido en la cadena pública RÚV se puso como ejemplo de ello un estudio realizado por la Universidad de Islandia en 2018, que revelaba que una de cada cuatro mujeres ha experimentado violencia sexual a lo largo de su vida.

Los sindicatos organizadores de la huelga también han señalado que, durante la jornada de protesta, “se esperaba que los maridos, padres, hermanos y tíos asumiesen las responsabilidades de la familia y el hogar, por ejemplo, preparando el desayuno y el almuerzo, recordando los cumpleaños familiares, comprando los regalos para la suegra o programando la cita de los hijos al dentista” entre las muchas otras tareas y responsabilidades que normalmente son llevadas a cabo por las mujeres.


Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/le-llamas-igualdad-islandia-vive-jornada-huelga-feminista-historica_1_10626436.html

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Rosa Liarte: “La tecnología me permite adaptarme al alumnado”

En el marco del acto de presentación de la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el nuevo curso y en pleno debate sobre el uso de los móviles en el aula, Liarte apuesta por aprovechar la personalización que dan las tecnologías y por tener cuidado con las distracciones y el mal uso de los dispositivos. Afirma que la tecnología debe ir acompañada de pedagogía y, prueba de ello es su podcast Café con Rosa Liarte, así como las webs Academia para Profes y Lecciones de Historia.

Defiendes que el móvil puede ser un aliado en la educación. ¿Cómo puede ayudar en el aula?

La competencia digital ha venido para quedarse, creo que debemos formarnos y que el problema viene cuando hacemos un mal uso o abuso de los dispositivos. Hoy en día todo el mundo lleva un dispositivo en el bolsillo y muchos centros tienen ordenadores, si bien es cierto que otros no tienen dotación para utilizar la tecnología y muchas veces es el propio alumnado quien tiene el dispositivo. Esto nos puede servir de ayuda para trabajar la competencia digital, siempre con una educación adecuada, con una duración, con sus normas y pautas porque puede ser una herramienta muy poderosa en el aula que nos ayuda a aprender. Con un clic puedo aprender desde cualquier sitio, buscar información y verificarla.

Una de las competencias que tenemos es la de discernir si es cierta o no cualquier información y debemos educar también a nuestro alumnado para que no crean lo primero que leen, sino que contrasten y verifiquen. Si no los educamos, al final lo que tenemos son personas analfabetas digitales. Se habla de los nativos digitales, pero si no se educa, al final creo que tienen un arma muy poderosa que no saben utilizar.

¿A partir de qué edades estaríamos hablando?

Soy la primera que dice que de pequeños no se les debe acostumbrar al móvil. Como dice la pedagoga María Couso, no debe ponerse el móvil como chupete. Esto no lo puedo defender. Yo hablo de alumnado de secundaria, con quien tengo muy buenas prácticas, sobre todo de tercero y cuarto de ESO, ya estaríamos hablando de 15-16 años, y también de primero y segundo de ESO con algunos dispositivos, por ejemplo que sepan buscar en Google y que sepan adjunto un archivo en el correo, que después son especialistas en bailar en TikTok, pero no saben hacer cosas tan básicas como buscar información.

Otro melón que se abre es el de la Inteligencia Artificial. Mucha gente cree que nos lo da todo, y la Inteligencia Artificial también se equivoca. Hay que buscar información y saber contrastar porque si no, no tendremos personas competentes digitalmente.

¿Qué aplicaciones están en auge? ¿Flipped classroom para aprender haciendo y no memorizando, ABS (aprendizaje basado en proyectos), Mobile Learning con apps educativas en el aula…?

La mayoría de las herramientas educativas han incorporado esta inteligencia artificial para el profesorado. Esto no quiere decir que el profe trabaje más, sino que me hace ser más eficaz porque si antes tardaba tres horas en lo que ahora hago en media hora, puedo dedicar más tiempo de calidad docente para mi alumnado y no dedicar tanto tiempo a la burocracia.

Rosa Liarte en el acto de presentación de la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el curso 2023-24 | David Campos/FLC

Como ejemplo de aula invertida, existe una herramienta muy interesante llamada EdPuzzle que inventó un profe de Badalona que te permite saber si el alumnado ha visualizado el vídeo y, además, puedes incorporar preguntas dentro del vídeo y obtener notas. Esto te da una información que es increíble porque sabes en qué lugar exacto del vídeo el estudiante ha ido atrás, lo que te permite conocer las dificultades del alumnado a la hora de entender un contenido. Esto, en una clase de toda la vida, sólo tendrías a alguien afirmando con la cabeza o no. La tecnología me permite ir más allá como docente, no me quita el trabajo, sino que me da una información que yo, como docente, no tenía antes.

También existen metodologías activas como el ABP y muchas herramientas digitales que nos ayudan a trabajar, como el Book Creator o creador de libros, que te permite hacer libros digitales interactivos y que el alumnado cree material accesible para cualquier persona, incluso por a alumnado con discapacidad auditiva o visual. Trabaja mucho la creatividad y permite realizar unas creaciones increíbles.

¿Se trataría de hacer un libro desde cero sobre alguna materia, como historia o literatura?

Sí, nosotros, por ejemplo, hicimos un proyecto de guía turística interactiva de la Alhambra y trabajamos todo con Book Creator. También puedes hacer cosas en papel, tomar fotos y subirlas al libro. Yo no descarto, por así decirlo, el 1.0, sino que la tecnología es un medio más, también deben hacerse cosas a mano, pero la tecnología me permite hacer cosas que antes eran inviables. Ahora, mi alumnado ha pasado de ser un mero consumidor a ser un proconsumidor de contenido. Lo que busco es que ellos sean los creadores de contenido y que busquen información, y si además pueden beneficiar a otras personas, muchísimo mejor.

Después, también se pueden realizar vídeos con stop motion o podcast. Yo tengo un podcast como docente, pero también trabajo el podcast con mi alumnado. Trabajo muchas competencias, la idea es buscar un enlace al mundo digital, pero sin sacar el anterior, y que el alumnado trabaje muchas competencias, muchas materias, y que desarrolle habilidades del siglo XXI.

Como profesora de historia de instituto, en el debate entre entender o memorizar, ¿hay fechas históricas que deberían conocerse por cultura general o esto es un método antiguo porque lo pueden encontrar por Internet?

Hay muchas personas detractoras de la metodología activa que dice que el alumnado aprende menos o tiene menos contenido. No estoy de acuerdo en que yo no puedo ser competente si no tengo contenidos previos, y creo que es muy importante también la memoria; o sea, la memoria debe trabajarse, pero no se puede memorizar todo porque la memorización no me lleva a nada, sino que quizás me interesa más tener habilidades para saber encontrar información y ya después memorizar lo que necesite.

Cuando tú estás haciendo un aprendizaje memorable, acabas recordándolo

No descarto la memoria activa, mi alumno hace exámenes porque la vida pide exámenes y yo si quiero hacer una oposición tendré que hacer un examen. Todavía existe una parte de la sociedad que pide la memorística, pero si lo haces a través de un proceso que sea memorable para que lo recuerdes mejor. Así me decanté por la historia, porque mi profesor de historia me motivó y me hizo abrir algo que yo no sabía ni me gustaba. Hoy en día, se me considera especialista en tecnología educativa y yo, realmente, soy historiadora.

Cuando te emocionas, al final acabas recordando, y esto va muy enlazado al aprendizaje: cuando tú estás haciendo un aprendizaje memorable, acabas recordándolo; es lo que se conoce como aprendizaje significativo, un aprendizaje que llegue para el resto de la vida.

Tener cierta formación digital, ¿crea proximidad entre alumnado y profesorado?

La competencia digital ya es obligatoria. Los docentes deben certificarse en competencia digital, funciona como con los idiomas: B1, B2, C1, C2, ver marcado por la normativa europea. La competencia digital necesita una actualización constante, esto va a un ritmo frenético y esto también hace necesario descartar que depende de la edad, porque yo me he encontrado docentes una semana antes de jubilarse en una formación y con una competencia digital increíble , y también me he encontrado a docentes muy jóvenes que acaban de entrar y saben poco.

Lo mismo ocurre con el alumnado, pensamos que todo nuestro alumnado es nativo digital, cierto es que se han criado con pantalla, pero una cosa es tener competencia digital y otra saber utilizarla con destreza. Las habilidades deben saberse impulsar al alumnado, no a todo el mundo se le da bien la tecnología.

La Covid puso en evidencia la necesidad de adquirir esta competencia digital. La cóvido trajo cosas malas y buenas. Malas, porque existía una brecha digital, no todas las familias sabían conectarse y eso puso en evidencia muchos problemas. Algo bueno que trajo fue la digitalización de muchos centros, se avanzó mucho en tecnología educativa. Dimos un salto increíble en el uso de la tecnología educativa y se ha avanzado mucho en este aspecto tecnológico.

Dices que la tecnología ayuda al docente a organizarse y tener más tiempo para la tarea educativa, pero en tu caso, entre el podcast, las diferentes webs, las redes sociales… ¿De dónde sacas el tiempo para preparar las clases?

Yo me he dedicado al patinaje artístico sobre ruedas. Competía en altas competiciones e iba a los centros de gran rendimiento. Además, he sido siempre una persona activa. Esto me ha hecho terminar como docente, porque tengo esa actitud de querer aprender siempre. Creo que es una cuestión de actitud, si te apasiona y te gusta lo que haces, pues a mí no me duele estar un sábado editando un vídeo para mis redes sociales. No lo he buscado, ha ido surgiendo, en la vida imaginé que sería, como dicen ahora, creadora de contenido. Me lo dicen hace cinco años y me parece impensable, y ahora tenga que gestionar redes, blog, podcast y un montón de contenido que, la verdad, los profes agradecen. Que tu comunidad te anime, está muy bien. Después, también están las formaciones, los congresos y lo que tenga que llegar.

Rosa Liarte: “Con un clic puedo aprender desde cualquier sitio” | David Campos/FLC

¿Cuántos seguidores tienes en las redes?

En Instagram, 30.000. En Twitter, otros 30.000. El blog tiene millones de visitas. En Youtube tengo dos canales y entre ambos hay unos 50.000. Al final, sí, soy gestora de contenido o también, como dicen, “Edu-Influencer”. Esto supone una responsabilidad y cuidar lo que se publica. El podcast ya va por las 150.000 descargas, recordemos que es un podcast de educación.

La mayoría de los seguidores son docentes y familias. En ocasiones, me escriben familias preocupadas sobre el uso de las tecnologías. Existe un discurso sobre la demonización de la tecnología muy negativo. Yo me he creado entre pantallas y no quiero decir que sea una adicta, me pongo límites. Tengo mis límites en el móvil, y aquí es donde quiero llegar con esa educación de la tecnología. Me han escrito familias preocupadas porque a su hijo le motiva muchísimo la tecnología y justamente en el centro se la prohíben, algo que para mí no tiene mucho sentido porque prohibirlo no lleva a ninguna parte, lleva a sacar un problema durante media hora , pero lo tendrás más adelante.

En una misma aula, con o sin tecnología, hay alumnado que se distrae, que está más concentrado, que le gusta una u otra materia… ¿Adaptar las tecnologías a las diferentes casuísticas es más fácil, menos o igual de complicado?

Aquí es donde está la clave para mí. La tecnología me permite adaptarme al alumnado porque me permite accesibilidad y adaptarme a los distintos ritmos de aprendizaje. Antes ponía el ejemplo del vídeo que podían repetir cuantas veces quisieran y, con ello, yo puedo detectar quién tiene dificultades, quién lo ha repetido, cuántas veces necesitan… La tecnología lo que me brinda es la personalización del aprendizaje.

La tecnología lo que me brinda es la personalización del aprendizaje

Si tengo una clase con 30 alumnos, yo hablo y ellos me escuchan, no estoy personalizando nada, lo que estoy haciendo es un discurso. Si alguien no lo entiende, me pregunta y vuelvo a repetirlo, pero muchos no volverán a repetir por vergüenza porque no quieren interrumpir más. Para mí, la potencialidad de la tecnología es que me permite llegar a todo mi alumnado. Ahora que se diagnostican más casos, por ejemplo, de hiperactividad, puedo adaptarme, y lo mismo con alumnado con sobredotación, al que no siempre se le ha dado la importancia que merecía, y ahora la tecnología me permite investigar y personalizar mucho más el trabajo, puedo prestar atención a la diversidad gracias a la tecnología. Esto para mí es la apuesta del uso de la tecnología en el aula.

¿Sería ésta la principal ventaja? ¿La posibilidad de adaptarte más y mejor al aprendizaje de cada alumno y alumna?

Totalmente. He tenido alumnado invidente, hiperactivo, disruptivo… Con alumnos invidentes, me he preguntado cómo podía ayudarle, y con el alumnado disruptivo también me he preguntado qué le motiva o qué le gusta y cómo usar la tecnología. Esto no quiere decir que todo sea tecnología y no utilicen la libreta y el boli, pero la tecnología me sirve como motivadora y personalización del aprendizaje, y a mí me ayuda a ser más eficaz como docente. Para mí, estas tres claves son lo principal.

¿Y cuáles serían las principales desventajas? ¿En qué debería mejorarse?

La primera sobre todo es la distracción. La tecnología distrae mucho, es complicado que no entre en WhatsApp o no me ponga a mirar un Reel de Instagram. Por eso hablo de educar en el uso de la tecnología. Y la segunda, en educación, sería la formación constante, que puede ser agotadora. A mí, porque me gusta, pero también entiendo cuándo me dicen que una u otra herramienta ya la conté el año pasado y ahora ha cambiado completamente. También hay cierto miedo a las actualizaciones, que se estropee algo con las actualizaciones. Muchas veces se ve como un impedimento, o como un “y ahora tengo que aprenderlo otra vez”. A esto se suma una nueva ley educativa, una nueva burocracia, y un agotamiento que también viene de una cóvida y de dar clases con mascarillas, con exposición… Por eso, intento ayudar a los docentes a ver el uso fácil, con tutoriales rápidas , para que se puedan actualizar de la mejor forma posible.

Has presentado la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el nuevo curso. ¿Crees que se está formando una nueva comunidad de docentes y centros que defienden que tecnología y pedagogía no están reñidas?

No pueden estar reñidas porque sin pedagogía no se puede utilizar la tecnología. No defiendo la tecnología de subir un PDF o hacer un clic. La tecnología debe ir acompañada de pedagogía y creo que es por eso que la gente me sigue, porque explico cómo hacerlo para aplicarlo en el aula. Hay mucha gente a la que ya le ha despertado esta curiosidad y ha visto que es necesario llevarla de la mano, ya no sólo si tienes alumnado más pequeño, sino que también tú como docente puedes utilizarla para ayudarte en tu trabajo. No pondrás toda tecnología a niños tan pequeños, pero puede ir de la mano para ayudarte a ti con toda la gestión.

Sin pedagogía no se puede usar la tecnología

Creo que sí que hay una nueva generación de profesores que son conscientes de que esto es necesario. Todo esto se ha despertado a raíz de la Covid. Aquellos tres meses confinados y conectados hizo abrir a muchos profes los ojos en el sentido de que no tiene sentido conectarse sin más, sino que es necesario ayudar al alumnado para que comprenda mejor las cosas y hay herramientas que pueden facilitarlo. Esto lleva a un cambio de chip de muchos docentes, que se les ha abierto la chispa de la curiosidad, de investigar y cambiar un poco la dinámica. No se trata de sacar lo que había antes, porque yo no digo que una clase magistral sea mala, yo también las hago, pero es necesario ir incorporando cambios en las clases.

Comentabas que los proyectos deben tener un sentido. ¿Cómo se traduce ese aprendizaje en proyectos más palpables y sociales?

Yo hice un proyecto con mi alumnado que se hizo viral y que ya se ha repetido en cientos de centros. Está vinculado al tema de la igualdad de género. Empezamos a mirar cuántas calles había con nombre de hombres y cuántas con nombre de mujeres en Cártama (Málaga), donde estaba destinada. Fue en el curso 2016-17. Los resultados fueron abrumadores: más del 80% de las calles tenían nombre de hombre y menos del 20%, de mujer.

Fue el propio alumnado quien pidió llamar al alcalde y darle a conocer el proyecto, que se llama #Merezcounacalle, y propuso que, si se abrían calles nuevas, que por favor contemplaran que hubiera nombres de mujeres. El Ayuntamiento nos pidió una propuesta de mujeres que merecían una calle, y meses después le propusimos un libro digital con 300 propuestas de mujeres que merecían una calle. Meses después se abrieron cuatro calles con nombre de mujeres en el municipio, imagínate la emoción de realizar este cambio para mejorar tu entorno. Todo un Aprendizaje Servicio. Imagínate al alumnado ya mí abren las placas en las calles.

Cuando lo colgué en las redes, tuvo mucha repercusión. Google me nombró a Google Innovator como proyecto innovador, porque lo hicimos con Google Maps. El proyecto se ha replicado por muchos centros, se han unido más de 300 centros educativos y se han abierto decenas de calles con nombre de mujer en muchas ciudades, mejorando el entorno y trabajando en algo tan bonito como la igualdad, no sólo en España, me han llamado de Inglaterra, Francia, Panamá, Costa Rica… Hemos sido invisibilizadas a lo largo de la historia y, gracias a la educación, podemos hacer visible lo invisible durante años.

 

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La educación que queremos | Seres permeables en un mundo líquido

Por: Andrés García Barrios

En esta nueva entrega de «La educación que queremos», Andrés García Barrios comparte algunas reflexiones en torno al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Reflexiones en torno al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Es de noche, vamos de regreso a casa. G ―mi esposa― está al volante. Contenta, me dice que me va a mostrar el atajo que descubrió en estos días. Con asombro, veo como poco a poco se adentra en lo que sospecho será un gran desvío. G. me pide paciencia y sin embargo llegamos a un punto en que cualquier rumbo que ella elija será una desviación: el camino más corto quedó atrás. Su atajo resulta ser un rodeo enorme; eso sí, por pasos a desnivel bastante despejados por los que el auto avanza ágilmente, dándome una sensación de vuelo, de libertad. “¿Ves? ―me dice― ¿Es una buena ruta, no crees?”. Yo me río. Trato de disimular y ser amable. Hemos recorrido varios kilómetros de más, con gasto de gasolina y tiempo. Sin embargo, con mi disposición tranquila, el viaje me ha parecido ligero y sin inconvenientes. Llegamos a casa sin discutir. G. también está a gusto, no hemos batallado por saber quién tiene la razón.

De hecho, siempre hay mil razones para tomar una ruta diferente a la “correcta”. Razones que no tienen nada que ver con los razonamientos habituales, razones que ponen en entredicho nuestro concepto de error; razones que prefieren caminos mentales ágiles, con sensación de vuelo, por espacios amplios e iluminados. donde caben la intimidad y el afecto, el respeto y la consideración, y que dan por añadidura una experiencia de aterrizaje cuando uno llega a una conclusión. Razonamientos que tienen más que ver con invitar al otro a compartir una experiencia. Razonamientos que me recuerdan aquella frase de Blas Pascal, el científico y místico francés: “El corazón tiene razones que la razón desconoce”.

Darío Sztajnszrajber, popular escritor argentino y divulgador de la filosofía, propone que tomemos el significado de la palabra filosofía (amor a la sabiduría) poniendo más énfasis en el amor que en el conocimiento. Es lo que hace G. Seguro que cuando anda por ahí experimentando nuevas rutas, aprende algo y ama eso que aprende.

Al decir esto, me envuelven de súbito aquellos versos de Oliverio Girondo que se refieren a las mujeres diciendo: “No les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar”. Me envuelven, sí, y sin embargo son versos que no me gustan. ¿Quién se cree Girondo ―por muy poeta que sea― para decirles a las mujeres cómo deben ser, para pedirles que llenen sus expectativas y, a fin de recibir su perdón, se echen a volar? ¿Acaso él mismo es un ave altísima, un querubín, un veloz planeador a la espera de que las mujeres lo alcancen? Yo, la verdad, me lo imagino más bien como un gordo terrenal, apoltronado en su camastro y pidiéndoles a las mujeres que vuelen para él, que se eleven y lo diviertan con su vuelo. Sin embargo, a G. le encantan esos versos; así me lo dijo hace más de veinte años cuando la conocí. Tal vez esperaba que yo fuera ese hombre que la alentara a volar, que admirara su vuelo y la incitara a elevarse. Pero yo lo que hice en aquella primera cita fue criticar a Girondo.

Lo critiqué, sí, sin fingir el menor romanticismo. Pero bueno, al menos también le expliqué a G. por qué lo hacía. Finalmente, decir todo lo que pienso es mi debilidad. Es también ―ella y yo lo admitimos― una de las cosas que nos ha mantenido juntos. La otra es el hecho de que G. fuera más bien callada, al menos en cosas que yo consideraba esenciales. Ambas “debilidades” nos han mantenido unidos porque estando juntos hemos aprendido a escucharnos. Escuchar su silencio ha sido lo más difícil para mí. Hablar y escucharme ha sido el reto para ella. Así lo veo yo. Y juntos vamos aprendiendo y creando un espacio de habla y silencio, de comunicación.

Vamos creando un espacio de comunicación para nosotros y nuestros hijos. Tenemos dos. Deseamos que ellos aprendan de ese silencio rumoroso y parlanchín que hemos creado juntos, donde las palabras pueden hablar pero siempre intentan no decir “lo definitivo”, “lo correcto”. Lo intentan aunque no siempre lo logran: a veces rebasan la raya del silencio prudente, pero por lo general logran retraerse e incluso pedir una disculpa.

Zygmunt Bauman, el pensador polaco, describe el mundo actual como una modernidad líquida en la que todo fluye y escapa a nuestras manos, desbordando todas las verdades que podrían contenerla. En este mundo no hay dirección sino dispersión. Nada queda, nada se detiene para poder mirarlo, nada frena el tiempo suficiente para tomar un poco de ello. Me sorprende que esta imagen de la dispersión líquida sea también la que representa, según los antiguos chinos taoístas, a la necedad juvenil, que fluye por todas partes sin postura alguna ni dirección, y que sin embargo, gracias a su propia terquedad, acaba llenando todo y superando los obstáculos para seguir corriendo: así se hacen los ríos, los grandes cauces que hacen que la humanidad permanezca.

Una realidad líquida tiene la virtud de que nos enseña a ser permeables. El término permeabilidad (sinónimo, para mí, de comunicación) sirve a la idea principal de este artículo, que es despejar las telarañas ideológicas que se han fraguado en torno a las diferencias entre hombres y mujeres, efectuar un ejercicio de desaprendizaje que cuestione todos esos razonamientos contundentes que nos encierran a mujeres y hombres en nichos arbitrarios, en estereotipos “impermeables” entre sí.

Mi mente se remonta entonces al origen moderno de este tipo de cuestionamientos, es decir, más o menos al siglo XVI, cuando la humanidad comenzó a deshacerse de un sistema clerical que había convertido los misterios de cielo y tierra en reglas y obediencia, reprimiendo todo tipo de pensamiento autónomo. Al sentir que con su razón podía entender la realidad, el ser humano vio en el conocimiento matemático y científico la vía para recobrar el para entonces ya muy desgastado espíritu de trascendencia. La promesa inicial fue incluir a las mujeres en ese vuelo. Los salones de algunas ricas damas se llenaron de hombres y mujeres que discutieron juntos los importantes avances de la filosofía y la ciencia. Ellas, como figuras centrales de esas tertulias, influían ―indirectamente pero de forma contundente― en las oportunidades de los varones para entrar en los círculos académicos (que a ellas, por cierto, les estaban vedados). Además, al exigir que en sus salones se hablara sin pedantería sino con un lenguaje llano y comprensible para todos, se convirtieron en las primeras divulgadoras de la ciencia.

Pero aquel incipiente protagonismo les duró poco. El nuevo espíritu de trascendencia que se había distanciado de la religión oficial y que ahora veía a la razón como la cúspide de lo humano, no se separó sin embargo de la antigua dualidad filosófica entre alma y cuerpo. Ahora la mente, el intelecto, se elevaba sobre la naturaleza, intentando reducir el mundo material a objeto de estudio y satisfactor de las necesidades físicas. Siendo estas últimas indoblegables, resultaba necesario que alguien se hiciera cargo de ellas. La mujer, a quien se creía más apegada a la naturaleza,* era la candidata ideal para las tareas de esa materialidad cotidiana, como administrar el hogar y criar a los hijos.

Ya para el siglo XVII, las “mujeres sabias” eran objeto de burla (el gran dramaturgo francés Moliere cometió el error de ridiculizarlas en al menos dos de sus comedias). Muchas acabaron por ocultar su fuerza para conservar al menos el poder que les daba parecer débiles. Otras dieron la batalla. Sin embargo, la sociedad no era aún lo suficientemente líquida (lo suficientemente confusa e inasible) como para exigir la permeabilidad que en la época actual empieza a ser requisito de supervivencia. La ciencia apenas emprendía el vuelo y tardaría todavía mucho tiempo en alcanzar su punto más alto. Después de un siglo XIX que recrudeció tanto la fe en la verdad científica como la represión sobre la mujer (cuya inferioridad intelectual ahora estaba “científicamente comprobada”), los seres humanos vimos a la diosa Razón acercarse a su punto de mayor lucidez mientras sus alas empezaban a chorrear, como las del pobre Icaro que, sin tomar en cuenta que eran de cera, se acercó al sol demasiado.

Hoy, en nuestro mundo de alas licuadas y verdades líquidas, ya no tiene sentido que lo masculino y lo femenino (reales o estereotipados) permanezcan separados y empiezan por fin a permear uno hacia otro. Cada vez más juntos, hacen converger lo emocional/familiar con lo intelectual/social, cuya separación fuera herramienta clara del patriarcado racionalista que moldeó a la sociedad moderna. Aquí y allá, en rincones oscuros empieza a fraguar un nuevo mundo cuya principal característica promete ser una solidez moldeable. Al haberse perdido una valiosa oportunidad de igualdad, esa que fuera abierta en los inicios de la modernidad, una incipiente comunidad de seres permeables cuartea los moldes con una agresividad contenida por siglos: mujeres explosivas surgen para defenderse (a sí mismas y a todo su género) de hombres violentos que no quieren renunciar a tener la razón; otros hombres buscan y encuentran en la feminidad las cualidades que habían extraviado; algunos padres se quedan en casa a cuidar a sus hijos mientras las madres salen para dar a éstos un ejemplo de fuerza y feminidad. A nuestro alrededor, el aire mezcla todas las esencias, que vuelan quién sabe a dónde, sin dirección (todavía sin dirección), en busca de un hogar terrenal más promisorio. Van hacia él por atajos inciertos y desvíos de varios kilómetros (perdidos para la razón, pero recobrados para el corazón) antes de aterrizar.

***

Si bien, en la mitología bíblica, la mujer es la primera en desobedecer a Dios, comer del fruto que da “discernimiento” y ofrecérselo al hombre, es este último, Adán, el primero en conocer la deslealtad (característica que no se le puede imputar a la mujer): de inmediato la acusa con el creador: “Fue ella quien me lo dio”. Y reniega de Dios y de lo que antes le era propio: “Ella, la mujer que  me diste”.

Admiro más a Eva. Si bien esto puede ser visto como una forma de empatía personal, no deja de resultarme sumamente útil para tomar la postura que el mundo actual me muestra como la más justa: ponerme del lado de la mujer y de su lucha por la igualdad (algunas prefieren hablar de equidad).

Apoyar a las mujeres no es fácil para los hombres porque significa aceptar que hemos quedado en desventaja frente a ellas. Me explico. Al atribuirles durante siglos una superioridad afectiva y mayores cualidades para la crianza, hoy que demuestran su igualdad intelectual en todos los órdenes, quedan dueñas de aquellas primeras cualidades además de las de sus capacidades cognitivas y su inteligencia (nosotros nos quedamos sólo con nuestra fuerza y nuestro cuerpesote, y en muchos casos ni eso). El haberles hecho a un lado, reservando para ellas el mundo emocional, tuvo sus riesgos, y ahora vemos cómo crecen y amenazan con dejarnos a sus pies, en la sombra.

En todo caso, la importancia de impulsar la lucha por la equidad de las mujeres y en educar a nuestros hijos en ese sentido, radica en que son sobre todo ellas las que hoy ―al movilizar sus derechos corporales, intelectuales y espirituales― están enarbolando una bandera que pertenece a ambos géneros (ni modo, tenían que hacerlo, a veces con justa explosividad, y es que los hombres parecíamos dispuestos a seguir en el mismo estado de alienación durante mucho tiempo, marcando una serie de diferencias arbitrarias que no nos pertenecían de fondo, de ninguna forma).

Creo que una sociedad permeable acabará revelándonos que somos tan parecidos, que en realidad nuestro principal conflicto radica justamente en espejearnos siempre: querer, por ejemplo, que el otro sepa de antemano quién soy, qué quiero, qué necesito, todo sin tener que decírselo ni pedírselo. O bien en querer expresárselo a gritos sin dar tiempo a que el silencio lo muestre. Todo como si yo fuera un Yo repetido dos veces, un Yo mirándome al espejo (todo lo contrario de alguien permeable: más bien un Narciso).

* Parece que las mujeres siempre se han resistido mucho más que los hombres a perder su integridad y a renunciar a su naturaleza. Finalmente tenía razón Pierre Roussel cuando en un libro de 1775 decía ―creyendo señalar un defecto― que “la mujer no sólo es mujer por una parte, sino por todas las caras por las que puede ser contemplada”.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/la-educacion-que-queremos-seres-permeables-en-un-mundo-liquido/

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8 de marzo: ¡hasta aquí hemos resistido, ahora hay que seguir adelante! Brasil

América del Sur/Brasil/10-03-2023/Autor(a) y Fuente: sinasefe.org.br

Este 8 de marzo, SINASEFE reafirma su postura feminista, invitando a las sindicalistas y sindicalistas a reflexionar sobre la urgencia de combatir la opresión (machista, racista, LGBTQIA+fóbica, capacitista y discriminatoria) que enfrentan a diario las mujeres. Además de la reflexión, que es urgente y necesaria, el llamado de la entidad es a avanzar concretamente en estas luchas, tanto en sus propias filas como en la sociedad en general.

La lucha de las mujeres y la derrota de Bolsonaro y el fascismo

Para SINASEFE, el 8 de marzo es un momento oportuno para resaltar el papel que jugó la lucha feminista en la defensa de la democracia y en la derrota de Bolsonaro. Esta es una tarea política que las mujeres seguimos cumpliendo en la denuncia permanente del fascismo que aún insiste en extenderse por todo el país. “Entendemos que las mujeres jugaron un papel fundamental en la consecución de la derrota electoral de Bolsonaro. Salimos a la calle ya las urnas con fuerza para derrotar este proyecto machista y misógino de país. Momentos como los ‘toalhaços’ que realizamos, justo al inicio de la campaña electoral, son ejemplos de esa participación feminista en la definición de los rumbos de la política brasileña”, destaca la secretaria de política de la mujer del SINASEFE, Maíra Martins.

Hacer frente al acoso y la violencia en el lugar de trabajo

Además de la lucha política, es ostensible la acción del sindicato contra el acoso (moral y sexual) y la violencia machista en el ámbito laboral.

Durante el 3er Encuentro Nacional de Mujeres del SINASEFE (3ra ENMS) los temas estuvieron en la agenda del segundo (Condiciones de trabajo, carreras, maternidad y acoso como política de gestión) y tercer día (Violencia contra la Mujer – del Duelo a la Lucha) del evento . Además de los debates en mesas redondas, el evento también abordó el tema en un grupo de trabajo, impulsando la defensa de diversas acciones tanto a nivel interno como en el ámbito laboral y de vivienda de las mujeres.

Fomentar la formación de grupos de estudio sobre acoso y violencia en las secciones sindicales, como medida preventiva; la defensa de la renta básica para las mujeres víctimas de violencia doméstica; y la lucha por que las comisarías de la mujer operen las 24 horas del día, con profesionales preparados para acoger y asistir, son algunas de las propuestas del SINASEFE sistematizadas en la Carta de la 3ª ENMS .

Valorando a las mujeres que construyeron y construyen el sindicato

Entendiendo la desafiante tarea de la militancia sindical en el contexto sexista que enfrentan las mujeres (tanto ayer como hoy), la actual dirección de la Dirección Nacional saluda a todas las compañeras que ya se han mostrado dispuestas a sumarse a la lucha sindical.

Se prepara una revista especial del SINASEFE, en formato virtual, para recibir la presencia de más de siete decenas de mujeres combativas que ya integraron el Patronato Nacional a lo largo de estos 34 años de historia.

“Pero sabemos que la memoria y el reconocimiento por sí solos no son suficientes. El ámbito sindical y su política siguen siendo espacios de reproducción de la estructura patriarcal y el machismo. Nuestra lucha, en el ámbito del SINASEFE, se ha encaminado a la construcción de otros paradigmas del sindicalismo: más solidario, diverso, incluyente, acogedor y dialógico. Es un gran desafío romper con la práctica patriarcal (y neoliberal) de comunicación violenta, punitivismo, eliminación y borrado del otro. Queremos una unión que reúna a todos y dialoge, que no elimine a las mujeres, negros y negras, LGBTI+ y personas con discapacidad. Un sindicato con nuestro rostro, el de la clase obrera. ¡Por eso decimos que el SINASEFE será feminista o no será!”. , destaca el coordinador general del SINASEFE, Artemis Martis.

Igualdad de salario y condiciones de trabajo

Una de las directrices históricas del movimiento feminista, igual salario por igual trabajo, puede estar cerca de convertirse en realidad en Brasil. El miércoles pasado (03/01), la ministra de Planificación, Simone Tebet, confirmó que el gobierno presentará un proyecto de ley para garantizar la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres. El proyecto aún está en construcción, pero debe cambiar la Consolidación de las Leyes Laborales (CLT) y, una vez aprobada, la ley entrará en vigencia de inmediato.

Este miércoles (03/08), en el Palacio del Planalto, será el lanzamiento de acciones gubernamentales para garantizar los derechos de las mujeres, entre las acciones está el proyecto mencionado por la ministra Simone Tebet. El evento contará con la presencia del Presidente de la República, la Primera Dama Janja Silva y la Ministra de la Mujer Cida Gonçalves. Las mujeres del SINASEFE estarán presentes llevando las exigencias de la categoría.

En el servicio público federal, las mujeres son mayoría solo en carreras y cargos con salarios más bajos, e incluso dentro de la Red Federal de Educación, enfrentan desigualdad salarial en cuanto al acceso a la progresión, cargos directivos, calificación, guarderías. La invisibilización de nuestro trabajo, los numerosos casos de hostigamiento y persecución, las dobles y triples jornadas son algunos de los retos de las sirvientas para alcanzar el mismo nivel salarial que los sirvientes.

A pesar de las condiciones desfavorables para el ejercicio profesional y la participación femenina en la política, es necesario recordar que las mujeres de la Red Federal juegan un papel fundamental en las luchas históricas por la igualdad, la justicia y los derechos en Brasil, especialmente en la defensa de los servicios públicos y la educación. .

“Recientemente, en el momento más crítico de la pandemia del COVID-19 y el auge de la extrema derecha, salimos a las calles a denunciar la política genocida de manejo de la pandemia, reclamando ayuda de emergencia para los pobres, condiciones para la enseñanza a distancia de emergencia y una vacuna para todos y cada uno. Ante los duros ataques y la destrucción de las políticas públicas en nuestro país, las mujeres del servicio civil federal cargaron al Estado brasileño sobre sus espaldas. Aún con salarios congelados, enfermedades y sobrecarga de trabajo, apoyamos la atención de la población más vulnerable brindando servicios esenciales y básicos, como salud y educación. Mantuvimos la ‘primavera en los dientes’, dejamos nuestros hogares, nuestros asuntos profesionales y domésticos para valientementeTermina Artemisa.

Fuente e Imagen: https://sinasefe.org.br/site/8-de-marco-resistimos-ate-aqui-agora-e-preciso-avancar/

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Sobre la igualdad y la libertad

Por: Rodrigo Rettig Vargas

En Francia, el actual lema estatal de la República que viene desde la época de la revolución, es libertad, igualdad y fraternidad. Sí, la igualdad es tan relevante para ellos como la libertad. Y Francia no es Cuba o Venezuela. El problema con esta palabra nace cuando afiebrados regímenes en nombre de la igualdad mutilaron la libertad y, en consecuencia, generaron peor calidad de vida ahí donde quisieron mejorarla. La libertad y la igualdad no son valores contrapuestos, sino complementarios ya que son dos caras de una misma moneda que se llama justicia y quien pretenda construir justicia social, debiera atender a ambas virtudes. Esta es la madre de la discusión política, ya que tomar posición por una, la otra, o ponderar ambas, implica determinar cómo discurren prácticamente todas las políticas públicas que se aplican en un país. La condición para vivir una vida libre consiste en que las personas que constituyen una sociedad estén en relaciones de igualdad con otros en determinadas dimensiones.

Pero, ¿de qué igualdad se habla cuando uno la promueve? Esta palabra, junto a la libertad, son de aquéllas que tienen distintos significados y ello hace que sea de fácil caricaturización y de difícil comprensión el asunto sometido a análisis. Usted cuando promueve la libertad, ¿habla de la de tipo negativa (no interferencia) o positiva (capacidad de ejercerla)? ¿O ambas? Pues bien, en materia de igualdad, también existe esta disyuntiva. Hay que ponerle apellido a la igualdad, pero no cambiarle el nombre.

La igualdad que sería deseable promover y construir sobre ella, es la igualdad de todos en al menos algo, no de todos en todo. Nadie sensato debiera buscar que todos tengan un automóvil de una marca alemana o italiana en el frontis de la casa o que nadie tuviera un auto, sino que todos tengan iguales consideraciones de respeto, trato (ver concepto “Igualdad Democrática” de Elizabeth Anderson) y de condiciones de vida material. Y ojo, aquí se debe hablar de igualdad, no de equidad, que es la justicia aplicada al caso concreto. Hablar de equidad es admitir que la igualdad democrática, de consideración, ciudadanía y respeto, debiera ser objeto de un segundo análisis. ¿Cómo se entiende la igualdad democrática si cambiamos igualdad por equidad?

Asimismo, hablar de equidad en materia de Derechos Humanos (civiles, políticos, sociales) implica desconocer su carácter de derechos fundamentales, lo que permite afectar la máxima de que la titularidad de ellos está por el solo hecho de ser persona (distinto es el problema de la provisión). No tiene sentido plantear que, por ejemplo, existe equidad y no igualdad de todos para poder ejercer la libertad de expresión. En nombre de la equidad, que es justicia al caso concreto, ¿podríamos suspender el ejercicio de la libertad de expresión de alguien producto de determinadas características o circunstancias? ¿Cómo conversa la equidad cuando se habla de derechos civiles y políticos? La verdad es que no tiene mayor sentido. ¿Porqué modificar la conclusión anterior en razón de los derechos sociales que son los que dotan de condiciones de vida material para ejercer genuinamente la libertad? La equidad si bien deseable (sobre todo en materia jurídica), no es lo mismo que la igualdad en el lenguaje político, todo circunscrito evidentemente a un objetivo a largo plazo que permite progresividad, pero objetivo político al fin y al cabo.

Ahora bien, cuando se habla de condiciones de vida material nos referimos a ese conjunto de bienes primarios que permiten a los individuos poder desplegar su plan de vida de forma autónoma, sin atender al lugar en que nacieron o dónde desarrollaron su infancia. En este sentido, las condiciones de vida material aplicadas al caso concreto son los derechos a la salud, educación y seguridad social. Y aquí sí efectivamente quiero darle más consistencia a la palabra igualdad, por cuanto la problemática excede la igualdad de oportunidades, que como dijera Nils Christie en Los Límites del Dolor (1984): “es un arreglo perfectamente apropiado para transformar injusticias estructurales en experiencias individuales de frustración o fracaso”.

La igualdad de oportunidades permite desprenderse de analizar cuál fue el diseño en la carrera de la vida, quiénes dibujaron la pista y las posiciones ocupadas. Y si nos desprendiéramos del diseño y el resultado en materia de estos tres derechos, la crisis de octubre de 2019 no tendría mayor sentido. Todos los chilenos tienen la oportunidad de tener educación, salud y pensiones, pero el problema se presenta en el tiempo/acceso, calidad y eficiencia: salud que te permita vivir o ser atendido en tiempos dignos si no tienes recursos, educación que te permita competir si prescindes de medios económicos, y una pensión que permita tranquilidad a los adultos mayores.

Y, en esta dimensión, una lucha por igualdad pareciera tener más consistencia, le da más robustez a la problemática, que una lucha por igualdad de oportunidades y/o suficientarismo. Implica tener un grado de compromiso mucho mayor en la mejora de lo referido.

El profesor Agustín Squella en su libro que analiza esta palabra (“Igualdad” Universidad de Valparaíso, 2014) nos menciona que Pierre Rosanvallón en su célebre obra llamada “La Sociedad de los Iguales” explica que la carrera de la vida se asemeja bastante a lo que son las competencias deportivas identificándolas como “El Teatro de la Igualdad de Oportunidades”. Efectúa analogías explicando que en muchos deportes se complementa la igualdad de oportunidades o “igualdad de inicio”, precisamente para entregar más justicia a los resultados. Se cita a la carrera de 100 metros planos, en la cual no tan solo importa el punto de partida, sino que existe una cámara que determina el resultado, incluso después de ella existe el control antidopaje. Sumo a ello que en el básquetbol los equipos peores situados en el término de temporada, eligen primero en la siguiente a los jugadores de mejor rendimiento que vienen de las universidades, y así.

En consecuencia, para determinar la justicia de un contrato social, es relevante analizar no tan solo el lugar de dónde se parte, sino que también se debe atender a problemas de diseño y posiciones. Que te atiendan en un año una dolencia en el sistema de salud público versus al día siguiente en el sector privado contra el pago de sumas no menores de dinero, pareciera que no es tan solo un problema de oportunidades o de inicio.

Finalmente, el llamado es a no temerle a la palabra igualdad por culpa de fanáticos que en su nombre ahogaron la libertad haciendo a todos iguales en desdicha, sino que a tener un real compromiso por esta virtud, ponderándola prudencialmente con la palabra libertad, tal como se conjuga a ésta con la seguridad pública (menos libertad, más seguridad). Francia, país que si bien es cierto ha tenido sus problemas, ha demostrado que ambos objetivos son perfectamente aplicables en conjunto siendo incluso deseable hacerlo, tal como nos lo ilustrara uno de los filósofos políticos más relevantes del siglo XX, John Rawls, padre de la corriente llamada (vaya novedad) “liberalismo igualitario”.

Rodrigo Rettig Vargas

Abogado Magíster en Política y Gobierno

Candidato Consejero Constitucional Región Metropolitana

Pacto Unidad Para Chile

Fuente de la información e imagen:  https://www.diarioconstitucional.cl

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Construyendo cultura de paz desde la escuela

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

Una escuela centrada en una cultura de paz posibilita recuperar la esperanza, la capacidad de soñar en realidades nuevas, la capacidad de construir nuevas relaciones con nosotros mismos, los demás y con nuestro entorno.

En la entrega que hiciéramos el pasado 1 de agosto iniciábamos planteando lo siguiente:

“Partiendo de la idea de que cultura de paz es el marco de relaciones que promueve el respeto mutuo en todo el sentido de la palabra, el diálogo franco y fraterno en la resolución de las diferencias, de los conflictos y la búsqueda de los consensos, la vida digna en un ambiente de armonía consigo mismo, con los demás y el entorno, su apuesta, presupone el desarrollo y promoción de valores, actitudes y comportamientos que fomenten el buen vivir juntos en el marco del respeto a la persona en su integridad biopsicosocial.”

No tenemos ninguna duda acerca de la misión que tiene el hogar, la familia, en el desarrollo de valores esenciales para la convivencia humana. Ese primer espacio de vida y de socialización inicia la conformación de nuestro ser y de nuestra personalidad. En un contexto de relaciones donde prima lo afectivo, aprendemos a sentir los primeros efectos del amor y la ternura, del susurro amoroso bajo la calidez del pecho materno que nos cobija y apacigua, haciéndonos seres sensibles al vínculo con los demás. En esta etapa se inicia un proceso de interiorización de normas sociales y culturales, como el desarrollo de algunas habilidades y capacidades para desenvolvernos en la vida social, al mismo tiempo que la construcción de nuestra identidad personal, y que luego será personal y social. Para muchos niños y niñas este proceso se ve complementado, de manera importante, en las guarderías o jardines de infancia. Nos hacemos seres humanos. Las políticas públicas de la primera infancia deben velar por el buen desarrollo de esta etapa de la vida como garantía de una sociedad centrada en el bienestar colectivo.

La escuela, desde el nivel inicial, continúa este proceso incorporándonos a una nueva forma de relación social en el cual confluyen otras niñas y otros niños de hogares distintos y con características diferentes. Y aunque guiados por principios afectivos principalmente, inician los procesos de construcción de ciudadanía en el marco del reconocimiento que hay otros niños y otras niñas, con los cuales se deberá ampliar el proceso de aprendizaje iniciado en el hogar, bajo el cuidado y las atenciones de quienes tienen y asumen esa noble tarea.

En esa perspectiva cobra una particular importancia el vínculo familia-escuela-comunidad, que deberá generar las actitudes como los comportamientos que al mismo tiempo que nos hacen ser seres particulares, crezca en nosotros la conciencia de ser un ser situado en un contexto social y cultural determinado. La identidad personal y social cobra una dimensión de gran significación en la conformación y desarrollo nuestra estructura mental como de nuestros comportamientos.

La escuela debe constituirse en un espacio capaz de construir una nueva ciudadanía para una nueva sociedad. Este deseo y aspiración cobra mayor importancia en la época que vivimos donde predomina una cultura consumista e individualista, sexista, simplista, violenta, intolerante como discriminatoria, excluyente y centrada en una vida de atajos sin mediar consecuencias.

La dinámica de relaciones que supone la escuela debe ser capaz de apostar al desarrollo de una conciencia centrada en la solidaridad, la igualdad y equidad, la compasión y la bondad, el respeto a sí mismos, a los demás y a toda forma de vida. Para ello, la escuela debe organizarse para que primen en ella relaciones centradas en el diálogo abierto y la participación, en el respeto a los demás, a pesar de sus formas distintas de pensar, en el ensanchamiento de nuestros esquemas mentales a través del aprendizaje significativo.

La escuela debe convertirse en un espacio de construcción de una cultura de paz, comprometida con ella en todas sus acciones y vida cotidiana, desarrollando y proponiendo, al mismo tiempo que promoviendo normas de convivencia centradas en las relaciones positivas con los demás y el entorno. La escuela, como organización para aprender, debe organizarse desde la entrada a la salida de sus estudiantes y todo el personal, para propiciar actitudes que predispongan a comportamientos personales y colectivos centrados en el diálogo como vehículo indispensable para enfrentar y resolver las desavenencias y los conflictos; al mismo tiempo y como espejo de cuanto sucede en su entorno y la realidad global, debe posibilitar el modelar nuevas maneras de enfrentar, pensar y actuar en esa misma realidad.

Se trata entonces de aprovechar todos los recursos que en ella confluyen (personas, tradiciones, valores, organizaciones, etc) de tal manera, que permitan la formación integral centrada en la persona y la conciencia de ser parte de una colectividad comunitaria, nacional y planetaria. La escuela debe responder a las necesidades y realidades en que viven inmersos sus estudiantes, posibilitándoles otras maneras de encararlos, analizarlos y comprenderlos, pero, sobre todo, actuando en función de la cultura de paz que asume y promueve como guía.

Desarrollar estrategias que promuevan la paz en la escuela, la familia y la comunidad, se constituye en un propósito fundamental, de cara al desarrollo psicoemocional y cognitivo de sus estudiantes.

Por supuesto, los maestros y todo el personal que labora en la escuela deben estar capacitados para constituirse en referentes claves en la construcción de nuevas relaciones centradas en la paz y en nuevas maneras de enfrentar, comprender y actuar antes la realidad misma. Así la escuela empezará a prefigurar la sociedad que todos anhelamos.

Una condición necesaria para asegurar este proceso es la promoción de redes de escuelas, que en el intercambio presencial o virtual, puedan compartir experiencias posibilitando la construcción de una nueva cultura escolar nacional.

Por eso, la escuela es un escenario clave para que los alumnos y todo su personal, aprendan nuevas maneras de comprender, nuevas maneras de ser, así como nuevas maneras de vivir juntos y aprender a aprender, como muy bien señala Jacques Delors en su libro “La educación encierra un tesoro

Fuente: https://acento.com.do/opinion/construyendo-cultura-de-paz-desde-la-escuela-9099722.html

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