Por: Diana Alba/panamericana.com.pa/26-09-2018
…. es la escuela la que produce las desigualdades sociales, ya que marca los parámetros que se deben cumplir para incorporarse al mercado laboral.
La educación en Panamá, ha tenido importantes avances en las últimas décadas, en especial, en el acceso y la cobertura en todos los niveles de enseñanza; llámese educación preescolar, primaria, premedia y media. Aunque se ha logrado una cobertura universal en primaria, la reducción de la deserción escolar, una mayor permanencia de niños y niñas en el sistema y mejoras en la paridad entre los géneros, el analfabetismo, sobre todo en las áreas indígenas, sigue impactando con mucha fuerza, situación coincidente con los elevados niveles de pobreza y extrema pobreza en algunas áreas de nuestro Panamá.
Nuestros estudiantes, están siendo afectados por tres (3) ámbitos fundamentales: la familia, la escuela y la sociedad. Existe una gran desigualdad, más que nada en el aspecto social, debido a la mala distribución de la riqueza, que permite grandes lagunas entre ricos y pobres.
Aunque nuestro país es inmensamente rico, esa riqueza no llega a los estratos más bajos, probablemente, por un omnímodo poder de los gobiernos y una pérdida de los valores esenciales que permitan un trato igualitario en materia social y educativa. Se puede corroborar los altos porcentajes de pobreza en aquellas áreas de baja escolaridad, como son los casos de las comarcas, seguidas de Darién. En nuestro país, estamos siendo objeto de una desigualdad en temas sociales en los que nuestra sociedad, en su conjunto, está siendo castigada a diario por noticias que hablan de inseguridad, corrupción, ausencia de valores, pobreza, escasez de empleos, marginación, crisis económica, ignorancia, migración, malos gobiernos y así, un sinfín de situaciones que castigan y lastiman el día a día, sobre todo, de aquellos de estratos sociales medios, bajos y, por así decirlo, extremadamente bajos.
La corrupción, violencia, violencia intrafamiliar, la delincuencia, inseguridad, la desaceleración económica, desintegración familiar, desigualdad en salarios, falta de empleos, tráfico de drogas, son elementos que inciden en forma negativa en la sociedad ya que la mayoría de las veces la población se hace esclava de la ignorancia en lugar de crear fortaleza educativa.
Cada día, vemos con tristeza, cómo los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres. Las personas de estrato social más alto o mejor conocida como clase alta, se sienten seguros de dominar a las personas de estratos sociales bajos, mal llamados perdedores y, se aprovechan, solo para tener y poder satisfacer sus necesidades individuales y familiares; pero, a su vez, hay perdedores conformistas que se componen de estratos medios, formados de gente esforzada y muy trabajadora.
Panamá es un país pacífico y conformista; es por esto que se ha ido perdiendo la identidad de sus habitantes. Lamentablemente, nos cuesta valorar las potencialidades que tenemos individualmente y como país, puesto que poseemos muy buenas políticas sociales; pero no se ejecutan con la eficiencia necesaria, por lo que no se alcanzan los objetivos que se deben lograr en sus habitantes y la comunidad,no percibe el bienestar social digno de una nación que posee un eficiente sistema bancario, un Canal que desearían tener otros países (como Nicaragua, por ejemplo), una gran Zona Libre (en Colón) y otras actividades que, deberían brindar los ingresos necesarios para una economía estable y una muy buena calidad de vida, sobre todo para invertir en educación.
La educación en la población es el camino que marca nuestra propia identidad, y sienta las bases para que cada miembro de la sociedad en los niveles de clase media, pobres y extremadamente pobres, puedan tener y mejorar su calidad de vida. Una educación en la que además de aprender a desarrollar las capacidades necesarias para superar los escollos en el camino y defender su supervivencia para mantener una buena calidad de vida, se inculquen valores cívicos, ética, espiritualidad, orientación, urbanidad y moralidad, entre otros.