En contra de la “meritocracia»

Buenos Aires, Argentina / 24 de Mayo 2016 /Autor: Antonio Galarza. Fuente Antonio Galarza

Nací en un hogar humilde, hijo de una empleada doméstica (o sirvienta, como le decían realmente a mi vieja) y un empleado administrativo. El menor de siete hermanos. Durante los noventa (y antes y después, pero especialmente en los noventa) nos cagamos de hambre, siempre juntando el mango para nunca llegar a fin de mes. Vi a mi viejo un par de veces desocupado, la primera en pleno contexto menemista, después del corralito de Erman González. Durante ese tiempo sin trabajo, había adoptado la costumbre de salir a la noche a caminar con mi mamá. Con el tiempo me di cuenta que “caminar” significaba ir a algunas panaderías a buscar algo de lo que había sobrado del día -las cortezas del pan de miga, por ejemplo- para darle de comer a sus hijos. Tiempo después, ya con trabajo cuyo sueldo nunca alcanzó y con demasiado esfuerzo, me mandaron al secundario a un colegio confesional, a ver si la educación privada me daba alguna oportunidad en la vida.

A los 15 años tuve mi primer trabajo de temporada: en negro por supuesto, armando quemadores de calefón desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde, de lunes a sábado. También fui repartidor en una verdulería. Como era de esperar, allá por 1999 la cosa no daba para más y antes de terminar el industrial me tuve que poner a laburar de forma permanente en una fábrica. Terminé el colegio trabajando a la tarde-noche y con el sueldo pude pagar el último año de cuotas, que con lo que cobraba mi viejo ya era imposible de sostener y debíamos muchos meses. Seguí laburando en la fábrica dos años más (y en mis “ratos libres” me clavaba ocho o diez horitas trabajando de cocinero) hasta que en agosto de 2001 me rajaron de todos lados. No tenía guita para pagarme un pasaje a España, ni ciudadanía. Para mí, como para muchos, no había una Europa adonde escapar.

Como siempre había sido buen estudiante, con 21 años y perspectiva de nada, en el 2002 empecé el profesorado en historia en la Universidad pública. Al mes de empezar, sin un mango, lo rajaron a mi viejo del trabajo, sin pagarle nada. Nos volvimos a cagar de hambre, literal, aunque ya estábamos todos grandes y no hacían falta “caminatas”. El primer año lo sorteé gracias a vender la guitarra y apuntes prestados, y algún que otro trabajito que duró poco y nada. Ya en segundo, conseguí un plan “barrios bonaerenses” que me ayudó a pagar apuntes hasta que saqué beca de ayuda económica en la facultad. También volví a trabajar en gastronomía en las temporadas de verano (una fábrica de pastas, una parrilla, un hotel 5 estrellas, algunos café-bar y la fotocopiadora de la facultad me contaron entre sus filas durante los cinco años que duró la carrera). Con esfuerzo, tras largas noches de estudio metido en la cama para no gastar gas, tirando todo el día en la facultad a fuerza de mate y galletitas, siempre en bici pese al frío marplatense, me recibí en 2007 de profesor en historia, con diploma de graduado sobresaliente. Gracias a las buenas notas que siempre tuve accedí a becas, de la Universidad primero y de CONICET después. Me recibí de licenciado y de doctor en historia. Me dediqué de lleno a la investigación, algo que ni siquiera imaginaba cuando empecé a estudiar. Gané un concurso como ayudante en la misma Universidad donde estudié, en la que ahora doy clases, y soy investigador de CONICET. Hoy soy un privilegiado porque laboro de lo que me gusta y puedo vivir de eso.

Según el lente con el que mires mi historia, puedo ser un claro ejemplo de MERITOCRACIA. Al menos según la ideología que nos quieren vender hoy desde los medios masivos y desde el gobierno: salí de pobre gracias al esfuerzo personal, pese a todas las dificultades, lo que se dice un auténtico SELF-MADE-MAN. Mi historia pegaría bien en una publicidad decorada con globos amarillos que intente mostrar que el sistema funciona bien y que el mercado siempre le da oportunidad a los que saben esforzarse. Hasta podría dar una charla de auto-superación personal para alguna fundación u ONG inventada por algún garca para no pagar impuestos.

Pero no. Como muchos, le metí esfuerzo, sudor y lágrimas, sí. Pero sin el ESTADO, sin la ayuda de políticas concretas -becas de ayuda económica, becas de investigación, educación PÚBLICA- hoy seguiría cortando chapas o preparando comidas en algún restorán, trabajos dignos si los hay, por supuesto. Pero las políticas de educación pública y gratuita, las ayudas económicas para estudiar, el apoyo al sistema científico, me dieron la oportunidad que jamás hubiera tenido por haber nacido pobre. El esfuerzo tiene que estar, sí, pero cuando te tocó perder de entrada, como fue el caso de mi familia, si el Estado no te ayuda, olvídate: el esfuerzo, con suerte, te sirve para subsistir, mal, como a mi abuelo o a mis viejos. SIN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA (y la Educación pública en general) es imposible. Por más esfuerzo que le hubiese metido, nunca hubiera podido estudiar en una Universidad arancelada o con ingreso restrictivo que significaba tener que pagarme un apoyo y no poder trabajar. No nos comamos “el chamuyo de la meritocracia”, ni el de que la gente tiene que recuperar la cultura del sacrificio o que a la universidad no se va a hacer política. No tenemos que recuperar nada porque nunca lo perdimos, y la política forma parte de la educación y de nuestras vidas. Lo que ese discurso persigue en realidad es legitimar el desfinanciamiento de la educación pública, porque la consideran un gasto y no una inversión: que nadie se queje, que nadie haga un paro o una marcha.

Lo único que tiene que hacer el gobierno es aumentar el presupuesto educativo, para que más pibes -como yo en su momento- tengan la oportunidad de estudiar.

Autor: Antonio Galarza. Doctor en Historia, profesor de la Universidad Nacional del Plata, departamento de Historia. Socializado por: Carlos A. Bracho León

Fuente Web: https://mdp.academia.edu/AntonioGalarza

Fuente imagen: http://palabrasalmargen.com/images/Imagenes_articulos/internas/50_Paul.jpg

 

 

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Nueva Zelanda: Informe especial la inversión a ciegas en la educación temprana.

Asia/Nueva Zelanda/03.05.2016/Autor: Kirsty Johnston/Fuente:http://www.nzherald.co.nz/

El Gobierno está invirtiendo $ 1.5 mil millones cada año en la educación de la primera infancia, sin detenerse a medir si el aumento está ayudando a mejorar el desarrollo de los niños.

Los directores de escuelas primarias dicen que a pesar de un enorme aumento en la participación preescolar, no están viendo mejores habilidades tempranas de alfabetización y aritmética entre los 5 años de edad, con un poco preocupados de que está empeorando.

la educación principal asesor científico del Gobierno, el Profesor Stuart McNaughton, dijo que no tenía que haber maneras de entender mejor los efectos de la educación de la primera infancia y lo bien que se cumple con las necesidades de las familias y los niños.

«Creo que es una falta de ética no saber qué tan bien estamos al servicio de nuestros hijos», dijo McNaughton.
«No sabemos de ninguna manera sistemática justo lo que la calidad es realmente como en el suelo, que no sea a través de indicadores de» buen práctica’.

Las revelaciones sobre la falta de seguimiento en una de las políticas de educación más caras del Gobierno fueron revelados por las preguntas del Partido Verde a la ministra de Educación Hekia Parata, y se producen en medio de una investigación en NZME se cale el logro de la enseñanza primaria.

Ms Parata dijo a pesar de la enorme inversión en la primera infancia, no hay datos ha sido necesario buscar en el impacto de la política estaba teniendo en la preparación escolar.

Los críticos dicen que la calidad variable dentro del sector de la primera infancia es una de las razones los niños llegan a la escuela sin las habilidades que necesitan para sacar el máximo provecho del aprendizaje formal, lo que significa que están en riesgo de quedarse atrás.

«Pero se necesita maestros calificados para proporcionar entornos de aprendizaje de calidad. Y no estamos poniendo dinero en ECE de calidad.»

Frances Nelson, directora de la Escuela Fairburn, dijo que se han preocupado durante mucho tiempo por las habilidades de alfabetización y aritmética de los estudiantes como los nuevos operadores, sobre todo en el lenguaje oral.

«En todo caso, estaríamos pensando que es el deterioro. Desde luego, conseguimos un montón de niños con dificultades de aprendizaje que no están siendo recogidos en el preescolar, por lo que no está recibiendo la intervención temprana que necesitan.»

El aumento de la participación

Participación en ECE ha aumentado de manera constante durante la última década.Al mismo tiempo, el gasto se ha triplicado a $ 1.5 mil millones en 2015. El Gobierno está tratando de alcanzar un objetivo del 98 por ciento de participación, diciendo educación infantil de alta calidad podría aumentar el rendimiento a largo plazo y ayudar a los niños en situación de riesgo.

Se requieren Centros de ser evaluados periódicamente por la Oficina de Evaluación de la Educación para garantizar que cumplen las normas. Sin embargo, la última vez que un estudio sistemático se realiza en los niveles de alfabetización y aritmética primeros fue en 2000.

Se encontraron grandes diferencias por nivel socioeconómico, con los niños pobres más probable que sea incapaz de completar las tareas de evaluación de entrada de la escuela, tales como números de identificación, volver a contar una historia o saber qué camino sostener un libro.

Ya sea que ha mejorado es imposible decir. En la actualidad, los únicos datos nacionales sobre los niveles de aprendizaje temprano que se recogieron después de un año de la escuela.

Esto demuestra que en los últimos tres años, la proporción de niños en los niveles esperados a través de la lectura y la escritura en el año 1 ha disminuido en varios puntos porcentuales, mientras que las matemáticas ha permanecido igual.

Esos niños eran de una cohorte con algunos de los más altos índices de asistencia para la primera infancia de la historia. Más del 95 por ciento habían sido ya sea a la guardería, educare, playcentres u otros servicios de educación inicial durante al menos alguno de los dos años a 2013.

«En este caso, prefiero invertir» …

El sector de la primera infancia se ha resistido a cualquier tipo de medida formal de los resultados, prefiriendo confiar en la evidencia de los estudios longitudinales que muestran los efectos positivos del aprendizaje temprano en la vida posterior.

John Diggins, en calidad de ejecutivo en jefe de la Primera Infancia de Nueva Zelanda, dijo que por lo general se ha acordado en el sector de la educación que los niños tenían el primer año en la escuela para asentarse y orientarse antes de ser «evaluado» formalmente.

«Las pruebas formales alentaría la enseñanza de un conjunto muy limitado de habilidades, de los que se probaron, en lugar de proporcionar las experiencias de aprendizaje diversas que forman parte de la educación de la primera infancia de alta calidad», dijo.

El Ministerio de Educación, dijo que no hay planes actuales para recopilar datos de todos los servicios de la CEE sobre preparación para la escuela, la alfabetización o aritmética, y que las escuelas podían elegir si hacer evaluaciones de entrada.

Se animó a las escuelas y centros de ECE para compartir información para apoyar buenas transiciones a las escuelas.

Ms Parata dijo que, en el gobierno, siempre había una elección entre la medición de las cosas e invertir en cosas conocidas para hacer una diferencia. «En este caso, prefiero invertir», dijo.

Ms Parata dijo de acuerdo con una revisión de la Oficina de Educación de la opinión, la inmensa mayoría de los proveedores de servicios para la primera infancia se cumple o supera los estándares que se esperan de ellos.

«Menoscabar la inversión» …

La preocupación por la educación de la primera infancia han estado circulando desde que el Gobierno Nacional llegó al poder en 2008, los incentivos para todos los maestros de corte para ser calificado, mientras que agresivamente dirigido a las familias a poner a sus hijos en la atención.

En los últimos años, varios estudios han expresado su preocupación por enormes variaciones en la calidad de los servicios para la primera infancia en Nueva Zelanda, en gran parte, en relación con lo bien que los maestros se extiende la confianza y el conocimiento de los niños.

Por ejemplo, en 2011 un informe de Educación Oficina de Revisión en la alfabetización dijo en algunos centros, educadores carecen de la comprensión de las prácticas de alfabetización y aprendizaje adecuados.

El informe señaló que algunos centros no pudieron proporcionar actividades de lectura interesantes para los niños, mientras que en el otro extremo de la escala estaban tratando de enseñar lecciones de la escuela al igual que a los niños muy pequeños, apagarlos aprendizaje.

Un informe del Grupo Asesor del Gobierno sobre el Aprendizaje Temprano advirtió el año pasado el Gobierno corría el riesgo de «socavar su inversión» ya que no se requiere que todos los maestros para ser calificado.

«Los maestros sin formación inicial del profesorado pueden no tener las herramientas conceptuales que necesitan para sacar el mejor provecho del desarrollo profesional.

«Por ejemplo, el desarrollo profesional en áreas clave como la lectura y las matemáticas puede ser eficaz si los profesores no sepan ya los conceptos esenciales de lectura y matemáticas pedagogía.»

La portavoz de educación del Partido Verde Catalina Delahunty dijo que el Gobierno era muy consciente de sus propios estudios que ECE mala calidad podría ser destructivos, y para ejercer una regulación para asegurar tamaños de los grupos más pequeños, el 100 por ciento de maestros capacitados, y bajas relaciones entre adultos y niños.

«Los problemas en el sector ya han sido identificados por el Ministerio de Educación, pero ninguna acción tomada,» dijo la Sra Delahunty. «No es ciencia de cohetes para trabajar en lo que son las soluciones.»

A principios experto en educación infantil profesora Carmen Dalli, de la Universidad Victoria de Wellington, dijo que el asunto era algo más que asegurar que los niños estaban listos para la escuela.

«Esto es sólo parte de la breve. Estamos tratando de crear hijos de manera integral seguro y competente, y para apoyar a las familias», dijo.

«Los niños tienen derecho a la mejor sociedad tiene que ofrecer. Y el gobierno tiene la responsabilidad de proveer para ellos.»

Profesor Dalli dijo que sería mejor primer turno de una fuerza de trabajo completo ya que no había evidencia de que crearía mejores resultados para los niños.

«No hay ningún punto de medición de un sistema imperfecto. Cuando tenemos un sistema que tenemos fe en entonces podemos hablar de los efectos.»

Kindy vital enseñar habilidades para la vida

Tauranga Región Asociación Kinder director Peter Monteith cree que la educación de la primera infancia no se detiene en la preparación de los niños para la escuela primaria.

Dijo que la educación de la primera infancia también fue importante para ayudar a los niños con el desarrollo de habilidades para la vida.

«Nos centramos en la disposición para el aprendizaje, no sólo el conocimiento, sino también la curiosidad y la investigación», dijo.

«En términos de nuestros jardines de infantes, que hacen preparar a los niños para la escuela y el aprendizaje futuro.»
, Dijo el señor Monteith en su experiencia, la educación de la primera infancia permitido que los niños tengan una «educación es muy abultado».

«Permite a los niños a explorar académicamente … y explorar físicamente, tales como las áreas al aire libre, y les anima a explorar y estar en contacto con la naturaleza.

«No somos simplemente el cuidado de niños – es un enfoque verdadera educación.»

Dijo que estaría preocupado si la educación de la primera infancia se centra únicamente en la preparación de la escuela primaria, porque eso sería limitante para los niños.

«Es posible que se pierda trozos enteros.»

Sr. Monteith hizo hincapié en cómo las habilidades de socialización importantes eran para los niños que salían de jardín de infantes a ir a una escuela primaria.

«Ellos van de una escuela, de 30 a 40 años para, en algunos casos, de 600 a 700. La socialización es muy importante en la educación de la primera infancia.»

Dijo que la Oficina de Evaluación de la Educación supervisó actuaciones de jardín de infantes, lo que significaba la educación que se imparte estaba siendo revisada regularmente.

Sr. Monteith dijo que la asociación obtuvo retroalimentación de los padres en el año 2014 en su educación de la primera infancia, y los «datos fue abrumadoramente positiva de los padres».

«No nos sorprendió, pero es alentador tener que confirmó,» dijo.

 Anna Whyte.

Fuente: 

http://www.nzherald.co.nz/bay-of-plenty-times/news/article.cfm?c_id=1503343&objectid=11632636

Imagen: http://media.nzherald.co.nz/webcontent/image/jpg/201619/SCCZEN_shutterstock_211281496_300x200.jpg

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