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Desarrollo latinoamericano pasa por invertir en las adolescentes

www.elpais.cr/11-07-2916/Por: Estrella Gutiérrez, IPS

América Latina tiene en sus chicas adolescentes una fuerza crucial para generar cambios que impulsen su desarrollo sostenible, si invierte en promover sus derechos y corregir la desigualdad de sus oportunidades, aseguró la directora regional de ONU Mujeres, Luiza Carvalho.

“Una adolescente empoderada conoce y puede hacer valer sus derechos, posee herramientas para tener éxito y es motor de cambios positivos para sus comunidades”, subrayó en entrevista con IPS desde la sede regional de la organización en Ciudad de Panamá.

Son a esas adolescentes y a sus pares varones, planteó, a quienes corresponderá un papel protagónico en sus sociedades cuando se complete la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, entre cuyos objetivos está promover la igualdad de género. Invertir en las chicas de hoy, dijo, tendrá un “gran impacto transformador en el futuro”.

“Invertir en educación y protección contra la violencia, son herramientas importantes en la potenciación de las capacidades de adolescentes y mujeres jóvenes, así como en la promoción de la igualdad de género”: Luiza Carvalho.

El mundo cuenta con la mayor proporción de niños y jóvenes entre 10 y 24 años de su historia, 1.800 millones de la población total de 7.300 millones, y de ellos 20 por ciento aproximadamente viven en América Latina y el Caribe, recordó la brasileña Carvalho.

De los 634 millones de habitantes que tiene la región, según cifras suministradas a IPS por la oficina regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), 57 millones son niñas y chicas adolescentes de entre 10 y 19 años, que viven mayoritariamente en ciudades.

Justamente, el tema del Día Mundial de la Población, que se celebra el 11 de julio, es este año el de la inversión en las adolescentes, bajo la premisa de que transformar su presente para asegurarles su derecho a vivir en igualdad, no solo eliminará barreras a su potencial individual, sino que será decisivo para un desarrollo sostenible en sus países.

La organización internacional Women Deliver pone cifras a los beneficios de esa inversión. Entre ellas que cada 10 por ciento más de niñas adolescentes que asisten a la escuela, el producto interno bruto del país crece en promedio tres por ciento, o que por cada año más de educación primaria, ella ganará de adulta entre 10 y 20 por ciento más de salario.

Algo fundamental, porque Carvalho destacó que “la falta de empoderamiento económico, en conjunto con una discriminación generalizada de género y el reforzamiento de estereotipos tradicionales, afectan la capacidad de las mujeres de América Latina y el Caribe de participar en forma igualitaria en todos los aspectos de la vida pública y privada”.

Desarrollo latinoamericano pasa por invertir en las adolescentes

Luiza Carvalho, directora regional para América Latina y el Caribe de ONU Mujeres. Crédito: ONU Mujeres LAC

Por ello, “invertir en educación y protección contra la violencia, son herramientas importantes en la potenciación de las capacidades de adolescentes y mujeres jóvenes, así como en la promoción de la igualdad de género”, afirmó.

Las adolescentes, destacó, “son un grupo especialmente vulnerable que enfrentan particulares obstáculos sociales, económicos y políticos” y cuyo empoderamiento puede encontrar en la región “dificultades como embarazos no deseados, matrimonios o uniones forzadas precoces, violencia de género y acceso limitado a la educación y a los servicios de salud reproductiva”.

Como ejemplo de estas barreras, la directora regional de ONU Mujeres detalló que un informe realizado por la Organización Panamericana de la Salud, entre mujeres de 15 a 49 años en 12 países de la región, “develó en una proporción sustancial, que el primer encuentro sexual de algunas mujeres había sido no deseado”.

Carvalho recordó que “el matrimonio o unión temprana de niñas constituye una gran preocupación en la región, que afecta significativamente el ejercicio de los derechos de las adolescentes y su pleno desarrollo”.

“Es una forma de violencia, que les niega su niñez, interrumpe su educación, limita su desarrollo social, reduce sus oportunidades, las expone al riesgo de un prematuro o no deseado embarazo y eventuales complicaciones, e incrementa su riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH (virus de deficiencia humana causante del sida)”, dijo.

También las expone más “a ser víctimas de violencia y abuso”, destacó Carvalho.

La directora de ONU Mujeres consideró muy positivo que todos los países de la región hayan establecido edades mínimas para el matrimonio en sus legislaciones, pero en contrapartida las leyes fijan edades mínimas diferenciadas para niños y niñas y establece casos en que ellas pueden casarse antes, en caso de embarazo o de hijos.

En América Latina, el fenómeno de los embarazos adolescentes lejos de disminuir ha crecido en los últimos años, amparado en una tolerancia cultural a la iniciación sexual temprana, con el resultado de que la región es la segunda del mundo en fecundidad adolescente, solo por detrás de África subsahariana, con un promedio de 76 hijos vivos cada 1.000 mujeres.

Además, 30 por ciento de las adolescentes latinoamericanas no tienen cubiertas sus necesidades de anticonceptivos, según datos del UNFPA, en una región donde la salud sexual y reproductiva enfrenta barreras especiales por el patriarcado cultural y el peso de sectores conservadores y de la dominante Iglesia Católica.

Desarrollo latinoamericano pasa por invertir en las adolescentes

Las adolescentes indígenas latinoamericanas son junto con sus pares rurales las más discriminadas en materia de oportunidades y de educación en la región. Crédito: Rajesh Krishnan/ONU Mujeres

Frente a este déficit, la región tiene cosas buenas que decir en materia de educación. Más de 90 por ciento de los países cuentan con políticas para promover la igualdad de acceso de las adolescentes a la educación, 90 por ciento de ellas terminaron la educación primaria, si bien solo 78 por ciento asisten a la escuela secundaria, según el UNFPA.

La mayor barrera en el acceso educativo lo tienen las adolescentes rurales e indígenas, con dificultades en el acceso físico a centros escolares, a lo que en el caso de las indígenas y afrodescendientes se suma el de currículos inadecuados o la carencia de oferta en su lengua materna.

Carvalho destacó como un elemento positivo que las leyes educativas, en especial las reformadas recientemente, “han comenzado a reconocer la importancia de establecer disposiciones legales que promuevan y difundan los derechos humanos, la convivencia pacífica y la educación sexual”.

Pero lamentó que “los ejes vinculados directamente con la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas son todavía incipientes”.

A su juicio, el currículo juega un papel indiscutible. La inclusión de contenidos y materiales “vinculados a los derechos humanos y los derechos de las mujeres y las niñas, la resolución no violenta de conflictos, la corresponsabilidad y fundamentos sobre la salud sexual y reproductiva”, potenciarán sociedades menos violentas dentro y fuera de las aulas, destacó.

Carvalho citó un estudio realizado por ONU Mujeres y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en 2015, en 13 países de la región, que concluyó que hay un rezago del sistema educativo en la prevención de la violencia contra las niñas y las adolescentes.

“Este es un aspecto que es imperativo mejorar, pues es en los primeros años de infancia donde se pueden modelar roles igualitarios entre niños y niñas y así prevenir la violencia, la discriminación y la desigualdad en todas sus formas”, subrayó.

La directora regional recordó que los cambios deben partir de algo tan simple como en ocasiones olvidado: “las niñas, adolescentes y mujeres son titulares de derechos”.

Si se les facilita “igualdad en el acceso a la educación, atención médica, educación sexual y reproductiva, un trabajo decente y representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, se impulsarían economías sostenibles y se beneficiará a las sociedades y a la humanidad en su conjunto”, sintetizó.

*Información de la imagen destacada: Dos adolescentes mexicanas en su centro de estudios. Invertir en la educación de las adolescentes latinoamericanas se considera el camino para que ellas se transformen en motores del desarrollo sostenible de sus sociedades en el futuro. Crédito: UNFPA LAC

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Uno de cada tres niños en España sufre malnutrición

España/30 junio 2016/Fuente: Levante

Uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza o exclusión en España, lo que supone que las familias no les pueden reponer las gafas, tienen dificultades para adquirir sus libros de texto, no pueden irse de vacaciones y en determinados contextos sufren problemas de malnutrición, según Unicef.

La organización ha presentado su informe anual «Estado mundial de la infancia» que describe un panorama desolador para el futuro de los niños en situación de mayor pobreza en el mundo si los gobiernos, los donantes, las empresas y las organizaciones internacionales no aceleran los esfuerzos para responder a sus necesidades básicas.

En declaraciones a Efe, el director ejecutivo de Unicef Comité Español, Javier Martos, ha explicado que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en España se sitúa en el 34,4 por ciento, aunque en algunos colectivos como las familias de padres migrantes alcanza el 60,3 por ciento.

Con la crisis, ha señalado Martos, ha aumentado la pobreza infantil hasta alcanzar a 2,5 millones de niños y los colectivos que se encontraban en una situación de pobreza antes de la crisis se han visto más afectados, como las familias monoparentales, las numerosas, las de migrantes o las de gitanos.

«En estos tiempos, lo que estamos viendo es que el hecho de tener niños es un factor de riesgo para que una familia sea pobre porque, como han bajado los salarios, hay una pobreza de trabajadores, de familias en las que uno de los padres trabaja, pero los ingresos no les permiten cubrir sus necesidades básicas», ha indicado.

Menos inversión en educación

El director ejecutivo de Unicef Comité Español ha subrayado que con la crisis el colectivo de los niños ha sido el más vulnerable y el más afectado por la situación de pobreza, por la reducción de la inversión en educación en 5.000 millones de euros y la disminución de la inversión social en protección de los niños y sus familias en 2.700 millones de euros entre 2009 y 2014.

Ha detallado que España está invirtiendo en protección social de los niños y sus familias un 1,4 % del Producto Interior Bruto (PIB), cuando la media en el entorno de la Unión Europea es del 2,2 del PIB.

«Además de invertir casi un punto menos que nuestros socios comunitarios somos poco eficaces a la hora de conseguir que el dinero invertido reduzca las tasas de pobreza infantil», ha apuntado Martos.

En España, «hay un mapa de la pobreza infantil marcado por el desempleo y por las medidas de protección social que se implementan en determinadas comunidades autónomas», ha dicho el director ejecutivo de Unicef Comité Español.

Ha precisado que hay grandes diferencias entre regiones, puesto que algunas, como el País Vasco, han desarrollado mecanismos de protección social que no existen en otras autonomías.

Pacto de Estado

Ante esta situación, Martos ha abogado por alcanzar un Pacto de Estado por la Infancia que incluya un incremento de la inversión social en el ámbito de la infancia y que perfile mecanismos para combatir la pobreza infantil.

Unicef Comité Español reclama un Pacto de Estado por la Educación con medidas para reducir el abandono escolar, así como la universalización de la prestación por hijo a cargo, elevándola de los actuales 291 euros al año a 1.200 euros al año, lo que tendría un coste de 9.000 millones de euros.

No obstante, en las actuales circunstancias del país, Martos ha planteado la atención prioritaria de los niños que están en situación de pobreza infantil hasta el año 2020.

Unicef Comité Español también ha instado al nuevo Gobierno a concretar un plan para la consecución del Objetivos de Desarrollo Sostenible con el fin de luchar contra la desigualdad y atender a la infancia vulnerable en España y en otros países.

Fuente: http://www.levante-emv.com/sociedad/2016/06/28/tres-ninos-espana-sufre-malnutricion/1437968.html

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China: ONU presenta análisis «innovador» de programas de alimentación escolar

China/09 de Junio de 2016/Xinhua Español

Naciones Unidas publicó hoy un importante análisis de las prácticas de suministro de comidas escolares a nivel mundial que ofrece orientación sobre la forma de diseñar e implementar a gran escala los programas nacionales de comidas escolares sostenibles que puedan cumplir los estándares aprobados a nivel mundial.

El análisis documentó y analizó una serie de programas de comidas escolares encabezados por gobiernos para brindar a los encargados de tomar decisiones y a los profesionales de todo el mundo el conocimiento, la evidencia y las buenas prácticas que necesitan para reforzar sus esfuerzos nacionales de alimentación escolar.

Elaborado por la Asociación para el Desarrollo Infantil del Imperial College de Londres, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Banco Mundial, el «Libro de Consulta de Alimentación Escolar Mundial: Lecciones de 14 países» fue creado en respuesta a la demanda de los gobiernos y socios de desarrollo, indicaron funcionarios de la ONU.

Los 14 países son Botswana, Brasil, Cabo Verde, Chile, Cote d’Ivoire, Ecuador, Ghana, India, Kenia, Mali, México, Namibia, Nigeria y Sudáfrica.

Los programas de alimentación escolar fueron definidos por el Banco Mundial como «redes de seguridad social específicas que brindan beneficios tanto educativos como de salud a los niños más vulnerables, lo que incrementa las tasas de inscripción, reduce el absentismo y mejora la seguridad alimentaria a nivel familiar».

Más allá de la mejoría en el acceso a los alimentos, los programas de comidas escolares también tienen un efecto positivo en el estatus nutricional, la equidad de género y el estatus educativo, cada uno de los cuales contribuye a mejorar en general los niveles de desarrollo humano y del país.

Con la capacidad demostrada de las comidas escolares para mejorar la salud y la educación de los niños, además de apoyar las economías locales y nacionales y la seguridad alimentaria, el PMA informó que los programas de alimentación escolar existen en la mayoría de los países del mundo con datos disponibles, con una inversión anual mundial total de 75.000 millones de dólares.

Esto proporciona todos los días a cerca de 368 millones de niños, uno de cada cinco, una comida en la escuela. Sin embargo, muy a menudo, tales programas son más débiles en los países donde más se necesitan, advirtió la agencia de la ONU.

Con la colaboración de alto nivel de equipos de los gobiernos de estos 14 países, el libro de consulta incluyó una compilación de estudios de casos integrales y concisos por país. El libro resaltó los beneficios asociados con modelos alternativos de alimentación escolar y analizó temas, tendencias y desafíos generales relacionados con ellos.

En un prólogo conjunto, el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin, indicaron que la investigación mostró la forma en la que los programas de comidas escolares ayudan a llevar y mantener a los niños en el salón de clases, «lo que contribuye a su aprendizaje evitando el hambre y ampliando las capacidades cognitivas».

«Actualmente, los programas nacionales de alimentación escolar están cada vez más insertos en la política nacional de eliminación de la pobreza, protección social, educación y nutrición», indicaron.

Por otra parte, la editora en jefe y directora ejecutiva de la Asociación para el Desarrollo Infantil, Lesley Drake, dijo que el mensaje general de esta investigación es que «no existe un modelo único» para los programas de alimentación escolar y que hay muchas rutas hacia el éxito.

«El contexto es la clave», señaló, «Este libro de consulta actuará como una valiosa herramienta para que los gobiernos puedan tomar decisiones basadas en evidencias que mejoren la efectividad de sus programas de alimentación escolar».

El libro de consulta sigue a otros dos llamados Replanteando la Alimentación Escolar y el Estado de la Alimentación Escolar Mundial como el tercero de una trilogía de análisis de definición de agenda producidos por la asociación mundial del Banco Mundial, el PMA y la Asociación para el Desarrollo Infantil.

Según informes, estos análisis han dado forma a la manera en la que los gobiernos y los donadores por igual analizan la alimentación escolar.

«Ayudar a los países a aplicar este conocimiento (del libro de consulta) para reforzar los programas nacionales de comidas escolares contribuirá a reducir la vulnerabilidad de los más pobres y dará a todos los niños una oportunidad para ser educados, para tener un futuro brillante y para eliminar la pobreza», dijeron Kim y Cousin.

Aunque las comidas escolares son ofrecidas por la mayoría de los gobiernos de los países de ingresos medios y altos de todo el mundo, los niños que podrían beneficiarse más con los programas de alimentación escolar se encuentran en los países de bajos ingresos que carecen de comidas escolares suministradas por los gobiernos, se informó.

De acuerdo con el PMA, 66 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria pasan hambre todos los días, 23 millones de los cuales están en Africa. Además, el 80 por ciento de estos 66 millones de niños se concentran en apenas 20 países.

Además, 75 millones de niños en edad escolar, el 55 por ciento de ellos mujeres, no asisten a la escuela y el 47 por ciento vive en Africa subsahariana. Por consiguiente, la necesidad de reducir el hambre y de incrementar la inscripción escolar de estos niños es evidente y los programas de alimentación escolar se han desarrollado para atender este problema polifacético.

Las escuelas se han convertido en un escenario natural y adecuado para la implementación de las intervenciones de salud y educación. La alimentación escolar es sólo una de las facetas de las iniciativas de salud escolar y otros programas podrían incluir la desparasitación, la prevención del VIH/Sida y la educación en habilidades de vida y salud.

En general, se ha demostrado que los programas de alimentación escolar incrementan directamente el estatus educativo y nutricional de los niños receptores e impactan de manera indirecta la vida económica y social de la familia y del propio niño.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2016-06/10/c_135425546.htm

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