La ONG Save the Children alertó el pasado miércoles que la cifra de niños palestinos desplazados ha alcanzado un máximo histórico de los últimos cuatro años, por lo que ha pedido al Gobierno israelí que «anule todas las órdenes de demolición de escuelas, viviendas e infraestructuras vitales de acuerdo con sus obligaciones en el marco del Derecho Internacional».
En un comunicado, la organización ha indicado que durante el año 2020 más de 840 edificios fueron derribados o incautados en Cisjordania por parte de las autoridades israelíes, lo que ha obligado a más de 500 niños y sus familias a abandonar sus hogares.
«Se trata del peor dato desde 2016 en cuanto a niños y niñas palestinos desplazados en Cisjordania», recoge el texto, que señala que las «demoliciones en todos los territorios ocupados han afectado a más de 2.600 niños y niñas».
Las familias afectadas, ha advertido, han perdido sus hogares, sus medios de vida y se han visto obligadas a buscar refugio en casa de amigos o familiares y nuevos ingresos para intentar rehacer sus vidas. Además, esta situación se ha visto agravada por el impacto económico de la COVID-19.
«No podemos salir de nuestras casas por las tardes y por las mañanas debemos permanecer siempre cerca de casa. Hay un asentamiento cerca y en la carretera principal, el ejército y los colonos siempre van y vienen. Han dado muchos avisos de derribo a mucha de la gente que vive aquí. Me siento mal y estoy cansado, temiendo que yo también me puedo quedar sin casa» ha explicado Fareed, que vive en una comunidad dedicada a la agricultura en Cisjordania.
A pesar de la promesa de las autoridades israelíes de detener la demolición de viviendas durante el brote de COVID-19, la destrucción ha continuado, según Save the Children, que ha matizado que solo en noviembre, 73 personas, entre ellas 41 niños y niñas, fueron desplazadas tras el incidente más grave de demolición de los últimos cuatro años.
Por otra parte, la ONG ha manifestado que existen 53 escuelas en peligro de ser destruidas en Cisjordania y Jerusalén Este, algo que afectaría a unos 5.250 niños y niñas. Según la ONU, los desalojos forzosos como consecuencia de las demoliciones son un factor clave en la creación de un entorno «coercitivo» y tienen un impacto negativo sobre los Derechos Humanos.
«Las demoliciones que se están produciendo en Cisjordania están dejando a los niños, las niñas y a sus familias sin hogar y sin infraestructuras vitales. Derribar una casa, una escuela u otra infraestructura vital, especialmente durante una pandemia, destruye su derecho a la educación y a tener un hogar. Ataca su futuro, su salud, su seguridad y su bienestar», ha explicado el responsable de Save the Children en los territorios palestinos ocupados, Jason Lee.
Lee ha aseverado que Israel «tiene el deber de proteger los derechos» de estos menores, por lo que ha pedido a las autoridades que anulen «todas las órdenes de demolición existentes», «Si no lo hace, dejará a más niños y niñas sin hogar ni educación, lo que se sumará al impacto que la pandemia ya está teniendo en sus vidas», ha denunciado.
Fuente e imagen: Europa Press