Oaxaca: tregua tácita en la calle y simulacro de diálogo con el gobierno

Por: La Haine

La larga lucha magisterial contra la reforma educativa y una respuesta oficial a sangre y fuego

Luego de la represión del domingo y lunes en Oaxaca que dejó un saldo de al menos 13 personas asesinadas, la CNTE asistió a una primera reunión con el gobierno mexicano en la que no hubo mayores avances. En la ciudad de México un grupo de mujeres activistas fue hostigado sexualmente por fuerzas policiales.

El domingo 19 de junio quedará impreso en la memoria mexicana como una más de las fechas que escriben la historia con sangre del pueblo. Después de la feroz represión policial en el estado de Oaxaca que dejó un saldo de 11 muertos, 27 detenidos -que fueron liberados el miércoles- y cinco personas reportadas como desaparecidas (datos brindados por la CNTE a Marcha al cierre de esta nota), el magisterio mantiene el plantón en la ciudad de Oaxaca y los bloqueos en las carreteras principales del estado.

Además, dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se reunieron el miércoles por la tarde en la capital mexicana con el secretario de Gobierno, Miguel Ángel Osorio Chong, junto a la Comisión de Mediación (Conamed), integrada por miembros de asociaciones civiles, organismos de derechos humanos e intelectuales. Al encuentro no asistió el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, quien en rueda de prensa el día anterior argumentó su ausencia diciendo que el encuentro no abordaría temas educativos y que sería sólo “de corte político”. En representación de Oaxaca asistieron dos dirigentes de la sección 22.

El gran simulador

“Lo que vimos ayer fue una simulación”, afirma César Martínez, delegado de la sección 22 de la CNTE. Doce horas después de finalizada la reunión en la capital, Martínez asegura, desde la sede de la coordinadora en Oaxaca, que el gobierno no tiene nada para ofrecer. “Hemos ido de buena fe a este diálogo, pero al parecer los caminos que ellos deberían abrir hacen nomás el simulacro de que los abren. Ante este escenario, el pueblo tiene la palabra”, dice.

A ese encuentro la CNTE llevó un pliego petitorio de nueve puntos, entre los cuales exige la liberación inmediata de los presos del magisterio, estabilidad laboral y pago de salarios retenidos a maestros y maestras de todo el país. También incluyen las demandas por la tierra y los recursos afectados por el resto de las reformas estructurales que busca imponer el gobierno mexicano.

A su vez, la prensa hegemónica nacional, según Martínez “juega el papel que el gobierno quiere que juegue: minimizar el asunto y sobre todo decir que hay un diálogo cuando esto es un asunto de Estado, es un asunto de supervivencia dentro de este sistema”.

Luego de este primer encuentro, se pactó una nueva reunión para el próximo lunes. “Mientras, las  movilizaciones y los bloqueos se mantienen. Es una especie de tregua no acordada lo que se da en estos días, sin embargo, queremos ver la voluntad del gobierno”, añade el dirigente.

Esta “tregua no acordada” que menciona Martínez se percibe en las calles oaxaqueñas. Luego de las horas de tensión que reinaron el domingo, sobre todo en la zona céntrica de la ciudad -donde desde las barricadas se aguardaba en cualquier momento el ingreso de la policía-, con el correr de los días las actividades se normalizaron, los negocios volvieron a atender en sus horarios habituales y gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros recorren nuevamente el andador central y demás sitios de interés.

La Reforma Educativa, cueste lo que cueste

Un día antes de la reunión en DF, el martes por la mañana, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, brindó una conferencia de prensa en la que confirmó la pretensión del gobierno mexicano de imponer como sea la Reforma Educativa. A esta altura, la norma parece querer ser implementada a cualquier costo y tal como el EZLN se preguntó hace unos días en un comunicado: “¿Qué sigue? ¿Qué los desaparezcan? ¿Qué los asesinen? ¿En serio? ¿La reforma ‘educativa’ nacerá sobre la sangre y cadáveres de maestras y maestros?”.

Nuño insistió en todo momento en que acatar la Constitución “no es una opción, sino una obligación”, y se refirió varias veces a que desde el gobierno están abiertos al diálogo pero “a través de la legalidad”. Sin embargo, no hizo mención alguna al hecho de que las personas asesinadas el pasado domingo recibieron balas de plomo por parte de las fuerzas estatales y federales y sostuvo que esos hechos “no tienen relación” con la Reforma Educativa. De este modo, deslegitimó que el origen de la protesta sea por la medida que él intenta imponer.

“Nuño, al igual que el resto de los funcionarios de gobierno, fungen como administradores de la burguesía”, comenta Isaac, dirigente de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (CETEO). Isaac, quien prefiere no dar su apellido, estuvo desde el domingo en Nochixtlán junto a otros dirigentes de la CETEO haciendo tareas de recolección de evidencia del uso de armas de fuego y bombas por parte de las policías estatal y federal.

Desde el plantón instalado en el Zócalo oaxaqueño, un día después de las declaraciones del secretario de Educación, Isaac insiste con la idea de que el Estado mexicano está en quiebra, que el dinero que necesita saldrá de la privatización de los servicios, como la salud y la educación, y que el Gobierno no dará marcha atrás en la implementación de la Reforma Educativa. También coincide con los demás dirigentes: “el gobierno mexicano hoy no tiene nada que ofrecer”.

Detenciones arbitrarias y agresiones sexuales a mujeres

El domingo por la noche, colectivos e individualidades anarquistas que decidieron realizar una acción solidaria frente a la casa de representación del gobierno de Oaxaca en la ciudad de México, denunciaron que, tras ser perseguidos por granaderos, fuerzas especiales y policías de vialidad, fueron detenidos de manera arbitraria y que las mujeres fueron amenazadas y violentadas psicológicamente.

Los policías toquetearon a las activistas, amenazaron con violarlas y les profirieron agresiones tales como: “Deja que te coja a ver si se te quita lo de revolucionaria”, “Sigue ladrando, perra” y “Las vamos a poner en cuatro”, entre otras. Además, insistieron con el “a ti te vamos a desaparecer”, que en un país que registra, sólo dentro de las cifras oficiales, casi 30 mil personas desaparecidas en los últimos nueve años, la frase queda rayana en la tortura psicológica.

Por si fuera poco, las y los detenidos denunciaron también que luego de ser puestos en libertad se dieron cuenta de que la policía les había robado todos sus objetos de valor.

Fuente: http://www.lahaine.org/oaxaca-tregua-tacita-en-la

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La cultura de la violencia de género

Ilka Oliva Corado

Existe,  lo vemos todos los días, está enraizada en los patrones de crianza, en el sistema patriarcal, en los factores socioculturales: la violencia contra las mujeres es real y también se acepta algo  como natural en  nuestra sociedad misógina y machista. Para la violencia de género no existen fronteras territoriales ni distinción de clase social, color, credo y grado de escolaridad. Es imperceptible debido a que es  solapada.

Una violencia que se ejerce a todo nivel,  que es ilimitada y que no sorprende. Que no  asombra, no indigna, no encoleriza. La cultura de la violencia de género tiene sus cuñas en los estereotipos, en las religiones creadas para oprimirla, en una educación patriarcal, en un sistema que  invisibiliza a la mujer como ser humano y la denigra constantemente: que la abusa en sus derechos y la excluye de la justicia.

Esa cultura que va desde la negación a  los derechos laborales, a la igualdad social, al aborto. A la educación, salud, progreso.  Que a la víctima la re victimiza, que al victimario lo aplaude por macho alfa. Normas establecidas que tienen que ver con la doble moral, hipocresía,  miedo y el vivir de apariencias. Razones por las cuales no se denuncian los abusos emocionales, físicos, sexuales y en consecuencia los  feminicidios.

Y cuando una víctima se atreve a denunciar resulta siendo juzgada por la sociedad que la acusa de culpable. Ni qué decir de un sistema de justicia que la sentencia y deshonra acusándola de mentirosa, dejando libre al agresor. Mismo agresor que en venganza va y la asesina en los terribles e innumerables feminicidios que a ninguna sociedad importan.

La cultura de la violación sexual, también naturalizada que como toda respuesta nos dice: es mujer. Es mujer no pasa nada, es tan solo una mujer: un objeto, un rastrojo, una esclava.  Esa cultura que va desde la asignación de roles, colores. Que nos dice cómo debemos pensar,  cómo comportarnos, qué sí y qué no hacer conforme a nuestro género. Y que si nos salimos de la norma entonces lo que nos suceda es completamente nuestra culpa. Aún viviendo bajo los parámetros marcados por el patriarcado también nos acusa y nos culpa. A nivel mundial la existencia de leyes que esclavizan a la mujer.

La cultura de la violencia de género que nos dice que las mujeres somos el sexo débil, que no podemos practicar deportes asignados para hombres, que no podemos ejercer profesiones  u oficios que milenariamente han sido asignados a hombres. Que nos dice que nuestro rol en la vida es el de ser madres, limpiar la casa y cuidar de nuestros hijos. Satisfacer sexualmente a nuestros hombres. Vivir para ellos.  ¡Y pobre de la que decida salir de la norma y amar a otra mujer! Porque se le denigra, se le golpea, se le viola y asesina. Y peor aún: era tan solo una lesbiana que no llegaba siquiera a ser mujer. Caso cerrado desde que entra el cuerpo a la morgue.

Esa violencia que está en la escuela, en la televisión, en la radio, en el arte, en todo. En todo lo que nos rodea.

La forma en que los noticieros manejan la información en casos de violencia de género: con sesgo, estereotipos y patriarcado. Mujeres que a conveniencia personal apoyan el patriarcado, decidiendo con esto vivir en la sumisión de por vida y en las sombras.

Esa cultura que nos niega la realización personal y a vivir en nuestro propio albedrío.

Hay mucho qué decir de la cultura de la violencia de género desde cualquier plataforma, y sus razones y sus consecuencias y a quiénes beneficia. ¿Qué es lo que no nos permite reaccionar ante esta atrocidad? ¿Qué es lo que no nos permite denigrarnos y despertar en masa cada vez que se viola a una niña, adolescente o mujer? ¿Cuando se le golpea y asesina? ¿Qué es lo que no nos permite crear la cultura de la prevención? ¿La reestructuración de la sociedad y de los patrones? ¿Qué es lo que no nos permite respetarnos? ¿Valorarnos como seres humanos iguales en derechos?

¿Qué tan profunda es nuestra indiferencia que no nos duele y  no nos enfurece cada vez que sabemos de un feminicidio? ¿De una mujer agredida? ¿De una injusticia en los derechos laborales? ¿De un Estado que no invierte en políticas de desarrollo para la mujer? ¿Cuándo dejaremos de vivir con estereotipos, con religiones misóginas y opresoras?  ¿Cuándo vamos a cambiar normas patriarcales para criar niños sanos que no violenten en ninguna de las etapas de su vida?

 ¿Cuándo vamos a vernos con la certeza de ser tan solo una partícula en la inmensidad del tiempo? ¿Y que tan fugaz es nuestro paso por la tierra que vamos a poner todo nuestro empeño en que la equidad y el derecho a ser y a vivir en el libre albedrío no se castiguen?  ¿Cuándo tendremos la entereza para cambiar la cultura de la violencia de género por la  del respeto?

Son tantas las maneras, los arquetipos en que todos ejercemos la violencia de género que muchas veces no nos damos cuenta que lo estamos haciendo, porque es algo que está ahí de planta,  tan naturalizado como el aire que respiramos, como el pulso cardiaco, el parpadear.  Pero la violencia de género es  algo aprendido por lo tanto se puede cambiar.  Por supuesto que tenemos la capacidad para  eliminar el patriarcado, el machismo, la misoginia y la indiferencia. La pregunta es: ¿cuándo lo haremos?

Fuente del articulohttps://cronicasdeunainquilina.com/2016/06/02/la-cultura-de-la-violencia-de-genero/

Fuente de la imagen: http://tribunainterpretativa.com/wp-content/uploads/2013/11/violencia-de-g%C3%A9nero_elefectogalateacom.jpg

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