Leyes de Adoctrinamiento Sexual

Argentina/24 de Marzo de 2018/Actuall

Manoli Padilla lleva 10 años colaborando de forma desinteresada con la plataforma ciudadana HazteOir.org. Desde que empezó la campaña contra las leyes LGTB se despertó en ella su instituto de madre protectora y quiso hacer llegar a toda la comunidad educativa los peligros y amenazas que suponen las leyes de adoctrinamiento sexual.

Manoli Padilla tiene cuatro hijos y una de las cosas que más le preocupa es su educación, por eso siempre les ha enseñado “a ser buenas personas y responsables de sus vidas con valores”, explica a Actuall. 

Afincada en Córdoba, esta madre de familia ha colaborado de manera muy activa con la campaña de distribución del libro ‘¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio? Las leyes de adoctrinamiento sexual’, conocido como ‘El libro prohibido’ y editado por HazteOir.org, en el que se explican los alcances, peligros y amenazas de las leyes LGTBI de imposición de la ideología de género aprobadas en diversas comunidades autónomas.

Esta impotencia, es lo que ha llevado a esta madre a contribuir con todo lo que está en sus manos “en una lucha contra esta lacra y el adoctrinamiento”. Ha pisado casi todos los colegios, institutos y parroquias de Córdoba, incluso centro evangélicos y musulmanes. “Si me he dejado alguno sin visitar es simplemente porque no sé dónde está”, indica.

“Habré repartido libros en casi 98 iglesias, conventos, ermitas y en otros tantos colegios e institutos de forma que ya he perdido la cuenta”

“En las parroquias se lo entregaba a los curas en mano y le daba algunos ejemplares más para los catequistas o feligreses. A la salida de misa solía hablar siempre que podía con ellos, pero en los colegios e institutos los entregaba dentro de un sobre dirigido a las asociaciones de padres y profesores de Religión. Mi objetivo era evitar que por el sectarismo que existe en la sociedad las guías fuesen directamente desechadas antes de llegar a manos de sus destinatarios”, relata Manoli a Actuall.

“Habré repartido libros en casi 98 iglesias, conventos, ermitas y en otros tantos colegios e institutos de forma que ya he perdido la cuenta. Contando la cantidad de ejemplares no por número sino por kilos, yo diría que he repartido unos 60 kilos mínimo”, asegura contenta por su labor.

Tras una larga campaña de distribución, afirma que por lo general “la gente desconoce el tema (refiriéndose a la ideología de género) y los que tienen alguna idea tienen prejuicios preconcebidos que les hacen mirarte con recelo”.

A pesar de haber recibido insultos y de haber sido tachada de ‘homófoba’, Manoli Padilla asegura que mantendrá su lucha.

“Siento que mi labor es muy importante y me siento orgullosa por poder aportar mi granito de arena para proteger a la infancia de estos ataques”, concluye satisfecha.