José Durán Rodríguez: “El gran público lector está muy dirigido por editoriales, departamentos de marketing y suplementos culturales”

Redacción: Rebelión

Con La parte recordada, Rodrigo Fresán finiquita una trilogía en la que ha pretendido bucear en obsesiones, narrar historias superpuestas y acumular numerosas referencias literarias para tratar de describir los mecanismos por los que una persona se dedica a escribir y cómo lo hace.

 

La escritora estadounidense Siri Hustvedt, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019, ha abundado en entrevistas, conferencias y en alguna de sus novelas —por ejemplo, en la reciente Recuerdos del futuro (Seix Barral, 2019)— en torno a la idea de que escribir ficción es recordar lo que nunca pasó. También lo hizo en el discurso que pronunció el 18 de octubre en la ceremonia de entrega en el Teatro Campoamor de Oviedo.

La memoria, la escritura y la imaginación son precisamente los tres ejes sobre los que ha trabajado en la última década el escritor argentino afincado en Barcelona Rodrigo Fresán, que acaba de clausurar su trilogía La parte contada con la publicación de La parte recordada (Random House, 2019). Este tercer volumen finiquita una obra con la que el autor ha pretendido bucear en obsesiones, narrar historias superpuestas y acumular numerosas referencias literarias para tratar de describir los mecanismos por los que una persona se dedica a escribir y cómo lo hace. “Nunca se ha escrito tanto sobre no poder escribir”, dice un tanto socarronamente en el encuentro con El Salto.

Fresán, quien ha declarado en alguna ocasión que el máximo halago que se le puede hacer a la realidad es convertirla en una ficción, reconoce que pergeñar novelas es lo único que hace bien “o relativamente bien” y también asegura que nunca tuvo un plan b, que siempre se quiso dedicar a la escritura y que lo tenía claro incluso antes de aprender a leer y escribir. Él achaca esta insólita circunstancia a otra poco habitual: el hecho de haber nacido clínicamente muerto.

 

No resulta fácil leer La parte recordada. ¿Tomas esto como un halago o un desprecio? 

[Duda] Es lo que es, no es un libro para consumo masivo ni una narración clásica, ágil y puro acontecer. Pero yo siempre recuerdo lo que dijeron en su momento escritores que me gustan mucho, como William Gaddis o Nabokov, en el sentido de que una cierta dificultad en la lectura puede ser muy placentero también, no tiene por qué ser un problema. En todo caso, sería un problema a resolver. Y cuando resuelves un problema también accedes a una cierta satisfacción. En mi caso personal, como lector, las lecturas cada vez más complejas y que me exigen más son las más interesantes. No hago más que responder un poco a mi experiencia como lector.

¿Esa dificultad es responsabilidad de quien escribe o de quien lee? 

Me cuesta pensar en responsabilidad. Me parece que cada libro tiene su lector y que cada lector encuentra su libro. Si vamos a hablar de responsabilidad, como toda responsabilidad debería ser compartida y además consensuada.

“La mitad de un libro la pone el autor, la otra mitad el lector”, dijo Javier Cercas el martes 15 de octubre en la ceremonia de entrega del premio Planeta. 

Nunca lo he pensado en esos términos. Hay determinados libros donde eso puede llegar a ocurrir y determinados libros en los que no. No sé cuánto pone el lector cuando lee En busca del tiempo perdido en relación a todo lo que puso Proust. Pero también es cierto que el autor aporta un porcentaje x de trabajo y el lector puede aportar también un porcentaje x de trabajo y de placer, y el autor sentir ese placer. Pero siempre fui muy malo para las matemáticas, la exactitud no es lo mío en ningún sentido.

¿Qué es este premio, y todos los demás, más allá de una parte del engranaje promocional? En este caso, además, parece que es la cláusula de rescisión que esta editorial paga por fichar a las estrellas de la otra. 

No soy responsable del premio Planeta pero sí te puedo decir que cuando vi la foto pensé que es la primera vez en 25 años que voy a leer un premio Planeta y un finalista. Los hubiera leído aun si hubieran salido sin el premio. Yo nunca me he presentado a ningún premio, los pocos que tengo son premios que han caído del cielo, en los que no te presentas y se juzga un libro ya editado, una obra desarrollada. No me parece mal que libros como los de Javier o Manuel ganen premios.

¿Cómo se salva la distancia entre lo que quien escribe imagina que será su obra y lo que acaba impreso? 

En el caso de este libro hay un elemento paradójico entre la hechura del libro y el volumen contundente de los tres libros y su propia temática: siempre digo que nunca se ha escrito tanto sobre no poder escribir. Pero al mismo tiempo, cuando me preguntan de qué tratan estos libros, una pregunta muy sencilla pero muy incómoda y difícil de responder, me gusta decir que tratan del tema más transgresor posible hoy en día, el escribir. De nuevo paradójicamente, vivimos en la época en la que más se lee y escribe en toda la historia de la humanidad, pero hay que ver lo que se escribe y lo que se lee, y si lo lees en un teléfono.

Es un libro crepuscular, en el sentido de que es romántico y apela tal vez a un ideal ya no tan vigente de lo que es la literatura y la escritura. Pero además de crepuscular me gusta pensar que es un poco encandilador, juega con la idea de anochecer y amanecer.

¿Por qué escribir novelas? 

En mi caso, es lo único que hago bien o relativamente bien. Siempre quise ser escritor, nunca hubo un plan b desde que tengo memoria. Desde antes de saber leer y escribir ya quería ser escritor, tenía esa especie de certeza absoluta. De hecho, una de las dificultades que tuve con el primer libro es que tenía que inventarme un momento en el que el personaje descubría que quería ser escritor y no podía apelar a nada autobiográfico porque no lo tuve, entonces me inventé ese momento.

Cuando nací fue un parto muy difícil, fui declarado clínicamente muerto y volví, y a veces pienso que ahí se despertó la vocación, por la idea de volver y contar el cuento. Tal vez de ahí mi necesidad de escribir. Nunca quise jugar en la selección de fútbol, ni ser barman ni bombero ni mucho menos presidente o jefe de gobierno.

Esa especie de enorme avalancha, alud, de cuestiones literarias con la que el libro a veces puede parecer que arrastra al lector o lo sepulta no es más que la materia acumulada desde que tengo memoria, lo que me interesa. No me interesa otra cosa. Siempre me interesó mucho la idea del escritor como personaje.

¿Cómo recuerda un escritor? 

Igual que cualquier persona, pero de manera profesional. Todos somos recordadores amateur y todos hacemos lo mismo que puede llegar a hacer un escritor: revisar, corregir, cambiar, que tus recuerdos entren en conflicto con los de otra persona que estaba viviendo el mismo acontecimiento, como el día que conociste a tu novia. Si coincidieran exactamente sería un poco preocupante. Solo que el escritor lo profesionaliza.

La misión de un escritor es contar historias pero es imposible hacerlo si no pones a funcionar la maquinaria de la invención, el recuerdo y el sueño

¿Es esa su misión? 

La misión de un escritor es contar historias pero es imposible hacerlo si no pones a funcionar la maquinaria de la invención, el recuerdo y el sueño. Son los tres motores.

¿Qué herramienta es más importante: la imaginación, la memoria o el sueño? 

Son los tres ingredientes para una misma receta que tú puedes alterar las cantidades o proporciones de acuerdo a tus necesidades, es como cuando ecualizas el sonido de una canción a voluntad. Tienen que estar los tres aunque para contar algún determinado episodio te sirve más el recuerdo o el sueño. En el libro funciona como una diatriba contra esta moda de la literatura testimonial, autoficción, literatura del yo en la que aparentemente lo único que funciona es el recuerdo, que de los tres es el menos confiable en términos de certificación absoluta.

Es una moda que se está imponiendo en los últimos años. 

Siempre existió: Henry Miller, Philip Roth, Jack London… El gran público lector está muy dirigido por editoriales, departamentos de marketing y suplementos culturales. Y luego pasará esta y llegará la siguiente moda.

¿La trilogía que concluye con La parte recordada podría haber sido escrita de una vez?, ¿cómo ha sido el proceso?

No, escribí el primer libro pensando que iba a ser solo uno, en principio no estaba la idea de una trilogía. Cuando vi que no me podía sacudir al personaje de encima, o a la voz con la que trataba al personaje, hablé con mi editor, Claudio López Lamadrid, y le pedí un salvoconducto para poder seguir por ese camino. Y así fue. El primer libro tardé seis años en escribirlo, el segundo tres y el tercero dos.

Tres para mí es un número que estructuralmente me funciona, ligado a cosas muy puntuales de mi infancia que me influenciaron mucho, como 2001: Odisea del espacio o “A day in the life” de los Beatles. Todas las cosas de a tres me ayudan bastante.  

Hace un par de años, Belén Gopegui me dijo en una entrevista que “escribir consiste de algún modo en apartar el ruido que corrompe la señal, buscar en la precisión el valor verdadero del mundo”. 

Sí, Belén es muy buena escritora. Estoy de acuerdo.

En una entrevista en El País en 1981, Italo Calvino también decía que “la primera palabra que se nos ocurre no es nunca la verdadera, y a mí solo me satisface el lenguaje cuando llego a su centro, a lo preciso”. ¿Por qué esa obsesión por lo preciso? 

Si ser preciso significa ser minimal y muy puntual, yo tiendo a lo expansivo. Pero si ser preciso es que la palabra acabe configurando un estilo, estoy de acuerdo en que el estilo es lo importante, sin lugar a dudas.

Gopegui decía en la entrevista que hacer eso es el “único camino que conocemos para que un texto pueda hacer lo que hace el tacto o cierta clase de música rota y poderosa: importunar, reírse de sí mismo y tomar bastante en serio a quien lo está leyendo”. 

Sí, Foster Wallace decía que la función de la literatura era traer calma a los que sufrían y sufrimiento a los que están calmos. Estoy parafraseando, no recuerdo la cita exacta. Pero yo no tengo una conciencia muy grande más allá del libro. No estoy realizando una tarea sanitario-evangélica, si bien eso puede ser un efecto del libro si las cosas salieron bien. Si te soy completamente sincero, cuando escribo lo que busco es divertirme, pasarlo bien. Y, además, con el convencimiento de que, si yo lo paso bien, quiero pensar que el lector lo pasará bien también.

Quienes dan más importancia al canon son las personas que no leen. Me parece bien que exista pero el canon es como una guía de turismo

El 14 de octubre falleció Harold Bloom. ¿Es necesario un canon? 

Paradójicamente, quienes dan más importancia al canon son las personas que no leen. Me parece bien que exista pero el canon es como una guía de turismo, te dice que si vas a París tienes que ir a la torre Eiffel, pero para mí lo interesante es la callecita que te lleva a la torre Eiffel que tal vez la guía de turismo no te dice que vayas por ahí y la descubres viendo la torre Eiffel, de otro modo no la hubieras descubierto. Me parece bien que haya libros totémicos que te sirvan como maquinaria que irradia rayos en todas las direcciones y que tú acabes configurando tu propio canon. Me parecería muy triste que haya lectores que solo lean a Homero, Shakespeare, Joyce, Kafka o Proust y se quedaran en eso, y me parecería igual de triste que haya gente que no los haya leído nunca.

¿Cómo debería ser el canon literario en el siglo XXI? 

No lo sé, no tengo ni idea. Me parece un poco tonto fechar libros. Para mí, en el canon literario del siglo XXI puede estar perfectamente En busca del tiempo perdido de Proust leído desde el siglo XXI. Los grandes libros no tienen fecha de vencimiento y se acomodan en cualquier momento y en cualquier época. Seguimos leyendo La odisea, por qué vamos a pensar que nos es ajena temporalmente si lo estamos leyendo ahora.

¿Cuánto tiene la escritura de acción personal y cuánto de acción colectiva? 

Es personal toda. Cuando leo de tanto en tanto esto de que hay escritores que, cuando están en un problema, socializan su problema y escuchan lo que les dicen los lectores, como pasaba en Perdidos,… Qué sé yo, yo no lo haría, qué quieres que te diga.

¿Es escribir una manera de estar en soledad o de no estarlo? 

Escribir es estar muy bien acompañado, y leer mucho más aún. Pero yo no hago muchos distingos entre escribir y leer, me parece que es parte de una misma acción física, como inspirar y espirar.

¿Y un modo de revelar secretos propios? 

[Duda] Supongo que sí, pero no soy un escritor confesional en el sentido de que me interese que la gente diga “mira lo que está contando de su vida”.

¿Cómo ha afectado la existencia de Google a tu literatura? 

Como todo, usado en su justa proporción es muy útil. Del mismo modo, te digo que tengo una edad como para que mi primer libro fuese escrito en una máquina de escribir mecánica y estos libros de ahora sería imposible escribirlos sin cut and paste e insert, son libros muy inclusivos y abiertos en ese sentido. Son mejorables y se les puede añadir algo. Sin embargo, mi primer libro está como esculpido en mármol, no se me ocurre nada que ponerle.

Cuando escribía sin ordenador era más figurativo, de entrada, y ahora es como un expresionismo abstracto, como un Pollock, tiras todo a la pantalla y ves cómo funciona.

¿Puede competir la literatura con las redes sociales? 

Son dos cosas completamente diferentes, me parece un peligro confundirlas. Desde la misma terminología, hablar de redes sociales ya enreda. Ese nombre es como un acto fallido, mientras que la literatura te desenreda.

El 21 de abril de 2017 Soraya Sáenz de Santamaría, entonces vicepresidenta y ministra de la Presidencia del Gobierno, regaló a Oriol Junqueras, entonces vicepresidente de la Generalitat de Catalunya, un ejemplar de La parte inventada con motivo de Sant Jordi. 

Estaba cocinando y llegó mi hijo y me lo dijo. A mí me vino muy bien para este libro, de hecho Soraya está en los agradecimientos, porque estaba en un momento en el que necesitaba algo por lo cual el protagonista fuera expulsado de Barcelona de muy mala manera, incluso con antorchas y hogueras, y ha probado ser bastante profético.

Pero fue raro, ¿no? 

Sí, pero a mí me pasan cosas raras todo el tiempo. Otra raya para el tigre, aunque no fuese muy espectacular.

“No hay democracia fuera del Estado de Derecho”, se lee en la sentencia sobre el Procès conocida el lunes 14 de octubre. ¿Cuáles son los márgenes que delimitan la literatura en la actualidad? 

A medida que van pasando los años voy alcanzando cierta sencillez. Todo se limita a que esté bien escrito o mal escrito. Tal vez haya un Estado de Derecho en la literatura, pero no cambia nada mi percepción, voy a si me gusta o no me gusta. Si no hay un cierto estilo, no me interesa. Los discursos de los políticos, por regla general, no suelen estar bien escritos.

Algo que atraviesa tu obra es el interés por la música popular y por la cultura popular. 

A veces se apunta esto como algo novedoso pero ya estaba en los beatniks con el jazz, en Jane Austen con el minué y la música cortesana… Las influencias no tienen por qué ser estrictamente literarias, si bien para mí Bob Dylan está dentro de la literatura. Kubrick me parece un gran escritor con cámara.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=261850

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50 años de Mayo del 68 en 12 libros para comprender la trascendencia del movimiento estudiantil en Francia

Francia/El País

Babelia recomienda una docena de títulos para comprender la trascendencia del movimiento estudiantil en Francia hace medio siglo

Hace 50 años que la ciudad de París se convirtió en escenario de una rebelión antiautoritaria comandada por estudiantes universitarios que comenzaron por exigir su libertad sexual y que más tarde, unidos con obreros y sindicatos, terminaron convocando la mayor huelga que Francia haya conocido. Los acontecimientos estallaron en el mes de mayo de 1968, fecha con la que ha sido bautizado aquel movimiento en los libros de Historia, y fueron el punto de referencia para una oleada de protestas ocurridas en el mismo año en países como Alemania, Italia, Checoslovaquia, Estados Unidos o México.

Todas las protestas de ese año pueden conectarse porque, aunque no perseguían exactamente los mismos objetivos ni ocurrieran en contextos similares, tuvieron como denominador común el surgimiento de una nueva clase social y política: la juventud. Fueron los jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios, los que alentaron las movilizaciones para romper con las viejas prácticas políticas y los códigos morales que consideraban caducos. Debido a que no tenían afiliaciones políticas, estos movimientos alteraron el curso de las ideologías hegemónicas y los grupos de poder y, en consecuencia, cambiaron el rumbo de la Historia y el estilo de vida en el mundo.

La trascendencia de aquellos hechos ha sido tema de numerosas publicaciones durante décadas. Con motivo del 50 aniversario de Mayo del 68, Babelia recomienda 12 libros que abordan los acontecimientos de París y de otras ciudades del mundo en aquel año. En EL PAÍS Escaparate hemos recopilado estos títulos y los hemos organizado en un listado según el enfoque con que se abordan las movilizaciones de 1968: origen y crónicas de Mayo del 68, análisis y consecuencias de las protestas y, por último, otros movimientos ocurridos en el mismo año.

ORIGEN Y CRÓNICAS DE MAYO DEL 68

Tres libros que narran todos los acontecimientos de aquel movimiento estudiantil. Desde una crónica pormenorizada de los hechos y un repaso por los textos que inspiraron Mayo del 68 hasta una recopilación de los testimonios de 20 protagonistas anónimos de las protestas de París.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Utopías del 68

Autor: Antonio Elorza

Editorial: Pasado & Presente

Sinopsis: El planteamiento central de este volumen es el surgimiento de una “bioclase adolescente y juvenil” durante las movilizaciones de Mayo del 68. Elorza combina aquí un relato pormenorizado de los hechos, que comenzaron con la prohibición a los estudiantes (hombres) para que no entraran a la residencia femenina de Nanterre, con una análisis de la sopa de ideologías que agitaron las protestas. La crónica llega hasta la huelga general y los acuerdos entre el Gobierno y los sindicatos, que terminaron siendo la puntilla de todo el movimiento.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Mayo del 68: la palabra anónima. El acontecimiento narrado por sus participantes

Autor: Nicolas Daum

Editorial: Acuarela & Antonio Machado

Sinopsis: El autor recopila testimonios de los protagonistas de esta lucha a partir de entrevistas con 20 antiguos miembros del Comité de Acción de los distritos III y IV de París, al que él mismo perteneció. Las charlas ocurrieron entre 1988 y 2007 con personajes que ahora son obreros, artistas, profesores o ingenieros y que cuentan su experiencia en Mayo del 68, así como su vida antes y después de los acontecimientos. Ninguno de ellos es actualmente una celebridad o un mártir del movimiento, sino que fueron participantes anónimos implicados profundamente en la actividad cotidiana y de base de las movilizaciones en aquel momento.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

De la miseria en el medio estudiantil y otros documentos

Autor: Varios autores

Editorial: Pepitas de Calabaza

Sinopsis: Los documentos clave que impulsaron los acontecimientos de Mayo del 68 están traducidos y reunidos en este volumen, encabezados por el opúsculo La miseria de la vida estudiantil, que publicó la organización Internacional Situacionista en Estrasburgo, en 1966. Fue redactado por dos estudiantes y dos miembros del colectivo y se distribuyó gratuitamente; lo que garantizó su difusión y el posterior escándalo de Estrasburgo. También incluye textos de Guy Debord y Mustapha Khayati, así como el cómic El regreso de la Columna Durruti.

ANÁLISIS Y CONSECUENCIAS

Para comprender la relevancia de las protestas a nivel mundial, los siguientes libros analizan los fenómenos políticos y sociales derivados de Mayo del 68. ¿Qué hilo conductor hay con la actualidad? ¿Cómo cambiaron las movilizaciones y las ideologías de izquierda? ¿Qué papel jugaron los estudiantes? Esas son las grandes preguntas que atienden estos títulos.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Revoluciones

Autor: Joaquín Estefanía

Editorial: Galaxia Gutenberg

Sinopsis: En este recorrido, el autor traza un itinerario que arranca en París con la fiebre libertaria de 1968, pasa por la consecuente revolución conservadora de los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, visita el levantamiento de los indignados del 15-M y Occupy Wall Street, y llega hasta el advenimiento de Donald Trump. Estefanía analiza las mejoras en las condiciones de vida del ser humano en el último medio siglo, pero también reconoce los signos de retroceso de los años recientes y de la constante precarización del Estado de bienestar.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

1968. El año en que cambió el mundo

Autor: Richard Vinen

Editorial: Crítica

Sinopsis: Aunque en 1968 coincidieron distintos movimientos en diferentes ciudades del mundo, Richard Vinen los estudia como un periodo que discurre desde la segunda mitad de los años 60 hasta principios de los 70. A juicio del autor, aquel es un mundo desaparecido, aunque siga sonando su música y muchas de sus aspiraciones, como la libertad sexual o la igualdad de la mujer, ya sean parte del acervo colectivo. Sin embargo, toma en cuenta el fortalecimiento de la derecha política poco después de las movilizaciones y la proliferación de grupos terroristas, sobre todo en Alemania e Italia.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

1968. El nacimiento de un mundo nuevo

Autor: Ramón González Férriz

Editorial: Debate

Sinopsis: Esta es una crónica exhaustiva de todos los sucesos de 1968 a partir de su denominador común: los estudiantes. El autor describe las protestas en Francia, pero también las ocurridas en Japón, Estados Unidos, Italia, Alemania, España, Checoslovaquia, Polonia y México. Aquí se cuenta cómo aquellas movilizaciones crearon en el subconsciente ciudadano la idea de que el orden reinante podría saltar por los aires. No obstante, el relato discurre hacia el destino final de aquel pensamiento, que encontraron refugio en la universidad y alimentaron una hegemonía cultural de izquierda en vez de cambiar el mundo.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Mayo del 68. Las críticas de la izquierda a las revueltas estudiantiles

Autor: Javier Noya

Editorial: Los Libros de la Catarata

Sinopsis: Los movimientos estudiantiles de Mayo del 68 significaron el surgimiento de una nueva izquierda. Sin embargo, a pesar de su buena acogida entre los intelectuales de esa corriente política, las protestas no siempre fueron apoyadas por las filas progresistas coetáneas, como Theodor Adorno en Alemania o Pier Paolo Pasolini en Italia. Además, el autor compara ese rechazo con el presente: mientras ciertos sectores de izquierda ensalzan los movimientos de los 60, también miran con recelo las protestas juveniles actuales y las tachan de antisistema o de populistas.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Mayo del 68. Fin de fiesta

Autor: Gabriel Albiac

Editorial: Confluencias

Sinopsis: Análisis sobre la transformación política que significó Mayo del 68 en las corrientes de izquierda europeas. El autor explica que ante la amenaza de los tópicos progresistas sobre los que se apuntalaban los partidos comunistas europeos, el Partido Comunista Francés intentó abortar las movilizaciones de los estudiantes parisinos, porque intuía su propio final y el de todo el despotismo soviético del siglo XX. Así pues, considera que el París de 1968 anticipó la caída del Muro de Berlín en 1988.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Fronteras de papel

Autora: Patricia Badenes

Editorial: Cátedra

Sinopsis: Estando tan cerca, ¿acaso el torbellino de protestas que se generó en Francia tuvo alguna influencia en España? Ese es el estudio que trata este volumen, en el que la autora retoma la actuación de la prensa española, que se volcó en un evento que intuyó histórico. También destaca la influencia de los sucesos acontecidos en Francia en los movimientos sociales y en el arte plástico, así como el temor al contagio que se apoderó de la clase política franquista. A su juicio, el régimen español no habría soportado el envite de semejante remolino de viento fresco.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Revoluciones. Cuando el pueblo se levanta

Autor: Gero von Randow

Editorial: Turner

Sinopsis: Comunista de acción en su juventud, Gero von Randow ubica los movimientos estudiantiles de 1968 como punto intermedio entre la Revolución Rusa de 1917 y el presente. A su entender, las revoluciones no parecen haber pasado de moda ni perdido su atractivo. En este libro, el autor analiza los aspectos de una revolución a partir de ejemplos del pasado y el presente, sus detonantes, su desarrollo y su legado. Mediante un relato de los acontecimientos, las teorías de grandes pensadores se unen a las reflexiones del propio autor.

OTROS MOVIMIENTOS

Además de las movilizaciones en Francia, las protestas que ocurrieron en otros países en 1968 también han sido ampliamente estudiadas por su repercusión social y política a nivel mundial. Estos libros explican la trascendencia de la Primavera de Praga y la guerrilla urbana de los yippies en Estados Unidos.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Las flores y los tanques. Un regreso a la Primavera de Praga

Autor: Luis Zaragoza

Editorial: Cátedra

Sinopsis: El autor estudia en este texto las protestas ocurridas en Checoslovaquia entre enero y agosto de 1968, que considera como el primer intento de crear un sistema inédito que uniera lo mejore del socialismo y la democracia. Es decir, una fórmula de justicia en libertad que restaurara el capitalismo y reformara el régimen comunista para hacer más eficaces sus métodos y estructuras. Este movimiento fue tan peculiar como para que el mundo mirara expectante a aquel pequeño país en el corazón de Europa y se llegara a pensar que aquel sueño pudiera ser posible.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

¡Hazlo! Escenarios de la revolución del 68

Autor: Jerry Rubin

Editorial: Blackie Books

Sinopsis: Otro de los grandes movimientos juveniles de 1968 ocurrió en Estados Unidos, donde un puñado de yippies, capitaneados por Abbie Hoffman y por el autor de este libro, postuló a un cerdo a la presidencia y emprendió una serie de protestas durante la convención del Partido Demócrata de ese año en Chicago. En consecuencia, fueron reprimidos violentamente y procesados en un juicio al que acudieron disfrazados y en el que mantuvieron conversaciones hilarantes con el juez. Este relato de Jerry Rubin en primera persona es un vigente manual de guerrilla urbana que incomodó tanto a la derecha como a la izquierda oficial.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/05/09/escaparate/1525856671_730766.html

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Producción de libros creció un 10,5% en Latinoamérica

Costa Rica/02 de Octubre de 2017/Newsiamérica

El mercado de producción de libros registrados por editoriales en Latinoamérica creció un 10,5% durante el primer semestre del año 2015 según reporte de la Oficina de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y El Caribe (CERLALC).

De acuerdo con el informe N. 8 “El libro en cifras” de esas organizaciones “el número de títulos con ISBN registrados en América Latina ascendió a  94 125 durante el primer semestre de 2015,  cifra que supera en un 10,5% a la del año anterior. Este crecimiento resulta significativo considerando la tendencia hacia abajo de los dos últimos años” (http://anatomiadelaedicion.com/2016/02/el-libro-en-cifras-en-iberoamerica-cerlalc-unesco/).

El International Standard Book Number (ISBN) es un número de 13 cifras que identifica de una manera única a cada libro o producto de editorial publicado en el mundo con características semejantes. Su propósito es identificar un título o la edición de un título de un editor específico.

Los temas relacionados con la producción de libros, las nuevas tecnologías digitales, el desarrollo de estrategias educativas para incentivar la lectura y la escritura –entre otros aspectos- serán abordados entre el 28 y 30 de setiembre en el hotel Wyndham Herradura de Costa Rica.

En ese lugar se llevará a cabo la edición XIV del Congreso Latinoamericano para el Desarrollo de la Lectura y la Escritura (CONLES 2017). El evento reunirá a especialistas de Puerto Rico, Estados Unidos, Ucrania, Chile, Ecuador, Argentina y Costa Rica.

La cita está organizada por la Asociación Costarricense del Consejo de Lectura, la Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional, la Universidad Estatal a Distancia, International Literacy Association y el Comité Latinoamericano para el Desarrollo de la Lectura y la Escritura.

De acuerdo con Maria Marta Camacho, Coordinadora del evento,  el Congreso reunirá a bibliotecólogos, académicos, estudiantes, investigadores y difusores de la cultura quienes compartirán experiencias en torno a la lectura y la escritura actual y futura.

“En el evento vamos a pasar revista a temas fundamentales para los procesos educativos en la región como: las nuevas metodologías de la enseñanza, experiencias exitosas en el continente y el impacto de las nuevas tecnologías digitales, solamente para citar algunos ejemplos”, destacó Camacho.

Panorama del mercado

El informe de UNESCO y CERLALC –dado a conocer en febrero del año 2016- establece que el país con mayor crecimiento del mercado librero fue Brasil  cuyo número de títulos registrados ascendió a 43 170 y representó un 45,9% del total en América Latina.

En la distribución de los títulos, el 59% perteneció a editoriales comerciales, seguido por el 15% a Organizaciones No Gubernamentales, un 11% correspondió a autores-editores, 9% editoriales universitarias y 6% al sector público.

Para Camacho los Estados de la región tienen una “enorme responsabilidad” en fomentar este mercado mediante incentivos fiscales, el apoyo a la creación de nuevas empresas impresoras, la reducción de costos en la importación de materiales, así como en la promoción del uso y distribución de libros y el fomento a la lectura.

“Este tipo de acciones serán muy importantes para una mejor calidad de la educación e impactarán de manera muy positiva especialmente en las nuevas generaciones”, resaltó Camacho.

Los datos de UNESCO y CERLALC añaden que en relación con la lectura digital las naciones que lideran la creación de contenidos son: Cuba (55,5%), México (25,5%), Colombia (23,3%) y Brasil (22,4%).

El programa completo de CONLES 2017 se pueden consultar en: http://www.conles2017.com

Fuente. Periódico Digital Centroamericano y del Caribe

Fuente de la Información: http://newsinamerica.com/pdcc/produccion-de-libros-crecio-un-105-en-latinoamerica/

 

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Escritor Enrique Mendoza: Pese a redes sociales, «poco ha cambiado» en la literatura.

Por: La Jornada/21-04-2017 

Madrid. Al día siguiente de recibir el premio Cervantes, el escritor español Eduardo Mendoza hizo este viernes una firme defensa de la enseñanza tradicional de la literatura y criticó que se la considere como un mero divertimento.

En un encuentro con la prensa en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, el autor afirmó que pese al auge de las redes sociales y la aceleración que conllevan, «poca cosa ha cambiado sustancialmente, porque todo eso es la periferia de la literatura».

El autor de novelas como La verdad sobre el caso Savolta o El misterio de la cripta embrujada se mostró crítico con la visión de la literatura como un entretenimiento.

«La literatura no hay que justificarla. La literatura ha de volver a ser lo que era antes, una asignatura, que te guste o no te guste vas a aprender el soneto de memoria, y si no, te quedas sin recreo, te suspendo y te voy a dar una paliza», dijo con una pizca de ironía.

En ese sentido, observó que hay algunos libros «horrorosamente aburridos» y «tremendamente difíciles», pero «que hay que leer, porque son muy buenos».

«Se está perdiendo la literatura en favor de la lectura, que es una cosa que sólo beneficia a la industria editorial. La literatura es otra cosa»; es «parte de nuestro desarrollo cerebral» y «nuestra forma de estar en el mundo, y hay que enseñarla de esa manera», añadió.

Mendoza, de 74 años, observó también que en las ferias del libro, como la que en mayo se celebrará en Madrid, los autores más en boga suelen ser «escritores mediáticos, cocineros, deportistas, de autoayuda, blogueros», si bien «al día siguiente, el libro que se venderá es el de siempre, la novela, el ensayo».

Mendoza recibió el jueves en Alcalá de Henares, cerca de Madrid, el premio Cervantes de literatura, considerado como el Nobel de las letras hispanas.

En su discurso defendió el humor como un género mayor, y describió su relación el Quijote, que leyó por primera vez siendo niño y le resultó «una revelación» para su vocación literaria.

  • Fuente: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2017/04/21/pese-a-redes-sociales-poco-ha-cambiado-en-la-literatura-mendoza
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Patricia Terino: “Sería pretencioso por mi parte afirmar que la literatura y la filosofía contribuirían a crear un mundo más humano, pero tal vez merezca la pena probar”

Entrevista a: Patricia Terino

La editorial Dyskolo acaba de presentar el libro “Días de bruma”, un relato existencialista en el que la protagonista, Lía Ayuso, trata de retomar su vida en el punto crítico donde arranca la novela. Hoy conversamos con su autora, Patricia Terino, para profundizar en esas relaciones (de amistad, laborales…) y en esas herramientas (la literatura, la filosofía…) con las que Lía va construyendo su experiencia vital.

-Lía vive con un hondo pesar, con angustia existencialista, en todas las facetas de sus relaciones sociales y laborales. Algo que solo mitiga la aparición de Juan Martín. ¿Por qué? ¿Es únicamente el amor o hay otros componentes en este personaje?

Hay una conexión especial desde el primer momento que lo conoce en aquella clase de filosofía, algo impetuoso que la dirige hacia él y que ella no acostumbra a experimentar por su talante racionalista y su tendencia a meditar excesivamente las cuestiones que le incumben. Después de los primeros encuentros sexuales descubre esos otros componentes de los que hablas y que contribuyen a asentar definitivamente la relación, como sus inquietudes artísticas, su madurez ante la vida y los acontecimientos vividos (que solo se atisban superficialmente en la obra y que serán desarrollados de manera más exhaustiva en una futura segunda entrega de la historia) y especialmente su capacidad para entender y amar el complejo mundo interior de Lía.

-¿Qué importancia tiene la maternidad en un mundo como el actual?

Cada cual otorga el valor que considere oportuno o que sienta en su interior. Personalmente creo que la maternidad ha sido denostada especialmente en los últimos tiempos por el mundo y el sistema que hemos construido en él, donde no se valora ni apoya la figura de la madre y la importancia de que esta pase los primeros años de vida de sus hijos junto a ellos, puesto que la sociedad nos obliga a separarnos de los mismos a edades cada vez más tempranas en aras de lo que se considera la independencia y la liberación de la mujer en la conquista de nuestros legítimos derechos. Ciertamente se trata de una cuestión compleja, donde feminismo y maternidad parecen conceptos enfrentados. Mi visión y mi experiencia personal me inclinan a defender un feminismo de la igualdad en derechos y oportunidades, donde la maternidad (y la paternidad) juega un papel clave en la transmisión de una serie de principios en torno a la tolerancia, el respeto, la cooperación, la conciencia crítica y todos aquellos valores que contribuyan a construir un mundo diferente al que hoy se nos impone. El modo en que criamos a nuestros hijos (cuando esto se nos permite) determina, entre otros muchos factores, la sociedad del futuro.

-En la novela, la madre de Lía, que ha sido la columna vertebral y la tabla de salvación de la familia, representa el pragmatismo y es la antítesis de los valores de la protagonista. Mientras que su padre, vencido por la vida, está mucho más cerca de Lía, lee todo lo que publica y se siente orgulloso de ella ¿A tu modo de ver es así en la vida real, el sentimentalismo no tiene recursos frente al apabullante mundo que vivimos?

Ciertamente se sitúa en un plano distinto, antagónico incluso, al orden imperante, donde prima solo aquello que reporta beneficios económicos, como se apunta en la novela. Pero el sentimiento, la pasión, la que es auténtica, la que nos enriquece de verdad, la que nos conecta con nosotros mismos, la que nos permite el diálogo interno con lo que somos, es también la que nos salva, como a Lía. Y ello a menudo va acompañado de una visión determinada del mundo, un modo concreto de enfrentarse a él y un estilo de vida distinto al impuesto por el sistema establecido.

-Los libros y la filosofía son para Lía una tabla de salvación y un respaldo de sus valores. ¿En tu caso también es así? ¿Ves la literatura y la filosofía como armazón para un mundo más humano?

Creo que cada cual elige los elementos más idóneos para sí mismo para mitigar los envites del mundo que hemos construido. La literatura y la filosofía especialmente, representan la catarsis que Lía necesita para sobrevivir y enfrentarse a las contradicciones de la realidad. Personalmente, considero a la literatura, el arte o la música, manifestaciones primigenias de lo humano que nos conectan con lo que somos en realidad, con lo que fuimos, y que nos reencuentra con aquella faceta creativa e íntima de nosotros mismos, tan esquilmada en los últimos tiempos (de ahí la importancia concedida en la novela a este ámbito interior). Y en cuanto a la filosofía, tanto para Lía como para mí misma (por lo que hay de biográfico en el personaje), supone no solo un modo de evasión o resistencia como las disciplinas mencionadas anteriormente, sino también una de las vías más auténticas y eficaces para la toma de conciencia acerca del mundo que nos rodea, las relaciones humanas que entablamos y el conocimiento sobre nosotros mismos. Sería pretencioso por mi parte afirmar que la literatura y la filosofía contribuirían a crear un mundo más humano. Pero tal vez merezca la pena probar.

-¿Y el arte? Aparece de la mano de Juan Martín, pero muy en segundo plano, casi oculto, a pesar de la importancia que parece tener en la mente de Lía.

Así es, porque como bien dices, aparece representado en la figura de Juan Martín. Él es el artista, quien complementa a Lía, a su persona y su proyecto vital, que cobra sentido solo después de Juan Martín. Por eso es él quien encarna el concepto de arte, que permanece en la sombra, bajo toda apariencia, como lo que permanece, lo que subyace, como aquello profundamente auténtico que nos constituye.

-En alguna de sus reflexiones Lía llega a decir que “la auténtica filosofía no era la del logos, sino la del arte. La que nos descubre a nosotros mismos, la de lo irracional, la de lo inconsciente, la de lo instintivo”. ¿Estás de acuerdo con ella?

Sí, aunque hay mucho que matizar. Se refiere a un concepto de filosofía más amplio, no adscrito exclusivamente al occidental racionalizante. Incorpora a la filosofía muchos de los aspectos que tradicionalmente han sido marginados por la historia occidental de la misma (lo irracional, lo pasional, lo instintivo, lo imaginativo, etc.), y que empiezan a ser tenidos en consideración especialmente a partir del S.XIX, con la llamada filosofía de la sospecha, encarnada por las figuras de Marx, Nietzsche y Freud, y continúa esta vertiente aperturista a través del arte del S.XX (en todas sus manifestaciones, no solo plásticas: música, literatura, etc.), y de las corrientes de pensamiento como el estructuralismo, el postestructuralismo o la llamada postmodernidad filosófica. Todo ello sin mencionar el amplio abanico filosófico que nos ofrece el pensamiento no occidental, considerado por muchos eruditos en la materia como “no filosofía”, tal como nos enseñaron algunos en la facultad.

-¿A qué canon o corriente literaria incorporarías Días de bruma?

No creo que me corresponda a mí tal tarea de clasificación o ubicación estilística y literaria, pero sí puedo desvelar las influencias más directas que me han llevado a escribir de un modo muy definido y determinado, en un intento por seguir a aquellos que considero maestros de la creación literaria, algunos de cuyos nombres se mencionan a lo largo de la obra como Bukowski, Henry Miller, Fante o Bolaño. Además de otros muchos y muchas de los que aprendo cada día y que cumplen con esa función catárquica y enriquecedora de la que hablábamos, como Dostoyevski, Borges, V. Woolf, Hansum, Becket o Thomas, entre otros muchos.

-Gracias.

Gracias a ti y a la labor que llevas a cabo con tu proyecto editorial.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=217300&titular=%93ser%EDa-pretencioso-por-mi-parte-afirmar-que-la-literatura-y-la-filosof%EDa-contribuir%EDan-a-crear-

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