Memoria del Holocausto y educación

El 27 de enero se cumple el 75 aniversario de la liberación del cambio de exterminio de Auschwitz. Esta es la fecha elegida para la conmemoración del Día de la Memoria del Holocausto. Hablamos de su traslado a las aulas.

El día 27 de enero, el lunes próximo, se conmemora el 75 aniversario de la liberación, por parte del Ejército Rojo, del tal vez más conocido campo de exterminio nazi, Auschwitz. Desde hace años, se conmemora el Día de la Memoria del Holocausto, un hecho histórico que supuso el asesinato de 6 millones de judíos, además de unos 5 millones más entre personas gitanas, discapacitadas, opositoras, comunistas, homosexuales, integrantes de la resistencia de todas las nacionalidades y un largo etcétera.

La recuperación de la memoria de lo ocurrido es fundamental para intentar evitar que vuelva a ocurrir algo parecido. Más en estos últimos años en los que partidos de extrema derecha han ido ganando posiciones de poder por todo el continente europeo.

Desde el Centro Sefarad-Israel (algo así como la Casa de Israel, en Madrid, una entidad autónoma dependiente del Ministerio de Exteriores, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid), recomiendan hacer este trabajo de memoria de diferentes maneras. La principal, la recuperación de testimonios de personas supervivientes. Aunque cada vez son menos y es complicado, todavía quedan algunas. También sus descendientes.

Junto a estos testominios vivos, hay miles y miles de documentos, fotografías y menorias de personas que pasaron por los campos de exterminio o los guetos como el de Varsovia y que pueden ayudar a la hora de poner rostro al Holocausto. Para Yéssica San Román, directora del departamento de Educación, Holocausto y Antisemitismo del Centro Sefarad-Israel, es fundamental que, además de la información pura y dura, de los grandes hechos históricos como el ascenso del nazismo en los años 30 del siglo XX al poder, o cómo se desarrolló la 2ª Guerra Mundial o los campos de trabajo y exterminio, es básico que estos hechos tengan rostro. Que los cuenten quienes los vivieron.

Qué puede hacerse

El día 27, tradicionalmente, desde el Centro Sefarad-Israel, cuenta Yéssica, se realiza un encendido de velas, seis, con el que se quiere recordar a las víctimas judías y no judías, del Holocausto. También es un recordatorio para la figura de los «justos entre las naciones», es decir, aquellas personas que hicieron todo lo que estaba en su mano para salvar a los judíos del exterminio.

Pero hay muchas más actividades que pueden hacerse. De hecho, este año, a lo largo de todo el mes el Centro, en colaboración con AulaFilm han puesto a disposición de colegios e institutos decenas de títulos relacionados con la Shoá (término en hebreo que designa el Holocausto), con otro material didáctico, con el que poder trabajar con alumnado de diferentes edades.

«En la historia de la Humanidad ha habido muchos genocidios, nunca faltan los verdugos», asegura Javier Orgaz. Es profesor de Historia en el IES Arcipreste de Hita en Azuqueca de Heranes, Guadalajara. Es, digamos, quien lidera este año un proyecto de varios días en recuerdo de las víctimas del Holocausto. Lo hace junto a otras tres compañeras (todos ellos se han formado aquí y en el extranjero sobre el tema) y han arrastrado a todo el claustro. Ve su labor como «un grano de arena para que si vuelve a ocurrir una situación parecida nuestros alumnos digan: ‘Yo no».

La enseñanza del Holocausto, desde la entrada en vigor de la LOMCE, tiene un tratamiento específico. Ya no es solo un pequeño punto en el mar de la historia de los años 30 o de la 2ª Guerra Mundial. Eso sí, afirma Orgaz, en la mayoría de los casos, los libros de texto le dedican una página de contenido. Para él, hacer actividades específicas más allá de este contenido es una cuestión de educación moral.

En años anteriores, en su instituto, han recibido charlas de una superviviente de los campos, Anette Cabelli, han visionado películas o encendido velas. El año pasado, de hecho, acudieron al acto que el Centro Sefarad-Israel realiza en el Senado, en donde tuvieron la oportunidad de participar 16 alumnos.

Este año han dedidido que con un solo día no era suficiente y han alargado las actividades desde el 27 hasta el 29.
Han montado una «Avenida de los Justos» en el centro, con paneles con fotos y biografías de españoles declarados «justos entre las naciones». Esto lo ha hecho el alumnado de 1º de la ESO que, además, ha montado una recreación de la montaña de zapatos que hay en Auschwitz; calzado de los prisioneros judíos que posteriormente eran asesinados, «una de las partes que más impacta allí», asegura Orgaz.

Además, se harán tres pases de la película La solución final, de Kenneth Branagh para un total de 180 alumnos de 4º de ESO y 1º de Bachillerato. Al día siguiente, el 29, se realizará el encendido de las seis velas en recuerdo de las víctimas de la Shoá.

La posibilidad de escuchar el testimonio de una persona que vivió el horror nazi es fundamental. Al menos así lo explican tanto San Román como Orgaz. Prueba de ello es que, como explica este último, la segunda visita al centro de Anette Cabelli fue promovida por el alumnado de 2º de Bachillerato que ya la había escuchado cuanto cursaba 4º de ESO. Este año ha recabado vídeos de algunas de las alumnas que estuvieron en aquella charla, ahora ya han terminado el instituto, para recoger sus impresiones. «El testimonio es fundamental«, asevera este profesor. Así lo considera porque transmite de manera directa qué fue la Shoá y este conocimiento puede pasar de una generación a otra y «cuando más dure, mejor». En el proyecto, confirma Javier, participa la práctica totalidad del claustro de profesores, desde historia a Religión, pasando por Geografía, Matemáticas o Plástica.

San Román asegura que cuando gestionan visitas de alguna personas superviviente a centros educativos son siempre bien recibidos. «Los alumnos les acogen con cariño, respeto y mucha admiración. La reacción es siempre buena. Los profesores también nos lo dicen, que es una de las experiencias más importantes o bonitas».

Para ella, una de las claves de conocer testimonios directos, es la posibilidad de humanizar lo que ocurrió, tanto para las víctimas, los verdugos como para las personas que fueron testigo de lo ocurrido. «Es más fácil decir que fueron monstruos, pero es un acontecimiento realizado por humanos».

Hablar sobre cómo pudieron sobrevivir a la experiencia de los guetos y los campos es importante. Como lo es, también interesante humanizar a las personas. Conocer cómo era sus vidas antes de que comenzara el nazismo y cómo fueron capaces de reconstruir sus vidas una vez que terminó la guerra.

«Hay muchos docentes que trabajan de manera estupenda sobre el tema y hacen muchos proyectos», asegura Yéssica San Román. A esto también ha ayudado la obligatoriedad de tratar el Holocausto en las clases a partir de 4º de la ESO. Eso sí, «lo que les falta muchas veces, comenta, son herramientas, materiales didácticos para ir más allá de los textos oficiales». Por eso, buena parte de su trabajo en el Centro Sefarad-Israel está relacionado con apoyar a quienes necesitan más material.

De hecho, junto al acto del Senado, también realizarán diferentes reuniones en poblaciones de Madrid en las que contarán con el testimonio de Anette Cabelli, quien estará toda la semana en España.

Pero, además de los materiales didácticos que tienen en la web, o de la organización de visitas de supervivientes y familiares, el Centro gestiona todos los años el viaje de docentes a Yad Vashem en Jerusalem, el Museo del Holocausto, en donde reciben una importante formación, además de materiales didácticos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/01/23/memoria-del-holocausto-y-educacion/

Comparte este contenido:

Educación firmará con las comunidades judías de España un convenio para la erradicación del antisemitismo

España/25 enero 2018/Fuente: La Vanguardia

  • El secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, ha anunciado que, próximamente, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte firmará un convenio con la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), para la erradicación del antisemitismo, el cual, según ha advertido, «no ha sido erradicado» sino que, por el contrario, ha experimentado «un incremento significativo» en Europa.

El secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, ha anunciado que, próximamente, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte firmará un convenio con la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), para la erradicación del antisemitismo, el cual, según ha advertido, «no ha sido erradicado» sino que, por el contrario, ha experimentado «un incremento significativo» en Europa.

«El antisemitismo no está erradicado sino todo lo contrario. No ha desaparecido sino que en las últimas décadas se ha producido un incremento significativo tanto en Europa como en el resto del mundo», ha precisado Marín, durante la inauguración del seminario sobre antisemitismo en España que se celebra desde este miércoles 17 hasta este jueves 18 de enero en Madrid, organizado por el Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa.

En este sentido, ha apostado por «la formación en tolerancia y respeto hacia las diferencias» que, a su juicio, «hoy más que nunca, se hace imprescindible» y ha defendido el sistema educativo español que se fundamenta en los valores de la Constitución Española, «concediendo una especial importancia a la formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión social, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos».

También ha comunicado durante la inauguración que el Ministerio de Educación firmará próximamente otros dos convenios con la Fundación Ana Frank y con la Fundación Yad Vashem de Jerusalén.

Por su parte, el embajador de Israel en España, Daniel Kutner, ha incidido en las cifras de antisemitismo en España que «si bien no son alarmantes, sí dan motivo de preocupación» dado el pequeño tamaño de la población judía en España.

«Hay quienes piensan que el antisemitismo es una enfermedad erradicada en el siglo XX. Esto me parece inquietante. Viejos y nuevos discursos de marcado carácter antisemita siguen estando presentes», ha advertido. Por ello, considera que el primer paso es tomar conciencia de que este problema existe. En todo caso, ha diferenciado el antisemitismo de la crítica a Israel «que puede ser legítima».

Según los últimos datos, correspondientes al informe del Observatorio de Antisemitismo en España de 2015-2016, los comportamientos antisemitas en España «apenas han variado respecto a los años anteriores», siendo «los medios de comunicación, Internet y las redes sociales» los lugares donde más proliferan «las expresiones de odio y rechazo hacia los judíos».

El estudio también recoge algunos ataques contra personas –como la cancelación de la actuación del cantante judío estadounidense Matisyahu en el Festival de música reggae Rototom Sunplash–; contra los bienes, como una pintada al lado de la Embajada de Israel en Madrid; así como casos de antisemitismo en el ámbito político e institucional.

El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub, ha indicado que en la actualidad son testigos de «un nuevo tipo de antisemitismo más político: el odio y aversión al Estado de Israel como hogar de los judíos». «Es una actualización preocupante de todos los clichés antisemitas clásicos del pasado», ha precisado, al tiempo que ha asegurado que seguirán trabajando «por normalizar el hecho Israel en la sociedad».

Además, ha destacado la importancia de la educación como «herramienta» para luchar contra el antisemitismo y para construir una España «más próspera». Para ello, ha destacado que la formación debe estar sustentada sobre «principios y valores que defiendan la vida, la dignidad de la persona, la libertad, los derechos básicos del ciudadano, el respeto al prójimo, el derecho a la diferencia, la diversidad y la integración de las minorías».

En el seno de esta sociedad, según ha añadido, «no caben los estereotipos, ni los prejuicios, ni las mentiras, ni la exclusión» y ha precisado que el antisemitismo es «el paradigma de la intolerancia».

En concreto, el director de Centro Sefarad-Israel, Miguel de Lucas, ha recordado la definición de antisemitismo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE): ‘Antisemitismo es una determinada percepción sobre los judíos que puede expresarse como odio hacia los judíos. Las manifestaciones verbales y físicas de antisemitismo se dirigen tanto contra personas judías o no judías como contra sus bienes instituciones comunitarias o lugares de culto’. En este sentido, van a pedir a los Ministerios de Educación, Exteriores y Justicia que España haga suya esta definición.

Fuente noticia: http://www.lavanguardia.com/vida/20180117/4478523460/educacion-firmara-con-las-comunidades-judias-de-espana-un-convenio-para-la-erradicacion-del-antisemitismo.html

Fuente imagen: http://cdn1.diariojudio.com/files/2018/01/Acuerdo-Educacion-comunidad-erradicar-antisemitismo.jpg

Comparte este contenido:

El oficialismo estadounidense judío reprime la libertad de expresión para silenciar a los críticos del sionismo por Peter Beinart

Asia /Palestina/Diciembre 2016/Peter Beinart/https://www.rebelion.org/

El oficialismo estadounidense judío reprime la libertad de expresión para silenciar a los críticos del sionismo
Haaretz
 Traducido del inglés para Rebelión por J. M
Según la nueva Ley del Senado del «Acto de Conciencia del Antisemitismo» Henrietta Szold, Hannah Arendt y Martin Buber también podrían definirse como antisemitas.

 

Cada año que pasa el oficialismo estadounidense judío plantea una mayor amenaza para la libertad de expresión en los Estados Unidos.

La razón es simple. Cada año que pasa el control israelí sobre Cisjordania crece permanentemente. Y así, cada año que pasa, más progresistas estadounidenses cuestionan el sionismo.

Después de todo si el Estado judío condena de forma permanente a millones de palestinos de Cisjordania a vivir como no ciudadanos, en la legislación militar, sin la libre circulación o el derecho al voto para el Gobierno que controla sus vidas, no es de extrañar que el número de estadounidenses que detestan la discriminación, aprecian la igualdad y se sienten incómodos con lo que ocurre, crezca.

Y cuantos más estadounidenses expresan su incomodidad, más trabajan las organizaciones judías estadounidenses para clasificar el antisionismo como antisemitismo, que es castigado por ley.

El último ejemplo es la Ley de la conciencia del antisemitismo, que el Senado aprobó por unanimidad el 2 de diciembre. La Ley –impulsada por el AIPAC, la Liga Anti-Difamación y las federaciones judías de EE.UU.- instruye al Departamento de Educación de Derechos Civiles para seguir “la definición de antisemitismo establecida por el Enviado Especial de Vigilancia y Lucha Contra el Antisemitismo del Departamento de Estado en la hoja informativa emitida el 8 de junio de 2010″.

 

Activistas palestinos e israelíes huyen del gas lacrimógeno disparado por soldados israelíes durante una manifestación contra la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania el 17 de noviembre de 2016. Majdi Mohammed / AP

Suena bastante inocua. Hasta que nos fijamos en lo que dice la hoja informativa. Siguiendo la definición urdida por el disidente soviético devenido al ala de extrema derecha israelí Natan Sharansky, la hoja de datos define el antisemitismo entre otras cosas como “negar al pueblo judío su derecho a la libre determinación y negar a Israel el derecho de existir».

Esto es una locura. En todo el mundo numerosos pueblos desean la «libre determinación.» Los kurdos han estado buscando su propio estado desde finales del siglo XIX, más o menos el mismo período en que eclosionó el sionismo de los judíos.

También la querían los vascos. Los sijs se han estado agitando por su propio país, en el Punjab, desde la creación de la India. Los igbos del este de Nigeria, concretamente crearon uno, Biafra, durante tres años entre 1967 y 1970.

Existen argumentos razonables a favor de estos esfuerzos por la libre determinación. También hay argumentos razonables a favor de exigir a los kurdos, vascos, sijs e igbos vivir en países multiétnicos con base a una identidad nacional que sustituya a la propia.

De cualquier manera la intolerancia no tiene nada que ver con ello. Si oponerse al deseo de un pueblo por la autodeterminación te hace intolerante a ese grupo, entonces un montón de líderes judíos estadounidenses deben reportarse a la oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación ahora mismo.

Después de todo los palestinos quieren su propio estado. Muchos líderes judíos estadounidenses se oponen a ello. ¿Por qué no están esos fanáticos líderes bajo el mismo principio que están intentando transformar en ley?

La verdad es que el sionismo político -la creencia de que judíos deben disfrutar de la mayor seguridad y la libre expresión en su propio Estado- siempre ha sido motivo de controversia, incluso entre los judíos. A principios del siglo XX muchos judíos ortodoxos llamaron al sionismo una violación de la ley judía.

Muchos judíos estadounidenses reformistas argumentaron que los judíos eran una fe, no un pueblo, y por lo tanto no tenían otra patria que no fuera Estados Unidos. Otros prominentes pensadores judíos -incluyendo a Judah Magnes, que fundó la Universidad Hebrea, Henrietta Szold, que fundó Hadassah y los filósofos Hannah Arendt y Martin Buber– argumentaron que un Estado judío despojaría a los palestinos y llevaría a la guerra. En cambio argumentaron a favor de un estado binacional. Eso no les hizo antisemitas.

A medida que avanzaba el siglo XX estos argumentos contra el sionismo se desvanecieron. El Holocausto reforzó el asunto de un país de refugio judío. Israel se convirtió en un hecho establecido y en muchos sentidos en un éxito extraordinario.

Luego, en 1993, el presidente de la OLP Yasser Arafat declaró que «La OLP reconoce el derecho del Estado de Israel a existir en paz y seguridad». En 2002, la Liga Árabe se ofreció a «firmar un acuerdo de paz con Israel» si se retraía a las líneas de 1967 y daba una «justa» y «acordada» solución a los refugiados palestinos.

Una vez que los líderes palestinos y árabes incluso declararon públicamente que podrían aceptar un Estado judío junto a uno palestino, el histórico debate sobre el sionismo disminuyó.

Estando ya en el siglo XXI nunca nació un Estado palestino (un fallo del cual ambas partes son culpables). Ese fracaso, combinado con décadas de crecimiento de los asentamientos israelíes, ha convencido a muchos progresistas de que ahora es imposible un Estado palestino.

Por lo tanto, en su opinión, la única manera de que los palestinos de Cisjordania pueda conseguir sus derechos se encuentra en un estado que incluya Cisjordania, la Franja de Gaza y al propio Israel, que no privilegie a los judíos.

Este no es mi punto de vista. A pesar de todo sigo considerando la solución de dos estados más realista que la alternativa binacional. Pero usted no tiene que ser un antisemita por estar en desacuerdo.

El antisionismo nunca murió. Siempre ha habido personas -judías y no judías- que se oponen a cualquier tipo de Estado judío dentro de cualquier frontera. Pero el antisionismo está creciendo debido a que la profundización de control israelí de Cisjordania hace que sea más difícil conciliar el sionismo con los derechos humanos básicos de los palestinos.

Ante el creciente número de estadounidenses que niegan que el sionismo sea compatible con la democracia liberal, grupos de judíos estadounidenses oficialistas podrían tratar de hacer al sionismo más compatible con la democracia liberal. Podrían cuestionar públicamente la ocupación no democrática de Israel de Cisjordania. Pero eso requeriría confrontar con Benjamin Netanyahu y muchos de sus propios donantes.

Por lo que han elegido un camino más fácil: conseguir que el Departamento de Educación equipare el antisionismo con el antisemitismo y así amenazan a los militantes del campus que están desafiando al Estado judío con sanción legal. El proyecto del Senado afirma que «nada de este acto… será interpretado para disminuir o infringir cualquier derecho protegido por la Primera Enmienda».

Pero eso es exactamente lo que hace el proyecto de ley. En palabras de Michael Macleod-Ball, jefe de personal de la Unión de Libertades Civiles de América, Washington DC, un cargo legislativo, se «abre la puerta a considerar las declaraciones políticas y actividades anti-Israel como posibles causas de investigaciones sobre derechos civiles».

Es una vieja historia: cuando la gente en el poder teme un debate trata de criminalizarlo. No funcionará. Si el sionismo significa un control permanente de millones de palestinos que carecen de derechos básicos, los sionistas perderán gradualmente la contienda de ideas en los Estados Unidos. Y el oficialismo judío estadounidense que optó por silenciar a los oponentes del sionismo y no la lucha por un sionismo que pudieran defender con honestidad, tendrá que asumir parte de la culpa.

Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/.premium-1.757284

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/T_XpX1UEfQLuDC_I4TxtnSu5zwnPH5QpXOaAK33U3VJYEr0WJ_dTPIW5qk3H6CMgFwPjJQw=s85

 

 

Comparte este contenido: