50 años de Mayo del 68 en 12 libros para comprender la trascendencia del movimiento estudiantil en Francia

Francia/El País

Babelia recomienda una docena de títulos para comprender la trascendencia del movimiento estudiantil en Francia hace medio siglo

Hace 50 años que la ciudad de París se convirtió en escenario de una rebelión antiautoritaria comandada por estudiantes universitarios que comenzaron por exigir su libertad sexual y que más tarde, unidos con obreros y sindicatos, terminaron convocando la mayor huelga que Francia haya conocido. Los acontecimientos estallaron en el mes de mayo de 1968, fecha con la que ha sido bautizado aquel movimiento en los libros de Historia, y fueron el punto de referencia para una oleada de protestas ocurridas en el mismo año en países como Alemania, Italia, Checoslovaquia, Estados Unidos o México.

Todas las protestas de ese año pueden conectarse porque, aunque no perseguían exactamente los mismos objetivos ni ocurrieran en contextos similares, tuvieron como denominador común el surgimiento de una nueva clase social y política: la juventud. Fueron los jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios, los que alentaron las movilizaciones para romper con las viejas prácticas políticas y los códigos morales que consideraban caducos. Debido a que no tenían afiliaciones políticas, estos movimientos alteraron el curso de las ideologías hegemónicas y los grupos de poder y, en consecuencia, cambiaron el rumbo de la Historia y el estilo de vida en el mundo.

La trascendencia de aquellos hechos ha sido tema de numerosas publicaciones durante décadas. Con motivo del 50 aniversario de Mayo del 68, Babelia recomienda 12 libros que abordan los acontecimientos de París y de otras ciudades del mundo en aquel año. En EL PAÍS Escaparate hemos recopilado estos títulos y los hemos organizado en un listado según el enfoque con que se abordan las movilizaciones de 1968: origen y crónicas de Mayo del 68, análisis y consecuencias de las protestas y, por último, otros movimientos ocurridos en el mismo año.

ORIGEN Y CRÓNICAS DE MAYO DEL 68

Tres libros que narran todos los acontecimientos de aquel movimiento estudiantil. Desde una crónica pormenorizada de los hechos y un repaso por los textos que inspiraron Mayo del 68 hasta una recopilación de los testimonios de 20 protagonistas anónimos de las protestas de París.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Utopías del 68

Autor: Antonio Elorza

Editorial: Pasado & Presente

Sinopsis: El planteamiento central de este volumen es el surgimiento de una “bioclase adolescente y juvenil” durante las movilizaciones de Mayo del 68. Elorza combina aquí un relato pormenorizado de los hechos, que comenzaron con la prohibición a los estudiantes (hombres) para que no entraran a la residencia femenina de Nanterre, con una análisis de la sopa de ideologías que agitaron las protestas. La crónica llega hasta la huelga general y los acuerdos entre el Gobierno y los sindicatos, que terminaron siendo la puntilla de todo el movimiento.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Mayo del 68: la palabra anónima. El acontecimiento narrado por sus participantes

Autor: Nicolas Daum

Editorial: Acuarela & Antonio Machado

Sinopsis: El autor recopila testimonios de los protagonistas de esta lucha a partir de entrevistas con 20 antiguos miembros del Comité de Acción de los distritos III y IV de París, al que él mismo perteneció. Las charlas ocurrieron entre 1988 y 2007 con personajes que ahora son obreros, artistas, profesores o ingenieros y que cuentan su experiencia en Mayo del 68, así como su vida antes y después de los acontecimientos. Ninguno de ellos es actualmente una celebridad o un mártir del movimiento, sino que fueron participantes anónimos implicados profundamente en la actividad cotidiana y de base de las movilizaciones en aquel momento.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

De la miseria en el medio estudiantil y otros documentos

Autor: Varios autores

Editorial: Pepitas de Calabaza

Sinopsis: Los documentos clave que impulsaron los acontecimientos de Mayo del 68 están traducidos y reunidos en este volumen, encabezados por el opúsculo La miseria de la vida estudiantil, que publicó la organización Internacional Situacionista en Estrasburgo, en 1966. Fue redactado por dos estudiantes y dos miembros del colectivo y se distribuyó gratuitamente; lo que garantizó su difusión y el posterior escándalo de Estrasburgo. También incluye textos de Guy Debord y Mustapha Khayati, así como el cómic El regreso de la Columna Durruti.

ANÁLISIS Y CONSECUENCIAS

Para comprender la relevancia de las protestas a nivel mundial, los siguientes libros analizan los fenómenos políticos y sociales derivados de Mayo del 68. ¿Qué hilo conductor hay con la actualidad? ¿Cómo cambiaron las movilizaciones y las ideologías de izquierda? ¿Qué papel jugaron los estudiantes? Esas son las grandes preguntas que atienden estos títulos.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Revoluciones

Autor: Joaquín Estefanía

Editorial: Galaxia Gutenberg

Sinopsis: En este recorrido, el autor traza un itinerario que arranca en París con la fiebre libertaria de 1968, pasa por la consecuente revolución conservadora de los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, visita el levantamiento de los indignados del 15-M y Occupy Wall Street, y llega hasta el advenimiento de Donald Trump. Estefanía analiza las mejoras en las condiciones de vida del ser humano en el último medio siglo, pero también reconoce los signos de retroceso de los años recientes y de la constante precarización del Estado de bienestar.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

1968. El año en que cambió el mundo

Autor: Richard Vinen

Editorial: Crítica

Sinopsis: Aunque en 1968 coincidieron distintos movimientos en diferentes ciudades del mundo, Richard Vinen los estudia como un periodo que discurre desde la segunda mitad de los años 60 hasta principios de los 70. A juicio del autor, aquel es un mundo desaparecido, aunque siga sonando su música y muchas de sus aspiraciones, como la libertad sexual o la igualdad de la mujer, ya sean parte del acervo colectivo. Sin embargo, toma en cuenta el fortalecimiento de la derecha política poco después de las movilizaciones y la proliferación de grupos terroristas, sobre todo en Alemania e Italia.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

1968. El nacimiento de un mundo nuevo

Autor: Ramón González Férriz

Editorial: Debate

Sinopsis: Esta es una crónica exhaustiva de todos los sucesos de 1968 a partir de su denominador común: los estudiantes. El autor describe las protestas en Francia, pero también las ocurridas en Japón, Estados Unidos, Italia, Alemania, España, Checoslovaquia, Polonia y México. Aquí se cuenta cómo aquellas movilizaciones crearon en el subconsciente ciudadano la idea de que el orden reinante podría saltar por los aires. No obstante, el relato discurre hacia el destino final de aquel pensamiento, que encontraron refugio en la universidad y alimentaron una hegemonía cultural de izquierda en vez de cambiar el mundo.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Mayo del 68. Las críticas de la izquierda a las revueltas estudiantiles

Autor: Javier Noya

Editorial: Los Libros de la Catarata

Sinopsis: Los movimientos estudiantiles de Mayo del 68 significaron el surgimiento de una nueva izquierda. Sin embargo, a pesar de su buena acogida entre los intelectuales de esa corriente política, las protestas no siempre fueron apoyadas por las filas progresistas coetáneas, como Theodor Adorno en Alemania o Pier Paolo Pasolini en Italia. Además, el autor compara ese rechazo con el presente: mientras ciertos sectores de izquierda ensalzan los movimientos de los 60, también miran con recelo las protestas juveniles actuales y las tachan de antisistema o de populistas.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Mayo del 68. Fin de fiesta

Autor: Gabriel Albiac

Editorial: Confluencias

Sinopsis: Análisis sobre la transformación política que significó Mayo del 68 en las corrientes de izquierda europeas. El autor explica que ante la amenaza de los tópicos progresistas sobre los que se apuntalaban los partidos comunistas europeos, el Partido Comunista Francés intentó abortar las movilizaciones de los estudiantes parisinos, porque intuía su propio final y el de todo el despotismo soviético del siglo XX. Así pues, considera que el París de 1968 anticipó la caída del Muro de Berlín en 1988.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Fronteras de papel

Autora: Patricia Badenes

Editorial: Cátedra

Sinopsis: Estando tan cerca, ¿acaso el torbellino de protestas que se generó en Francia tuvo alguna influencia en España? Ese es el estudio que trata este volumen, en el que la autora retoma la actuación de la prensa española, que se volcó en un evento que intuyó histórico. También destaca la influencia de los sucesos acontecidos en Francia en los movimientos sociales y en el arte plástico, así como el temor al contagio que se apoderó de la clase política franquista. A su juicio, el régimen español no habría soportado el envite de semejante remolino de viento fresco.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Revoluciones. Cuando el pueblo se levanta

Autor: Gero von Randow

Editorial: Turner

Sinopsis: Comunista de acción en su juventud, Gero von Randow ubica los movimientos estudiantiles de 1968 como punto intermedio entre la Revolución Rusa de 1917 y el presente. A su entender, las revoluciones no parecen haber pasado de moda ni perdido su atractivo. En este libro, el autor analiza los aspectos de una revolución a partir de ejemplos del pasado y el presente, sus detonantes, su desarrollo y su legado. Mediante un relato de los acontecimientos, las teorías de grandes pensadores se unen a las reflexiones del propio autor.

OTROS MOVIMIENTOS

Además de las movilizaciones en Francia, las protestas que ocurrieron en otros países en 1968 también han sido ampliamente estudiadas por su repercusión social y política a nivel mundial. Estos libros explican la trascendencia de la Primavera de Praga y la guerrilla urbana de los yippies en Estados Unidos.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

Las flores y los tanques. Un regreso a la Primavera de Praga

Autor: Luis Zaragoza

Editorial: Cátedra

Sinopsis: El autor estudia en este texto las protestas ocurridas en Checoslovaquia entre enero y agosto de 1968, que considera como el primer intento de crear un sistema inédito que uniera lo mejore del socialismo y la democracia. Es decir, una fórmula de justicia en libertad que restaurara el capitalismo y reformara el régimen comunista para hacer más eficaces sus métodos y estructuras. Este movimiento fue tan peculiar como para que el mundo mirara expectante a aquel pequeño país en el corazón de Europa y se llegara a pensar que aquel sueño pudiera ser posible.

50 años de Mayo del 68 en 12 libros

¡Hazlo! Escenarios de la revolución del 68

Autor: Jerry Rubin

Editorial: Blackie Books

Sinopsis: Otro de los grandes movimientos juveniles de 1968 ocurrió en Estados Unidos, donde un puñado de yippies, capitaneados por Abbie Hoffman y por el autor de este libro, postuló a un cerdo a la presidencia y emprendió una serie de protestas durante la convención del Partido Demócrata de ese año en Chicago. En consecuencia, fueron reprimidos violentamente y procesados en un juicio al que acudieron disfrazados y en el que mantuvieron conversaciones hilarantes con el juez. Este relato de Jerry Rubin en primera persona es un vigente manual de guerrilla urbana que incomodó tanto a la derecha como a la izquierda oficial.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/05/09/escaparate/1525856671_730766.html

Comparte este contenido:

Confluencias y corrientes. Más allá de mayo del 68

Por: Antoni Tort 

Los hechos de mayo del 68 no pusieron en crisis la educación, sino que fue la crisis de la educación la que creó las condiciones para que estallara el mayo parisino.

La revuelta de mayo del 68 en París, no fue la única de aquel año ni será la última de las revueltas, pero hoy conmemoramos los días de efervescencia en las calles de la capital francesa, junto a otros hechos que se vivieron en aquel año intenso, en Memphis, en Praga, en Vietnam, en Ciudad de México… Marcas indelebles que balizaron el rumbo de la historia reciente. Pero volvamos a la capital francesa. Algunos, que eran jóvenes en los años treinta y que se enrolaron en la resistencia al nazismo y en la recomposición de la Europa de la postguerra, ya señalaban, unos años antes del célebre mayo, que algo estaba pasando con los jóvenes de los sesenta. Así lo comenta, por ejemplo, un Edgar Morin, que será un testimonio cualificado de la revuelta, desde el balcón de sus crónicas en el diario Le Monde.

Desde la perspectiva de la evolución de las instituciones educativas, de la escuela a la universidad, se puede decir que los hechos de mayo del 68 no pusieron en crisis la educación, sino que fue la crisis de la educación la que creó las condiciones para que estallara el mayo parisino. La llamarada en las calles parisinas se explica por unos procesos anteriores y unas inquietudes en torno a la generalización de la enseñanza y al papel de las instituciones; se debatía acerca de las funciones que la educación formal lleva a cabo: reproducción, clasificación selección… La crisis del sistema educativo se convertía en, valga el juego de palabras, sistémica. El malestar venía de lejos.

Las instituciones concretas y el concepto mismo de institución hacía tiempo que eran objeto de revisión. En el campo educativo, en el campo de la salud mental… Ahí está el centro psiquiátrico singular de Saint Alban, dirigido por el exiliado catalán Francesc Tosquelles, el número dos de la psiquiatría republicana, que se convierte en una referencia, aún hoy, en Francia. O Ferdinand Deligny viviendo al margen, con sus nómadas y jóvenes marginales. Como el psiquiatra Jean Oury que, después de Saint Alban abre “La Borde” otra experiencia psiquiátrica rupturista. Su hermano Ferdinand Oury, profesor, será un destacado miembro del movimiento de la “Pedagogía Institucional”.

Sería prolijo destacar la tupida red de intersecciones e intercambios entre terapeutas, educadores, artistas y filósofos embarcados en un proceso de deconstrucción de las instituciones. En las ciudades, jóvenes maestros formados en el movimiento Freinet y, fortalecidos precisamente por las estrategias freinetianas, deciden ir más allá y rompen con el maestro. Se trata de repensar la institución educativa, luchando contra lo que ellos entienden como alienación del alumnado y del maestro en un sistema escolar donde la supuesta transmisión de conocimientos es un instrumento de perpetuación de poderes establecidos. Es el heterogéneo movimiento, ya citado, de la “Pedagogía Institucional”, un movimiento que cuestiona una escuela que se ha convertido en escuela-cuartel o en una máquina de expedición de diplomas y credenciales. Su incidencia será muy sensible sobre todo en la enseñanza secundaria y en la universidad.

Puede servir el ejemplo de otro miembro destacado de la “Pedagogía Institucional”, Georges Lapassade, uno de los animadores, en los inicios, del centro universitario experimental de Vincennes, creado después del mayo del 68 y que funcionó hasta el 1980. Estamos ante propuestas pedagógicas y sociales que abogan por la inmersión en el entorno, por la toma de riesgos, por afrontar la otredad. Se parte desde el cambio personal, para llegar a la transformación de las instituciones. En la escuela, se pretende cambiar la actuación monocorde y unívoca del maestro por un sistema de actividades, de mediaciones diversas, que aseguren de manera continuada el papel del grupo, la reciprocidad, los intercambios, en el grupo y fuera de él. Poniendo en manos del alumnado todo lo que es posible: la vida, las actividades y la organización del trabajo en el interior de este contexto.

Bajo los adoquines, la playa. Así rezaba uno de tantos eslóganes pintados en las paredes próximas a la Universidad de la Sorbona. Podemos discutir si, efectivamente, existía la playa bajo de los adoquines de las calles parisienses. También podemos considerar que bajo los adoquines de mayo pasaban un gran número de corrientes subterráneas que alimentaron una eclosión de gran impacto. Dichas corrientes siguen fluyendo, más o menos visibles, como referencias para la germinación de nuevas propuestas sobre la vida de las personas, grupos e instituciones.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/17/confluencias-y-corrientes-mas-alla-de-mayo-del-68/

Comparte este contenido:

Educación, movimiento estudiantil y mayo del 68, ¿qué queda?

Por: Jaume Carbonell

El año 68 alumbró una gran cantidad de ideas y propuestas con una fuerte carga imaginativa. ¿Qué queda de esta mítica revolución? Aquí se cuenta en dos entregas.

Nunca como en el 68 se confrontaron tantas ideas en libertad

“Las revoluciones proletarias serán fiestas o no serán, pues la misma vida que anuncian será creada bajo el signo de la fiesta. El juego es la racionalidad última de esta fiesta, vivir sin tiempo muerto y disfrutar sin trabas son las únicas reglas que podrá reconocer”. Así termina el manifiesto de la Internacional Situacionista: “La miseria en el medio estudiantil, considerada bajo sus aspectos económico, político, psicológico, sexual e intelectual”,uno de los grupos y referentes teóricos fundacionales del 68 parisino, al que pertenecía uno de sus líderes más emblemáticos: Daniel Cohn-Bendit, que se mueve en una cultura libertaria de nuevo cuño, más espontánea y epicúrea.

Para esta nueva revuelta estudiantil no se puede transformar el mundo sin cambiar la vida cotidiana de las personas. No basta con socavar las viejas estructuras económicas y sociales sino que se requiere una revolución de las conciencias para introducir una civilización con nuevos valores y con el disfrute de una vida menos dependiente del trabajo monótono, y sumamente más digna y creativa. Mayo del 68 significa la emergencia de la juventud como nuevo sujeto histórico que certifica la muerte de los viejos dogmas y explora otros caminos para pensar la realidad y hacer política, sustituyendo las reivindicaciones de carácter material y económico por otras demandas cualitativas radicalmente distintas: porque no se trata de mejorar el orden existente sino de destruirlo.

Por eso, el movimiento estudiantil de los sesenta denuncia tanto al sistema capitalista de mercado opresor, consumista y competitivo como al socialismo de Estado bajo las diversas versiones estalinistas, con  sus mecanismos jerárquicos autoritarios, burocráticos y represivos. Por encima de todo, se buscan nuevos espacios y relatos de liberación individual y colectiva, a partir de una amalgama muy variopinta de referentes. Porque en las manifestaciones, barricadas y ocupaciones de facultades se mezclan las banderas rojas y negras; los anarquistas, trotskistas, maoístas y otros grupos comunistas heterodoxos; los iconos del, Che GuevaraHò Chi Minh Mao; la poesía de Rimbaud que invita a cambiar la vida con el mensaje de Marx de transformar el mundo.

Ahí está Guy Debord con su obra La sociedad del espectáculo, donde denuncia el modo en que las relaciones entre las mercancías sustituyen las relaciones entre las personas que asisten pasivamente a un espectáculo mediado por las imágenes. Ahí está Herbert Marcuse para lanzar sus dardos en Eros y civilización y El hombre unidimensional, contra el capitalismo avanzado del Estado del Bienestar que no cesa de producir necesidades ficticias para mantener alienada a la población de sus necesidades reales, reivindicando la convivencia entre dos principios básicos: el de realidad y el de placer. Ahí está Henry Lefebvre con El derecho a la ciudad, una propuesta para modificar el espacio físico y social. Y ahí están el surrealismo y el movimiento Dada, que conceden más importancia al acto creativo que al producto creado, dando rienda suelta a la libertad individual, la espontaneidad, la intuición, el caos y a lo aleatorio. Y de manera directa o indirecta, está la cultura del rock, la canción de protesta, la contracultura o el movimiento hippie.

Mayo del 68 es, sobre todo, París. Pero hay otros mayos simultáneos con un precedente poderoso en las aulas universitarias de Berkeley que, entre otras luchas, protagoniza la oposición a la guerra del Vietnam. Praga, que busca una tercera vía de socialismo en libertad para desprenderse de la Unión Soviética que envía sus tanques para reprimirla. La matanza en la plaza de las Tres Culturas de México DF por las protestas por la corrupción del PRI, el partido gubernamental. Berlín y otras ciudades europeas y americanas.

Desde hace unos meses la prensa y las librerías se han llenado con lecturas e interpretaciones para todos los gustos de esta revolución tan singular. Hay quien la banaliza calificándola como un simple divertimento de hijos de papá o como un estallido meramente hedonista, individualista, sin apenas trascendencia histórica; hay quienes desearían olvidarla porque aún no encuentran explicación y les resulta incómoda; hay quienes siguen idealizándola acríticamente y hay quienes, aún admitiendo que en términos políticos fue un fracaso, no lo fue en términos civilizatorios a medio plazo. Porque jamás en un solo año se cruzaron tantas ideas y propuestas. Por eso “buscar la playa bajo los adoquines” no fue en vano. En menor o mayor medida, a partir del 68 empezó a hablarse y a organizarse el feminismo, el pacifismo, el ecologismo, el antiimperialismo, el respeto a las minorías, el comunitarismo, la lucha por los derechos civiles, la revolución sexual y otros cambios en la vida cotidiana que imprimían un nuevo sello a los procesos revolucionarios anteriores. 

La educación estuvo en el epicentro

Hay un film, Jonás que cumplirá 25 años el año 2000, que ilustra muy gráficamente cómo se entendían por aquel entonces las alternativas educativas en clave libertaria-ecologista: relaciones sexuales más abiertas, trabajo artesanal y en la granja, educación de los hijos por parte de la propia familia, etc. En el trasfondo siempre hay una crítica a la institución familiar -la aportación de W.Reich es también fundamental- y a cualquier otra institución de opresión individual y control social. Por eso se buscan nuevas vías al margen de la sociedad y de la escolarización ordinaria.

De ahí ha derivado la School at home, aunque las motivaciones de esta opción no siempre parten de este planteamiento. Este es un relato, pero hay otras experiencias que tuvieron cierto arraigo como las comunas infantiles de Berlín Occidental que nacen al amparo de la lucha estudiantil como alternativa a la sociedad capitalista donde las necesidades y deseos individuales no estuvieran reprimidos. Se trata de una pedagogía contrahegemónica que busca la máxima libertad individual total dentro de la comunidad, un nuevo rol liberador de la mujer y el ensayo de un modelo de autogestión en la vida cotidiana y en la organización del proceso educativo. En otra perspectiva diferente, cabe destacar igualmente los puntos de conexión con las tesis contenidas en La escuela ha muerto de Everett Reimer y de La sociedad desescolarizada de Iván Illich con su propuesta de tramas de aprendizaje al margen de la educación formal.

Algunas iniciativas pedagógicas tenían un carácter más marcadamente social de cariz anarcocomunista -en una línea consejista o asamblearia- mientras que otras se sitúan el el discurso contracultural del movimiento hippie. Tal es el caso, por ejemplo, de la escuela ibicenca de Blat, una experiencia de escuela unitaria creada a iniciativa de una pareja de españoles que funcionó durante los años setenta. En lo pedagógico se sigue la estela de la mítica escuela-internado de Summerhill, fundada por A. S. Neill, en la que se plantea la eliminación de deberes y castigos, la igualdad entre el profesorado y el alumnado, la educación sexual basada en la máxima libertad, el pacifismo y el desarrollo máximo de la creatividad. Muchas fueron las tentativas de crear otros summerhills en distintos lugares. Y, en cierta medida, el actual movimiento de las llamadas escuelas libres recoge parte de su ideario educativo. Porque otra de las características de estas contrapedagogías del poder es el retorno a la naturaleza, la elección de lo que se quiere aprender, el autogobierno, la educación en libertad, el número reducido de alumnos o la concepción del profesorado como mediador o, incluso, como compañero, eliminando todo tipo de jerarquía.

En el sustrato de estas pedagogías radicales están autores tan diversos como J. J. RousseauL. TolstoiA. BretonP. Sansot o E. Fromm. Y siempre Marx y sus seguidores -excluyendo a la ortodoxia comunista- y Freud, con las distintas derivaciones del psicoanálisis. Todos aquellos relatos que se plasmaron en pedagogías no directivas y antiautoritarias y que se articulaban en torno a la liberación individual y social.

La sombra del Mayo del 68, tan imprecisa como alargada, también dejó su poso en España en distintos momentos. En los conflictos universitarios con algunas tentativas minoritarias en la búsqueda de clases y seminarios alternativos; en procesos formativos docentes como la Escuela de Verano del 69 con debates provocativos y una reducción sustantiva de los cursos para dedicarlos al libre intercambio de ideas; en las largas e intensas fiestas de la palabra y el arte, libertarias y contraculturales, durante la Transición; o en el movimiento de los indignados del 15-M con las plazas convertidas en foros de debate permanente: una de las experiencias más ricas de participación democrática y autogestión política.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/05/10/educacion-movimiento-estudiantil-y-mayo-del-68-que-queda/

Comparte este contenido: