Centroamerica/Guatemala/28.03.2017/Autor: Grecia Ortíz Fuente: http://lahora.gt/
Miles de niños viven a diario entre la pobreza y la violencia, expuestos a la desnutrición, la falta de servicios de salud y sin acceso a la educación, a merced de la violencia en sus hogares y en las calles. Algunos, por haber sido violentados en el seno de sus familias han tenido que ser institucionalizados como el caso de los niños albergados en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, lugar que fue el foco de atención mundial cuando 40 adolescentes murieron calcinadas en un incendio.
Para expertos consultados, este caso es una muestra de cómo la niñez se encuentra desprotegida, sin que el Estado logre cumplir su rol de protección hacia la población más vulnerable del país.
A diario más de cien niños deambulan en el interior de un terreno que alberga un basurero ubicado en Valle Escondido de Marxcó, Chiquimula. Ahí, los menores buscan artículos que puedan consumir o reutilizar, una situación que se repite en muchos puntos del país.
William Lemus, encargado de un proyecto humanitario en el lugar, relató que su intención es dar un respiro a los menores que se ubican en ese lugar y que con frecuencia acuden a recibir alimentos que preparan personas que colaboran con la causa, acción que realiza desde 2011.
Según Lemus, las edades de los menores que se encuentran en el basurero de Valle Escondido van desde 1 a los 15 años. Algunos de los menores sí reciben estudios, por lo que las actividades que realizan se hacen en los períodos en que puedan participar todos.
De acuerdo con el entrevistado, en el lugar sabe que existen algunos casos de desnutrición y los problemas de salud más frecuentes son los que se presentan en la piel de los menores y decoloración en el pelo que se lo atribuyen a la exposición solar, así como problemas respiratorios.
“Pasan bastante tiempo con gripe, con tos, esos son los problemas de salud que hemos observado”, refirió Lemus, sobre los padecimientos de salud más frecuentes en los menores.
Para apoyar la situación de los niños organizan algunas jornadas médicas que consisten en desparasitación, entre otros aportes.
Ese mismo panorama se replica en otros sectores del país donde muchas veces los servicios de salud y educación no llegan y las carencias son más evidentes, principalmente en los sectores rurales, aunque los urbanos no son la excepción y prueba de ello es el relleno sanitario de la zona 3, en donde decenas de niños de todas las edades conviven en un ambiente insalubre.
Y aunado a esto, otra serie de factores, como la inseguridad y la falta de protección, hacen que la niñez viva sin un rumbo definido y expuesta a sufrir las consecuencias de un Estado de corrupción a decir de analistas.
LA CORRUPCIÓN DISMINUYE LOS RECURSOS A LA NIÑEZ
Cada quetzal que se roba un funcionario de una institución pública representa recursos que se le quitan a las acciones enfocadas en políticas públicas y por lo tanto los recursos que terminan en bolsillos particulares son recursos menos, dirigidos a cualquier acción de protección y garantías a la niñez, señala el economista Jorge Santos.
“Hay una íntima relación entre la corrupción y los niveles de garantías de los derechos humanos en cualquier país. Los países más garantes o que velan el bienestar de la sociedad, son en donde menos niveles de corrupción hay, o viceversa, en países como en Guatemala en donde la corrupción e impunidad han sido el ejercicio de generar privilegios a un pequeño sector”, aseguró.
Santos señala que los indicadores socioeconómicos en el país son graves porque se manifiestan en mayor grado en la niñez, “entre los 0 y 14 años hay una condición de pobreza mucho mayor que en el resto de otros grupos”.
Otro aspecto que afecta, a decir de Santos, es el acceso a servicios de salud porque se estima que un 20 por ciento de familias no tiene acceso.
“Esto tiene un nombre y un apellido, tiene responsables, es esa élite económica la tradicional más la élite política de este país quienes idearon un modelo de Estado y desarrollo que hoy mantiene a la niñez en esas condiciones y por lo tanto diría yo, son en última consecuencia los grandes responsables del deterioro no solo de la niñez sino de la sociedad en su conjunto”, aseveró.
Lo dicho con anterioridad opinó que puede ser sustentado con la tragedia ocurrida en el Hogar “Seguro”, porque estaban a cargo del Estado.
ESTADO DEBE EVALUAR
Gloria Castro, de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), explicó que los menores están expuestos a ser utilizados para trabajos que los colocan en vulnerabilidad al ser utilizados por adultos.
Castro considera que es el momento en que el Estado debe girar su atención para revisar el tema presupuestario y verificar que las instituciones puedan cumplir con sus funciones preventivas de protección especial y atención.
Señala que cuando se habla de trabajo infantil se refiere, en mayor parte, a la niñez que proviene del área rural.
SE NECESITA RENOVAR EL SISTEMA DE PROTECCIÓN
El experto en políticas públicas, Ronalth Ochaeta, enfatiza al igual que Santos, que lo ocurrido en el centro de Corrección Juvenil Etapa II y la tragedia del Hogar “Seguro”, solo evidencian el colapso de protección del Estado hacia la niñez y adolescencia, porque existen focos de corrupción en las instituciones designadas a su cuidado.
Para Ochaeta los tomadores de decisión deben crear intervenciones que sean efectivas para que los niños y niñas sean atendidos de la mejor manera.
Ochaeta señala que es triste y lamentable que la protección a la niñez esté “quebrada” porque el Estado no parece tener la capacidad de garantizar los derechos mínimos.
“Debemos ponernos la mano en la conciencia y obviamente sentarnos a trabajar de manera conjunta y colaborativa para poner soluciones al respecto”, que permitan renovar el sistema de protección, pero que implica trabajo en políticas públicas, señala.
Finalmente considera que la razón por la que los hogares y correccionales registran un alto número de menores de edad se atribuye a causas estructurales, porque no existen acceso a oportunidades y sus familias están expuestas a la vulnerabilidad.
“Los papás no tuvieron acceso a educación y salud, ellos tampoco lo están teniendo, no tuvieron acceso a vivienda a calidad de trabajo, entonces volvemos al mismo ciclo de atención vulnerable que es importante de atender”, apuntó.
ARTICULAR ESFUERZOS
En tanto Lizando Acuña, del Instituto de Problemas Nacionales de la Usac (Ipnusac), considera que es lamentable la cantidad de niños que muere en el interior del país a causa de la desnutrición crónica.
“Los esfuerzos no solo deben centrarse en un suceso, o en las instituciones que prácticamente están a cargo de esta responsabilidad, que es parte de la función del Estado, sino que articular los esfuerzos, y de alguna u otra manera ya empezar a trabajar en el beneficio de la niñez y adolescencia en Guatemala. De generar oportunidades de desarrollo para que sean autosuficientes y que se sientan útiles”, comentó.
La violencia intrafamiliar es también otro aspecto que afecta a los menores en el hogar, porque en ocasiones hay situaciones precarias que no se saben manejar lo que repercute en este sector, que es considerado como el más vulnerable.
EN CIFRAS
2 millones 518 mil 249 niños y niñas quedaron excluidos de la educación el año pasado.
1 millón 600 mil niños y jóvenes de 13 a 18 años, son los más afectados por la deserción escolar.
79 menores habrían muerto de forma violenta de enero a octubre de 2016, de acuerdo con la PDH.
Casi 7 de cada 10 menores de 18 años, habitan en hogares pobres de acuerdo con el INE.
70.2% de niños menores de 10 años vive en pobreza.
ACCESO A EDUCACIÓN
Datos del Ministerio de Educación (Mineduc) estiman que 2 millones 518 mil 249 niños y niñas quedaron excluidos de la educación el año pasado, por motivos relacionados a falta de centros educativos, inaccesibilidad a escuelas, pobreza e inseguridad.
Las cifras de esa cartera también detallan que al menos 1 millón 600 mil niños y jóvenes de 13 a 18 años son los más afectados por la deserción escolar.
ALARMA POR MUERTE Y MALTRATO DE MENORES
El informe circunstanciado de la PDH de 2016 señala que dentro de las víctimas de homicidios de menores se encuentran niñas y niños de 0 a 12 años y enfatiza que de enero a octubre del mismo año 79 menores murieron de forma violenta; 12 de ellas ni siquiera habían cumplido un año de edad.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) señaló que la mayoría de necropsias se determinó asfixia como causa de muerte.
Sobre el maltrato a la niñez y adolescencia, la PDH agrega en su informe circunstanciado que “en niños, niñas y adolescentes es la vejación que abarca todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia, o explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad”.
POBREZA
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2014 señala que se contabilizaron 9 millones 373 mil guatemaltecos en situación de pobreza, el 59.3 por ciento de la población. Ocho años antes, en 2006, la pobreza alcanzaba al 51 por ciento del país, lo que representaba entonces a 6 millones 625 mil individuos.
Si bien ese aumento de más de 8 puntos en los indicadores de pobreza, que suponen un incremento de 2 millones 474 mil guatemaltecos en esa condición tiene repercusiones para todo el país, quienes resultan más afectadas son las poblaciones indígenas y los menores de edad.
Por otro lado, la Encuesta expone que casi siete de cada diez menores de 18 años (68.2 por ciento) habitan en hogares pobres. Al desagregar por rangos de edad, se observó que el 70.2 por ciento de los menores de 10 años vive en pobreza, mientras que un 65.9 por ciento de los menores 10 y 17 años son pobres.
En 2014, los departamentos de Alta Verapaz, Sololá y Totonicapán registraron los niveles más altos de pobreza (83.1 por ciento, 80.9 por ciento y 77.5 por ciento, respectivamente), mientras que los departamentos de Guatemala, Sacatepéquez y Escuintla registraron los más bajos (33.3 por ciento, 41.1 por ciento y 52.9 por ciento, respectivamente).
LANZAN DIÁLOGO
La Comisión del Menor y la Familia del Congreso de la República lanzó recientemente el Diálogo Nacional por la Niñez y Adolescencia, que contará con la participación de los tres poderes del Estado, a través de 24 encuentros, y que finalizará en agosto con la presentación de un proyecto de políticas públicas integrales.
Al diálogo también se sumó la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), iglesias, sociedad civil, sector privado, sector público, organizaciones, colectivos, cuerpo diplomático, organismos internacionales y pueblos indígenas.
Fuente: http://lahora.gt/guatemala-pais-los-ninos-jovenes-no-la-primera-prioridad/
Imagen: http://lahora.gt/file/2017/03/1-29.jpg