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“Recursos para la educación en América Latina se reducirán un 9%”: ONU

América Latina/30-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Según la Unesco y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la interrupción del ciclo escolar en la región ha acentuado las brechas educativas.

Los recursos destinados a la educación en América Latina se reducirán en más de un 9 % en 2020, según un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El estudio señala que el presupuesto en educación enfrenta un «efecto doble de la crisis», con una primera disminución de la inversión durante la pandemia y otra en el costo adicional que resulte de ella, con resultados observables para 2021.

De no ser por la crisis sanitaria, el gasto educativo habría aumentado un 3,6 % de 2019 a 2020, detalla el informe que utilizó las cifras disponibles de 25 países de la región.

El documento resalta que la contracción de la actividad económica que se proyecta en Latinoamérica llama a poner «urgente atención» en salvaguardar el financiamiento de la educación como una «prioridad fundamental» en la región, que con 626 millones de personas es considerada la más desigual del mundo.

Según proyecciones de la Cepal, el PIB regional se contraerá a raíz de la pandemia un histórico 9,1 % en 2020 y se elevará la tasa de desempleo hasta el 13,5 %.

Sobre la interrupción del ciclo escolar que han experimentado la mayoría de los países de la región, el informe señala que «ha implicado una acentuación de las brechas educativas preexistentes en la región entre estudiantes de situación más vulnerable y aquellos más aventajados en cuanto a resultados de aprendizaje».

América Latina enfrenta la pandemia en un momento de debilidad de su economía, con un crecimiento que apenas alcanzó una tasa del 0,1 % el año pasado. Antes de la COVID-19, la Cepal preveía que Latinoamérica crecería un máximo de 1,3% en 2020.

Sobre los niveles de pobreza, la institución evaluó que se incrementará un 37 % en toda la región y alcanzará a 231 millones de personas, la mayoría mujeres, quedando en situación de pobreza extrema 98 millones.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/recursos-para-la-educacion-en-america-latina-se-reduciran-un-9-onu/

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ONU calcula que un tercio de colegiales no tuvo acceso a educación online

Por: El Periodiquito

Al menos un tercio de los estudiantes menores de edad en todo el mundo no tuvo acceso a la educación en línea durante cuarentenas decretada en decenas de países para intentar contener la expansión de la COVID-19, según el último informe de Unicef, que insta a priorizar «la reapertura segura de los colegios».

«Para al menos 463 millones de niños cuyos colegios estuvieron cerrados por el COVID-19, no existió la enseñanza telemática», aseguró la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en un comunicado difundido este jueves.

Fore hizo hincapié en que esta situación pone al mundo ante una «emergencia global» y advierte de que «las repercusiones pueden sentirse en las economías y las sociedades durante las próximas décadas».

Según el informe, durante el tiempo en que un número mayor de medidas de aislamiento estuvieron vigentes, cerca de un millón y medio de escolares se vieron afectados por el cierre de sus centros educativos.

Unicef ha calculado el número de niños afectados teniendo en cuenta las herramientas necesarias para la educación en línea y cómo esa tecnología, que va desde el acceso a la radio y la televisión, hasta el uso de internet, está disponible en los distintos países.

En este sentido, el organismo dependiente de la ONU, hace una disección de la situación por regiones donde muestra también las disparidades entre unas zonas del mundo y otras.

Así, recoge que por lo menos un 49 % de los escolares en la región del este y del sur de Asia no tuvieron acceso a la educación a distancia. Un porcentaje similar al del oeste y centro de Africa, donde un 48 % de los niños escolarizados no pudieron acceder a dicha tecnología.

Este porcentaje se situó en el 40 % en Oriente Medio y el norte de Africa, en el 38 % en el sur de Asia, el 34 % en el este de Europa y Asia central, en el 20 % en el este de Asia y el Pacifico y fue del 9 % en América Latina y el Caribe.

*Fuente: http://www.elperiodiquito.com/noticias/123133/ONU-calcula-que-un-tercio-de-colegiales-no-tuvo-acceso-a-educacion-online

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43% de las escuelas del mundo no tienen acceso a agua y jabón, advierte la ONU


Hasta antes de la llegada del COVID-19, más de 800 millones de niños no podían lavarse las manos en la escuela, destaca el informe del Programa Conjunto de Vigilancia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).


«Unos 818 millones de niños carecían de instalaciones básicas para lavarse las manos en sus escuelas, un escenario donde se incrementa el riesgo de contraer el coronavirus y otras enfermedades transmisibles. Más de un tercio de esos niños (295 millones) viven en el África subsahariana», señala el estudio conjunto de los organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Del mismo modo, el informe advierte que en los países menos adelantados, 7 de cada 10 escuelas no cotaban con instalaciones básicas para el lavado de manos y la mitad de ellas no tenían servicios básicos de saneamiento y agua.

«El cierre de escuelas en todo el mundo desde el inicio de la pandemia de COVID-19 supone un desafío sin precedentes para la educación y el bienestar de los niños y niñas«, aseguró Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF, quien destacó la necesidad de priorizar el aprendizaje de los menores que incluya el acceso al agua potable, el lavado de manos y a un saneamiento adecuado.

Asimismo, el reporte precisa que los gobiernos que intentan controlar la propagación del coronavirus han de encontrar un balance entre la aplicación de las medidas de salud pública y las repercusiones sociales y económicas ligadas a los cierres.

Detalla también sobre las repercusiones negativas de la clausura prolongada de escuelas en materia de seguridad, bienestar y aprendizaje de los menores.

Los datos:

-De los 818 millones de niños que no podían lavarse las manos en su escuela, 462 millones asistían a colegios que no disponían de las instalaciones adecuadas o agua disponible para el lavado de manos.

-En los 60 países que corren mayor riesgo de sufrir crisis sanitarias y humanitarias debido a la COVID-19, 3 de cada 4 niños carecían de servicio básico de lavado de manos en su escuela al comienzo del brote; la mitad de ellos no disponía del suministro básico de agua; y más de la mitad no tenía un servicio básico de saneamiento.

-1 de cada 3 escuelas en el mundo disponía de un servicio de agua potable limitado o carecía del mismo.

-698 millones de niños no tenían servicio de saneamiento básico en su escuela.

Fuente e imagen: https://profelandia.com/43-de-las-escuelas-del-mundo-no-tienen-acceso-a-agua-y-jabon-advierte-la-onu/

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Rusia donará $10 millones a regímenes de Cuba y Nicaragua para nutrición escolar

Europa/Rusia/21-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.cubanet.org

Por disposición del primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, el dinero será canalizado a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas.

El gobierno de Rusia entregará 10 millones de dólares a los regímenes de Cuba y Nicaragua para cubrir gastos vinculados a la alimentación escolar, informó el portal digital Sputnik.

Por disposición del primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, el dinero será canalizado a esos países a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El objetivo es “asignar de 2020 a 2023 con cargo al presupuesto federal hasta 10 millones de dólares al Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas para financiar los gastos vinculados con la implementación de los proyectos de desarrollo de los sistemas de nutrición escolar sostenida en Nicaragua y Cuba”.

Se prevé que las transferencias se realicen por plazos. Se entregarán “en 2020 hasta 2 millones de dólares; en 2021, hasta 3 millones de dólares; en 2022, hasta 3 millones de dólares, y en 2023, hasta 2 millones de dólares”.

La decisión de financiar parte de los gastos de la alimentación escolar en Cuba y Nicaragua será notificada al Programa Mundial de Alimentos por el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores. Ese organismo, junto con el Ministerio de Finanzas, coordinará con el PMA los detalles de la transferencia y del uso de esos recursos.

En la última década, el gobierno ruso ha sido uno de los principales benefactores del régimen cubano, asumiendo buena parte de las donaciones recibidas por La Habana para el desarrollo de la economía y la industria militar.

En febrero de 2020, Moscú informó sobre el otorgamiento de un préstamo a la Isla que podría superar los 1 000 millones de euros en los próximos años. La suma sería empleada para el desarrollo de proyectos conjuntos, en su mayoría de infraestructura.

En 2019, Rusia también había aprobado un crédito de 43 millones de dólares para el “desarrollo sostenible” del sector de defensa en Cuba.

Fuente e Imagen: https://www.cubanet.org/noticias/rusia-donara-us-10-millones-a-cuba-y-nicaragua-para-nutricion-escolar/

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Educación, niños y jóvenes como náufragos de la pandemia

Por: Isaac Enríquez Pérez

Entre los principales náufragos de la pandemia destacan los niños y jóvenes (https://bit.ly/3h34gv7) despojados del espacio público que les brinda la escuela y de la educación como mecanismo de socialización y construcción de ciudadanía.

Con el confinamiento global, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que más de 1600 millones de estudiantes fueron afectados por la parálisis y cierre temporal de las escuelas en más de 160 países (https://bit.ly/2Y6NymV). 40 millones de niños en edad preescolar son privados, con la pandemia, de cursar su primer año en ese nivel educativo (https://bit.ly/3g05zcW). En tanto que, se calcula, como mínimo, alrededor de 24 millones de niños y jóvenes que podrían abandonar definitivamente su enseñanza a raíz de los impactos de la crisis económica que se cierne. Ante esta situación, António Guterres, Secretario General de este organismo internacional, acusa que con ello se perfila “una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas” (https://bit.ly/3iQ73Z7).

A ello se suma el rezago –previo a la pandemia– de 250 millones de niños en edad escolar que vivían excluidos de la alfabetización y de la escolarización. Lo cual, en sí, es una crisis social de grandes magnitudes que se relaciona con los procesos de desigualdad extrema global y con los múltiples mecanismos de exclusión social que se territorializan de manera diferenciada entre las naciones.

Con la gran reclusión, los niños y jóvenes no solo son privados de un espacio físico como la escuela, sino del andamiaje institucional y simbólico que les permite participar en el proceso de enseñanza/aprendizaje y en la construcción de imaginarios y significaciones para representar el mundo y la realidad que les circunda. Es la educación –tras la familia– el principal mecanismo de socialización y de cultivo de las relaciones cara a cara de infantes y adolescentes que hoy día son relegados, sin alternativa, al ámbito de la privacidad y el anonimato. Imponiéndose con ello la atomización, la resignación, el social-conformismo, y la postración de la imaginación.

Ante el riesgo pandémico, desde el mes de marzo ganó terreno el proceso de formación en el Internet Way of Life. Pero este sistema de educación a distancia obvia las necesidades materiales y emocionales específicas de niños y jóvenes. A la ansiedad, estrés y angustia que, por sí mismo, supone el inducido encierro de los últimos meses, se suma la soledad y desconcierto de este grupo etario de cara al proceso de enseñanza/aprendizaje mediado por las tecnologías de la información y la comunicación. A ello se agrega también la mayor exposición de estos niños y jóvenes a la televisión y a sus oleadas publicitarias y propagandísticas que inundan con noticias falsas carentes de contenido didáctico y que enfatizan en un entorno negativo y en la entronización de un estilo de vida que estimula evasiones y adicciones como la junk food (comida basura o comida chatarra) y que los expone al debilitamiento del sistema inmunitario y a morbilidades como la obesidad y la diabetes.

Es en las sociedades subdesarrolladas donde se expresan de manera más radical los impactos de la pandemia y del confinamiento global. Particularmente, la brecha digital exacerba los tradicionales mecanismos de exclusión que prevalecen en los sistemas educativos nacionales, en lo que viene a conformar una era de la desconexión con 346 millones de niños y jóvenes (29% del total) sin acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (dato proporcionado por una UNICEF para el año 2017; https://bit.ly/2Y2J7te). La sociedad paradojal que vivimos es inédita por la vorágine de innovaciones tecnológicas, pero también por la creciente exclusión en torno al uso y disfrute de las mismas. Y ello marcha a la par de la propia ignorancia tecnologizada que supone, para aquellos ciudadanos que tienen las posibilidades materiales, accesar a la era de la información, pero no usar sus dispositivos para cultivar el proceso de enseñanza/aprendizaje y la formación de la cultura ciudadana.

México no está al margen de esos comportamientos y tendencias mundiales. Con un sistema educativo preñado de variados rezagos, centralista y culturalmente homogéneo por antonomasia, y capturado por múltiples intereses creados que subordinan la formación a lo faccioso, no solo enfrenta la insuficiencia de inversión pública (se destina 4.3% del PIB nacional y el 17% del presupuesto federal) en varios rubros como la infraestructura (escuelas rurales sin sanitarios y energía eléctrica; escuelas radicadas en regiones calurosas sin aire acondicionado; escuelas urbanas y rurales aún dañadas por los efectos de sismos de años pasados), el material educativo y la capacitación de los docentes de niveles básicos, sino que persisten en él limitaciones pedagógicas y didácticas que posicionan al país en los peldaños más bajos de las evaluaciones entre países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Hacia el año 2018, según estudios del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), alrededor del 85.6% del gasto público destinado a educación es absorbido por el pago de nóminas; pero, agregamos, ello desprotege la inversión en la llamada formación inicial del docente y en el uso efectivo de tecnologías de la información y la comunicación.

Cabe apuntar que con la pandemia y los confinamientos, en el país azteca se suscitó un fenómeno de deserción escolar masiva por diferentes causas, tras la experiencia del programa oficial “Aprende en casa”, con el cual se intentó finalizar –desde el mes de marzo– el ciclo escolar 2019-2020. Funcionarios del gobierno federal indican que alrededor de 800 mil adolescentes entre los 15 y los 17 años y que cursaban el tercer grado de su formación secundaria, no podrán continuar su formación de bachillerato (https://bit.ly/2PVjHtf). En ello incide el desinterés en su propia formación, pero también la necesidad impuesta por la crisis económica de contribuir al ingreso familiar a través de su trabajo. En el nivel de educación superior (licenciatura y posgrado) se calcula una deserción de 593 mil jóvenes (de un total de 4 millones 538 mil matriculados). Para el nivel básico (pre-escolar y primaria) y medio básico (secundaria), se calcula que 2.5 millones de niños y jóvenes (el 10% del total inscritos) abandonarán la escuela definitivamente en medio de la pandemia (https://bit.ly/3avETiM). Cabe mencionar también que en el ámbito de la educación privada –que atendía a 5.5 millones de estudiantes–, con la pandemia se vieron obligadas a cerrar 30% de las escuelas; al tiempo que se proyecta una reducción del 35% en sus matriculas dentro de los niveles básico, medio básico, y medio superior (https://bit.ly/311rHPL).

Esta deserción escolar tendrá impactos en la desigualdad de género y en problemas de salud pública como la nutrición y los embarazos no deseados. En este último rubro, el Consejo Nacional de Población proyecta que con la pandemia existirán alrededor de 171 mil embarazos no deseados más entre mujeres de 15 y 34 años de edad; y de ese total, 35 mil 813 embarazos corresponden a adolescentes en el rango de edad de los 15 a los 19 años (https://bit.ly/2YajA1r), y que se suman a los 390 mil 89 mujeres entre 9 y 19 años que fueron madres en años previos. Es muy probable que exista una correlación entre este fenómeno y la deserción escolar de los últimos meses.

Ante estos antecedentes mínimos, el pasado 3 de agosto la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció el inicio del ciclo escolar en los niveles básico, medio básico y medio superior para el día 24 del mismo mes. Oficialmente, se apela a las posibilidades que abre la difusión de contenidos educativos a través de la televisión y la radio.

Al 15 de agosto se registraron en México 511 269 casos de contagio por Covid-19 y 55 908 muertes a causa de esta enfermedad; cifras aceleradas por la presencia de co-morbilidades como la diabetes, la hipertensión y la obesidad. Y con una proyección, hacia noviembre y diciembre, de entre 140 mil y 153 mil 189 muertes –respectivamente– por el nuevo coronavirus, en caso de relajarse las medidas preventivas (https://bit.ly/2PDKzxJ), son –en realidad– pocas las opciones reales con que cuenta el país para continuar con el despliegue del proceso de enseñanza/aprendizaje entre los grupos etarios en cuestión.

Aunado ello a la brecha digital ahondada con la pandemia, pensar en una comunicación sincrónica a través de la Internet entre el sistema educativo, los docentes y los estudiantes, resultaría una opción inviable y hasta imposible. Quienes padecen la pobreza extrema, sea en el medio rural o en las urbes, no solo son víctimas de este flagelo social, sino que están al margen del teletrabajo, la educación a distancia, el comercio electrónico y del entretenimiento en línea. La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, levantada por el INEGI, indica que solo 23.4% de los hogares rurales cuenta con acceso al Internet; en tanto que en el medio urbano es el 65.5% de los hogares los que cuenta con conexión a esta tecnología. A su vez, solo el 45% de la población que ocupa el estrato económico bajo es usuaria de internet (en contraste con el 92% en los estratos económicos altos). Y aun cuando la población pobre cuente con algún ordenador en sus hogares, no accesan al Internet por carencia de ingresos y porque en su localidad no se provee dicho servicio.

La televisión y la radio cuentan con una cobertura e impacto masivos en el país (32.2 millones de hogares poseen el primer aparato; algo así como el 92.9% del total), y se presenta –mucho más que la Internet– como una opción viable para hacer llegar contenidos educativos a los estudiantes de primaria y secundaria. Sin embargo, surgen varios inconvenientes, a saber:

a) La televisión y la radio no son sustitutos del proceso de enseñanza/aprendizaje que precisa de la relación cara a cara y de todo el proceso de socialización que le circunda. No sustituyen al docente ni el ejercicio y adopción de metodologías pedagógicas y didácticas porque, en esencia, se trata de una comunicación unidireccional donde el estudiante es un simple receptor pasivo de contenidos.

b) Si no existe un encauzamiento dado por el docente y los padres de familia, se corre el riesgo de que estos medios masivos cumplan más una función de entretenimiento y –bajo el supuesto de que los niños y jóvenes no pierden el tiempo– de falso confort, que de fuente de aprendizaje real y de asimilación de nuevos conocimientos. Entonces se abriría la posibilidad de que solo sean asumidos los contenidos como una opción para “tener ocupados a los niños y jóvenes” mientras los padres de familia se descargan de su responsabilidad en el proceso educativo.

c) A primera vista, parece ser que no será aprovechado el potencial del magisterio y la experiencia adquirida por este gremio entre marzo y julio del presente año durante las distintas fases del programa “Aprende en casa”. Entonces, será la televisión la que llevará la voz cantante en la transmisión de contenidos educativos; y aunque ello garantiza un alcance y cobertura masivos, no asegura en lo más mínimo –por sí misma– un aprendizaje sustancioso, corriéndose el riesgo de nulificarse sus efectos. Entonces, se diluye toda posibilidad de mediación pedagógica entre los conocimientos emitidos y el sujeto que aprende, pero que es reducido a receptor pasivo de contenidos unidireccionales.

d) Se le otorga centralidad a la televisión en el proceso de enseñanza/aprendizaje cuando su papel sería el de erigirse en un instrumento o herramienta de cobertura masiva, en un vehículo que acerque a conocimientos generales, pero que no reemplaza la relación humana que supone la formación escolar, ni atiende las especificidades y necesidades de las comunidades locales.

e) Como no existirá proceso de enseñanza/aprendizaje en estos meses de educación a través de las pantallas de televisión, el pensamiento crítico será lapidado y desterrado de toda acción orientada a la formación escolar. Lo que se presentará será un ejercicio de difusión unilateral de información que no incentiva el ejercicio del razonamiento y de juicio fundamentado.

f) Para adoptar este programa de educación a distancia y de transmisión de contenidos escolares a través de la televisión, ese mismo día del anuncio se firmó un Acuerdo Nacional por la Educación entre el gobierno federal y cuatro emporios privados de la comunicación masiva (Televisa, Tv Azteca, Imagen y Grupo Multimedios). Un acuerdo que les reportará –en un proceso de transferencia de riqueza pública a manos privadas– 450 millones de pesos (alrededor de 22.5 millones de dólares); lo cual no solo incrementa el precio de sus acciones en los mercados de valores (Televisa tuvo, tras la firma del Acuerdo, un incremento bursátil del 15% y Tv Azteca del 18%; véase https://bit.ly/3126aGO), sino que les posiciona –a través del ejercicio de su capitalismo filantrópico–  como entidades protagónicas en la agenda educativa nacional, y les brinda respiración artificial ante la retracción y agonía –durante los últimos años– de este negocio privado (https://bit.ly/3g1k6oL) y la emergencia de otras opciones de entretenimiento para la población. Con más de 30 millones de estudiantes, un millón y medio de docentes, y varios millones de padres de familia atentos al televisor, estos consorcios conformarán una nueva audiencia cautiva para sus contenidos.

En ello, los riesgos son evidentes: los propietarios de las concesiones de estos medios no solo son los hombres más ricos del país, sino que son los líderes de las campañas de desinformación y tergiversación semántica a que está sometida diariamente la población. Entonces, la comunicación será directamente entre estos mass media privados y los estudiantes reducidos a receptores pasivos, en el marco de prácticas verticales y unidireccionales sin mínima mediación pedagógica y didáctica. En suma, evidencia la claudicación del Estado en el esfuerzo de transmitir contenidos educativos desde las concesiones públicas y los tiempos públicos oficiales, así como la entronización de la racionalidad tecnocrática en la gestión de la educación como bien público.

Como lo analizamos en otro espacio (https://bit.ly/313KWIE), la universidad enfrenta serios desafíos con la pandemia, y ello se extiende a los procesos de enseñanza/aprendizaje suscitados en los niveles básicos de la formación escolar. Justo en la educación primaria y secundaria se precisa del retorno a lo local para evitar reproducir esquemas unilaterales, unidireccionales y centralizados de gestión educativa. La escuela solo será rescatada desde esa escala territorial y desde la participación activa de autoridades educativas, docentes, padres de familia y estudiantes, si existe una oposición a modelos pedagógicos verticales, uniformes y homogéneos creados desde el escritorio y sin referencia a las necesidades específicas de los niños, jóvenes y comunidades. México es un país culturalmente megadiverso en sus regiones y sitiado por problemas públicos multifactoriales y de distinta índole. Ello exige el despliegue de la imaginación creadora por parte de los docentes, más que su papel de simples apéndices de la televisión y de vigilantes de las instrucciones recibidas por los estudiantes a través de la pantalla.

Se trata de ir a contracorriente de la verticalidad y unilateralidad, y apostar a crear espacios y experiencias de comunidad a través de distintos medios y dispositivos para restablecer el vínculo pedagógico. En ello jugarían un papel central los consejos escolares y demás órganos colegiados para que, desde cada escuela, colonia o pueblo, se elijan los contenidos y didácticas acordes a las necesidades de los niños y jóvenes. En suma, restarle protagonismo a la televisión en el proceso de formación, es un asunto de imaginación y metodología, pero –sobre todo– de voluntad política de todos y cada uno de los implicados en el sistema educativo nacional.

*Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/208498

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ONU llama a gobiernos a reabrir escuelas lo antes que puedan para evitar exacerbar desigualdades educativas

Noticia Global

La pandemia de coronavirus está afectando directamente a cerca de 1.600 millones de estudiantes en todo el mundo.

En un mensaje de video en el que presentó oficialmente el documento institucional sobre políticas de educación en el marco de la pandemia de coronavirus, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, expresó que las decisiones que los gobiernos del mundo tomen en este momento sobre las cuestiones educativas tendrán un efecto duradero en cientos de millones de personas y por ende en el desarrollo de sus países. “Nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”, advirtió Guterres este martes en su mensaje. El diplomático lusitano recordó que el cierre de escuelas debido a la pandemia está afectando a cerca de 1.600 millones de estudiantes de todas las edades y en todos los países, con repercusiones inmediatas y de largo plazo en ámbitos como la nutrición y el matrimonio infantil, así como la igualdad de género.

Según consignó el sitio oficial de la ONU, Guterres sostuvo en su mensaje que este es un momento crucial para niños y jóvenes de todo el mundo. “Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante decenios”, aseguró.

La emergencia sanitaria generada por la pandemia exacerbó las disparidades que ya existían en la educación, y el cierre prolongado de las escuelas podría revertir los avances de los últimos lustros, sobre todo en cuanto a la educación de niñas y mujeres adolescentes y jóvenes. Las proyecciones indican que casi 24 millones de niños y jóvenes, desde alumnos de primaria hasta estudiantes universitarios, podrían abandonar su escolarización a causa del impacto económico de la crisis sanitaria.

En el documento presentado por Guterres sobre las políticas educativas a implementar en estos momentos se convoca a evitar que la crisis de aprendizaje que ya existía en numerosos países del tercer mundo se agudice, y para ello se exhorta a los gobiernos a trabajar en cuatro aspectos.

En primer lugar, desde la ONU se pide a los gobiernos que hayan controlado la transmisión local de covid-19 que se centren en reabrir las escuelas de manera segura, consultando y tomando en cuenta a todos los actores implicados, incluyendo a los padres de los alumnos y a los trabajadores del sector de la salud.

El segundo punto que destaca el informe destaca la necesidad de que se priorice a la educación en las decisiones presupuestales. Ya antes de la pandemia los países de renta baja y media tenían un déficit de 1,5 billones de dólares anuales en el rubro educativo. Ese déficit habría aumentado hasta en 30%, por lo que las partidas para la educación deben incrementarse; por eso, se indica que “es fundamental que la educación esté en el centro de los esfuerzos internacionales de solidaridad, desde la gestión de la deuda y las medidas de estímulo hasta los llamamientos humanitarios mundiales y la asistencia oficial para el desarrollo”.

En tercer lugar, en el informe se pide que las iniciativas educativas lleguen a quienes corren mayor riesgo de quedarse atrás en su formación, como las personas en situación de emergencia o de crisis, los grupos minoritarios, los desplazados y las personas con discapacidades.

Por último, la ONU insta a que los gobiernos mundiales avancen hacia la implementación de sistemas progresistas que impartan educación de calidad para todos como una vía para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esto, puntualiza el estudio, requiere inversiones en la alfabetización y la infraestructura digitales, además del refuerzo de los vínculos entre los sectores formales e informales de la educación. “Ahora que el mundo enfrenta niveles insostenibles de desigualdad, necesitamos la educación –el gran igualador– más que nunca. Debemos tomar medidas audaces ahora, a fin de crear sistemas educativos de calidad, inclusivos y resilientes, adecuados para el futuro”, remarcó Guterres.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2020/8/onu-llama-a-gobiernos-a-reabrir-escuelas-lo-antes-que-puedan-para-evitar-exacerbar-desigualdades-educativas/

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Antes del Mediterráneo: un informe de Acnur documenta el horror en la travesía de migrantes hacia Europa

Europa/05/08/2020/Autor:Pablo Elorduy/Fuente: elsaltodiario

La iniciativa de monitorización sobre migraciones 4Mi y Acnur, agencia de la ONU para los refugiados, han hecho público un informe basado en 16.000 entrevistas que pretende arrojar luz sobre uno de los aspectos menos documentado del proceso de migraciones desde África hacia Europa: el paso por terceros países en dirección a las costas de Libia. El informe concluye que la reducción del número de personas que cruzan el mar desde Libia a Europa desde mediados de 2017 “ha enmascarado el hecho de que los refugiados y migrantes que viajan hacia y a través de Libia y otras partes del norte de África siguen siendo objeto de abusos horribles en múltiples puntos durante sus viajes”.

El documento, titulado “En este viaje a nadie le importa si vives o mueres” proporciona la cifra de 2.204 muertes documentadas por esas 16.000 personas supervivientes al trayecto, más de la mitad de las cuales tuvieron lugar en los años 2018 y 2019. Ese viaje, por tanto se ha cobrado 70 vidas cada día de los últimos dos años, estima el informe. Un 14% de las personas encuestadas refirieron haber presenciado muertes en más de una ocasión. El informe se presentó ayer en la víspera del Día Mundial contra la Trata de Seres Humanos, que tiene lugar hoy, 30 de julio.

“Forzaron a un amigo mío a que matara a su amigo con un cuchillo porque no tenía dinero para darles. Si las mujeres no tienen suficiente dinero, las violan delante de todo el mundo”

El informe incluye testimonios como el de un hombre que cruzó el desierto de Níger a Argelia: “Si pinchas un neumático en el desierto, es difícil cambiarlo en la arena; el gato se hunde. Por lo tanto, usaron un migrante que no tenía suficiente dinero para pagar el paso. Este hombre fue utilizado como apoyo para el gato para proteger que el auto no se hundiera en la arena. Este hombre no soportó el esfuerzo y fue abandonado allí para morir. Forzaron a un amigo mío a que matara a su amigo con un cuchillo porque no tenía dinero para darles. Si las mujeres no tienen suficiente dinero, las violan delante de todo el mundo”.

La zona más letal en ese camino es el área norteafricana, que incluye territorios del norte de Níger, Chad, el sur de Argelia, Libia y Egipto. Casi seis de cada diez muertes tuvieron lugar en las aproximadamente 20 rutas que transcurren por esa zona. Otro 38% de las muertes documentadas tuvieron lugar en la ruta oeste. Esta incluye a Nigeria, primer punto de partida de migrantes, Burkina Faso, Mali y todos los países de la costa occidental.

El 92% de las muertes referidas en la ruta del norte están relacionadas con el crimen. Las cifras son muy similares en la zona del oriente y el cuerno de África. Por el contrario, el crimen “solo” es la motivación del 27% en los puntos de origen de las migraciones, en la zona occidental. La falta de acceso a medicinas o a una cura es el principal motivo de muerte (43%), muy a menudo en combinación con condiciones de deshidratación o inanición. En un 13% de los casos las muertes fueron consecuencia de disparos o apuñalamientos en un contexto de tortura y abuso físico. Entre quienes han llegado a Libia, ocho de cada diez personas denuncia haber sufrido torturas y trato inhumano o degradante.

El desierto del Sáhara, en el paso desde Níger a Libia, ha sido el escenario del 28% de las muertes referidas por las personas encuestadas por 4Mi. Otros puntos geográficos críticos son las regiones de Sabha, en el suroeste de Libia, Trípoli y Bani Walid (Libia), Agadez (Níger), Tamanrasset (Argelia) y Bamako (Mali). “Los hombres, mujeres, niñas y niños que sobreviven, quedan a menudo afectados con trastornos de salud mental, que pueden durar mucho tiempo como consecuencia de los traumas vividos” dice Acnur en la presentación de su informe. Las entrevistas se han realizado exclusivamente a mayores de 18 años, aunque la agencia de la ONU refiere que la situación de niños y niñas es similar a lo largo de todas estas rutas.

Centro de detencon de Tajura

Centro de detención de Tajura, en Trípoli, donde 53 migrantes murieron a causa de un bombardeo en julio de 2019. Foto: HRW

ABUSOS SEXUALES

Las entrevistas detallan igualmente el uso de la violación, el abuso y la discriminación sexual de manera sistemática a lo largo de las rutas. Una de cada diez personas entrevistadas han reportado más de 6.000 casos de violencia sexual durante su trayecto, si bien se considera que las cifras infrarrepresentan la frecuencia de los casos. El 65% de las personas que refirieron haber visto estos casos son mujeres.

En el 45% de las ocasiones, los perpetradores de esa violencia sexual eran traficantes de personas, en un 19% policías y fuerzas armadas de los países de tránsito. Individuos desconocidos, grupos violentos o mafias locales y otros migrantes (10%) son los otros grupos que aparecen en los testimonios. El mayor número de casos se da en Libia.

La encuesta también refiere más de 4.400 casos de violencia física presenciados por 2.883 personas y 291 casos de secuestro referidos por 171.

Las entrevistas detallan igualmente el uso de la violación, el abuso y la discriminación sexual de manera sistemática a lo largo de las rutas.

Otro testimonio, de una mujer eritreana muestra las condiciones extremas en el viaje que sufren las mujeres: “Dejamos Eritrea a principios de marzo y hubo tres jóvenes que viajaron con nosotros pero no sabíamos quiénes eran. Cuando llegamos a la frontera, el contrabandista llamó a alguien y les dijo que vinieran con un coche. Vinieron tres hombres y nos pidieron que subiéramos e inmediatamente nuestro contrabandista desapareció. Nos vendaron los ojos y nos nos llevaron a una casa donde comenzaron a golpearnos. Nos pidieron que llamásemos a nuestras familias, exigiendo más de 6.000 dólares. Nuestras familias dijeron que no podían pagar el dinero. Mi amiga y yo estábamos atadas y fuimos violadas delante de los jóvenes. Continuaron haciendo eso durante cinco días. Una noche mi amiga y yo pedimos salir a responder una llamada de la naturaleza y saltamos rápidamente un muro. Los traficantes nos persiguieron pero encontramos un gran árbol donde nos escondimos durante varias horas. Caminamos descalzas porque los traficantes nos habían quitado los zapatos. Estuvimos muy asustadas. Caminamos un día entero antes de llegar a un granja donde una pareja salió de la casa y nos acogió. Nos dieron comida y también agua y jabón para bañarnos”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/fronteras/informe-acnur-documenta-muertes-travesia-migrantes-desierto-paises-transito

Foto: Las manos de Samrawit, una superviviente de abusos sexuales y tortura. / UNHCR Alissa Everett

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