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Autodefensas: ¿son un límite y necesidad real de la especie humana ante la violencia extrema?

Por:  Pietro Ameglio

Autodefensas: ¿son un límite y necesidad real de la especie humana ante la violencia extrema?

El 30 de agosto es el Día Mundial del Detenido Desaparecido; en México hay actualmente, según cifras oficiales, 85 mil desparecidos desde 2006 siendo la inmensa mayoría en la última década; de éstos, 11 mil 300 son menores de 18 años y una cuarta parte mujeres (más de la mitad de ellas son niñas y adolescentes).

Nos estábamos preparando en Morelos y Michoacán para la VI y VII Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas del 16 de agosto al 5 de septiembre, cuando la Red de Enlaces Nacionales que agrupa a más de 140 colectivos y organizaciones de familiares por todo el país, nos comunicó que se postergarán ambas brigadas debido a la “reciente alza de contagios Covid-19, y sobre todo a la prevalencia de las nuevas variantes del virus en México”. Decisión correcta y lúcida de los familiares que no necesitan arriesgarse más aún de lo que hacen cada día.

Según Enlaces, en una Brigada anterior a estas dos, realizada en Jalisco durante julio, se localizaron 70 posibles “positivos” de personas posiblemente desaparecidas en vías de identificación, y se habían también ubicado personas buscadas en vida en cárceles.

¡Las Brigadas constituyen un trabajo ejemplar, peligrosísimo y heroico, fruto del amor más generoso, pleno y desinteresado que se pueda encontrar! El exterminio selectivo hacia este tipo de activistas sociales no se detiene:  en semanas recientes, el expresidente de Las Abejas de Acteal, Pedro Pérez López, fue asesinado el 5 de julio en Simojovel, Chis.; José Nicanor Araiza Dávila, que buscaba a su hijo desaparecido el 30 de septiembre del 2018, fue desaparecido el 22 de julio de este año y apareció asesinado cinco días después en Villa de Cos, Zacatecas; asimismo, Gladys Ramos Gurrola, del colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora, buscaba a su esposo Brayan Celaya y fue asesinada en Guaymas el 15 de julio. En esos días compañeras de ella, Integrantes de colectivos de Buscadoras de Sonora solicitaron a autoridades estatales y federales protección por las muchas y variadas amenazas recibidas a su vida y seguridad. El 25 de julio el colectivo guanajuatense “Hasta Encontrarte”, denunció en un comunicado que “hombres armados las estaban persiguiendo y tuvieron que correr hasta los maizales”, cuando encontraron restos humanos en una presa en el municipio de Cuerámaro (La Jornada, 26-7-21).

López Obrador, a quien respetamos y sabemos un hombre pacifista y comprometido con la justicia de los más pobres desde hace mucho, ha hecho también en estas semanas una serie de declaraciones que nos ponen delante de conflictos y disyuntivas éticas, morales y operativas centrales en temas de violencia, construcción de paz noviolenta y seguridad. Nos parece importante profundizar en la reflexión acerca de estos aspectos con base en el actual “principio de realidad” mexicano, no para ver quién tiene mayor razón sino para complejizar un problema central de la vida y democracia de los mexicanos (“AMLO: Lograr la paz, clave para acreditar al actual gobierno en la historia”, La Jornada, 16 julio). Al final, tomaremos como ejemplificación de la reflexión el caso actual de Pantelhó en Chiapas.

He aquí algunas afirmaciones públicas recientes del presidente: “Soy pacifista aunque se burlen…voy a seguir diciendo ‘abrazos, no balazos’…No quiero que pierda la vida nadie…Se los pide el presidente de México, que hagamos a un lado el odio, el rencor, que llevemos a la práctica el principio del amor al prójimo, que no nos hagamos daño, no a la violencia, sí a la paz, al diálogo…Tiene que seguir el Ejército y la Guardia Nacional porque, si no, se convierte en terreno de nadie” (La Jornada, 6 julio). Y agregaba: “Nadie puede armarse para enfrentar una supuesta situación de inseguridad, ni hacer justicia por propia mano, ‘eso es ilegal y no debe aceptarse’- Reprueba AMLO las autodefensas. Porque la responsabilidad del Estado mexicano es garantizar la paz y la tranquilidad y ‘nosotros lo estamos haciendo’…Con Calderón trajeron hasta a un experto colombiano para enfrentar el problema de la inseguridad, la violencia, con estas llamadas autodefensas”. Y finalizaba: “Que no digan ‘es que hay mucha inseguridad, luego entonces tenemos que armarnos’, porque hay dos cosas: o es una cuestión politiquera, de dominio caciquil en una región, lucha de facciones, de grupos políticos, caciquiles, sin ideales, sin principios, sin el propósito de ayudar al pueblo, sino de tener poder, o es delincuencia” (La Jornada, 21 julio).

Asimismo como enfoque general del tema, el 1° de julio declaraba: “Son los cárteles de Jalisco, del Pacífico o el de Guanajuato los que ya había, los que estamos enfrentando, no declarándoles la guerra, porque la violencia no se puede combatir con la violencia, sino con otros medios más humanos y eficaces” (La Jornada, 2 julio).

Autodefensa, violencia extrema, paz y especie humana

López Obrador, con acierto pacifista plantea al final de la frase anterior la necesidad de buscar “medios más humanos” para combatir la violencia; y también, como jefe de Estado, lógicamente defiende la acción estatal como la única que puede ejercer el monopolio de la violencia. No es que estemos en contra de estos dos principios, pero, nos parece, que se idealiza el problema y la solución, y se pierde de vista -en parte- el “principio de realidad” de lo inmediato como especie y en lo referente a ciertos territorios mexicanos. Se entiende que el deseo y los principios absolutos -muy positivos, honestos y con los que coincidimos en este caso- busquen imponerse a la cruda realidad y experiencia histórica actual, pero en la construcción verdadera de la paz -tomando en cuenta los avances pequeños pero reales- que se pueda hacer, no debe caerse en voluntarismos axiológicos sino en operatividad concreta y lo más comunitaria y noviolentamente posible.

Hay una reflexión de base que planteamos -con humildad e ignorancia-, acerca del estadio del conocimiento práctico e histórico que tiene la especie humana sobre cómo detener ciertos niveles extremos de violencia sin usar una violencia similar o mayor. Creemos que nuestra especie aún no tiene las suficientes experiencias históricas -sobre todo masivas- para enfrentar en forma civil y noviolenta ataques armados directos sin ninguna ética de respeto a la vida, sino que centrados en el aniquilamiento del otro y la otra. Una vez le preguntaron a Gandhi sobre qué hubiera hecho si en vez de Inglaterra le hubiera tocado enfrentar a Hitler, y él respondió: “Evitar que llegara al poder”. Es claro el carácter preventivo de cualquier proceso social que busque enfrentar la violencia creciente y extrema, pero si no se puede prevenir a tiempo -y eso sucede en innumerables ocasiones en cualquier historia y tiempo-.

¿Qué hacemos con tamaña violencia para detenerla en lo inmediato sin que muera una sola persona más?

Es una pregunta, nos parece, a la que nuestra especie no puede aún contestar con verdad y realismo. Nos gustaría poder dar varias ejemplificaciones históricas al respecto, sin duda algunas las hay pero con mucho nivel de complejidad y especificidad, no para generalizar, en una etapa aún muy experimental frente a las masacres y genocidios que vemos cada día. Por ejemplo, la experiencia de San José Apartadó, en el Urabá Antioqueño en el norte colombiano, es muy inspiradora en términos de defensa popular noviolenta, aún a costa de un gran número de sus habitantes asesinados por los bandos en pugna en la guerra. Pero es algo lejos de generalizarse.

Sin embargo, aceptar en parte esta realidad histórica de nuestra especie no significa que no haya pautas que puedan volverla un poco más humanizante y noviolenta, en el sentido que la autodefensa que se ejerza no busque prolongar la espiral de la guerra, la violencia extrema, sino detener ese enfrentamiento armado y espiral de guerra, y hacerlo regredir -lo más y antes posible- hacia lo político y la negociación, algo que el bando favorable a la guerra buscará impedir, a través de provocaciones violentas. Lo ideal, al menos en esta etapa de la especie, sería al menos “mostrar las armas, pero no usarlas”, un arte tremendamente complejo y difícil en condiciones de cerco y guerra.

Así, las autodefensas corresponden entonces a un estadio -todavía muy violento- de nuestra especie, pero son menos inmorales que permitir el aniquilamiento pasivamente. Gandhi decía: “Entre la cobardía y la violencia escojo mil veces la violencia. Pero hay otro camino que es la noviolencia”, y lo exploró a fondo a costa de su propia vida, enseñándonos avances fundamentales para nuestra especie, pero creo que aún no son posibles de generalizar en el corto plazo y la coyuntura inmediatista. Él decía que la noviolencia estaba en una etapa como la energía eléctrica en tiempos de Tomás Alva Edison.

Entonces, el problema social de la existencia de las autodefensas comunitarias está relacionado con el estado de las cosas -el principio de realidad- de una relación de fuerzas muy dispareja entre el predominio del crimen organizado y la presencia estatal en ese territorio que busca detenerlo, en el mejor de los casos; y en el peor -lo más común en México- está relacionado con el contubernio y asociación delictiva entre el crimen organizado y una parte del Estado, sea en cuanto autoridades políticas de todos los niveles, que en cuanto fuerzas armadas de distinto tipo. No se trata de un “Estado fallido”, tampoco de un “vacío de Estado”, esos son eufemismos que esconden la realidad, sino que se trata de una duplicidad de ataque conjunto entre Estado y crimen organizado contra poblaciones desarmadas, civiles, pacíficas e indefensas.

Ante el tamaño de esta violencia criminal-estatal e indefensión comunitaria, ¿qué le queda por hacer a la población local?

Los caminos son dos, nos parece e indica la experiencia: el primero consiste en desplazarse hacia otras localidades lo más cercanas o lejanas posibles pero seguras, en lo que es una forma de lucha noviolenta pacifista que evita caer en la espiral de la guerra armada, que difiere cualquier tipo de enfrentamiento armado esperando que el Estado u otras instancias construyan las condiciones que acaben con la impunidad, y permitan un retorno territorial y convivencia justo y pacífico e incluyente para todas y todos sin excepción.

O si no, el otro camino es construir comunitariamente una fuerza armada organizada -con lo que se tenga a disposición para la autodefensa- que detenga o inhiba en parte el impune ataque armado criminal, partiendo de la base que aunque ambas son formas de violencia, no es lo mismo la violencia del que ataca a la de auqel que se defiende. El gran desafío en este punto está en que las acciones de esta fuerza de autodefensa comunitaria tengan un mandato y control de las asambleas y autoridades legítimas comunitarias (zapatismo, Cherán, Ostula, CRAC-PC en Guerrero…), y no se dediquen a aumentar la espiral de la guerra y la violencia, sino que detengan en lo posible el avance de la guerra y la violencia, y hagan la justicia correspondiente, pero que no se dediquen a perseguir y atacar a otros grupos. Ese es el gran secreto y arte de la autodefensa, que sea capaz de “Parar la mano asesina” pero que no prolongue ni aumente la guerra. En ese sentido, las Guardias, Rondas o Policías Comunitarias -sobre todo indígenas y campesinas- son un gran ejemplo que tiene detrás la fortaleza, unión, control social y dominio territorial de las comunidades y pueblos, como por ejemplo los nasas con sus bastones de la guardia comunitaria del Cauca colombiano. Pero ni por asomo estas experiencias pueden trasladarse mecánicamente a otros territorios. Con estas experiencias reales, actuales e históricas nos parece que López Obrador comete un error al generalizar en México con el término de autodefensas a algunas formas de organización popular que han sido penetradas por el narco -sobre todo en Michoacán y Guerrero-, sin tomar en cuenta la particularidad y avance de excepciones como estas experiencias que acabamos de nombrar en México y América Latina, las cuales presentan en términos de construcción de paz por “medios más humanos” y comunitarios, desde el estadio actual de la especie, aspectos significativos y esperanzadores.

Pantelhó: ¿Autodefensa bajo control del pueblo que ejerce el poder que le corresponde?

Veamos una ejemplificación muy concreta y actual mexicana. En los últimos años en Chiapas, particularmente en el municipio de Pantelhó (unos 20 mil habitantes), hemos visto cómo el contubernio entre la alcaldesa provisoria y el alcalde electo perredistas, otros partidos políticos y el sistema electoral ligados al narco, la policía municipal, el crimen organizado de trata y narcotráfico, el sicariato y paramilitarismo han creado un estado de aterrorizamiento social, exterminio y desplazamiento de población atroces, ante los ojos del Estado mexicano en todos sus niveles, empezando por el gobierno estatal. Se trata de un municipio sin el mínimo estado de derecho. Ante ello, el 7 de julio irrumpió públicamente el grupo denominado Autodefensas del Pueblo “El Machete” con el objetivo de “expulsar a los sicarios narcotraficantes”; se disolvió el Cabildo municipal y se exigió anular las elecciones del 6 de junio. Como consecuencia, el Ejército y la Guardia Nacional tomaron inmediatamente el control municipal, y sufrieron una emboscada por pistoleros criminales al otro día, con varios heridos. En asamblea del 10 de julio con la mayoría de las comunidades, se declaró: “Es verdad el surgimiento de autodefensas en Pantelhó por la presencia del crimen organizado, la ausencia total de los gobiernos federal y estatal, y por las amenazas y los asesinatos”. Y complementaron en un comunicado que “una vez que Pantelhó esté libre del crimen organizado encabezado por Raquel Trujillo el perredista electo alcalde, y narcotraficantes, nosotros como autodefensas del pueblo nos retiramos porque no buscamos el poder ni el dinero” (La Jornada, 11 julio). Cientos de pobladores se desplazaron y en esta semana  ante la nueva situación de “poder comunitario y popular” están regresando.

Más adelante, el 26 de julio unos 3 mil pobladores de las distintas comunidades y barrios armados con palos y machetes, ante el hartazgo total de la complicidad estatal y la desbordada violencia hacia la población, tomaron la alcaldía, quemaron alguna decena de casas y saquearon tiendas de sicarios: “La quema no es un acto racista en contra de los mestizos; nuestra lucha es contra los sicarios y narcotraficantes que han secuestrado Pantelhó durante mucho tiempo y asesinado a nuestros hermanos indígenas” (La Jornada, 29 julio). Hicieron retroceder al Ejército y Guardia Nacional y bloquearon también las entradas a la cabecera sin dejar entrar a nadie.

La argumentación de los pobladores en un comunicado del 27 de julio, es muy clara en relación a la reflexión que hacíamos más atrás de las causas de este tipo de levantamientos populares y de la creación de las autodefensas, así como de la fuerza moral que sustenta al pueblo organizado no para la guerra sino para la defensa popular, que por “límites históricos de nuestra especie” aún no puede ser lo noviolenta o plenamente cristiana como se quisiera (pero ¡SÏ es noviolenta y cristiana en esta particular coyuntura histórica! He ahí la paradoja de la complejidad del orden social y su principio de realidad correspondiente): “El gobierno nos ha abandonado. Aquí no hay seguridad, paz ni tranquilidad, sólo miedo, llanto, temores, extorsiones, intimidaciones y ya ni hablar de la corrupción. El 26 de julio entramos a la cabecera a hacer justicia nosotros mismos, a catear las casas de los asesinos y narcos, no de la gente que es inocente” (La Jornada, 28 julio).

El 3 de agosto hubo una mesa de diálogo -mediada por la diócesis de San Cristóbal- entre 20 representantes comunitarios -sin presencia de El Machete- que tienen tomada la cabecera municipal y funcionarios estatales y federales, donde le plantearon al gobierno estatal que el 1° de octubre habría elecciones por “usos y costumbres” para elegir nuevas autoridades honestas del pueblo, que el Congreso estatal realice una auditoría al ayuntamiento, y haga justicia a las víctimas del crimen. Desconocieron totalmente a las actuales autoridades electas. El director del Centro de DDHH Fray Bartolomé de las Casas, Pedro Faro, declaró que “ellos están dando la cara y avalan que el levantamiento de El Machete responde a un hartazgo por la ausencia del Estado, que derivó en 200 muertos en 20 años, además del despojo de cuantiosos bienes (y miles de desplazados)” (La Jornada, 4 agosto).

Lo que está sucediendo en Pantelhó es un ejemplo ¡muy interesante! -y ojalá se desarrolle y mantenga en esta lógica- de lo que Gandhi afirmaba en el punto 1 de su Programa Constructivo de la India (1941), y que creemos el zapatismo y otros pueblos indígenas encarnan plenamente: “Nosotros hemos estado acostumbrados por mucho tiempo a pensar que el poder viniese sólo de las asambleas legislativas. Yo he considerado esta creencia un grave error causado por la inercia o por una especie de hipnotismo. Un estudio superficial de la historia inglesa nos ha hecho pensar que todo el poder llega al pueblo por los parlamentos. La verdad radica en que el poder está en la gente y es confiado momentáneamente a quienes ella puede elegir como representantes propios. Los parlamentos no tienen poder y ni siquiera existencia independientemente del pueblo. Convencer al pueblo de esta sencilla verdad ha sido mi tarea en los últimos veintiún años. La Desobediencia Civil es el depósito del poder. Imaginen que todo el pueblo no quiera adaptarse a las leyes del cuerpo legislativo y que esté preparado a soportar las consecuencias de la no-adhesión”. Así, el pueblo de Pantelhó ha decidido ejercer legítimamente su poder, no enunciarlo (diría Lenin), tomando como base su acumulación de experiencia histórica local, regional y como especie humana. Como diría Vaclav Havel, expresidente de la Checoslovaquia liberada del totalitarismo soviético por la “revolución de terciopelo” que él encabezó junto a muchos más: es el “Poder de los Sin Poder”, donde los “Sin Poder” deciden usar “Su Poder”.

Este proceso social importante, ayudará a explorar alternativas de avance en el campo de la defensa popular noviolenta -según el estadio de la especie-, si la autoridad de la representatividad comunitaria mantiene bajo control a la autodefensa de El Machete y podrá decidir cuándo estarán dadas las condiciones para que se extinga. Un dirigente del grupo señalaba que “ese grupo no participó en la toma del pueblo, sino que lo hicieron ‘las comunidades’, pero nosotros ‘los apoyamos sin armas porque ésas y los militares se quedaron en el campamento’” (La Jornada, 28 julio). Concluimos entonces preguntándonos, sin tener la respuesta final: ¿Cuál es el “principio de realidad” más válido y realista en Pantelhó, el que sea más adecuado para sus pobladores comunitarios justicieros siguiendo sus ideales de una construcción de paz noviolenta y cristiana, frente al “principio de realidad” de la delincuencia organizada-municipal;  tomando en cuenta el actual estadio al respecto en que se encuentra nuestra especie y la realidad del crimen organizado-estatal en ese territorio?

Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org

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Murales por la alegría y la paz en Siria (+Fotos)

Un grupo de artistas sirios autoproclamado ‘Ritmo de la Vida’ continúa hoy su labor en la difusión de la alegría, paz y amor convirtiendo los muros de las escuelas en verdaderas obras de arte.
La iniciativa comenzó con el inicio de la guerra en 2011, y la protagonizan profesores de artes en las escuelas de Damasco. 

Su objetivo es embellecer, colorear la ciudad y generar sonrisa y optimismo en medio del conflicto bélico, dijo a Prensa Latina, Muafak Makhoul, artista plástico y coordinador del grupo. 

Explicó que hasta la fecha se ejecutaron 10 murales, el último de los cuales se realiza desde hace nueve meses y tiene como título ‘Retorno a la Escuela’.

En el mismo se emplean técnicas como el grabado y la escultura, y tiene como finalidad rendir tributo a grandes educadores de la historia de Siria.

Trabajamos con amor, precisión y pasión, y existe buena aceptación por parte de la gente que observa nuestro trabajo, pues sustituye la tristeza, oscuridad y melancolía por vida y colores mediante el arte, destacó.

Según Makhoul, después de 10 años de guerra, el pueblo anhela alegría y sonrisa, y busca medios para disfrutar de la vida y el arte es uno de ellos.

El Grupo tuvo que trabajar en el 2014 bajo lluvias de morteros y proyectiles, sin embargo, logró ejecutar un mural que fue inscrito en el Libro de Guinness como el más grande en el mundo hecho de materiales reciclables, lo cual constituyó un incentivo para continuar el trabajo.

Explicó que el equipo está conformado ahora por 11 pintores y escultores jóvenes, además de una artista alemana solidaria con Siria, y todos trabajan de manera voluntaria sin nada material a cambio.

‘La cultura es también una batalla que se libra para confirmar la existencia y nuestras armas son el talento, el amor y la vida para transformar lo triste y feo en alegre y bello’, remarcó.

A su vez, la artista Ula Al-Mesh, de 29 años de edad, destacó a Prensa Latina que el objetivo es dar toques de belleza y vida a la ciudad, y también transmitir mensajes didácticos mediante los dibujos, además de sacar el arte de las salas de exposiciones para que la gente interactué con el mismo.

La mayoría de la gente acoge nuestro trabajo y a mí en lo personal enriqueció mi experiencia en la escultura y pintura, precisó.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=458379&SEO=murales-por-la-alegria-y-la-paz-en-siria
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Unidad por la paz

Por: lahora.com.ec

Ecuador necesita unidad; sin olvidar la meta común de reconstruir el tejido social, las instituciones y terminar con la corrupción.

Hablar de fraude sin pruebas es irresponsable. Leonidas Iza se confunde al decir, “lo que está en juego es nuestro proyecto político”; lo dijo ayer en su convocatoria. Lo que está en juego trasciende a un partido, un proyecto y un puñado de egos hinchados; lo que está en juego es el país.

Ecuador necesita salud: este año no llegará la inmunidad contra el Covid-19, pero tampoco hay vacunas del calendario regular, peor un plan de diagnóstico para manejar la pandemia.

El país necesita educación: vacunar a los maestros para el regreso paulatino a clases que reintegre a los más de 350.000 niños que desaparecieron de las aulas. Ellos no entienden de derechas o izquierdas, pero sí de hambre y abusos.

El país necesita conectividad: un tendido de redes y fibra óptica que alcance a toda la población, especialmente en zonas remotas, y que facilite la educación, así como su participación política y económica.

El país clama por inclusión, de la mujer -pero no en vitrina, como cuota, trofeo o víctima-; de pueblos y nacionalidades indígenas, en la economía y la toma de decisiones.

El “odio al banquero” y a las “movilizaciones violentas” incendian pasiones que no deben sobreponerse a la meta de derrotar al narcotráfico, al autoritarismo y a la impunidad para los sentenciados por corrupción, y los que aún se escudan tras el poder.

Que así lo entiendan Pérez y Lasso, que actúen en coherencia con sus observadores electorales -metidos de cabeza en la revisión de las actas-, y que así se pronuncien cuando llegue la hora.

Si la mujer no existiese más que en las obras escritas por hombres, se imaginaría importantísima.” Virginia Woolf Escritora feminista, en ‘Una habitación propia’

No sirve arrinconarlos; en esos momentos todos ellos podrían desarrollar colmillos y garras.” Stephen Crane (1971-1900) Poeta y novelista estadounidense.

Fuente: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102340418/unidad-por-la-paz

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México: Un panorama de la violencia en Baja California

Por: Sárah Eva Martínez Pellégrini Y Juana Isabel Vera López*

De acuerdo con el Índice de Paz México 2020 elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), por segundo año consecutivo Baja California se ubica en el primer lugar de violencia en el país, lo que la convierte en la entidad federativa menos pacífica de México, seguida por Colima, Quintana Roo y Chihuahua. A esta situación se agrega el hecho de que la “paz” estatal sufrió un deterioro para 2019.


Baja California registró una calificación del 4.572, notablemente superior al promedio nacional del 2.914, y casi cuatro veces superior a Yucatán, la entidad con el mejor índice de paz, con un 1.272. La importancia de revisar la posición del estado tiene que ver con los impactos de la violencia y por tanto la ausencia de paz en los aspectos de salud, económicos y de cohesión social, es decir, como afecta de manera negativa a la calidad de vida y las posibilidades de mejora de la sociedad bajacaliforniana.

Esta discusión es particularmente relevante en momentos como los actuales, en los que la pandemia ha modificado las dinámicas personales, familiares y sociales, y sin duda ha generado un ambiente de incertidumbre e inseguridad que pueden profundizar sustantivamente parte de los factores promotores de los hechos y actitudes violentas.

Según los datos del informe del Índice de Paz México 2020, el impacto económico de la violencia per cápita 2019 en Baja California, fue de 72 mil 409 pesos constantes de 2019 (IEP, 2020: 50), mientras que a nivel nacional está en 36 mil 129 pesos. Además se especifica que el costo mayor deriva del aumento de homicidios.

El cálculo del Índice de Paz México resulta de gran utilidad debido a que es un indicador que desagrega los tipos de la violencia en cuatro categorías con dinámicas específicas:1) violencia política, 2) violencia oportunista (considera la extorsión y el robo), 3) violencia interpersonal (incluye las agresiones, delitos sexuales y violencia familiar) y 4) conflictos de cárteles, crímenes relacionados con drogas y conflictos armados entre grupos criminales. Estas diferencias por tipos permiten identificar mejor el origen y las posibles intervenciones para corregir la evolución de la paz y en qué factores fundamentar la construcción social de la misma.

Con base en los resultados obtenidos en el informe, se tiene que “el impacto económico de la violencia en México se calculó en 4.57 billones de pesos (US$238 mil millones) en 2019, cifra equivalente a 21.3 por ciento del PIB nacional” (IEP, 2020: 3), teniendo los delitos con violencia un costo de 1.43 billones de pesos (31.3 por ciento del impacto total).

El impacto económico de los delitos con violencia pasó de 1.2 billones de pesos en 2015; a 1.43 billones de pesos en 2019. Este tipo de violencia no solo afecta económicamente sino también en la salud de las personas y sus familias.

Dentro de los cinco indicadores que conforman el Índice de Paz, nos parecen particularmente relevantes para dibujar un proceso de construcción de una sociedad pacífica, los datos sobre la categoría de delitos con violencia que mide el número de delitos de este tipo por cada 100 mil  habitantes, ajustado por la cifra negra. Estos delitos incluyen el robo, el asalto, la violencia sexual y la violencia familiar.

En particular la violencia sexual y la familiar, que son los tipos que aparecen con mayor incidencia podrían considerarse indicadores de la existencia de una violencia subyacente en el entorno de los sujetos desde su ámbito familiar que deteriora las posibilidades de tener ciudadanos con una cultura de paz, tolerancia y respeto. En este sentido estarían debilitándose de manera estructural los pilares de la paz positiva (“actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas” (IEP, 2020: 62)).

En un análisis diacrónico, desde 2015 a la fecha, las tasas de violencia sexual y violencia familiar han aumentado en 55.8 por ciento y 59.5 por ciento, respectivamente (IEP, 2020: 27). En este indicador se encuentran registradas la violencia sexual y familiar que permite un primer acercamiento a un fenómeno relativamente poco estudiado como lo es la violencia y acoso escolar, que, de ser atendido de forma temprana, prevendría el aumento de comportamientos violentos.  Parece oportuno plantear una opción de intervención desde la propia escuela para tratar de mitigar este penoso y costoso primer lugar de Baja California.

En este contexto se realizó un levantamiento de información en el contexto de las actividades del CONVID-Colef (Alianza estratégica para el desarrollo de las regiones y el sector vitivinícola) en escuelas secundarias en los cinco municipios de Baja California. En este trabajo participó la Comisión Estatal de Derechos Humanos precisamente para vincular los resultados con los actores con posibilidades de intervención.

Los principales resultados obtenidos de una muestra en escuelas urbanas y rurales de los cinco municipios de Baja California apuntan que un 12 por ciento de los alumnos de secundaria sufren violencia escolar y un 7.8 por ciento bullying o acoso (violencia repetida con ocurrencias semanales). Se encuentran grandes diferencias dentro de las escuelas ubicadas en zonas problemáticas y las que no lo están. En total estaríamos hablando de un 20 por ciento de estudiantes violentados en su entorno escolar.

Distinguiendo por tipos de violencia, un 12.5 por ciento de los estudiantes de secundaria violentados manifestaron ser objeto de violencia psicológica, un 18.4 por ciento de violencia física y un 7.3 por ciento de ciberviolencia. En el caso de bullying estos porcentajes pasan a ser de 11.1, 11.9 y 2.9, respectivamente. Observando la distribución por municipios, las tasas mayores de violencia se identificaron en las escuelas de Rosarito, seguidas por Ensenada y las más bajas en Tecate. El análisis de la muestra por género no presenta deferencias sustantivas entre mujeres y hombres.

Con estos datos muy generales parece pertinente plantearse que esa proporción de uno de cada cinco jóvenes violentados es significativa, ya que además de una víctima hay un victimario, y que en ambos son susceptibles de reproducir patrones violentos en etapas posteriores de su vida contribuyendo al deterioro de sus situaciones personales, de sus familias y de su comunidad.

Por parte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC, por sus siglas en inglés), se realizan programas de capacitación en las entidades para apoyar a las instancias encargadas de aplicar la ley para proteger a las víctimas de violencia sexual y violencia familiar. Otra estrategia son los programas dirigidos a jóvenes en todo el país, ofreciéndoles alternativas de justicia, de manera que sean medidas preventivas para evitar caigan en el círculo de delincuencia y encarcelamiento (IEP, 2020: 96). Sin embargo, nos parece importante abordar el problema desde los escolares de una forma más sistemática y estructurada precisamente para sentar de manera sólida las bases de una paz positiva que facilite la cohesión social y el desarrollo integral.

*Saráh Martinez. Doctora en ciencias económicas y empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid. Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte en temas de desarrollo económico, sistemas productivos locales, competitividad y planeación y evaluación de políticas

*Juana Isabel Vera. Doctora en Ciencia Política y Administración Pública en El Colegio de Veracruz. Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte en temas de Políticas públicas y Desarrollo Regional

Fuente e imagen:  CIMAC Noticias

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Libro (PDF): Nombrar lo Innombrable. Reconciliación desde las perspectivas de las víctimas

Reseña: CLACSO

Este texto es el testimonio del recorrido analítico realizado por un psicólogo y tres psicólogas de la Universidad Javeriana, en el marco de una intervención realizada por el Programa por la Paz- Cinep desde hace ya varios años. El territorio fue un inmenso campo de horror y dolor causado por la guerra en el Oriente Antioqueño. Esa guerra que ha dejado en toda Colombia miles de viudas y huérfanos, población civil gravemente afectada por la crueldad de quienes con un arma en la mano han perdido todo sentido de humanidad. Las autoras y el autor, con su corazón desgarrado, tuvieron el acierto de acercarse amorosamente al dolor hondo y permitirle comenzar a balbucear las palabras que finalmente fueron nombrando lo innombrable. Conversaciones que poco a poco exploraron en lo más profundo de la vida de estas mujeres, heridas en su corazón y en su alma, para hallar la visión que tienen del camino que han ido reencontrando para seguir viviendo la vida. Estos grupos luchan por recuperar la dignidad perdida por el odio y por superar el deseo de hacer justicia por mano propia frente a las graves y crueles ofensas recibidas. Levantarse de la postración ha hecho que tanto dolor se convierta en una propuesta que le impide a la muerte y a la tristeza tener la última palabra. Han proclamado que la vida y un camino real hacia la reconciliación, son posibles. Pero exigen, al mismo tiempo, que la sociedad, toda ella, y especialmente los ofensores y perpetradores, se responsabilicen de la destrucción y desestructuración de un tejido social del que todos y todas formamos parte.

 

Autor/a:                               Téllez Luque, Ana María –   Sánchez Benítez, Nathalie –   Tejada Bermúdez, Carolina –   Villa Gómez, Juan David – 
Editorial/Editor: Programa Por la Paz -CINEP
Año de publicación:  2007

 

País (es): Colombia
Idioma: Español
ISBN : 978-958-644-115-5
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Fuente e imagen:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/
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Estado de masacre permanente en Colombia

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en lo que va del año se han producido seis masacres, es decir el asesinato de al menos tres personas en un mismo hecho.

También fueron ultimados 14 líderes sociales y cinco firmantes de la paz, continuando con el goteo de muertes de dirigentes y militantes populares.

Colombia fue el año pasado, de acuerdo a las Naciones Unidas, el país latinoamericano con mayor número de asesinatos de defensores de los derechos humanos.

Entre enero y junio de 2020, esas muertes –todas ellas relacionadas con conflictos por la tierra y la resistencia a proyectos mineros, y no con el narcotráfico– aumentaron en 61 por ciento en relación al mismo lapso de 2019 y tuvieron lugar en 22 de los 39 departamentos, es decir en casi todo el país.

Naciones Unidas contabilizó en total, en ese año, 66 masacres, con 255 personas muertas.

Líderes de las antiguas FARC, que este domingo cambiaron de nombre a su formación y la rebautizaron como Partido Comunes, denunciaron que desde que se firmó la paz 250 de sus militantes fueron asesinados.

Fuente: Rel Uita

Foto: Gerardo Iglesias

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El doble desafío de un Foro Social a la vez mundial y virtual

A dos décadas de su nacimiento, el FSM se reinventa en la pandemia

A 20 años de su nacimiento en Porto Alegre, Brasil, el Foro Social Mundial (FSM) inaugura el próximo sábado 23 de enero una nueva edición. Será la más larga de su historia – 9 días de actividades – y, tal vez, la más especial dado a la situación internacional imperante y a su perfil esencialmente virtual.

Condicionado por la crisis pandémica mundial, el movimiento altermundialista decidió reinventarse creativamente. Se autoconvocó, sin una sede geográfica determinada, en el gran espacio etéreo. Propuso e impulsó, a partir de fin de octubre, en apenas tres meses, esta nueva edición del FSM 2021 a punto de comenzar (https://wsf2021.net/ ).

Fuerte participación

El optimismo de los organizadores es evidente. A 72 horas del inicio, contabilizaban más de 4.500 inscripciones de casi 80 países. Unas 600 organizaciones de todo tipo – asociativas, de mujeres, de cooperación, sindicales, indígenas, religiosas, de economía popular, campesinas, derechos humanos, educativas, etc.- anticiparon su participación y más de 400 actividades engrosan un programa sustentado en varios ejes temáticos. Estos son: clima-ecología; paz y guerra; justicia social y democracia; justicia económica; sociedad y diversidad; comunicación-educación y cultura; feminismos, sociedad y diversidad; pueblos indígenas y originarios. La metodología propuesta busca promover una reflexión transversal sobre el futuro propio del FSM, la situación pandémica, la lucha contra el racismo, así como sobre género y feminismos. (https://wsf2021.net/espacios-tematicos/).

“Por el momento, si vemos las cifras, uno de los ejes que más atención concita entre los inscritos es el de la comunicación, educación y cultura. Aunque no quiero aventurarme a interpretaciones rápidas, podría expresar el gran interés por consolidar el espacio conceptual ante la avalancha de narrativas que nos impone el sistema hegemónico” explica François Soulard, francés de nacimiento, cosmopolita por militancia y, desde hace algunos, residente en Argentina.

Especialista en comunicación, es uno los activistas que asumieron la responsabilidad de cimentar la base técnica para asegurar esta tan original como compleja edición del FSM 2021. “Por el momento todo está marchando como previsto. Y si en las ediciones anteriores del FSM la complicación era, en cierta forma, la idiomática, en esta edición podemos imaginar que la tecnología es como una lengua más. Siempre el FSM hizo malabarismo con los idiomas”, reflexiona Soulard.

Dos sitios WEB como soportes

El FSM 2021, explica, existirá en torno a dos sitios WEB. Uno, el https://wsf2021.net/  donde se presenta el foro, se recapitula el proceso de preparación de la convocatoria 2021, se intercambian contenidos de reflexión en la fase preparatoria, así como los boletines informativos difundidos.  El otro https://join.wsf2021.net/?q=es que es el medio para asegurar la inscripción de los participantes, para registrar las organizaciones, así como para proponer actividades e iniciativas. Contiene también el calendario diario y las actividades inscritas. El sistema que se está montando, explica François Soulard, permitirá “recopilar las actividades por día, hora, eje temático y títulos de las mismas. Una organización puede proponer que su actividad sea abierta, semiabierta o cerrada”. Así mismo los periodistas interesados en cubrir o participar en el FSM podrán acreditarse en https://join.wsf2021.net/?q=node/65

La estructura general de las actividades responde a dos lógicas principales: las autogestionadas y los paneles de discusión promovidos por el propio Grupo Facilitador del FSM -que es la instancia abocada a la organización de esta edición- y por los grupos temáticos. El programa de base es bien nutrido, muy diverso y de visiones asociativas muy variadas: https://join.wsf2021.net/?q=programa-evento .

Herramientas abiertas y soberanas

El objetivo es asegurar, explica Soulard, traducciones simultáneas y coordinación horaria con 24 husos horarios. El funcionamiento será, fundamentalmente estructurado, sobre la base del uso de herramientas libres, abiertas y soberanas, es decir autogestionadas por fuera de los monopolios digitales. “Una parte del funcionamiento se relaciona con una visión democrática y abierta de la comunicación que abraza ciertas tecnologías de código abierto y el conocimiento de grupos de activistas. Naturalmente, no excluye a tecnologías privadas que están muy difundidas y con funciones a veces difíciles de igualar”, subraya.

“Una parte de la estructura tecnológica propia de comunicación es asumida por dos actores: el movimiento MayFirst, así como la plataforma Dunia, de la que participo y coordino”, explica Soulard. Acompañan el trabajo varias redes como Ciranda y el Foro Mundial de Medios Libres, en particular en lo que hace a la facilitación y la difusión”, explica el militante asociativo francés.

¿Se corre el riesgo de ver colapsadas las redes en caso que una gran cantidad de inscriptos entren a una misma actividad en un mismo momento?, preguntamos. “Siempre es posible, aunque tratamos de prever que esa posibilidad no se produzca. Además, hay filtros anti ataques para preservar el funcionamiento de eventuales agresiones virtuales que pudieran intencionadamente intentar complicar el funcionamiento”, explica.

20 años: de Porto Alegre al lenguaje virtual

El entusiasmo es inmenso y los esfuerzos *logístico-preparativos*, como en todas las ediciones anteriores del FSM, pasa esencialmente por el gran esfuerzo humano-organizativo de un sinnúmero de militantes. Aunque en esta edición, en particular, se ven obligados a priorizar y desarrollar el idioma digital.

La carrera contra el tiempo fue intensa, casi maratónica. La fase final de la organización de este FSM 2021 recién se lanzó a fines de octubre del año pasado. Con una experiencia muy valiosa que sirvió casi como una repetición general previa: el Foro Social de las Economías Transformadoras ( https://transformadora.org/fr/inici), que dado la pandemia debió realizarse enteramente también de forma virtual.

El Otro mundo posible” de Porto Alegre 2001, 2002, 2003, 2005;  Mumbay 2004; Nairobi 2007; Belém de Para 2009;  Dakar 2011: Túnez 2013-2015; Montreal 2016 y Salvador de Bahía 2018;  se confronta hoy a un mundo tumultuoso  en profunda crisis pandémica y civilizatoria.

Pone sobre la mesa del balance necesario toda la experiencia acumulada de esas ediciones anteriores, de los eventos descentralizados, de los foros nacionales, continentales y temáticos, de las nuevas redes sociales internacionales, así como de las grandes movilizaciones ciudadanas que este proceso promovió y convocó en sus escasos 20 años de vida.

Proceso que no se paraliza ni duda. En un presente en que altermundialismo, creatividad y renovación más que nunca se dan la mano.  Conscientes que la apuesta a Otro mundo posible, en el planeta Tierra 2021, se escribe también en lenguaje virtual.

FSM2021: inscripción y participación: https://join.wsf2021.net/?q=es

Fuente: https://rebelion.org/el-doble-desafio-de-un-foro-social-a-la-vez-mundial-y-virtual/

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