¿Cómo migrar tu curso presencial al mundo digital?

Por: Rubí Román

“La planeación educativa en un formato presencial o en línea, debe tener bases sólidas fundamentadas en las teorías pedagógicas y epistemológicas”.

Antes de la pandemia la educación virtual o en línea era opcional, ahora es prácticamente obligatoria. En nuestro webinar del mes de octubre el Dr. Rodrigo Ponce nos compartió una metodología sencilla e intuitiva para migrar tu curso presencial al mundo digital. Esta guía te será de gran utilidad aún y cuando ya estés impartiendo clases virtuales, con ello, podrás ajustar los cambios necesarios para mejorar la experiencia virtual en tu curso.

En esta sesión revisamos con el profesor Rodrigo la relevancia de considerar siempre las bases pedagógicas en la planeación escolar, ya sea en un contexto presencial o virtual. También nos compartió una guía estructurada de cinco pasos para una migración educativa digital, cómo integrar la tecnología en cada una de estas etapas, así como también herramientas para realizar esta migración de forma ordenada y sistemática. Con estos pasos podrás hacer una comparación de tu ejercicio docente actual y mejorarlo.

“Nos enfrentamos a un problema real vigente que es replantear y resolver la educación en un nuevo contexto a distancia, en línea o remota, para salir adelante de la contingencia de salud que vivimos”.

Nos enfrentamos a un conflicto cognitivo real

De un día a otro tuvimos que encarar el reto de no poder asistir presencialmente al salón de clase debido a la pandemia por COVID-19 y de tener que continuar el ciclo escolar, cerrarlo e iniciar el nuevo ciclo. A la fecha, no sabemos cuándo podremos regresar a las aulas físicamente. Nos dimos cuenta en ese momento que las actividades que habíamos diseñado y enseñado por años presencialmente ya no eran aplicables. Tuvimos que replantear la situación dentro de un nuevo contexto educativo y migrar todo a un ambiente digital. Con ello, nos enfrentamos a un problema real vigente que es resolver la educación a distancia, en línea o remota para salir adelante de esta contingencia de salud. Así lo explicó el doctor Rodrigo en el webinar del Observatorio de Innovación Educativa.

A continuación, te comparto un resumen de los cinco pasos para lograr una migración educativa digital. Para más detalle te invito a que veas la grabación en nuestra página de Facebook o YouTube ¡No te la pierdas!

Los 5 pasos para una migración educativa digital

Paso 1: Planeación digital del aprendizaje

El primer paso es determinar, ¿qué voy a enseñar a los estudiantes en la sesión en línea?, ¿cuál es el producto final? así sabremos por dónde empezar. Por ejemplo, 1) vamos a transmitir un conocimiento o queremos que conozcan un concepto, 2) que desarrollen cierta habilidad para construir o hacer algo, 3) que tenga una actitud frente a una situación problemática concreta o 4) queremos desarrollar en ellos un valor referente a todo lo que hicimos en clase para hacer una resolución.

Paso 2: Tiempo de sesión sincrónica

Este es el momento donde interactuamos directamente con los estudiantes a través de una aplicación como Zoom o similar. Por otro lado, una sesión asíncrona es cuando dejamos una actividad para que el estudiante trabaje por su cuenta propia desarrollando una actividad para un fin específico. El manejo y administración del tiempo sobre todo en una sesión sincrónica es fundamental. De ahí es que tenemos que considerar el siguiente punto.

El tiempo del docente vs. el tiempo del estudiante

Debemos estar conscientes de que los estudiantes procesan y desarrollan sus análisis a un ritmo diferente que el docente. Por lo general, es común que el maestro aplique en otras clases o semestres el mismo problema, reto o caso. En este punto, el maestro ya conoce el problema y lo ha estudiado desde diversas perspectivas, mientras que para los estudiantes es totalmente nuevo. Por esta razón, no debemos suponer que el tiempo para solucionarlo es el mismo, no es igual que enfrentarse al mismo dilema o problema por primera vez. Por ello, debemos considerar el proceso cognitivo que desarrollarán los alumnos y estimar tiempos adecuados para cada momento.

Paso 3: Interacción con los alumnos

Considera los contextos de los estudiantes y los docentes como son los dispositivos con los que cuentan y la estabilidad de su conexión de Internet. Acorde a las necesidades de cada uno determina la forma y los medios de interacción más adecuados. ¿Qué tipo de interacción podemos llevar a cabo? Podemos interactuar de muchas formas en una clase en línea. Estas son algunas opciones para tener una clase más dinámica y las aplicaciones que podemos utilizar:

  • Sincrónica (Zoom, Google Meet, Microsoft Teams)

  • Asincrónica (Google Classroom, Canvas, Blackboard, Edmodo)

  • Estudiante-Estudiante (Email, Grupos de Facebook, Messenger, WhatsApp, Remid)

  • Estudiante-Docente (La que el maestro considere oficial para la clase, puede ser alguna de las mencionadas arriba)

Paso 4: El estímulo digital no lo es todo

Lograr un balance entre la pedagogía y tecnología es la clave. Por sí sola la tecnología no desarrolla conocimiento ya que es solo un medio. Entonces, ¿cómo se desarrolla el aprendizaje? Tenemos que revisar las bases teóricas y epistemológicas del aprendizaje para posteriormente revisar con qué tecnologías nos podemos apoyar para lograrlo.

Selecciona un estímulo no digital porque también son muy importantes y nunca pasarán de moda como son: manualidades, experimentos caseros, diálogos entre pares, observaciones de campo, investigaciones bibliográficas. Para la parte digital, en el video de este webinar podrías conocer las 10 tecnologías más utilizadas por la comunidad académica.

Paso 5: Evaluación más allá de los exámenes en línea

Existen muchas aplicaciones digitales que replican los exámenes presenciales en un formato digital. Sin embargo, la intención es ir más allá no quedarse con los exámenes tradicionales y agregar otro tipo de evidencias del aprendizaje, por ejemplo: tareas o proyectos, usar rúbricas, check list o checkbricas. El proceso de planeación de la evaluación debe considerar los siguientes elementos:

  • Elemento para evaluar

  • Plataforma o herramienta que se utilizará

  • Tiempo destinado a la evaluación

Para conocer más a detalle sobre cada uno los puntos abordados en este artículo te invito a revivir el webinar disponible en cualquier momento, estudiarlo a fondo y compartirlo con tus colegas.

Rodrigo Ponce Díaz (rponce@tec.mx) es director de la Prepa Tec Eugenio Garza Lagüera donde también imparte la clase de Física de Bachillerato Internacional. Tiene un doctorado en Tecnologías de la Información y Comunicaciones por el Tecnológico de Monterrey. En esta misma institución ha dirigido diversos proyectos de Innovación Educativa.

Si tu idioma nativo no es el español puedes activar la traducción instantánea subtitulada de YouTube incluido en este artículo. Para activar esta opción selecciona en YouTube la opción Subtítulos (aparecerán los subtítulos en español) posteriormente selecciona la opción Configuración ->Subtitulos -> Traducir automáticamente y selecciona el idioma que prefieras.

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Civismo, ética y valores

Por: Carlos Ornelas. 

 

Las notas principales sobre educación en los diarios de la Ciudad de México del 28 de febrero relataron la conferencia del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, en la Academia Mexicana de la Educación. Destacó que civismo, ética y valores serán nuevas asignaturas en el currículo de la educación básica porque “tecnócratas irresponsables, corruptos, quitaron el civismo”.

Expresó otras cosas: el interés del presidente Andrés Manuel López Obrador por la conmemoración de las fechas patrias. Agregó que esas materias —que serán obligatorias a partir del ciclo escolar que comenzará en agosto— surgen en el seno del Acuerdo Educativo Nacional y serán puntales de la Nueva Escuela Mexicana.

Excélsior (28/02/2020) citó al secretario Moctezuma: “… con el regreso del civismo y la ética a los planes y programas de estudio se incluirán temas como la cultura de paz, la vida sin adicciones y la cultura de la legalidad”. El mismo día, en un diálogo con la facción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que encabeza Alfonso Cepeda Salas, el secretario agregó: “El esfuerzo que tenemos que hacer es colosal porque los retos son enormes, pero tenemos proyecto, voluntad y la capacidad de llevarlos a cabo juntos”.

Encuentro dos problemas, el primero es con la palabra “regreso”, ¿cuándo partieron el civismo y la ética de la escuela? El segundo es con hacerlo juntos. ¿Renace el cogobierno pedagógico con los líderes del SNTE? ¿Tendrán de nuevo capacidad de veto sobre planes y programas que no les cuadren?

Abordo el primer punto con otra cita del secretario Moctezuma: “Uno de los rasgos sobresalientes del nuevo plan de estudios de la educación primaria estriba en que confirma la recuperación del estudio sistemático de la historia, la geografía y la educación cívica como asignaturas específicas”, es decir, no estaban ausentes, sino condensadas “en un área global de ciencias sociales”.

Saqué esa alusión de un libro del secretario, cuando era subsecretario de Planeación Educativa, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (cf. Esteban Moctezuma BarragánLa educación pública frente a las nuevas realidades. Ciudad de México, Fondo de Cultura Económica, 1993: 147-148).

Ese texto es un testimonio sobre el proyecto de modernización educativa y del acuerdo para la modernización de la educación básica, del 18 de mayo de 1992. Él fue el negociador principal de la SEP con el liderazgo del SNTE, que encabezaba Elba Esther Gordillo. En 1993, esa camarilla vetó los nuevos libros de historia. Cierto, contenían temas controvertidos y desataron un debate importante en la plaza pública. Pero lo fundamental fue la postura del SNTE, pues era parte del acuerdo que trabajarían juntos.

Pienso que la asignatura Formación cívica y ética, contiene lo que busca el secretario. Pero a él le gusta regresar a asuntos que jamás se fueron.

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/civismo-etica-y-valores/1367125

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El trabajo invisible (y no remunerado) de los maestros mexicanos: planeación, evaluación y otras actividades

México / 1 de octubre de 2017 / Autor: Pluma Invitada (Profe Roger) / Fuente: Educación Futura

“Tengo que gastar tiempo después de la escuela, noches y mañanas preparando las clases del siguiente día. No tengo tiempo para mi familia y una vida social está fuera de mi alcance. Mi trabajo se ha convertido en mi vida”. Esas son las impresiones, vertidas por un maestro canadiense de primaria  en el estudio It’s About Time!! A report on the impact of workload on teachers and students (Dibbon, 2004), realizado a 695 profesores de escuelas primarias y secundarias de la provincia de Terranova y Labrador, Canadá. Tal investigación revela que es considerable el trabajo que un maestro realiza lejos de sus estudiantes y que aproximadamente la mitad de los docentes de nuevo ingreso estaban considerando dejar su puesto actual por razones relacionadas a una carga de trabajo pesada y un ambiente de enseñanza estresante  (Dibbon, 2004, p. 3). Asimismo, el estudio reveló que los profesores de aquel lugar destinan en promedio 15 horas y media semanales en trabajo fuera de la jornada escolar.

No contemplar en el horario laboral docente actividades como la planeación, la revisión de trabajos, la evaluación y otras, puede tener efectos nocivos tanto para los profesores como los alumnos. Al respecto, Dibbon (2004), señala los siguientes riesgos: clases no planeadas o deficientemente planeadas, presencia de enfoques de enseñanza tradicional en detrimento de otras formas de enseñanza más pertinentes, falta de retroalimentación adecuada de los procesos de los estudiantes, insatisfacción laboral de los profesores y afectaciones a la interacción con los alumnos producto del estrés, entre otras. Asimismo, los testimonios del estudio señalado manifiestan que la falta de tiempo para este tipo de actividades contribuye al aislamiento de los mismos profesores (cada uno busca los espacios y tiempos para realizarlas), negatividad para atender actividades extracurriculares e incluso problemas de salud, pues el tiempo de descanso se ve invadido por esta labor (Dibbon, 2004, p. 15).

El caso de maestros de algunos países latinoamericanos es muy similar al de los profesores canadienses. Según el estudio Maestros de Escuelas Básicas en América Latina: hacia una radiografía de la profesión (Vaillant y Rossel, 2006), realizado en siete países (Argentina, Colombia, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Uruguay), “en la mayoría de los casos analizados la dedicación horaria está casi enteramente consagrada al trabajo en el aula y, a diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, no incluye el trabajo de planificación, coordinación o evaluación, que en general recae sobre los docentes en sus horas de ocio” (p. 18).

Las horas de trabajo fuera del aula, llamadas también horas no lectivas son fundamentales “ya que en ellas se planifica y prepara adecuadamente el material educativo, las estrategias para motivar y monitorear el aprendizaje, la retroalimentación a los estudiantes, además de formas para diagnosticar y abordar las necesidades de aprendizaje de todos los alumnos” (Cabezas, et al, 2016). Según Hargreaves (1992), los efectos del incremento en la carga horaria para este tipo de actividades van más allá de lo que sucede en el aula: se ven reflejados en la reducción de los niveles de estrés de los profesores y ayuda a establecer un equilibrio adecuado entre las vidas laborales y personales de los docentes. Lo anterior se traduce en una mejora del temperamento en el salón de clases, mejorando la interacción con sus estudiantes.

En México, el panorama para los profesores también es complicado en cuanto a carga de trabajo fuera del horario escolar. Según la investigación Condiciones de trabajo y salud docente. Estudios de caso en Argentina, Chile, Ecuador, México, Perú y Uruguay (UNESCO, 2005), el 70% de los maestros mexicanos encuestados considera que la carga de trabajo fuera del horario laboral es alta o muy alta. Inexplicablemente, a pesar de que se advierte un grave problema de sobrecarga laboral, “al parecer la carga excesiva de trabajo se asume como parte de la cultura docente” (UNESCO, 2005, p. 151). Los docentes mexicanos de primaria, de acuerdo al documento Segundo Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje (TALIS 2013) (INEE, 2014), destinan semanalmente un promedio de seis horas a la planificación de clases, cuatro a la calificación o corrección del trabajo del estudiante y casi tres horas al trabajo administrativo general, entre otras actividades.

Resulta contradictorio que en nuestro país no sólo no se remuneren las actividades realizadas por los docentes fuera del horario escolar, sino que, además, sean consideradas como parte de la evaluación a profesores derivada de la Ley General del Servicio Profesional Docente: es decir, un maestro no recibe pago por planear y evaluar, pero puede ser despedido por deficiencias en estas dos actividades. Por otra parte, en el documento de reciente publicación Aprendizajes clave para la educación Integral. Plan y programas de estudio para la educación básica (SEP, 2017) se reconoce que “los procesos de planeación y evaluación son aspectos centrales de la pedagogía porque cumplen una función vital en la concreción y el logro de las intenciones educativas” (p. 120). Inexplicablemente, dentro del documento señalado, no se advierten espacios o tiempos para la realización de estas dos actividades fundamentales.  

Es evidente entonces la necesidad de incorporar a la carga horaria de los docentes mexicanos (y, por tanto, a su remuneración económica), acciones tan trascendentes como la planeación, la evaluación o el diseño de material didáctico, por citar algunas, que tradicionalmente se realizan fuera del horario escolar; como ya se ha señalado, los efectos positivos no sólo tienen que ver con la satisfacción profesional de los docentes, sino además  es bastante probable que esto redunde favorablemente en la calidad del servicio ofrecido en las escuelas. Si como repetidamente se menciona en los discursos oficiales, la prioridad es la elevación de la calidad educativa, sería una medida congruente y acertada el pagar a los profesores por la realización de actividades igual de importantes que las que realiza cuando está frente a sus estudiantes. Así como sucede en países como Chile y Brasil, es urgente que en México se regulen las proporciones entre las horas lectivas y no lectivas, de modo que el profesor tenga las condiciones para responder a las expectativas que el mismo sistema pone sobre él.

*Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS.

BACKHOFF, Eduardo y PÉREZ-MORÁN, J. (coords.). Segundo Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el aprendizaje (TALIS 2013). Resultados de México. México: INEE, 2015.

CABEZAS, Verónica, et al. Uso del tiempo no lectivo. Desafíos para políticas públicas y comunidades educativas. Chile: Centro de Políticas Públicas, 2016.

DIBBON, David. It’s about time!! Report on the Impact of Workload on Teachers an Students.Terranova: Memorial University of Fewfoundland, 2004.

HARGREAVES, Andy. Time and teachers’ work: An analysis of the intensification thesis. Teachers College Record, 1992.

PÉREZ, Julia. La regulación de la jornada docente en perspectiva comparada: los casos de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Buenos Aires: FLACSO, 2016.

SEP. Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de estudio para la educación obligatoria. México: SEP, 2017.

UNESCO. Condiciones de trabajo y salud docente. Estudios de caso en Argentina, Chile, Ecuador, México, Perú y Uruguay. Santiago de Chile: UNESCO, 2005.

VAILLANT, Denise y ROSSEL, Cecilia. Maestros de escuelas básicas en América Latina: hacia una radiografía de la profesión. Montevideo: Preal, 2006.

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