Por: Francisco González Tejera
Cuando quienes se dedican a la política entran a formar parte del «hampa» todo se acaba, la esperanza de recuperar el tiempo perdido de los destrozos ecológicos en Canarias se quedan en nada, solo se escucha el rumor de las prebendas, olor a negocio en sucios tugurios, sobres repletos de billetes de 500, maletines entregados a políticos corruptos, activistas que se suben a grúas jugándose la vida, sembrando de conciencia y esperanza nuestras vidas.
El terrorismo tiene muchas formas pero cuando se vulneran todas las leyes de protección del medio natural, cuando hasta la paralización de la última playa virgen de la isla de Tenerife se la pasan por el forro y las excavadoras siguieron trabajando, esto se llama terrorismo, no solo es prevaricación y cohecho, también es un atentado, porque es utilizar un cargo público para colaborar en la destrucción de un patrimonio ecológico y cultural único en el mundo, de un valor incalculable, parte de la identidad de un pueblo, un lugar que es patrimonio de las generaciones futuras, de las niñas y niños que hoy en día contemplan con los ojos abiertos, anonadados, la locura de la humanidad, de un sistema capitalista que lleva a la Madre Tierra al colapso, a la destrucción de los últimos parajes vírgenes, a la extinción masiva de todas las especies antes de la humana.
Lo que está pasando en la playa de La Tejita ahora mismo es un escándalo que avergüenza a cualquier sociedad democrática, ver a políticos cómplices de este destrozo sin que suceda nada, sin que intervenga la Fiscalía y paralice las obras por gravísima delincuencia ecológica de quienes se dicen representantes públicos de nuestro pueblo, es sin duda una situación lamentable, donde la única forma de pararlo es con movilización social, con acciones directas como la de subirse a una grúa y que este atentado se visibilice en todo el planeta, paralizarlo por la fuerza como ya se consiguió en Agaete (Gran Canaria), con el mamotreto de Macromuelle que la chusma político-empresarial isleña quería montar destruyendo una de las zonas más hermosas de las islas.
No queda otra salida ¡Contra terrorismo ecológico resistencia y combate!
Desenmascarar a los políticos del Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de Granadilla, que están detrás de este pelotazo a costa de la inmensamente dañada ecología canaria. Ya está bien de amiguismos, de favores, de prebendas, de hacerse millonarios en los años de gestión política a base de «regalos» a cambio de recalificaciones y licencias ilegales, se acabó, el pueblo organizado tiene la respuesta.
Fuente e imagen: https://viajandoentrelatormenta.com/la-tejita-terrorismo-ecologico/