Perú/17 de Julio de 2017/La Izquierda Diario
El 12 de julio empezó la huelga nacional indefinida de maestros, convocada por un sector del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación Peruana-SUTEP. Esta medida empalma con la lucha que los docentes del Cusco vienen llevando a cabo desde el pasado 15 de junio de manera contundente y con la huelga médica iniciada el pasado 04 de julio, la cual se convierte en el preludio de la huelga nacional de trabajadores mineros que se iniciará el próximo 19 de julio.
La huelga de docentes viene siendo acatada en diversas regiones del país. En Tacna, por ejemplo, el 12 de julio los profesores bloquearon el ingreso y salida a la ciudad por el norte, así como la salida a Chile por el sur, estas acciones fueron acompañadas de nutridas movilizaciones por las calles de la ciudad y el jueves 13 realizaron una vigilia frente a la catedral.
Las principales demandas de los docentes las podemos sintetizar en los siguientes puntos: Rechazo a la evaluación punitiva de “desempeño” que pretende implementar el gobierno; defensa del trabajo y régimen laboral estable; incremento del presupuesto a educación al 10% del PBI; defensa de la educación pública para los alumnos y rechazo a la privatización y entrega de los colegios a las Asociaciones Publico Privadas; Contratos con derechos, nombramiento y reconocimiento de los años de contrato; aumento de sueldos e incremento de pensiones; pago del 30% por preparación de clase; entre otros puntos que son de necesidad urgente para los miles de maestros de la educación básica.
La educación en crisis
Cabe mencionar que hoy por hoy el sector educación junto al sector salud, se encuentran casi colapsados debido al desfinanciamiento que padecen por parte del estado. A educación se le destina apenas el 3.5% del PBI, lo cual nos convierte en uno de los países del continente que menos invierte en este rubro. En la actualidad existen 4 millones de niños entre 0 y 5 años que deberían estar en condiciones de acceder a atención infantil y a educación inicial, sin embargo, por el bajo presupuesto que se destina al sector, solo un millón es tomado en cuenta. A esto se debe también que un millón doscientos mil niños estén excluidos del sistema escolar y que el gasto por estudiante del nivel primario, en porcentaje del PBI per cápita, sea apenas del 7%. A ello también obedece que casi el 60% de las escuelas de las zonas rurales tengan un sólo maestro para atender a varios grados de enseñanza.
El Perú es el segundo país en Sudamérica con el más alto porcentaje de analfabetismo en personas mayores de 15 años, estando las ¾ partes de este porcentaje conformado por mujeres. Así mismo, 500 mil niñas campesinas están excluidas de la escuela; millones de niños ingresan al sistema educativo con enormes desventajas en salud, nutrición y protección, con el agravante de estudiar y trabajar al mismo tiempo. El 20% de estudiantes que culmina primaria lo hace con 3 o 4 años de retraso. Casi 4 millones de niños y niñas no comprenden lo que leen; apenas el 12.1% de estudiantes del 6to grado de primaria alcanza el nivel suficiente para la comprensión de textos y solo el 7,9% para aspectos lógico matemáticos; el 27.5% de estudiantes de primaria entre 11 y 13 años no concluye sus estudios. De los adolescentes que culminan secundaria un millón 7,370 no puede resolver las cuatro operaciones aritméticas básicas y un millón 670,760 no entiende un texto leído.
A esto habría que sumarle que los docentes ganan sueldos que están muy por debajo de la canasta familiar, los cuales apenas bordean los 1,200 soles mensuales (400 dólares), lo cual contrasta groseramente con los más de 3,000 soles (1,000 dólares) que empieza ganando un policía que recién sale de la escuela. Para ser profesor se estudia 5 años, mientras que para policía apenas uno. Queda claro así cuales son las prioridades del estado peruano.
Unir las luchas para derrotar el ajuste
Y todo esto ocurre porque en el Perú tenemos un modelo de acumulación capitalista que prioriza el pago puntual de la deuda externa y la evasión tributaria de las grandes transnacionales, todo ello avalado por la constitución de 1993 hecha a medida de los grandes empresarios y de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que están hechos para descapitalizar las economías dependientes. Esto nos lleva a coincidir plenamente con José Carlos Mariátegui, en el sentido de concebir el problema educativo como un problema esencialmente político. En ese entender, consideramos modestamente que la lucha de los docentes debería encaminarse también a frenar las medidas de ajuste del gobierno que lo que buscan, entre otras cosas, es reducir el gasto social del estado como claramente quedo demostrado con el congelamiento del sector educación y salud en el presupuesto 2017 y que ahora se expresan en una serie de medidas anti laborales que flexibilizan – y por tanto precarizan – más el trabajo para beneficiar de esa manera a los capitalistas que sufren los embates de la crisis internacional abierta el 2008.
Para lograr ese objetivo es fundamental articular la lucha magisterial a la lucha de los médicos, de los trabajadores mineros y de otros sectores sociales a fin de poder golpear juntos a través de un gran paro nacional que haga retroceder al gobierno y ponga sobre el tapete la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que nos permita poner en el centro las demandas obreras y populares, con un programa para que la crisis la paguen los capitalistas y no el pueblo trabajador.
Fuente: http://laizquierdadiario.com/Docentes-peruanos-de-educacion-basica-inician-huelga-indefinida?id_rubrique=5443