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SOAR: una gran estrategia para retroalimentar la escritura de tus estudiantes

Ser específico, es sólo uno de los instrumentos que puedes usar para explotar al máximo las capacidades de los estudiantes a al hora de escribir.

Escrito por: Camila Londoño

La retroalimentación es fundamental para nutrir el aprendizaje de los estudiantes y especialmente en el desarrollo de la escritura. Esta retroalimentación debe ser constante, solo de esta forma, el impacto en los estudiantes será mayor y el aprendizaje de la escritura será el esperado. Una de las estrategias que se pueden utilizar para esto se llama SOAR, una estrategia muy práctica en el proceso de formación de grandes redactores. Cada letra de esta sigla corresponde a una de las estrategias que se deben tener en cuenta para sacar el máximo provecho a la retroalimentación de los estudiantes. ¿Cuáles son estas palabras?

S: Ser específico

Muchas veces la retroalimentación se pierde porque los comentarios son muy vagos. En ese sentido, hay que ir más allá de frases como “buen trabajo”, y abordar palabras o frases mucho más específicas. La retroalimentación tiene dos variantes: el qué y el cómo. En el qué, se analizan los contenidos y por ende, los comentarios específicos acerca de la evidencia, las afirmaciones o el análisis del texto. Entonces, si los estudiantes están escribiendo ficción, puedes sugerir aspectos como añadir más diálogos para desarrollar el personaje o más aspectos del lugar de las escenas. En el cómo, se analiza la escritura en sí misma. Acá se incluyen aspectos a evaluar como la organización, las estrategias retóricas, el estilo y la voz.

O: Orientación continua

El mayor obstáculo de la retroalimentación continua es el tiempo, sin embargo no es imposible. Lo que se puede hacer es centrarse en una etapa particular de la escritura, pasando de una etapa a otra a lo largo del año. Para esto se pueden usar herramientas como Google o Kaizena, donde los profesores pueden dejar notas escritas o de voz sobre el documento creado por un estudiante. Las estaciones en el aula con preguntas auto guiadas también puede ser una buena forma de permitir que los estudiantes se muevan a través del proceso de la escritura a su propio ritmo. En esta actividad, el profesor puede ir de estación en estación dirigiéndose a los estudiantes de manera individual o grupal.

A: Orientación de la acción

Es común caer en centrar la edición y corrección de los textos de los estudiantes en los errores gramaticales. Sin embargo, lo más importante es hacer comentarios que les permitan seguir adelante en el proceso. Ayudar a los estudiantes para que sigan ciertos pasos es clave para construir la mentalidad de crecimiento en la escritura y para eso la retroalimentación debe estar orientada en favor de la acción.

R: Razonable

Para un estudiante, recibir un papel lleno de correcciones en color rojo puede ser algo desmotivante. Frente a esto, hay alternativas de corrección más razonable. En cada tarea, el profesor puede escoger un foco específico de retroalimentación. Por ejemplo, puede decirle a sus estudiantes: “en este trabajo me centraré en revisar la evidencia”. Con este punto establecido, la retroalimentación debe entonces centrarse en el qué y el cómo mencionado anteriormente. Esto es muy útil si el profesor quiere que sus estudiantes enfoquen la escritura en un punto específico. Otra estrategia para esto es simplemente resaltar áreas en las cuales el estudiante se desempeñó muy bien y otras áreas en las que necesita mejorar. Esta fórmula cumple dos funciones: celebrar y desafiar.

En inglés, SOAR significa “elevarse”, “dispararse alto”, una definición muy apropiada para el objetivo que cumple la estrategia de retroalimentación. Con estas cuatro estrategias simples, será muy posible permitir que ellos se eleven o lleguen alto en la escritura.

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Libro: Rúbricas y otras herramientas para desarrollar la escritura en el aula

Chile / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Carmen Sotomayor y otros / Fuente: CIAE

La escritura es una práctica que involucra una gran cantidad de habilidades y el desarrollo de conocimientos en niveles diferentes.

Por eso, a través de fundamentos teóricos y material práctico, el libro «Rúbricas y otras herramientas para desarrollar la escritura en el aula» ofrece una guía y un apoyo para docentes de educación básica en su proceso de en enseñanza de la escritura en el aula.

El libro surge a partir de una investigación realizada por el Centro de Investigación Avanzada en Educación y la Fundación Educacional Arauco y de la colaboración y el trabajo con docentes de aula, quienes adaptaron y aplicaron las rúbricas en sus salas de clase.

Autores: Carmen Sotomayor, Natalia Ávila y Elvira Jéldrez (coordinadores); Percy Bedwell, María Correa, Cristián Cox Puga, Ana María Domínguez, Liliana Fuentes, Gabriela Gómez y María Graciela Veas (autores).
Centro de Investigación Avanzada en Educación, Fundación Educacional Arauco

Link de descarga:

http://www.ciae.uchile.cl/download.php?file=publicaciones/rubricas_otras_herramientas_para_desarrollar_escritura_aula.pdf

Fuente:

http://www.ciae.uchile.cl/index.php?page=view_noticias&langSite=es&id=698&externo=banner

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