Alemania: se buscan maestros de primaria (hombres)

Europa/Alemania/09 Diciembre 2017/Fuente: DW

A los escolares alemanes les hacen falta referentes masculinos en los centros educativos. Educar en la escuela primaria se considera «cosa de mujeres». El proyecto «Alquile un maestro» lucha contra este estereotipo.

Un hombre maestro es una imagen inédita en las escuelas de primaria alemanas. Es tan inusual, que asombra incluso a los niños. «Algunos pequeños están tan confusos, que llegan a dirigirse al hombre como «señora” en lugar de «señor”, e incluso como «señora señor”, relata Christoph Fantini, director del área de ciencias de la Educación y Formación de la Universidad de Bremen. «Sencillamente, nunca han visto antes un hombre en esta función y no saben cómo dirigirse a él”.

Maestro de escuela, «profesión no masculina”  

Enseñar en la escuela primaria es en Alemania una profesión desempeñada principalmente por mujeres. En 2015, había 17.500 inscritas en el grado de magisterio, frente a menos de 2.500 hombres. Es algo que también tiene que ver con el salario, pues está mejor pagado el puesto de profesor de enseñanzas superiores. Y la diferencia se traduce en cientos de euros mensuales. Pero Christoph Fantini no cree que se trate tan solo de una cuestión de salario. «Si a un joven de 18 años se le pregunta sobre cuánto gana un maestro de primaria, no sabe decir si es más o menos que otros profesores. Lo que sí sabe es que es una profesión que se considera ‘no masculina’. Además, los muchachos tienen miedo de tener que educar a niños pequeños y la cercanía emocional que ello implica”, explica Fantini.

 Todos se benefician: niños y hombres

Con el fin de cambiar esta percepción errónea de la profesión de maestro, Fantini creó hace un lustro el proyecto «Alquile un maestro”. Concretamente Bremen, el estado federado en el que él mismo trabaja, necesita un programa como este: de 90 escuelas públicas, 19 de ellas no cuentan con un solo maestro. Gracias a la iniciativa de Fantini, estas escuelas reciben la visita tres horas a la semana de un estudiante de magisterio. Se trata de una situación en la que todos se benefician: los pequeños experimentan la enseñanza con un maestro varón y los estudiantes adquieren experiencia y ganan algo de dinero.

Erik Schäfer es uno de esos jóvenes. Lleva cinco años participando en el proyecto «Alquile un maestro”. Un miércoles por la tarde del mes de noviembre se sienta con los activos alumnos de cuarto grado durante su taller de matemáticas. «Señor Schäfer, ¿puedo resolver ya esta tarea?”, pregunta un muchacho. «No me copies, que ya he terminado”, dice otro. «Es en realidad muy sencillo. Solo hay que pensar con lógica», afirma otro colegial.

Projekt Rent a Teacherman Universität Bremen Erik Schäfer (DW/R. Schlee)Erik Schäfer imparte un taller de matemáticas a escolares dentro del proyecto «Alquile un maestro».

Como si fueran niños con sus hermanos mayores

Los escolares se sientan en mesas de a dos y agitan sus manos frente al rostro de Schäfer, para que este les dé el turno de palabra. «Durante un tiempo no pude hacer el taller de matemáticas y los escolares venían a mí todas las semanas para preguntarme cuándo se reanudaba”, relata el aspirante a maestro. Schäfer comenzó a trabajar en el proyecto porque quería adquirir experiencia. Su trabajo en la escuela Kirchhuchting le ha enseñado  que es «capaz de trabajar muy bien con niños pequeños” y asegura haber encontrado su «auténtica vocación”. Al principio, vivió la confusión de los escolares cuando se encontraron con un maestro en lugar de una maestra. «Tardaron varias semanas en acostumbrarse”, sonríe el joven. «Y mi largo cabello lo hizo todo más difícil”, sonríe.

Hombres en el hogar

Ruth Rauer es la directora de la escuela primaria de Kirchhuchting. Está muy contenta de contar con Schäfer en su claustro, que tiene once maestras para 170 escolares. La escuela fue una de las primeras en formar parte del proyecto «Alquile un maestro”. «En esta zona de Bremen hay mucha pobreza infantil”, explica Rauer, «y queríamos aprovechar todos los recursos posibles para ayudar a nuestros escolares. Muchos de ellos viven en un hogar solo con la madre y les falta una persona masculina de referencia”  Tanto a ella como a sus colegas les gustaría tener otro maestro en el centro: «Ya no nos podemos imaginar la escuela sin un hombre”, dice una de las colegas de Schäfer.

Tópicos sobre hombres y mujeres

Christoph Fantini cree que en toda Alemania hacen falta más referencias masculinas en todas las capas de la sociedad. «Para los niños sería bueno que vieran que no hay trabajos de hombres o de mujeres”, dice. Uno de los maestros que participa en su proyecto preguntó a los escolares recientemente que por qué había tan pocos maestros en el centro. «Uno de ellos respondió: ‘porque las mujeres son más listas y los hombres más fuertes'», dice Fantini. Cuando se le preguntó a otro muchacho qué actividades consideraba masculinas, dijo «cocinar, boxear, bailar y ser maestro”. Son precisamente las cosas que un profesor de la escuela mencionó un mes antes como sus grandes pasiones.

Fuente: http://www.dw.com/es/alemania-se-buscan-maestros-de-primaria-hombres/a-41625919

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España: Día del Maestro. Cada vez hay menos profesores varones

Europa/España/09 Diciembre 2017/Fuente: El País

La presencia de hombres cae un 45% en las aulas de primaria. Apenas son uno de cada cinco. Los alumnos más pequeños pierden referentes masculinos

El 27 de noviembre es el Día del Maestro, aunque casi sería mejor decir Día de la Maestra. Los hombres nunca han sido mayoría en los claustros de profesores de primaria (de seis a 12 años), pero su número no para de menguar. En apenas 40 años, su presencia en las aulas de los más pequeños se ha quedado en menos de la mitad. En 1987 eran un 42,13%, una década después el 36,6%, en 2004 pasaron a ser uno de cada cuatro (24,4%) y en 2016 —últimos datos del Ministerio de Educación— apenas uno de cada cinco.

La desproporción por sexos es aún mayor en los primeros años. Cuanto más pequeño es el niño, más posibilidades hay de que su maestra sea una mujer. Hasta el extremo de que en la etapa de infantil (alumnos de tres a seis años, una enseñanza no obligatoria) el 97,6% de los educadores eran maestras en el curso 2015/20016, según datos del ministerio. Las mujeres han interiorizado que “la ternura, la dulzura y la paciencia son cualidades femeninas” y que, por tanto, son las más indicadas para ocuparse de los más pequeños, señala la socióloga de la Educación Sonsoles San Román, de la Universidad Autónoma de Madrid. La enseñanza temprana se ve «como una prolongación de la maternidad, se les pide que en clase sean más maternales que profesionales», añade.

Y por el contrario, el número de docentes hombres aumenta con más edad del alumno, es decir, en los claustros de los institutos, aunque estos siguen siendo una minoría. En secundaria estos representan un 39,7% del total del profesorado. Eso significa que hay más varones enseñando cuando se exige una licenciatura y no estudios medios —Magisterio antes era una diplomatura de tres años y hoy a los nuevos se les requiere un grado de cuatro años— lo que se recompensa con un mayor sueldo. Un maestro cobra unos 32.389 euros brutos al año cuando lleva 15 años trabajando, mientras un profesor de secundaria alcanza los 36.153 euros. Pese a aprobar más y temer mejores expedientes, San Román añade que, como ocurre en otros sectores, ellas tienen siempre unas expectativas laborales menores que ellos, que apuntan más alto, y más cuando existe una crisis económica como la vivida en los últimos años.

El cuello de botella y el techo de cristal también están presentes en las aulas españolas. Apenas uno de cada cinco maestros es hombre. Y, sin embargo, ellos ocupan muchos de los puestos de responsabilidad de los centros. Son el 38,7% de los directores de los colegios que ofertan solo primaria o el 25,2% de sus jefes de estudio.

Preocupación en la OCDE, tranquilidad en el ministerio

Hubo un tiempo que la incorporación de las mujeres a la enseñanza en el mundo rejuvenecía a las plantillas, pero esa etapa está amortizada y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) muestra su preocupación por la asimetría entre sexos. España está justo en la media de los países de la organización. En 11 de los 42 países hay, incluso, menos de un 10% de maestros en primaria. «La brecha de género es particularmente pronunciada en primaria, cuando los niños interiorizan los estereotipos y la percepción de las profesiones por sexos», se señala en La búsqueda de la igualdad de género: una batalla cuesta arriba (2017), de la OCDE. «Como resultado, cada vez menos niños están expuestos a maestros hombres, particularmente en la infancia, acrecentando los estereotipos». Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud y la Universidad de John Hopkins los estereotipos se arraigan a los 10 años.

También en un informe el sindicato CC OO alertó en 2014 de la desproporción: “A la vista de la composición por sexos que se está produciendo en el ingreso a la función pública docente, nos parece preciso investigar el número y género de opositores y opositoras, para disponer de nuevos datos sobre esta situación. Si tiene la composición por género que parece, las autoridades habrían de incentivar la incorporación de varones en educación infantil y primaria, de manera que no se ofrezca a alumnado una imagen casi exclusivamente femenina en las primeras edades”.

El Ministerio de Educación no comparte la opinión de la OCDE y CC OO. «El género del profesor es irrelevante a la hora de transmitir a los alumnos los conocimientos y valores. La ley educativa establece, desde su modificación de 2013 [la LOMCE], que en primaria y ESO la educación cívica y constitucional debe impartirse de forma transversal en todas las materias, y para ello se han incluido contenidos y estándares de aprendizaje evaluable en el currículo básico de todas las asignaturas», afirma un portavoz ministerial. «Cualquier profesor, sea hombre o mujer, debe incluir en su programación estos elementos, sin que resulte diferencia alguna por género del profesorado».

Un equipo de la Universidad Ramón Llull (Roser Vendrell, Mariona Dalmau, Sofia Gallego y Marian Baqués) estudió en Los varones, profesionales en la educación infantil (2015) la presencia de estos en las aulas y concluyó que había «prejuicios» de las familias que se superaban por «la profesionalidad y la calidad humana de los educadores» y que se favorecía «la reflexión sobre la equidad de género».

La desproporción por sexos en los colegios no tiene visos de pararse. Los chicos son una rara avis en las escuelas de Magisterio, pero nadie ha reaccionado. Ocurre lo contrario a otros campos, como el técnico o el científico, donde hay una gran movilización para despertar vocaciones femeninas. Los campus tecnológicos ofrecen a las estudiantes tutela y las grandes empresas organizan muchos eventos para seducirlas aunque, por el momento, sin demasiado éxito.

¿CÓMO SE HA FRAGUADO ESTA DESIGUALDAD POR SEXOS EN LOS COLEGIOS?

Día del Maestro
María de Maeztu dando clase en la Residencia de Señoritas. ARCHIVO INSTITUTO INTERNACIONAL, LEGADO EULALIA LAPRESTA

En 1834 se instauró el Sistema Nacional de Educación y cuatro años después comenzaron a abrirse escuelas para varones que dependían de los Ayuntamientos. Se copió el modelo británico de infant school que obligaba al maestro de párvulos a casarse para que pudiesen echarle una mano su mujer y su hija (de haberla), aunque ambas apenas supiesen leer. De esta manera, cuenta la socióloga Sonsoles San Román en el libro Los orígenes del proceso de feminización docente en España (Ariel, 1999), se trataba de “reproducir el ambiente familiar” . “Este modelo se consolidó en España, con modificaciones, con la ley Moyano de 1857, una ley que duró hasta 1970”, argumenta en su libro San Román, profesora de Magisterio en la Universidad Autónoma de Madrid.

La ley Moyano estableció que ser maestro era compatible con cualquier “profesión honrosa” pero no con ningún cargo público y ello, relata San Román en su libro, llevó a muchos hombres a dejar de enseñar dejando espacio a las mujeres, aunque a ellas se les aplicó otro rasero en el sueldo. “Las maestras tendrán de dotación una tercera parte menos de lo señalado a los maestros en la escala”, se afirma en la ley Moyano.

La desigualdad salarial entre sexos terminó con la II República, pero entonces ellos volvieron a impartir. “Historialmente crece el número de hombres cuando sube el prestigio y el sueldo de los maestros”, explica San Román, “y baja en la situación contraria, como ahora con la crisis”. Tras la Guerra Civil, hubo depuración de maestros republicanos y durante casi una década, desde 1945, se prohibió por ley que ellos fuesen profesores de infantil. En 1968 las estudiantes de Magisterio dejaron de examinarse de labores.

Fuente: https://politica.elpais.com/politica/2017/11/27/actualidad/1511763591_005291.html

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