Nicaragua apuesta por políticas de protección a niños y jóvenes

Centro América/Nicaragua/18 Julio 2019/Fuente: Prensa Latina

El Gobierno de Nicaragua prepara estrategias para brindar seguridad y garantizar la vida de niños y jóvenes, anunció hoy la vicepresidenta Rosario Murillo.
En su alocución diaria por el Canal 4 de la televisión nacional, Murillo explicó que se valora seguir una serie de pasos para que esos grupos sociales sean protegidos por las leyes del país ante toda circunstancia.

‘Estamos trabajando las estrategias para la protección de la seguridad y la vida de los niños, jóvenes y estudiantes. Una estrategia nacional que estamos ya consultando y que nos va a permitir establecer todos los programas de atención, de alerta temprana, para el cuido de la vida de la niñez y la adolescencia, la juventud y la familia’, dijo la vicemandataria.

En la misma línea, el Gobierno nica busca como ampliar el cuerpo legal que brinda protección a la mujer, y el protagonismo de grupos sociales en la dinámica nacional, agregó la también coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía.

‘A la par también estamos consultando la estrategia de promoción del protagonismo y protección de la vida de las mujeres nicaragüenses’, apuntó.

Desde la llegada del sandinismo al poder en 2007 son varias las políticas emprendidas para garantizar los derechos de los menores, en especial su acceso a la educación y la atención médica gratuitas.

En cuanto a la mujer Nicaragua es uno de los países que más ha avanzado en la equidad de género en los últimos 12 años, evolución reconocida por organismos internacionales.

De hecho un reporte del Foro Económico Mundial publicado a finales de 2018 ubica a la nación centroamericana entre los cinco países que más han reducido las brechas entre hombres y mujeres.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=291042&SEO=nicaragua-apuesta-por-politicas-de-proteccion-a-ninos-y-jovenes
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Reconocen altos índices de protección de la niñez y acceso a la educación en Cuba

Redacción: Mundo Sputniknews

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, resaltó que su país tenga los más altos índices de América Latina respecto a la protección de la niñez y el acceso a educación, nutrición, protección frente a prácticas perjudiciales, y otros indicadores, reconocidos por un informe de la organización Save the Children.

«Una conquista de la Revolución Cubana, expresión de su vocación humanista y por la justicia social», comentó el mandatario cubano este 27 de junio en su cuenta de Twitter.

@DíazCanelB

Una conquista de la , expresión de su vocación humanista y por la justicia social.
Cuba es el país más seguro de América Latina para ser niño, niña y adolescente http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/06/27/cuba-es-el-pais-mas-seguro-de-america-latina-para-ser-nino-nina-y-adolescente/#.XRSe-X7UomQ.twitter 

 Cuba es el país más seguro de América Latina para ser niño, niña y adolescente.

Este informe anual de Save the Children evalúa a 176 países usando indicadores internacionales sobre mortalidad infantil, acceso a la educación, nutrición, protección frente a prácticas perjudic

cubadebate.cu

​Según un informe de la organización no gubernamental internacional Save the Children, con sede en Londres, divulgado en mayo pasado, Cuba es el país con mejor desempeño en América Latina en el tratamiento a la niñez, seguido por Chile y Barbados.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201906271087802798-proteccion-ninez-acceso-educacion-cuba/

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Crece alcance de misión dedicada a la niñez en Ecuador

América del sur/Ecuador/21 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina

El alcance de la Misión Ternura, programa diseñado para atender a infantes entre 0 y cinco años, crece hoy en Ecuador con su llegada a nuevos cantones de este país sudamericano.
Cañar, ubicado en la provincia homónima, es la nueva localidad que recibirá el impacto positivo del plan nacional, con énfasis en los primeros mil días de vida.

Un total de tres mil 398 infantes de ese territorio, y sus familias, recibirán los beneficios dela iniciativa que busca, entre otros objetivos, combatir la desnutrición crónica.

‘Cada niño y niña de forma particular tendrá atención a través de un paquete integral de servicios en salud, educación, nutrición y cuidado. Nuestra niñez merece crecer libre, sin discriminación y bien alimentada’, aseguró Berenice Cordero, titular del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), ente regulador de la aplicación de la misión.

La ayuda forma parte de una estrategia para promover la consejería familiar, con la finalidad de aportar a las familias conocimientos que contribuyan a la edificación de espacios destinados a facilitar un buen inicio en la vida.

Específicamente en Cañar, la prevalencia de la desnutrición crónica alcanza al 30 por ciento de la población infantil, por lo cual constituye uno de los 90 cantones priorizados por el gobierno, para implementar el programa, cuyo alcance es nacional.

Misión Ternura prevé atender de manera integral, en una primera fase, las necesidades de 180 mil menores de cero a cinco años en todo este país andino, a través de varios ejes, entre los que desatacan la lucha contra la desnutrición, el fomento de la lactancia materna e impulso al desarrollo integral durante los primeros mil días de vida.

Según datos del MIES, la prevalencia de desnutrición crónica es casi el doble en niños indígenas (42,3 por ciento) que en mestizos (24.1).

Las mayores incidencias se concentran en la Sierra Central, en las provincias Chimborazo (48,8 por ciento), Bolívar (40,8), Tungurahua (35,2), Cañar (35,1), Santa Elena (37,3) y el Cantón Pichincha de Manabí (75).

Teniendo en cuenta esos datos, el trabajo que comprende la misión, a través del diseño e implementación de mecanismos de política pública y coordinación interinstitucional, nacional y local prevé disminuir ese indicador, actualmente fijado en 23,9 por ciento, a 14 puntos porcentuales para el 2021 y erradicarla por completo en menores de dos años.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=188206&SEO=crece-alcance-de-mision-dedicada-a-la-ninez-en-ecuador
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¡Cómo nos cuesta entender!…

Por: Carolina Vásquez Araya.

…Que la protección de la niñez no es un asunto opcional, sino una prioridad absoluta.

Nos cuesta entender la importancia de proteger a la niñez, pero le damos alas -¡y fuertes!- a las campañas contra toda forma de educación en sexualidad y no digamos a los discursos moralistas contra cualquier intento de legalización del aborto. Y ahí están los resultados: una inmensa población infantil abandonada a su suerte desde antes de nacer, desnutrida y privada de servicios básicos, alejada de las oportunidades de educación y ¡ni qué decir! de sus posibilidades de ser felices.

Pero nos enfrascamos en la política como si ahí, en esos antros privilegiados, hubiera alguna respuesta a las demandas de este gran sector sujeto a las decisiones de los demás. Porque ser niña o niño en países como los nuestros no es para tomárselo a broma. Sin educación, sin derecho a nada y sin acceso a decisión alguna sobre su vida, esos millones de menores marginados podrían incluso morir sin haber ingresado a los registros civiles y, por tanto, sin siquiera figurar en las estadísticas. Es decir, nunca existieron.

Sin embargo ahí están, recordándonos –desde la parada del semáforo o en cualquier esquina apestosa- que nos hemos desviado a tal punto de los objetivos de desarrollo que incluso su visión nos resulta molesta. Volteamos la cara para no verlos, cerramos la ventanilla para no escucharlos y en cuanto es posible nos alejamos espantándolos del pensamiento. No hay sentimiento alguno más que la repugnancia contra la pobreza, porque “es culpa de los padres”, decimos con ese desprecio atávico del pudiente contra quien sobrevive en la miseria.

La niñez, entendámoslo de una buena vez, es responsabilidad de todos. No descarguemos nuestra ira en el niño sicario, descarguémosla contra quienes no hemos tenido los arrestos para cambiar la situación de ese infante desprotegido, abandonado y orientado hacia un destino tan cruel. Comprendamos en toda su dimensión las consecuencias de una indiferencia ciudadana capaz de olvidar que no hace mucho murieron quemadas vivas 40 niñas en una institución estatal creada para protegerlas. Los comentarios alevosos rodeando el atroz hecho abundaron tanto como los solidarios y eso jamás debió ocurrir; porque no importa cuál era el motivo de su institucionalización, el solo hecho de esa marginación revela un vacío a llenar, una obligación incumplida, una deficiencia fatal en nuestra escala de prioridades.

Fuente://iberoamericasocial.com/nos-cuesta-entender/

Fotografía: Iberoamérica Social

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¡Cómo nos cuesta entender!…

Por: Carolina Vásquez Araya

Nos cuesta entender la importancia de proteger a la niñez, pero le damos alas -¡y fuertes!- a las campañas contra toda forma de educación en sexualidad y no digamos a los discursos moralistas contra cualquier intento de legalización del aborto. Y ahí están los resultados: una inmensa población infantil abandonada a su suerte desde antes de nacer, desnutrida y privada de servicios básicos, alejada de las oportunidades de educación y ¡ni qué decir! de sus posibilidades de ser felices.

Pero nos enfrascamos en la política como si ahí, en esos antros privilegiados, hubiera alguna respuesta a las demandas de este gran sector sujeto a las decisiones de los demás. Porque ser niña o niño en países como los nuestros no es para tomárselo a broma. Sin educación, sin derecho a nada y sin acceso a decisión alguna sobre su vida, esos millones de menores marginados podrían incluso morir sin haber ingresado a los registros civiles y, por tanto, sin siquiera figurar en las estadísticas. Es decir, nunca existieron.

Sin embargo ahí están, recordándonos –desde la parada del semáforo o en cualquier esquina apestosa- que nos hemos desviado a tal punto de los objetivos de desarrollo que incluso su visión nos resulta molesta. Volteamos la cara para no verlos, cerramos la ventanilla para no escucharlos y en cuanto es posible nos alejamos espantándolos del pensamiento. No hay sentimiento alguno más que la repugnancia contra la pobreza, porque “es culpa de los padres”, decimos con ese desprecio atávico del pudiente contra quien sobrevive en la miseria.

La niñez, entendámoslo de una buena vez, es responsabilidad de todos. No descarguemos nuestra ira en el niño sicario, descarguémosla contra quienes no hemos tenido los arrestos para cambiar la situación de ese infante desprotegido, abandonado y orientado hacia un destino tan cruel. Comprendamos en toda su dimensión las consecuencias de una indiferencia ciudadana capaz de olvidar que no hace mucho murieron quemadas vivas 40 niñas en una institución estatal creada para protegerlas. Los comentarios alevosos rodeando el atroz hecho abundaron tanto como los solidarios y eso jamás debió ocurrir; porque no importa cuál era el motivo de su institucionalización, el solo hecho de esa marginación revela un vacío a llenar, una obligación incumplida, una deficiencia fatal en nuestra escala de prioridades.

Entendamos bien el concepto universal de los Derechos del Niño y la Niña y repasemos esos principios tratando de extrapolarlos con la realidad actual de la niñez que nos rodea: los niños y niñas son seres humanos sujetos de derechos y deben ser capaces de desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con libertad y dignidad. Ahora intentemos, con la mente lúcida y libre de prejuicios, evaluar la dimensión de nuestros fallos como sociedad. La profunda grieta entre quienes tienen todo y quienes nada poseen y el sistema que ha hecho eso posible. Ahora analicemos cuánta población infantil hemos sacrificado en aras de los privilegios.

No existe comunidad humana capaz de presumir de desarrollo si más de la mitad de su población infantil es condenada a la ingrata suerte de vivir en condiciones de hambre y abandono como sucede en Guatemala. No podemos, por lo tanto, permitirnos el lujo de mirar hacia otro lado cuando niñas y niños son víctimas de trata, de incesto, de violación, de asesinato o ingresan a las pandillas porque éstas son su último recurso de supervivencia. No tenemos derecho a condenarlos si jamás protestamos por ellos a quienes tienen la llave de la política en sus manos. Entendamos, por fin, que en ellos reside el futuro de la nación.

No seamos ciegos y sordos a las demandas del sector más necesitado de protección: la niñez.

Fuente: https://iberoamericasocial.com/nos-cuesta-entender/

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Los futuros líderes

Por Carolina Vásquez Aray

Las debilidades del sistema marginan y condenan a la niñez

Los futuros líderes

Imagine que nació en donde la mayoría de niñas y niños aterrizan en este planeta: una choza humilde con piso de tierra y un techo que cada invierno sale volando. Unos padres frustrados, cansados y carentes de las herramientas educativas capaces de ofrecerle una salida a sus múltiples problemas. Un sistema de gobierno orientado a favorecer a un grupo pequeño de políticos y empresarios cuyos objetivos están cada vez más alejados de las urgentes necesidades suyas y de su núcleo familiar.

Sus requerimientos de alimentación, vestuario y atención sanitaria, obviamente, serán insatisfechos y, al haber nacido de una madre malnutrida y sin idea alguna sobre los pasos necesarios para llevar adelante una crianza adecuada, sus opciones de salir bien librado de esa primera etapa de su vida son bastante escasas. Pero supongamos que ya pasó ese valladar y tiene edad para asistir a la escuela. En su vecindario, asentamiento, caserío o como se llame el sitio en donde vive, ese lujo no existe. Para recibir clases deberá emprender una larga caminata afrontando riesgos desconocidos, como sufrir un accidente o ser capturado por alguna de las numerosas bandas delictivas dedicadas al tráfico de personas.

Al llegar a la escuela -de haber tenido la fortuna de superar el temor y la travesía- se encuentra con un escenario nuevo, un espacio parecido a su propio hogar: piso de tierra, techo volátil. Una maestra o maestro impotente para satisfacer, dada la pobreza de recursos didácticos, las necesidades de un alumnado lleno de expectativas. Y así pasan los años de una niñez considerada en cada período de campaña «el futuro de la Patria», «la esperanza del porvenir», «la nueva generación de líderes».

Esta «nueva generación de líderes «, sin embargo, ya ha perdido un alto porcentaje de su potencial intelectual y físico debido a la falta de una correcta alimentación desde el momento de la concepción. Los nutrientes indispensables para el desarrollo de su cerebro, músculos y huesos no figuran en la frugal dieta a la cual se acostumbró su pequeño cuerpo, un menú reducido de acuerdo a las escasas posibilidades económicas, agravado por falta de información sobre nutrición y un ambiente poco propicio en términos de higiene y sanidad. Este cuadro ya tiene nombre, se llama «desnutrición crónica» y también ha sido profusamente analizado y publicado en sesudos informes de expertos contratados por poderosas organizaciones. También se refleja en una estadística que aumenta cada año a pesar de los «importantes avances» publicitados por los diversos ministerios e instituciones creadas ad hoc.

Imagine ahora cómo un país, cuya joven población sufre semejante abuso, podría algún día alcanzar el desarrollo. No hay que ser tan ambicioso y esperar un desarrollo tipo europeo, eso ni pensarlo. Quizás, aspirar a un desarrollo modesto capaz de proporcionar un bienestar mínimo al grueso de la niñez y juventud, con énfasis en la satisfacción de sus necesidades nutricionales y educativas. Nada imposible para una sociedad consciente y responsable, con visión suficiente como para comprender en dónde están sus prioridades.

El drama de la niñez y la juventud no tiene visos de terminar en países gobernados por una casta de políticos, cuya consigna es sacar el máximo provecho del poder para afianzar los privilegios de sus financistas y así asegurar el futuro económico de sus próximas generaciones. En tanto sea ese el objetivo y no exista una visión de nación con la voluntad firme de cambiar esa perspectiva, el colapso general será inevitable.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Los-futuros-lideres-20170220-0004.html

Imagen: cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2015/08/infancia-629×420.jpg

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Siria: La generación robada

Asia/Siria/14 de febrero de 2017/Fuente: noticiasdealava

Una guerra de casi 6 años, el éxodo y la pasividad de Europa están condenando a la miseria y a la muerte a millones de niños. El futuro de un país se diluye lentamente entre las ruinas de Siria y en los campamentos de refugiados.

No son solo casi seis años de guerra. Es la guerra “más brutal de la actualidad”. El conflicto sirio está siendo especialmente demoledor para los menores. Más de ocho millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria desesperadamente. Y la necesitan hoy. La guerra, el éxodo y la indiferencia de las autoridades internacionales están poniendo en peligro toda una generación de una región.

¿Qué es mejor? ¿Quedarse en el infierno que se vive en Siria o jugarse la vida en el Mediterráneo y en campos de refugiados infames? Lorena Cobas, responsable de Emergencias de Unicef Comité Español, expone las preferencias de su organismo: “Lo mejor siempre es que los niños puedan estar con sus familias y en la medida de lo posible en su lugar de origen. Para esto es necesario que puedan estar seguros. Desde Unicef hacemos un llamamiento para que los civiles y especialmente los niños no sean objetivos en una guerra que no tiene nada que ver con ellos”.

La vida en Siria se ha recrudecido en los últimos meses. El 70% de la población no tiene acceso regular a agua potable. De hecho, el corte del suministro es utilizado como un arma de guerra. “Cuando no hay otra opción, lo que hacemos es llevar agua en camiones cisterna”, señala Cobas, “pero esto es una solución temporal y además es muy costosa. Lo importante es restaurar los sistemas de agua que han sido destruidos o establecer sistemas de agua fijos”.

Conseguir alimentos también es complicado. Desde Unicef se intenta fortalecer el poco comercio que hay. “Una de nuestras líneas de acción está siendo ayudar a productores locales”, explica la responsable, “les damos apoyo a las familias. En vez de dar un alimento, les damos un vale para que puedan comprar en estos comercios”.

Los constantes ataques indiscriminados también hacen que la educación sea una actividad de riesgo. Una de cada tres escuelas en Siria está destruida, dañada o siendo utilizada con fines militares, lo que deja a la mitad de los niños sirios, 2.700.000, fuera de la escuela. “Esto es muy grave”, se lamenta Lorena Cobas, “hemos diseñado un programa de autoaprendizaje para que ellos puedan seguir las clases desde su casa con un acompañamiento de su familia. No vamos a parar hasta que los niños puedan volver a la escuela. No se trata solo de aprender. Se trata de romper el ciclo de la pobreza llevando a los niños a la escuela”.

Se estima que ahora mismo la educación en Siria ha retrocedido dos décadas y que, si no se actúa con celeridad, las ayudas monetarias a largo plazo podrían ser de 10.700 millones de euros. Pero Cobas apunta además al aspecto más humano: “Los niños necesitan sentirse niños, tener una rutina, estudiar, estar con otros niños, jugar, recuperarse… Esos niños han visto niveles de violencia inimaginables para nosotros. Han visto matar gente, incluso a miembros de su familia. La única manera que tienen los niños de recuperarse emocionalmente es recuperar la normalidad, estudiar y que les permitan que el día de mañana puedan ser niños que no repliquen lo que están aprendiendo, que es a relacionarse en medio de una guerra. Tenemos que darles otras oportunidades y otra visión de la vida en sociedad”.

Para colmo de males, los niños son también víctimas al ser reclutados por grupos armados. Y cada vez lo hacen con niños más pequeños. En 2015 más de la mitad eran menores de 15 años: “Están reclutando niños de 7 años. Los utilizan de muchas maneras: como cocineros, porteadores o como primera línea de guerra en ataques”.

Con una generación de niños comprometida, Lorena Cobas admite que la única manera que ven para que se recupere el país es invertir en la infancia: “No podemos permitir que estos niños que no han perdido las ganas de recuperarse y de recuperar su país se pierdan. Hay que invertir en su educación y protección. Mientras no consigamos esto, seguiremos engordando este círculo vicioso. Educación, protección y que tengan lo más básico para vivir. De esta manera estos niños en el futuro podrían recuperar Siria”.

LOS NIÑOS REFUGIADOS Si en Siria los niños viven en un infierno, lo que encuentran otros muchos miles como refugiados es un limbo insoportable. Cada vez son más países en los que miles de niños pasan el invierno en la intemperie, sin escolarizar y a merced de redes de trata de personas. Es más, en los últimos meses se ha detectado que en los campos de refugiados incluso ha aumentado el número de matrimonios infantiles. Sara Collantes es una especialista en políticas de infancia de Unicef y conoce bien el drama: “Teniendo en cuenta que el matrimonio infantil ya existía en los países de origen de los niños que están en campos de refugiados de Europa, no es de extrañar que veamos este fenómeno en Europa. Las familias sienten que no tienen otra salida más que dejar que una niña se case con una persona adulta contra su voluntad. Es una manera para salir adelante y poder soportar la presión económica para sobrevivir. Creen también que incluso es una medida de protección para la niña”.

Lo que más duele al pasear la vista por los campos de refugiados es la pasividad de las autoridades europeas ante el sufrimiento de miles de niños y familias. “Se han destinados recursos, pero detectamos que hay una gran lentitud en la gestión de los mismos”, explica Collantes, “el sistema de asilo europeo no funciona correctamente. Los procesos son muy lentos, hay que eliminar las trabas burocráticas y los problemas de gestión de las solicitudes de asilo aportando más apoyos técnicos para que los recursos de primera llegada puedan gestionar hábilmente y con celeridad las solicitudes”.

Las exigencias son siempre hacia las instituciones, pero el ciudadano de a pie también puede ayudar a los niños refugiados. “Siempre está la vía de colaborar con las diferentes organizaciones que trabajan por los refugiados”, confirma Sara Collantes, “pero lo que también puede hacer la gente es seguir informándose de lo que está ocurriendo y pedir responsabilidades a sus representantes políticos. Hay muchas vías para hacer llegar la voz a distintas instancias a nivel local, autonómico o estatal y que quede claro que la ciudadanía quiere una solución urgente y duradera para proteger los derechos de los refugiados”.

Fuente: http://www.noticiasdealava.com/2017/02/07/mundo/la-generacion-robada

Imagen: static.noticiasdealava.com/images/2017/01/04/bin_22379036_con_11921253_19145_1.jpg

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