El negocio del malestar emocional y psicológico

Nos encontramos con que tenemos muchas personas que han decidido hacer negocio con lo que debería ser, por un lado, una atención totalmente pública, sin ánimo de lucro, al alcance de todos, y que además, no tienen suficiente conocimiento ni formación para ejercer como lo que ellos denominan terapeutas.

Últimamente, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de cuidar de nuestra salud mental; este hecho, imprescindible y necesario, ha propiciado que muchas de las personas que no pueden acceder a este cuidado a través del sistema de salud (de forma regular o con la celeridad que preveían) —en gran medida debido a la falta de psicólogos y a la poca inversión actual para revertir esta situación— hayan empezado a realizar terapias a través de la atención privada.

En paralelo, se han desplegado una serie de influencers e instagrammers; personas con muchos seguidores y voces propias, que apelan a la cultura del autoconocimiento y eslóganes y frases vacías que llegan a miles de personas a través de las redes sociales. Este hecho supone un clarísimo intrusismo laboral en el ámbito de la psicología, pero lo más grave es que generan discursos y difunden contenidos que, en muchísimas ocasiones, no están validados científicamente ni apelan a los sistemas de opresión —y por tanto, nos responsabilizan única y exclusivamente a nosotros de nuestro bienestar—, y tampoco nos aportan una visión que pueda ayudarnos en un momento concreto de nuestras vidas.

De esta forma, nos encontramos con muchas personas que han decidido hacer negocio con lo que debería ser, por un lado, una atención totalmente pública, sin ánimo de lucro, al alcance de todos y que, además, no tienen suficiente conocimiento ni formación para ejercer como lo que ellos denominan terapeutas.

Este hecho genera dos derivadas: la primera es que para hacer negocio todo vale, y por tanto, estos eslóganes, esas frases vacías que nos responsabilizan de forma individual, sin abordar la raíz de los sistemas de opresión, generan un impacto en cada uno de nosotros que, paradójicamente, van en contra de nuestra salud mental. Al mismo tiempo, una segunda derivada es que tenemos personas que han hecho algunos cursillos “online o vivenciales” que se sienten con suficiente legitimidad —propia y colectiva— para atreverse a abordar problemas complejos como son los malestares psicológicos y emocionales de las personas a las que atienden y que necesitan de una perspectiva biopsicosocial para ser abordados.

No seré yo quien diga que cuando tienes una carrera de Psicología ya puedes ejercer y abordar la complejidad de los mundos emocionales y mentales de las personas, pero sí me parece necesario poner sobre la mesa que la carrera te ayuda a ver la complejidad de la realidad, los distintos sistemas que operan en el bienestar de un individuo y de un colectivo. Al mismo tiempo, la formación específica en psicología social te da las herramientas necesarias para entender las causas de las diferentes problemáticas sociales que nos acaban impactando como sociedad y, por tanto, para comprender que lo que nos está pasando no es única y exclusivamente responsabilidad nuestra sino que existen unos sistemas sociales y económicos —de valores, de creencias, de desigualdad— que nos afectan y que, por tanto, no estamos solas con nuestros malestares. De la misma forma, la psicología clínica nos da herramientas para abordar desórdenes de origen biológico en nuestro organismo; para entender su funcionamiento, así como aplicar un abordaje biopsicosocial de la realidad de las personas con el trabajo interdisciplinar, cuando es necesario.

Al mismo tiempo, nos encontramos en un momento en el que parece que cualquier cosa es una patología, es decir, lo estamos psicopatologizando todo. Y esto implica poner etiquetas a los diferentes malestares, cuando, de hecho, vivir y sentir emociones que no nos gustan —tristeza, rabia, ira, enfado— es precisamente un síntoma de salud; estas emociones deben estar ahí para darnos información sobre lo que nos impacta. Todas nos dicen algo y la clave es qué hacemos con ellas; con qué intensidad y frecuencia las sentimos, si nos permiten orientarnos hacia la acción o, por el contrario, nos inmovilizan. A menudo, las etiquetas que ponemos a nuestros malestares, más que aportarnos soluciones, nos estigmatizan y empeoran nuestro proceso de recuperación hacia una vida en la que el bienestar esté presente.

Y, si en un momento dado, sentimos que necesitamos un profesional que nos acompañe porque queremos cambiar cosas y no sabemos cómo, o porque nos encontramos en una situación de desorientación o malestar constante, es importante saber quién es la persona que nos acompañará. Por eso, es necesario contar con profesionales con una formación y experiencia en el campo de la psicología, que nos aseguren que las terapias que llevarán a cabo funcionan —que están validadas científicamente, porque las hay, y muchas, que cuentan con evidencia científica que demuestra su impacto en las personas y en el tratamiento—. También cabe preguntar desde qué perspectiva trabajará la persona con nosotros; delimitar cuál será el objetivo del acompañamiento, cómo lo evaluaremos y desde qué perspectiva en relación a las cuestiones sociales y sistémicas actuará (¿tendrá perspectiva interseccional, feminista y comunitaria?). Finalmente, necesitaremos saber cuál será el plan de trabajo, la duración de la intervención o, sobre todo, cuáles serán los indicadores que habrá que tener en cuenta para acabar la relación de acompañamiento.

Así pues, teniendo en cuenta que los sistemas de opresión nos vulnerabilizan, necesitamos, por un lado, estrategias comunitarias para hacer frente a las consecuencias emocionales y psicológicas que esto implica, y al mismo tiempo, que todas nosotras nos aseguremos de que en un momento dado contaremos con una persona cualificada y con el conocimiento científico y social necesario para acompañarnos en un momento de nuestras vidas. Es imprescindible tener y tejer herramientas de empoderamiento y debemos luchar para que existan los profesionales necesarios y para que el acceso a ellos y ellas sea público y universal.

Fuente de la información e imagen:  https://eldiariodelaeducacion.com

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Las identidades: fortalezas y debilidades (1-3)

En todo momento, reír para vivir no es malo, es una excusa que proyecta un estado emocional que si bien no es completamente un reflejo de su interioridad, sí lo es como imagen de una personalidad social que sabe hacer uso de la alegría para contrarrestar el sufrimiento recurrente con el que la vida lo acompaña cada día

Por Carlos Andújar Persinal 

Como parte de un enfoque investigativo habría que preguntarse si la identidad, los estudios del tema, los gestores del mismo y los interesados en profundizar de sus alcances, a través de una técnica evaluativa usada frecuentemente en las ciencias sociales, que permite confirmar tendencias dentro un tema de interés o investigado en un momento determinado, podría aplicarse a este tema. Fortalezas y debilidades se traduce bajo la sigla FODA. Contribuye su comparación al equilibrio de los hechos estudiados, evitando sesgos, parcializaciones, condicionamientos y asegurar la radiografía de un hecho de la realidad, tal cual se presenta o se manifiesta, con su pro y contra.

La identidad, como tema investigativo podríamos pensar que puede tener una aplicabilidad comprobatoria en base a aquellas expresiones identitarias que se pueden considerar capital agregado del país, para su inclusión en programas de planificación, estrategias de desarrollo, políticas públicas y definición de acciones institucionales, además de la formalización de una percepción sobre nosotros mismos acorde con las tendencias que arrojen estos estudios y sistematicidades sobre nuestra forma de ser, pensar, actuar y vivir la cotidianidad, bajo un manto construido desde una cosmogonía nacional.

La frase “el dominicano baile sus penas” del psiquiatra Antonio Zaglul, es retrato fiel de una población que ha construido una manera de vivir entre la pena, el dolor y la alegría, conformando con ello una visión del mundo, una manera de pensarse, asumirse y relacionarse en medio de la desgracia y la risa.

Es tal vez para los estudiosos esto un tema de debate. Puede ser considerado un recurso de supervivencia, articular la pena con la risa para sobrellevar el sufrimiento. Supera acaso, el divertimento propia del dominicano, su pesar y desgracia histórica? O es un recurso de mitigación y contrapeso?

A ello se puede sumar una visión despreocupada de la vida o un vivir por el día al día. Herencia de un pasado enmarcado en una economía con poco empuje que definió un conglomerado inactivo, dependiente de la ayuda externa o simplemente esperanzado en un mañana mejor, aunque sea como frase, era una forma poco desafiante de tomarse la vida en serio.

Sin embargo, de esa turbulencia social, el dominicano se apropia de mecanismos para afrontar la vida: la risa, el baile, la música, el jolgorio, el juego y el mundo lúdico en sentido general; es la catarsis sobre la cual se monta la existencia de este pueblo castigado por la falta de rumbo de muchos de sus timones históricos, líderes y grupos dominantes, experiencia política y económica que se interioriza en un entramado difícil de quebrar, pues los pueblos son la resultante de esos procesos constitutivos sobre los cuales construyen su mentalidad, reflejo muchas veces de sus vivencias y cotidianidades.

Quizás es una fortaleza o una debilidad, hay como en toda investigación, hechos que no tienen fronteras, pueden ser una u otra, si  permiten la reproducción del hecho social. En todo momento, reír para vivir no es malo, es una excusa que proyecta un estado emocional que si bien no es completamente un reflejo de su interioridad, sí lo es como imagen de una personalidad social que sabe hacer uso de la alegría para contrarrestar el sufrimiento recurrente con el que la vida lo acompaña cada día. Inteligente es el mecanismo; diestra la cultura como siempre usa un medio para la adaptación y la pervivencia del grupo. Es pues una fortaleza a mi modo de ver.

Lo cual no niega, ahí viene la debilidad, que su recurrencia se transforme en una razón de su postración, impidiendo al mismo tiempo la meditación profunda, la duda y la fragilidad, para pensarse desde una realidad igualmente excluyente y pesadamente llevadera.

Si bien se valora como recurso de vida para la reproducción social, a la vez expresa en sentimiento contradictorio, la psicología social del dominicano. Combina situaciones para acomodar la realidad o usa el recurso de la alegría como catarsis que descarga sentimientos y tensiones, ¿cómo pensarlo?

Fuente: https://acento.com.do/2018/opinion/8590942-las-identidades-fortalezas-y-debilidades-1-3/

Imagen de archivo OVE

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Investigación y docencia: armas de construcción masiva

Por: elsaltodiario.com/ 11-04-2018

No era la primera vez que Trinidad Núñez se veía en una situación similar. Un Juan Espadas investido como alcalde de Sevilla pocos meses antes le entrega el galardón —y el ramo de flores— que la designa como Mujer 2015, debido a la propuesta de diferentes colectivos feministas “por sus trabajos en favor de la igualdad real entre hombres y mujeres”. Solo dos años antes obtenía el Premio Meridiana “a las iniciativas que promueven la igualdad entre jóvenes”, el mismo año en que se la reconocía con el ‘Carmen de Burgos’ a la divulgación feminista por un artículo: “El cine, un interventor social ante la violencia machista”.

El recorrido de esta doctora en Psicología Social, profesora titular en la Universidad de Sevilla, es el de una luchadora infatigable con su intelecto como arma de construcción masiva. En ese camino ha publicado 19 libros, ha participado en la edición de otros 17 y cuenta con capítulos en decenas de publicaciones colectivas, además de numerosos artículos en revistas especializadas y aportaciones en congresos, más las clases impartidas en diferentes facultades.

Comenzó sus estudios de Psicología en 1979. Eran momentos “de rupturas, de aperturas de puertas mentales, ideológicas, de aire fresco…”. Fue también el momento en el que la Unesco definió a los medios de comunicación como “el sistema nervioso de la sociedad”. Ambas áreas han sido su objeto de estudio, investigación y experimentación desde entonces. Y lo han sido abriendo caminos, ya que en el contexto de la España de comienzos de la década de 1980, el papel de los medios de comunicación en la configuración de los imaginarios y las conductas sociales era un terreno del que se había explorado poco.

El porqué de esta elección académica no lo recuerda de forma tan clara, aunque sí recuerda que a su abuela, nacida en 1896, “le pareció una idea excelente eso de estudiar el comportamiento humano en relación a su entorno”. Con ella compartía la lectura de libros sobre esta materia y tuvo mucho que ver en sus futuros derroteros profesionales. Sus vivencias personales desde la infancia también la marcaron para que más adelante se dedicase a la enseñanza, con el ejemplo de una madre que “se ganaba la vida dando clases en unos años muy difíciles, a finales de los años 50 del siglo XX”.

En cuanto a sus derroteros por el audiovisual, también tiene algo de vivencia personal: “Los informativos estaban presentes en mi vida cotidiana, al igual que los cómics”. Dos profesores de Tecnología Educativa, José Manuel López-Arenas y Julio Cabero, le mostraron la senda hacia “las ventajas del vídeo o del cine como recursos didácticos”. Durante un tiempo se dedicó a grabar con cámaras de vídeo semiprofesionales e, incluso, a “reparar cintas de películas”.

EL “MACHISMO SUTIL”

Ya en estos inicios de su camino docente, Trinidad Núñez comprobó ciertas desventajas respecto a sus homólogos masculinos. Lo califica de “machismo sutil”, manifestado en “ninguneos” o “falta de credibilidad como investigadora”. Al tener que hacer compatibles su vida profesional y la maternidad, recuerda que tenía que “maquillar” sus ausencias laborales cuando llevaba a su hija al pediatra y que sus compañeros varones podían excusar sus retrasos de una hora por llevar a sus hijos al colegio. “En ese momento pensé que en ningún caso yo hubiera podido argumentar esa razón para llegar tarde porque, automáticamente, sería tachada de mala profesional”, asevera.

Con ese tramo ya avanzado, llegó su preocupación investigadora sobre los estudios de género, “de la mano” de la profesora Felicidad Loscertales. Una alianza que se ha concretado en varias publicaciones en común, y que ha servido para evidenciar y denunciar la construcción de roles que se realiza en los medios, la hegemonía patriarcal y eurocéntrica que presentan y los mecanismos de manipulación a través de los cuales se produce.

Cuando se le pregunta si va a hacer huelga el 8 de marzo, hace suyas las palabras de su compañera, amiga y profesional apreciada, Pilar Aguilar: “¿Por qué todas hemos de hacer huelga sea cual sea nuestra situación personal? Las mujeres somos diversas. Vivimos situaciones variadas. Algunas sufren brutales opresiones y/o situaciones de explotación salvaje… Algunas luchan por horizontes utópicos, por cambiar el mundo. Otras son más conformistas. El feminismo no niega ni anula esas realidades tan diversas, pero afirma que todas las mujeres, sea cual sea su situación cultural, económica y social sufren un plus de desigualdad, de acoso, de abuso, de chantaje, de ninguneo, de sometimiento, de peligrosidad. Y por eso todas debemos movilizarnos el 8 de marzo”. Ese día, en la calle la encontraremos.

*Fuente: https://www.elsaltodiario.com/feminismos/investigacion-y-docencia-armas-de-construccion-masiva
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8 lecciones para la vida que los niños pueden enseñarles a los adultos

Por: Jennifer Delgado Suárez

Siempre pensamos que somos los adultos quienes debemos guiar a los niños, tomarles de la mano para ayudarles a recorrer el camino de la vida y enseñarles todo lo que no saben. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en las enseñanzas que los niños nos pueden ofrecer. Y tampoco nos detenemos a pensar en las cosas que nuestras enseñanzas les arrebatan a los niños, cosas que también son muy valiosas para enfrentar la vida. De hecho, el escritor británico Ken Robinson afirmó: «La educación es la culpable, casi siempre, de desviar a la gente de sus talentos«.

Volver a ser niños implica conectar con nuestra esencia

1. Piensa en cada día como en un nuevo comienzo

¿No es agradable pensar en el día que comienza como en una nueva oportunidad en vez de sentirnos abatidos o agobiados apenas abrimos los ojos? Para los niños, cada día implica la posibilidad de vivir una aventura, de descubrir algo, de ser felices. Los niños no llevan equipaje de un día para otro, y nosotros deberíamos aprender a contagiarnos de ese espíritu porque es una sensación increíble que solo puede hacernos bien.

2. Busca motivos para sonreír

Charlie Chaplin dijo que “un día sin reír es un día perdido”. Sin embargo, muchos adultos prácticamente han olvidado qué se siente al reír a carcajadas. En realidad, hay mil motivos para sonreír, solo que no los vemos porque estamos demasiado ensimismados en nuestras preocupaciones y problemas. Los niños, al contrario, echan a volar su imaginación y le encuentran el matiz simpático a las situaciones cotidianas. Reaprender a enfrentar la vida con sentido del humor es uno de los mayores regalos que puedes hacerte, tu equilibrio emocional te lo agradecerá.

3. Sé el héroe de tu vida

Nora Ephron dijo que «todos deberíamos ser el héroe de nuestra vida, no la víctima”. De hecho, cuando los niños cuentan una historia son proactivos, siempre asumen el papel de héroes. Sin embargo, a medida que crecemos nos volvemos más reactivos, en vez de tomar las riendas nos dejamos llevar y nos ponemos cada vez más a merced de las circunstancias. Así, terminamos minimizando nuestros logros y comenzamos a culpar al destino asumiendo el papel de víctimas. No obstante, si de verdad quieres vivir sin arrepentimientos, la clave radica en ser el protagonista de tu vida, no verla como si fueras un espectador o un actor secundario.

4. Muestra tus cicatrices con orgullo

Cuando un niño se rompe un hueso, todos le firman el yeso y se convierte en la estrella de la clase. Si se corta, enseña la cicatriz con orgullo, como si fuera un trofeo de guerra. Sin embargo, cuando crecemos comenzamos a esconder nuestras heridas emocionales, nos avergonzamos de ellas. No nos damos cuenta de que un amor no correspondido, la pérdida de una persona amada o un fracaso en un proyecto son señales de que hemos vivido y nos hemos atrevido a intentarlo. Por tanto, no debemos esconder nuestro dolor, tristeza, desasosiego sino compartirlos con las personas cercanas. Las cicatrices no son signos de debilidad sino señal de fortaleza y resiliencia, son una historia que contar, no algo vergonzoso que se deba ocultar.
5. Atrévete a probar cosas nuevas

Andre Gide dijo que “el hombre no puede descubrir nuevos océanos si no tiene el valor de perder la vista de la orilla”. Los niños no tienen miedo a enfrentarse a lo desconocido porque no están llenos de prejuicios y temores como los adultos. Los pequeños buscan con entusiasmo lo nuevo, y lo disfrutan plenamente porque la novedad estimula sus sentidos y su mente. Los adultos piensan que están bien en su zona de confort y les atemoriza salir de sus límites, pero lo cierto es que su cerebro necesita la novedad tanto como el cerebro infantil porque solo cuando dan un paso fuera de lo que conocen, solo cuando exploran nuevos territorios, logran crecer.

6. Disfruta los pequeños placeres

Disfruta de las pequeñas cosas porque un día puedes mirar hacia atrás y darte cuenta de que esas eran las cosas grandes”, dijo Robert Brault. Los niños lo saben, son capaces de entusiasmarse ante una flor aparentemente insignificante, disfrutan del tacto de la arena de la playa, se inspiran con un arcoíris, se alegran cuando pueden jugar bajo la lluvia… Los adultos también tenemos todos esos pequeños milagros al alcance de la mano, pero como hemos dejado de apreciarlos, también dejamos de disfrutarlos.

7. Cuestiona todo, y a todos

Los niños no se dan por satisfechos con tanta facilidad, quieren llegar al fondo de las cosas y cuestionan todo, incluso las cosas que los adultos dan por sentadas. De hecho, su «¿por qué?» es una de las herramientas más valiosas que tienen a su disposición, no solo para descubrir y entender el mundo sino también para desarrollar una actitud crítica y autodeterminada. Los adultos dejamos de plantearnos ese tipo de preguntas y simplemente comenzamos a aceptar lo que la sociedad nos dice. En ese mismo momento nuestro pensamiento comienza a marchitarse y nos convertirmos en autómatas. Sin embargo, volver a cuestionarse todo, como si fuéramos niños pero ahora con los ojos de un adulto, te abrirá nuevas puertas que ni siquiera sospechabas que existían.

7. Confía en tu brújula interior de la felicidad

Los niños tienen un sentido especial para la felicidad, saben perfectamente qué les hace felices y no dudan en buscar con fruición esa agradable sensación. A medida que crecemos acallamos ese sentido, lo sacrificamos en el altar del deber. Los otros, esas personas que ya se han resignado a no ser felices, nos dicen que es egoísta, utópico o inútil pensar en términos de felicidad. Sin embargo, deberíamos reencontrar ese sentido perdido para hacer cada día lo que creemos correcto, lo que nos gusta, cuando nos apetece y a nuestro propio ritmo.

Fuente:  http://www.rinconpsicologia.com/2016/12/8-lecciones-para-la-vida-que-los-ninos.html

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Ambiente: Viviremos en ciudades camaleónicas

Ambiente/julio de 2016/El País

La sostenibilidad de las urbes pasa por la constante adaptación ante los efectos del cambio climático

Si cae una lluvia torrencial y un parque se inunda, el cuento se ha acabado. Los niños a sus casas, la arena enfangada y unos charcos que pueden parecer lagunas. O no. Si ese parque pudiera mutar como un camaleón, si pudiera adaptarse a los avatares climáticos, ese chaparrón le vendría hasta bien. Se formarían lagunas en las que crecería vegetación propia y brotaría una flora específica de humedal. Incluso alguna mente osada aventuraría nuevos juegos acuáticos. El ejemplo, expuesto en el Foro de las Ciudades organizado por IFEMA, es una muestra de un trabajo real y una señal de cómo las ciudades y sus espacios se diseñan, cada vez más, para ser moldeables. Para ser resilientes.
En psicología, desde hace tiempo, la resiliencia se refiere a la voluntad individual de superar un trauma. La Real Academia recoge el término desde 2010 como la «capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos». Ahora, ycomo ya le pasó a la palabra sorpasso. la resiliencia empieza a colarse en ámbitos generalistas, como el del desarrollo urbano.
¿Qué es la resiliencia en la ciudad? Es preservar nuestros espacios y hacerlos resistentes ante cualquier circunstancia social, económica y, sobre todo, ambiental. 100resilientcities.org, una organización que ayuda a las urbes que entran en su programa a mejorar su adaptabilidad, define así el concepto en su lema: Resiliencia es tratar de sobrevivir y prosperar independientemente del desafío. Las instituciones europeas ya equiparan amenazas que hace un tiempo eran incomparables: la subida de las aguas en Venecia es igual de preocupante que el desempleo en el cinturón industrial estadounidense, o que la corrupción en México, que le cuesta al país unos 100.000 millones de dólares al año.
Alrededor del mundo hay pueblos, ciudades y barrios resilientes. Y en muchos la resiliencia empieza por el elemento vital, el agua. En Roskilde, una pequeña ciudad danesa de no más de 50.000 habitantes, hay un skatepark que se llena a modo de estanque cada vez que cae una buena lluvia, y ese depósito pluvial se utiliza cuando es necesario. En Portland, Estados Unidos, rige el grey to green (de gris a verde). Sus infraestructuras urbanas (tejados, acequias, calles) están diseñadas para captar las precipitaciones y redirigirlas como si fueran una corriente natural a sus espacios verdes.
«Las ciudades no son sostenibles: importan recursos, que son finitos, y exportan desorden. Esto nos conduce a la entropía», explica Luis Jiménez, presidente de la Asociación Sostenibilidad y Progreso de las Sociedades. «Para frenar este deterioro y hacer sostenible una ciudad hay que hacerla más orgánica, hacer que se adapte al entorno y no el entorno a ella». El académico tiene claras las características de la resiliencia: elasticidad, recuperación y adaptación a lo venidero.
Las ciudades ocupan el 2% de la superficie terrestre y son responsables de aproximadamente el 60% de las emisiones de CO2 del planeta. Necesitamos, según los expertos consultados, paradigmas específicos, locales, y mucha planificación sensata. «En la antigüedad las ciudades tardaban décadas en construirse. Ahora muchas urbes de los países emergentes se terminan en tres, diez años. Si se cometen fallos no hay tiempo ni dinero para corregirlas. Hay que actuar ‘antes de'», argumenta Carmen Sánchez Miranda, jefa de la oficina de ONU-Habitat en Madrid.
Concebir una ciudad moldeable, flexible y sostenible es una de las líneas de pensamiento que se han expuesto en el Foro de Soluciones Medioambientales Sostenibles, evento que agrupa a varias ferias del sector, además de dar cobijo al citado Foro de las Ciudades.
Empezar por el agua
«Si miras España desde Google Earth verás que el amarillo es el color predominante de la península. No olvidemos que somos un país predesértico. Hay que trabajar con los paisajes amarillos», argumenta Cristina del Pozo, directora del máster en arquitectura del paisaje de la universidad San Pablo CEU. Del Pozo propone además fomentar la plantación de árboles que, por sus características, se adecuen al clima peninsular, cada vez más árido: «Las especies con copas densas dan sombra natural y reducen la sensación de calor. También es importante que estos árboles tengan bajos requerimientos hídricos», señala.
«El ejemplo del agua es fundamental», incide Jordi Morató, director de la cátedra de sostenibilidad de la Universidad Politécnica de Cataluña. «Hoy en día hay muy poca gente que aproveche el agua de lluvia, y en cuanto cae al suelo se contamina. Y depurarla es cara». Morató pone como ejemplo a Medellín, ciudad más innovadora del mundo en 2013, y a Salvador de Bahía, una tierra aquejada por la sequía en la que la mentalidad cambió al darle una vuelta a su eslogan: pasaron de La lucha contra la sequía a Convivencia con el semiárido. TambiénDetroit, donde se ha llevado a cabo una de las reconversiones urbanas más emblemáticas, se ha erigido como símbolo de resistencia citadina.
¿Cómo convencernos para que aguantemos junto a nuestras ciudades, cómo implicarnos en la resiliencia? «Es vital adaptarse antes de que lleguen las crisis», afirma Esperanza Caro, directora general de economía y comercio de Sevilla y miembro de la Red de Ciudades por el Clima. «Si no hemos sido formados aprendemos solo cuando nos dan un palo». Morató opina que los «shocks» son los que nos hacen a volver a buenos hábitos, algunos de ellos «ancestrales». «¿Por qué no cambiamos? Hay que luchar contra las inercias del pasado», apostilla.
Tenemos la ciudad como laberinto de problemas y soluciones, la ciudad como tablero de ajedrez, la ciudad protectora de lo bueno que tenemos contra viento y marea. La importancia de la urbe ya la predijo Ban Ki-moon: «La batalla por la sostenibilidad se ganará o perderá en las ciudades».
ARCHIVADO EN:
Foto: Un solar en el barrio de Brusk Park, Detroit. ARCHIVO
Una gaviota se posa en la bahía de Sídney. GETTY

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2016/06/16/actualidad/1466063308_684166.html

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Venezuela: “Socialmetrajes”, espejos para reflexionar.

El profesor Arquímedes Chacón explica en qué consiste este proyecto en la cual los estudiantes evidencian fenómenos sociales a través de cortometrajes

América del Sur/ Venezuela/ Elucabista.com

arquímedesweb-800x478El próximo martes 21 de junio a las 10:00 am, en el auditorio del Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza, se presentará la segunda edición de Socialmetrajes, un evento en el cual estudiantes de Comunicación Social y Sociología evidenciarán, a través de videos de 7 minutos, fenómenos sociales generados o espontáneos y los analizarán a través de las teorías de la psicología social y los valores UCAB.

Socialmetrajes es una idea que surgió el semestre pasado en la cátedra de Psicología Social de la Escuela de Comunicación Social. Objetivo inicial: encontrar una estrategia académica para que los estudiantes aprendan en la práctica y apliquen contenidos de la materia.

El profesor Arquímedes Chacón, psicólogo egresado de la UCAB, está contento con los resultados:

«Cuando anuncié que realizaríamos esta actividad vi gran entusiasmo en los estudiantes. Destiné entonces días para la tutoría del proyecto de video, en los cuales explicaba la estructura del video y los objetivos. Dependiendo del interés que ellos tenían en ciertos temas yo modificaba la fecha de los contenidos para que ellos pudieran ir trabajando en sus proyectos. De esta forma ellos participaban en la orientación del contenido de la materia en función de interés»

En el primer semestre que el profesor Chacón aplicó esta técnica obtuvo entrevistas, programas de televisión, experimentos encubiertos: todos los trabajos sustentados con una teoría social basada en los contenidos de la materia. Chacón comenta que los socialmetrajes también parten de la percepción de que estos estudiantes se encuentran en una burbuja:

Pareciera que la realidad afuera de la universidad y de sus casas es intangible o incontable para ellos. Entonces entendí que si nosotros como universidad luchamos por el país que queremos, yo necesitaba que mis estudiantes tuvieran las herramientas para enfrentarse y para entender esa realidad.

Posteriormente se incluyó el tema de los valores de la UCAB en el proyecto, y aunque los estudiantes al principio no sabían cómo hacerlo o se sentían desorientados, el profesor les explicó cómo los valores universitarios se encuentran incluidos en cada uno de los proyectos que ellos mismos habían realizado.

A diferencia de la primera edición, en esta ocasión se suman estudiantes de Sociología a la actividad. Y los profesores que formarán parte del panel invitado son el psicólogo Guillermo Yaber, la socióloga Yosbelk González, Adriana Borrego (coordinadora de Sociología de la Escuela de Ciencias Sociales), y el filósofo, teólogo y educador Klever García.

Queda demostrado que los estudiantes prefieren materias que sean prácticas aplicadas. La oportunidad inmediata de llevarse las herramientas y el conocimiento a la práctica. Poner en juego la propia opinión ante un fenómeno social observado y analizado.

Los objetivos de Chacón, a largo plazo, son tres: contagiar a otros profesores a que planteen iniciativas semejantes; salir, que el evento tome la suficiente forma como para hacerse fuera de la universidad; y llegar a otras universidades, poder hacer un evento interuniversitario.

Ver afiche del evento

Fuente: http://elucabista.com/2016/06/16/socialmetrajes-espejos-para-reflexionar/

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