Carta a defensa zapatista. La rebeldía estudiantil

Por: Desinformemos/10-10-2018

Correspondencia tomada de los dos recientes libros del SubGaleano:

Habrá una vez y Habrá colores.

Defensa Zapatista, ¿qué dice tu corazón?,

Te queremos contar que leerte para entender tu lucha, más que divertido, es todo un cuestionamiento de lo que estamos haciendo para agrietar ese muro desde donde se resguarda la Hidra Capitalista, el bunker financiero donde está protegida.

¡Ah! con el Pedrito que no entiende sino con zapes, ¿será? Pero ya las mujeres no pueden seguir calladas, estando a merced de los pedritos, esos sí muy malditos, que en el mundo pululan. Y claro, todo depende del zape, ¿verdad? Es tan cotidiana la violencia contra las mujeres que parecen normales las agresiones que llegan hasta los feminicidios.

Gran parte de la historia de la humanidad ha sido impuesta por estructuras patriarcales que han incidido sobre el rumbo de las sociedades llegando hoy a su máxima perversión y destrucción de los tejidos sociales y de la Madre Tierra con la globalización neoliberal donde, por ejemplo, quienes a la Trump gobiernan el mundo sin esconderse, y sí, vanagloriándose de su forma patriarcal, racista y misógina de imponer sus estructuras, cueste lo que cueste. Claro, las sociedades los eligen como sus Jefes, ¿por qué será?

En fin, cuando te leemos nos quedamos pensando en lo difícil que es para ti completar el equipo de fut, pero al mismo tiempo sabemos que tienes la certeza de que, aunque dilate, pronto lo completarás, así nos contagias tu esperanza. Por ahora, con ayuda del mismo Pedrito, del Caballo Choco y de ese inigualable Gato-Perro se puede jugar. Que genial que, siendo Gato, sea al mismo tiempo Perro para despistar a una sociedad que no encuentra su rumbo y que, sin saberlo bien a bien, es psicótica.

Pero, en la escuela es necesario jugar, sino, para qué la enseñanza-aprendizaje, ¿verdad?  Jugar, sabiendo de las recompensas de hacerlo: una, con el conocimiento como lucha encontrar fuerzas para seguir agrietando el muro y, otra, tomando conciencia de por qué agrietarlo, algo así como concientizándonos de que ya conocemos y sabemos cuál es el crimen y el criminal. O sea, el crimen es el sistema capitalista que con el control de los medios de producción y de sus relaciones, genera, impulsa, goza e impone cruelmente a sus criminales: la relación entre patrones y capataces de la globalización neoliberal.

Para ti, Defensa Zapatista, es clara la lucha y para ello te estás preparando. Para nosotros, un poco sí pero no mucho, o sea, sabemos cuál es el enemigo y sus formas, pero no cómo enfrentarlo desde nuestro pequeño espacio.

¿Que cuál es nuestro espacio? Pues nada menos ni nada más que el salón de clases. Y ni te rías porque aquí no es tan autónomo como por tus tierras. Un poco sí porque gozamos, en algunos de sus espacios, de compartir palabras, conocimientos, sentimientos, de la libertad de cátedra y podemos -como lo hemos hecho y estamos haciendo quienes te escribimos esta carta- identificar fácilmente al criminal y sus crímenes, pero no aún la forma de rebelarnos y organizar la resistencia para derrotarlo.

En nuestro espacio del aula sólo podemos asegurar bancas, muros, pizarrones, plumones, computadora, celulares y ayudas técnicas. Pero, la palabra, muchas veces hueca, se impone a quienes como estudiantes están ocupando dicho espacio. La palabra como repetición de conceptos, muchas veces sin contexto sociopolítico y cultura, y que en ciertos momentos de proceso educativo pareciera muerta, pero con posibilidad de experiencias de vida. Pero ¿hasta donde es cierto que la palabra llega sin vida? De todas formas, nos invita a generar posibilidades de experiencias de vida.

Sin embargo, en este momento que después de otra de tantas agresiones -la del 3 de septiembre contra estudiantes del CCH/Azcapotzalco- despertó la rebeldía estudiantil para decir ¡Ya basta!: estamos hartos de tantas fechorías del estado criminal. El problema ahora es la plática política, como acción transformadora, la que tú conoces y gustas compartir con tus maestras y maestros.

Las y los estudiantes, cuando conocen tus comentarios, gracias al SubGaleano, no se ríen de dicha plática política, algunas/os docentes sí, claro, pero estamos tan acostumbrados a eso de recibir y de trasmitir conocimientos que existen ciertos impedimentos para juntar la imagen palabra con la acción transformadora.

Por ejemplo, con la agresión del 3 de septiembre en las narices del edificio donde está la rectoría de la unam, o sea, donde viven los capataces que dirigen esta Universidad y el poder político en turno, hubo lo que por aquí se llaman “porros” que están organizados para golpear, agrediendo disque para ablandar la rebeldía. Y todo se ha quedado en un espectáculo donde identificando en imágenes a tales agresores se les expulsa o suspende, pero todo sigue igual, o sea, quienes mandan y dirigen a los porros, los actores intelectuales pues, siguen en sus cómodas sillas, en su gran edificio, arriba (y a la derecha).

Las y los estudiantes después de tanto silencio, en especial desde la huelga del 99-2000 en la unam, decidieron ya no seguir aceptando este estado de cosas, salieron a protestar y a organizarse para tratar de impedir la cotidianidad de la agresión, o sea, de lo que hemos nombrado con Paulo Freire, la “cultura del silencio” se hizo un pronunciamiento contra la agresión a la hermana y al hermano.

A esta agresión, has de saber Defensa Zapatista, nosotras/os la nombramos fratricidio, para identificar con claridad que es un enfrentamiento de eliminación entre hermanos/as, pero atención, lo del 3 de septiembre fue evidente, pues fue un fratricidio alentado y organizado por el filicidio del poder, o sea, por la crueldad mayor de eliminar al hijo/a rebelde en especial, o quien caiga porque el fin es escarmentar y suprimir la rebeldía.

Entonces, ¿cómo darle al muro para agrietarlo? Para ti, Defensa Zapatista, es claro que no hay otra opción diferente a detener al criminal y que, para ello, si entendemos bien, hay que organizarnos desde abajo y a la izquierda, hoy con la propuesta de Marichuy como vocera del Consejo Indígena de Gobierno del Congreso Nacional Indígena, ¿verdad? O sea, caminar para visibilizar los más de 500 años de resistencia y sobrevivencia de los pueblos originarios.

Pero por aquí, el criminal y su crimen tienen en los distintos capataces el control total de los medios y relaciones de producción y, claro, de los medios de información de paga a excepción de los alternativos. Así que, en la Universidad, por ejemplo, la tarea principal es la de sacar estudiantes como mercancías, bien formados y adiestrados, para seguir las órdenes del gran capital que ha hecho que la Universidad sea algo así como una empresa de control del producto, de su calidad. Pero nosotros no estamos de acuerdo con esto.

La rebeldía por ello es para el criminal como una hierba mala que es necesario eliminar a cualquier precio. Y si la agresión de los “porros” fue evidente, ese es el mensaje con toda impunidad: no pasará la rebeldía, algo así como en Acteal, en Ayotzinapa, con la muerte del profesor Galeano en tu comunidad y como lo fue el 2 de octubre de 1968 donde seguimos, como las madres y padres de Ayotzinapa, sin poder saber cómo llorar a tantas y tantos estudiantes desaparecidos, muertos, en su mayoría no identificados.

Volvemos a lo mismo, ya tenemos identificado al criminal y sus crímenes, pero están protegidos por el gran capital. Pero por estas tierras universitarias contamos con otro obstáculo para llegar al muro: se conoce poco de tu lucha por formar un equipo en tierras zapatistas, algo así como que se enteraron quienes habían ya nacido en el 1 de enero del 1994 y otras y otros que ni se han enterado, pero cada vez intentamos que sean más las y los estudiantes enterados.

Entonces, la plática política debe comenzar con dar esta información. Nosotras/os lo hacemos en ese espacio que se llama salón de clases, donde la referencia principal del proceso educativo que proponemos es tanto las comunidades zapatistas como el ezln, además de los referentes que hacen parte de nuestro proyecto que se llama lectura de la realidad en el aula. Pensar la práctica para transformarla. Los otros referentes son Paulo Freire, el psicoanálisis sociopolítico y nuestra propuesta principal de Pedagogía Erótica.

Aunque eres muy jóvena aún, dirás que eso de Freire algo has oído de tus papases y mamases cuando hablan de concientización y esas cosas, pero que de psicoanálisis sociopolítico y de la cosa esa de Pedagogía Erótica no sabes si es otra inyección que te quieren zampar (pero no tiene que ver tampoco con la sopa de calabazas, eso sí, así que tranquila). Y para que no te quedes con la duda, rápidamente te contamos que, primero para leer tanta crueldad y perversión del criminal y sus crímenes tuvimos que recurrir a conceptos como filicidio, fratricidio (psicoanálisis sociopolítico), como te hemos mencionado anteriormente, para identificar hasta dónde ha llegado ese criminal y sus crímenes.

La Pedagogía Erótica tiene su historia en ustedes, las y los zapatistas, y en nuestra propuesta original que caminaba con la praxis de Paulo Freire. En síntesis, ante tanta muerte producida por el criminal y sus crímenes, nació esta propuesta para entender el acto educativo como acto de conocimiento y acto político, como una propuesta de vida y construcción, de Eros para luchar contra su enemigo también inmortal, Tánatos.

Hoy nos preguntamos sobre la responsabilidad que tenemos en las aulas: ¿cómo cobijar a las y los estudiantes frente a la naturalización de la violencia y cómo darles acompañamiento en sus exigencias desde nuestro ser docente en el contexto de una pública cuya obligación es responder al pueblo.

Ahora bien, con la organización de estudiantes se impone la plática política porque de lo que se trata es de hacer explícita la relación política de la educación, no de convertir, como algunas/os docentes quisieran en un espacio de otra transmisión de conocimientos sin el contexto de la lucha social, la lucha de clases. O sea que, en el salón de clases la transmisión/creación de conocimientos es eminentemente un acto educativo siendo político, que implica compartir posturas sobre el muro con las y los estudiantes y que nos lleva siempre a invitarles a soñar con otras posibilidades para agrietarlo. Igual que en la lucha estudiantil, siendo un acto eminentemente político es un acto educativo (Freire decía que la educación no es la palanca de la revolución, pero toda revolución es pedagógica). Igual que jugar, que en este mundo en el que el juego se quiere hacer mercancía, defenderlo como lo haces tú y en colectivo, ya vas logrando que se mire una grieta más, alegre y rebelde.

Bueno, ya te seguiremos contando nuestras andanzas Defensa Zapatista, aunque sea a la distancia, quisiéramos jugar-defender-resistir contigo.

Gracias por estar ahí compartiendo tus enseñanzas y defendiendo la vida: la vida digna desde la digna rabia.

Equipo/colectivo Lectura de la Realidad: Andrea de Buen, Claudia Escobar, Miguel Escobar, Valeria Gil, Cora Jiménez, Mariagna Jiménez, Noemí Mejía, Fernanda Navarro, Mayra Silva, Merary Vieyra.

Fuente: https://desinformemonos.org/carta-defensa-zapatista-la-rebeldia-estudiantil/

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Las causas profundas del conflicto educativo.

El conflicto de la educación se está agravando porque se habla mucho de la rebelión estudiantil y poco de sus causas profundas. Tampoco se buscan soluciones creativas y, si fuera necesario, excepcionales, al problema educativo, ni siquiera a sus aspectos más obvios e inmediatos, como las ruinosas infraestructuras o la mala calidad de la enseñanza.

Por: Rolando Niella.

Lo primero que hay que tener claro es que el problema no es que los estudiantes estén en rebeldía. Por el contrario, los estudiantes están en rebeldía porque la educación es un problema. Un problema que tiene raíces muy profundas, causas arraigadas y enquistadas en el sistema político y administrativo de nuestro país.

No hay conciencia verdadera, no hay convicción real de la importancia de la educación y, en consecuencia, no hay preocupación sincera por la calidad de la educación ni voluntad política de hacer lo necesario para mejorarla. Cuando las autoridades hablan de “priorizar la educación”, se escuchan solo palabras sin contenido, que no pueden trasmitir una convicción de la que carecen.

No tiene conciencia del valor de la educación el Poder Ejecutivo. No tiene conciencia institucional del valor de la enseñanza el propio Ministerio de Educación, que está más bien organizado para la política que para administrar la educación, de manera que cambiar ministros no es suficiente para lograr que la maquinaria ministerial funcione como debiera.

Tampoco tienen conciencia del valor de la educación el Congreso Nacional y las fuerzas políticas que lo integran, como han demostrado ampliamente al no tratar durante meses el proyecto de Ley de Emergencia Educativa. Ni qué decir tiene que carecen de preocupación por la educación las Gobernaciones y las Municipalidades, que mayoritariamente malgastaron o malversaron el dinero de Fonacide.

No tiene conciencia del valor de la educación el Poder Judicial, que no ha tomado medida serias ante el despilfarro y la malversación del dinero de la educación y que parece más propenso a evitar las denuncias, ralentizar los procesos y mirar hacia otra parte, ante sucesos tan graves como escuelas ruinosas o derrumbadas o ante descaradas malversaciones y docentes fantasmas.

No tienen conciencia del valor y la importancia de la educación las propias autoridades académicas, que con poca vergüenza y ninguna autocrítica, ven caer año a año la calidad educativa en todas las mediciones internacionales de resultados académicos, tanto en la primaria como en la secundaria y la universidad, pero se vienen oponiendo a cualquier intento serio de reforma.

Ni siquiera todos los docentes que, con sus sueldos insuficientes y sus horarios desproporcionados, son tan víctimas de la falta de conciencia del valor de la educación como los estudiantes (pero que, como hemos visto ocurrir en la UNA, dicen que apoyan a los estudiantes pero votan en contra), parecen tener conciencia de la necesidad de una verdadera y profunda reforma educativa.

Por supuesto que en todas esas instituciones y estamentos habrá excepciones meritorias, pero las excepciones no son ni lo bastante numerosas, ni lo suficientemente poderosas para resultar realmente significativas. Inclusive la ciudadanía hasta hace poco estaba como anestesiada ante el problema educativo; aunque por fortuna ahora está tomando real conciencia del valor de la educación, gracias precisamente al enorme impacto que está teniendo la rebelión estudiantil.

Va para un año que esta situación de protestas y de medidas de fuerza, de instituciones educativas paralizadas y protestas sistemáticas se mantiene sin que se vean síntomas de solución. Por supuesto, la tensión se agrava porque el enojo de los estudiantes crece y su paciencia se agota.

El resultado es el que todos conocemos: Todas las carreras de la Universidad Nacional están en paro. Cada vez más estudiantes secundarios se suman a la rebelión y apoyan medidas de presión cada vez más fuertes. De hecho, si los escolares de la primaria no están también en rebeldía es solo porque no tienen la edad suficiente y no porque les falten motivos.

Retomando el principio de este artículo: el problema no es precisamente la rebeldía estudiantil; el problema es la educación, es la falta de conciencia de su importancia, es la poca voluntad política y académica de reformar profundamente el sistema educativo.

Hay que dejarse de tonterías, dejarse de escusas, dejar de decir “no hay dinero” (porque para robar sí hay), dejar de decir “no se puede” y conseguir el dinero y buscar creativamente la forma de poder. Eso es lo que se debe hacer ante una catástrofe como es hoy por hoy la educación, eso es lo que se hace ante una emergencia. Eso es lo que no se está haciendo y por eso los estudiantes siguen en rebeldía.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/las-causas-profundas-del-conflicto-educativo-1522155.html

Imagen: https://cdnmundo1.img.sputniknews.com/images/105935/96/1059359656.jpg

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Uganda: School Stuck With Marijuana-Smoking Pupils

África/Uganda/13 Agosto 2016/Fuente y Autor:ugandaradionetwork

Resumen: De acuerdo con las autoridades escolares, alrededor de  30 alumnos confesaron fumar marihuana durante una investigación. Y los alumnos de fumar marihuana a menudo incitan a sus compañeros de clase para perseguir a los profesores en sus aulas, todo esto fue revelado durante la investigación.

Marijuana usage has been proven among at least 30 pupils of Muyumbu primary school in Kyanamira sub-county in the western Kabale district and police has been asked to intervene.

According to school authorities, about 30 pupils confessed to smoking marijuana during an inquiry. And the marijuana smoking pupils often incite classmates to chase teachers from classrooms, the inquiry has found.

Charles Akankwasa, the head teacher of Muyumbu primary school, said he launched an inquiry after he was quietly told early last term that some of his pupils were smoking marijuana. He said during the inquiry, some of the pupils, mostly from marijuana-growing areas, confessed to smoking the banned substance.

Akankwasa said they have since reported the matter to police and the district leadership for possible intervention. According to Akankwasa, marijuana-smoking pupils are largely undisciplined, often absent from school and disrespect teachers.

A parent at the school, who declined to be named, said his son is a marijuana smoker. He said his son started smoking the banned substance after his friends convinced him that he would become strong.

Henry Alyang, the officer in charge of the Criminal Intelligence and Investigations department at Kabale Central police station, said marijuana growing and smoking have become a serious challenge to the district authorities.

According to Alyang, marijuana is openly grown in Ruhija and Ikumba sub-counties, among others. He said they have launched a crackdown on producers and consumers.

Sabit Kenneth Baabo, the Kabale district education officer, said in an interview that the situation at Muyumbu primary school is worrying and needs to be addressed immediately. Bridget Tumwesigye, the Kabale LC-V vice chairperson, decried the rate at which people in Kyanamira sub-county are growing marijuana.

Fuente de la noticia: http://ugandaradionetwork.com/a/story.php?s=87585

Fuente de la imagen: http://www.observer.ug/images/Marijuana-smoking.jpg

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Strategic lessons South Africa’s students can learn from the leaders of 1976

Africa/Sudafrica/Junio 2016/Autor: Editor / Fuente: theconversation.com

Resumen:  Hace cuarenta años, miles de niños de las escuelas de Soweto salieron a las calles para protestar contra el racismo y la insuficiencia de la educación bantú. Ese momento ha llegado a simbolizar el papel que los jóvenes han desempeñado y pueden desempeñar en la configuración del discurso político de Sudáfrica. Sigue siendo un punto de contacto para los estudiantes activistas de hoy.

This month forty years ago, thousands of Soweto school children took to the streets to protest the racism and inadequacy of Bantu Education. That moment has come to symbolise the role that young people have played and can play in shaping South Africa’s political discourse. It remains a touch point for student activists today.

The marches in June 1976 took shape around a unifying issue of immediate importance to the students: the imposition of Afrikaans as a teaching medium in black classrooms, whose curriculum was dictated by the then Department of Bantu Education.

Images from the march are filled with posters proclaiming “To Hell With Afrikaans” and “Vorster and Kruger are rubbish”. This refers to John Vorster, the prime minister of South Africa and one of apartheid’s architects, and his police minister Jimmy Kruger.

The juxtaposition of these claims is an important one. It speaks to how Soweto children began to straddle the space between local and immediate concerns and a national political agenda. This enabled them to transcend the issues of their classrooms and rejuvenate the struggle against apartheid on a national, and indeed international, scale.

Forty years later South Africa is again in the midst of a political movement led by students – this time on university campuses across the country. Today’s student activists are often compared to the generation of 1976. In mass marches through Johannesburg and Pretoria the form of their protest has prompted the comparison.

In their articulation of ideologies like Black Consciousness they echo some of the key thinkers of that period. But their protests remain largely constrained by the campuses on which they happen. In light of these struggles, it is useful to consider how the students of 1976 tackled similar problems.
The Afrikaans issue

The Afrikaans Medium Decree of 1974 declared that in black schools across South Africa Afrikaans must be used equally with English as a medium for teaching non-language subjects like mathematics and social sciences.

Students and teachers alike struggled to teach and learn in a language for which they were ill-trained and ill-equipped with textbooks and other materials.

Historian Helena Pohlandt-McCormick has written that the Afrikaans medium policy “embodied everything that was wrong with Bantu Education”. She points to its disregard of sound pedagogy, and, more importantly, of the voices of the parents, teachers, and learners on whom it was imposed.

By the middle of the 1976 school year, students had organised themselves in individual protests. Many focused on the imposition of Afrikaans, others addressed student-teacher relations and corporal punishment at individual schools.

They were inspired and encouraged to connect these issues to the broader political system by a range of influences in their homes, communities, and classrooms. Among these were university students who had been “conscientised” through the Black Consciousness Movement and expelled from rural “bush” universities during waves of protest in 1972 and 1974. The most prominent of these was Ongkopotse Tiro.

After Tiro was expelled from the University of the North (today the University of Limpopo, outside Polokwane), where he was a prominent student leader and Black Consciousness proponent, he took up a job teaching history at Morris Isaacson High School in Soweto.

Though he was fired in 1973 and killed in exile in Botswana in 1974, some of his students, including Tsietsi Mashinini, became key leaders in the 1976 uprising.

Addressing structural oppression

Tiro and other young teachers encouraged their students to connect the particular grievances of their own situation – the inequities and injustices of Bantu Education – to the structural oppression meted out by the apartheid state.

This was a lesson students brought to their organisation of the protests on 16 June, and one that played an increasingly important role in the weeks and months that followed. Students in the Soweto Students Representative Council (which compromised many of the student leaders who had organised the June 16 march) called for their parents to stay away from work, and to boycott white-owned shops and products. By August the committee focused its energies on organising a student and worker stay away for the end of the month. According to Sibongile Mkhabela, a member of the SSRC, this was intended to achieve

A few months later students rallied their families to participate in a Black Christmas to mourn those who had been killed by police since June.

June 16 forty years later

University students of 2015-16 have some key things in common with their 1976 predecessors. They have changed the tenor and shape of political discussion around education in South Africa, more effectively than any other single movement since 1994.

They have re-interrogated the ideologies that animated students in 1976. Their engagement with Black Consciousness and Biko, with Fanon and with pan-Africanism has led to a movement to decolonise universities’ faculty and curricula.

But today’s students have struggled to move their activism beyond universities. Not withstanding significant gains in the movement to end the exploitative practice of outsourcing jobs on campuses, for which the Fallist movements of 2015-16 deserve a great deal of credit, student movements today have yet to create enduring alliances with workers outside the university, or with school students.

Beyond shared ideology, the 1976 generation, and, perhaps even more so, the university students of the early 1970s who taught and inspired them, may offer some strategic lessons.

Fuente de la noticia: https://theconversation.com/strategic-lessons-south-africas-students-can-learn-from-the-leaders-of-1976-60976?utm_medium=email&utm_campaign=Latest%20from%20The%20Conversation%20for%20June%2016%202016%20-%205046&utm_content=Latest%20from%20The%20Conversation%20for%20June%2016%202016%20-%205046+CID_b1041287879346882e9701d45128fdd1&utm_source=campaign_monitor_us&utm_term=Strategic%20lessons%20South%20Africas%20students%20can%20learn%20from%20the%20leaders%20of%201976

Fuente de la imagen: https://62e528761d0685343e1c-f3d1b99a743ffa4142d9d7f1978d9686.ssl.cf2.rackcdn.com/files/126544/width926/image-20160614-22383-bci5v9.jpg

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