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Chile: Reforma con miedo a la huelga

SurySur/30 de abril de 2016/Por. Manuel Hidalgo

ch reforma laboral

Los más genuinos representantes políticos del gran capital, agrupados en Chile Vamos, no tardaron ni 24 horas en presentar un requerimiento ante el Tribunal Constitucional objetando los cuatro avances más sustantivos que contiene la reforma laboral aprobada por el Parlamento, en dirección a recuperar regulaciones mínimas consistentes con el Derecho del Trabajo a nivel internacional. Y como era de esperar, el Tribunal declaró la admisibilidad del requerimiento.
La apelación se dirige a resguardar la vigencia de normativas claves impuestas en dictadura, que imponen límites a la sindicalización, la negociación colectiva y a la huelga. Los “grupos negociadores”, la facultad del empleador de extender a voluntad los beneficios de una negociación colectiva a quienes no hayan sido parte de ella, el no acceso de los sindicatos a información detallada sobre costos de personal, la imposibilidad de negociar colectivamente para los sindicatos interempresa sin el consentimiento de los empleadores, son los handicaps patronales que la reforma laboral pone en cuestión.
En ellos se concentra el rechazo del empresariado, que no obstante cuenta con muchas otras regulaciones que no serán tocadas, a pesar que la reforma fortalece sus planes de contingencia para encarar las huelgas y abre espacio para flexibilizar aún más las relaciones laborales.

Menos grupos negociadores: ¿”monopolio sindical”?ch cut
Mantener la figura legal de grupos de trabajadores que se unen para el solo efecto de negociar colectivamente, es importante para impedir que el sindicato sea el único camino para alcanzar un contrato colectivo. Los “grupos negociadores”, regularmente promovidos desde la gerencia, abren una posibilidad competitiva y de “menor costo” para los trabajadores que anhelan un contrato colectivo, ya que no hay cuotas sindicales de por medio. La reforma aprobada por el Parlamento no los elimina por completo: “En las empresas en que no exista organización sindical con derecho a negociar colectivamente (…) los trabajadores podrán unirse para el solo efecto de negociar con su empleador” conforme a reglas mínimas de procedimiento, para lo que se llama una “negociación semi-reglada”, conducente a un “acuerdo de grupo negociador”, que será igualmente reconocido como instrumento colectivo.
Por lo demás, no es éste el único mecanismo legal hoy existente para desestimular la sindicalización por parte del empresariado. También pueden recurrir a extender uno o más beneficios alcanzados por el sindicato a quienes no sean parte de él; e incluso más, a otorgar similares y mejores beneficios a quienes no hayan negociado colectivamente, con lo que les ahorran a éstos cualquier compensación al sindicato por este hecho.Y es por ello que el punto que probablemente les provoca mayor preocupación y repulsa en esta reforma laboral es que se consagra y recupera la titularidad sindical, y se condiciona la extensión de beneficios a los no sindicalizados a la existencia de un acuerdo previo (e improbable) con el sindicato.
El nuevo artículo 323 establece: “La afiliación sindical otorgará de pleno derecho a los nuevos socios los beneficios del instrumento colectivo suscrito por la organización sindical a la que se incorporen, conforme a los requisitos establecidos en dicho instrumento, a partir de la comunicación de la afiliación al empleador”.
Para los empleadores, esta normativa es un restablecimiento de un “monopolio sindical”. Los trabajadores de una empresa sólo podrán acceder a los términos de un contrato colectivo existente, incorporándose al sindicato que lo vaya a pactar o lo haya pactado. Hasta ahora, no sólo el contrato colectivo pactado por un sindicato no era extensible a los socios que se afiliaran con posterioridad a su firma, sino que el empleador unilateralmente podía extender uno o más beneficios del contrato colectivo a otros trabajadores no sindicalizados, lo que conllevaba para éstos el tener que aportar el 75% de la cuota sindical, si cumplían labores similares a los sindicalizados.
La falacia del “monopolio” radica en que la política de remuneraciones y beneficios vigente en las empresas rara vez está delimitada y definida estrictamente por lo que se acuerda en el marco de negociaciones colectivas. Los empleadores determinan unilateralmente las escalas y bandas de remuneración por cargo que imperan en sus empresas, si es que los tienen y no aplican la arbitrariedad más olímpica en materia salarial. Y otorgan reajustes no pactados a su personal, por móviles a veces definidos y a veces no. De manera que en modo alguno lo pactado en contratos colectivos se torna determinante de lo que un trabajador puede percibir en materia salarial. Y lo mismo ocurre en relación a beneficios laborales o sociales.
Es más, se puede claramente desprender que la práctica patronal de promover un sindicato favorito que le raye la cancha a los demás sindicatos al interior de la empresa, se intensificará como alternativa ante este nuevo ordenamiento legal.

Miedo a la huelga sin reemplazantesch marcha cut
El nuevo artículo 347, aprobado por la reforma, señala taxativamente: “Se prohíbe el reemplazo de trabajadores en huelga”. Sin embargo, al mismo tiempo, se incluye todo un capítulo de “Limitaciones al ejercicio del derecho a huelga”, que incluye un deber inédito de los sindicatos: proveer el personal necesario para los servicios mínimos que permitan “proteger los bienes corporales e instalaciones de la empresa y prevenir accidentes, así como garantizar la prestación de servicios de utilidad pública, la atención de necesidades básicas de la población, incluidas las relacionadas con la vida, la seguridad o la salud de las personas, y para garantizar la prevención de daños ambientales o sanitarios”. Sindicato y empresa deben ponerse de acuerdo en quiénes integrarán los equipos de emergencia que realizarán estos trabajos, lo que deberá acordarse antes de la negociación colectiva y precisarse al inicio de ésta.
En un título posterior se especifica además que: “El empleador en el ejercicio de sus facultades legales, podrá modificar los turnos u horarios de trabajo, y efectuar las adecuaciones necesarias con el objeto de asegurar que los trabajadores no involucrados en la huelga puedan ejecutar las funciones convenidas en sus contratos de trabajo, sin que constituya práctica desleal ni importe una infracción a la prohibición de reemplazo”. Lo que claramente fortalecerá los planes de contingencia patronal frente a la eventualidad de la huelga, habilitando las medidas de reemplazo interno.
Se reitera además un artículo que define empresas en las que los trabajadores no pueden declarar la huelga y en caso de no llegar a acuerdo en el plazo para las conversaciones directas, deben recurrir a un arbitraje obligatorio: aquellas que “atiendan servicios de utilidad pública o cuya paralización cause grave daño a la salud, a la economía del país, al abastecimiento de la población o a la seguridad nacional”. Esta calificación recae en una definición conjunta de los ministros del Trabajo, Defensa y Economía, que esta vez durará no uno, sino dos años. Cabe hacer presente que un total de 96 empresas están hoy en esta lista.

Derecho a informacion de los sindicatosch reforma laboral1
La reforma laboral incluye varios artículos nuevos respecto de la información a que tendrán derecho a acceder los sindicatos. Se establecen derechos a información periódica en las grandes empresas, a información periódica en micro, pequeñas y medianas empresas, a información específica para la negociación colectiva, a información por cargos o funciones de los trabajadores en las grandes y medianas empresas y el derecho a requerir información por vía administrativa y judicial.
Desde 1995 la única información que era exigible legalmente estaba establecida en el artículo 315 del Código del Trabajo, dando derecho a conocer los estados financieros de la empresa de los últimos dos años y el costo global del personal del último año, previo a una negociación colectiva. Lo que claramente resultaba insuficiente.
A pesar de que en las grandes empresas es práctica generalizada la entrega a los sindicatos de la planilla de renta total anual mensualizada (RTAM), detallada por haberes y beneficios de sus afiliados, junto con la especificación de su cargo y fecha de ingreso a la empresa para los efectos de la negociación colectiva, esta práctica no estaba establecida hasta ahora en la ley. La reforma lo hace, pero exige que los sindicatos hayan sido autorizados expresamente para ello en sus estatutos o que cuenten con la autorización expresa de cada trabajador.
La apelación de Chile Vamos ante el Tribunal Constitucional cuestiona esta normativa porque “lesiona el principio de reserva de las remuneraciones sobre la base del derecho a la privacidad”. Este alegato resulta absurdo cuando de lo que se trata es de que el sindicato pueda contar con información real y detallada del costo salarial, ya que sólo así puede dimensionar adecuadamente su proyecto, las ofertas de la empresa y evaluar los resultados económicos de su acuerdo.
Otro avance concreto en esta materia es que los sindicatos de empresa podrán una vez en cada año calendario solicitar a las grandes empresas información sobre remuneraciones asignadas a trabajadores de los diversos cargos o funciones de la empresa, incluyendo los cargos ejecutivos o dependientes del establecimiento ante quienes los trabajadores deban plantear sus peticiones, reclamos, consultas y sugerencias.

Apuesta por ampliar derecho a negociacion de sindicatos interempresaschile protesta-estudiantes
En subsidio de la negociación ramal o supraempresa, el Ejecutivo y los legisladores hacen una apuesta por ampliar el ejercicio del derecho a negociar colectivamente por la vía de establecerlo para los sindicatos interempresa, que hasta ahora sólo accedían a él cuando contaban con el consentimiento de los empleadores respectivos.
Para estos efectos, los sindicatos interempresa deberán agrupar a trabajadores que se desempeñen en empresas del mismo rubro o actividad económica. Asimismo, para negociar colectivamente en una empresa, el sindicato interempresa deberá contar con un total de afiliados no inferior a 25 que representen no menos del 10% del personal, si se trata de empresas con más de 50 trabajadores; y de 8 trabajadores que representen no menos del 50% del personal con derecho a negociar, si se trata de empresas con 50 o menos trabajadores. Sin embargo, en la micro y pequeña empresa(1) será voluntario o facultativo negociar con el sindicato interempresa.
Equívocamente, el requerimiento de Chile Vamos ante el Tribunal Constitucional alega que se está abriendo paso a una negociación ramal y reclama que la negociación de los sindicatos interempresa sea siempre de mutuo acuerdo con los empleadores.

Pactos sobre condiciones especiales de trabajo: legalizar la mayor flexibilidad
chile mineros cobreAmpliando sustancialmente el espacio legal para pactar las condiciones de trabajo, la reforma laboral establece un título al respecto, que en varios artículos regula la posibilidad de pactos sobre sistemas excepcionales de jornada de trabajo y descanso, pactos de horas extraordinarias, pactos sobre tiempo de preparación para trabajar y jornada pasiva, pactos sobre distribución de jornada de trabajo semanal y pactos para trabajadores con responsabilidades familiares. El mínimo de representatividad que deberán tener los sindicatos que concurran a estos pactos en una empresa es que agrupen al menos un 30% del total del personal. La duración máxima de estos pactos será de tres años.
La lógica de estos pactos es continuar haciendo funcional la vida del trabajador y de su familia a las necesidades de la empresa y del mercado. Lo que tiene efectos perniciosos en la salud física, mental y familiar de los trabajadores. Quizás conscientes del rechazo que esta normativa puede alcanzar, en las disposiciones transitorias de esta reforma laboral se establece que esta normativa específica entrará en vigencia sólo treinta meses después de su publicación.
En resumen, la reforma laboral contiene algunos avances parciales significativos para restablecer la potencialidad de los sindicatos y su eficacia en el campo de la negociación colectiva. Pero no sólo mantiene un debilitado derecho a huelga, sino que incluye espacios de mayor flexibilidad laboral que resultan un flanco para que se sigan extendiendo las amarras de los trabajadores a los requerimientos del empresariado. Esto en lo sustancial.
Imposible decir que esta reforma signifique el principio del fin del Código del Trabajo patronal que legó la dictadura.

Notas
(1) El actual artículo 505 bis señala: “Se entenderá por micro empresa aquella que tuviere contratados de 1 a 9 trabajadores, pequeña empresa aquella que tuviere contratados de 10 a 49 trabajadores, mediana empresa aquella que tuviere contratados de 50 a 199 trabajadores y gran empresa aquella que tuviere contratados 200 trabajadores o más”.

(*) Economista-asesor sindical. Publicado en “Punto Final”, edición Nº 850, 29 de abril 2016.

Fuente: http://www.surysur.net/chile-reforma-con-miedo-a-la-huelga/

Imagen: https://www.google.com/search?q=protestas+en+chile&espv=2&biw=1366&bih=623&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiu0Z-b7bjMAhWMlR4KHf_cDDsQ_AUIBigB#imgrc=D5tvHwUOdpYSHM%3A

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España. El PSOE rechaza tres de las treinta medidas propuestas por Compromís

España/26 abril 2016/ Autor: Elsa García de Blas/ Fuente: El País

Los socialistas no aceptan los cinco puntos de la PAH, reestructurar la deuda y derogar su reforma laboral.

Un total de 30 medidas para lograr un acuerdo programático que dé lugar a un Gobierno progresista ha sido la oferta de última hora de Compromís, a la que han bautizado como “Acuerdo del Prado”, en alusión a la pinacoteca madrileña. La propuesta de la coalición valenciana está estructurada en cinco bloques —“rescatar personas, regeneración y lucha contra la corrupción, gobernar para las personas, nuevo modelo productivo, el Estado y Europa”— y ha sido aceptada casi en su totalidad —en lo programático— por el PSOE, que solo ha puesto reparos a tres de las 30 medidas.

Los socialistas no aceptan las cinco medidas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), reestructurar la deuda y derogar su reforma laboral, aunque sí la del PP. El PSOE ha añadido, eso sí, dos condiciones, una de las cuales supone negar la propuesta de Compromís de un Gobierno de coalición: un Ejecutivo monocolor presidido por Pedro Sánchez con independientes y que las formaciones firmantes se comprometan a aprobarle dos presupuestos generales. A cambio, ha ofrecido que Sánchez se someta a una moción de confianza en junio de 2018.

Compromís plantea garantizar las necesidades vitales básicas de todos los ciudadanos con un ingreso vital mínimo, asegurar la dotación de la Ley de dependencia, aprobar medidas contra la violencia de género e impulsar un plan de empleo juvenil y contra la “fuga de cerebros”. Entre las medidas de rescate social, la coalición valenciana incluye también “las cinco propuestas de la PAH”, donde choca con el PSOE.

Los socialistas matizan en el documento de contraoferta que han distribuido a partir del de Compromís que adoptarían medidas contra los desahucios, “en línea con las propuestas de la PAH”, pero sin aceptar las cinco. Esas exigencias de la plataforma antidesahucios incluyen la dación en pago retroactiva, mientras los socialistas llevaban en su programa la dación en pago (que la entrega de la vivienda salde la deuda) pero no retroactiva.

En materia de regeneración y lucha contra la corrupción no hay discrepancias y el PSOE asume las medidas de derogar la Ley mordaza, prohibir las puertas giratorias, reformar el sistema electoral (no se especifica cómo) y “despolitizar el Tribunal Constitucional y el CPGJ”. En el caso de las puertas giratorias, los socialistas darían un paso adelante, ya que llevaban en su programa solo limitar a cinco años la incompatibilidad de los cargos públicos para incorporarse a empresas del sector en el que hubieran tenido responsabilidades de regulación o gestión.

Dos escollos

En el bloque de “gobernar para las personas”, el PSOE encuentra dos escollos en la propuesta de Compromís: la reforma del artículo 135, que establece un límite de déficit en la Constitución, y la derogación de la reforma laboral. La redacción del documento de los valencianos dice: “Reformar el artículo 135 de la CE, priorizar el gasto social y reestructurar la deuda”. Los socialistas eliminan de su redacción alternativa la reestructuración de la deuda y en lugar de priorizar el gasto social escriben lo siguiente: “Asegurar la dotación suficiente para la protección social y los grandes servicios públicos”.

El punto 16 recoge otro problema: mientras Compromís quiere derogar las reformas laborales de 2010 y 2012, el PSOE pretende solo tumbar la del PP (2012), y no la suya (2010). El acuerdo incluiría también una nueva ley educativa, la sanidad universal (se entiende, reincorporando a los inmigrantes irregulares) y una ley de igualdad efectiva de personas LGTB.

Reconvertir el ICO en una banca pública, una reforma para “adoptar una fiscalidad justa”, un nuevo sistema de financiación autonómico y reconocer “la deuda histórica del Estado con las comunidades” son otras de las medidas incluidas en el “Acuerdo del Prado”, así como renegociar los programas de estabilidad con la Unión Europea. El problema territorial se propone abordar mediante la fórmula del PSOE: “Avanzar hacia un modelo federal”. El referéndum de independencia en Cataluña no es mencionado ni por Compromís ni por el PSOE para explicitar su oposición al mismo.

ASÍ SE FRAGUÓ LA PROPUESTA DE ACUERDO DEL PRADO

El joven diputado Ignasi Candela, de Compromís, tuvo la idea este lunes por la mañana en el Congreso. ¿Y si lanzaban una propuesta in extremis? Inspirado en el Acuerdo del Botánico, que dio lugar al Gobierno valenciano y que ha sido también la apuesta política de Podemos, pergeñó la idea. En la Cámara baja estaban trabajando el lunes dos de los cuatro parlamentarios de la coalición valenciana: además de Candela, el diputado Enric Bataller, que tenía que participar en la Comisión de Justicia. Candela, economista de formación, se puso en marcha y redactó un borrador del pacto, al que propuso llamar “Acuerdo del Prado” en referencia a la pinacoteca, como “símbolo de la cultura y de la diversidad”.

Por la tarde, los dos diputados se repartieron las llamadas y avisaron a Mónica Oltra, vicepresidenta valenciana y coportavoz de Compromís, y al resto de la Ejecutiva del partido. Todos estuvieron de acuerdo en hacer el último intento de evitar las elecciones. Oltra se había reunido a primera hora de la tarde con el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, en Valencia, porque este se había desplazado allí para participar en un acto del partido. Pero según Compromís, Podemos no supo de su propuesta hasta este martes por la mañana, como el resto de formaciones aludidas por la propuesta (PSOE e IU). El portavoz de En Comú Podem, la alianza catalana de Podemos, se ha quejado por ello: “Estaría bien que nos hubiera llegado antes».

Hasta última hora de la noche, en Compromís se afanaron en retocar el documento, de 30 medidas. Este martes, poco después de las nueve, se lo han remitido a las tres organizaciones. Tras la rueda de prensa en el Congreso, los cuatro parlamentarios de la coalición valenciana recibían con nervios la noticia de los periodistas de que el PSOE la aceptaba en gran medida. “Vamos, vamos…”, se han animado con entusiasmo. La esperanza de un acuerdo se ha disipado rápido, después de que los socialistas dejaran claro que no romperían su pacto con Ciudadanos.

Fuente de la Noticia:

http://politica.elpais.com/politica/2016/04/26/actualidad/1461670767_843486.html

 
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EEUU: Central States Retirees A Wave of Organized Wrath

Labornotes/ Jane Slaughter

As they picketed in downtown Detroit Friday over cuts to their pensions, some retired Teamsters were quick to point out that they were not the worst off. “I’ve still got my health and a part-time job that keeps me busy,” said Jim Carothers.

Carothers is facing a 60 percent cut to the pension he earned over 34 years as a carhauler, driving finished autos from the assembly line to dealerships. On July 1 his benefit would fall from $40,000 a year to $16,000, under a proposal from the Central States Pension Fund. But “I’m one of the lucky ones,” he says.

Carothers cites fellow Teamsters who will lose their homes, and a couple who are caring for their 39-year-old severely disabled daughter. “What’s going to happen to those folks?” he asks.

The Detroit picket was one of five this weekend called by angry Teamster retirees under the rubric of “March Madness,” with actions also held in Kansas City, St. Paul, Columbus, and Dunn, North Carolina. They are part of awave of organized wrath over the Central States Fund’s plan to slash existing retirees’ pensions by 50 to 60 percent.

“We haven’t seen this many people coming out to rallies, ever,” said Pete Landon of Teamsters for a Democratic Union, which is helping the organizing. Eight hundred filled a hall last month in Detroit. Columbus and Kansas City drew 500 and 1,200, Minneapolis 750, Milwaukee 300, Cincinnati 200, Houston 300. Retirees have formed “Committees to Protect Pensions” in 20 cities, with Facebook pages set up in a dozen more.

410,000 Livelihoods at Stake

They plan to descend on Washington, D.C., April 14 to support the Keep Our Pension Promises Act (KOPPA) and to ask the Treasury Department to reject the Central States proposal, which will hurt 410,000 Teamsters in 25 states from Florida to Minnesota.

In February, Rita Lewis, widow of a Cincinnati retiree who was a leader of both the pension movement and the Teamster reform movement, asked the Senate Finance Committee for bipartisan Congressional action to help the retirees. The movement has generated two bills in Congress.

KOPPA, introduced by Senator Bernie Sanders and Congresswoman Marcy Kaptur of Ohio, would solve the Central States’ underfunding problem by providing backstop money for the Central States retirees whose companies ran away or went bankrupt. The money would come from closing certain corporate tax loopholes.

A second bill, introduced by Republican Senator Rob Portman of Ohio, would at least give retirees a fair vote on the issue, allowing them to say no and work for a better solution (as it stands, their vote can be vetoed by the Treasury Department). Many Congressional reps and senators have signed on to the retirees’ call for Treasury to reject the Central States plan as presented.

“The retirees have learned how to be citizen lobbyists, backed by a movement,” said Landon. They have been aided by thePension Rights Center, which has provided both organizing savvy and technical help on alternative fixes to the problem.

It Takes Your Dignity


Teamster retirees are rallying by the hundreds and thousands against the Central States Fund’s plan to slash existing retirees’ pensions by 50 to 60 percent. Photo: Jim West, jimwestphoto.com.

Terry Elswick, 57, spent 33 years as a claims clerk for a freight company. Now she walks with a cane. “It broke my heart to retire,” she says. She could not go back to work after a broken back, and says the Fund encouraged her to take early retirement.

“Now they treat us like we’re shamming the Fund,” she says. “It takes your dignity.”

Fund trustees—half from management, half from the Teamsters—want to cut her benefit from $2,850 a month to $1,400. She doesn’t know whether she and her husband, who is facing a similar cut, will be able to keep their home. “We’re used to helping our kids,” Elswick said. “We won’t be able to do that anymore.”

Her husband points out that the Fund’s resources plummeted while it was supposedly under the watchful eye of the federal government. A 1982 consent decree, designed to rid the Fund of corruption, turned over management of much of its assets to Wall Street firms such as Goldman Sachs. These firms collected more than a quarter-billion dollars in fees just in 2009-2013.

For a while, the Fund was flush—so flush that the IRS ordered the trustees to either take in less money or pay out more. They started sending retirees a 13th check each year, and later instituted “30-and-Out” and then “25-and-Out.”

Retirees made plans accordingly, not knowing that their union president and UPS would impoverish the Fund (see sidebar). “I won’t be making any major purchases, that’s for sure,” said Billy Scott, 68, of Detroit. “You just hope to have enough to cover your medications and your doctor’s bill co-pays.”

Scott was in on national negotiations with the carhaul companies for 12 years. “You tell the members, ‘everyone wants a raise, but you need money for the pension contribution,’” he explained. “You ask people to give up a wage increase to stabilize their pension.”

Snowball Is Rolling

Scott is concerned that “if we fail, it will start a snowball. There are 10 million people in multi-employer funds, that this could happen to next. And who’s to say they won’t pass a new law for single-employer funds, too? There are lots of pension funds that are in trouble.”

The Upstate New York Pension Plan, covering 35,000 Teamsters, has just announced its own first steps to slash benefits, as have a small Teamster plan in New Jersey and an Ironworkers fund based in Cleveland.

The Boston College Center for Retirement Research lists 100 troubled funds that could apply to cut members’ pensions. A United Mine Workers fund, for example, has 115,120 participants, almost all of them retired; fewer than 12,000 are still working and thus paying into the fund.

At a recent hearing, Senator Ron Wyden of Oregon condemned the 2014 law and called the state of multi-employer pensions a “public policy emergency.”

Wayne and Jeni Ottney drove from Eaton Rapids, Michigan, to join the line. Wayne said he retired when his freight company started laying off, so that a younger man could have his place. Now, facing a 50 percent cut at the age of 65, “they try to tell me I can go back to the job.

“I always worked afternoons, for 35 years,” Wayne said. “I missed my children growing up—for a pension.”

Now he worries that one of those children also has a target on his back. His son is a union Sheetmetal worker whose pension is also in a multi-employer fund.

One auto worker joined the Teamster picketers in Detroit: Ford employee Jason Krzysiak. His Teamster father is facing draconian cuts. “You have conversations with your little ones,” he said, “what your word means, what a promise means. And then they see the struggles grandpa’s going through…”

As of last fall’s contract, Krzysiak said, his Ford pension was secure. He’s a 20-year employee. But he pointed out that Big 3 workers hired since 2007 don’t have pensions. “If this is the way the UAW is going with the new-hires, what security is there for me as a legacy employee?” he asked. “A generation ago, it seemed more secure.”

Why These Cuts?

In 2008 President James Hoffa allowed United Parcel Service, by far the largest employer of Teamsters, to pull out of the Central States Pension Fund, the nation’s second-largest multi-employer pension plan.

If 45,000 UPS workers in the Central States area were still members, the Fund’s annual income would be more than double what it is now.

The Fund lost $8.8 billion in the stock market crash of 2008. Central States projects that it has only $18 billion available to pay the $34 billion it owes to current and future retirees. Ten years from now, the Fund director claims, it could become insolvent, with retirees dumped into the severely underfunded Pension Benefit Guaranty Corporation (PBGC).

In December 2014 Congress passed the Multiemployer Pension Reform Act (MPRA) after heavy lobbying from Central States, with no public hearings and no debate. Neither the House nor the Senate voted on the bill directly; it was attached to the omnibus budget bill, literally in the middle of the night.

The new law allows multi-employer funds to cut benefits to existing retirees, which until then had been illegal under ERISA.

The PBGC, the public agency set up as a backstop for troubled pension funds, does not have enough money to deal with a Central States default. PBGC is not backed by federal money but exists solely on the relatively small required contributions from employers and plans.

Jane Slaughter is a former editor of Labor Notes.
Fuente original: http://www.labornotes.org/2016/03/central-states-retirees-wave-organized-wrath
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