Page 2 of 2
1 2

Manos Unidas financia 16 proyectos contra la trata y el tráfico humano en ocho países

Asia/Africa/29 de Julio de 2016/Fuente: Compromiso RSE

El próximo 30 de julio se celebra, por tercera vez en la historia, el Día Mundial contra la Trata, que tiene como objetivo “concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y promocionar y proteger sus derechos”. Fue establecido por la ONU en 2013 para poder impulsar una “respuesta internacional, colectiva y global” ante esta grave situación, considerada una nueva forma de esclavitud de nuestros días y un “delito y una grave amenaza a la dignidad y la integridad física de las personas, los derechos humanos y el desarrollo”.

Desde Manos Unidas llevan décadas luchando contra la pobreza y sus causas, que son también origen y consecuencia de las situaciones de trata y tráfico humano. Y es que, el delito de la trata es un problema global, con víctimas de hasta 152 nacionalidades localizadas en 124 países del mundo y que se mueven a través de hasta 510 corrientes intrarregionales y transnacionales que, en el 5% de los casos, atraviesan el mundo entero y que tienen por víctimas a las personas de las regiones más pobres de Asia Oriental y Meridional y del África subsahariana.

Por eso, en los últimos seis años Manos Unidas ha financiado con 1.151.852 € la realización de 16 proyectos especializados en la prevención del tráfico humano y el rescate y reinserción social y familiar de sus víctimas en países como India, Laos, Vietnam, Kenia, Benín, Togo, Gabón y Perú.

India, Togo y Gabón

El distrito de Kandhamal (Odisha), es uno de los más pobres de la India, y la mayoría de su población, con gran número de aborígenes y descastados, vive con menos de 1€ al día. Por eso, los índices de migración son muy elevados, y las persecuciones contra las minorías cristianas sufridas en 2008 aumentaron aún más la huida de la población. Las mafias han aprovechado la situación y captan a las víctimas ofreciéndoles falsos trabajos en otras ciudades. La pobreza y la ignorancia son los colaboradores necesarios en este drama. “Las personas acaban siendo explotadas laboralmente, prostituidas o incluso usadas para el tráfico de órganos. Pierden sus propiedades y sus viviendas al irse y si quieren regresar, ya no tienen nada”, explica Father Manoj, director de la organización Jana Vikas, socia de Manos Unidas. ” Y si las mujeres se quedan embarazadas, sufren, además, la estigmatización y rechazo de su entorno, lo que las obliga a abandonar sus hogares o no regresar más, y sin formación, caen en la prostitución”, asegura Manoj.

Manos Unidas apoya desde 2011 con 65.249€ el “Programa de prevención y rehabilitación contra el tráfico de mujeres” que lleva a cabo la organización Jana Vikas perteneciente a los Servicios Sociales de la Diócesis de Cuttack y que acaba de ser renovado hasta finales de 2018 con otros 90.374€ de inversión. Su objetivo es realizar programas de sensibilización y prevención contra la trata centrados en unas 3.300 mujeres jóvenes y niñas, las más afectadas por la trata o tráfico humano con objetivos de explotación sexual y laboral. En coordinación con otras instituciones y con las autoridades locales, rescatan a las víctimas de la trata y les ofrecen oportunidades de reintegración social a través de centros de acogida, donde reciben apoyo psicológico y formación laboral.

Togo y Gabón son, respectivamente, países de origen y destino de menores víctimas de tráfico. Aquí, las personas que trabajan para los traficantes van a los pueblos y engañan a jóvenes y a sus padres, ofreciendo una vida mejor si se van con ellos y que podrán estudiar y ganar mucho dinero para ayudar a sus familias. Los pequeños abandonan el pueblo y las fronteras de Togo hacia Benín y Nigeria, y allí son embarcados en una patera para viajar durante cuatro días por mar hasta llegar a Libreville (Gabón). Las chicas son colocadas para trabajar en casas donde no recibirán nada o en los puestos del mercado como vendedoras ambulantes, sin derecho a la escuela ni a un sueldo y con una salud y alimentación precarias, además de sufrir golpes de sus patronas, quienes les impiden el contacto con su familia.

Centro de Formación en Derechos de la Infancia

Manos Unidas ha financiado con 57.653 euros a las Carmelitas de la Caridad “Vedrunas” para construir en Togo, país de origen del tráfico infantil, el Centro de Formación en Derechos de la Infancia-“Kekeli’ al que asisten desde diciembre de 2015 más de 700 niñas del mercado de Hanoukope, a las afueras de Lomé, capital de Togo. Allí son acogidas tras la experiencia de trata y explotación que han vivido y reciben educación, formación y apoyo jurídico. Y en Gabón, país de destino del tráfico infantil, se ha apoyado con 38.878 € el proyecto “Formación y prevención comunitaria contra el maltrato infantil”, que comenzó en 2013 y que se desarrolla a través de la asociación “Arc en Ciel” en el centro Espoir y en Moanda, zona rural a las afueras de la capital Libreville. Allí 970 niños en situación de vulnerabilidad están recibiendo formación y sensibilización sobre las posibles situaciones de trata y abusos a los que pueden verse sometidos, ya que, como asegura la misionera española Covadonga Orejas, responsable de estos proyectos: “la causa más profunda de la esclavitud infantil y del maltrato es la pobreza y la ignorancia”.

Fuente: http://www.compromisorse.com/rse/2016/07/28/manos-unidas-financia-16-proyectos-contra-la-trata-y-el-trafico-humano-en-ocho-paises-/

Fuente de la imagen: http://tecnologiabyqg.blogspot.com/2015/04/de-personas-la-trata-de-personas-o.html

Comparte este contenido:

Adolescentes en el encierro. La intervención pedagógica como abordaje

Por: Mauro Berchi

  • Cualquier adulto en contacto con jóvenes detenidos puede resultar “su Referente, su Otro” e intervenir en forma pedagógica en su vida.
  • No existen razones de fondo que impidan trabajar, al mismo tiempo o de forma integrada, controlando al detenido y estableciendo con él lazos empáticos o de características no represivas.
  • Se entiende que la “seguridad” depende del “vínculo”.

Introducción: datos y políticas públicas

La delincuencia juvenil (sus razones, su crecimiento y proliferación, y sus consecuencias sobre las comunidades) resulta hoy un problema ineludible, a la hora de diseñar y ejecutar políticas públicas, en casi todo el mundo occidental.

En Argentina, puntualmente, el fenómeno de los jóvenes que cometen delitos se presenta con notable dramatismo en el conurbano bonaerense, o Gran Buenos Aires, es decir, la zona adyacente a la Capital Federal, dentro de la Provincia de Buenos Aires.

En esa pequeña porción de superficie del territorio nacional, se encuentran, paradójicamente, los barrios argentinos con PBI más alto y más bajo. Estos últimos, conforman inmensos bolsones de extrema pobreza y marginalidad, representados en asentamientos ilegales conocidos como villas miseria, que ocupan vastas porciones del centro y sur de la Capital, y de todos los municipios bonaerenses linderos.

Repasando la historia argentina reciente, y tomando como referencia el estallido social de diciembre de 2001, que terminó con protestas callejeras, muertes por represión policial y renuncia del presidente Fernando De La Rúa, la cuestión penal presenta indicadores claros: la población carcelaria argentina de aquél año llegó a 20.305 presos, representando un incremento de 22 por ciento en relación con la del año anterior.

Esas cifras se exacerban en la zona señalada. Puntualmente, en Buenos Aires, “entre 1999 y 2005, la población penal aumentó casi 80 por ciento. En lo tocante a niños, desde 1999 hasta 2007 las causas penales abiertas aumentaron de aproximadamente 20 mil a 32 mil. En 2012, según la Comisión Provincial por la Memoria, esas mismas causas penales sumaron 28.399” (CPM, 2012). No existen cifras oficiales más actuales.

Lo cierto es que, desde 2004 hasta 2008, el Gobierno provincial implementó una batería de políticas vinculadas a poner en práctica todo el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil, es decir, un complejo entramado institucional tendiente a proveer sanciones, juzgar y encerrar a adolescentes de entre 14 y 18 años.

Precisamente, en 2005 y 2006, el Estado bonaerense creó dos Centros de Recepción, Evaluación y Ubicación de Jóvenes en conflicto con la ley penal (CREU): uno en el sur del conurbano, el de Lomas de Zamora; otro en el norte, en la localidad de Malvinas Argentinas.

Cada uno de estos dispositivos institucionales de privación de libertad alberga, hoy día, a más de 100 adolescentes imputados y procesados por la comisión de delitos graves, como robo calificado, homicidio, violación o secuestro procesados, pero no condenados. Es decir, los detenidos se encuentran cumpliendo prisión preventiva, a la espera de sentencia.

La ley plantea –aunque rara vez ocurre- que ese proceso no debe durar más de 180 días como máximo, tiempo en el cual, a su vez, los adolescentes deben ser evaluados según cada caso, y reubicados en instituciones acordes para cumplir con las medidas que la Justicia Penal Juvenil crea corresponder.

Yo fui contratado por la Secretaría de Niñez y Adolescencia en 2005, con destino en el CREU Lomas de Zamora. Fue allí donde realicé mis observaciones y el trabajo de campo al que haré referencia seguidamente.

Diagnóstico poblacional e institucional, y cambio de paradigma

En virtud de la aprobación de un proyecto pedagógico de mi autoría, se me encomendó, en principio, la tarea de desarrollar talleres educativos[1]. Así pues, comencé a trabajar con grupos de no más de 6 adolescentes por vez, utilizando medios de comunicación, como radio, diarios y revistas, con el objeto de hacer circular la palabra.

La primera comprobación que realicé era que la inmensa mayoría de los alumnos eran analfabetos o semi analfabetos, por lo que, en principio mirando fotos impresas y conversando sobre ellas, los invité a crear historias y escribirlas, con mi ayuda.

Eso me permitía indagar desde lo simbólico, y en forma grupal, respecto de las historias de vida de cada uno de los detenidos, observando su sentido de pertenencia a la sociedad, su idea de la responsabilidad, autocrítica, visión del mundo y su propio futuro. En definitiva, recreando su construcción de identidad, aún inconclusa, dada su edad.

Así también, en esos primeros talleres, comencé a conversar acerca de la deserción escolar que evidenciaban, y confirmé que ese era su primer gran fracaso frente a la sociedad. Ellos admitían que no haber terminado siquiera la escuela primaria les resultaba vergonzante, tanto como no poder leer, escribir, ni comprender consignas simples.

Además, sus trayectorias sociales eran deficitarias por donde se las mirase: habían sufrido carencia de vínculos primarios, violencia familiar, y situación de calle. Presentaban una desafiliación tanto material como simbólica, y les costaba identificar referentes afectivos. Peor aún, había quienes se reconocían como herederos de una identidad transgresora, porque eran hijos y nietos de delincuentes, algunos de los cuales habían muerto en episodios delictivos, y otros estaban, también, presos.

Finalmente, y por supuesto, uno de los denominadores comunes era el consumo de estupefacientes. Todos los alumnos llevaban más de 3 años de consumo admitido de marihuana, alcohol, ansiolíticos, pegamento y paco[2]. Las consecuencias de ello, en su capacidad cognitiva, eran palmarias.

Así pues, y en vista del diagnóstico que íbamos construyendo respecto de los adolescentes alojados en el CREU Lomas, se hacía indispensable diseñar una política institucional que abordara la problemática adecuadamente. Sin embargo, en la historia de las instituciones de encierro, existen prejuicios basales, que había que derribar.

Uno de ellos, divide, en forma irreconciliable, a quienes se ocupan de la seguridad, aquí llamados Asistentes de Minoridad, respecto de los profesionales del Equipo Técnico, léase psicólogos, trabajadores sociales y abogados.

Tradicionalmente, los primeros se encargan de vigilar y castigar, tal el título de la célebre obra de Foucault; y los segundos, trabajan con los adolescentes intentando crear un vínculo con ellos, a través del cual intentan conocerlos, como mínimo, para poder elevar un adecuado informe al juzgado interviniente.

En este contexto, había que superar esa fractura, con una propuesta integradora, que permitiera un abordaje institucional interdisciplinar. Más aún, viendo que, por la demora de la justicia, los adolescentes superaban largamente los 180 días de procesamiento previstos, era necesario que el CREU no se limitara a su función nominal, de evaluar para reubicar. Se volvía imperioso utilizar el tiempo de encierro para comenzar el trabajo hacia la recuperación de la libertad.

Fue entonces, cuando acuñamos el concepto de “Intervención Pedagógica” (BERCHI y MOYA, 2006, p 3). En este sentido, junto a la Dirección del establecimiento, comenzamos a redefinir la función de los adultos del CREU, poniéndolos en pie de igualdad, y considerando como única variable si tomaban o no contacto significativo con los alojados.

A partir de allí, propusimos que cualquier adulto en contacto con detenidos podía resultar, para alguno de ellos, “su Referente, su Otro”(MARTORELL, 2006), e intervenir en forma pedagógica en su vida.Eso implicaba poner en práctica un conjunto de acciones y tareas, con el objetivo de que los jóvenes efectuaran modificaciones en:

a)      La estructura de la visión (que el joven pueda VER – SE y reconocerse a sí mismo como Sujeto);

b)      La estructura del lenguaje (que el joven pueda EXPRESAR – SE y verbalizar sus deseos);

c)       La estructura de la memoria (que el joven pueda NARRAR – SE, e identificarse en su propia historia);

d)      La estructura de la moral (que el joven pueda JUZGAR – SE y evaluar su responsabilidad sobre sus propios actos);

e)      La estructura del poder (que el joven pueda DOMINAR – SE ejerciendo su poder sobre sí mismo). (LARROSA, 1995, p. 293).

Y este trabajo sólo podía llevarse adelante en el contexto de un verdadero abordaje pedagógico institucional, es decir, un conjunto de decisiones y acciones a implementarse por parte de la Dirección, los asistentes de minoridad, y el Equipo técnico, en las que se promovieran estrategias, acciones, herramientas y dispositivos que tuvieran por objetivo intervenir en lo individual de un joven, de manera de lograr la adquisición de responsabilidad de sus propios actos, cambiar hábitos nocivos, e incorporar principios, normas y pautas, como el trabajo, el estudio, la dedicación, el esfuerzo como medio de alcanzar el éxito, la honestidad, la perseverancia, la capacidad de frustración, la solidaridad, etc., teniendo siempre como horizonte la recuperación de la libertad.(BERCHI Y MOYA, OP CIT).

La experiencia resultó un verdadero cambio de paradigma en el acompañamiento de los jóvenes en conflicto con la ley penal de la provincia de Buenos Aires. Los resultados, provisorios, fueron difundidos a todos los docentes de instituciones penales juveniles bonaerenses, y de escuelas de cárcel en general, de Chubut[3] (BERCHI, 2007 y 2008).

La razón de dicho cambio, es que pusimos en discusión uno de los prejuicios básicos del trabajo en el encierro, que cabalga sobre la falsa antinomia seguridad – vínculo o vigilar y castigar versus generar empatía. Fundamentalmente, demostramos que no existen razones de fondo que impidan trabajar, al mismo tiempo o de forma integrada, controlando al detenido y estableciendo con él lazos empáticos o de características no represivas.

Partiendo de la base de que un adolescente es un Sujeto en formación, que “necesita un Otro que lo interpele como tal” (MARTORELL, OP CIT), se trabajó con la hipótesis de que la “seguridad” depende del “vínculo”. Este postulado posee una doble implicancia, a saber

  • por un lado, significa que, en la medida en que los adolescentes detenidos encuentren en los adultos verdaderos educadores, cuya “presencia pedagógica” (GOMEZ DA COSTA, p 120) les permita evacuar dudas, sentirse contenidos,  discutir las normas y comprender su sentido, etc., su peligrosidad (violencia, rechazo, capacidad transgresora) mermará sensiblemente.
  • por otra parte, se infiere que si la población de jóvenes internados en instituciones de encierro presenta altos índices de peligrosidad (en el sentido descrito en el párrafo precedente) ello es consecuencia de que el trabajo de los adultos en general no está constituyendo vínculos pedagógicos sólidos, por lo cual, los jóvenes no los reconocen como educadores, sino como meros agentes encargados de la vigilancia y el castigo, o asesores, y construyen su identidad dentro de la institución por oposición y diferencia hacia ellos.(BERCHI Y MOYA, OP CIT).

En definitiva, se sostuvo que un vínculo pedagógico en sentido amplio, sólidamente construido entre adultos y jóvenes, reduciría las probabilidades de que los últimos desconocieran las normas, intentaran transgredirlas, desarrollaran acciones violentas entre sí y/o con los adultos, etc.

Conclusiones

Poner en discusión el viejo paradigma respecto del abordaje institucional de jóvenes detenidos, y penalmente procesados, en el CREU Lomas de Zamora, generó terreno fértil para las reflexiones necesarias en torno del rol de los adultos en el encierro.

Habiendo elaborado e implementado un paradigma de abordaje nuevo, el carácter pedagógico según el cual se redefinieron las intervenciones de los adultos en contacto con los detenidos permitió evaluar con criterio unificado la labor de los Asistentes de Minoridad, de los profesionales del Equipo Técnico y de este docente. La información entre las distintas áreas del CREU comenzó a circular con mucha más fluidez, lo que amalgamó el trabajo y le dio coherencia.

Los detenidos comenzaron a considerar a todo adulto en contacto con ellos como posible Referente. Así, ya no se limitaron a compartir sus miedos, frustraciones, y experiencias con los psicólogos y trabajadores sociales, sino que lo hicieron también con los Asistentes de Minoridad, y conmigo.

Lo más importante: la violencia dentro del CREU mermó ostensiblemente. Y al bajar el nivel de violencia, bajó la cantidad de sanciones. A menos violencia y sanciones, más posibilidad de trabajar positivamente en la tan mentada reinserción social positiva.

El diálogo entre los detenidos y los distintos Referentes institucionales, permitió que el trabajo en la subjetividad de los primeros se construyera sobre la base de múltiples e igualmente valiosos aportes. Porque, en definitiva

“(…) la palabra y la ficción –que se utilizan en el aula- es lo que otorga, al Sujeto y a la humanidad, la posibilidad de decir. La violencia es una manera de poner en acto una impulsión, lo que no encuentra otra vía de elaborarse o de hacerse ver. Entonces, (…) la interpelación al Sujeto llama a la palabra y a la responsabilidad. Sin responsabilidad, sin palabra, sin interpelación y sin deseo no hay sujeto, no hay ética, no hay ley (…)”(MARTORELL, OP CIT).

Referencias bibliográficas

  • Berchi, M. A. (2008). Por qué educamos en cárceles.Reflexiones en torno de la educación y la provación de libertad(pág. 30). Rawson: Soin editar.
  • Berchi, M. A., & Moya, O. (2006). Intervención pedagógica. Un nuevo paradigma en el acompañamiento de jóvenes en conflicto con la ley penal. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.
  • Berchi, M. (2007). De lo penal a lo educativo. El caso Lomas. .Elementos constitucivos de la educación en el CREU Lomas de Zamora (pág. 20). Buenos Aires: Sin editar.
  • Comisión Provincial por la Memoria. (2012). Informe anual 2012. Buenos Aires: CPM.
  • Costa, A. G. (1995). Pedagogía de la presencia. Buenos Aires: Losada.
  • Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. (2007). Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Boletín Oficial. Recuperado el Noviembre de 2015, de http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-13634.html
  • Larrosa, J. (1995). Escuela, poder y Subjetivación. Madrid: La Piqueta.
  • Martorell, E. (2006). De la violencia a la subjetividad, una interrogación en torno de refundar el territorio de escolar.Idem (pág. sin especificar). Buenos Aires: Observatorio de Violencia.
  • Ribet, M. I. (2005). Informe de evaluación final Mesa Nacional La educación de menores en conflicto con la ley penal. Buenos Aires.: Sin editar.

 


[1] Posteriormente, asumí la responsabilidad de poner en marcha el Servicio Educativo del CREU, con dos turnos de escuela primaria durante la mañana, más actividad física y talleres de educación profesional extramuros. Además, fui tutor de alumnos de nivel superior, también en escuelas fuera del CREU.

[2] La PBC (Pasta Base de Cocaína, o paco) es la cocaína no tratada, extraída de las hojas de coca a través de un proceso de maceración y mezcla con solventes tales como parafina, bencina, éter, ácido sulfúrico, etc. El hecho que la PBC contenga el alcaloide más los solventes, que son sustancias tóxicas, la hace mucho más peligrosa para el organismo. Verhttp://www.manantiales.org/drogas_pasta_base_de_cocaina.php.

[3] Allí se encuentra el famoso Penal de Rawson, docentes de cuya escuela participaron de capacitaciones en las que se difundió la experiencia en cuestión.

Publicado originalmente en: http://cj-worldnews.com/spain/index.php/es/criminologia-30/menores-y-violencia/item/2917-adolescentes-en-el-encierro-la-intervencion-pedagogica-como-abordaje

Comparte este contenido:

BID: Lanza Concurso de ideas que busca nuevas soluciones para la reinserción social de ex reclusos

16 junio 2016/ Fuente: BID

El BID busca ideas innovadoras para reducir la estigmatización y promover la reinserción laboral de personas privadas de libertad. El periodo de postulación es del 13 de junio al 18 de julio.

En América Latina y el Caribe hay 1,5 millones de hombres y mujeres en prisión, la mayoría sin una sentencia judicial y muchas de ellas encarceladas por delitos no violentos. Al abandonar la cárcel estas personas se enfrentan a múltiples barreras para reintegrarse a la sociedad y encontrar un trabajo.

Su reinserción social y laboral es clave para disminuir la reincidencia y asegurar mayores niveles de seguridad ciudadana. Además, es fundamental integrarlas como contribuyentes de la economía, que se conviertan en apoyo a sus familias y que dejen de ser un cargo para el sistema penitenciario. En los países de la región, el promedio de gasto en el sistema penitenciario como porcentaje del PIB es de 0.15 por ciento, lo invertido por la región en programas de reinserción no supera el 1 por ciento de ese gasto.

El nuevo concurso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Liberando Ideas”, pretende abordar estos retos mediante una convocatoria de soluciones innovadoras para reducir la estigmatización y promover la reinserción laboral de personas privadas de libertad. El llamado está abierto a personas y organizaciones de distintos sectores, para que aporten ideas frescas, provocativas y de vanguardia para superar estos desafíos y así mejorar las vidas de estas personas y sus familias.

Las soluciones propuestas pueden ser locales o regionales, en América Latina y el Caribe, y enfocarse en diferentes áreas: soluciones tecnológicas; emprendimiento y redes; comunicación y marketing; capacitación e inserción laboral; investigación y análisis de políticas públicas; u otro enfoque novedoso.

El BID financiará la implementación piloto de hasta 3 soluciones con 5.000 a 10.000 dólares por proyecto. El periodo de postulación va del 13 de junio al 18 de julio y se realiza a través de la página web http://www.bidinnovacion.org/liberandoideas/es/, donde los interesados podrán encontrar los requisitos y pasos para participar.

La convocatoria es organizada por el Innovation Lab (I-Lab) de la División de Competitividad e Innovación con el apoyo de la Iniciativa de Seguridad Ciudadana también del BID.

Acerca del BID

El Banco Interamericano de Desarrollo tiene como misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos de investigación de vanguardia y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia técnica y capacitación a clientes públicos y privados en toda la región.

Fuente noticia:

http://www.iadb.org/es/noticias/anuncios/2016-06-14/concurso-reinsercion-laboral,11491.html

Fuente imagen:

https://data.iadb.org/img/logos/es/bid-logo.jpg

Comparte este contenido:
Page 2 of 2
1 2