.Santa Mandanga: la web de educación sexual que enseña el sexo sin tabúes

  • La educación sexual que se imparte en los colegios es prácticamente inexistente
  • Esta web es la primera plataforma de educación sexo-afectiva explícita

Pese a que vivimos un momento en el que parece que la libertad sexual está socialmente aceptada, esto no solo no es así, sino que el colectivo LGTB sigue sufriendo acoso, palizas y vejaciones, se sigue tildando de «putas» a las mujeres que tienen sexo con quien les da la gana y se sigue pensando que ser promiscuo es algo malo. La educación sexual que se imparte en los colegios es prácticamente inexistente y en Instagram cada vez se censuran cosas más absurdas, se han censurado hasta ilustraciones en las que se dibujaba un pezón femenino.  En un contexto como este, Noemí Casquet y Roberto Garcés decidieron hacer algo al respecto y crearon la web Santa Mandanga.

Noemí Casquet es de sobra conocida en las redes sociales como periodista especializada en sexualidad y divulgadora sexual. En su canal de Youtube, y su perfil de Instagram, ha hablado en innumerables ocasiones sobre juguetes sexuales que recomienda, poliamor o formas diferentes de masturbar y masturbarte. Por su parte, Roberto Garcés, además de cofundador de Santa Mandanga, es el CEO de Obvio We Do y un emprendedor nato. Está especializado en marketing digital y, en la web, se encarga de la estrategia digital y de la producción.

¿Qué es exactamente Santa Mandanga?

Cómo se afirma en la propia web, nace de una necesidad. En este caso, la necesidad de educar sin ningún tipo de prejuicio ni tabú. Se definen a sí mismos como la primera plataforma de educación sexo-afectiva explícita.

Para Noemí Casquet, “las plataformas que existían o que querían ofrecer un contenido sexual-educativo, tiraban más hacia la pornografía. Eso es algo que de lo que nos hemos desvinculado totalmente. Intentamos cuidar al máximo las grabaciones para que se vea que hay calidad y profesionalidad detrás de todo lo que estamos haciendo”.

Santa Mandanga no es solo una web, es una plataforma en la que aprender sobre sexo. Esto es algo que puede ser de especial interés para los más jóvenes o los adolescentes que empiezan a experimentar ese característico bailar de sus hormonas. Pueden aprender sobre sexo y entenderlo como algo natural sin necesidad de secretismos.

La web funciona a través de una suscripción mensual. Al suscribirte, pagas cinco euros y obtendrás ocho vídeos, de manera mensual, en los que se hablarán todo tipo de temas relacionados con la sexualidad desde cómo besar bien hasta cómo colocar y sacar una copa menstrual, pasando por vídeos explicativos sobre la bioelectridad y cómo usarla en el sexo o cómo gestionar los celos.

La mayoría de los vídeos, como el de la copa menstrual, tienen una introducción en la que se habla un poco del tema y después se pone un ejemplo totalmente explícito en el que se enseña. Tienen también contenido acerca de cómo poner un preservativo sin cortar el rollo y, en este caso, vemos cómo los actores realizan los ejemplos narrados en voz en off de manera totalmente aséptica. Al fin y al cabo, supone una simple explicación explícita, ya que es como mejor se va a entender, sobre cosas que no todo el mundo sabe y que pueden mejorar la vida sexual e, incluso, la autoestima y la relación de pareja.

Noemí es la encargada de presentar muchos de los temas de los vídeos, pero en algunos de ellos cuentan con la colaboración de la coach Cristina González, para hablar de gestión de emociones, autoestima y cómo abrir una relación, o de la activista y autora Amarna Miller para tratar asuntos como el poliamor o cómo detectar si estás en una relación tóxica.

Los temas de Santa Mandanga son bastantes variados y están explicados de una forma sencilla y muy bien ejemplificada. Si bien es cierto que, al llevar tan solo unos meses, aún están preparando otros contenidos como puede ser el tema de la penetración anal y buscando actores para incluir una mayor diversidad.

Santa Mandanga ha nacido de un vacío en el ámbito de la educación sexual y en un momento que parece el idóneo, pero que tiene una doble vertiente. En este contexto Noemí no sabe si “es un momento bueno o malo, pero es un momento necesario. Estoy cansada de esperar a que se haga algo con respecto a nuestra sexualidad y pueden pasar años para que resulte”. Una de las mayores preocupaciones de la periodista en este sentido es que hay mucha información hoy en día de fuentes que quizá no son fiables y según explica “está de puta madre que se pueda hablar de sexualidad, pero siempre con unas bases porque estamos divulgando algo que no se ha explicado en ningún momento”.

En la web también se puede encontrar un espacio para aquellas publicaciones que han sido censuradas en Instagram. Noemí cuenta que esta idea surgió a raíz de una foto de la influencer y cantante, Melo Moreno, en la que se veían pezones femeninos y que Instagram censuró y también por la censura a Tess Hache, colaboradora en Santa Mandanga. Casquet afirma que “el problema está en que la sociedad está avanzando a un ritmo que a Instagram tampoco le está interesando. Si eres trabajadora sexual, no puedes tener cuenta en Instagram porque te la censura, pero puedes encontrar los perfiles de Playboy o Porn Hub como cuentas oficiales y esto da que pensar, ¿no?”

En cuanto a la usabilidad, la web es bastante intuitiva. Al entrar sin suscripción puedes ver la explicación completa de qué es Santa Mandanga y cuál es su objetivo, la sección de fotos censuradas de Instagram, a la que se pueden mandar fotos propias que hayan sido censuradas por la red social, o la presentación de Roberto Garcés y Noemí Casquet. Con la suscripción se tendrá acceso a los vídeos. Además, en el apartado de preguntas frecuentes encontramos algunos interrogantes básicos sobre qué es el proyecto, cuántos vídeos se pueden ver por suscripción, cómo darse de baja o un correo para mandar relatos eróticos y que sean publicados.

El diseño es bastante llamativo con los colores rosa y negro creando un gran contraste y con referencias religiosas directas, ya que según explican para ellos el sexo es sagrado. Noemí admite que no tienen ningún problema con la religión, pero sí han querido apropiarse de laiconografía eclesiástica para tratar de “romper con ese sentimiento de culpabilidad que durante tantos años ha promovido la Iglesia. Ese sentimiento de no hacer algo porque es pecado. Pues aquí tienes tu propia Iglesia donde puedes ser libre y dónde nosotros no te vamos a decir qué puedes hacer o no”.

Casquet también habla acerca de cómo es intentar sacar a flote este proyecto en el contexto social actual, ya que “te censuran, no puedes poner anuncios ni en Facebook ni en Instagram, todas las visitas tienen que ser orgánicas, tienes que estar moviendo a mucha gente. En un principio, la gran mayoría, no invierte en tu proyecto por estar relacionado con la sexualidad. Empiezas con un gasto muy elevado y beneficio cero hasta que la maquinaria empieza a funcionar”.  No obstante, a pesar de llevar solo unos meses activos, ya cuentan con más de 27 000 seguidores en Instagram y con bastantes colaboradores y embajadores.

Quizá Santa Mandanga abra el camino hacia una nueva educación sexual mucho más libre y sin complejos y, como apunta Noemí, sirva para “dar apoyo y visibilización a los trabajadores del mundo de la sexualidad, como pueden ser sexólogos y sexólogas, coaches, trabajadores de tantra, BDSM, etc. Esto es lo que queremos que sea Santa Mandanga, un punto de encuentro”.

Fuente de la Información: https://www.cuartopoder.es/derechos-sociales/2019/09/02/santa-mandaga-la-web-de-educacion-sexual-que-ensena-el-sexo-sin-tabues/

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“Ghosting”: la escapada fantasmal de un vínculo

Por Analía de la Llana

El término alude a aquellas relaciones en las que todo parece ir muy bien entre dos personas, hasta que una de ellas desaparece por completo de la vida de la otra, sin previa explicación. El bloqueo o corte vía redes sociales, habilita aún más este tipo de actitudes.

El ‘ghosting’ es una conducta que puede darse tanto en adolescentes como en adultos separados. Se verifica de la mano de las redes sociales.

Todo prometía marchar muy bien. La incipiente parejita se había conocido por medio de un amigo en común, y lo que parecía imposible sucedió: siguieron saliendo y conociéndose.

Cuando en ese devenir el panorama parecía más que prometedor, ella, de repente dejó de llamarlo, no atendió sus mensajes y, lo peor de todo, a la hora de decirle algo, sólo alcanzó a farfullar vía audio de WhatsApp: “después te llamo”. Baldazo de agua fría para él, rabia contenida y una absoluta incertidumbre acerca de lo que pasó fue el saldo de dos meses ininterrumpidos de salidas, arrumacos, intimidad y un sentimiento a flor de piel que simulaba, al menos, ser de ida y vuelta.

Lo que parece sólo cosa de adolescentes, no lo es. Este tipo de corte abrupto, y sin mediar explicación alguna, se llamado “Ghosting” -traducido como “Fantasmeo”- y también se está dando en adultos jóvenes.

En este panorama la invisibilidad y bloqueo, se suma vía red social, en donde quien practica el ‘ghosting’ ya no está para su novio/a o pareja, un puñal extra que sin explicación mella la autoestima de quien la sufre.

A modo de hipótesis sobre estas vinculaciones nuevas que el reciente mapa de relación generacional trae consigo, la psicóloga vincular Paula Corso opina: “si tengo que hablar de una hipótesis que intente echar algo de luz sobre este tipo de actitud abrupta en una pareja, diría que se trata de formas de vinculación afectiva, en las que no sólo desaparece quien decide huir sin explicación, sino que se le da al otro la condición también de fantasma al bloquearlo en la redes sociales. Una manera de brindarle esta condición es bloquearlo, ya que si no lo hiciera, se transformaría en un vínculo concreto que está allí para pedir explicaciones y exigir poner en palabras, lo que por alguna razón, el que dejó la relación, no puede”.

¿Pero qué pasa desde el umbral en donde el mundo afectivo entre dos parece un idilio de nunca acabar, al pase sin escalas del correcaminos en huida libre?

Según explica la licenciada en psicología Beatriz Goldberg (especialista en crisis individual y de pareja): “el miedo al compromiso en la pareja, o la incipiente relación, puede ser uno de los motivos por los que uno de los integrantes de la dupla, de manera inconsciente, guarda como un motivo que lo hace huir; ya sea porque en el pasado fue herido en alguna relación por la que decidió jugarse, porque le da terror el cambio y salir de la zona de confort (por más que en el fondo también desee estar con esa persona) o por temor a dejar de ser él mismo, entre otras razones”.

Esta conducta puede darse tanto en adolescentes como en adultos separados, que conocen a otra persona con la cual florecen nuevos sentimientos, pero con la que no tienen ganas de tener un gran compromiso, sino compañía. “Se ve mucho en adultos separados que ya pasaron por los hijos y el divorcio, entonces el panorama de familias ensambladas con una nueva persona, a veces los asusta”.

– ¿Por qué no puede ponerse en palabras el “no puedo” y se trata de brindar alguna explicación a la otra persona antes de hacerle “ghosting”?

– Estamos en un momento muy complicado, en el que a muchos les cuesta asumir con palabras el miedo o lo que le pasa, y decírselo al otro frente a frente, ya que éste último, al referir que ‘todo estaba bien’ está habilitado para discutir e indagar al que opta por fantasmear. Entonces en lugar de fundamentar lo que ni él sabe, prefiere perder a esa persona, que poner en palabras sus propios miedos o problemas, expresa Goldberg.

El corte inesperado del vínculo sume a la persona “dejada” en un mundo de dudas e incertidumbres que necesitan respuestas.

“El sujeto que sufre de alguien que le hace ‘ghosting’ no entiende, siente que el otro al menos le debe una argumentación, luego de haber estado en un idilio imparable. Muchas veces la persona se hostiga y baja su autoestima preguntándose sobre qué hizo ella para generar esto. Sin embargo cuando el problema irresuelto es del otro, no hay que cargar con mochilas ajenas, sino tratar de cerrar el tema; ya sea hablando con el que decidió fantasmear, y si no hay respuesta, enfocándose en su propia vida y entendiendo que el problema es del otro”, explica la especialista.

Según explica en un artículo la psicoterapeuta estadounidense Elisabeth J. LaMotte “si alguien ha sufrido varias experiencias de ‘ghosting’, tiene que examinar sus elecciones de pareja”, ya que considera que “hay que respetarse a uno mismo y no caer una y otra vez en el mismo patrón”.

Fuente: http://losandes.com.ar/article/-ghosting-la-escapada-fantasmal-de-un-vinculo

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