Guatemala / www.lahora.gt / 17 de Mayo de 2017
Detrás de las remesas que envían los guatemaltecos en el exterior, que en 2016 sumaron US$ 7 mil 164 millones 908 mil 55, hay historias de sacrificio y esfuerzo de guatemaltecos que se vieron obligados a abandonar el país por la falta de oportunidades o en busca de un futuro que Guatemala no les ofrece.
De acuerdo con las entrevistas realizadas por La Hora La Voz del Migrante a guatemaltecos en el exterior, a pesar de encontrarse lejos de su país no se olvidan de sus raíces y manifiestan su apoyo de diversas maneras.
Más de un millón ochocientos mil guatemaltecos que residen en Estados Unidos envían remesas a miles de hogares en Guatemala, con lo que logran mantener la economía del país.
Según el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM), más de un millón de hogares guatemaltecos se benefician de las transferencias monetarias que en 2016 sumaron US$7 mil 164 millones 908 mil 55 de dólares que entraron al país por medio de transferencias de dinero. De ellas un 96.8 por ciento fueron procedentes de Estados Unidos, seguido por países como Canadá, Noruega, España y México entre otros.
En 2016, las remesas enviadas representaron el 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para el país.
Según la OIM, el destino de las remesas va dirigido a la inversión y ahorro (49.8%) y de ello, el 39.7% se destina para construcción de vivienda; 32.2% para la compra de inmuebles; 24.2% para la reparación de la casa, el 5.5% para ahorro y el 0.1% es invertido en seguros.
El 35% del volumen de remesas es utilizado para consumo y de ese rubro el 25% es destinado para alimentos.
El 7.2% es destinado para consumo intermedio, definiendo éste como aquellas actividades que generan un valor agregado e ingresos en los hogares tales como compra de mercadería para un negocio, gastos de alquiler e incluso se contempla el pago de los gastos de viaje de quien envía la remesa.
En inversión social solo se destina el 8%, y de ese monto, el 4.6% se invierte en salud y 3.4% en educación.
COMPRA ÚTILES A NIÑOS DE ESCASOS RECURSOS
Más de 15 años después de haber migrado en búsqueda de una mejor vida, Christian Guzmán, del municipio de Santa Cruz del Naranjo, de Santa Rosa en Guatemala no olvida la situación de pobreza en que viven familias del área rural.
Guzmán señala que desde que llegó a Estados Unidos ha trabajado y enviado remesas a su familia y reconoce que sus condiciones no son malas en comparación a la que viven miles de personas. Por eso, desde hace unos años decidió aportar algo de lo que gana en la compra de útiles escolares a niños de escasos recursos.
Desde hace cinco años Guzmán cuenta con documentación legal para poder viajar, por eso con frecuencia visita áreas rurales de Santa Rosa. “Durante esos viajes fue donde inició el querer ayudar a los menos afortunados por tanta pobreza”, recuerda.
REMESAS SIEMPRE FUERON IMPORTANTES
En 2016, José Santos, entrenador físico y ganador de varias competencias deportivas de levantamiento de pesas y resistencia en Guatemala decidió migrar hacia Estados Unidos, país en el que también residen varios de sus familiares.
La intención de Santos siempre fue de mejorar la calidad de vida de su esposa y dos hijos, debido a las dificultades económicas que atravesaba en el país para solventar sus obligaciones con una baja remuneración empleándose como entrenador físico en un gimnasio, además de ver casi imposible la oportunidad de ascender de puesto en su trabajo.
Chepe, como lo conocen sus amigos, dice que a pesar de llevar poco tiempo en Estados Unidos, en donde trabaja en una bodega en California, ha percibido un cambio en su capacidad financiera para darle a su familia mejores condiciones de vida, aunque el sacrificio es mayor y las jornadas laborales son extenuantes.
Además, recuerda que las remesas siempre fueron importantes para su familia en el pasado cuando él vivía en Guatemala.
“La verdad que nosotros siempre hemos sobrevivido de remesas, cuando éramos más peques a mi mamá le mandaban mis hermanos y algunas veces mi padre, pero sí fueron la base y siguen siendo fundamental de muchas cosas que hemos realizado”, relata.
“Mis estudios los pagó mi madre recibiendo y administrando de buena forma lo poco que se puede hacer allá en Guate con el dinero”, añadió.
Sobre su situación actual indicó que es “un gran cambio”. Cuando se le pregunta si son jornadas más cansadas que en Guatemala responde: “pues al hablar de corrido el trabajo da lo mismo estar en tu país explotado y con un valor agregado mal pagado”.
Añade: “Claro acá trabajas y sudas, pero así ganas y te da la pauta de tener un poco mejor a tu familia con lo necesario pues convirtiendo los dólares a quetzales ya te sale bien para lograr salir de tus gastos familiares allá en Guate”.
Chepe lamenta no haber contado con las oportunidades necesarias en Guatemala para salir adelante. Menciona que le duele no ver un “horizonte prometedor” con los políticos corruptos e instituciones cooptadas por el crimen organizado en el país.
Sin embargo, guarda la esperanza de regresar a Guatemala en el futuro con mejores condiciones económicas para especializarse y generar proyectos en deporte de alto rendimiento, principalmente en fútbol que asegura es su pasión, principalmente los Rojos del Municipal.
“Satisfecho si –estoy- pero inconforme porque mi país no me da las herramientas necesarias para cubrir mis necesidades y eso me obligó a separarme de lo que más amo”, puntualizó.
SACAR ADELANTE A SU FAMILIA
Carmelo Dávila es originario del departamento de Jutiapa, en Guatemala, pero desde hace veinte años vive en el estado de Oregón, en Estados Unidos. La falta de un empleo fijo y la necesidad de alimentos hicieron que se encaminara al sueño americano.
Para que pudiera viajar, su familia puso sus esperanzas en el destino que tendría y vendió una “tarea de tierra para pagarle al Coyote que lo llevaría al país norteamericano.
Al llegar a Estados Unidos consiguió un empleo y recuerda que lo primero que hizo con su sueldo fue enviarlo hacia Guatemala. El resto, una mínima parte, la deja para sus gastos, pero su prioridad siempre ha sido sacar adelante a su familia, que vivía con lo poco que obtenía de las cosechas.
Dávila relató que la idea es que sus hermanos no pasaran por el mismo camino porque reconoce que es difícil y peligroso.
APORTAN EN COMIDA Y ESTUDIOS
Orfa Ordóñez, oriunda de Las Tunas, en Jutiapa, recordó que migró hacia Estados Unidos en 2002 pues en Guatemala no encontró las oportunidades de superación que deseaba y por ello junto a una de sus hermanas y su sobrina emprendieron el camino.
Ordóñez considera que las remesas que envían son de mucha importancia porque significa que las familias las pueden invertir en comida, ropa y estudios.
“Muchos somos de una aldea muy pobre que quisiera poder ayudarles más. Hemos podido ayudar a unos de mis sobrinos a terminar sus estudios, a hacer unas casas junto con mis hermanos y espero Dios me abra puertas para ayudar más a mi familia que lo necesita mucho”, expresó.
REMESAS APORTAN A REDUCIR LA POBREZA
De acuerdo con la OIM, los departamentos con mayor volumen de población beneficiaria de remesas son Guatemala, San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango. De estos un 50.5 por ciento viven en las áreas rurales y en un margen similar con el 49.5 por ciento radica en sectores urbanos.
“En las áreas urbanas, los tres departamentos con más población beneficiaria de remesas son Sacatepéquez, (72.2%), Guatemala (70.3%) y Retalhuleu (66.2%). En tanto, para la zona rural, los departamentos que tienen mayores registros son Totonicapán (71.7%), Chiquimula (71.7%) y Quiché (68.5%)”, señala un estudio de ese organismo.
El documento también indica que los jóvenes beneficiarios de remesas tienen más acceso a educación que el promedio nacional, especialmente a educación del grado secundario.
De acuerdo con la OIM, las remesas no son solo un vínculo entre familias, sino que pueden aportar a la reducción de la pobreza de los hogares en las comunidades de origen, a facilitar el acceso a la salud, educación y a nuevas tecnologías.
Según el Banco de Guatemala, hasta abril de este año se tenía registrado más de US$2 mil 581 millones en ingresos de divisas por remesas familiares.
MUCHOS MIGRANTES PIENSAN REGRESAR
Luis Linares, analista económico de la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (ASIES), opina que las remesas constituyen una parte fundamental para la sobrevivencia y el desarrollo de las familias de los migrantes, dado que los recursos que aportan pueden catalogarse superiores, en algunos casos, al salario mínimo en Guatemala.
“Son familias que están en una situación mejor en cuanto a capacidad de consumos para necesidades familiares, en comparación a familias especialmente más pobres, que no tienen familiares que migren”, añadió.
A medida que se reciben remesas existen más recursos para poder invertirlos en viviendas, compra de terrenos, o inversiones que resulten productivas, pues muchos de los migrantes que hoy viven en Estados Unidos tienen la intención de regresar a Guatemala, indica Linares.
En un escenario donde las remesas no existieran y tomando en cuenta que aportan con millones de dólares a Guatemala, la economía estaría en una situación más difícil en cuanto a la capacidad de consumo y en un mercado interno más reprimido. “Esas remesas activan el mercado interno”, anota.
MIGRANTE SUPLEN MUCHAS VECES AUSENCIA DEL ESTADO
Erick Maldonado, experto en temas migratorios, expresa que Guatemala se caracteriza por recibir un elevado número de remesas y que solo se ubica detrás de México en esa categoría.
En 2016, estamos hablando de más de Q56 mil millones de quetzales, casi el equivalente por querer compararlo con el presupuesto general de ingresos y egresos del Estado, lo cual nos hace ver su importancia, dijo.
Sin embargo, para Maldonado, las condiciones en las que viven muchos de los connacionales que aportan al país son difíciles porque residen en espacios pequeños y se privan, muchas veces, para garantizar el envío de las transferencias.
A decir de Maldonado, los guatemaltecos que viven en el exterior son ejemplares porque han logrado suplir la ausencia del Estado en muchos lugares en donde se reciben estas remesas.
REMESAS TIENEN UN PAPEL ESENCIAL EN LA ECONOMÍA
En tanto Carlos Martínez, analista político independiente, agregó que las remesas tienen un efecto amplio considerando que una gran proporción de las personas que perciben este aporte viven en condiciones de pobreza y utilizan los recursos para consumo básico, mejoras en viviendas, para atender educación y salud.
Martínez cree que este tipo de aportes cumplen un papel esencial en la economía y que no se debe olvidar su aporte al Producto Interno Bruto.
Otra perspectiva es que estimula la migración de menores de edad, que al no ver fuentes de empleo decide emprender el mismo camino, señala Martínez.
“Como no hay fuentes de ingresos, las personas migran obligadamente, la economía no tiene la capacidad de absorber la creciente fuerza laboral del país, ese es el estímulo de primer orden de la migración”, anotó.
SALARIO MÍNIMO EN GUATEMALA
El salario mínimo para actividades agrícolas y no agrícolas en Guatemala es de un estimado de US$6.37 diarios y US$212.36 mensuales (la cifra se estableció utilizando como referencia el tipo de cambio del Banco de Guatemala al 8 de mayo de 2017).
APORTES NO SON SOLO REMESAS: EL CASO DEL OBISPO MÉNDEZ
Los aportes de los migrantes al país no necesariamente se concretan mediante las remesas a familiares, existen algunos casos peculiares como el del obispo Juan Carlos Méndez, de California, quien cada año por medio de la organización Churches in Action, la cual preside, ha recaudado fondos para la donación de mochilas a niños y niñas de escasos recursos en Guatemala.
Sin embargo, uno de los aportes del obispo que se destacan fue la entrega de una motobomba para el control de incendios a los Bomberos Voluntarios en 2015.
“Los Bomberos tuvieron que tener un entrenamiento para usar esa motobomba porque la manguera que se utiliza aquí -en Estados Unidos- es grande, puede sustraer agua de un lago para abastecerse y no todas tienen esa capacidad”, explicó.
El religioso menciona que al conocer la necesidad de los Bomberos Voluntarios un amigo de la India le donó un automóvil el cual puso a disposición en una rifa, para que junto a otras actividades de recolección de fondos le permitieran reunir el dinero necesario para costear la motobomba, que es aproximadamente de US$ 50 mil.
“Me siento conforme, pero a la vez inconforme, y como que uno siente esa satisfacción de que está haciendo algo, pero a la vez con aquella ilusión de seguir ayudando a Guatemala, porque uno sabe que la necesidad es grande”, puntualizó Méndez.
A la vez, indicó que su inquietud por las necesidades de los bomberos surgió al recorrer las calles de Guatemala y observar algunas de las estaciones de los cuerpos de socorro en comparación a las que está acostumbrado a ver en Estados Unidos.
“Los Bomberos –en Estados Unidos- siempre tienen un presupuesto bastante fuerte para cubrir sus necesidades”, manifestó.
Méndez menciona que se moviliza dos veces al año a Guatemala para poder entregar las mochilas a niños de diferentes comunidades de escasos recursos. “Sabemos que las necesidades son grandes”, indicó.
“No me siento contento, la ayuda ya comenzó, pero hay que seguir, la ayuda debe seguir llegando, siento un compromiso”, añadió Méndez, quien dijo que lleva una década organizando la distribución de ayuda para los guatemaltecos.
“La verdad que nosotros siempre hemos sobrevivido de remesas cuando éramos más peques a mi mamá le mandaban mis hermanos y algunas veces mi padre, pero sí fueron la base y siguen siendo fundamental de muchas cosas que hemos realizado”.
JOSÉ SANTOS –MIGRANTE GUATEMALTECO-
“Muchos somos de una aldea muy pobre que quisiera poder ayudarles más. Hemos podido ayudar a unos de mis sobrinos a terminar sus estudios, a hacer unas casas junto con mis hermanos y espero Dios me abra puertas para ayudar más a mi familia que lo necesita mucho”.
ORFA ORDÓÑEZ –MIGRANTE GUATEMALTECA-
“En las áreas urbanas, los tres departamentos con más población beneficiaria de remesas son Sacatepéquez, (72.2%), Guatemala (70.3%) y Retalhuleu (66.2%). En tanto, para la zona rural, los departamentos que tienen mayores registros son Totonicapán (71.7%), Chiquimula (71.7%) y Quiché (68.5%)”.
OIM
“Como no hay fuentes de ingresos, las personas migran obligadamente, la economía no tiene la capacidad de absorber la creciente fuerza laboral del país, ese es el estímulo de primer orden de la migración”.
CARLOS MARTÍNEZ –ANALISTA ECONÓMICO-
Fuente: http://lahora.gt/remesas-solo-4-6-se-invierte-salud-3-4-educacion/