La resignificación de la escuela pública

Por: Carlos Aldana

Debiéramos encender todas las alarmas cuando empieza a “naturalizarse” el hecho de que sea McDonalds, o Shell, o Microsoft, los que creen la pedagogía para este tiempo.

No es este un llamado a la destrucción de la educación privada. Es una mirada de alarma y atención a la reducción de la presencia de la educación pública en muchas sociedades actuales. Dicha reducción no es solo cuantitativa, sino fundamentalmente cualitativa: la importancia, la incidencia, la atención, el valor pedagógico, todo se ha venido disminuyendo en la educación pública, principalmente de países como los latinoamericanos.

En la construcción social, la educación pública no debe ser monopólica, pero sí hegemónica. En la medida que ese papel se empieza a debilitar, y aumenta el papel hegemónico de las visiones privadas de lo educativo, en esa medida dejamos en manos de los negociantes, de los empresarios, de las transnacionales, lo que nuestros niños, niñas y jóvenes deben aprender. Más que eso, lo que las jóvenes generaciones deben ser, pensar y sentir. Y creo que debiéramos encender todas las alarmas cuando empieza a “naturalizarse” el hecho de que sea McDonalds, o Shell, o Microsoft, los que creen la pedagogía para este tiempo, lo mismo que han venido haciendo desde hace tiempo organismos tan distantes para los intereses de los pueblos, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

Es preciso que los pueblos y sociedades, a través de sus expresiones organizadas, empiecen a tener voz y presencia en la marcha de los sistemas educativos. Esto solo puede ocurrir en el ámbito de la educación pública. Porque en las empresas solo participan y protagonizan los dueños, pero la sociedad y la comunidad nos pertenece a todos. Así, la educación de esa sociedad –la pública– también pertenece a todos y, por tanto, necesitamos participar, aportar, generar cambios en ella.

Tampoco podemos o debemos olvidar que la educación pública, desde esos fundamentos que surgen de las bases sociales, está obligada a desarrollar procesos de aprendizaje que aseguren el bien común, que se orienten al logro de los derechos humanos, que coloquen a la persona humana (en colectivo) como el centro de todo el sistema. La educación pública, pues, está obligada a gestar y sostener procesos y acciones que contribuyan a la paz, la democracia y el desarrollo.

El neoliberalismo globalizado se alimenta de estados no solo pequeños, sino principalmente débiles. Por eso, no sorprende que en regiones en desarrollo, la educación presente graves carencias en variables como acceso, egreso, infraestructura, etcétera. Pero, principalmente, no sorprende que las visiones curriculares aboguen por el economicismo salvaje, que la participación ciudadana sea mínima, que la deficiencia metodológica y actitudinal no se discuta con tanto énfasis. Y que todo ello aparezca a la par de las “bondades” y “maravillas” de la educación privada.

Quizá quienes solo conocen el contexto de sus países desarrollados no alcancen a comprender el drama de la educación pública disminuida, debilitada y abandonada. Pero cuando se puede lanzar una mirada a la realidad estructural de países como los latinoamericanos, se alcanza a comprender que un aula deteriorada, que un profesor sin grandes capacidades, que un currículo sin revisión crítica (desde las reivindicaciones sociales), no solo constituyen elementos generalizados de una realidad que niega los derechos humanos, sino también representan el interés globalizado por acentuar la educación privada. Esa que no solo está negada a las grandes mayorías, esa que enfatiza a la educación como un servicio y no como un derecho humano. Esa que es privada porque nos priva de una visión social amplia y comprometida con la justicia y la dignidad.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/02/12/la-resignificacion-de-la-escuela-publica/

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Los puentes de la Educación Media

Por: Jesús Montero Tirado

En la Ley General de Educación (1264/98, Artículo 37) los estudiantes de la Educación Media tienen dos alternativas principales: la Formación Profesional Media y la Educación Media Bachillerato; en ambas alternativas el estudiante puede elegir varias modalidades. El estudiante que acaba sus estudios en ese nivel tiene ante sí diversos puentes de salida. El más simple es el de los que deciden abandonar ahí los estudios y pasar por el puente de cauce seco directamente a iniciar su vida fuera del ámbito académico, entrando ya al espacio de la vida ciudadana. Otro puente es el de la Formación Profesional Media, que pasa a los estudiantes al mundo del trabajo. Y el tercer puente es el de final de bachillerato, que los pone en las puertas de la Educación Superior en Universidades o Institutos Superiores o más sencillo en las puertas de los Institutos Técnicos de Tercer Nivel.

Desgraciadamente el puente más ancho y corto, por el que más estudiantes pasan, es el de los que abandonan los estudios antes de iniciar o de acabar la educación media. Son más del sesenta por ciento de los que iniciaron el primer grado de educación escolar. Por contraste, el puente de los técnicos profesionales de nivel medio lo cruzan muy pocos, porque esta alternativa de la Educación Media está subdesarrollada, poco definida, prácticamente olvidada. Y el puente de los que acaban el bachillerato lo cruzan alrededor del treinta por ciento. De ellos algunos eligen la ruta que les lleva a las universidades e institutos superiores y otros se quedan ya en la ciudadanía equipados solamente con el bachillerato. Golpean las puertas de las empresas y según los empresarios no están preparados para trabajar, no han desarrollado las competencias básicas para confiarles trabajo.

Los bachilleres que eligen entrar en las instituciones educativas de Educación Superior, según los responsables de las universidades e institutos superiores llegan mal o poco equipados, no están preparados para enfrentar los desafíos que provocan hoy las carreras de formación profesional superior y las exigencias de la investigación científica. Algunos rectores o directores, decanos y profesores afirman que muchos estudiantes llegan sin capacidad de lectura comprensiva y menos aún de redacción con ortografía y sintaxis necesarias para comunicarse por escrito.

Cuando los legisladores sancionaron en el 2013 la ley 4995 de Educación Superior, así como cuando el Presidente la promulgó, parece que pensaban que el puente entre el bachillerato y las Universidades e Institutos Superiores está roto, porque en el artículo 9 de dicha ley, le encargan al Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) que arregle esa transición. Y efectivamente el puente está roto. Las instituciones y educadores de bachillerato no preparan suficientemente para entrar y permanecer hasta el final en la Educación Superior. ¿Por qué?

Porque la planificación de los diseños curriculares y los sistemas de evaluación de la Educación Media y la Educación Superior se deciden sin diálogo ni coordinación entre los responsables de ambos niveles de Educación. Nadie duda hoy que el actual diseño curricular de la Educación Media es insostenible. Cuando se planificó la reforma de este nivel, los miembros del Consejo Nacional de Educación y Cultura (CONEC) dijimos y publicamos documentos y libros expresando nuestro desacuerdo con el plan propuesto y aprobado para el bachillerato; después cuando en el 2011 se elaboró la “Resignificación de la Educación Media” volvimos a manifestar nuestro desacuerdo con lo presentado, pero una vez más las políticas propuestas por el CONEC, como antes sucedió con el Consejo Asesor de la Reforma Educativa (CARE), no fueron atendidas.

Mientras se arregla el puente no faltan los corruptos que aprovechan la situación de muchos estudiantes, que no tienen capacidad intelectual ni académica para enfrentar las exigencias de las instituciones serias, a quienes se les ofrecen en instituciones “garaje” títulos de carreras profesionales a cambio solamente de cuotas y parodias de clases.

Los que cruzan el puente del bachillerato hacia las universidades e institutos superiores tienen por lo menos dos problemas: pasar un puente mal construido y llegar a la orilla de la Educación Superior con una mochila demasiado pequeña para recorrer la compleja ruta de todas las profesionalizaciones entre incertidumbres y horizontes cargados de sorpresivas e innovadoras demandas.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/los-puentes-de-la-educacion-media-1504268.html

Fuente de la Imagen : https://www.google.co.ve/search?q=Los+puentes+de+la+Educaci%C3%B3n+Media&biw=1024&bih=485&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwj-tOyymNvOAhUKQiYKHcjTBtoQ_AUIBigB&dpr=1#imgrc=v-gkyfub18u2cM%3A

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