Venezuela: Advierten que 75 % de trabajadores universitarios venezolanos han pensado en renunciar el último año

La asociación por la Libertad, Derechos y Desarrollo Social (Liddes) reiteró este sábado, la necesidad imperante de atender las exigencias de docentes y trabajadores universitarios en Venezuela que, afrontan, al igual que todo el sector público, una situación de extrema vulnerabilidad al percibir salarios que equivalen a 3,5 dólares mensuales, mientras que la inflación acecha y la canasta básica ronda los 530 dólares, de acuerdo a estimaciones de diversas firmas y organizaciones.

 

La directora general de Liddes, Laura Linares enfatizó que los trabajadores universitarios se debaten a diario entre renunciar y seguir asistiendo a sus lugares de trabajo por estricta vocación o retirarse y dedicarse a otros oficios que le permitan tener ingresos para subsistir.

 

“Muchos trabajadores del sector universitario han dejado sus puestos de trabajo a favor de empleos mejor pagados, lo cual genera una crisis de personal en todo el sistema educativo del país. El 75 % de los trabajadores universitarios ha pensado en abandonar el trabajo en los últimos 12 meses”, precisó. “Lo que estamos viviendo ante la indiferencia del Estado es una catástrofe”, lamentó.

 

En medio de este escenario, el paupérrimo ingreso que perciben los trabajadores universitarios se convierte en el primer factor negativo que incide de forma directa en el acceso a una educación de calidad.

 

“Un sistema educativo fuerte depende en gran medida de la capacidad de atraer y retener a docentes altamente cualificados, y los salarios son un factor determinante. Los trabajadores universitarios venezolanos perciben en promedio 3,5 dólares al mes, esto ha impulsado la deserción del personal ATO, así como de profesores universitarios en el país, dejando fuertes desafíos para garantizar el acceso a la educación de los jóvenes venezolanos y la libertad académica”.

 

Laura Linares recalcó que estas presiones económicas, ponen en peligro los derechos económicos y sociales, generan desigualdades en la población; y retrasa el desarrollo de la sociedad, pues obstruye la investigación en áreas tan importantes hoy en día como la salud, la agricultura y, en general, la búsqueda de soluciones y políticas públicas eficientes y sostenibles”.

 

En esta misma línea, Fabiana Lujan miembro de Students for Liberty, subrayó que no dejarán de denunciar esta grave situación que no se puede normalizar. No es justo, lógico ni aceptable que el salario permanezca estancado desde hace casi tres años y que hoy el salario mínimo integral no cubra ni el 1 % de la canasta básica alimentaria.

 

“Seguir visibilizando la realidad que viven los trabajadores universitarios es vital para que la sociedad en general tome consciencia sobre la importancia de la exigencia de sus derechos. Resulta indispensable y urgente la inversión para garantizar la educación de calidad y garantizar el acceso a la educación superior de calidad a los venezolanos”, sentenció.

 

Asimismo, aseveró que reconocer el valor del trabajo universitario garantizando sueldos justos, no es solo un asunto de justicia social, sino que representa la retribución a todos los profesionales que se encargan de formar jóvenes que serán el futuro de la nación.

 

“Si la libertad académica se ve afectada, el desarrollo de los jóvenes y la sociedad en general también se afectará”, agregó Lujan.

 

El artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, suscribe expresamente que el Estado deberá garantizar a los trabajadores del sector público y privado un salario mínimo vital que, será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica”.

 

Advierten que 75 % de trabajadores universitarios venezolanos han pensado en renunciar el último año

 

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La UNESCO da la voz de alarma sobre la crisis mundial de escasez de docentes

En el Día mundial de las y los docentes, Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, ha hecho un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que intensifiquen su apoyo a los docentes, advirtiendo de las dificultades que tiene la profesión para retener a su personal y atraer a nuevos talentos. En todo el mundo se necesitan 69 millones de profesores para alcanzar la educación básica universal en 2030. El mayor déficit se da en el África subsahariana.

La falta de formación, las condiciones de trabajo poco atractivas y la financiación inadecuada son factores que socavan la profesión de docente y agravan la crisis mundial del aprendizaje. La UNESCO siempre ha situado a los profesores en el centro de la lucha por el derecho a una educación inclusiva y de calidad. Es urgente dar un mejor reconocimiento a esta profesión de la que depende el futuro de nuestros hijos.

Las previsiones de la UNESCO indican que se necesitan 24,4 millones de docentes más en la enseñanza primaria y unos 44,4 millones en la secundaria para lograr la educación básica universal de aquí a 2030. El África subsahariana, que cuenta con algunas de las aulas más superpobladas del mundo, es asimismo el continente con los profesores más sobrecargados de trabajo y los sistemas con menos personal, con un 90% de escuelas secundarias haciendo frente a una grave escasez de docentes.

Las nuevas cifras de la UNESCO, presentadas con motivo del Día mundial de las y los docentes de 2022, muestran que se necesitan 5,4 millones de docentes en la enseñanza primaria en el África subsahariana, y 11,1 millones de docentes en la enseñanza secundaria, si queremos alcanzar los objetivos fijados por la Agenda 2030. La región con el segundo mayor déficit es el sur de Asia: la UNESCO prevé que se necesitarán 1,7 millones de profesores adicionales en el nivel primario, y 5,3 millones en el nivel secundario.

Es preciso mejorar las condiciones de trabajo

En los países de renta baja, el primer obstáculo es la gran carga de trabajo. Según datos recientes de la UNESCO, cada profesor de primaria de estos países tiene una media de 52 alumnos por clase, mientras que la media mundial es de 26. La proporción es especialmente alta en el África subsahariana, con 56 alumnos por profesor, y en el sur de Asia, con 38. En Europa y América del Norte sólo hay una media de 15 alumnos por profesor.

Las dificultades de supervisión se ven agravadas por la falta de formación, que hace que los profesores no siempre tengan todas las herramientas a su alcance para lograr un desempeño adecuado en el aula. Los datos de la UNESCO muestran que aproximadamente el 26% de los profesores de primaria y el 39% de los de secundaria no tienen la titulación mínima requerida en los países de renta baja, frente al 14% y el 16%, respectivamente, a nivel mundial.

En las zonas más remotas, desfavorecidas y rurales, las condiciones empeoran y se ven agravadas por la multiplicidad de grados, el multilingüismo y las acuciantes necesidades de aprendizaje en el aula.

Las maestras se ven afectadas de forma desproporcionada debido a la falta de viviendas adecuadas, a los largos e inseguros trayectos hasta la escuela y a la falta de servicios de guardería, lo que dificulta la permanencia de las mujeres en puestos docentes remotos. La infrarrepresentación de las profesoras en determinadas áreas de conocimiento y en los puestos de dirección es otro de los retos permanentes.

Se deben ofrecer mejores salarios

  1. La crisis de la profesión también se ve acentuada por los salarios no competitivos. Los datos de la UNESCO muestran que 6 de cada 10 países pagan a los profesores de primaria menos que a otros profesionales con cualificaciones similares. Este criterio es especialmente evidente en los países de renta alta. En 5 de los 6 países de este grupo, los profesores de primaria ganan menos que otros profesionales comparables. Solo 3 países de renta alta tienen una política salarial para el profesorado encomiable: Singapur, con un salario medio igual al 139% de las profesiones comparables, España (125%) y la República de Corea (124%).

Fuente: https://www.unesco.org/es/articles/la-unesco-da-la-voz-de-alarma-sobre-la-crisis-mundial-de-escasez-de-docentes

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José Miguel Briceño: Magisterio de Venezuela seguirá en las calles este año 2023-2024

La represión laboral, las ilegales desincorporaciones, los pagos chucutos de las prestaciones sociales, y las pensiones con salarios de hambre y miseria, caracterizaron el año escolar.

El dirigente del sindicato Suma- Trujillo Filial Fetramagisterio José Miguel Briceño, indicó que para los maestros, este año escolar 2022-2023, fue el más catastrófico del socialismo del siglo XXI y el peor de la historia revolucionaria que hayan vivido.

Alegando las razones de  que  los ingresos mensuales se depreciaron en más del 1068,40 %, el bono vacacional constituyó la burla y la estafa más cruel de esta historia bolivariana, desaparecieron el salario mínimo, reinó a cielo abierto la represión laboral, las ilegales desincorporaciones, los pagos de las prestaciones sociales y las pensiones con salarios de hambre y miseria.

Además, precisó Briceño,  más el 85% de los planteles escolares están en pésimas y deplorables condiciones, en pleno socialismo los estudiantes reciben clases en ambientes hacinados en su mayoría, están sin recursos tecnológicos y materiales didácticos.

 

Cláusulas violadas

En relación la cláusulas  contractuales  explicó que  más del 95% fueron violadas, las primas contractuales reducidas y suspendidas, la seguridad social: H.C.M y servicios funerarios los eliminaron  y a duras penas funciona un servicio funerario autogestionado que cumple con unos irrisorios pagos, que lo realizan cuando “florecen las amapolas”.

Acotó  que el Estado-patrono presidencial de Nicolás Maduro y la ministra de Educación Yelitze Santaella, abandonaron la negociación   de la III Contratación Colectiva en  noviembre de 2022. “Lo que coloca en evidencia y abiertamente la inexistencia de la voluntad política el desinterés patronal y oficialista para resolver la crisis social, económica, laboral y constitucional propia de este socialismo humanista y obrerista confabulados en la triada patronal, presidencial, más el partido oficialista PSUV, para timar este primero de mayo de este año a los trabajadores de la administración publica, condenándolos a la esclavitud laboral y salarial, ya que este trío revolucionario obvió los beneficios contractuales firmados y suscritos entre la partes, a sabiendas que estos derechos son irrenunciables, inalienables de los trabajadores”.

Miguel Briceño: No nos doblegaremos ante  la arremetida patronal

 

Resistir en pobreza

Siguió Briceño  explicado que el mes de julio se cumplieron  480 días que los educadores activos, jubilados, pensionados, interinos, sobrevivientes y demás trabajadores de la administración pública  continúan sin ningún incremento salarial  como consecuencia de  la indolencia y la ineficacia inmisericorde del estado-patronal presidencial y la conspiración bolivariana de la elite de los servidores públicos psuvistas.

“El gobierno  ha esgrimido las sanciones  y bloqueos como excusa, cuando la realidad es que  existiendo  miles de millones de dólares, los cuales han  sido usurpados por las nuevas élites del PSUV, condenando al glorioso magisterio y demás trabajadores de la administración pública a resistir en pobreza extrema por la atrocidad hiperinflacionaria, la devaluación monetaria y el alza del dólar que ronda el 566,40 %, que sumado al 150% de la sustracción de las primas contractuales, 280% incremento salarial, equivalente  al 1068,40 % de pérdida salarial mensual, lo que evidencia claramente la destrucción del poder adquisitivo de los educadores activos, jubilados, pensionados, interinos, sobrevivientes y demás trabajadores de la administración pública”.

Otro dato sobre las condiciones  deplorables de los maestros lo grafica Briceño de la siguiente manera:”el profesional de la docencia con la máxima categoría: Magister, Doctorado,  con 21 años de servicio al mes de julio de este año alcanza: 0.67 dólar diario (D.D),  un docente IV, Especialista, Magister, teniendo 15 años de servicio laborando cobra 0.56 D.D. El Docente I, percibe 0.49 D.D, aunado a ello la canasta alimentaria básica  familiar equivalente aproximadamente  511,20 dólares”

De tal manera –dijo  el dirigente del Suma-  culmina este año escolar con la aniquilación de los derechos humanos y fundamentales del magisterio, donde no apareció las respectivas soluciones laborales que el estado-patrono presidencial y educativo conocen desde el año 2018,  como son: 60 meses de retroactividad salarial producto del incremento salarial del 280%, 16 meses de retroactividad por el arrebato de las primas contractuales, pago selectivo presidencial de las prestaciones sociales al mes de julio 2023: 75,47 dolar, seguridad social: H.C.M, funerario, IPASME.  Pero  a pesar de esta ignomia  gubernamental, este nuevo año 2023-2024 seguiremos en  la calle constitucionalmente organizados y plenamente unidos,  en la defensa de los derechos  consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Fuente: https://diariodelosandes.com/jose-miguel-briceno-magisterio-seguira-en-las-calles-este-ano-2023-2024/

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Acceso a tierra, una vía para que campesinas salgan de la pobreza en Honduras

Facilitar el acceso a la tierra para producir alimentos podría ayudar a miles de mujeres rurales en Honduras a salir de la pobreza y la discriminación en un país que arrastra problemas estructurales de desigualdad, dijo este jueves a EFE la portavoz de la Articulación de Mujeres de la Vía Campesina, Wendy Cruz.

Solo el 14 % de las mujeres que viven en el área rural, unas 280.000, tiene acceso a tierra, muchas de ellas porque han comprado o heredado de sus padres, señaló Cruz en una entrevista con EFE.

«Se trata de un problema estructural en el área rural, por lo que hemos planteado la necesidad de definir bases sólidas para ir disminuyendo esas brechas de desigualdad», subrayó la también portavoz del Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina.

En la zona rural viven más de 4 millones de personas, el 50 % son mujeres, de ellas el 86 % no posee títulos de tierras y un gran porcentaje de éstas padecen hambre, añadió.

TITULACIÓN DE TIERRAS, UNA DEUDA HISTÓRICA

Cruz indicó que la titulación de tierras es una «deuda histórica» con los campesinos y una herramienta para que las mujeres puedan combatir la pobreza y garantizar la seguridad alimentaria de sus familias.

Solo el 11 % de los campesinos tiene acceso a fondos destinados a créditos agrícolas, denunció la activista, quien lamentó que las mujeres no tienen apoyo financiero debido a que no son dueñas de la tierra.

«Las mujeres no tienen acceso al crédito porque no tienen una garantía, es un tema bastante difícil para ellas y las pone en bastante precariedad», enfatizó.

Las campesinas también exigen al Gobierno que ponga en marcha un programa de financiación para las mujeres rurales y les garantice el derecho a ser propietarias de la tierra.

Cruz afirmó que el 90 % de las familias del área rural viven en pobreza debido a que «no tienen acceso a los bienes productivos, empleo ni educación de calidad».

Las familias necesitan tener acceso a servicios básicos, como educación y salud, para «mejorar su condición de vida» y no caer en una «situación de vulnerabilidad» que las «condene a la pobreza», añadió.

«La tierra está vinculada al acceso a una vivienda digna, a producir sus propios alimentos y, por ende, tener acceso a la tierra, tendrían mayor oportunidad de salir de esas condiciones de pobreza», subrayó la activista.

VOLVER LA MIRADA AL CAMPO

Honduras requiere una política pública integral y volver la mirada al campo para conservar la seguridad alimentaria, precisó Cruz, quien lamentó que muchas familias campesinas se ven obligadas a emigrar de sus tierras por la falta de oportunidades.

«Las familias están obligadas a emigrar porque no encuentran oportunidades para mejorar sus condiciones de vida porque hay un Estado ausente totalmente», enfatizó.

En su opinión, el Gobierno debe priorizar la elaboración de políticas que permitan sentar las bases para satisfacer las necesidades básicas de la población, especialmente en el área rural.

Las mujeres también consideran importante colocar el tema de la mujer rural en la agenda política y en el presupuesto general de Honduras.

«Necesitamos tener un presupuesto general que atienda las necesidades básicas de las poblaciones más vulnerables y que han sido colocadas en mayor discriminación», dijo la portavoz del Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina.

El Gobierno debe además priorizar la inversión en el campo, especialmente hacia las mujeres, lo cual «nos daría una gran oportunidad de luchar contra la pobreza y la discriminación», enfatizó.

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/honduras-mujeres_acceso-a-tierra–una-v%C3%ADa-para-que-campesinas-salgan-de-la-pobreza-en-honduras/48183308

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Observatorio de Universidades: 11 dólares es el salario máximo de un profesor en Venezuela

«Los estándares internacionales de la ONU y la Línea Internacional de Pobreza, indican que quienes ganen menos de 1,9 dólares diarios se encuentran en una situación de pobreza extrema», indicó la organización

El Observatorio de Universidades (OBU) de Venezuela denunció este sábado que el salario máximo de un profesor universitario en el país es de 11 dólares por mes y el salario mínimo es de alrededor 7 dólares.

«El salario máximo va en algunos países desde 2.000 dólares hasta 7.000 dólares en Chile, en Venezuela es de 11 dólares», refirió la organización en su cuenta de Twitter.

Asimismo, el OBU indicó que el salario mínimo de los profesores universitarios en países como Panamá, Ecuador y Costa Rica supera los 1.000 dólares por mes, mientras en Venezuela es de alrededor 7 dólares.

Añadió que en Venezuela la «precaria situación salarial» de los profesores universitarios se «agudiza», porque el «salario mínimo de un profesor no supera los 0,25 dólares por día».

«Los estándares internacionales de la ONU y la Línea Internacional de Pobreza, indican que quienes ganen menos de 1,9 dólares diarios se encuentran en una situación de pobreza extrema», advirtió.

El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), entidad independiente que agrupa a varios analistas económicos, informó el 8 de noviembre que, en octubre, la canasta de alimentos de divisas alcanzó su máximo histórico de 343,75 dólares para una familia de cinco personas, con una variación del 12,77% con respecto al mes anterior, cuando se ubicó en 304,83 dólares.

«Así, el acceso a la canasta alimentaria según el sueldo mínimo fue del 0,69%, mientras el salario mínimo se mantuvo en 7 bolívares (1,5 dólares)», explicó.

La inflación de octubre, de acuerdo al OVF, se ubicó en 8,1%, la interanual se ubicó en 1.258% y la acumulada en 576,3%.

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Fuente: https://www.elnacional.com/venezuela/observatorio-de-universidades-11-dolares-es-el-salario-maximo-de-un-profesor-en-venezuela/

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Se dispara la pobreza extrema en Venezuela: el 76,6% de su población vive con menos de 1,2 dólares al día. Estudio de la Universidad Católica Andrés Bello

La nueva Encuesta de Condiciones de Vida, realizada por tres universidades, alerta del aumento de la desigualdad en el país, con ocho millones de personas sin empleo.

La Venezuela sin gasolina es más desigual y también más pobre. La nueva Encuesta de Condiciones de Vida, presentada este martes por la Universidad Católica Andrés Bello, muestra cómo el agravamiento de la pobreza en el país el último año estuvo muy relacionado con la crisis de abastecimiento de combustible y la reducción de la movilidad. El estudio es también el retrato de un país que dejó de ser petrolero, donde el 94,5% de la población es pobre y el 76,6% está por debajo de la línea de pobreza extrema, con ingresos inferiores a 1,2 dólares por día.

Los datos evidencian que las medidas del Gobierno contra el virus de la covid terminaron de catapultar la crisis. Las iniciativas para frenar la pandemia, en un país una circulación del virus similar a las de las naciones más aisladas, le han costado un año y medio fuera de las aulas a los niños y la paralización de parte del sector productivo, con un esquema de siete días de cuarentena seguidos de siete días de apertura. “Copiar las medidas anticovid de países con contagios como los de Latinoamérica, cuando no los tenemos, reforzó la recesión”, explica uno de los investigadores de la Encovi, el sociólogo Luis Pedro España.

Las diferencias entre los empleados del sector público y privado también se han ampliado. En el sector privado el 58% de los trabajadores están en condición de pobreza extrema, en el sector público la cifra alcanza al 75%. Por el contrario, en el sector privado casi el 10% no son pobres, mientras en el público solo el 4% se salva de esta situación. La precariedad del empleo en el sector público fue advertida por Michelle Bachelet en su último informe sobre Venezuela. Un funcionario puede ganar hasta 12 dólares al mes, un empleado del sector privado, en promedio, recibe 38 dólares al mes, y por cuenta propia 32 dólares al mes.

Con estos números se cuantifica la desigualdad, que los investigadores ubican en 0,56 puntos este año, la más grande la región, si te toma como referencia los índices de 2019 en los que Brasil, el más desigual entonces, registraba 0,53 puntos. “La sociedad venezolana está más o menos igualada en la pobreza en un 90%, hasta el último tramo, especialmente en el último decil de la población donde se abre la brecha de los más ricos”, señala España. En 10% de los venezolanos se queda el 40% del ingreso nacional y este grupo puede ser hasta 15 veces más ricos que el estrato anterior.

Aun con esos datos, agrega el sociólogo, el problema de Venezuela hoy no es la desigualdad sino la paralización de la producción y la abismal caída de los ingresos del país de 90.000 millones de dólares en 2012 a 5.000 millones en 2020, en su mayoría por exportaciones no petroleras privadas, una evidencia del fin de la economía petrolera y en manos del Estado. “Si distribuyéramos todo el ingreso equitativamente entre las familias, el promedio per cápita sería de 30 dólares por venezolano al mes, es decir un dólar por persona al día, un escenario en el que todos seríamos pobres extremos”, añade.

El Gobierno de Nicolás Maduro ha desarrollado una intensa política de transferencias directas de dinero a través de bonos en bolívares. En el caso de los hogares en pobreza extrema, los ingresos llegan a 36 dólares mensuales y los aportes del Gobierno superan los 50 dólares, casi 76% de sus ingresos, por lo que estas personas dependen totalmente de los bonos. Aun así, se necesita incrementar más de 30 veces esas asignaciones para poder sacar a esas familias de la pobreza extrema.

Los que ya no están

La Encovi reúne el análisis de más de 17.000 encuestas con más de 800 preguntas a hogares y se ha convertido en los últimos siete años en el único medidor fiable de la profunda crisis que atraviesa Venezuela, ante la total opacidad gubernamental sobre indicadores demográficos, económicos y sociales y de rendición de cuentas. De acuerdo a los datos, se estima que al menos 340.000 niños dejaron de nacer en Venezuela en cinco años. El impacto de la migración, las potenciales madres que se fueron, y el aumento de la mortalidad infantil a 25,7 por cada 1000 nacidos vivos, la misma de hace 30 años, ha modificado la pirámide poblacional del país. “Las condiciones de vida han llevado a que las generaciones que nacieron entre 2015 y 2020 tengan tres años menos de vida que las que precedieron a la crisis”, señala Anitza Freites, coordinadora de la investigación.

El crecimiento demográfico en el último quinquenio fue negativo, del -1,1%. Los venezolanos en Venezuela son 28,7 millones. “Tenemos un país más empobrecido y más pequeño en términos demográficos”. Más de cuatro millones, el 90% de entre 15 y 49 años de edad, se han ido en los últimos cinco años. La razón del éxodo se mantiene: falta de empleo. Una segunda razón para irse, la reagrupación familiar, empieza a ganar peso y evidencia las dimensiones del éxodo.

Escuelas cerradas

El impacto de la pandemia en la educación se evidencia en los que no están. La cobertura educativa cayó en cinco puntos en tan solo un año y cerca de la mitad de los niños ya no accede a la educación inicial. “En todos los niveles hubo disminución, pero en la educación inicial y universitaria —que ya venía cayendo— se registró un gran bajón”, dice Freites.

El contexto de la casi inviable educación a distancia obligó a tomar decisiones a las familias sobre quién se queda en el sistema educativo y quien no, restándoles oportunidades a los más pequeños, que quedaron a cargo de las madres y asumieron el reemplazo educativo en el 78% de los hogares. “El proceso educativo es acumulativo, las competencias que se adquieren en la educación inicial son fundamentales para la maduración y de eso se ha privado a los niños de entre tres y cinco años”, señala Freites. En el caso de los adolescentes de 12 a 17 años ha aumentado el porcentaje que con rezago escolar.

El cierre de las escuelas por más de un año, que se ha vivido en gran parte Latinoamérica como una de las medidas del contra el covid, ha contribuido a la pobreza y tendrá consecuencias que aún están por verse. Venezuela es de los pocos países que no ha vuelto a las aulas ni una sola vez desde marzo de 2020 cuando se decretó la pandemia. “La escuela es la que rompe la reproducción social de la pobreza y se desactivó por más de un año”, cuestiona España. “Esto hará que la próxima generación de hijos de obreros también sean obreros, porque los niños que se quedaron en casa lo máximo que van a aprender es lo que sabe su mamá”, concluye.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2021-09-29/el-945-de-los-venezolanos-vive-en-la-pobreza.html

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El sistema educativo venezolano no resiste otro año de clases a distancia

El año escolar 2020-2021 comenzó como se esperaba: a distancia y con muchas dificultades para alumnos y docentes, quienes en las condiciones más adversas se las han ingeniado durante más de un año para continuar, para bien o mal, con el cronograma de clases. Pero hay que aclarar: las deficiencias del sistema educativo venezolano solo se han hecho más evidentes desde que el régimen decretó el confinamiento para evitar la propagación del covid-19 en marzo de 2020. La crisis en el sector, sobre todo en la educación pública, se ha agudizado.

Fallas en los servicios públicos, falta de recursos, daños en la infraestructura de las instituciones y salarios insuficientes son algunos de los problemas que los maestros han denunciado en los últimos años. Con la llegada de la pandemia y la educación a distancia, se evidenció que el sistema educativo no está preparado para trabajar bajo la modalidad de clases a distancia: no todos tienen acceso a herramientas tecnológicas ni Internet, y la capacitación del personal docente no ha sido la suficiente.

Para algunos maestros este nuevo curso ha sido más complicado que el anterior: la falta de recursos -económicos y tecnológicos- y la prolongación de las semanas de confinamiento radical han dificultado que los estudiantes puedan cumplir con las asignaciones. “Los representantes no tienen recursos para comprar teléfonos inteligentes y como ahora hay menos semanas de flexibilización ya no pueden ir a las escuelas a buscar las tareas. ¿Cómo hacen? Este año ha sido terrible y los niños saldrán peor preparados que el anterior”, dice una docente de la Escuela República Bolivariana de Venezuela, en Coche, que prefirió no revelar su nombre.

Clases a distancia

Desde que comenzó el confinamiento el año pasado cuenta que se ha mantenido en contacto con los representantes de sus alumnos a través de Whatsapp, mensajes de texto o llamadas; sin embargo, hay algunos que no han aparecido. “No todos tienen teléfonos o Internet. En las semanas de flexibilización, cuando se asignan las actividades en el colegio, hay papás que ni se acercan. Es un desastre”, se lamenta.

En enero de este año, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) realizó consulta en 12 ciudades del país sobre las fallas en Internet y encontró que solo 34,2% de los encuestados tiene acceso al servicio en sus hogares, y de ese porcentaje 54,8% reportó padecer fallas diarias en la navegación.

A diferencia de las instituciones públicas, los maestros de educación privada sí han podido mantener constante comunicación con padres y representantes. “Todos cumplen y envían sus tareas por correo, y si no pueden me avisan o buscan otra alternativa para mandar sus asignaciones”, comenta una docente del Colegio Fray Luis de León, en la avenida Fuerzas Armadas, que también pidió no revelar su nombre.

Aunque el colegio dio algunos lineamientos a los maestros para continuar con las actividades a distancia, cada uno tiene libertad para escoger el canal de comunicación o la plataforma con el fin de impartir las lecciones. “En el área de matemática, específicamente, trabajamos con Zoom. Todo lo demás lo manejamos por correo electrónico, por donde envío las tareas, y por Whatsapp, donde conversamos sobre las inquietudes”, explica.

Crecen los reprobados

Recuerda Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones de Educación Privada (Andiep), que en el pasado había una diferencia considerable entre la educación privada y la pública porque en la primera los alumnos contaban con más recursos y herramientas; pero desde que comenzó el año escolar 2020-2021 las fallas constantes en el servicio de Internet han hecho que los estudiantes que pagan por educarse no estén cumpliendo con los objetivos propuestos.

Romeo aseguró que aunque comenzaron el año escolar con optimismo, en noviembre detectaron que el rendimiento de muchos estudiantes había bajado. “Vimos que alumnos de 19 y 20 bajaron a 13 y 14, y los de 13 y 14, reprobaban. El crecimiento de reprobados en el primer lapso escolar fue muy alto, incluso la asistencia ya no fue la misma de antes”, precisa.

Clases a distancia

El presidente de Andiep afirma que las deficiencias de la educación pública están llegando a la privada. “¿Por qué está pasando esto? Porque no se ha cumplido con lo que hemos pedido al Ministerio de Educación: ampliar el ancho de banda porque el que tenemos no es suficiente. Yo puedo tener las mejores herramientas tecnológicas, pero si tengo un Internet deficiente, básico, no puedo hacer nada”, señala.

Aunque reconoce que la educación a distancia ha llegado para quedarse, jamás podrá sustituir a la presencial. Por eso, Romeo destaca la necesidad de regresar a las aulas lo más pronto posible, tomando todas las medidas de bioseguridad necesarias. “Venezuela tiene que dar un paso adelante y permitirnos regresar a las escuelas, tomando todas las precauciones. Pero debe ser un regreso descentralizado, que cada escuela pueda implementar su protocolo y evaluarlo con padres y representantes, porque no todas las escuelas tienen las mismas necesidades”.

Romeo destaca que el sector educativo privado ha hecho un enorme esfuerzo para continuar con sus actividades, y lo ha hecho sin apoyo del Estado en medio de la pandemia. “Sabemos que si se destruye lo poco bueno que queda, que es el sector educativo privado, no tendremos país para el futuro”.

Maestros huérfanos

La educación a distancia tomó por sorpresa y sin herramientas a los maestros, dice Luisa Pernalete, profesora del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín, de Fe y Alegría. Por eso insiste en que el acompañamiento a los docentes es primordial en este momento.

Pernalete señala que, en el caso de Fe y Alegría, se han dedicado a brindar apoyo y acompañamiento a los docentes para enseñarles estrategias que pueden implementar en clase. “Todos los meses hacemos actividades formativas como forochats para atender a los maestros y se les envían guías instructivas por correo. Hemos estado ayudando a los docentes con herramientas para que no tengan que hacerlo todo”, explica. Pero insiste: “Los maestros de educación pública están muy huérfanos”.

Clases a distancia

Comenta sobre una encuesta que se realizó a un grupo de maestros en la que se les preguntó qué esperaban del nuevo año académico. Mejoras salarios, servicios públicos y equipos tecnológicos fueron las respuestas. Pero cuando se les pidió que comentaran qué había sido lo que más los había ayudado en este año de educación a distancia, respondieron: el acompañamiento del equipo directivo. “¿A esos maestros de educación pública quién los está acompañando? Yo no tengo ningún dato, pero me temo que están en total orfandad y creo que esa es una de las grandes diferencias que hay con la educación privada”, indica Pernalete.

En el caso de Fe y Alegría, dice que cada escuela mantiene contacto con sus estudiantes a través de los maestros para conocer la situación de cada estudiante y buscar la manera de que el alumno continúe con sus clases. “Un liceo nuestro en Antímano tiene 451 alumnos y allí han tenido contacto prácticamente con todos sus estudiantes, menos con 5. A 1 lo retiraron, 4 han flojeado mucho y a otros 30 les pondrán trabajos de compensación. Yo quisiera que esos datos los dieran en todas las escuelas”.

¿Se está aprendiendo?

Comenta Fausto Romeo que en este momento, tanto en el sector público como el privado, es difícil saber cuánto están aprendiendo los estudiantes porque los maestros solo están evaluando resultados. “Yo mando la tarea y recibo el resultado: 2+2=4. Listo. Tiene 20. No se está evaluando el procedimiento”, dice.

En las escuelas públicas no se realizan pruebas para medir la calidad y el impacto de la educación desde hace 10 años, indica Luisa Pernalete. “¿Dónde está la medición para saber cómo están rindiendo nuestros muchachos? No sabemos si estamos avanzando o nos estamos atrasando”, asegura.

La educadora afirma que cuando hay un paro o vacaciones muy largas los niños desaprenden porque no ponen en práctica sus habilidades. Entonces, en el caso de las clases a distancia, en las que muchas veces los maestros no tienen control absoluto, no hay forma de saber si los niños están aprendiendo. “Nosotros trabajamos con estrategias multimodales para tratar de que todos los niños tengan acceso a la educación. Pero no creo que sea la manera como se está trabajando en todos los colegios”.

colegios

Un aspecto no menos importante es el tema de la alimentación: antes de la pandemia muchos estudiantes asistían a las escuelas porque recibían desayuno o almuerzo. Ahora que están cerradas, la ingesta alimenticia de niños y adolescentes no es la misma. En algunas instituciones, comenta Pernalete, distribuyen alimentos entre las madres para que preparen comida en casa. “Antes de la cuarentena en liceos públicos, cuando se daba el almuerzo, subía la matrícula. La letra con hambre no entra. Tener las escuelas cerradas hace que ese factor de protección de la alimentación se vea restringido”.

Tanto Fausto Romeo como Luisa Pernalete consideran que el sistema educativo venezolano no podría resistir un año más de educación a distancia. “No podríamos avalar un siguiente año escolar en estas condiciones. La calidad educativa no es un cliché. Yo puedo decir ‘yo imparto calidad educativa’, pero se nos está acabando”, afirma el presidente de Andiep.

La pandemia dejará un gran aprendizaje en el sector educativo venezolano y hará que tanto padres como estudiantes valoren más el esfuerzo que hacen los docentes, considera Romeo. “La educación a distancia llegó para quedarse, pero nunca para sustituir al maestro”, asegura.

Cuando se pueda regresar a las aulas, bajo una modalidad semipresencial, Pernalete considera que se necesita implementar un plan que permita recuperar los conocimientos y habilidades que no se pudieron desarrollar durante las clases a distancia. “No podemos volver al pasado. En lo que sea que vayamos a tener es necesario que haya la voluntad política y decir las verdades: qué es lo que funciona, buscar a la gente que sabe. No puede ser por la franela. Este país tiene buenos profesionales y estoy segura que ninguno se va a negar a cooperar si ve que la intención es salvar el sistema educativo. También es necesario ver qué están haciendo otros países, no podemos aislarnos”.

Fuente: https://www.elnacional.com/venezuela/el-sistema-educativo-venezolano-no-resiste-otro-ano-de-clases-a-distancia/

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