¿Regreso a clases presenciales a las escuelas?, ¡ni pensarlo!

 Abelardo Carro Nava

¿Cuántas escuelas de educación básica han recibido recursos económicos en los últimos meses para la habilitación o rehabilitación de sus espacios físicos con la intención de que se ofrezca un regreso seguro a todos los actores que en ellas concurren? Con excepción de las instituciones educativas que participan en el programa “La Escuela es Nuestra”, ninguna.

Esta pregunta, y la afirmación subsecuente, viene a colación porque en las últimas semanas, a través de diversas cápsulas “informativas” que trasmite Tv Azteca, ha insistido en el regreso a clases de manera presencial en nuestro país puesto que, según se argumenta, la estrategia “Aprende en Casa” que implementó la Secretaría de Educación Pública (SEP), como parte de las acciones educativas que echó andar para que los estudiantes no interrumpieran sus estudios, no está dando resultado y, por tal motivo, prácticamente mediante estos “episodios televisivos”, le exige a la SEP y el Gobierno Federal, den la indicación para que se retorne a clases de esta manera.

Lo anterior podría no ser nuevo; al fin de cuentas, Tv Azteca y Televisa, a través sus noticieros, han buscado la forma de incidir en la percepción que sus televidentes tienen con relación a tal o cual hecho. ¿Acaso durante el sexenio peñanietista se cansaron de enviar mensajes a su audiencia en los que se denostaba al magisterio? Nunca se cansaron porque, indiscutiblemente, nunca dejaron de recibir dinero del gobierno, pero bueno, volviendo al tema que me ocupa, y que realmente me preocupa, me llama la atención que en lo que va de la contingencia sanitaria decretada por el gobierno mexicano en marzo de este año a la fecha, pocas escuelas públicas hayan recibido algún recurso con la intención de habilitar y/o rehabilitar sus espacios físicos. Tal es el caso de aquellas que están incorporadas al programa “La Escuela es Nuestra”. De hecho, sobre este asunto, el pasado 28 de octubre, Eunice Arias, Directora de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales de la Secretaría del Bienestar, en conferencia de prensa sostuvo, que de los 57 mil 799 centros escolares que forman parte de este programa – que entrega recursos económicos a las comunidades para la mejora de infraestructura –, 97 por ciento ya dispusieron del dinero, por lo que muchas de las instituciones seleccionadas – conforme a una base de datos – se vieron favorecidas puesto que, como tales, se encontraban en zonas indígenas y, con la pandemia, no tenían baños y agua (Xantomila, 2020).

Interesante dado fue éste y, desde luego, presentarlo, así como así, podría haber generado cierto entusiasmo en propios y extraños; sin embargo es preciso mencionar que, según las cifras expuestas en el documento “Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2018-2019” que elaboró la Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto de la SEP en 2019 (SEP, 2019), se advierte que el total de escuelas públicas, en su modalidad escolarizada, por tipo, nivel y sostenimiento, asciende a 216 mil 564. De éstas, 198 mil 731 corresponden a educación básica. Ahora bien, si a este total le restamos los 57 mil 799 centros escolares que participan en “La Escuela es Nuestra”, tendríamos 140 mil 932 instituciones que no están inscritas en dicho programa y que, como bien lo explicaría y fundamentaría Rogelio Alonso, en su texto titulado “Tv Azteca: la desafiante exigencia de regresar a la escuela” (Alonso, 2020), presentan ciertas problemáticas en cuanto a su infraestructura se refiere. ¿Nos entusiasmamos entonces?

Ahora bien, un dato que no es menor es que en esas 198 mil 731 escuelas, acuden a prestar sus servicios profesionales un millón 40 mil 588 docentes de quienes, desde luego, no se conoce su estado de salud porque, si bien es cierto que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en meses anteriores venía “levantando” una encuesta que tenía por objetivo conocer el estado de salud y laboral del personal agremiado a éste, así como las condiciones básicas en las que se encuentra cada escuela (Jiménez, 2020), la verdad de las cosas es que, hasta el momento en que cierro estas líneas, nada se sabe sobre ello. ¿Casualidad? No lo creo.

Y bueno, por lo que respecta a lo que cada escuela necesitaría para que pudiera hablarse de un regreso “seguro” a las aulas, habría que revisar el texto de Reyna Campuzano titulado “Regreso a Clases”, donde se especifica que, entre otros insumos con los que deberían contar las instituciones educativas como lo es el agua potable de manera constante, se tendría que dotar de cubrebocas y caretas (personales), termómetros infrarrojos, tapetes sanitizantes, gel antibacterial suficiente, material para señalizar la escuela (y cumplir de esta forma la sana distancia) (Campuzano, 2020), además de todo el material necesario para la limpieza e higiene, tanto de salones como de sanitarios. Hecho que, desde luego, implica destinar un recurso económico que, desafortunadamente, no se vio reflejado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021 aprobado en este año.

¿Cómo se exige que se retorne a las aulas escolares cuando se sabe que está en puerta la temporada invernal y, con ello, se agudice o incremente el número de contagios por el SARS CoV-2 en los mexicanos? Al menos, eso es lo que han advertido las autoridades de salud, especialistas en esta materia. Luego entonces, caer en simplezas, como en las que viene sosteniendo esta televisora es por demás ruin y mezquino.

Es cierto, la estrategia “Aprende en Casa” ha enfrentado diversas problemáticas desde que inició, y de las cuales, varios investigadores, académicos, maestros y colegas, hemos dado cuenta de ello en diversos espacios, pero también es cierto, que los docentes han venido trabajando de manera favorable para que sus estudiantes no vean interrumpido su proceso formativo. De hecho, sobre este último asunto, es muy importante el dato que se ofrece en el documento que hace unos días la Comisión Nacional para la Mejora de la Educación (MEJOREDU) publicó sobre las “Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por Covid-19” (Profelandia.com, 2020), y en el que se especifica, que el 75.4% de las y los docentes, diseñaron actividades y materiales por su propia cuenta con el propósito ya señalado.

En suma, considero que hablar de un posible regreso a clases a las escuelas no es incorrecto; de hecho, hace unos meses formulé algunas propuestas relacionadas con este asunto, con la intención de aportar un granito de arena a esta idea, lo incorrecto en todo caso es, trasmitir la idea errónea de que es posible regresar a las aulas en estos momentos sin que se hayan otorgado las condiciones de infraestructura mínimas para ello, así como también, de cerciorarse el estado de salud de todos los actores, insisto, que en ellas concurren. ¿Acaso en esta televisora no están enterados de lo que viene sucediendo en el mundo con relación a los contagios por coronavirus? Habría que recomendarles el estudio realizado en Corea del Sur y que, hace unos días, el portal Aristegui Noticias difundió con relación a que los niños pueden trasmitir el coronavirus al mismo ritmo que los adultos (Aristegui Noticias, 2020).

Quienes nos encontramos dentro del Sistema Educativo Nacional (SEN), sabemos que éste adolece de varias cuestiones; una de ellas ya la he referido: los recursos económicos para mejorar su infraestructura; pero también sabemos, porque lo hemos padecido, que cuando un alumno llega con síntomas de gripe al salón de clases que atendemos, el grupo de alumnos que lo conforman se contagia de inmediato. Regresar a clases a las escuelas en estos momentos, insisto, ni pensarlo, aunque es necesario seguir formulando propuestas y exigir se destinen recursos para ello o… ¿acaso se piensa que los padres de familia y maestros absorberán los costos de dichas habilitaciones o rehabilitaciones a los espacios físicos educativos?

Referencias:

Alonso, R. (2020). Tv Azteca: la desafiante exigencia de regresar a la escuela. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/tv-azteca-la-desafiante-exigencia-de-regresar-a-la-escuela/

Campuzano, R. (2020). Regreso a Clases. El Mercurio. Recuperado de: https://elmercurio.com.mx/editoriales/regreso-a-clases

Jiménez, A. (2020). Realiza SNTE encuesta nacional para conocer estado de salud de maestros. MVS Noticias. Recuperado de: https://mvsnoticias.com/noticias/nacionales/realiza-snte-encuesta-nacional-para-conocer-estado-de-salud-de-maestros/

-Redacción Aristegui Noticias (2020). Los niños pueden trasmitir el coronavirus al mismo ritmo que los adultos: Estudio. Recuperado de: https://aristeguinoticias.com/2311/mundo/los-ninos-pueden-transmitir-el-coronavirus-al-mismo-ritmo-que-los-adultos/

Redacción Profelandia.com (2020). MEJOREDU presenta estudio sobre experiencias durante la contingencia por… Profelandia.com. Recuperado de: https://profelandia.com/mejoredu-presenta-estudio-sobre-experiencias-educativas-durante-la-contingencia-por-covid-19/

SEP (2019). Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2018-2019. Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto. Recuperado de: https://www.planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/principales_cifras/principales_cifras_2018_2019_bolsillo.pdf

Xantomila, J. (2020). El 97% de centros escolares disponen recursos de “La Escuela es Nuestra. La Jornada. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/10/28/dispersa-la-escuela-es-nuestra-10-mil-mdp-para-centros-escolares-3165.html

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/regreso-a-clases-presenciales-a-las-escuelas-ni-pensarlo/

Comparte este contenido:

Educación: ¿hacernos guajes?

Por. Manuel Gil Antón

No pasa nada. Todo marcha bien. En los estudios que tiene la SEP, 32 millones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) afirman que están aprendiendo lo esperado como si no hubiera pandemia, como si fuesen a la escuela todos los días. En esas misteriosas indagaciones a las que refiere la autoridad, el millón y pico de maestras y maestros están muy contentos con los avances logrados en Aprende en Casa II (ACII). Las autoridades educativas echan las campanas al vuelo: se avanzó en la capacitación de alumnos y alumnas, del personal docente y de los “padres y madres de familia”. ¿Evidencia? 19.5 millones de nuevas cuentas de correo electrónico entre alumnos y 1.2 millones de maestras y maestros. Gratis. Por eso México dio un “salto adelante en materia digital”.

“¿Cuántas mexicanas y mexicanos se están educando a distancia? Agárrese: ACII está siendo visto por 8.5 millones en tele abierta y otros 7.5 millones a través de sistemas de cable. Ponga en la cuenta a otros 5.9 millones que aprenden a través de la red de televisoras estatales y similares. Por internet, llega a 7.3 millones de usuarios y 1.2 millones más atendidos por la radio y cuadernillos. En total, 30.4 millones están aprendiendo por esos medios cada día. Si añadimos a más de 4 millones inscritos en educación superior, toda la matrícula, y más, está cubierta.

La cosa no para ahí: ha habido, por estos cambios, “reingeniería institucional en la SEP” y de aquí a diciembre se producirán 4,500 programas de televisión y todo lo necesario para las plataformas digitales. “Hay una educación pública en México antes y debe haber otra a partir de la pandemia”. “El aprendizaje no se detuvo, la educación siguió con dos prioridades: la inclusión mediante una amplia cobertura y la excelencia al trabajar sobre los aprendizajes esperados dentro de los planes y programas de estudio. “

Y de remate: “Mente y corazón, conocimientos, inclusión, voluntad, pensamiento crítico, carácter, autoestima, conciencia ambiental, empatía, arte y cultura, sentido de comunidad y justicia, habilidades y destrezas físicas y mentales”. Todas estas cifras, y las partes entre comillas, corresponden a discursos del secretario Moctezuma.

¿Pandemia? Sí, pero quizá seamos el único país que, a pesar de haber detenido la forma presencial de los procesos educativos, no ha resentido ningún problema en lograr aprendizajes. ¿Estamos frente a un verdadero milagro, o contamos con autoridades educativas que han logrado, como la Virgen de Guadalupe, que “no (se) haya hecho igual en ninguna otra Nación”?

Las noticias que llegan de otros lados del país son distintas: a nivel del suelo se viven las cosas de otro modo. Algunos profesores y profesoras reportan que no encuentran a sus pupilos. Madres y padres de familia están desesperados sin saber ya qué inventar para que sus vástagos sigan intentando hacer algo semejante a estudiar. Hay fobias al Zoom, o franca risa o desesperación ante los programas de televisión que dizque enseñan. Muchas niñas ya de tiempo completo dedicadas a cuidar a sus hermanos y otras en la chamba del mercado, por dar un ejemplo. Muchachos colaborando para completar la renta. ¿Tenemos casi una rebelión para salir de las casas y respirar, hartos de la simulación, o la maravilla de la que nos informan los funcionarios?

Creo que lo segundo. En lugar de enfrentar con franqueza los problemas educativos, desde la soberbia de quien puede todo se están haciendo guajes. Igual que siempre. Como es costumbre que no cesa.

Fuente: https://vanguardia.com.mx/articulo/educacion-hacernos-guajes

Comparte este contenido:

¿Marcha atrás la educación? Los peligros de la masificación en la era de la personalización

Por: Isabel Diez

Esta semana tenemos el regreso a clases en circunstancias completamente atípicas. La SEP anunció hace un mes el programa Aprende en Casa II, su estrategia –en alianza con las televisoras– para que millones de niños alrededor del país no se queden sin clases mientras la pandemia sigue su curso e impide regresar a las aulas. La SEP transmitirá por ese medio contenidos educativos para cada grado, que el niño podrá ver desde su casa. El Secretario de Educación Pública aludió al hecho de que el medio con el que más niños cuenta en su casa es una televisión y por ello, se decidió continuar con la estrategia que habían planteado desde finales del último ciclo escolar, en el que la adaptación tuvo que ser instantánea. 

Contar con una estrategia definida es mucho mejor que no contar con nada. De eso no hay duda. Sin embargo, el planteamiento elegido deja muchas preguntas e inquietudes. Principalmente, es curioso ver que en una era en donde los desarrollos tecnológicos y la teoría educativa están tendiendo hacia la personalización en la educación, la estrategia planteada se apoya vitalmente en la masificación. Al ser un medio de comunicación masivo, la televisión tiene, desde luego, un alcance muy grande. Sin embargo, ¿puede realmente promover en nuestros estudiantes los aprendizajes que se requieren para el siglo XXI?

Hay quien argumentará que ésta es una situación temporal, una respuesta inmediata a un problema sin precedentes. Sin embargo, creo que esa afirmación era válida al final del ciclo escolar pasado. Después de semanas de vacaciones en donde la estrategia se podía ajustar y viendo que la situación de la pandemia todavía tiene un largo camino por recorrer, considero que hubiera sido necesario un replanteamiento. Las semanas con las que empezamos se han tornado en meses. Más aún, incluso si el regreso a las aulas es posible en un futuro cercano, los maestros y estudiantes deberían tener la posibilidad de elegir, según su condición de salud y aquel de las personas que vivan en sus casas, si pueden regresar físicamente al aula. Muchos no podrán. ¿Qué sucederá con ellos? ¿Seguirán tomando el resto del semestre o del año clases por televisión? 

Desde un punto de vista pedagógico, la estrategia es cuestionable ya que presenta, entre otros, los siguientes problemas:

  • La televisión es un medio unidireccional. Es decir, que sólo transmite información. No hay posibilidad de intercambio y diálogo. Esto nos recuerda a la didáctica tradicional en donde el profesor, poseedor del conocimiento, lo transmite al estudiante, quien pasivamente absorbe la información… un modelo que llevamos años intentando romper.

  • A la vez, imposibilita que exista retroalimentación a los estudiantes. Continuamente se ha resaltado la importancia de dar buena retroalimentación, como pilar para que el alumno aprenda y se desarrolle. En este esquema esa opción desaparece.

  • Rutas de acompañamiento. Otro problema es que con este esquema no está claro cómo se pueden crear rutas de acompañamiento para los estudiantes que más lo necesitan. Y más aún la detección oportuna de dichas necesidades se complica. La pandemia ha hecho evidente las numerosas desigualdades y, desgraciadamente, en este modelo esas brechas corren el peligro de ampliarse.

  • Control de los contenidos. En el caso de México, la educación y los contenidos a enseñar históricamente han estado bastante politizados. En este esquema el Estado tiene completo control de lo que se enseña, lo que impide dar un toque humano a los contenidos, adaptarlos a necesidades particulares de cada contexto y menos aún aspirar a formar un pensamiento crítico en el estudiante, ante la carencia de perspectivas diversas.

  • Rol del docente. Finalmente, un punto esencial es que el rol del profesor –ese agente fundamental en el proceso educativo– queda desdibujado. Hoy en día, el profesor se entiende como un facilitador, un guía, un investigador. Ante la masificación que trae la televisión, su tarea pasa a segundo plano, siendo una figura absolutamente vital para el éxito educativo.

Es claro que no hay una solución única ni existe una panacea para dar respuesta a los retos que la pandemia ha planteado a la educación. Pero nos cuestionamos: ¿por qué no se está invirtiendo en infraestructura para que los sitios más remotos y vulnerables tengan acceso a medios que permitan esta personalización educativa? ¿Por qué no se fortalece el papel del docente como guía y aliado ante la severa crisis que nuestros niños están viviendo? ¿Por qué no se empodera a las escuelas para convertirse en espacios comunitarios que apoyen a los padres de familia en esta tarea titánica? 

El Profesor Todd Rose,[1] de la Universidad de Harvard, resalta en su libro The End of Average la problemática derivada del mito de la “persona promedio”, el cual plantea que si diseñamos soluciones educativas para la persona promedio, excluimos a los márgenes. Los que estaban atrás, se quedan más atrás. Los que iban más adelantados, no tienen oportunidades de continuar desarrollándose en su nivel. Cuando masificamos la solución, desgraciadamente se tiene en mente a una “persona promedio”. En cambio, cuando se diseña para los márgenes, automáticamente incluimos a la media y a todos los demás. Porque, si se analiza en detalle —y mis colegas educadores no me dejarán mentir— descubrimos que no existe el alumno promedio. Nunca ha existido y nunca existirá. Entonces, ¿por qué diseñar para la media?

 

Es contradictorio e irónico que hoy en día la propuesta educativa sea la masificación. Espero verdaderamente que la estrategia planteada vaya acompañada de otras que redireccionen su rumbo el cual, en este momento, parece ir marcha atrás.

 


[1]

Rose, Todd (2016) The End of Average, Nueva York, Harper Collins.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/marcha-atras-la-educacion-los-peligros-de-la-masificacion-en-la-era-de-la-personalizacion/

Comparte este contenido:

¿Hacia dónde va el humo? Educación a distancia o modelo híbrido

Por: Gonzalo Erubiel Roblero Velázquez

El coronavirus o COVID-19 llegó a México convertido en pandemia e inició el recorrido en febrero de este año, inmiscuyéndose en la cotidianidad de la vida, desenmascarando a los gobiernos en las formas de organización, economía, política, salud y educación.

Quédate en casa, sana distancia, cubre bocas son palabras que se hicieron del argot de la ciudadanía mexicana. Las actividades se paralizaron en diversos ámbitos de la vida del país, la educación no fue excepción, marzo-abril fue el parteaguas de una estrategia de educar y aprender desde casa, el Secretario de Educación Pública, (SEP) anunciaba que sería “aprende en casa” una posibilidad, para que la niñez no perdiera el ciclo escolar 2019-2020, soslayando la multiculturalidad y la accesibilidad de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) en contextos marginados y de bajos recursos económicos, sustituyendo la educación presencial.

Dejando los contenidos, tareas y los procesos de aprendizaje  en manos de las familias, olvidando factores laborales, sociales y económicos  en que vive la sociedad mexicana, padres que tienen que velar por la comida, que no tienen trabajo, pensar en educar a sus hijos en un confinamiento desigual, es una tarea limita. Una foto a distancia dio el portazo final del periodo escolar 2019-2020, abriéndole paso a la incertidumbre del nuevo periodo escolar (2020-2021). El bombo sonó anunciando el uso de la televisión y la radio, como apertura del modelo híbrido.  Educación a distancia, estrategia desde la SEP como arranque de clases en escuelas del país. Sigamos las controversias del modelo propuesto.

¿Qué es educación a distancia?

Anteriormente la educación a distancia se hacía por correspondencia. Pues no se tenían los medios para una educación presencial, ordenabas tu curso y te llegaba por Correo Postal Aéreo o en algunos casos acudías a las escuelas a recoger  las guías y el material con el cual tenías que trabajar y al final comparecer tu aprendizaje mediante examen, las personas interesadas en estudiar en su mayoría eran adultas. Con el paso del tiempo y con la llegada de las TIC, esta modalidad de aprendizaje fue quedando en desuso. La educación a distancia se ha caracterizado por estar cerca de las universidades y de las empresas (Nueva Zelanda, Inglaterra y Estados unidos), fueron quienes iniciaron, posteriormente llego a América. Lo cual da lugar a universidades abiertas, para ofertar capacitación y ampliar la cobertura en los aprendizajes. La educación a distancia surge con la necesidad de expandir  los horizontes  de atención apuntando a las universidades como beneficiarias de esta modalidad.

La educación a  distancia es aquella en donde las y los maestros con los estudiantes no se encuentran frente a frente, como se hace tradicionalmente o en una educación presencial, y el proceso de enseñanza y aprendizaje se da mediante medios electrónicos TIC (Internet, vídeos, tv, radio, Cd, vídeo conferencias, chats en plataformas etc).

La educación a distancia por su principio está confeccionada para adultos, siendo fundante el  aprendizaje autónomo y  aprendizaje regulado, la autoformación que se basa en una conciencia-necesidad del ser humano. Aprendizaje basado en el tiempo. Tiempo real y tiempo diferido, lo cual es alarmante que en educación básica (inicial, preescolar primaria y una parte de secundaria) se quiera implementar la educación a distancia, sin considerar contextos, contenidos, roles y oportunidades de niñas, niños, maestras, maestros y otres, comprometiendo los procesos de aprendizaje y de contacto humano.

 

Televisión, Radio, Niñas, Niños y otres.

Con el correr del tiempo,  los avances tecnológicos incrementaron, se inició el uso de la televisión y radio como medios electrónicos, para trasmitir programas educativos que primero fueron unidireccionales, es decir, su uso fue para llegar a lugares más alejados del país e interactuar desde la casa. Fue hasta finales del siglo pasado que la televisión y radio se convierten en bidireccionales con la llegada de las TIC y del  internet, modernizando las formas de la educación a distancia.

A lo largo del tiempo la televisión y la radio han jugado el papel de entretenimiento social, en donde las niñas, niños y otres pueden recrearse a través de la programación. No se puede negar que la televisión y la radio enseñan, pero las y los estudiantes no aprenden contenidos formales (saberes elaborados, científicos) en donde involucre el contacto humano con su alter, las experiencias que obtienen de mirarse a los ojos con su profesor, rompe con la comunicación de ida y vuelta que permite aprender, como producto de una construcción social dinámica. La tv y la radio no tienen contenidos educativos que coadyuven con el proceso de enseñanza aprendizaje, en donde el profesor de grupo pueda referirse como soporte pedagógico y enriquecer los procesos áulicos.

En la educación básica no se usa  a la tv y radio como fuentes primarias de aprendizaje, como lo es el libro de texto, un fichero, que son insumos de soporte para enriquecer los procesos. En México la mayoría de la población tiene una televisión y radio, sin embargo existen familias extensas (papá, mamá y cinco hijos) en donde una tv no es suficiente, las injusticias para el objetivo que es aprender, no son viables. Es necesario referirse a los intentos de México por hacer televisión educativa, la Unidad de Televisión Educativa (UTE), la educación vía Satélite (EDUSAT) y sin olvidar el canal once dependiente del (IPN) todas, dirigidas a formular programación con contenido de ayuda a la educación, sin embargo, este tipo de televisión está restringida para la inmensa mayoría de los mexicanos, solo la clase con mayor poder adquisitivo, los ricos, tienen acceso a estos beneficios, continuando con la línea abisal entre pobres y ricos.

 

El rol de las y los  profesores  en  educación a distancia.

Los porcentajes de niñas, niños y otres que escuchan radio son bajos en zonas urbanas y zonas rurales, la tv solo sirve para ver películas, deportes, caricaturas y telenovelas. Las y los profesores quedan excluidos de los procesos de aprendizaje de las y los estudiantes, serán los medios quienes brinden contenidos, ya que la profesora o el profesor no le preguntan ¿qué contenidos abordar? Las y los estudiantes estarán sujetos a los contenidos que el estado dictamine, la interacción emisor –receptor, será vaga, considerando a la retroalimentación como un elemento indispensable en el aprendizaje. Desvinculando al sujeto del contacto social y dejando el desarrollo de la enseñanza – aprendizaje, bajo la responsabilidad de personas con quienes la o el estudiante no tiene contacto.

Los estados motivacionales y emocionales, estarán cautivas y se resolverán mediantes las familias, las y los  profesores, meros espectadores de la educación a distancia o al margen de ella, se perderá de lo sensorial sobre lo conceptual y de lo espectacular sobre lo cognitivo, reacciones que dan cabida a los procesos de aprendizajes en una educación presencial. La educación a distancia puede tomar el camino de unidirecionalidad y el capitalismo reproducir aún más su poder, educando las conciencias de la sociedad.

 La educación a distancia es especulativa, ya que poner tras una tv, radio o internet a niñas, niños y otres de preescolar, primaria y secundaria, aumenta los riesgos de fracaso escolar masivo; como efecto domino de las carencias en recursos materiales, económicos, desintegración familiar y padres que trabajan, termina por ser un fracaso personal al no alcanzar los procesos madurativos e intelectuales.

Las y los maestros están situados a la mitad  del camino. Una educación a distancia que lo paraliza de su labor educativa, en tanto la niña, niño y otres estén tras un televisor o escuchando la radio, envuelto en la Internet, la profesora o el profesor no tendrán la oportunidad de brindar un seguimiento idóneo y eficaz de los procesos de aprendizajes de las y los estudiantes. Volviéndose confuso, dejando que sus estudiantes reciban y acumulen información y no tengan el andamiaje necesario para ir en determinado sentido del aprendizaje. El modelo de educación a distancia es excluyente que solo beneficia a las empresas que diseñan programación por televisión, radio e Internet.

 

Educación a distancia, preludio de la hibridación.

Con la llegada a México de la tercera revolución industrial y el Neoliberalismo en los años 90´  se permitió el ingreso  inminente de la informática y la tecnología, el control de la información y de los medios TIC (computadoras, Internet) ocupando intereses tanto del Estado como la iniciativa privada, profundizando las injusticias y concentrando la riqueza en unos cuantos. La radio y la tv ya habían comprobado  su utilización y aceptación en la conciencia y entretenimiento de  la sociedad. Como medios educativos formales en algún momento e informales en otros, a distancia. Es notable que uno anteceda al otro sin dejar de ser lo mismo, educación basada en TIC. Los antecedentes de la radio y tv en su momento fueron los medios modernos que se tenían.

¿Existe cierta correspondencia entre educación a distancia y la posibilidad de una educación híbrida en México? Las diferencias son mínimas si ya nos dimos por enterados que la educación a distancia, es. una estrategia que tiene que ver con las TIC de forma total, con  maestras, maestros y  estudiantes  que no están presentes; como consecuencia de la pandemia y del confinamiento que nos causó, en donde hace referencia a la tv y radio como medios de transportación de contenidos educativos.

El modelo híbrido por su parte, es la dualidad entre la educación presencial o tradicional y el uso de los medios tecnológicos que brinda las TIC (tv, radio, redes sociales, Internet etc.) denominada también virtualización entendiendo como algo que no está, solo está en un ordenador o espacio; Internet y ciberespacio. El hecho es que la educación a distancia juega un papel de iniciación de entrenamiento de estudiantes, profesoras, profesores y sociedad en general, para el tránsito hacia el modelo de enseñanza- aprendizaje híbrido, que se quiere imponer en México. Pese a una esfera de desigualdad social, en donde no se tiene accesibilidad a la red del Internet y las familias no cuentan con los insumos (computadoras), para un aprendizaje idóneo. Es una imposición de modelo excluyente a todas luces, que no concuerda con la complejidad social, económica y cultural que tiene México; afectando de forma desproporcionada a las niñas, niños, jóvenes y otres más vulnerables.

 

Consideraciones finales

“Enseñar no es transferir conocimiento” (Freire, 2002). El acto de educar va más allá de la idea de mover algo de un lado a otro. La educación está basada en experiencias, en los diálogos colectivos como procesos de aprendizaje. No en la deshumanizante forma de los modelos híbridos o virtuales, propuestos por capitalistas que solo ven la competitividad y la  individualización humana, basada en los valores y comportamientos  que enmarca el libre mercado. El enfoque pedagógico híbrido enmascara las intenciones de las empresas generadoras de contenido y de un Estado capitalista, que busca ensanchar las brechas entre pobres y ricos. Ocultando el millonario rescate económico de las empresas televisoras. Convirtiendo a la educación en ganancias millonarias y privatizando aún más la educación, no perdamos de vista que la estrategia o modelo “aprende en casa” estaba desde el periodo escolar pasado.

El Estado se encuentra en una simulación de atención educativa, con certeza los niños de 3 a 15 años no cuentan con la autonomía suficiente para hacerse cargo de su propio aprendizaje (buscar información, atención al contenido) además de las insuficiencias que se presenten, padres que tengan que trabajar, niños con Necesidades Educativas Especiales (NEE), falta de equipo de cómputo, tv, radio y conectividad eficaz para atender los aprendizajes. Los contextos educativos son diversos (escuelas multigrado, unigrado, rurales, urbanas, marginadas) en extrema pobreza, bajo estas condiciones el derecho a la educación se encuentra lacerado. Aunado a esto, las y los profesores son marginados y excluidos de los procesos de enseñanza – aprendizaje, perdiendo la parte sustancial de su labor que es el contacto humano y dialógico vis a vis que se da en el hecho educativo.

El capitalismo continuara con su desequilibrio social, económico, ecológico, cultural y humano, aumentando la pobreza, devastando y estandarizando el tipo de las y los ciudadanos que le convenga producir, para sostener el poder nacional y mundial.

¡El capitalismo llegará, hasta donde nosotres se lo permitamos! Es conveniente no perder las esperanzas ante los cambios que se aproximan, uniendo fuerzas con Las posturas anti- sistémicas y de izquierda que están caminando hacia el horizonte de un mundo distinto y en la construcción de un ser humano consiente de su devenir histórico.

 

Referencias

Freire, P. (2002). Pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. México: Siglo XXI.

Fuente: El autor escribe para OVE

Comparte este contenido:

La SEP al rescate de la Telecracia

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

En cuatro décadas de neoliberalismo el monopolio de la televisión creció al amparo de la corrupción del Estado, se consolidó como un poder fáctico por encima de cualquier otro; ha sido el actor principal de la antidemocracia y del sesgo a la diversidad de voces de la ciudadanía crítica. El caso de Enrique Peña Nieto es la confirmación de la existencia de una telecracia con tal capacidad de influencia que podía sentar en la silla presidencial a quien quisiera para lucrar a costa del dinero público. Está ampliamente documentado que en 2016 la SEP les entregó 94 mil pesos cada hora para promover su reforma educativa y desacreditar a los maestros que se opusieron a ella.

El monopolio de la televisión no sólo se alió a la descomposición gubernamental, también lo hizo con el sindicalismo más corrupto y antidemocrático. En un compromiso de favores compartidos, en 2009 la lideresa del SNTE Elba Esther Gordillo Morales selló un pacto económico de 750 millones de pesos con Televisa a través de Claudio X González Guajardo, entonces presidente de Fundación Televisa y después líder moral de Mexicanos Primero. Durante dos años Marco Antonio Regil condujo el show televisivo “Todo el mundo cree que sabe” para enarbolar la figura del magisterio propatronal que había desempeñado el papel de mercenario electoral para llevar a Felipe Calderón a la presidencia de la república.

La idea no fue original, en realidad era parte de una estrategia de la derecha internacional que tuvo su primera experiencia en el show norteamericano ¿sabes más que un niño de primaria?, que se replicó por diferentes países de Latinoamérica   como plataforma ideológica del empresariado para reforzar las evaluaciones estandarizadas como sistemas de rendición de cuentas hacia los maestros y de vigilancia de los aprendizajes.

Pero, cuando que creíamos que se había echado a la telecracia del poder, nos encontramos con que se les devuelve su papel protagónico en el actual gobierno, no fue una formalidad que los representantes de TV Azteca, Televisa e Imagen TV asistieran a la reunión del presidente Andrés Manuel con Donald Trump; ahí, fueron invitados a sellar el destino de la nación negociando el T-MEC, poniendo sus intereses de clase por delante.

La estrecha relación con la telecracia en el ámbito educativo no tardó mucho tiempo en hacerse visible, se puso de manifiesto desde el momento en que Esteban Moctezuma Barragán dejó la presidencia de Fundación Azteca para que fungiera desde la SEP como el Claudio X González de la cuarta transformación; se trató de un cambio de figura política con una relación menos desgastada con el nuevo presidente de México. Siendo secretario de educación, el ex empleado del Grupo Salinas no ha perdido ninguna oportunidad para favorecer contratos de la SEP con Televisión Azteca, desde las orquestas infantiles hasta la elaboración de contenidos educativos.

Justo en el momento en que el poder del monopolio de la televisión había perdido terreno frente a la apertura de medios digitales que ofertan otras posibilidades de información con mayor credibilidad y de que estaban padeciendo una larga caída de sus ingresos económicos porque la audiencia se está mudando a las plataformas virtuales de entretenimiento por streaming, el pacto educativo articulado por Esteban Moctezuma para que sean el vehículo central de la estrategia de Aprende en Casa II para el ciclo escolar 2020-2021, le da un giro inusitado de legitimidad ante la sociedad.

La telecracia no está salvando a la nación ni a la educación, tal cual se les quiso presentar en la conferencia mañanera del tres de agosto. Es al revés, se les está rescatando a ellos de un ciclo constante de pérdidas y de falta de credibilidad, por principio recibirán 450 millones de pesos para operar canales marginales de su programación; pero, las consecuencias económicas del rescate moral se vieron reflejadas al día siguiente de haberse presentado el acuerdo educativo, en la bolsa de valores el Grupo Televisa repuntó 11.42% en sus acciones, mientras que TV Azteca lo hizo con un 10.59%.

Lo que pudo ser una decisión de Estado legítima, necesaria y emergente para hacer uso de la infraestructura de las televisoras y ponerlas al servicio de la educación pública, derivó en otro acuerdo cupular entre el gobierno y la oligarquía nacional, al margen de las y de los maestros, con mayores beneficios para el empresariado. Hay que decirlo claro y fuerte, escolarizar por medio de la televisión no es educación, es privatizar la escuela y hacer como que el sistema educativo sigue de pie. La gran tarea de educar, seguirá siendo del magisterio con un plan integral que no quedará inmóvil ante la imposición de la caja idiota.

Twitter: @levmx666

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/la-sep-al-rescate-de-la-telecracia/

Comparte este contenido:

Aprende en Casa II: las segundas partes nunca fueron buenas

 Abelardo Carro Nava

Y es que si en la primera parte de la estrategia Aprende en Casa existieron serias complejidades: ¿qué nos hace pensar que la segunda será buena? Interesante pregunta surgió en mi mente una vez que el Presidente López Obrador, conjuntamente con el Secretario de Educación, Moctezuma Barragán, presentaron la segunda parte de una estrategia que, en su primera parte, poco abonó al logro de ese aprendizaje que se esperaba adquirieran los estudiantes que cursaban alguno de los niveles educativos que conforman el Sistema Educativo Mexicano (SEM) durante la contingencia sanitaria por el Covid-19.

Muchos, me incluyo, llegamos a pensar que, tras 5 largos meses en los que el trabajo docente no se desarrolló de manera presencial en cada una de las escuelas de nuestro país, la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de su titular, presentaría una estrategia que priorizara lo que en distintos escenarios se desarrolló, por parte de los maestros y maestras, para que sus alumnos aprendieran en sus hogares; pero no fue así, por el contrario, la propuesta se centró en un acuerdo para que 4 televisoras (Televisa, Tv Azteca, Multimedios Televisión y Grupo Imagen), a partir del 24 de agosto, trasmitieran de las 8 de la mañana a las 7 de la tarde, los 7 días de la semana, los contenidos para que los estudiantes “aprendan” desde sus casas. Aunado a lo anterior, también se dijo que, para la trasmisión de los contenidos educativos en comunidades indígenas, se utilizaría el sistema radiofónico del Estado, a través de canal Once, Ingenio TV, el sistema público de radiodifusión y la red de 36 radiodifusoras y televisoras educativas y culturales de México. De ahí que también se aseguró que, se producirían y trasmitirían más de 4 mil 500 programas de televisión y 640 de radio en 20 lenguas indígenas, y que todas las transmisiones contarían con lengua de señas y que los libros de texto gratuitos se imprimirían en Braille y Macrotipo (Imer Noticias, 3/08/2020).

¿Dónde quedó aquella promesa de campaña en la que afirmó, aquel candidato presidencial por Morena, que nada se haría sin la consulta a los maestros y padres de familia?, ¿por qué, durante estos 5 meses, no se recogieron las experiencias de los maestros y maestras de México?, ¿por qué, durante estos 5 meses, no se recogieron las voces y experiencias de los padres de familia sobre lo que les significó la primera parte de la estrategia?, ¿por qué, durante estos 5 meses, no se les preguntó a los estudiantes sobre las posibles bondades y/o desaciertos de dicha estrategia?, ¿por qué se menosprecio este cúmulo de saberes que representan una riqueza para la evaluación de un programa?

Quienes nos encontramos en el medio educativo sabemos bien que, al término de la ejecución de un proyecto, se tiene que realizar una valoración de lo acontecido. Eso lo tenemos claro porque, en más de una ocasión, nuestros maestros nos lo repitieron, prácticamente, hasta el cansancio. ¿Los objetivos planteados se lograron?, ¿qué factores intervinieron para que éstos pudieran, o no, lograrse?, ¿qué circunstancias se presentaron para que las acciones pudieran, o no, desarrollarse como se habían planeado?, ¿de qué manera los recursos planeados abonaron para que pudiera, o no, lograrse el proyecto?, ¿qué reflexión se puede obtener de todo ello? Éstas, son algunas de las interrogantes que, en algún momento, algunos profesores plantean para que los estudiantes, de cualquier nivel educativo, realicen un ejercicio de valoración y reflexión sobre el desarrollo de una actividad y/o proyecto encomendada por éste. Es más, algunos profesores, siguiendo lo que establece la Investigación-Acción, propician que sus estudiantes realicen un replanteamiento para que, con ello, pongan en marcha el mismo proyecto, pero con acciones que, una vez analizadas y replanteadas, logren el resultado esperado.

Desafortunadamente, en la SEP, la ignorancia pedagógica, didáctica y académica, es un hecho evidente. Esto es así porque, como he dicho, el “relanzamiento” de una estrategia fallida por parte de esta Secretaría, priorizó el pragmatismo y no el conocimiento que produce la experiencia. Y bueno, lo que el profesor, alumnos o padre de familia hicieron, o no, durante la contingencia, fue lo de menos. Es más, no importó. Claro, es obvio, darle autonomía al maestro para que éste ponga en marcha un cúmulo de estrategias para que sus estudiantes se acerquen al aprendizaje requerido, representaría un… ¿acto de rebeldía? Claro, es obvio, los planes y programas educativos tienen que cumplirse porque, de lo contrario, las organizaciones internacionales estarían insatisfechas por las acciones que la misma autonomía otorga. Y, desde luego, todo ese cúmulo de saberes “adquiridos” tienen que evaluarse porque, de lo contrario, los maestros no estarían cumpliendo con su trabajo. Por qué no se entiende que hacer poco es mucho (Carro, 2020).

Creo pues que, desde la presentación de esta propuesta, se ha polarizado y politizado un tema que, desde mi perspectiva, es fundamental para la mejora y bienestar de un país. La división encuentra sentido en aquellas voces que aseguran que, dicha propuesta, es viable porque no había de otra; por su parte, otras voces, aseguran que ésta no abona puesto que, aunque se dijo que el maestro es insustituible, la verdad de las cosas es que la televisión, o la radio, será esa figura que “dictará” los aprendizajes a seguir en tanto la pandemia no ceda terreno. En cualesquiera de los casos, yo me quedo pensando en que los alumnos pasarán un buen rato sentados frente a un televisor o radio, si es que cuenta con éstos; después, tendrán que “conectarse” o “comunicarse” por diversos medios tales como computadora, móvil (si es que cuenta con éstos) o, a través de un plan de actividades escrito y dejado en algún espacio de sus comunidades por su maestro; luego, realizar sus múltiples tareas escolares porque tienen que “aprender” los contenidos de las distintas asignaturas que, de acuerdo a su nivel, corresponda;  después, disipar dudas con sus padres o, en algunos casos, con sus profesores, mientras realiza éstas; luego, realizar algunas tareas domésticas propias de su contexto y de su región, o bien, ayudar a sus padres en su comercio o trabajo; ¡ah! pero eso sí, si no tuvieron la oportunidad de ver o escuchar lo que se trasmitió, pueden hacerlo porque los programas ahí estarán, para todos… ¿y el recreo? (Carro, 2020).

Ahora por lo que respecta a los maestros, además de los pobres cursos y consejos técnicos sin sentido, con seguridad trabajarán siguiendo la misma dinámica que sus alumnos, simple y sencillamente, porque así lo mandata su autoridad educativa; trabajo acompañado, desde luego, de sus respectivas evidencias porque, indiscutiblemente, también las solicita su autoridad educativa… ¿Y la autonomía? (Carro, 2019).

Luego entonces, una pregunta que he podido leer cuando la crítica a tal estrategia se hace presente a través de distintos medios de comunicación, ¿y usted qué propone? Me lleva a pensar que tal cuestionamiento busca, por un lado, una respuesta a lo que la misma autoridad no pudo responder o bien, que le otorgue una posible solución a todos los males que han aquejado al Sistema Educativo, aún, antes de la contingencia. Por mi parte, considero que hay cientos de respuestas y que éstas se hallan en cada uno de los profesores que son parte de ese Sistema porque, si bien es cierto que la SEP mandata y/o regula “algo”, también es cierto que el profesor o profesora, además de considerar aquello que se mandata, busca alguna otra estrategia para que sus alumnos aprendan. ¿Esto es autonomía? En sentido estricto sí lo es, pero es una autonomía relativa, oculta, que no se sobrepone a lo establecido porque, al final de cuentas, se cumple con lo que la autoridad mandata y no lo que la generación de aprendizajes requiera.

¿Qué pasó con la radio comunitaria, el perifoneo, los cuadernillos, el periódico, la revista, las historietas, entre otros?, ¿podrían ser parte de otras propuestas?

En este sentido, hay quien afirma que Aprende en Casa II no es una estrategia “nueva”, porque ya se cuenta con un modelo llamado “Telesecundaria”, y en parte es cierto, no obstante, permítanme referir que tal especialidad está dirigida a subsanar el rezago educativo en comunidades rurales e indígenas del país, lo cual me lleva a pensar que el Presidente, y el propio Secretario de Educación, al plantear una segunda parte de una mala película, reconocen que México presenta un rezago educativo, pero también, que la televisión ha sido el medio a través del cual, más del 90 por ciento de la población, se ha “educado” a través de los años.

¡Qué contradicción!


Referencias:

Flores, A. (3/08/2020). El 24 de agosto reinician clases a distancia en alianza con canales de TV. Imer Noticias. Recuperado de: http://noticias.imer.mx/blog/24-de-agosto-reinician-clases-a-distancia/

Carro, A. (28/04/2020). Hacer poco es mucho; pero la SEP no entiende esto. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/hacer-poco-es-mucho-pero-la-sep-no-entiende-esto/

Carro, A. (12/05/2020). ¿Y el recreo? Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/y-el-recreo/

Carro, A. (4/08/2019), “Zombies en la SEP. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/zombies-en-la-sep/

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/aprende-en-casa-ii-las-segundas-partes-nunca-fueron-buenas/

Comparte este contenido: