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Cincuenta millones de personas en situación de esclavitud moderna

Por: Eduardo Camín

Proclamar dialécticamente los derechos humanos en su lucha contra el trabajo forzoso significa crear un horizonte de sentido mediante el cual los individuos aislados puedan expresarse, afirmarse a sí mismos como una comunidad de hombres y mujeres libres e iguales

Cincuenta millones de personas vivían en situación de esclavitud moderna en 2021: 28 millones de ellas eran obligados a trabajos forzados y 22 millones estaban atrapadas en matrimonios forzados que, según las últimas “Estimaciones mundiales sobre la esclavitud moderna”, es la antítesis de la justicia social y el desarrollo sostenible.

Estas estimaciones revelan que casi una de cada 150 personas en el mundo se encuentra en esa terrible situación. Peor aún: el número de personas en situación de esclavitud moderna ha aumentado en 10 millones en los últimos cinco años. Las mujeres y los niños siguen siendo desproporcionadamente vulnerables.

La esclavitud moderna se da en casi todos los países del mundo, y atraviesa líneas étnicas, culturales y religiosas. Más de la mitad (52%) de todos los trabajos forzados y una cuarta parte de todos los matrimonios forzados se encuentran en países de renta media-alta o alta.

Trabajo forzoso

La mayoría de los casos de trabajo forzoso (86%) se dan en el sector privado. El trabajo forzoso en sectores distintos de la explotación sexual comercial representa el 63% del total, mientras que la explotación sexual comercial forzosa representa el 23%. Casi cuatro de cada cinco personas sometidas a explotación sexual comercial forzada son mujeres o niñas.

El trabajo forzoso impuesto por el Estado representa el 14% de las personas sometidas a trabajo forzoso. Casi una de cada ocho personas que realizan trabajos forzados son niños (3,3 millones) y más de la mitad de ellos se encuentran en situación de explotación sexual comercial.

Los primeros meses de la pandemia de Covid-19 estuvieron acompañados de numerosos informes sobre el trabajo forzoso vinculado a la crisis. Las perturbaciones de los ingresos a causa de la pandemia provocaron un mayor endeudamiento entre los trabajadores y, con ello, se observó un marcado aumento de la servidumbre por deudas entre algunos trabajadores que carecían de acceso a los canales de crédito formales.

La crisis causó un deterioro de las condiciones de trabajo de tal magnitud que en algunos casos propició el trabajo forzoso de un sin números de trabajadores. Sin embargo, se sabe poco sobre la manera en que han evolucionado los riesgos de trabajo forzoso desde el inicio de la crisis y una vez que se puso fin a los cierres estrictos de los centros de trabajo en la mayoría de los países y la economía mundial comenzó su frágil recuperación.

Subsisten muchos motivos de preocupación al respecto. El Banco Mundial señala que la pobreza extrema —una importante métrica del riesgo de trabajo forzoso— sigue siendo muy superior a la tendencia anterior a la pandemia y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que la recuperación del empleo se ha estancado en una gran parte del mundo.

Por otra parte, sostiene el Informe, las personas en situación de trabajo forzoso son sometidas a múltiples formas de coacción para obligarlas a trabajar en contra de su voluntad. La retención sistemática y deliberada del salario, utilizada por los empleadores abusivos para obligar a los trabajadores a permanecer en un puesto de trabajo por miedo a perder los ingresos acumulados, es la forma más común de coacción, experimentada por el 36 por ciento de las personas en situación de trabajo forzoso.

En segundo lugar, se sitúa el abuso de la vulnerabilidad por medio de amenazas de despido, que experimenta uno de cada cinco trabajadores en situación de trabajo forzoso. Las formas más graves de coacción, como el confinamiento forzoso, la violencia física y sexual y la privación de lo necesario para satisfacer las necesidades básicas son menos comunes, pero no por ello menos importantes.

Matrimonio forzado

Se estima que 22 millones de personas vivían en un matrimonio forzado en un día cualquiera de 2021. Esto indica un aumento de 6,6 millones desde las estimaciones globales de 2016.

La verdadera incidencia de los matrimonios forzados, en particular los que involucran a niños de 16 años o menos, es probablemente mucho mayor de lo que las estimaciones actuales pueden captar; estas se basan en una definición estrecha y no incluyen todos los matrimonios infantiles que se consideran forzados porque el niño no puede dar legalmente su consentimiento para casarse.

El matrimonio forzado está estrechamente vinculado a actitudes y prácticas patriarcales muy arraigadas y depende en gran medida del contexto. La abrumadora mayoría de los matrimonios forzados (más del 85%) fue impulsada por la presión familiar. Aunque dos tercios (65%) de ellos se dan en Asia y el Pacífico, si se tiene en cuenta el tamaño de la población regional, la prevalencia es mayor en los estados árabes, con 4,8 personas de cada 1.000 en la región en situación de matrimonio forzado.

Más de dos tercios de las personas obligadas a casarse son mujeres. Esto equivale a unos 14,9 millones de mujeres y niñas. Pero los hombres y los niños también son objeto de esta práctica. Tres de cada cinco personas que viven en condiciones de matrimonio forzoso lo hacen en países de ingresos medianos bajos. Sin embargo, las naciones más ricas no son inmunes a este flagelo, ya que el 26 por ciento de los matrimonios forzosos ocurren en países de ingresos altos o de ingresos medianos altos.

Los miembros de la familia son los principales responsables de la gran mayoría de matrimonios forzosos. La mayoría de las personas que declararon sobre las circunstancias de un matrimonio forzoso señalaron que fueron obligadas a casarse por sus padres (73 por ciento) u otros familiares (16 por ciento)

Los migrantes, especialmente vulnerables al trabajo forzoso

Los trabajadores migrantes tienen tres veces más probabilidades de realizar trabajos forzados que los trabajadores adultos no migrantes. Si bien la migración laboral tiene un efecto ampliamente positivo en las personas, los hogares, las comunidades y las sociedades, este hallazgo demuestra cómo los migrantes son especialmente vulnerables al trabajo forzoso y a la trata de personas, ya sea por la migración irregular o mal gobernada, o por las prácticas de contratación injustas y poco éticas.

“Es escandaloso que la situación de la esclavitud moderna no mejore. Nada puede justificar la persistencia de este abuso fundamental de los derechos humanos”, dijo el Director General de la OIT, Guy Ryder. “Sabemos lo que hay que hacer, y sabemos que se puede hacer. Es fundamental contar con políticas y regulaciones nacionales eficaces. Pero los gobiernos no pueden hacerlo solos. Las normas internacionales proporcionan una base sólida, y es necesario un enfoque que incluya a todas las partes. Los sindicatos, las organizaciones empresariales, la sociedad civil y los ciudadanos de a pie tienen un papel fundamental que desempeñar”, añadió.

António Vitorino, Director General de la OIM, dijo que este informe subraya la urgencia de garantizar que toda la migración sea segura, ordenada y regular. “La reducción de la vulnerabilidad de los migrantes al trabajo forzoso y a la trata de personas depende, en primer lugar, de marcos políticos y jurídicos nacionales que respeten, protejan y hagan realidad los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes -y de los migrantes potenciales- en todas las etapas del proceso migratorio, independientemente de su situación migratoria”, señaló.

Añadió que “toda la sociedad debe colaborar para revertir estas impactantes tendencias, incluso mediante la aplicación del Pacto Mundial sobre Migración“.

Grace Forrest, directora fundadora de Walk Free, señaló que “la esclavitud moderna es la antítesis del desarrollo sostenible. Sin embargo, en 2022, sigue apuntalando nuestra economía mundial. Es un problema creado por el hombre, relacionado tanto con la esclavitud histórica como con la persistente desigualdad estructural. En una época de crisis agravadas, una auténtica voluntad política es la clave para acabar con estos abusos de los derechos humanos.”

Acabar con la esclavitud moderna

El informe propone una serie de medidas que, tomadas en conjunto y con rapidez, supondrían un avance significativo para acabar con la esclavitud moderna. Entre ellas se encuentran mejorar y hacer cumplir las leyes y las inspecciones de trabajo; poner fin al trabajo forzoso impuesto por el Estado; reforzar las medidas para combatir el trabajo forzoso y la trata de personas en las empresas y las cadenas de suministro; ampliar la protección social, y reforzar las protecciones legales, incluida la elevación de la edad legal para contraer matrimonio a los 18 años sin excepción.

Otras medidas son abordar el mayor riesgo de trata y trabajo forzoso para los trabajadores migrantes, promover la contratación justa y ética, y un mayor apoyo a las mujeres, niñas y personas vulnerables.

Una vez más nos vemos sometido frente al problema de fondo relativo a los derechos humanos que no es tanto el de denunciarlos como concepto deliberativo, sino el de protegerlos y aplicarlos, pues la cuestión de su fundamentación ya ha sido resuelta por la Declaración Universal de 1948 de Naciones Unidas.

Además, la propia Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, congregada en Filadelfia en su vigésima sexta reunión, adoptó el 10 de mayo de 1944, la Declaración de los fines y objetivos de la Organización Internacional del Trabajo y de los principios que debieran inspirar la política de sus miembros.

La Conferencia reafirmó los principios fundamentales sobre los cuales está basada la Organización y, en especial, los siguientes: el trabajo no es una mercancía; la libertad de expresión y de asociación es esencial para el progreso constante; la pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad de todos.

Asimismo, reafirmó la lucha contra la necesidad debe proseguirse con incesante energía dentro de cada nación y mediante un esfuerzo internacional continuo y concertado, en el cual los representantes de los trabajadores y de los empleadores, colaborando en un pie de igualdad con los representantes de los gobiernos, participen en discusiones libres y en decisiones de carácter democrático, a fin de promover el bienestar común

Conviene recordar entonces, de manera sinóptica, que el despliegue de la idea de dignidad humana en tanto núcleo central de los derechos humanos abarca el concepto de trabajo forzoso, y por ende el concepto derivado de la esclavitud moderna.

Proclamar dialécticamente los derechos humanos en su lucha contra el trabajo forzoso significa, fundamentalmente, crear aquel horizonte de sentido mediante el cual los individuos aislados pueden expresarse, afirmarse a sí mismos como una comunidad de hombres libres e iguales. Claro, se trata de la autoproclamada democracia del capitalismo. “Esa” de libertades y privilegios pero para unos pocos, es decir, de una cierta idea de dignidad humana, reñida con la realidad, que esbozan los informes.

Fuente de la información e imagen: https://www.alai.info/

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¿Qué significa ser víctima de la esclavitud moderna?

El trabajo forzoso en el contexto doméstico, en la industria de la construcción y la agricultura, así como la explotación sexual siguen siendo formas comunes de esclavitud moderna.

Hombres, mujeres y niños en todo el mundo son obligados a trabajar en sitios de construcción, en tiendas, en granjas o en casas como empleadas domésticas. La esclavitud moderna implica robar el trabajo de millones de personas para que otros obtengan ganancias. Esto significa despojar a las víctimas de participar plenamente en la vida política y económica de nuestra sociedad y, por ende, de sus derechos humanos.

Así lo describió el exdirector del Centro para la Investigación de Políticas de la Universidad de las Naciones Unidas, James Cockayne, en entrevista para teleSUR.

Cockayne aseveró que actualmente toda forma de esclavitud moderna es ilegal, pero seguimos viendo estas prácticas en todos los países del mundo. Sin embargo, poco a poco la sociedad ha empezado a entender el costo que tiene la esclavitud para toda la humanidad y su sustentabilidad.

«Cada vez entendemos más que al mantener a millones de personas fuera de la plena participación en la vida política y económica, perdemos el impacto positivo que traerían a la actividad económica y al incremento del desarrollo social», explicó.

La esclavitud no fue abolida, evolucionó

«La esclavitud moderna es un término utilizado para describir una serie de delitos y violaciones de las normas legales, todo lo cual implica tratar a otra persona como si fuera propiedad», detalló Cockayne.

El investigador de Naciones Unidas indicó que si bien la esclavitud tradicional fue abolida, en la actualidad persisten formas de explotación como trabajo forzoso, explotación sexual para fines comerciales y matrimonio forzoso «en el que una persona se comporta como si la otra persona es su propiedad».

En este sentido, el trabajo forzoso en la agricultura y el tráfico de personas para la explotación tienen a menudo a migrantes como víctimas, indicó Cockayne.

Cifras de la esclavitud moderna

De acuerdo a la «Estimación mundial sobre la esclavitud moderna: Trabajo forzoso y matrimonio forzoso», hasta 2016 había alrededor de 40,3 millones de personas sometidas a la esclavitud moderna, es decir, 5,4 víctimas por cada 1.000 personas en todo el mundo. Asimismo, 1 de cada 4 son niños.

La cifra incluye 24,9 millones de personas en trabajo forzoso, de las cuales 16 millones son explotadas en el trabajo doméstico, la industria de la construcción o la agricultura. Mientras que 4,8 millones son víctimas de la explotación sexual forzosa y otras 4 millones se encuentran en situación de trabajo forzoso impuesto por el Estado.

Además, las niñas y mujeres son especialmente vulnerables, pues ellas representan el 99 por ciento de las víctimas en la industria sexual comercial y el 58 por ciento en otros sectores. A esto se añade que hay 15,4 millones de víctimas del matrimonio forzoso.

La ONU publicó un mapa interactivo para conocer la prevalencia de la esclavitud moderna en todas las regiones del mundo. Para explorar el mapa entra aquí.

Esclavitud en la cadena de suministro y valor

La esclavitud moderna a menudo tiene lugar en las cadenas de suministro y de valor nacionales e internacionales de las empresas, dijo Cockayne. Esto ocurre porque todo tipo de productos, como computadoras, teléfonos, ropa, cosméticos y hasta alimentos, están siendo fabricados por personas sometidas a trabajo forzoso en todos los rincones del planeta, utilizando materias primas que son extraídas por más víctimas de la esclavitud moderna.

Los países en vías de desarrollo suelen ser los lugares donde se halla mano de obra barata. Luego, estos bienes y servicios son trasladados a países desarrollados para su consumo. De esta forma, la esclavitud moderna se convierte en una consecuencia del actual sistema económico globalizado. Es aquí donde el rol de las empresas adquiere gran importancia.

Cockayne aseveró que las empresas tienen la obligación de identificar los riesgos en sus cadenas de suministro y valor para evitar que sus productos sean creados e importados con mano de obra esclava. Pero también es esencial que se compromentan a eliminar esos riesgos. «No es suficiente simplemente alejarse del riesgo, porque si una empresa encuentra el riesgo de esclavitud moderna y termina la relación con el proveedor, el proveedor encontrará a otro cliente», explicó.

Pese a las altas cifras de esclavitud moderna, el investigador de la Universidad de Naciones Unidas considera que la ciudadanía, los gobiernos y el sector corporativo cada vez prestan más atención a los derechos humanos y buscan eliminar los riesgos para las personas de quedar atrapadas en la esclavitud moderna.

Por otro lado, Cockayne aseveró que los consumidores también pueden ayudar. El primer paso es «simplemente generar consciencia sobre el tema y comprender cómo el sistema en el que todos participamos continúa apoyando la esclavitud moderna».

El segundo paso es revisar las opciones de consumo. «Cuando se compra un par de jeans, preguntarse de dónde proviene el algodón y si hubo trabajo infantil implicado en la producción». Esta manera de ver el mundo como consumidores puede resultar abrumadora, admitió Cockayne, pero el propósito es pensar en el origen y fabricación de todo lo que damos por sentado, de forma que empecemos a batallar contra la esclavitud moderna.

Alianza 8.7, unión contra la esclavitud

«Hace aproximadamente cuatro años, todos los países del mundo se comprometieron con la Agenda 2030 y esta incluye una lista de 17 objetivos de desarrollo sostenible y uno de esos objetivos, el número ocho, es sobre el trabajo decente para todos, el cual incluye la Meta 8.7, que se centra en adoptar medidas efectivas para terminar con la esclavitud moderna para 2030», relató Cockayne.

Así nació la Alianza 8.7, una hermandad global cuyo propósito se concentra en lograr cumplir la Meta 8.7, la cual establece lo siguiente: «Tomar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldado y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.»

Cocakyne, quien también es directo del proyecto Delta 8.7, la plataforma de conocimiento de la Alianza 8.7., especificó que se trata de «un grupo de todos los actores que están trabajando para abordar la esclavitud moderna», junto a países, sociedad civil, sindicatos y empresas.

Además de la Alianza 8.7, las Naciones Unidas cuenta con diversas agencias como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que aborda la adopción de leyes y programas contra el trabajo forzoso; el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), «que se enfoca en los riesgos para los niños, la trata y el trabajo infantil, todo lo cual cae bajo la esclavitud moderna».

Mientras que la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se concentra en los problemas de la trata de personas, especialmente a través de las fronteras.

La esclavitud moderna no tiene solución a corto plazo y tampoco depende únicamente de políticas gubernamentales. Se trata de una lucha que requiere la acción de todos los sectores de la sociedad, incluidos los consumidores, que pueden convertirse en agentes de cambios.

Fuente de la información e imagen: https://www.telesurtv.net

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Entornos laborales precarios, pésimos e inseguros: Los problemas en el mundo del trabajo continúan

En marzo de 1911, durante la lucha de las trabajadoras de una fábrica textil en Cotton (New York), murieron 146 personas a causa de un incendio y entre las victimas hubo 129 trabajadoras, muchas de ellas menores de edad, teniendo tan solo 14 años. Trabajaban en condiciones deplorables y no pudieron huir del incendio porque los jefes de la fábrica tenían las puertas cerradas para impedir que salieran. Hubo quien murió abrasada, y al estar encerradas otras fallecieron al saltar al vacío desde el octavo piso en el que se encontraban al intentar huir del fuego.

Aunque parezca una mentira o una exageración, la realidad es que siniestros laborales de este tipo han continuado produciéndose hasta la actualidad. Escasa difusión tuvo el incendio en una fábrica textil de Bangladesh en noviembre de 2012, que causó 120 muertos1/. Entonces se volvió a poner de manifiesto que las condiciones de trabajo infrahumanas, la inexistencia de medidas de seguridad. En aquella fábrica las salidas de emergencia se encontraban cerradas y los trabajadores recibieron la orden de seguir trabajando cuando comenzó el incendio2/. Al año siguiente, el 24 de abril de 2013 también en Bangladesh se derrumbó edificio en pésimo estado y con grietas que funcionaba como fábrica textil, en donde los trabajadores eran explotados brutalmente. Hubo 1.134 muertos y 2.437 heridos, muchos de ellos de gravedad sufriendo amputaciones. Años después la líder sindical Jolly Talukder insiste en que “no fue un accidente, fue un asesinato a plena luz del día”3/.

El mundo del trabajo continúa enfrentándose a graves problemas en todo el mundo: precariedad, siniestralidad laboral, intensificación de la explotación, etc. Siguen reproduciéndose todo tipo de abusos e injusticias dramáticas, con muertes incluidas. En enero murieron 9 mineros en un accidente laboral en China, y las cifras oficiales indican que en 2020 murieron 573 mineros en distintos pozos de todo el país4/. El pasado 8 de febrero murieron electrocutados 28 trabajadores, en su mayoría mujeres, en Tánger en una fábrica textil clandestina5/. La tragedia puso de manifiesto la existencia de auténticos infiernos laborales en numerosos talleres clandestinos en Marruecos con pésimas condiciones de trabajo. Por otro lado, un reportaje del periódico The Guardian ha revelado las deplorables condiciones de trabajo en las obras para albergar el mundial de futbol de 2022 en Qatar. La publicación indica que han muerto más 6.500 trabajadores en accidentes laborales en dichas obras. Se señalan las caídas en altura o asfixia como algunas de las causas.

Otro informe de Human Rights Watch6/realizado entre enero de 2019 y mayo de 2020 ha denunciado los numerosos abusos empresariales que se cometen contra los trabajadores migrantes (de países como Uganda, Filipinas, Bangladesh, Nepal, India o Kenia) en Qatar en labores relacionadas con la preparación de los mundiales. Concretamente denuncian incumplimientos de normas laborales y retrasos en el pago de salarios. En el informe expone el caso de un trabajador de Kenia, que pidió un préstamo a un interés del 30% para pagar a un agente de contratación la cifra de 1.173 dólares a cambio de que le consiguiera un trabajo de 329 dólares en Qatar con jornada de 8 horas. Pero pasaron meses sin que le ofrecieran el trabajo prometido, y finalmente empezó trabajando 14 horas diarias por 228 dólares de salario. El trabajador denunciaba que otros de sus compañeros eran también estafados y explotados de esta manera. En este sentido es habitual que el trabajador llegue a Qatar ya endeudado, antes de trabajar y cobrar. En el informe se relata el caso de una trabajadora filipina que hacia turnos de 12 horas, estando recluida en el alojamiento de la empresa, con el pasaporte retirado y teniendo prohibido salir salvo para trabajar. Pese a que su contrato estipulaba 494 horas por 8 horas de jornada, trabajaba 12 horas al día por 357 dólares sin compensar las horas extra. Además, los trabajadores y trabajadoras relataban que el primer salario era retenido en concepto engañoso de “depósito de seguridad”. Human Rights Watch hablo con 93 trabajadores y todos relataban algún tipo de abuso empresarial en forma de largas jornadas, malas condiciones de trabajo, impagos, retenciones de salario, pagos inferiores a lo estipulado en contrato, horas extras no pagadas, practicas de contratación engañosa, estafas, etc.

Amnistía Internacional ha pedido a la FIFA que intervenga para exigir a Qatar que ponga fin a los abusos laborales contra los trabajadores. En su web han publicado un informe titulado “Los migrantes construyen un moderno estadio para la Copa Mundial de Fútbol de 2022 en Qatar sufren abusos y explotación… mientras la FIFA obtiene enormes beneficios”7/. Han detallado ocho formas de explotación contra los trabajadores. La primera de ellas “elevadas comisiones de contratación” y ponen el ejemplo de un trabajador de Bangladesh que pidió un préstamo de 4.000 dólares para pagar a un agente de contratación. La segunda es las “terribles condiciones de vida” a causa del hacinamiento y falta de higiene. La tercera consisten en “mentiras sobre el salario”, en donde incluyen el testimonio de un jardinero, quien expone que “El gerente sólo dijo: ‘Me da igual lo que te hayan dicho en Bangladesh. Cobrarás este sueldo y nada más. Si sigues protestando les diré que cancelen tu visado y te manden de vuelta a casa”. La cuarta forma de explotación denunciada por Amnistía Internacional es el “retraso en el pago de salarios”, recogiendo el testimonio de un obrero nepalí en el estadio de Jalifa, que explica “Mi familia se ha quedado sin techo y a dos de mis hijos pequeños los han sacado de la escuela […] Cada día estoy en tensión, no consigo conciliar el sueño. Es una tortura para mí”. La quinta es la de “No poder abandonar el estadio ni el campamento”. La sexta se ilustra con que “no podemos salir del país ni de cambiar de trabajo”. La séptima es la de “ser amenazados”, recogiendo un testimonio de un trabajador denunciado que fue “Fui a la oficina de la empresa, le dije al gerente que quería irme a mi casa [en mi país] porque siempre recibía la paga con retraso. Me dijo a gritos: ‘Sigue trabajando o no te irás nunca’”. La octava y última forma de explotación denunciada es el “trabajo forzoso”.

Además, Amnistía Internacional también ofrece datos espantosos sobre millones de dólares que están ganando empresas y subcontratistas concretos en Qatar. Se evidencia por tanto que los entornos laborales lamentables, insanos y deplorables no son fenómenos exclusivos del siglo XIX, sino que también existen en el año 2021.

Si miramos la situación laboral en España, nos encontramos que en 2020 pese al parón económico a causa de la pandemia y el aumento del teletrabajo, los accidentes laborales mortales aumentaron un 2%, pese a que los registrado in itinere se han reducido un 26,1%. El año pasado 780 trabajadores murieron a causa de un accidente laboral. Hablamos de la cifra más alta desde 2009, año en el que murieron 831 trabajadores. Los siniestros mortales durante la jornada han aumentado un 9,8%. Tanto que se habla de los autónomos, reduciendo el problema exclusivamente a la fiscalidad, vemos que en 2020 se produjeron 30.398 accidentes laborales entre este colectivo aumentaron los accidentes laborales de trabajadores autónomos en un 31%8/. En 2021 también encontramos malas noticias: solo en enero han muerto 48 trabajadores. El pasado 25 de enero murieron ahogados tres trabajadores de la Confederación Hidrográfica del Guadiana en Badajoz9/. El pasado mes de febrero moría un trabajador de Deliveroo en un accidente laboral en Madrid10/. El 16 de marzo murieron dos albañiles en las obras de la Torre de Zaragoza. En general, hablamos de una situación alarmante, con datos espantosos y a su vez escasamente conocidos, por lo que queda mucho trabajo por hacer a nivel de concienciación social. La escasa sensibilidad de esta lacra evidencia de nuevo la imperiosa necesidad y prioridad de mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo. Hoy sigue siendo necesario luchar colectivamente por trabajos decentes, estables y de calidad en un entorno laboral seguro y saludable.

Raúl Navas es delegado sindical de CGT.

Notas

1/“Al menos 120 muertos en el incendio de una fábrica textil en Bangladesh”. El País, 25/11/2012.

2/“La tragedia en Bangladesh destapa los talleres de la miseria”. El Mundo, 26/04/2013

3/Olazabal, V “Cinco años del derrumbe del Rana Plaza: logros y cuentas pendientes en la industria textil de Bangladesh”. El Mundo, 24/04/2018.

4/Vidal Liy, M “Hallados muertos nueve de los mineros aún atrapados en China”. El País, 25/01/2021.

5/Peregil, F “Mueren electrocutados al menos 28 obreros de un taller textil clandestino en Tánger a causa de las lluvias”. El País, 08/02/2021.

6/Informe completo en: Salary Abuses Facing Migrant Workers Ahead of Qatar’s FIFA World Cup 2022 | HRW

7/Qatar, la copa mundial de la vergüenza | Amnistía Internacional (amnesty.org)

8/“Autónomos: cae la siniestralidad, pero no la mortalidad en el trabajo”. Cinco Días, 05/04/2021. https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/03/31/autonomos/1617221925_949842.html

9/Tolosa, L “Mueren ahogados en el Guadiana tres trabajadores que limpiaban el río a su paso por Badajoz”. El País, 25/01/2021.

10/Exiquiaga Fernández, M “Muerte de un repartidor precario: el pedido de Deliveroo que nunca llegará a su destino”. El País, 09/02/2021.

Fuente: https://rebelion.org/entornos-laborales-precarios-pesimos-e-inseguros-los-problemas-en-el-mundo-del-trabajo-continuan/

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El Gobierno de Egipto aprueba endurecer las condenas contra los responsables de mutilaciones genitales femeninas

El Gobierno de Egipto ha aprobado endurecer la ley contra la mutilación genital femenina elevando hasta 20 los años de prisión a los que pueden ser condenados los responsables de estos actos, si bien la legislación aún debe ser ratificada por el presidente del país, Abdelfatá al Sisi.

Las enmiendas introducidas en el Código Penal indican que «cualquiera que lleve a cabo una circuncisión femenina extirpando, modificando, deformando o causando heridas a los genitales debe ser castigado por un periodo no menor a cinco años».

Asimismo, señala que cualquier incapacidad permanente causada por la mutilación genital debe ser castigada con penas de no menos de siete años de cárcel y trabajos forzados, mientras que si la mujer muere, el castigo debe ser de no menos de diez años de cárcel con trabajos forzosos.

Las modificaciones recogen que los castigos deben ser más duros si el responsable de la operación es un trabajador sanitario, cuando las penas pueden ascender hasta no menos de 15 años y no más de 20 en caso de que la mujer fallezca, según ha recogido el diario egipcio ‘Al Masry al Youm’.

Por otra parte, el tribunal encargado del caso tendrá autoridad para suspender de empleo y sueldo al responsable durante un periodo de hasta cinco años si la mutilación fue llevada a cabo en relación con su práctica laboral, mientras que cualquier centro privado en el que se realice será cerrado durante un periodo de hasta cinco años.

El Comité Nacional para la Erradicación de la Mutilación Genital Femenina desveló en febrero de 2020 que estaba estudiando una revisión relativa a esta práctica en el Código Penal para endurecer los castigos, a raíz de la muerte de una niña de doce años que fue sometida a una ablación, lo que incrementó las voces críticas en el interior del país.

Un informe publicado en septiembre de 2018 denunció que millones de niñas en África están en riesgo de mutilación genital femenina debido a que sus gobiernos no aplican las leyes que prohíben esta práctica, condenada internacionalmente.

Muchas comunidades que llevan a cabo esta práctica la consideran crucial para el estatus social de las mujeres y como un requisito para su matrimonio, si bien el ritual causa graves daños físicos y psicológicos.

Los autores del informe calcularon que 55 millones de niñas menores de 15 años en África han sido sometidas a la ablación o están en riesgo de serlo. La mitad viven en tres países –Egipto, Etiopía y Nigeria– que ya han prohibido la práctica.

Por último, destacaron que únicamente dos países, Kenia y Uganda, tienen una legislación robusta, al tiempo que alertaron de que la mayoría de las legislaciones nacionales no hacen frente a la tendencia creciente de que profesionales médicos lleven a cabo la ablación.

Fuente: https://www.notimerica.com/politica/noticia-gobierno-egipto-aprueba-endurecer-condenas-contra-responsables-mutilaciones-genitales-femeninas-20210122091147.html

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La esclavitud moderna: Un caso en Brasil

Un caso en Brasil evidencia la persistencia de intolerables casos de abuso de los derechos humanos.

La mirada sobre la esclavitud ha adquirido notoriedad en los últimos años a partir de los ataques a figuras de esclavistas que, como se ha analizado largamente, no pueden ser juzgados bajo la ética y las normas del presente. Que el tráfico de esclavos fue un capítulo aterrador, nefasto y aún no superado es una cuestión siempre digna de revisitar, aunque asumiendo ese principio de extemporaneidad que lo sitúe en su perspectiva histórica. Lo que sí requiere una mirada muy exigente del presente es la herencia viva de la esclavitud que perdura entre nosotros. Mucho más extensa de lo que se suele considerar y con tentáculos enormes en todos los contextos.

El rescate de Madalena Gordiano, una brasileña captada por una familia del Estado de Minas Gerais cuando apenas tenía ocho años y pedía limosna, en cuyo seno ha servido casi 40 años como criada sin sueldo, sin derechos, sin educación e incluso explotada económicamente como un activo bajo su propiedad, debe remover conciencias. Y abrir debates.

Gordiano, que al ser liberada en noviembre tras la denuncia de un vecino tenía 46 años y se expresaba con dificultad, es un símbolo del legado de la esclavitud que pervive en Brasil, el último país americano en abolirla después de 350 años de una explotación que dejó una herencia aún insoportable. Se trata de un caso extremo que está en manos de los jueces, pero nos recuerda que la explotación a personas sin recursos —especialmente si son mujeres— y sin el poder que da la raza blanca corroe nuestro universo.

En Brasil, los negros y mestizos, herederos de los africanos, constituyen el 56% de la población, pero su esperanza de vida, sus ingresos, su formación y seguridad es sensiblemente menor a la de la población blanca. El 75% de las víctimas de asesinato son negros o mestizos. En los últimos 25 años, en Brasil han sido rescatadas 55.000 personas de trabajos esclavos, labor más complicada en el caso de las criadas.

La desigualdad a la que condujo el esclavismo y que pervive en la actualidad forma parte de los debates abiertos en el continente americano, desde las protestas del Black Lives Matter en Estados Unidos a la mencionada ofensiva contra las estatuas esclavistas. Pero la fenomenología del abuso de derechos básicos con sabor a esclavitud del siglo XXI es plural y en muchos casos no tiene que ver con un componente racista, desde los niños soldados hasta la explotación sexual o trabajos forzosos de distinta índole. La línea de avance que une el Renacimiento, la Ilustración, la Declaración Universal de Derechos Humanos y otras conquistas más recientes tiene todavía recorrido por delante, incluso en los países más avanzados. No cabe complacencia de ninguna clase.

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Todos los países del mundo sufren la trata de personas: hoy se conmemora el Día Mundial contra la Trata

Noticia/30 Julio 2020/valorcompartido.com

Cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas.

La Oficina Internacional del Trabajo informa que 1 de cada 200 personas en el mundo sigue estando obligada a trabajar y vivir en condiciones que se condicen con la trata de personas, práctica considerada como esclavitud moderna.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial contra la Trata, como cada 30 de julio, es importante recalcar los esfuerzos del personal que lucha en primera línea contra la trata de personas. Se trata de gente que trabajan en diferentes aspectos: identificar, apoyar, asesorar y buscar justicia para las víctimas de la trata, y desafiar la impunidad de los traficantes.

Durante la crisis de la COVID-19, el papel esencial de estas figuras de socorro se ha vuelto aún más importante, particularmente porque las restricciones impuestas por la pandemia han hecho que su trabajo sea aún más difícil. Aún así, su contribución a menudo se pasa por alto y no se reconoce.

“A través de las historias de este personal de campo y la gran utilidad de su trabajo en la ayuda a las víctimas, pretendemos destacar su contribución, función, constitución, organización, equipo o comunidad y su impacto en la lucha contra la trata. Los mensajes clave se centran en lo positivo, reconociendo la importancia del trabajo realizado por este sector de auxilio, así como buscando apoyo y creando conciencia de que estas acciones deben ser sostenidas y replicadas. Las historias también destacarán cómo este sector se mantuvo comprometido durante la pandemia“, destaca Naciones Unidas.

¿Qué es la trata de personas?

Es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluídos el trabajo forzoso y la explotación sexual.

Desde 2003, la UNODC (La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) ha recopilado información sobre aproximadamente 225 000 víctimas de la trata detectadas en todo el mundo. A nivel mundial, cada vez son más los países que detectan a víctimas y denuncian a los traficantes de estas mafias. Ello conlleva una mayor facilidad en la detección de estas víctimas pero, como consecuencia, también un aumento de las cifras.

En 2006, respondiendo a la solicitud del Consejo Económico y Social (ECOSOC) para que las agencias intergubernamentales cooperen más a fin de fortalecer la asistencia técnica brindada a los países en el área de la trata de personas, el Gobierno de Japón organizó una reunión de coordinación de organizaciones internacionales que trabajan para contrarrestar la trata de personas.

Las organizaciones participantes (OIT, OIM, UNICEF, ONU Mujeres, ACNUR y UNODC) decidieron continuar el esfuerzo iniciado y propusieron la creación de un grupo de coordinación. El Grupo Interinstitucional de Coordinación contra laTrata de Personas fue establecido en marzo de 2007.

En 2010, la Asamblea General adoptó un Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas, urgiendo a los Gobiernos de todo el mundo a derrotar este flagelo. El Plan llama a integrar la lucha contra la trata en los programas de las Naciones Unidas para el fomento del desarrollo y el refuerzo de la seguridad mundiales. Una provisión crucial del Plan es el establecimiento de un Fondo Voluntario Fiduciario para las víctimas del tráfico, especialmente mujeres y niños.

Día Mundial contra la Trata de personas

En 2013, la Asamblea General sostuvo una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial. Los Estados Miembros adoptaron la resolución A/RES/68/192 y designaron el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. En la resolución, se señala que el día es necesario para «concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos».

En septiembre de 2015, los países aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y aceptaron cumplir los objetivos y las metas relacionados con la lucha contra la trata. Estos objetivos piden que se ponga fin a la trata y la violencia contra los niños, que se tomen medidas contra la trata en general, y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y de su explotación.

Justo un año más tarde, tuvo lugar otro acontecimiento importante, la Cumbre sobre los Refugiados y los Migrantes en la que se aprobó la Declaración de Nueva York. En este documento, los países se comprometen a cumplir 19 puntos, tres de los cuales, precisamente, se centran en combatir la trata de personas y el contrabando de migrantes.

Los datos también muestran que la trata de personas ocurre a nuestro alrededor, ya que la proporción de personas afectadas dentro de su propio país se ha duplicado en los últimos años al 58% , según el Informe Mundial de la UNODC de 2018 sobre la trata de personas (puedes ver el informe completo aquí)

Fuente: https://www.valor-compartido.com/todos-los-paises-del-mundo-sufren-la-trata-de-personas-hoy-se-conmemora-el-dia-mundial-contra-la-trata/

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Perú: Trata de personas: “Las primeras horas tras el rescate de las víctimas son cruciales”

Redacción: El Comercio

Silvia Nicolaou García, especialista en derecho público y derechos humanos del Reino Unido,opina sobre la complejidad para entender la gravedad este delito.

El último año, la abogada Silvia Nicolaou García defendió el primer caso en el Reino Unido sobre la obligación positiva de proteger a las víctimas de trata basada en el artículo 4 del Convenio Europeo de los Derechos Humanos. La especialista de la firma de abogados Simpson Millar LLP de Londres también defendió un caso acerca de la reducción del apoyo del Ministerio del Interior a las víctimas extranjeras y otro sobre el estándar de prueba utilizado para identificar a las víctimas de trata.

La semana pasada, Nicolaou llegó al Perú para participar de la Segunda reunión técnica de operadores de justicia contra la explotación humana: trata de personas, explotación sexual y trabajo forzoso. A continuación, nos da algunos alcances necesarios para entender la complejidad y gravedad del delito de trata de personas.

– ¿Cómo diferenciamos la esclavitud de la trata de personas?

Cuando hablamos de esclavitud hablamos de una persona que ejerce el derecho de propiedad sobre otra. Antiguamente se hablaba de esclavitud cuando se compraba a las personas y se les explotaba. Esa era la noción antigua, el término esclavitud ha ido evolucionando lo largo de los años para referirse a otros tipos de explotación como la servidumbre y los trabajos forzosos. Lo que ha pasado es que en el año 2000, finalmente, tuvimos una definición internacional de lo que es la trata y esta definición propone tres aspectos. Tiene que haber una acción que puede ser la captación, el traslado o el mantenimiento utilizando un medio, que puede ser la coacción,las amenazas o las deudas con fines de explotación sexual o laboral. Es importante recalcar que con que haya fines de explotación así no se dé a cabo seguimos hablando de trata.

-¿Por qué se define a la trata como un delito invisible?

Porque la explotación a menudo ocurre en lugares donde no hay regulación. Es decir, en Londres, por ejemplo, en muchos de los casos donde los niños se les recluta para vender cannabis o cocaína ocurren en departamentos airbnb que no están regulados. Alquilan el apartamento una semana, cuando termina la distribución en esa parte del país, se limpia con lejía todo y se van a otro apartamento. Otra razón por la que hablo de delito invisible es porque tenemos casos de trabajadoras domésticas encerradas en casa de personas muy ricas que confiscan sus pasaportes. Son sitios en donde la policía o los fiscales no van a ir a la casa de una familia rica porque no piensan que van a ver eso.

La minería ilegal en Madre de Dios trae como delito conexo la trata de personas. FOTO:  DANTE PIAGGIO D / EL COMERCIO
La minería ilegal en Madre de Dios trae como delito conexo la trata de personas. FOTO: DANTE PIAGGIO D / EL COMERCIO

-En el Perú se dan los casos de madrinazgo o padrinazgo..

Claro, hablamos de ello como un crimen invisible porque cada vez encontramos más formas nuevas de explotación.

-Y ahora se da hasta en los lugares que consideramos más seguros como los colegios ¿no?…

Sí, ahí los reclutan los tratantes. En Londres, los esperan fuera y les dicen, te doy un Iphone si a cambio me haces esto o aquello. Tengo entendido que acá en el Perú hay mucha explotación en la minería ilegal. Otro contexto en el que ocurre la trata en el contexto europeo mediterráneo es en el área agrícola. Los trabajadores que recogen fresas, eso ocurre en España, Italia, en granjas en el Reino Unido. En cualquier situación laboral puede existir la trata pero más a menudo en situaciones donde no hay nada regulado, donde no hay contratos.

En el Perú es difícil hacer entender a la gente, la cercanía que puede tener la tarta de personas porque los tratantes son personas muy cercanas a las víctimas ¿Sucede lo mismo en el Reino Unido?

Sí, en el Reino Unido los familiares están involucrados muchas veces. Las víctimas de trata empiezan como víctimas y luego ellas mismas se convierten en tratantes, quedan embarazadas por violaciones y luego acaban en una relación con el tratante. Son relaciones muy complejas y lo que hay que hacer creo es proporcionar a la víctima suficiente apoyo para que ella pueda salir de esa situación de explotación y decidir qué quiere hacer con su vida; y una vez que haya tenido la distancia de la situación de explotación, que haya tenido la ayuda psicológica, el apoyo financiero, normalmente ahí es cuando se dan cuenta. Muchas veces algunos de nuestros clientes cuando los vemos por primera vez nos dicen, yo no soy víctima de trata y es un proceso lento que dura semanas y meses. Nosotros pasamos tiempo con la víctima tomando su testimonio y es muy importante que ellos reciban apoyo adecuado.

-¿Qué tan importante es el presupuesto para luchar contra la trata de personas?

Es importante que haya un presupuesto adecuado. En el caso de la policía, por ejemplo, porque son crímenes muy complejos. La investigación normalmente requiere el uso de expertos forenses, un equipo multidisciplinario, el acceso a información tecnológica. Hay que seguir luchando para que la sociedad tenga conciencia de lo severo que es este crimen. Todavía no hay conciencia que la trata puede pasarle a cualquier persona, y hay que seguir luchando como defensores de derechos humanos para que el presupuesto incremente, pero lleva tiempo. En el Reino Unido, antes de la ley contra la esclavitud, los presupuestos eran más bajos, pero a raíz de la ley se incrementó el apoyo a las víctimas.

La mayoría de víctimas de trata en el Perú son adolescentes. (Foto: Antonio Alvarez)
La mayoría de víctimas de trata en el Perú son adolescentes. (Foto: Antonio Alvarez)

-¿Qué pasa con las víctimas luego de ser rescatadas? ¿Qué atención deben recibir?

Vemos víctimas de trata que salen de su explotación, se convierten en sobrevivientes y dos años después nos las encontramos otra vez con niños menores o desaparecen. Creo que desaparecen o vuelven a esos círculos porque no se les apoya suficientemente. Estamos hablando de los menores víctimas de trata que son acogidos en centros de menores en donde los tratantes mismos vienen en un uber y los localizan y los vuelven a captar. Entonces, estamos esperando que haya más apoyo en familias de acogida. Que no sea simplemente un refugio y que parezca una cárcel. Que se tenga un acceso integral y apoyo psicológico. Dicen que las primeras horas después de que una víctima de trata ha sido rescatada de una situación de explotación son críticas porque es durante este periodo durante el cual verdaderamente se puede llegar a la confianza de la víctima. Es un periodo de reflexión. Y si es adecuado y a largo plazo, normalmente las víctimas no vuelven al ciclo de explotación.

-¿Es necesario además que estos lugares cuenten con personal especializado?

Tienen que ser albergues muy específicos con trabajadores sociales con un balance para protegerlas pero no encarcelarlas, con apoyo psicológico y con apoyo financiero también porque las víctimas lo necesitan. Lo que pasa es que los tratantes las contactan y les dicen: todavía nos debes la deuda. Y luego, terminan haciendo trabajo forzoso como lo sabemos. En el Reino Unido tampoco hay suficientes recursos, cada vez se identifican más víctimas y tiene que haber refugios específicos para hombres, para mujeres, para familias.

-Si las víctimas de trata no se reconocen como tales ¿cómo deben abordarlas los operadores de justicia?

Lo que hacemos nosotros es en la primera reunión no tomamos un testimonio completo y detallado porque eso retraumatiza a las víctimas. Lo que hacemos en la primera reunión es explicar a qué tienes derecho, por qué lo que te ha pasado es ilegal,por qué tienes derecho a estar seguro o segura ahora. E intentamos ver quienes son los miembros del Estado que conocen la situación de la víctima que conocen su salud. Entonces tenemos todos los documentos y poco a poco la víctima va confiando en ti. Si tienes suficiente apoyo psicológico con tiempo, sí contarán lo que ha pasado. Un buen testimonio va a resultar en un proceso más positivo, pero lleva tiempo.

Fuente: https://elcomercio.pe/peru/trata-de-personas-las-primeras-horas-tras-el-rescate-de-las-victimas-son-cruciales-noticia/

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