Venezuela: Pedagogía popular, crítica y emancipadora

Pedagogía popular, crítica y emancipadora

Yuleima Rodríguez Torcatt

¿Qué se entiende por pedagogía critica emancipadora?

La pedagogía crítica emancipadora tiene como principio la valoración crítica de la percepción, de teorías,  enfoques y practicas contextuales sobre los fenómenos históricos, culturales  sociales de los contextos institucionales y comunitarios, así propiciar en las y los estudiantes la constante búsqueda de la integración y mediación en la dinámica democrática y participativa en el hacer educación y el aprender desde la colectividad.

Es por lo mencionado que el proceso educativo emancipatorio se torna en la praxis protagónica, con derecho al pensar, sentir y el hacer de la comunidad educativa que inter se relacionan, con ello compartir aprendizajes como vía a la soberanía cognitiva y favorecer el sentido de pertenencia para transformar realidades desde una perspectiva crítica.

¿Qué cambios observa en la educación recibida (constitución del año 61 y la ley orgánica de educación del año 1980) y la educación actual (con constitución del año 99 y la ley orgánica de educación del año 2009)?

Gracias al establecimiento de nuevas políticas públicas y legalidades desprendidas de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en la actualidad, en materia educativa a partir de la LOE se ha avanzado en protagonismo ciudadano, el cual se ha venido acelerando a través de la participación colectiva, de diversos colectivos insurgentes, tangibles y concisos en la voluntad de impulsar propuestas transformantes desde la organización e integración de las instituciones educativas y comunidades, para el desarrollo de planes, programas y proyectos acordes con la realidad nacional.

Hablar de la cuarta república, de la constitución del año 61 y la LEO de aquel entonces, es hablar de castración, reproducción, positivismo, individualismo, dominación, imposición, entre otros elementos que no correspondían al surgimiento del desarrollo de capacidades, voluntades, potencialidades y de libre expresión de todas las personas que hacían vida en los contextos educativos y comunitarios. Las y los docentes ponían en práctica la reproducción de lo aprendido en universidades de igual forma reproductora, siendo esto lo que transmitían a las y los estudiantes, quienes eran solo sujetos y objetos de la educación bancaria, donde no cabía espacio para el pensar, criticar, manifestar los sentires e ideas.

¿Cuál es el perfil del docente en el marco de la pedagogía crítica?

El o la docente en el marco de la teoría critica es aquel o aquella que  renace, se transforma y desarrolla en sus praxis el reconocimiento y la valoración  de la identidad, de pertenencia y pertinencia institucional y comunitaria, donde su postura reconoce los aportes del ayer y del hoy, con trascendencia visible y tangible en las aulas y comunidad.

Es aquel o aquella que vincula la escuela y el contexto social; con inclusión, participación en la toma de decisiones, de gestión y producción educativa. También promociona en sus estudiantes y grupos de familia la reflexión y el sentido crítico en colectivo, sobre las practicas pedagógicas, investiga y prioriza el desarrollo bio-psico-social de las y los estudiantes.

¿Qué nudos críticos encuentra para su aplicación?

El nudo crítico con carácter relevante que se presenta en una notable población de docentes y personal directivo es la resistencia a los cambios y a la  de superación progresiva de la visión que tienen sobre las y los estudiantes  como depósitos de contenidos reproductores; al igual que la asimilación corresponsable de reflexionar  colectivamente sobre sus prácticas educativas con necesidades de transformarlas.

 

 

Fuente de la Información: CII – OVE

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comparte este contenido:

Colombia: Clubes de Ciencia para educar

Redacción: El Espectador/24-07-2019

Hace cinco años la conversación entre un grupo de científicos e ingenieros colombianos, que tuvo lugar en Boston (Estados Unidos), inició un proyecto que ha permitido extender el conocimiento más allá de las fronteras, con la excusa de transformar realidades y aprender sobre ciencia y tecnología.

Se han realizado talleres en Cali, Túquerres, Pereira, Neiva, Ibagué, Manaure, Carcasí, Tumaco, Puerto Nariño, Puerto Carreño y Arauquita, entre otros. / Clubes de Ciencia Colombia
Así nació Clubes de Ciencia Colombia, una organización de jóvenes científicos activistas que quieren expandir el acceso al conocimiento, a la educación científica de calidad e inspirar a las futuras generaciones de innovadores y científicos de Colombia que se interesan en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas (Steam, por su sigla en inglés).

Se aprovechan aquellos meses en los que la mayoría de profesores, científicos de instituciones colombianas e investigadores en la diáspora tienen vacaciones, y así se preparan los clubes, o talleres intensivos, que tienen lugar una semana del año en varios puntos de Colombia y giran alrededor de un tema específico.

Definitivamente, las primeras etapas de preparación de los eventos, que a la fecha han sido cinco, son un ejercicio para crear conexiones, reconocer habilidades de investigación en otras personas colombianas y conectar a investigadores con preguntas similares. Clubes de Ciencia no es solamente la evidencia de lo lejos que ha llegado el talento investigador de Colombia —geográfica y metafóricamente hablando—, sino también una muestra de la diversidad y la riqueza de preguntas apasionantes que surcan sus mentes. Por eso, la creación de una red de colaboración científica y técnica se volvió una virtud y un sello de este proyecto.

Algunas de las actividades de Clubes pasados incluyeron construir junto a estudiantes (de bachillerato y universitarios) estufas artesanales para entender principios de transporte de masa y energía, cultivar y clasificar hongos recolectados en su entorno cercano, secuenciar su propio ADN para estudiar genética humana, desarrollar dispositivos de internet de las cosas para detectar inundaciones, programar videojuegos educativos y sintetizar nanopartículas en telas para aprender sobre textiles inteligentes, entre otras.

Como en el paradigma de pensamiento sistémico, esta red de colaboradores y estudiantes curiosos no es nada sin un objetivo que la gobierne, y sin personas e instituciones que contribuyan a este objetivo. El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), por ejemplo, le apostó a Clubes de Ciencia, y gracias a eso un grupo de jóvenes de sus Tecnoacademias se reúne cada año alrededor de un curso intensivo. Colciencias, por otro lado, integró esta estrategia en su horizonte de actividades “Ondas”, y la lleva a cabo con niñas, niños y adolescentes desde Manaure (La Guajira) a Leticia (Amazonas) y de Tumaco (Nariño) a Puerto Carreño (Vichada). Estas alianzas hacen que este proyecto pase del activismo aislado a una propuesta de país.

Esto ha sido un juego muy en serio, una manera de educar, de inspirar y contagiar el afecto por Colombia a través de la ciencia. Quienes nacieron aquí y hacen ciencia en el país como quienes se dispersaron por el mundo están entrelazados ineludiblemente por una pasión, es aquí donde los cerebros dispersos y los futuros protagonistas del escenario científico del país por fin se encuentran.

 Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/ciencia/clubes-de-ciencia-para-educar-articulo-871793

Comparte este contenido: