UNICEF – África / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Europa Press / Fuente: Noticias Cuatro
UNICEF – África / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Europa Press / Fuente: Noticias Cuatro
Por: 20minutos/17-11-2017
En el caso del instituto motrileño, el reconocimiento ha sido otorgado por sus buenas prácticas en tareas de mediación entre compañeros, «una iniciativa innovadora que ha permitido mejorar el clima de convivencia del instituto, partiendo de la prevención y resolución de conflictos y la participación de toda la comunidad educativa».
Así lo ha explicado el delegado territorial de Educación, Germán González, que ha agradecido a la comunidad educativa del centro la labor realizada para potenciar la educación en valores, «erradicando conductas inapropiadas y fomentando la cultura de paz» y avanzando hacia la mejora de los rendimientos educativos, ya que «un entorno emocional positivo es clave para el éxito escolar del alumnado».
Para llevar a cabo este proyecto, los alumnos mediadores han participado en actividades formativas llevadas a cabo con la colaboración del Gabinete Provincial de Convivencia de la Junta, así como de la asociación juvenil Phoenix, con el objetivo de trabajar aspectos como la resolución pacífica de conflictos, el tratamiento de la violencia de género, la prevención de conductas violentas, la protección ante usos inadecuados en entornos virtuales o el fomento de relaciones afectivas positivas e igualitarias.
A raíz de este proyecto, el centro cuenta con un Gabinete de Mediación conformado por alumnos del centro, cuya función es la de prevenir e intervenir en los conflictos del alumnado. Los docentes del centro, a través del Centro de Profesorado de Motril, se han formado en resolución de conflictos y prevención de conductas violentas, completando con ello un conjunto de medidas que favorecen la convivencia, lo que ha permitido el reconocimiento de Unicef.
UNICEF/14 de Noviembre de 2017/Por: EUROPA PRESS/Fuente: http://www.20minutos.es
Cuatro centros educativos pertenecientes a Escuelas Católicas Castilla y León han sido reconocidos por Unicef como Centros Referentes en Educación en Derechos de Infancia y Ciudadanía Global. El Centro Cultural Vallisoletano (Valladolid), Colegio Divina Providencia (Zamora), Colegio La Salle (Palencia) y Colegio Nuestra Señora de la Consolación, Agustinas (Valladolid) son los colegios seleccionados por UNICEF, 32 en toda España, y que han recibido este reconocimiento por mostrar su «compromiso» por incorporar una visión de Educación en Derechos de Infancia y Ciudadanía Global en su proyecto educativo.
El comité español de Unicef ha reconocido como centros referentes en educación en derechos y ciudadanía global a un total de 32 escuelas españolas. El responsable de Educación de UNICEF Comité Español, Ignacio Guadix, afirmó que esta nueva iniciativa reconoce la «extraordinaria labor» de estos centros en la integración de los derechos de la infancia en su proyecto educativo, y sus «esfuerzos» para hacer de los derechos de la infancia una realidad día a día». «Estamos muy orgullosos de poder reconocer a 32 centros educativos como ejemplo a seguir para la defensa, protección y promoción de los derechos de la infancia», ha explicado según recoge un comunicado remitido a Europa Press.
La convocatoria de los reconocimientos, de carácter anual, está abierta a todos los centros de educación infantil, primaria y secundaria, ya sean públicos, privados o concertados. La iniciativa tiene como finalidad impulsar y reconocer el esfuerzo de los centros educativos para llevar a cabo proyectos a largo plazo e incentivarlos en la mejora permanente y la innovación en la educación en derechos.
El resto de reconocimientos han sido para escuelas situadas en diez comunidades autónomas, aunque Castilla y León ha sido la comunidad con más centros galardonados. El pasado mes de abril se anunciaba la primera convocatoria de los reconocimientos de UNICEF Comité Español a Centros Referentes en Derechos de la Infancia y Ciudadanía Global, abierta a todos aquellos centros educativos que hubieran iniciado un proyecto de Educación en Derechos. Hace unos días, el 30 de octubre se anunciaron los centros que han obtenido dicho reconocimiento.
Estos centros han sido reconocidos por su labor en la integración de los derechos de la infancia en el proyecto educativo del centro y sus esfuerzos por hacer de los derechos de la infancia una realidad en la actividad cotidiana de la comunidad educativa. «Esperamos que estos reconocimientos sirvan para impulsar y reconocer el compromiso de toda la comunidad educativa por desarrollar un proyecto a largo plazo y que pueda incentivar a los centros reconocidos en la mejora permanente y la innovación desde un enfoque de derechos de infancia y ciudadanía global», concluye el comunicado.
Fuente de la Noticia:
África/12 noviembre 2017/Fuente: El Nuevodiario
El número total de habitantes de África, según Unicef, ascenderá desde los 1,200 millones actuales a los 2,500 millones en 2050.
El crecimiento de la población infantil en África hará que el continente necesite “más de 11 millones” de profesionales de la educación y la salud para el año 2030, estima Unicef, en un informe presentado el jueves.
De acuerdo a la agencia para la infancia de Naciones Unidas, si África mantiene un actual ritmo de crecimiento demográfico “sin precedentes” habrá 170 millones de nuevos niños entre 2017 y 2030, lo que elevaría la cifra de menores a los 750 millones.
“Invertir en salud, protección y educación debe convertirse en una prioridad absoluta para África entre ahora y 2030”, advierte la directora de Unicef para el Este y el Sur de África, Leila Pakkala, en un comunicado. “Estamos en un punto crítico para los niños de África. Háganlo bien y sentaremos las bases de una ruptura demográfica que podría sacar a cientos de miles de la extrema pobreza y contribuir a elevar la prosperidad, la estabilidad y la paz”, agregó. El informe recoge que casi la mitad de la población actual del continente son menores y que los niños son mayoría en alrededor de un tercio de los 55 países miembros de la Unión Africana. Para 2055, proyectan que el número de niños llegará a mil millones. “Imaginen el potencial”, añade la directora para el Oeste y el Centro de África, Marie-Pierre Poirier.
Unicef estima que, si las políticas para promover el empleo y las inversiones -locales e internacionales- en el capital humano de África van coordinadas, las siguientes generaciones verán 4 veces mejorada la renta per cápita.
Pero si esto no ocurre, esta “oportunidad” será reemplazada por un “desastre demográfico”, caracterizado por el desempleo y la inestabilidad, subraya.
Unicef recomienda tres líneas de acción: mejorar la sanidad y la protección social, adaptar los sistemas educativos y dar acceso a la tecnología para que los niños puedan acceder al mercado laboral del siglo XXI y garantizar su seguridad frente a fenómenos como la violencia, la explotación, el matrimonio infantil y el abuso. También llama a eliminar las barreras que impiden a mujeres y niñas ser miembros plenos de sus comunidades, del entorno laboral y de la vida política.
El cambio demográfico exponencial se explica, según la organización de la ONU, por tres factores: menos mortalidad infantil, mayor tasa de fertilidad y el incremento del número de mujeres en edades reproductivas.
El número total de habitantes de África, según Unicef, ascenderá desde los 1,200 millones actuales a los 2,500 millones en 2050.
Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/especiales/444655-africa-requiere-11-millones-maestros-medicos-proxi/
Por: Lola Hierro
Unos 300 millones de menores entre dos y cuatro años en el mundo sufren castigos físicos o psicológicos en casa. Un informe de Unicef desvela los tipos de violencia actuales contra la infancia y la adolescencia.
— «Una cosa es moler a palos a un crío y otra, pegarle un azote suave en el culo».
— «Hay veces en las que un bofetón a tiempo evita males mayores».
— «Creo que la violencia física debe usarse, pero como última opción».
¿Cuántas de estas afirmaciones se han escuchado en una conversación cualquiera con adultos? ¿Con cuántas ha estado de acuerdo? Si cree que con una, o con más de una, lea y piense en estas otras: 300 millones de niños de dos a cuatro años de todo el mundo —es decir, unas tres cuartas partes— sufren castigos físicos y/o psicológicos por parte de sus cuidadores en el hogar. En 30 países, otros seis de cada diez de un año de edad están sometidos a algún tipo de disciplina violenta de manera sistemática en casa. Y cerca de uno de cada 10 recibe un golpe o una bofetada en la cara, la cabeza o los oídos. Los adultos, parece ser, tenemos la mano muy larga y dan fe de ello niñas como Jenny, que son solo tres años vive en un hogar de acogida en El Alto (Bolivia) tras ser encontrada viviendo en las calles después de haber sido maltratada por sus padres.
Estos datos pertenecen, con otros muchos, al último informe mundial del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), publicado este miércoles. Su título es Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes e intenta arrojar luz sobre la magnitud de los distintos tipos de violencia que los menores sufren en todas las etapas de su infancia y en todos los entornos. Su contenido no da respiro. Lo que demuestra es un hecho rutinario y aceptado: según este estudio, al menos 1.100 millones de cuidadores —o algo más de uno de cada cuatro— creen que el castigo físico es necesario para criar adecuadamente a un pequeño pese a que la Convención de Derechos del Niño de las Naciones Unidas, de 1989, enfatiza que ninguna forma de violencia es admisible. Las metas 5 y 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible también mencionan la necesidad de acabar con el maltrato infantil.
PATRICIA PEIRÓ
El riesgo de ser asesinado en Brasil se multiplica por tres para los negros y mestizos, y es uno de los cinco países del mundo con la tasa de homicidios adolescentes más alta (59 muertes por cada 100.000 habitantes). En lo más alto de esta clasificación le acompañan otras cuatro naciones latinoamericanas: Venezuela (97), Colombia (71), El Salvador (66) y Honduras (65). La mitad de las muertes violentas de jóvenes entre 10 y 19 años que se registraron en 2015 en todo el mundo sucedieron en la región latinoamericana y caribeña, a pesar de que estos territorios comprenden tan solo un 10% de la población adolescente global. >>Sigue leyendo
Si la violencia en el hogar por parte de los cuidadores está a la orden del día, no es menos preocupante la que se ejerza en los centros escolares. Aún hoy, la mitad de la población de niños en edad escolar —732 millones— vive en países donde el castigo corporal en la escuela no está completamente prohibido. El bullying, por su lado, afecta a unos 130 millones de adolescentes de entre 13 y 15 años. En el último cuarto de siglo se registraron 59 tiroteos en las escuelas de 14 países y casi tres de cada cuatro fueron en Estados Unidos.
Las muertes violentas por homicidio o a consecuencia de un conflicto armado también se tienen en cuenta: cada siete minutos, un adolescente es asesinado en un acto violento en el mundo. Aunque las cifras globales disminuyen, en la región de América Latina y el Caribe la tendencia es la contraria, y en 2015 casi la mitad de todos estos homicidios se dieron allí. El estudio llama la atención sobre la importancia de la raza o el sexo a la hora de ser víctima de un asesinato. Ejemplo clarificador es el de Estados Unidos, donde los varones negros no hispanos de 10 a 19 años tienen casi 19 veces más probabilidades de ser asesinados que los blancos no hispanos de la misma edad. De hecho, en 2015, el riesgo que tenía un adolescente negro no hispano en Estados Unidos de ser asesinado por homicidio era el mismo que tenía un adolescente de Sudán del Sur de ser asesinado debido a la guerra que sufre el país.
Honduras es ejemplo paradigmático de los riesgos que sufren los adolescentes para ir a la escuela, que ya no son lugares de aprendizaje seguros sino que se han convertido en territorios de reclutamiento para las pandillas. Muchos menores corren el riesgo de ser reclutados, amenazados, maltratados, atacados e incluso asesinados. El ciclo de violencia aumenta las tasas de deserción escolar, ya que los niños temen continuar su educación. Javier y Jesús, ambos de San Pedro Sula, sufren a diario esta realidad. El primero, de 10 años, vive con su abuela después de que su padre y sus cinco tíos fueran asesinados por una banda. Él no ha sido amenazado pero tiene amigos que sí. Jesús, de 15 años, iba a un colegio situado en un barrio donde las peleas entre pandillas rivales son frecuentes. A los 12 fue agredido y eso le llevó a dejar los estudios. Poco después, su mejor amigo murió asesinado. Ahora asiste a un centro ubicado en el límite entre los dos territorios de estas bandas, donde puede aprender el currículo escolar a través de internet.
Estamos aún en proceso de asumir que un niño tiene que estar protegido de cualquier violencia, incluida la de la familia
BLANCA CARAZO, UNICEF
Por último, el informe se ocupa de la violencia sexual. En 38 países de ingresos bajos y medianos, 17 millones de mujeres adultas reconocieron haber sido forzadas a mantener relaciones cuando eran niñas. Y solo en 28 países europeos, alrededor de 2,5 millones de mujeres fueron violadas o agredidas antes de los 15 años. Nueve de cada diez, además, dijeron que habían sido forzadas por personas de su entorno (familiares, pareja…). También hay rostros y dolor real detrás de estos números. El de Rosie, nombre ficticio para una jovencita de la República Dominicana que sufrió abusos sexuales por parte del novio de su madre. Al cabo de los años, ya adolescente, tuvo valor para contarlo y hoy sigue tratándose sus heridas psicológicas. Ella al menos no quedó embarazada, como sí le ocurrió a la sierraleonense de 14 años Mery, nombre falso también. Fue violada por un hombre mayor de su pueblo y ha tenido que dejar la escuela hasta que dé a luz. «No me siento bien porque soy solo una niña pequeña», dice.
Pegar es un problema de arraigo cultural y de reproducción de patrones experimentados en el seno familiar desde la infancia. «Aunque ahora haya otros mensajes, si los adultos actuales vivieron los castigos corporales como algo normal, sigue quedando esa pautas en el comportamiento», indica Blanca Carazo, del Comité Español de Unicef. Otro apunte: la madre de uno de cada cuatro niños —unos 176 millones— es víctima de violencia por parte de su pareja.
Además, apunta la experta, no en todos los países existen mensajes claros sobre la disciplina violenta. «El discurso es reciente, la declaración sobre los derechos del niño, también; estamos aún en proceso de asumir que un niño tiene que estar protegido de cualquier violencia, incluida la de la familia», denuncia la experta.
El informe pone de relieve que se progresa en la concienciación y en la reducción de la violencia contra los niños. No obstante, la falta de información dificulta conocer el verdadero alcance del problema. Aunque aumenta, la disponibilidad de información sigue siendo muy baja, así que es difícil obtener una imagen fiable de la evolución. Para Carazo es algo que se retroalimenta: «Como no hay datos, no es fácil visibilizar la problemática y lograr que se destinen recursos a combatirla. Y como no está en las agendas políticas, no se prioriza y seguimos sin tener datos». «Se trata de un tema muy delicado, son tabúes o a los que no se da importancia», explica otra de las expertas del Comité Español, Almudena Olaguibel. «A los niños no se les suele creer, o se minimiza lo que cuentan». Prueba de ello es que solo un 1% de las niñas que han sufrido violencia sexual se atrevieron a buscar ayuda. Al final, el resultado es que se justifican comportamientos hacia un menor que no se tolerarían en un adulto.
MAR CENTENERA
Cada día se registran 85 denuncias por maltrato infantil de media en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 40% de la población de Argentina. La mayoría son por casos graves —palizas, abusos sexuales y abandono— y no contemplan otras formas de violencia invisible, ejercida contra los niños en millones de hogares. Gritos, bofetones, insultos, azotes y sacudidas forman parte de los métodos de de disciplina aplicados por los padres a sus hijos en siete de cada diez familias argentinas. >> Sigue leyendo
Para paliar estas carencias, la organización ha desarrollado varias acciones en los últimos años, entre ellas la nueva #STOPViolenciaInfantil, y la más veterana #EndViolence, en la que han participado ilustres como David Beckham y que dispone de una herramienta en Internet para denunciar agresiones. En la actualidad, se ha logrado que el número de países con datos comparables sobre disciplina violenta haya aumentado de 39 a 79 desde 2005, por ejemplo.
Eliminar todas las formas de violencia contra los niños pasa por preguntarse si de verdad un castigo físico es efectivo. Para Carazo, sucede al contrario: «Las víctimas de castigos físicos no se desarrollan bien. Posteriormente sufrirán problemas para relacionarse y tenderán a replicar esos comportamientos violentos. Y no hay nada que avale que un castigo físico es más eficaz que otro».
Unicef aboga por cambiar las normas. Para ello es importante promover y dar a conocer a los padres otras formas de disciplina basadas en el refuerzo positivo y en transmitir lo que está bien y lo que está mal desde la no violencia. «También nos sirve a los mayores, pues en nuestra manera de resolver conflictos en la vida diaria no siempre es pacífica», opina Carazo. Una de las claves es el tiempo, tiempo para transmitir valores y conocimientos a los hijos y alumnos; para hablar, razonar, y crear un clima de intercambio de opiniones en el que los niños se puedan expresar.
Desde el punto de vista institucional, es importante fortalecer los marcos jurídicos promulgando nuevas leyes y haciéndolas cumplir para proteger a los niños. Unicef también destaca la necesidad de fijar estrategias de prevención, entre ellas la limitación del acceso a las armas de fuego, e implementar más servicios sociales para responder a las necesidades de niños y adolescentes.
Devuelven el optimsmo ejemplos como el de Edward, de Uganda. Su padre no le prestaba ninguna atención y su madre era demasiado estricta. Él tuvo una infancia complicada pero, al menos, rompió la maldición y hoy es un solícito progenitor con su hijita Vera Edna, de siete años, y el resto de su prole. Cuando miro a mis hijos, los tomo como mi tesoro. Me aseguro de que su entorno en el hogar y la escuela sea seguro», afirma.
La violencia en España existe, igual que existe en el resto del mundo. Unicef maneja cifras del Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), una base de datos en la que se recogen notificaciones de sospecha de violencia en el ámbito familiar por parte de profesionales que tienen contacto con menores, como servicios sociales, policía, educadores y sanitarios. En 2015 se notificaron 13.818. Más reciente es la información extraída del Ministerio de Interior: en 2016, 27.100 niños fueron víctimas de delitos que implican algún tipo de violencia, según las denuncias recogidas por los cuerpos de policía nacional y autonómicas y la Guardia Civil. De estas, 5.523 fueron víctimas de delitos graves en el ámbito familiar. «Hay que poner estos datos en relación con los del RUMI, que son sospecha, frente a estos que son denuncias firmes», detalla Almudena Olaguibel, del Comité Español de Unicef.
Otros 4.393 menores fueron victimas de delitos contra la libertad e indemnidad sexual en España, que engloba acoso, agresión, pornografía y otros a través de redes sociales con componente sexual. «Llama la atención que los niños y adolescentes suponen casi la mitad de todos los delitos contra la libertad sexual e indemnidad, cuando no son ni la mitad de toda la población española», resalta la experta. Por último, otros 26 menores murieron a causa de agresiones y otros 28 fueron localizados como víctimas de trata con fines de explotación sexual, dos de explotación laboral y tres que iban a ser casadas a la fuerza
Estas cifras aumentan con relación a las recogidas en periodos anteriores, pero para la experta de Unicef no es algo negativo. «Tenemos cada vez más datos, y aunque hay que cogerlos con pinzas, vemos que ocurre lo mismo que con la violencia hacia la mujer: tener más casos no significa que haya aumentado el maltrato, sino que los mecanismos de denuncia se van poniendo en marcha».
Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/10/31/planeta_futuro/1509452811_194730.html
Por: Tele Sur
Alrededor de 300 millones de niños y niñas en el mundo viven en situación de violencia, el dato se desprendel del informe publicado el pasado miércoles por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) “Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes”.
El documento destacó los datos relacionados al “maltrato doméstico durante la primera infancia; la violencia en la escuela; las muertes violentas entre los adolescentes; y la violencia sexual en la infancia y la adolescencia”, advirtiendo que los daños a menores de edad es naturalizado y comprendido como un modo efectivo de crianza.
Maltrato infantil a nivel global
Las cifras del “maltrato doméstico durante la primera infancia” reflejadas en el estudio señalaron que 300 millones de niños de 2 a 4 son víctimas de algún tipo violencia, y 250 millones de niños son castigados físicamente.
También expresó que seis de cada diez infantes de 12 a 23 meses son víctimas de disciplinas violentas; así como mostró que solo 60 países ha tomado medidas legales contra la violencia infantil, por lo que quedan 600 millones de niños menores de cinco años sin protección jurídica.

El acoso escolar es otro tema que acontece a la mayoría de los niños y adolescentes del mundo, en este caso 130 millones de estudiantes sufre de hostigamiento escolar en edades comprendidas de 13 a 15 años; otros 732 millones de menores de edad se establecen en escuelas donde el castigo corporal es permitido; en los últimos 25 años se registraron 59 ataques de balas a escuelas, y en su mayoría de Estados Unidos.
Los actos violentos entre adolescentes pueden deberse a muchos factores, pero la mayoría terminan gravemente heridos, e incluso muerte. El estudio indicó que cada siete minutos un adolescente en el mundo muere, y los jóvenes de 15 a 19 años son más vulnerables a padecer ataques de violencia. Estos tienen gran impacto en África del norte, América y Oriente medio.
Por otro lado, la violencia sexual infantil y de adolescencia es un grave problema con gran frecuencia, este documento señaló que aproximadamente 15 millones de mujeres entre 15 y 19 años en el mundo han sido víctimas de violación; destaca también que las personas de bajos recursos económicos son abusadas sexualmente con más frecuencia que las clases media y alta.
Abuso a menores de edad el América Latina
Desde un enfoque latinoamericano, estudios apuntan que 70 millones de niños se encuentran en condiciones de pobreza, y 2 de 3 de estos menores de edad padecen de violencia verbal, física y sexual en centros educativos, hogares y comunidades.
De esta manera, 2 de cada 3 niños menores a 15 años sufren de disciplinas agresivas en el hogar, y 3 de cada 10 estudiantes son acosados en institutos educativos desde los 13 a 15 años de edad.
Algunos datos de Unicef en el 2017 indicaron que 1 de 4 homicidios de niños o adolescentes que se cometen a nivel mundial ocurre en la región latinoamericana.
La Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, Marta Santos Pais, aseguró que «cada cinco minutos hay un niño que muere como resultado de actos de violencia» y agregó que «lo más frecuente son los casos de violencia al interior de las familias».

Santos aseguró que por el momento existen diez países de la región con legislaciones fuertes que prohíben la violencia y acatan medidas de protección a las víctimas, también se procuran maneras de reintegración para que se recuperen del trauma.
Santos expresó que «es claramente un problema de mucha preocupación y por eso se ha incluido como prioridad en la nueva Agenda Global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, lo que nos abre una enorme oportunidad para cambiar la realidad».
Este informe planteó una serie de medidas para erradicar la violencia que sufren los niños, niñas y adolescentes, reflejadas en la Agenda Global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
En la Agenda se propone diferentes medidas, entre ellos estan: acceso a un sistema de justicia para menores de edad, igualdad de género, planes y acciones de organizaciones nacionales para contrarrestar la violencia infantil, cambiar las normas educativas que perpetúan la violencia, y de esta manera transformar el sistema cultural y de conciencia para acabar con el abuso infantil.
Fuente: https://www.telesurtv.net/telesuragenda/-300-millones-de-ninos-en-el-mundo-son-victimas-de-violencia-20171102-0050.html
Argentina / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Rubén Valle / Fuente: MDZ
Aunque hay docentes y directivos que los consideran «elementos distractivos», los teléfonos inteligentes se incorporan a la enseñanza. Las contundentes estadísticas del uso en niños y adolescentes justifican el replanteo.
Montada en la consigna «si no puedes contra ellos, úneteles», la educación empieza a abrirle -tardíamente- la puerta a los teléfonos inteligentes en lugar de echarlos del aula como al revoltoso de la clase.
Después de mucho debatirse, sobre todo de este lado del mundo, ahora se llega a la conclusión de que esos aparatejos tan seductores como adictivos sirven para mucho más que sacarse cientos de selfies o interactuar con fruición en las redes sociales.
La realidad de este fenómeno es demasiado contundente como para seguir omitiéndola. Según el estudio Kidditos, realizado por la consultora Markwald, La Madrid y Asociados, 7 de cada 10 niños de entre 4 y 5 años ya usan el celular para jugar con aplicaciones, escuchar música y ver videos.

En cuanto a chicos y adolescentes, una investigación de Unicef asegura que en Argentina hay más de 13 millones, de los cuales 6 de cada 10 se comunican por celular y 8 de cada 10 usan internet. «Es irrefutable que la tecnología atraviesa su existencia, impacta en sus modos de conocer, aprender, expresarse, divertirse y comunicarse», apunta María José Ravalli, especialista en Comunicación de esa organización.
El estudio Kids Online/Chic@s Conectados. Investigación sobre percepciones y hábitos de niños, niñas y adolescentes en internet y redes sociales concluye que la mayoría de los adolescentes se conecta a Internet a través del celular, utiliza las redes para intercambiar mensajes con amigos y en el 80% de los casos recurre a ese medio para hacer tareas escolares.

Por ser un canal natural de los chicos para conectarse con el mundo e interactuar con los demás, «actividades como jugar en línea, chatear, buscar y compartir información y contenidos, son acciones cotidianas en sus vidas y, en definitiva, del ejercicio de su ciudadanía digital», destaca Ravalli.
El teléfono móvil es el dispositivo al que más apelan para navegar por la web, antes que a la computadora de escritorio, las tablets o las notebook.
Atentos a esta tendencia imparable, la UNCuyo impulsó recientemente el curso «Teléfonos Inteligentes, cómo aprovecharlos en el aula» para que los docentes reflexionen sobre la integración de los celulares en las clases, capitalicen las posibilidades que ofrecen las diferentes aplicaciones y puedan gestionar contenidos en estos u otros dispositivos tecnológicos.
Perdón, ¡vuelvan!
Una clara señal a favor de dejar atrás la demonización de los teléfonos se vio el año pasado en Buenos Aires, cuando el gobierno derogó una resolución de 2006 que impedía el uso de dispositivos tecnológicos en las aulas de escuelas públicas y privadas. Desde entonces quedó a a criterio de cada establecimiento escolar dejar entrar o no a las aulas no sólo celulares sino también notebooks, tablets y otros aparatos. Eso sí, «con fines pedagógicos», se aclaraba a pie de página.
«Vamos a cambiar el paradigma de cómo se enseña en el aula», prometía entonces el titular de la educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro, a la vez que lanzaba el plan oficial Traé tu propio dispositivo al aula.

En Mendoza, las aguas se dividen. Todavía hay instituciones y autoridades escolares que consideran al celular como un elemento que distrae al alumno (al comienzo de la actual gestión de la DGE se planteó una fuerte avanzada para sacarlos de las aulas), docentes que los utilizan convencidos de que aporta al aprendizaje y colegios que ya lo incorporaron como material didáctico. Este es el caso de la escuela José Vicente Zapata que hizo un relevamiento interno que concluyó en que el 95% de sus alumnos tienen teléfonos inteligentes. A partir de este dato, docentes, padres y alumnos acordaron un protocolo para darle un uso pedagógico al celular. Ahora lo aprovechan para la búsqueda de contenidos e imágenes en la web hasta para realizar trabajos puntuales, como por ejemplo reflexionar acerca del ciberbullying.
La inclusión digital
Para Unicef es fundamental avanzar en una política nacional de alfabetización digital que garantice el acceso equitativo a la información y al conocimiento. No contemplar que se está ante auténticos nativos digitales es un error que todavía se puede revertir con planes que sí o sí deben incluir una urgente capacitación de los docentes «analógicos».
Un paso más, tal vez el próximo, sea el del «aprendizaje ubicuo» que plantea el filósofo de la educación, Nicholas Burbules. Para este investigador estadounidense, si la tecnología no respeta fronteras, ¿por qué la enseñanza debería desarrollarse sólo entre paredes y no moverse con el portador de un dispositivo? ¿Por qué no unir la educación formal con la informal sin importar el contexto? ¿Por qué el aprendizaje y el entretenimiento tienen que considerarse como actividades separadas? Por estos pagos, todavía quedan demasiadas materias por aprobar hasta llegar a ese grado de ¿evolución?
La aldea global nos está llamando. Que no nos encuentre sin señal.
Fuente del Artículo:
http://www.mdzol.com/opinion/763684-tecnologia-en-las-aulas-los-celulares-ya-no-son-el-peor-de-la-clase/