Los cuestionamientos alrededor del sistema universitario persisten, se acumulan y van en aumento. En 2018, Michael E. Hansen, director ejecutivo de Cengage Learning escribió lo siguiente para el Foro Económico Mundial: “Nuestro mundo tiene un problema porque la mayoría de los sistemas educativos se construyeron para las necesidades del siglo XX. Un ejemplo es la educación superior: no fue diseñada para proveer las habilidades necesarias para el futuro disruptivo que viene; y, lo que es peor, el costo de la matrícula y los materiales del curso se han convertido en una barrera importante para el acceso”.
Frente a este panorama, las universidades deben explicar qué está sucediendo en sus aulas y probar que la educación superior sigue siendo necesaria.
Asimismo, deben dar evidencias de que están enseñando los conocimientos, competencias y habilidades necesarias para cumplir con las necesidades demandadas, tanto por los alumnos como por los empleadores. Sin embargo, diversos estudios y reportes dan indicios de que esto no se está logrando todavía.
Una tendencia importante: las habilidades demandadas por la industria están cambiando
En teoría, uno de los propósitos de la universidad es preparar a los alumnos para que cuenten con las habilidades y competencias necesarias al graduarse e ingresar al mundo laboral. Estas habilidades y competencias, por otro lado, han cambiado de forma importante en décadas recientes: el reporte The Future of Jobs (2016) del Foro Económico Mundial muestra esta situación.
En 2015, las habilidades laborales más demandadas eran: 1) solución de problemas complejos, 2) coordinación con otros, 3) gestión de personas, 4) pensamiento crítico, 5) negociación, 6) control de calidad, 7) orientación al servicio, 8) juicio y toma de decisiones, 9) escucha activa y 10) creatividad.
Por otra parte, para el año 2020 serán: 1) resolución de problemas complejos, 2) pensamiento crítico, 3) creatividad, 4) gestión de personas, 5) coordinación con otros, 6) inteligencia emocional, 7) juicio y toma de decisiones, 8) orientación al servicio, 9) negociación y 10) flexibilidad cognitiva.
Otros datos muestran la misma tendencia. En 2018, ManpowerGroup presentó el informe Robots Need Not Apply: Human Solutions in the Skills Revolution, para realizarlo consultó a 20 mil empleadores en 42 países. Los resultaron mostraron que las habilidades más buscadas por la industria son: comunicación, colaboración y resolución de problemas. Ese mismo año, el reporte de Deloitte, The rise of the individual in the future of work, encontró que las habilidades más demandadas incluían: adaptabilidad, adecuación a la cultura de empresa y colaboración.
¿Las universidades están enseñando estas habilidades?
Como ya se explicó, la industria está demandando nuevas habilidades. Las universidades, por su parte, están tratando de adaptarlas a sus programas y enseñarlas a las y los estudiantes.
Un nuevo reporte, Degree of Difference: What Do Learning Outcomes Say About Higher Education? (2019), realizado por Campus Labs, analizó a 73 universidades en Estados Unidos y sus resultados ofrecen un panorama sobre qué se está enseñando a las y los universitarios y cómo se están midiendo los resultados de su aprendizaje.
La metodología del reporte consistió en analizar los resultados de aprendizaje (o learning outcomes) de 15,521 instituciones universitarias, departamentos y programas académicos.
¿Qué temas son los que más se enseñan en las universidades, tanto a nivel institucional como en los programas académicos? Según los resultados, el tema que prevalece es el de habilidades intelectuales, que engloba el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el razonamiento. Le siguen: comunicación (escrita y verbal), cultura, tecnología y desarrollo personal (engloba habilidades con iniciativa, ética profesional, liderazgo y atención al detalle).
Al compararlo con las habilidades laborales más demandadas, es posible ver que ni en las universidades, ni en sus programas, se contemplan todavía de forma concreta la creatividad, inteligencia emocional, ni la flexibilidad cognitiva.
El gran reto de las universidades: medir de forma efectiva las habilidades que se están enseñando
El reporte de Campus Labs señala otro problema compartido por las instituciones de educación superior: no se evalúa de la forma más eficaz a los estudiantes. Los autores explican que no se trata únicamente de enseñar una habilidad (o una serie de habilidades), sino que deben presentarse evidencias de que el estudiante la domina y es capaz de aplicar ese conocimiento. Esto, no siempre sucede.
“La manera más significativa y precisa de determinar si se ha producido el aprendizaje es una evaluación auténtica. Ésta debe utilizar evidencia de que los estudiantes dominan una habilidad y/o la aplicación de un conocimiento en una situación que represente la forma en que esa habilidad o conocimiento se utilizará en situaciones de cotidianas y profesionales”, se explica. “La evaluación auténtica requiere tiempo, pensamiento, paciencia y confianza en que los estudiantes se involucrarán en el proceso de aprendizaje con la misma voluntad y seriedad que los profesores participan en el diseño y la ejecución de la evaluación. La evaluación auténtica es difícil y, por lo tanto, a menudo no se utiliza”.
El aprendizaje puede medirse a través de métodos directos e indirectos. Los directos son aquellos en los que se pide un trabajo a los estudiantes o se observa evidencia de los conocimientos y habilidades. Los indirectos miden la percepción del aprendizaje por parte del alumno. Los dos son importantes, en especial cuando se combinan.
A pesar de que existen más de 25 métodos directos e indirectos para evaluar, el reporte muestra que lo más utilizados son solo cinco: cuestionario, ensayo, examen, examen final y proyecto individual.
La conclusión del estudio es que las universidades deben clarificar, a los alumnos y empleadores, qué se está enseñando en las aulas. Para hacerlo, es importante replantear cómo enseñar ciertas habilidades y medir estas enseñanzas.
“Con un mayor escrutinio público sobre la educación superior […] es imperativo que las instituciones tengan procesos establecidos que demuestren qué aprendizaje ocurre en el campus y con qué fin”, aseguran. “[Además], los resultados de aprendizaje pueden ser un recurso poderoso para comunicar el propósito de los títulos universitarios”.
Referencias
Campus Labs (2019) Degree of Difference: What Do Learning Outcomes Say About Higher Education? Recuperado de: https://www.aacu.org/publications-research/periodicals/measuring-difference-college-makes-randcae-value-added-assessment
ManpowerGroup (Firm) (2018) Robots Need Not Apply: Human Solutions for the Skills Revolution. Recuperado de: https://www.manpowergroup.com/wps/wcm/connect/59db87a7-16c6-490d-ae70-1bd7a322c240/Robots_Need_Not_Apply.pdf?MOD=AJPERES
World Economic Forum (2018) Higher education needs dusting off for the 21st century. Recuperado de: https://www.weforum.org/agenda/2018/03/make-higher-education-skills-relevant-for-students/
Deloitte (2018) The rise of the individual in the future of work. Recuperado de: https://www.hrps.org/executive-events/annual-conference/speakers/Documents/Bersin-_HRPS.pdf
World Economic Forum. (2016, January). The future of jobs: Employment, skills and workforce strategy for the fourth industrial revolution. In Global Challenge Insight Report, World Economic Forum, Geneva. Recuperado de: http://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jobs.pdf
Fuente; https://observatorio.tec.mx/edu-news/estan-los-universitarios-aprendiendo-lo-que-necesitaran-en-la-vida-profesional