La reforma educativa se caracteriza por ser vertical y autoritaria.

Por: Isaac Torres Cruz.

Nuestros Científicos. El investigador del Colmex ha realizado análisis y críticas a las deficiencias de la reforma educativa, y si bien advierte que se encuentra contra las condenas de las que ha sido objeto todo el magisterio, tampoco se pueden defender algunas de sus acciones más deplorables

Desde hace décadas, Manuel Gil Antón ha sido uno de los investigadores en educación más notables, si bien por sus estudios en el área, también por su aguda y puntual opinión crítica sobre su entorno. La educación es un tema complicado en nuestro país, puesto que está intrínsecamente ligado a algunos de los problemas nacionales más importantes que ha arrastrado históricamente: pobreza, desigualdad y corrupción, entre otros.

Gil Antón es uno de los científicos sociales que han hecho visible esa intrincada acumulación de factores para explicar algunos de los rezagos y disfuncionalidades del sistema educativo. En el contexto actual, su opinión y voz se ha vuelto uno de los faros de sensatez en torno a las implicaciones de la reforma educativa emprendida por el gobierno federal, la cual derivó en un estallido social.

El investigador de El Colegio de México ha explicado públicamente las deficiencias, incongruencias e injusticias de la nueva reforma educativa, pero también condenado y desaprobado algunas de las prácticas más deplorables ejercidas por sectores del magisterio, como la venta de plazas y la corrupción con la que se ha manejado parte de su dirigencia.

En entrevista, Manuel Gil relata cómo ha sido su trabajo en la investigación y como puente entre gobierno y sociedad, donde siempre ha estado, en la parte tensa del problema. Explica que el trabajo de un investigador en educación busca fundamentalmente estudiar, con el mayor rigor posible, un fenómeno social en el área, elaborar una crítica a éste e involucrar la acción del Estado y los actores en él.

“En ocasiones se le pide al intelectual su opinión, aunque a su respuesta se le puede decir que ‘es muy fácil criticar, pero difícil edificar’, pero yo digo que no es así. La función de uno es hacer crítica de lo que no ha salido bien, pero también hacer visible lo contrario cuando hay resultados positivos, y de lo cual a veces se hace propaganda gubernamental”.

Pero esta crítica necesita fundamentos sólidos y mucha responsabilidad, principalmente cuando quienes pueden opinar tienen acceso a los medios de comunicación, como es el caso de Gil Antón, y así dotar de elementos para el análisis y dar a la opinión pública los mejores argumentos para entender un fenómeno social. “Porque los investigadores llevamos mucho tiempo escribiendo para el SNI (Sistema Nacional de Investigadores), comisiones dictaminadoras y no para la sociedad”.

Esto significa, añade, seriedad en los estudios y no sólo compartir sus hallazgos únicamente con colegas, sino también compartir algunas miradas críticas con la opinión pública. En este sentido, advierte, es indispensable hacer un análisis de la política, no de los políticos, para evitar la personalización. “Cuando se critica a la política educativa no es válido decir que por expresarse con ángulos críticos uno está a favor delstatus quo o de la venta de plazas… es una forma en la que el poder reduce la crítica para invalidarla”.

EN LA TENSIÓN. Pero se necesita matizar y también desechar la idea de que toda acción gubernamental es perniciosa, puesto que eso sólo lleva a un diálogo de sordos, dice. “Matizar, ese es nuestro trabajo: no todos los profesores en México son personas que trabajen con entrega, pero tampoco son todos una bola de gandules, hay de todo”. El egresado de instituciones como la UIA y Cinvestav, y ex investigador-profesor de la UAM, refiere que colegas suyos del Departamento de Investigación Educativa del Colmex han realizado trabajos de etnografía en el aula que demuestran cómo hay maestros extraordinarios a quienes la reforma educativa debió escuchar. “Pero no lo hizo, es una reforma desde lo alto y, algo que uno puede leer sobre este nuevo modelo educativo, es que el anterior era ‘vertical y autoritario’. Pero si esta reforma se caracteriza por algo es por ser vertical y autoritaria.

“Hay que decirlo, porque así como no puede profesionalizarse a nadie desde arriba, tampoco se  puede democratizar con la concesión de la autoridad, sino por medio de la organización de los profesores. A 36 años de dedicarme a esto —me considero más bien profesor que hace investigación—, me parece que nuestra responsabilidad es tratar de introducir en la opinión pública elementos que simplifiquen elementos de complejidad y hacérselos llegar, en ocasiones, a través de los medios de comunicación”.

Dentro de esa posición crítica, la opinión y análisis de especialistas como Gil fungen también como puente entre sociedad y gobierno, situación que para él significa permanecer en la tensión, en la encrucijada del problema. Eso significa adicionalmente no estar a favor de ninguna de las dos posiciones. En su caso, y para un sector del magisterio, su posición en el conflicto de la reforma educativa puede parecer muy tibia; “por otra parte, para cierto sector de gobierno puedo ser una especie obús”. Pero eso es muy interesante, acota, porque lo obliga a no ser el intelectual orgánico de ninguno de los bandos para tratar, desde la encrucijada, desde la tensión, no estar al su servicio. El objetivo es resistirse a las grandes seducciones del poder, por un lado, y a la seducción del protagonismo por el otro. Que las ideas sean más importantes que las personas, señala.

Ser un puente no es exactamente estar en medio del problema, sino mantenerse con máxima apertura a lo que tienen que decir ambos lados, porque los “en medios” puros no existen, nunca se está libre de valores para considerarse en medio. “Por ejemplo, ante el maltrato al magisterio, como un todo al que se le vilipendió y acusó, hasta con rasgos clasistas y racistas, no tengo duda, estoy en contra y a partir de un fundamento ético. Pero, ante las personas que dicen que los profesores son una bola de santos, también en contra. Eso es estar en la tensión, en la encrucijada”.

Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2016/986009.html

Imagen: http://www.cronica.com.mx/nimagenes/22/2016-09-24_10-09-47___2625.jpg

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