De regreso a Suiza: cómo preparar la escolarización de los niños

De regreso a Suiza: cómo preparar la escolarización de los niños

Después de trabajar cinco años para una organización no gubernamental de Filipinas, la familia Stankowski se prepara para regresar a Suiza. Los efectos de la pandemia de COVID en la educación de sus hijos y la construcción de la identidad de los niños los impulsan a volver a casa. A continuación, las pistas a seguir para que la escolarización en Suiza marche lo mejor posible.

“No queremos que nuestros hijos vivan un proceso de desarraigo en la adolescencia”, coinciden Barbara y Simon Stankowski (42 años). Desde 2018, la pareja y sus dos pequeños, Noel (10 años) y Micha (7 años), viven en un barrio pobre de Manila, la capital de Filipinas. Ambos trabajan para la organización no gubernamental “Servants to Asia’s Urban Poor”, una red internacional de cristianos que vive y labora en los barrios más marginales de Asia.

 La familia Stankowski completa: Simon, Barbara y sus hijos Micha (en rojo) y Noel (en negro). zVg

Cuando Barbara y Simon Stankowski se embarcaron en la aventura de la expatriación, el futuro desarrollo de la identidad de sus hijos en la adolescencia ya les parecía un tema relevante. Desde que partieron tenían claro que no se quedarían en Filipina hasta que sus hijos alcanzaran la pubertad.

La pandemia de coronavirus confirmó esta certeza. “Al principio, el desarraigo era nuestra principal preocupación con respecto a los niños. Pero tras cinco años de vivir diariamente el sistema escolar filipino, tres de ellos marcados por una crisis sanitaria, estamos definitivamente convencidos de regresar”, dice Barbara Stankowski.

Los niños pequeños se integran mejor

Ruth von Gunten, experta de educationsuisse -organización que reúne a las 18 escuelas suizas que operan en el extranjero- confirma que “cuanto más pequeños son los niños al regresar a Suiza, mayores probabilidades tienen de integrarse”. Añade que es común que los adolescentes sientan más apego por su círculo de amigos y por sus actividades extraescolares, así que es más difícil arrancarlos de su vida cotidiana.

Además, cuando los hijos han superado los 16 años, edad en la que concluye la escolarización obligatoria en Suiza, surgen pensamientos sobre si deben seguir una formación profesional o una educación superior. Hay que elegir una formación y, en ocasiones, cursar un año de transición.

Para la familia Stankowski, ofrecer a sus hijos el acceso a una amplia gama de formaciones profesionales en Suiza también tiene una gran importancia. “Si ellos lo desean, me gustaría que mis hijos sigan un aprendizaje en alternancia (sistema que integra el conocimiento teórico y la formación en las empresas directamente con los empleadores)”, dice Barbara Stankowski. En Filipinas, detalla, la educación superior es puramente académica.

Un barrio pobre de Manila

 

 Una imagen del barrio en el que viven los Stankowski desde 2018. zVg

Evitar el obstáculo de la lengua

En 2018, cuando la pareja suiza decidió expatriarse, su hijo mayor estaba a punto de cursar el segundo año del jardín de infancia. “Buscamos una escuela en el barrio, y esto nos ayudó mucho a todos a integrarnos”, recuerdan. Pero pronto se dieron cuenta de que la escuela pública filipina es muy académica y que, a diferencia de Suiza, se utiliza mucho menos el juego como forma de aprendizaje. Esto, sumado a la existencia de clases saturadas con más de 40 alumnos, animó a los Stankowski a inscribir a Noel en una pequeña escuela privada.

El contacto con los niños de la escuela y del vecindario, permitió a Noel y Micha aprender rápidamente el inglés. En casa, hablaban suizo alemán. El conocimiento de varias lenguas y culturas es una ventaja innegable, opina la experta Ruth von Gunten.

Siguiendo los pasos de la familia Stankowski

Sin embargo, Ruth von Gunten recuerda que “para facilitarles la vida, es muy importante que los niños que se incorporan a la escuela en Suiza hablen el idioma de la región en la que se instalarán los padres”. Por ello, la especialista recomienda enfáticamente a los padres de niños que no hablan ningún idioma nacional, que los preparen suficientemente antes de su llegada a Suiza.

Cada cantón tiene sus reglas

La familia Stankowski tiene planes de establecerse en la región de habla alemana del cantón de Berna. Barbara es pastora y actualmente está en conversaciones con distintas parroquias. Esto provoca cierta incertidumbre en la pareja: “A menudo, cuando regresas a Suiza, sabes a dónde vas a establecerte. En nuestro caso, esto sigue siendo una incógnita”. En cuanto Barbara obtenga un trabajo, Simon iniciará la búsqueda de un empleo.

Simon enseñando a los niños de la calle

Conocer con precisión el cantón al que uno se mudará es de gran utilidad. Como en muchos otros aspectos de la vida cotidiana suiza, la escolarización obligatoria es competencia de los cantones, que se ocupan de “establecer los planes de estudio y horarios, y de determinar los medios que serán usados para la enseñanza”, cita el sitio web de la Conferencia de Directoras y Directores Cantonales de Educación Pública (CDIP).

Las comunas, en tanto, se encargan de la gestión de las escuelas. “Tener un fuerte anclaje local facilita el desarrollo de soluciones a la medida”, añade el sitio web de la CDIP.

Pero esto significa que hay tantas formas de proceder como cantones y municipios existen en Suiza. Por ello, para preparar lo mejor posible la integración de los niños a las escuelas, es fundamental contactar con antelación al futuro municipio de residencia o a la dirección cantonal de educación pública correspondiente.

Cuando una familia llega a una comuna, los niños son generalmente asignados a la escuela más cercana a su domicilio en función del grado escolar que cursarán.

Un violento contraste

Noel y Micha Stankowski tienen suerte porque en abril del 2021, durante una estancia de la familia en Suiza, tuvieron la oportunidad de asistir dos meses a la escuela pública helvética. “Les encantó”, recuerda Simon Stankowski.

Y había buenas razones para ello, mientras las escuelas suizas estaban abiertas y las clases se desarrollaban con normalidad, en Filipinas los establecimientos escolares seguían totalmente cerrados. “En Manila, los niños no tenían siquiera el derecho a jugar en la calle. Así que, cuando llegamos a casa, el contraste fue violento», explica la madre.

Los dos niños mirando un partido de fútbol con la camiseta de Suiza

Noel y Micha son aficionados al fútbol. Son miembros de un equipo. En esta imagen, ven la final de la Copa de Asia Femenina, en la que Filipinas ganó a Tailandia. zVg

En Filipinas, en el sudeste asiático, los niños siempre fueron considerados como un grupo de alto riesgo durante la pandemia. Una política de salud que tuvo un impacto extremo en la vida de la población. Por ello, tras un fallido intento de recibir cursos en línea, los meses se fueron sucediendo sin la posibilidad de que las escuelas volvieran a abrir.

Barbara y Simon Stankowski decidieron inscribir a sus dos hijos en las clases por correspondencia de la “Deutsche Fernschule”. “Toda nuestra vida cotidiana giraba en torno a la educación en casa porque a la edad que tienen no podíamos dejarlos arreglárselas solos con un ordenador”.

Sentimientos encontrados

niños con un diploma en mano

El regreso definitivo de la familia Stankowski a Suiza está programado para mediados de junio. Ahora que la fecha ha sido acordada, la familia experimenta sentimientos encontrados. Por un lado, la emoción de regresar a su país. Por el otro, la tristeza de dejar atrás amigos y su actual estilo de vida.

“Personalmente, necesito recuperar una vida cotidiana más estructurada y en donde la educación de mis hijos ya no sea mi responsabilidad”, dice Simon Stankowski. En cuanto a Barbara, está encantada con la idea de volver a trabajar como pastora y poder sostener conversaciones profundas en su lengua materna.

En el próximo episodio de las aventuras de la familia Stankowski, los acompañaremos en los preparativos de su regreso a Suiza.

Texto adaptado del francés por Andrea Ornelas

Fuente de la Información: https://www.swissinfo.ch/spa/de-regreso-a-suiza–c%C3%B3mo-preparar-la-escolarizaci%C3%B3n-de-los-ni%C3%B1os/48472654

 

 

 

 

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