Por. JAVIER PENALVA
Cada año, en junio, con el último claustro ordinario, en los colegios de primaria e institutos de secundaria se aprueban los libros de texto que los alumnos tendrán que usar durante el curso siguiente. La información llega días después a los padres a través de un listado publicado en el tablón de anuncios del centro, la web oficial o un documento adjunto con las notas de sus hijos. Entonces se inicia la cuenta atrás para asimilar que en septiembre, de media y según la OCU, cada mochila de libros de texto cuesta a las familias unos 215 euros. Si son en formato digital, el precio se puede quedar en la mitad.
Esta rutina de cada final e inicio de curso se está olvidando en algunos centros, donde el libro de texto clásico, el de las editoriales (ya sea en formato de papel o en digital), se ha acabado como única forma de entender las clases. No puedo contaros que esta situación sea algo ni de lejos habitual, pero sí que hay centros y sobre todo profesores que han decidido que el libro de texto pase a la historia.
El fin del libro de texto, un cambio en la educación
El dejar de lado el libro de texto no se debe afrontar con el objetivo principal del ahorro para las familias. No es un argumento vacío ni débil, ni mucho menos poco importante, pero abandonar el libro de texto es un paso esencial para conseguir un cambio en la educación en el que coinciden todos los profesores, responsables de centros y directivos con los que hemos hablado y han contado su historia.
El libro de texto clásico responde a un uso de los contenidos aislado, sin contexto y muy desmotivador para el alumno. Todo va en una sola dirección, representando los contenidos de una manera cerrada, única y formal, cuandoel conocimiento nunca ha sido más universal, abierto y veloz que en la actualidad. A veces incluso los podemos encontrar influidos por intereses ideológicos e incluso políticos. En todo caso, ha habido una selección de información global que no atiende a las experiencias previas del alumno ni mucho menos a su individualidad, intereses, motivaciones o ritmo y modo de aprendizaje.
Manuel Jesús Fernández, docente que trabaja en su clase sin libro, apunta en esa dirección al hablar de cuándo decide un docente sustituir el libro de texto por materiales propios o de la red.
«El docente que primero se da cuenta de que los libros de texto están muy descontextualizados, tienen excesivos contenidos y, en algunos casos, no se ajustan al currículo, sino que mantienen esquemas de desarrollo curricular casi preLOGSE, y en segundo lugar, también, se da cuenta de las posibilidades que ofrecen los materiales de la red: mayor flexibilidad, mayor adaptación a los contextos del alumnado y mayor capacidad de intervención del alumnado en la construcción de su propio aprendizaje«
«Los materiales de cada curso los concentro en un Site de Google de cada curso o de cada proyecto que se convierte en nuestro material de trabajo” Son claros ejemplos dos de sus cursos del año pasado, donde la clase magistral o el seguir el hilo de un libro de texto es historia.
En el CEIP La Navata arrancaron hace 8 años su historia con el «no libro de texto». Cada alumno dispone de un cuadernillo de gusanillo a modo de agenda escolar donde van las tareas de casa, el plan semanal y los contenidos de los controles. Las áreas curriculares se distribuyen en «zonas» y se suelen hacer en fichas sueltas que recoge el profesor. Cuando las ha corregido se depositan en bandejas de archivar, mejorar o revisar.El «libro importante» aglutina los conocimientos más significativos que se van adquiriendo a lo largo del curso
El pasado curso sus alumnos de 2º de Bachillerato trabajaron con Flipped Classroom mientras que los de 1º de la ESO tuvieron dos grandes proyectos en los que trabajar durante todo el curso.
«Con esto materiales el alumnado busca información, trabaja de manera cooperativa o individual según el caso, elabora sus propios contenidos y materiales, difunde sus tareas en las redes. Se mantienen activos en el aula y su aprendizaje se hace cada vez más autónomo«
Al profesor tampoco le ayudan los libros de texto a día de hoy. Su rol con el libro de texto puede simplificarse y reducirse a un conductor con el camino fijado por la administración, cuando no la editorial. No hay excesiva posibilidad de revolución o avance metodológico.
«Nuestro objetivo no ha sido nunca sustituir los libros de texto . . . nuestro objetivo es realizar una transformación profunda de la educación para asegurar que realizamos una educación integral del alumno y que los aspectos relacionados con los valores, las habilidades y las competencias se sitúen efectivamente por encima de la transmisión de los contenidos. Y para conseguir esto, hemos llegado a la conclusión que es imprescindible hacer dos cosas: suprimir las asignaturas y trabajar de forma integral y transversal los contenidos y focalizar y simplificar el currículum a transmitir para asegurar los elementos esenciales. Y para ello necesitamos nuevos materiales didácticos relacionados con el trabajo por proyectos que, de acuerdo con nuestro modelo de persona a educar y nuestra metodología, hemos tenido de construir por nuestra parte pues no los hemos encontrado hechos«
En el proyecto Horizonte 2020 participan actualmente un 10% de los alumnos de sus centros. En ellos se trabaja por proyectos y sin libros de texto.
«La desaparición de los libros de texto, en nuestro caso, viene de la mano del impulso de una serie de experiencias piloto de transformación profunda de la educación que estamos realizando en diversos cursos de nuestra red de ocho escuelas jesuitas de Catalunya. Las experiencias piloto son prototipos avanzados del cambio que deseamos implementar en toda la escuela y en todos los cursos . . . pero estos procesos de cambio profundo requieren de una clara estrategia y de tiempo y participación de toda la comunidad educativa para realizarlos«
El no encontrar ninguna oferta editorial adecuada marca para las escuelas jesuitas el punto de partida para elaborar sus propios materiales.
«Para nosotros, lo verdaderamente importante son las opciones de modelo de persona a educar y las opciones metodológicas y didácticas que ello conlleva. Y es ahí, donde aparece la necesidad de trabajar de forma transversal e integrada (valores, habilidades, competencias y contenidos) y es entonces que hacemos la opción de crear nuestros materiales pues no encontramos ninguna oferta editorial que cumpla con nuestras opciones y requerimientos«
Esa decisión trae consigo tanto ventajas como inconvenientes. «La principal ventaja es que estos materiales se adaptan a nuestras opciones y necesidades y se integran en una opción educativa y metodológica previa; el principal inconveniente es el inmenso trabajo que ello exige y la necesidad de su mejora constante«
EL DOCENTE-ISLA
Manuel Jesús dice sentirse como un profesor aislado, solitario, único en su empeño de trabajar en el aula sin libro de texto. Al menos en su centro, el IES Virgen del Castillo de Lebrija, en Andalucía, donde ha habido más casos como el suyo, de materias aisladas, pero que, con la llegada de nuevos profesores, han vuelto a seleccionar algún libro de editoriales para el alumnado. Al final, de manera sistemática, sólo él trabaja en el aula sin libros.
«Mi visión es la de un docente-isla aunque matizado todo por esa maravilla que son las redes sociales y profesionales, el claustro virtual, que me hacen ver que mi opción no es nada descabellada sino todo lo contrario, la más acertada para la formación del alumnado»
En busca de un entorno de aprendizaje estimulante
Iolanda Arboleas es profesora de orientación educativa y actualmente directora del instituto Sils en Girona. De este centro se ha hablado mucho como un referente en el trabajo por proyectos, más estimulante para los alumnos.
«Nosotros teniamos claro que queríamos ofrecer un entorno de aprendizaje estimulante. La propuesta educativa tenia que ser diversificada para poder atender a los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje. Nos pusimos a diseñar actividades, projectos, situaciones didácticas… así conseguimos construir un modelo de aprendizaje activo, abierto e inclusivo. Los alumnos de Sils pueden trabajar de muy diversas formas; en grupo cooperativo, en talleres con alumnos de otros niveles, trabajar su propio itinerario curricular con ejercicios adaptados al nivel de cada uno, tambien pueden estar escuchando al profesor dando una explicación. Tambien pueden estar realizando un servicio a la comunidad…»
En este centro de Girona el libro de texto clásico y las materias como tal se han apartado y ya no ocupan la totalidad del día a día de los alumnos. El año pasado este trabajo por proyectos supuso un tercio de su jornada. El Instituto de Sils es uno de los incluidos en la red de centros Changemakers.
«Todos los alumnos pueden utilizar el libro de texto, pero en ningun caso como recurso exclusivo. Los libros estan en el aula y los alumnos los pueden utilizar igual que utilizan otros materiales»
En la escuela Sadako, un centro concertado de infantil, primaria y secundaria de Barcelona que está inmerso en un proceso profundo de transformación y actualización de su proyecto educativo, prácticamente el 100% del alumnado del centro no utiliza libros de texto.
«Nuestro centro se incorporó en el año 2009 al programa eduCat1x1, que promovió la Generalitat para que cada alumno incorporara un portátil en su trabajo diario en el aula. En ese momento nuestro centro estaba iniciando un proceso de redefinición metodológica de su proyecto educativo, en el que la incorporación de la tecnología se convirtió en un excelente catalizador de este proceso de actualización. Aunque empezamos con la coexistencia de libros de texto digitales y libros en papel, rápidamente empezamos a ser conscientes de la poca operatividad de ambos formatos en el proceso de transformación que nos estábamos planteando«
Jordi Musons, biólogo de formación pero docente de vocación, es desde hace 10 años director del centro, y el abandono del libro de texto ha sido el paso clave para iniciar un proceso de exploración profunda del propósito de la educación actual.
«No podría garantizar a ciencia cierta que la no utilización per sé de libros de textos haya provocado una mejora en el rendimiento académico de nuestro centro, pero estoy seguro que el hecho de no tener un carril marcado en el que transitar, en lo que en muchos casos se traduce el libro de texto, sí ha sido un punto de inflexión cualitativa de nuestro proyecto. Abordar un proceso de revisión colectiva y de redefinición de qué y cómo creemos que debe aprender hoy un/a alumno/a en Sadako, sin duda, ha permito ofrecer a nuestro alumnado un proyecto más personalizado, más dinámico y más actual del que probablemente dispondríamos si hubiéramos continuado vinculados a un corsé predeterminado por alguna editorial«
«De forma sintética, podríamos resumir que nuestro alumnado des de infantil hasta 2º de primaria trabaja por proyectos con una estructura paralela de talleres y rincones, donde el interés por aprender, hacerse preguntas y descubrir el mundo donde vive el alumno se convierte en una prioridad. Desde el ciclo medio hasta la secundaria mayoritariamente se trabaja en grupos colaborativos a partir de una estructura de secuencias didácticas de aprendizaje propias. Una estructura híbrida entre el trabajo por proyectos y el desarrollo competencial y de rutinas y técnicas de aprendizaje. Las secuencias didácticas se han diseñado con la intención de fomentar el desarrollo de competencias, la autonomía, la creatividad, la colaboración, el pensamiento crítico y la ciudadanía. A la vez se han introducido numerosos mecanismos de autoconocimiento para favorecer que al alumnado reconozca sus propias fortalezas y debilidades, a través de numerosos procesos de autoevaluación, coevaluación y evaluación entre iguales y desarrolle una actitud proactiva para mejorarlas«
En este escenario, era de esperar que el rol del profesor, su labor diaria, fuera muy distinta a la tradicional. También el día a día de los alumnos.
«Para nosotros es esencial la organización docente basada en modelos de codocencia y multidocència que han incrementado, del mismo modo que sucede con el alumnado, las competencias globales de los propios docentes en su labor educativa. En estos momentos diversos cursos trabajan en una estructura de aulas colaborativas donde se ubican los dos grupos de alumnos del curso, que comparten su proceso de aprendizaje con tres docentes en el aula. Los alumnos trabajan de forma notablemente autónoma a partir de los procesos de aprendizaje que ha diseñado el profesorado y en las que el rol de los docentes ha mutado de impartir docencia a acompañar al alumnado, promover el aprendizaje de calidad y atender y garantizar que la diversidad del aula sea bien atendida en los diferentes grupos de trabajo. Pero lo cierto es que en estas aula colaborativas el alumno/a realmente se convierte en el centro de su propio proceso de aprendizaje. Es él quien aprende y en muchos casos incluso quien decide qué quiere aprender, respetando unas pautas propuestas por el profesorado, de modo que en función de lo que le interesa al alumno/a, éste/a desarrollará las competencias y habilidades pertinentes«
Un ahorro que en realidad es una inversión
Con una media de 215-230 euros por mochila de libros de texto, calcular o simplemente hablar del ahorro que podría suponer no tener que comprar ese material sonroja a profesores como Manuel Jesús.
«En Andalucía, el chequelibro de Secundaria que se le entrega al alumnado para comprar los libros de texto rondan los 300 €. Es decir, que en un centro de 1.000 alumnos, serían 300.000 €. Yo me pregunto qué podría hacer ese centro con ese presupuesto si no se compraran los libros: recursos y materiales flexibles, mejorar la conectividad, contratar personal de apoyo…. No digo más«
Ese pilar de una educación diferente se alcanza de igual manera en centros privados como el de los Jesuitas de Cataluña, aunque en su caso el enfoque es bastante diferente.
«Crear materiales didácticos para trabajar por proyectos de acuerdo con las opciones educativas y metodológicas requiere, por parte de la institución educativa que lo impulsa, de una inversión. Es decir, de una aportación de horas de trabajo y de dinero para lograr unos materiales de diseño y calidad acordes con las opciones educativas (no sirve andar haciendo simples fotocopias). Y esta inversión (que en nuestro caso ha sido importante) hay que identificarla y cuantificarla, y normalmente no es asumible por una escuela aislada. En nuestro caso ha sido posible por tratarse de una red de ocho centros con más de 13.000 alumnos«
Xavier Aragay no ve que esta elaboración propia de materiales les enfrente a las editoriales, de quienes afirma no haber recibido nunca presión de ningún tipo.
«En cambio sí que hemos recibido muchas demandas de directivos de editoriales por conocer nuestras opciones educativas y metodológicas y nuestra forma de trabajar por proyectos. En este sentido, estoy convencido que las editoriales de libros de texto van a evolucionar y adaptarse a esta nueva forma de trabajar; y ello va a ser muy positivo, pues nos va a permitir disponer de nuevas propuestas y nuevos materiales que podremos integrar en el trabajo por proyectos«
«Realizada la inversión inicial, su reproducción sí que es más económica que la compra de los libros de texto de cada curso . . . pero como hay que repercutir la parte proporcional de la inversión inicial y de su mejora continua en formatos de calidad, aunque sigue siendo más económico, ya no dista tanto como uno puede pensar. Por otra parte se hace necesario añadir el coste de un ordenador portátil para cada uno de los alumnos . . . elemento este último imprescindible para poder trabajar por proyectos«
En la escuela Sadako los alumnos deben adquirir una tableta cuando empiezan 5º de primaria. Es un gasto importante pero la contrapartida es que las familias no deben comprar ningún libro de texto en toda la escolaridad del alumno por lo que no utilizar libros de texto disminuye muy notablemente el coste de material que en muchos casos implica comprar libros cada curso.
Pero como los otros docentes y directivos que están apostando por un cambio educativo, Jordi Musons tiene claro que la mejor ventaja de no disponer de libros de texto va más allá del coste material.
«Lo más importante es que induce al docente, o mejor dicho al equipo docente de cada curso, al diseño pedagógico de aquello que deben aprender sus alumnos en el aula, y a la vez disminuye de forma inmediata las clases transmisivas que en muchos casos conlleva el libro de texto. Posiblemente el problema no sea propiamente el libro de texto sino la rutina que se ha normalizado en los centros de cómo utilizar los libros de texto, focalizando el aprendizaje en la memoria, la lectura y la escritura, los contenidos, la aplicación de instrucciones y la transmisión de aprendizajes. Esta nueva mirada permite al profesorado tomar las riendas para construir un aprendizaje significativo de su alumnado y personalizarlo en el contexto y realidad de su aula«
«Que el fracaso escolar en la fase final de secundaria se aproxime al 20% creo que debería llevarnos a todos a un proceso profundo de reflexión sobre qué es el currículum y cómo queremos que nuestros alumnos lleguen a él. Por supuesto, el libro de texto no creo que por defecto sea el instrumento que garantice este objetivo. Por otro lado apuntar que los resultados de nuestro alumnado, en los estándares de avaluación convencionales, no han variado demasiado y siguen siendo igual de buenos que lo eran antes. Pero ahora, además estamos convencidos de que nuestro alumnado deja nuestro centro con un mochila mucho más llena de capacidad comunicativa, asertividad, capacidad para emprender a lo largo dela vida, crear o liderar proyectos, o disponer de una mirada crítica y transformadora de la sociedad donde vive, por citar algunos ejemplos«
El caso del barrio Son Gotleu de Palma
Buscar la igualdad en la educación pública. En el barrio Son Gotleu de Palma el adiós al libro de texto ha sido una herramienta esencial para conseguir buena parte de los objetivos que perseguían con el proyecto «El barrio educa, eduquemos con el barrio», premio a la acción magistral en 2012. La iniciativa surgida hace más de 10 años fue promovida por tres colegios de primera y un instituto de educación secundaria de una de las zonas marginales de Palma.
Inmigración, desempleo y un alto absentismo hizo que desde estos centros se buscara una manera de aprovechar los recursos al máximo dada la escasez de medios. Se empezó con mercadillos para conseguir libros de segunda mano y dar salida a los que ya no se utilizaban por parte de los alumnos. Luego se avanzó hacia el aula sin libros de texto. De ningún tipo.
El colegio Es Pont fue pionero en 2008. En ese centro se eliminó progresivamente el libro de texto en diferentes cursos, se amplió la validez de los que consideraban como esenciales y se multiplicó el uso de materiales propios elaborados por los profesores.
VENTAJAS DE LA AUSENCIA DEL LIBRO DE TEXTO
* Mayor coordinación docente para preparar materiales, coordinar proyectos y actividades y compartir resultados.
* Mayor participación de la Comunidad Educativa. Al abandonar los libros de texto y trabajar metodologías activas, los contenidos se hace más cercanos y contextualizados y esto permite una mayor interacción con el entorno y las familias.
* Mayor protagonismo del alumnado. Al renunciar a los libros de texto, el alumnado puede hacerse más autónomo, más responsable y ser más protagonista de su aprendizaje y tener más motivación y más creatividad en su proceso de aprendizaje
Manuel Jesús lo nota en su caso y el de compañeros y centros con los que comparte trabajo diario a lo largo de todo año para conseguir desprenderse del libro de texto clásico.
«Donde se prescinde del libro de texto se deben ver ventajas como la mayor coordinación docente para preparar materiales y coordinar proyectos, mayor participación de la Comunidad Educativa, haciendo más cercanos y contextualizados los materiales, y también aporta mayor protagonismo del alumnado, que al renunciar a los libros de texto , se hace más autónomo, responsable e incorpora más creatividad y motivación en su proceso de aprendizaje«
Arboleas pone del lado de los profesores la mecha para ofrecer ese cambio a los alumnos y toda la comunidad educativa.
«El desafio real es entender que los docentes podemos ser los generadores de nuestros recursos didácticos, ampliar este concepto de recurso a otras dimensiones, relacional, de contexto… primero está la situación didáctica que quieres generar (por ejemplo, un projecto en grupos cooperativos para descubrir el entorno próximo des del punto de vista geológico) y después buscar o generar los recursos que se adecuan a esta idea«
Para las familias afirma que la no necesidad de la compra de libros de texto supone mucho ahorro y apoyan sus propuestas, siendo incluso parte de los nuevos recursos para las clases, con padres participando en talleres en el centro. Incluso la inspección de educación no tiene ningún problema con estas nuevas metodologías que usan en Sils.
«Tenemos un ordenador para cada dos alumnos y trabajamos con mucho material generado por nosotros. En los proyectos tenemos un trabajo de campo mensual, esto supone muchas excursiones de muy diversa índole. Todo esto es más económico que cargar una mochila de libros«
Conectividad y tecnología para abandonar el libro de texto
Cambiar el libro de texto no es nada fácil. Si lo fuera, vistas las ventajas que ofrece, todo centro educativo lo habría hecho. Hay desafíos importantes que de nuevo afectan y llevan de la mano a toda la comunidad, desde alumnos a profesores y también administración.
«En nuestro caso, trabajar por proyectos en las experiencias piloto ha significado una clara opción también por un uso intenso de todas las tecnologías disponibles en la actualidad dentro del aula: ordenadores portátiles, tablets, teléfonos móviles, proyectores. La tecnología está por todas partes y se usa de forma intensiva pero es ubicua. Sin esta tecnología no es posible trabajar por proyectos«
Mientras en los 8 centros de los jesuitas el material y la tecnología son un instrumento-eje para trabajar por proyectos, Manuel Jesús pone a los alumnos en un lugar principal (y complicado) a la hora de afrontar este cambio metodológico.
En primer lugar es el alumno el que tiene que comprender las ventajas de las metodologías activas y el trabajo sin libro de texto que para ellos es la referencia de contenidos habitual. Lo han visto en casa, a compañeros, en televisión … no es fácil lanzarse al cambio.
«En el aula, los mayores desafíos son acostumbrar al alumnado a una forma de trabajo y evaluación diferente donde ellos son los que juegan el papel activo. Hay que enseñarles a utilizar Internet y las redes con propósito de aprendizaje«
Los alumnos no tienen hábito de trabajo autónomo. Su historia con los libros de texto les ha llevado a un flujo de trabajo que promueve, en su mayoría, «un aprendizaje mecánico, descontextualizado, falto de motivación y con excesivos contenidos y poco desarrollo de las competencias«. Manuel Jesús se encarga cada principio de curso de explicar a las familias la metodología que seguirá. Junto con la satisfacción con la que trabajan sus alumnos y que ven las familias, nunca ha tenido problemas con los padres y madres.
«Tener que tomar decisiones, crear sus materiales, ser evaluados de una manera formativa y no sólo calificatoria y sumativa les sorprende y aunque lo aceptan de buen grado en poco tiempo, porque ven que están más motivados y aprenden más, es un choque para ellos. En mi caso no he tenido nunca problemas con las familias porque les explico a principio de curso la metodología y ven satisfechos a sus hijos«.
Esa información continua a las familias es la clave. En el CEIP La Navata la información que fluye hacia ellas por parte de los tutores es abrumadora y exhaustiva. En esas reuniones se les explica el modo en que el colegio alcanza y hasta sobrepasa los objetivos oficiales del currículo. Hay información donde se explican los contenidos de varias materias y cómo se organizan las actividades de los alumnos. En qué hay más dificultades, con qué se sienten más motivados, cómo lo aplican al entorno y su contexto.
En el caso de Manuel Jesús, nuestro docente-isla andaluz, hay más desafíos.
«Aunque no me preocupa en absoluto, pero comprendo que lo puede ser para otros, las críticas del resto del profesorado» Por suerte su labor no pasa desapercibida y dice recibir llamadas de muchos centros para impartir formación en centros de profesores tanto andaluces como de otras comunidades para dar a conocer cómo es su trabajo en el aula.
Más fácil en primaria y Cataluña
Sumarse a los centros que quieren cambiar el modelo educativo actual es siempre bienvenido. Ahora parece más sencillo. No así hace 10 años, cuando los centros asumían algunos riesgos al iniciar caminos singulares y en muchos casos inexistentes. Jordi Musons da un valor enorme a la comunicación a toda la comunidad educativa.
«De forma especial recomendaría a aquellos centros que inicien procesos profundos de transformación, dedicar mucho tiempo y recursos a la comunicación. Compartir con toda la comunidad educativa los caminos que se emprenden y el por qué y para qué de la transformación. Eso es indispensable para crear complicidades y no perder la confianza de docentes o familias, que no comprendan el motivo por optar por formatos disruptivos respeto lo que durante tanto tiempo ha sido considerado como correcto y estable«
Que un centro que ha abandonado los libros de texto y el trabajo con las editoriales sea privado, concertado o público es relativo para Manuel Jesús.
«Lo que sí es cierto es que los centros privados o concertados tienen una estructura muy vertical que permite que si la dirección decide apostar, por cuestiones pedagógicas y/o de marketing, por cambios metodológicos, de espacios o por introducir los dispositivos móviles, ese cambio es más rápido y aparentemente más efectivo. Sin embargo, hay muchos centros públicos de infantil y de primaria, sobre todo, y algunos de Secundaria que han ido dando ese paso y que tienen una experiencia muy positiva«
«Durante todo este proceso de cambio no hemos tenido nunca problemas relevantes con la administración. Si bien es cierto que la administración educativa no es una estructura demasiado adaptada al cambio, en la última década en Cataluña se ha vivido una cierta permisividad, que no complicidad, con los centros que de alguna manera han encabezado procesos transgresores con lo prescrito. Lógicamente en algunos momentos nos hemos visto obligados a negociar el radar de la administración para encontrar puntos de encuentro que permitieran consensuar procesos de evolución de nuestro modelo educativo«
En todo caso, la colaboración es una de las claves, y a ello apuntan desde Horizonte 2020.
«Si bien es cierto que son muchos los centros concertados que están realizando el cambio, no lo es menos que, al menos en Catalunya, son muchos también los centros públicos que han emprendido este camino. Según mi punto de vista, la colaboración y el intercambio de experiencias entre estas dos redes complementarias, se hace imprescindible y nos puede enriquecer mucho a ambas«
Foto portada | © César Bona.
Fuente: http://www.xataka.com/otros/asi-les-va-a-los-colegios-e-institutos-que-estan-acabando-con-el-libro-de-texto
Imagen: i.blogs.es/3ee5a3/img_9020/1366_2000.jpg