05 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org
Por: Nancy Palacios Mena
Este texto es el resultado del intercambio de un foro Sobre una visión Socio-cultural del Aprendizaje, en un curso sobre visiones socioculturales STEM.
En algunos sectores educativos caemos con facilidad en la tentación de desconocer y hasta desechar avances teóricos y metodológicos que costaron mucho esfuerzo, con la justificación de dar la bienvenida a nuevas posturas y a la innovación educativa. La solidaridad de una compañera de trabajo y su grupo de estudiantes me ha permitido asistir a sus clases y reflexionar sobre la vigencia de la visión sociocultural de la educación.
Además de muy potente, es totalmente vigente la perspectiva sociocultural, si la entendemos desde una visión que integra y aglutina las diferentes dimensiones del ser humano. En la presentación que hace Smidt, (2009) del pensamiento de Vygotsky, merece ser destacado hoy el uso de herramientas culturales y la mediación. Sobre esto hay dos planteamientos que quisiera señalar:
1. Los niños hacen desplazamientos de funciones mentales cotidianas a funciones mentales superiores, gracias a que en la experiencia concreta y cotidiana de la vida, se mueven de la dependencia de otros a la adquisición de autonomía; esta autonomía les permite adquirir y poner en práctica capacidades para interiorizar y usar la experiencia de manera independiente.
2. Las funciones mentales superiores aparecen a través de la actividad en la que el niño pequeño está ocupado explorando algo que pueda tener algún significado o relevancia para ellos.
Estos argumentos resaltan la potencia que tiene el conocimiento del entorno inmediato, las tradiciones, las costumbres, el saber ancestral y el popular en la construcción del conocimiento escolar. Este planteamiento no tiene ninguna novedad, desde varias corrientes pedagógicas se ha señalado el valor del conocimiento no escolar en la construcción del conocimiento escolar. A lo que se invita es a que reflexionemos sobre la resistencia de la escuela para hacerlo, es decir, la resistencia a vincular el entorno de los estudiantes y el saber de las comunidades al trabajo que se realiza en las aulas.
Uno de los compañeros del grupo responde en el foro a dicha inquietud sobre la dificultad que tenemos para vincular las problemáticas y los características del entorno al trabajo en el aula, subraya que para él, la resistencia está enraizada en el objetivo de la Educación, desde su punto de vista, éste está direccionado en estos momentos a la consecución de unos “logros” evaluados por “pruebas” “internacionales”, dejando de lado nuestro “entorno” o contexto y nuestro “saber” cultural relegado a un espacio solo histórico o cultural. Para el compañero del foro ,la argumentación de Vigotsky que señala que la mediación que es “el uso de herramientas o signos culturales” los que logran “cambios cualitativos en el pensamiento” para “representar la realidad y actuar sobre ella”, nos permite examinar los elementos constitutivos de la Identidad, que deviene de la internalización o interacción social que permite al educando “llevar a su propia conciencia el aprendizaje que ha sucedido” precisamente para ser individuos autónomos dentro de la sociedad.
Según el compañero del foro, si el objetivo u objetivos de la educación no tienen en cuenta la Identidad será imposible lograr un desarrollo en el aprendizaje que vaya acorde con nuestras propias necesidades, si el objetivo es generar conocimiento para el beneficio de nuestra comunidad (la humanidad entera), deben pues ser elegidas las herramientas culturales desde la perspectiva cultural e histórica para que funcionen instrumentalmente en la construcción de pensamiento y la solución de problemas para generar un “poderoso impacto de la sociedad y la comunidad en el aprendizaje” y “el poderoso efecto de las herramientas culturales sobre el aprendizaje y la identidad” Smith(2009).
Otro de los aspectos en los cuales se evidencia la vigencia de la perspectiva socicultural es en la apertura teórica y metodológica; cuando Lemke (2001) cita ejemplos de trabajos en los que el currículo de ciencias se ha orientado a la investigación desde una perspectiva sociocultural de aprendizaje, como el de la educación matemática que combina el análisis del discurso del aula para interpretar las relaciones entre simbolismos matemáticos y diagramas, ilustra muy bien la postura de Vygotsky. Para este autor, el enfoque conceptual en la educación científica cambia con la útil observación de que muchos estudiantes vienen al aula de ciencias con maneras alternativas de entender los fenómenos que ocurren todos los días. Coincido con el compañero del foro en lo interesante que resulta el planteamiento de Lemke (2001) respecto a lo innovador que puede ser la enseñanza de las ciencias, desde una perspectiva sociocultural que combine y/o articule la forma de proceder de los científicos con la actividad social de los seres humanos, en este caso de los estudiantes. Creo que este planteamiento es además de valioso, muy inquietante tanto para profesores de las ciencias sociales como para los de ciencias naturales.
Referencias
Lemke J. (2001) Articulating communities: Sociocultural Perspectives on Science Education. Journal of research in science teaching. Volume 38, Number 3, pp 296 316, 01
Smidt, S. (2009). Introducing Vygotsky. A guide for practitioners and students in early years education. Chapter 2: On Mediation, Memory, and Cultural Tools, pp 1- 19
Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-perspectiva-sociocultural-sigue-vigente