07 de junio de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/
Por: Lola Moreno Lozano
¿Se puede relacionar la literatura con la música y con el arte? ¡Por supuesto! Quizás fuese mejor preguntar si no se debería hacer siempre así.
¿Alguna vez lo habéis intentado? Cada curso que pasa estoy más convencida de que la fusión de las tres artes es gratificante y positiva. Aplicarlo es sencillo: sólo hay que elegir un texto (o un movimiento literario) y, a partir de él, una canción y un cuadro.
Mi primer intento fue en el 2012, aprovechando la asignatura de Literatura Universal. Les propuse al grupo que tenía que conectaran un poema de Baudelaire (“Perfume exótico”), un cuadro de Klimt (“El beso”) y una composición de Satie (“Les Gymnopédies nº1”). Nos encantó la experiencia.
Al curso siguiente, aprovechando una afonía y unas clases a última hora de la mañana, lo repetimos conjugando la poesía trovadoresca con el rock. Fue genial. Por eso este año hemos vuelto a usar el recurso ampliando la temática a la literatura medieval y Ausiàs March.
Y este trimestre lo hemos vuelto a intentar. En 4º de la ESO, hemos partido de algunos cuadros de Friedrich para comprender qué era el Romanticismo.
Tras ver las imágenes, los alumnos han ido extrayendo posibles características (color que predominaba, por qué creían que eran así, sentimientos que querían transmitir, figuras que resaltaban, actitud de las mismas, etc.) De ahí hemos sacado una idea general y nos hemos adentrado en el mundo de las letras: Bécquer, Espronceda… tenían mucho que decir. Encima, parecía que encontrábamos coincidencias. ¡Genial!
¿Y la música?
Pues nada mejor que tener a un grupo de adolescentes conocedores de los cantantes o grupos de éxito para que ellos mismos propusieran canciones en las que creían haber encontrado restos de cuanto estábamos viendo en clase. De hecho, fue uno de ellos quien, hace ya unos años, me habló de Sharif.
Nos pusimos manos a la obra y vimos que algunas de sus composiciones cuadraban con el espíritu romántico.
Además de captar su atención con algo que no esperan, las clases se hacen más amenas. Se involucran y participan mucho más. Si conseguimos también conectar los poemas de aquellos autores que les resultan tan lejanos con referentes actuales, ganamos su interés.
Por otro lado, podríamos pararnos a pensar en la cantidad de competencias básicas que se desarrollan siguiendo esta metodología:
- Comunicación lingüística: los alumnos deben expresar sus ideas de manera oral, escrita o ambas, según se requiera. Si la actividad se lleva a cabo en el aula, implicará interactuar con sus compañeros, con lo que eso supone en cuanto a argumentación, refutación, concesión del adversario, respeto y tolerancia. Ya tenemos unos cuantos puntos a favor para intentarlo.
- Aprender a aprender: la Comisión para la Educación de la Unión Europea considera que esta competencia influye en el resto por el proceso de obtención y asimilación de nuevos conocimientos que conlleva. El estudiante construirá su conocimiento a partir de experiencias y tendrá que ser capaz de aplicar lo aprendido en diferentes contextos, no sólo en el académico.
- Social y cívica: por la capacidad que requiere para relacionarse con otros compañeros de manera democrática y participativa (volvemos a lo expuesto en la lingüística).
- Conciencia y expresiones culturales: porque los alumnos aprecian el mensaje que se expresa a través de la música, la pintura o la misma literatura. Aprenden a escuchar (que no oír), mirar (que no ver) y leer (que no ojear) la música, la pintura y la literatura.
Se podría completar más el listado ofreciendo alguna actividad relacionada con las TIC: participación en un blog de clase, en un muro digital (tipo Padlet), o elaboración de un trabajo (vídeo, audio) que se compartiría después por Youtube, Classroom, etc. ¡Aquí podrás encontrar algunos de los resultados!
¿Y la evaluación?
Para tener una idea individualizada y ajustada (en la medida de lo posible) de si han aprendido, se puede correr el riesgo de abandonar las preguntas cerradas en los exámenes y ofrecerles, por el contrario, cuestiones que les hagan recordar lo que se ha visto en clase (más que lo que se subraya en el libro). Si todo ha ido bien, los resultados son positivos.
Éstas son dos de las preguntas que tenían que contestar los alumnos de 4º en una prueba de evaluación y algunas de sus respuestas:
- Busca en estos fragmentos de canción 2 versos que puedan relacionarse con el Romanticismo.
- Explica qué característica representarían.
“Quiero escribir un verso inmortal, que se entienda sin lenguaje,
limpio y puro como el sol sobre el paisaje (…)
Todo mi mundo está aquí.
Chico, ¿sabes? No nos vamos a rendir.
Tengo velas y viento, suelas y aliento,
y un bolígrafo hambriento que no sabe mentir (…)
Y pido otro día, otro suspiro,
otra danza,
otro tango bailando con la esperanza,
otro renglón, otra enseñanza,
otra canción que me lleve a donde el corazón no alcanza.
Sólo quiero bailar como la arena y el aire,
como las olas y el mar,
no parar de dar vueltas en el baile.
Suena la música,
afuera hay ruido, pero aquí suena la música.
Mi canción no es un reproche, es una súplica
en esas noche que la pluma es mi república”.
(Sharif, Sobre los márgenes)
→ En los versos “Todo mi mundo está aquí. Chico, sabes no nos vamos a rendir. Tengo velas y viento, suelas y aliento, y un bolígrafo hambriento que no sabe mentir”, el cantante hace referencia a la exaltación del “yo” individual. Tiene un espíritu rebelde, que no sigue las normas. También se puede observar que es un personaje aventurero, valiente. Por otro lado, vemos esas ansias de libertad.
→ ”Sólo quiero bailar como la arena y el aire”, “En esas noches que la pluma es mi república”: En el Romanticismo había algunas características como la soberbia, la soledad y la libertad. Estos dos versos son una mezcla porque indican soledad con libertad. “En esas noches que la pluma es mi república”, Sharif nos dice de alguna manera que escribiendo es más libre y que no le hace falta nada más.
Observa esta imagen y piensa: ¿qué ideas representa?
→ La imagen representa ideas muy características del Romanticismo, como pueden ser la soledad, el sufrimiento, el dolor… El hombre se encuentra solo entre todas las nubes. También representa la percepción del poeta / pintor romántico como un ser superior, un ser elegido. Esta característica se ve reflejada en el hecho de que el hombre está de pie, como por encima de las nubes y mostrando una actitud altiva. Es una obra que desprende misterio, pues no sabemos qué son esas nubes que hay debajo de él. Además, representa la tristeza, porque es un cuadro pintado con colores sombríos, oscuros, que lo último que reflejan es alegría.
Para los alumnos que requieren una adaptación se puede pedir menos densidad en las explicaciones, aparte de tener en cuenta el tamaño de la letra y la disposición tipográfica de toda la prueba.
Después de todo lo expuesto, creo que merece la pena intentarlo. No hay nada que perder. ¿Te apuntas?
Fuente artículo: http://blog.tiching.com/uniendo-literatura-musica-arte-otra-forma-evaluar/