Degradación de la esperanza.

Por: Francisco J. Lopez Rodriguez.

La Secretaría General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico acaba de publicar dos nuevos informes en los que resume la situación de la enseñanza en nuestro país respecto al resto de 34 países de la OCDE y propone soluciones. El fracaso escolar unido al abandono de los estudios es muy alto. Las conclusiones son, como cabía esperar, negativas. Hay un alto índice de fracaso escolar, como el hecho administrativo de no lograr el título académico mínimo o como no alcanzar cierto nivel mínimo de conocimientos, tal y como se definen en los estudios de PISA.

Con la primera definición, España es un país con un nivel de fracaso muy superior a la media de la OCDE. Todas las estadísticas nos sitúan en los últimos puestos en materia educativa. Nos puede producir un complejo en el que podemos caer en el vagón de cola en rendimiento académico. En el medio de todo esto están los protagonistas que son los profesores al que se les está acusando de las calamidades del sistema educativo español. La realidad es todo lo contrario. Hoy los profesores son los que están soportando y sufriendo los avatares de la legislación educativa. Salvo la LODE, todas las leyes posteriores no se pudieron poner en práctica porque los gobiernos pretendieron hacer una Ley educativa a su medida. En el momento que se pretendía poner en vigor y aplicarla, un nuevo Gobierno la derogaba y así llegamos a la Ley actual LOMCE que está en el limbo que si se deroga, que si se modifica, que si no se aplica, que se retrasa etc. Se acaba de publicar en el BOE las condiciones para la obtención de los títulos de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria: «Los alumnos y alumnas que hayan obtenido una evaluación, bien positiva en todas las materias, o bien negativa en un máximo de dos, siempre que estas no sean de forma simultánea Lengua Castellana y Literatura, y Matemáticas, obtendrán el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria». Esto fue el engendro y el parto de los que se sientan en el Congreso de los Diputados y este Gobierno, como se suele decir, se bajó los pantalones porque hay que seguir en el camastro.

No sé qué podrá opinar todo el profesorado de Educación Secundaria. Si sé lo que opinan todos los profesores que, por cualquier circunstancia, han pasado a las clases pasivas. No sé qué opinarán todos los profesionales que en sí pasaron por los Centros de FP, Bachillerato y, por supuesto, la Universidad. No sé qué opinaran aquellos que se quedaron en el camino porque suspendieron alguna asignatura y no pudieron obtener la titulación correspondiente y que le privó el acceso a un empleo público o a un trabajo en la empresa privada e inclusive el progreso profesional. Lo que sí se sabe a lo largo de la Historia que las leyes educativas no las proyectan los profesores, es decir, quienes son protagonistas de le educación se les margina y, desde una mesa, se habla de educación, se habla de cambio, se habla de pacto, se habla de derogar las leyes. Unos señores y señoras que dicen ser representantes del pueblo están capacitados para proponer y hablar de todo. A saber, son los sabios del templo que sin haber trabajado nunca, sin haber dado un palo al agua, sin haber pisado un aula o bien, si la pisaron, huyeron porque la enseñanza es muy dura y quien soporta a los niños y jóvenes de hoy. Esto me recuerda un jefe de ventas que se enfurecía con los vendedores porque no conseguían clientes y el susodicho jefe nunca había vendido nada.

La educación en este país no tiene solución, ni la va a tener en muchos años. Porque la misma está en manos de políticos de muchas tendencias ideológicas y la educación es un resorte de catequización y de inclinar a los niños hacia determinados intereses políticos. Lo tenemos en ciertas Comunidades autónomas. Un ejemplo claro es Cataluña. A los niños catalanes se les inculca el odio a España, se les educa en una falsa Historia de España. España subyugó a Cataluña, le quitó sus privilegios y convertimos todo en el dicho» España nos roba». Los votantes y partidarios de la independencia en Cataluña son esos niños que nacieron en el año 1979 cuando se promulgó el Estatuto de Cataluña y su aplicación posterior concediendo competencias exclusivas, entre otras, la educación. Aquí comienzan los males y los problemas. Una educación torticera que está generando monstruos con aversión a todo lo español. Pues bien, esto es un ejemplo de lo que quieren modificar los políticos.

Por otra parte, eliminar la enseñanza privada concertada, convertir España en un estado laico, desapareciendo la religión de las aulas y recluyéndola al ámbito privado. Y ¿dónde está la libertad de enseñanza? Los padres por Ley tienen derecho a elegir el Centro escolar que crea oportuno para sus hijos. (Esto se soluciona con el cheque escolar) ¿por qué no lo aprueban… ¿Dónde está la calidad de la enseñanza? ¿Queremos un país competitivo? ¿Queremos que nuestros jóvenes tengan una preparación para afrontar el reto del desarrollo y adaptarse a las necesidades de las empresas? ¿Para qué está cualificado, en general, un universitario cuando termina su carrera o estudios? A base de master, cursos, aprendizaje de idiomas y un largo camino de sufrimiento empezará a labrar un currículo que le permitirá llamar a las puertas de las empresas.

Con estas decisiones de los políticos filibusteros vamos a llegar a la Universidad y los estudiantes, los más rezagados y los que fueron a pasear los libros hasta las facultades o escuelas técnicas, iniciarán protestas y propondrán que se apruebe una carrera con suspensos ya que haciendo la media de todas las materias igual apruebo. Los que en otras épocas teníamos que superar las reválidas de cuarto, las de sexto, el Preu para acceso a la Universidad e inclusive las pruebas de ingreso en un Instituto con 12 años, no podemos por medio que clamar contra estos despropósitos.

Esa educación y cultura transferida por los profesores en las aulas, esas ganas de saber y de ser algo, hoy son entelequias y distorsiones mentales. Estamos degradando la enseñanza, la cultura, no afrontamos la competitividad, no nos prepararemos para un trabajo y seguiremos en el vagón de cola. Hoy la educación en España mientras esté en manos de políticos no tiene solución.

Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/degradacion-de-esperanza_1169981.html

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/_ypj3BsdujKA/TIMpq8yiZ5I/AAAAAAAAABA/f3B9bk_h5lk/s320/ense%C3%B1anza.jpg

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Francisco J. Lopez Rodriguez

Profesor Español