Por:diariocorreo.pe/Alberto Quintanilla Chacón/30-08-2017
La huelga magisterial iniciada hace dos meses en Cusco, presente hoy en la mayoría de regiones, ha marcado la agenda política del país obligando a todos los actores políticos, sociales e instituciones del Estado a tomar posición respecto a ella y la educación en el país.
El objetivo nacional es una educación -sobre todo pública- de calidad, con capacidad formativa de ciudadanos, con solvencia que ayude a construir capital humano con oportunidades similares, que permita desarrollar capacidades democráticas y de ejercicio de derechos. Además, que cumpla las obligaciones en la medida que buscamos construir un Perú en democracia, sin pobreza ni exclusiones, a fin de que todos los peruanos tengamos las mismas oportunidades para progresar y vivir con tolerancia, respetando el medio ambiente.
La huelga magisterial iniciada hace dos meses en Cusco, presente hoy en la mayoría de regiones, ha marcado la agenda política del país obligando a todos los actores políticos, sociales e instituciones del Estado a tomar posición respecto a ella y la educación en el país.
El objetivo nacional es una educación -sobre todo pública- de calidad, con capacidad formativa de ciudadanos, con solvencia que ayude a construir capital humano con oportunidades similares, que permita desarrollar capacidades democráticas y de ejercicio de derechos. Además, que cumpla las obligaciones en la medida que buscamos construir un Perú en democracia, sin pobreza ni exclusiones, a fin de que todos los peruanos tengamos las mismas oportunidades para progresar y vivir con tolerancia, respetando el medio ambiente.
Hace años asumimos el compromiso nacional de destinar el 6% del PBI como presupuesto para la educación en el Perú, compromiso que solo es posible si alcanzamos una recaudación tributaria por encima del 20% del PBI para mejorar la infraestructura, sueldos y los materiales necesarios para una educación de calidad.
Es preciso pagar la deuda social contraída por el Estado mediante trámite administrativo y sin necesidad de tener que recurrir a costosos procesos judiciales.
El diálogo en democracia es la mejor manera de resolución de problemas y conflictos, considerando que la organización gremial es un frente con posiciones diversas.
*Fuente: http://diariocorreo.pe/