Por: Lusmery Yamileth Alvarado
“El orden de las cosas debe plantearse desde la gnoseología de nuestra realidad, impregnado de una axiología única que salte desde lo más profundo de nuestro corazón” Lusmery Alvarado (30/07/2021)
Escribir es un arte, lograr que las personas lean lo que escribimos es un desafío, vivimos en un mundo muy acelerado donde a diario recorremos un espiral de aventuras que en cada vuelta nos sorprende y aviva la llamarada del seguir descubriendo esos episodios que dan sentido a nuestra vida, permitiéndonos reconfigurar en cada vuelta la brújula que nos guía hacia el sur donde encontramos el verdadero alimento del alma.
Me parece insoslayable interrogarme sobre el sentido de la vida, el sentido de la formación en esta época, sobre la montaña rusa en la que hemos montado el currículo de nuestros planes de estudios, más allá sobre la responsabilidad, la ética individual y colectiva que a diario debemos reportar a nuestra comunidad universitaria, sabemos cuándo parar la montaña rusa?.
Sobre estas interrogantes, no tengo respuestas, al contrario me problematizan más cada vez que intento comprender, y cuando creo tener un horizonte claro aparecen gotas de roció que pintan un arcoíris de nuevas alternativas y nuevas interrogantes, esto se debe a lo convulsionado que esta era marcada por las tecnologías de la información y la comunicación, así como lo cambiante que se ha tornado la gerencia de la información que a diario somos responsables de producir provocan en nuestra sociedad, como afirmó José Martí, “es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época y la época misma”, por tanto, debemos conocer y tratar de comprender la interdisciplinaridad a la que a diario somos copartícipes de mantener.
La clave para sostenernos en cada vuelta en esta montaña rusa, es la planificación, la organización, el sentido de pertinencia, el amor hacia nuestras actividades y sobre todo la ética que a diario debemos empuñar en nuestros corazones, yo llamaría a este cúmulo de características y a muchas otras que en este momento escapan de mi mente, el “orden de las cosas”, pero que son las cosas, las cosas son los elementos que podemos apreciar y que sin duda alguna agregan valor a nuestras actividades enriqueciendo la vida no solo la nuestra sino la del hombre nuevo que a diario somos responsables de formar.
Llegado a este momento, amigo lector, no sabemos a dónde vamos, esta mezcla de sentimientos, realidades y sobre todo confrontación del ser con el deber ser, en un clima frío marcado por las adversidades de la época, me llevan a divagar sobre la importancia que como sociedad le damos a los términos de moda, moda esta que marca la época, nuestra moda actual “el COVID-19” y en el campo de la educación “la multimodalidad”, esta se ha proliferado a lo largo y ancho de nuestro lenguaje y de nuestras acciones, pero nuestro sector realmente sabe que va hacer con la multimodalidad en educación?.
Esta última interrogante, me problematiza aún más, y me deja con la sensación que padece el escritor ante la presencia de una hoja en blanco, me atrevo a preguntarte a ti amigo lector que este momento ya has leído más de 500 palabras en este escrito que es para ti la multimodalidad en educación, y como has puesto en práctica este variante en el orden de tus cosas.
Ander Egg emplea un término muy peculiar para esas palabras de moda, a lo que nos advierte que debemos “tener cuidado con la seducción de las palabras”, hemos sido seducidos y acorralados por la expresión “educación multimodal”, y ya estamos avanzados en el tema y se nos presenta un trabalenguas al explicar en qué consiste, la Universidad Rómulo Gallegos en el Curso Modalidad en Educación (2021) concibe la educación multimodal como un sistema que “(…) permite agrupar los diferentes modelos educativos, en este caso, relacionados con los semipresenciales y los no presenciales como son los modelos a distancia, abiertos y mixtos”.
Llegado a este punto, vuelvo a problematizarme, y me pregunto incesantemente si es posible hablar de interdisciplinariedad en el caso de la aplicación de una educación multimodal?, esto es realmente un desafío para los trabajadores del sector universitario, pero no debemos esperar que alguien con una varita mágica venga a explicarnos en una clase magistral en qué consiste la educación multimodal, debemos ir ya a la praxis diaria y confrontar nuestras formas de hacer las cosas, abriendo espacio para el nuevo orden de las cosas, esas cosas que nos permitirán ser un excelente guía en esta travesía que emprendimos sin darnos cuenta, vamos a mitad del camino no podemos vacilar entre continuar o volver, conquistemos la meta…!