¿Qué es la lectura lateral y por qué la necesitamos?

Por: Sofía García-Bullé

Una lectura completa no solo depende de la profundidad con la que se lee, sino la amplitud con la que se comprueba y analiza el material de lectura.

Las burbujas de contenido posicionadas por sitios de información y redes sociales han vuelto las cámaras de eco más herméticas y recrudecido el conflicto entre grupos con posiciones ideológicas diferentes. En artículos anteriores hemos hablado de habilidades que deberían enseñarse en el tronco común de las universidades. Entre las listadas, fact checking y el pensamiento crítico trajeron a la conversación otra enseñanza relacionada que es importante considerar desde los niveles más básicos de la educación hasta los de posgrado: la lectura lateral.

¿A qué se refiere el término? La lectura lateral es un ejercicio activo en el que el estudiante no solamente recibe la información de manera literal, sino que evalúa la calidad y veracidad del contenido que está leyendo al mismo tiempo que lo está leyendo. El término fue acuñado por un equipo de investigadores del Grupo de Educación para la Historia de la Universidad de Stanford. 

Como concepto es muy similar al del pensamiento lateral, en el que el individuo aprende a razonar para realizar un análisis y resolver problemas de formas nuevas y creativas. La intención de una lectura lateral es precisamente eso, analizar el contenido de lectura, lo que habilita al estudiante para hacer las preguntas pertinentes sobre la naturaleza y contexto de cada pasaje. Se percibe el contenido primero como una perspectiva, y después, tras un proceso de comprobación, puede aceptarse como un dato útil y verídico. En la lectura lateral, el proceso a través del cual el estudiante se forma una idea no es dictado por quienes producen y posicionan el contenido, sino por quien lo lee. El valor de esta facultad en un entorno virtual diseñado para neutralizar el pensamiento crítico, es incalculable. ¿Cómo comenzar a ejercitarla?

El A-B-C de una lectura lateral

El inicio de una lectura lateral parte de la premisa que leer bien no depende solamente de que tan profundo leas, sino de la amplitud con la que te acercas a la lectura. Para poner esto en práctica hay que dejar de leer, solo un momento, y empezar a hacer preguntas sobre lo que estamos leyendo.

La ONG News Literacy Project ofrece una base interesante sobre qué preguntas formular al momento de evaluar un material de lectura: ¿Quién financia el sitio donde se publicó la nota? ¿Qué dicen otros expertos en el tema? ¿Cuando googleas sobre el tema los resultados iniciales pertenecen a organizaciones que hagan fact-checking? ¿Han estado en duda otros artículos del autor o autora? ¿Hay piezas que contradigan lo que dice la nota original? ¿Medios respetables están reportando sobre lo que estás leyendo?

Estar consciente también de nuestros sesgos cognitivos es parte importante de una lectura lateral efectiva. Es necesario realizar el mismo ejercicio tanto en los materiales que leemos como en nosotros mismos y la forma en que los leemos. No siempre vamos a poder controlar si estamos o no en una burbuja de contenidos, pero con estas medidas podemos proteger nuestro sentido común, pensamiento crítico y apertura al diálogo sin importar qué información nos está proporcionando el algoritmo bajo el que nos encontramos.

¿Habías oído hablar antes de lectura lateral? ¿Piensas que es una herramienta importante para los estudiantes en la era digital? ¿Has llevado o enseñado cursos que entrenan el uso de esta habilidad? ¿Cuál ha sido tu experiencia? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx
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Sofía García-Bullé

Licenciada en Estudios Humanísticos y Sociales, Humanidades y Redacción. Universidad de Monterrey